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miércoles, 16 de octubre de 2024

LA EXPANSIÓN DEMOGRÁFICA Y LAS TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS DE LA ALTA EDAD MODERNA

Características de la demografía "antigua": el problema de las fuentes

Una de las principales características del régimen antiguo o de la Europa preindustrial es la ausencia de fuentes, al menos hasta el siglo XVIII debido a la inexistencia de la noción individual, por ello no existen fuentes demográficas y se deben recurrir a fuentes indirectas como censos, recuentos y registros parroquiales para dar una cifra aproximada: los recuentos de población se realizaban con una finalidad fiscal o militar, ofreciendo datos de número de fuegos (hogares) o vecinos (cabezas de familias) lo que obliga a utilizar un coeficiente multiplicador para aproximarnos a las cifras de población.

Con excepción de los riveli di ebni et anime del reino de Sicilia realizadas periódicamente donde el número de fuegos de cada localidad se les añadía al número de habitantes, reparto por sexos y en el caso de los hombres el número de menores de 18 años además de otros datos de interés económico. los registros parroquiales también nos ofrecen datos individuales de bautizos, matrimonios que parecen a finales de las edad media y generalizados en el mundo católico por la obligatoriedad de registrarlo desde el Concilio de Trento y defunciones, registro obligatorios desde 1614.

Encontramos también registros parroquiales en el mundo protestantes, incluso con mayor efectividad que en los territorios bajo la influencia de la iglesia de Roma. En Inglaterra desde 1538 se realizaron de forma generalizada, en Suiza el temprano éxito de la reforma hizo que los registros parroquiales surgieran en 1520, en otros países protestantes comienzan más tarde. Los registros son la mejor fuente para reconstruir la demografía a pequeña escala, indicando las tendencias demográficas en un determinado lugar y momento, ofreciendo datos de interés como la edad de acceso al matrimonio, índices de natalidad y mortalidad, esperanza de vida: encontramos un mayor problema a la hora de reconstruir la demografía de espacios mayores, contando con recuentos no siempre fiables.

Ante la falta de fuentes directas fiables se debe recurrir a fuentes indirectas, como viajeros que llegan a una determinada población y dan una cifra de sus habitantes, cronistas que realizan el recuento de muertos tras una batalla, testigos o contemporáneos que dan la cifra de fallecidos en una localidad tras una epidemia: en ocasione cuando se realizan estudios posteriores sobre fuente fiables se comprueba su alto grado de error.


Características

Dos de las características básicas del régimen demográfico antiguo eran las altas tasas de natalidad y mortalidad con una media de entre 35 y 45 por 1000 y una mortalidad ordinaria de entre 30 y 40 por 1000: las razones de esta alta mortalidad son varias:
  • Una producción agraria dependiente de la climatología
  • la existencia de amplios grupos mal alimentados
  • mal distribución de la riqueza
  • precariedad de la higiene
  • escasa capacidad de la medicina
  • alta tasa de violencia ( duelos, violaciones, venganzas, ajustamientos...)
A pesar de ello existía un crecimiento aunque débil, pero existían otros motivo que mermaban la población, las llamadas mortandades catastróficas o extraordinarias como: Hambrunas, Guerras o Epidemias. Ello dejaba unos saldos de mortandad dos o tres veces superior al número mortal, incidiendo la importancia cuanto mayor era el territorio afectado: pocos morían por enfermedades degenerativas, siendo las principales causas, virus, bacterias y otros microbios; contribuyendo las malas condiciones higiénicas, agravando ello en zonas con mayor densidad de población, el agua de los pozos no era siempre potables y las personas convivían con todo tipo de animales domésticos, además de ratas, chinches y otros parásitos: los ejércitos se solían convertir en focos de contagio.
Tras las catástrofes aumentaba la nupcialidad, los jóvenes adelantaban la edad del matrimonio y crecía la natalidad: en las localidades con gran presión demográfica sobre los alimentos volvía un equilibrio tras la mortalidad extraordinaria, lo que aliviaba las tensiones de en las localidad.

La naturaleza era un factor importante que incidía en los índices demográficos: Así pues, un clima favorable incidía en buenas cosechas, consiguiendo así unos organismo más fuertes, lo que provocaba un aumento demográficos natural, de lo contrario con un clim adverso que provocaba malas cosechas, los organismos eran más débiles,se disparaba la mortandad, por hambre, enfermedades o el consumo de alimentos en mal estado.

El saldo vegetativo era el resultado final, medido en un periodo concreto, diferenciando el saldo vegetativo positivo o negativo según el crecimiento o disminución de la población. a los datos de mortalidad y natalidad o nupcialidad debemos añadir un tercer dato, las migraciones, favoreciendo el crecimiento en los lugares de destino pero perjudicando de la misma manera a los lugares de origen.

Las migraciones dejan una esca huella documental por lo que de nuevo la fuente a la que volvemos a recurrir son los registros parroquiales que recogen datos sobre la procedencia de las personas fuera de la parroquia. Podemos distinguir entre
  • Migraciones temporales: movimientos estacionales en busca de trabajo
  • Migraciones definitivas: del mundo rural a las ciudades
  • Migraciones permanentes: causas religiosas debido a la Reforma o de europeos destino al Nuevo Mundo
  • Migraciones forzadas: tráfico esclavos negros
Las epidemias

Las principales epidemias provenían de Oriente y el mundo turco donde podemos diferenciar
  • La peste: protagonista a mediados del siglo XIV y que permaneció en Europa buena parte de la edad moderna hasta el siglo XVII, provocada por un bacilo que portaba un tipo específicos de pulga de las ratas y otros roedores, muriendo un alto porcentaje de los afectados (entre 2/3 y 4/5)
  • El tifus: ya conocido se manifestó de una manera más agresiva, su origen fue en el sitio de granada donde soldados procedentes de Chipre contagiaron a la población. la enfermedad se veía favorecida por malas condiciones higiénicas y se transmitía por medio de un piojo parásito del hombre. Tenía un índice de mortalidad del 20% de los casos.
  • Otras enfermedades: viruela, sífilis; sarampión, difteria, gripe o paludismo
La mortalidad catastrófica mermaba considerablemente a la población llegando a la cuarta parte de la población o 1/3. Las epidemias además provocaron la desorganización del sistema productivo, provocando el abandono de campos y la destrucción de cosechas, incidiendo sobre lactantes y niños lo que provocaba una muesca en las pirámides de edades que duraría décadas.

La reacción hacia estas epidemias y a falta de una medicina carente de remedios se recurría a remedios de carácter esotérico. Se efectuaban cordones sanitarios hacias los afectados, tapiando puertas y ventanas de sus casa, dejando en el interior personas sanas, lo que provocó la muerte de familias enteras: las poblaciones fomentaron el odio hacia extranjeros acusados de envenenar el agua y el aire, teniendo un sentimiento xenófobo y antisemita: el remedio más eficaz fue el aislamiento que por otro lado conseguía frenar epidemias. Pronto se exigió a las embarcaciones patentes de sanidad que certificaran que no provenían de puertos sospechosos, práctica que se extendió por el transporte terrestre.


Una vida corta y difícil

La esperanza de vida se situaba entre 25 y 35 años, con una ligera ventaja de las mujeres sobre los hombres. en dicha medida afectaba la mortalidad infantil, uno d ecada cuatro nacidos moría el primer año de vida, una cuarta parte moría antes de alcanzar los 10 años, 1 de cada 4 nacidos llegaba a la edad avanzada (40 o 50 años) siendo a los 60 años considerado un anciano: las pirámides de edad del antiguo régimen se caracterizan de esta manera por una base ancha, siendo los menores de 15 años el 90% de la población, la baja productividad no soportaba tasas de dependencia del 50 o 60 % lo que obligaba al trabajo a niños, ancianos o mujeres embarazadas.

Los niños eran vulnerables a las enfermedades infecciosas, la mortalidad infantil era elevada entre niños expósitos internados en hospicios donde se alcanzaban cifras del 80 o 90% de fallecidos antes de los 6 años. la mortalidad era también elevada entre las mujeres en edad fértil donde un porcentaje elevado moría en el parto o como consecuencia de él: la cantidad de viudos y viudas hacía que las segundas nupcias fueran frecuentes y que dos tercios llegaran a ser familias completas ( término utilizado para aquellas familias donde los cónyuges sobreviven durante todo el periodo fértil de la mujer).

La media de número de hijos no era excesiva, por la reducción de la edad fértil de la mujer a causa de una mala alimentación y el envejecimiento prematuro: la edad del primer matrimonio era tardía, de 25 o 26 años para la mujer y 28 y 30 años para los hombres, variando esta media en cada territorio, dependiendo de la herencia y de la propiedad familiar. Entre el 10 y 20% de las mujeres permanecían célibes: la media de los hijos fuera del matrimonio era reducida, siendo de entre un 1 y 5%, sin contar los hijos anticipados, nacidos antes del matrimonio.

La ciudad

Las ciudades fueron el motor del crecimiento económico. En ellas actúan los agentes económicos que controlan tanto manufacturas como el comercio a gran escala: son los principales centros de consumos que estimulan la demanda y los lugares donde confluyen capitales, rentas y sedes de las principales instituciones: la vida urbana presentaba ciertas ventajas para los más necesitados y mayor libertad, entre ellas un menor peso general de la fiscalidad directa o mejor organización de la asistencia y la caridad: pero también presentaba riesgos como las precarias condiciones higiénicas y la alta concentración de personas convertía a las ciudades en focos de infecciones, lo que elevaba la mortalidad.

La clave de lo urbano está en las actividades que se realizan en el lugar. jan de Vries señala 4 criterios básicos para distinguir una ciudad:
  • Población
  • Densidad demográfica
  • Proporción de actividades no agrícolas
  • Diversificación de la estructura productiva
Para ser considerada ciudad una localidad debe alcanzar una posición elevada en cada uno de los criterios citados. El mínimo de población es una cuestión más compleja pudiendo variar el umbral desde 12000 habitantes a estar por debajo de los 5000. Por otra parte, la idea de red urbana implica la existencia junto a los centros más poblados de centro más pequeños desarrollando la comercialización y distribución de productos agrícolas, diversos tipos de producción manufacturera así como funciones administrativas, religiosas y educativas.

La segunda mitad del siglo XVI fue el periodo en el que se dio el mayor incremento en el porcentaje de población urbana: Según Jan Vries, la población aumentó desde un 5,6 % en 1500 hasta 7,6% en 1600. El efecto principal de auge ciudadano del siglo XVI fue la articulación de una red urban imprescindible para el desarrollo de la economía capitalista: las zonas con mayor índice de urbanización del continente coinciden con alas más densamente pobladas. Los porcentajes más altos de urbanización estaban en los Países Bajos y Norte de Italia (15, 8% en 1500 y 24,3 % en 1600) seguida por el territorio de Bélgica. En conjunto la zona más urbanizada era el área mediterránea, superada en el siglo XVII por la Europa Noroccidental.

Ante el fortalecimiento de los poderes monárquicos las ciudades que más se benefician del auge urbano son las capitales políticas (Londres, Nápoles, París, Lisboa, Sevilla).

En un tercer escalón encontramos ciudades por encima de los 60 000 habitantes.


Crecimiento y crisis

La economía de subsistencia 

Encontramos un sistema económico Encontramos un sistema económico donde las estructuras medievales conviven con las estructuras del naciente capitalismo, ello ha llevado a la historiografía a hablar de tardofeudalismo o feudalismo tardío. La población europea no podía plantearse otra aspiración económica que no fuera la subsistencia. El objetivo prioritario de la producción era la alimentación básica, la tierra como medio de producción estaba en manos de los grupos dominantes. Además de la alimentación la subsistencia también implicaba vestirse y tener una vivienda. Estas tres necesidades determinaban las funciones esenciales de la actividad económica: la producción agrícola y ganadera de los artículos que componían la dieta imprescindible: cereales, vid y algún ganado doméstico que proporcionaba huevos, leche y carne; una artesanía textil basada en la materia prima disponible y una serie de oficios dedicados a la construcción.

Existía la exigencia de que existiera gente dedicada a los metales, para desarrollar útiles de labranza, el herrado de caballerías o la construcción entre otros y de expertos capaces de hacer cuerdas o serrones con fibras textiles.

La producción específica se adaptaba a suelos, altitud y climatología. En el entorno del Mediterráneo era importante el olivo y en zonas más restringidas productos arbóreos como frutos secos o la morera. En los climas más húmedos y fríos del norte era frecuente la producción de lúpulo para la obtención de cerveza, también plantas destinadas a la producción textil como el lino o el cáñamo. En el NE europeo (países bajos y Báltico) podemos distinguir en zonas altas y húmedas destinadas al ganado vacuno distinguiéndose del ganado ovino propio de zonas más secas y áridas. Distinguimos así en las localidades rurales una actividad primaria agrícola o ganadera y una actividad artesanal. Se debe tener en cuenta una reducida actividad comercial, la falta de vías de comunicación dificultaba el intercambio, encareciendo así el producto, no obstante existía un comercio fluvial y marítimo que posibilitaba el comercio, acrecentando así la importancia de los puertos que recibían productos de los lugares más alejados, incluyendo el comercio caravanero de Asia y África.

Pierre Chaunu establece la teoría de los círculos de comunicación, donde dice que más del 90% de los productos que consumía el campesinado procedía de un círculo de 5 kilómetros. Bartolomé Bennassar amplia este radio a 2 o 3 leguas lo que supone el doble delo calculado por Chaunu. Dicho círculo era la comunidad o parroquia a la que pertenecía el campesino. El 9% de lo consumido eran productos secundarios, ampliando a un segundo radio de unos 20 a 40 kilómetros que coincidía con la región viniendo este producto de mucho más lejos, proveniente del mercado, la feria comarcal o una ciudad cercana, en los que el transporte apenas carecía el precio del producto. El 1% restante, destinado a gente con mayor capacidad de consumo, correspondía a un comercio de más larga distancia, reservado a productos lo suficientemente valorados para resistir el encarecimiento por el transporte. Debemos aplicar con prudencia tales magnitudes, la progresiva especialización productiva en ciertas regiones en (cereales, seda y otros bienes) amplió necesariamente la proporción del mercado a media y larga distancia. La coyuntura también modificaba las cosas, ante dificultades alimenticias era necesario traer cereales desde lejos, frecuentemente subvencionados por las autoridades locales para evitar una excesiva repercusión en su precio a tales costos.

Expansión demográfica y dinamismo social.

Una de las características del siglo XVI es la expansión demográfica, volviendo a una fase de crecimiento tras la crisis de la peste negra de 1347 que duró unos cien años. Hacia 1450 se invierte la tendencia dando paso a un siglo de incremento de población, con diferencias regionales en su expansión tanto en cronología como en intensidad y también en el límite final de dicha fase expansiva, percibiéndose en algunas zonas hacia los años 70 del siglo XVI y en otras no llegó hasta principios del siglo XVII.

Fuentes y cifras

Resulta difícil calcular las cifras de grandes espacios, ofreciendo en los cálculos solamente cifras aproximadas. Si era difícil calcular las cifras de un país mucho más difícil es calcular las cifras de Europa no solo por determinar las fronteras de ésta, sino también por la falta de datos fiables. Entre el 1300-1340 Europa alcanza una población elevada, llegando al límite del crecimiento demográfico de la edad media. Difícil resulta también calcular la caída demográfica de la crisis posterior, a la que se le atribuye un retroceso de más de 1/3 de la población, con picos del 60% en países del Norte. El cambio de tendencia en la segunda mitad del siglo XV hizo que en Europa contara en el 1500 con 84 millones de habitantes, mientras que en el 1600 serían de entre 97 y 111 millones de habitantes aumentando la cifra un 14,3%.

Parece que a lo largo del siglo XVI el Oeste de Europa recuperó los niveles de población de antes de la peste negra, superando la población en el Este. En algunas zonas el crecimiento se ve frenado debido a un cambio de coyuntura en la última década del siglo XVI,por abundancia de malas cosechas, aumentando el precio de los cereales que constituían el 40 o 60% del presupuesto de una familia pobre, en ello influyó la intensificación de las guerras y los brotes epidémicos. Es difícil también calcular la población en el conjunto dela población mundial, Jean Nobel Biraben se atreve a realizar una estimación aproximada: 

Continente Población en 1500 
Población en 1600 Crecimiento Millones Porcentaje Millones Porcentaje Por mil
  • África 87 18,9 113 19,6 +2.62
  • América 42 9,1 13 2,2 -11.66
  • Asia 245 53,1 338 58,5 +3.22
  • Europa 84 18,2 111 19,2 +2.79
  • Oceanía 3 0,7 3 0,5 0
  • TOTAL: 461 100 578 100 +2.26

Según Livi Bacci, en 1550 solo eran fiables los datos de Inglaterra, Holanda, Francia, Italia y España, que representaban aproximadamente el 52% de la población Europea sin contar Rusia, Francia era el país más poblado con 19,5 millones, seguida de Italia con 11,5, España 5,3, Inglaterra 3 y Holanda 1,3. En la segunda mitad de siglo, Francia no creció, como consecuencia de la grave crisis que supusieron las guerras de religión. Jaques Dupaquier cifra la población de Francia en 15 millones en 1550 y 18,5 en 1600. En Italia la población pasó a ser de 13,5 millones, suponiendo un crecimiento de 17,39 %. En España la población en 1600 pasó a ser de 6,7 millones lo que supuso un incremento del 26,41 %. En Inglaterra encontramos una población de 4,1 millones en el 1600, es decir,un incremento del 36,66 % un incremento que coincidió en la segunda mitad del siglo XVI con el reinado de Isabel I.

El crecimiento más moderado lo encontramos en Holanda con 1,5 millones de habitantes en 1600,donde influyó la guerra de los países bajos tras su levantamiento contra España en 1566, aunque también su capacidad de crecimiento era menor que en otras áreas de Europa menos pobladas como Inglaterra o España,lo que nos lleva a considerar no solo las cifras de población absoluta sino también las cifras de población relativa, es decir, la población expresada en número de habitantes por Km2.

En 1500 Holanda superaba los 60 habitantes por Km2, llegando Flandes a los 70 siendo 40 la media del conjunto de los países bajos. Estando tanto Holanda como Flandes entre los territorios más densamente poblados de Europa. Las densidades ofrecen variaciones en un mismo país, como es el caso de Italia que ofrece cifras de aproximadamente 35 a 40 habitantes por Km2, pudiendo ser la diferencia entre dos regiones de 10 a 1 como en el caso de Lombardía con una densidad de población en el 1600 de 100 a 120 habitantes por Km2, mientras que el resto del centro norte italiano encontramos cifras entre el 50 y 80 o 15 en Córcega y Cerdeña. En Francia encontramos una media de 35 habitantes por Km2 y en España entre 15 y 17, de nuevo teniendo en cuenta las diferencias regionales dentro del país, con la meseta Norte con 20 habitantes o Aragón con 8 de media. Las zonas de mayor población de Europa eran el Norte de Italia, países bajos, además de las cuencas de Londres y París, partes de los valles del Rin y el Danubio y tierras en torno a Nápoles y Roma.

En el otro extremo están las zonas despobladas, por causa de condiciones naturales como montañas, zonas pantanosas o porque fueron abandonados cuando retrocedió la población con la crisis bajo medieval. El crecimiento de población del siglo XVI supuso la recuperación de terrenos baldíos y saneamientos de marismas y zonas pantanosas y la conquista de tierras al mar. Entre 1550 y 1650 se recuperaron cerca de 162.000 hectáreas de tierras cultivables y un incremento demográfico de 600.000 personas. Hubo también saneamientos en Inglaterra, Francia o en el valle de Po en Italia.


Causas del crecimiento

Diversos factores favorecieron el crecimiento de la población, el principal una coyuntura favorable en climas, cosechas,frecuencia de las epidemias, trabajo, producción, los salarios, ningún factor cambió sustancialmente pero el resultado fue positivo.

Hubo un ligero adelanto de la edad del matrimonio y un aumento de la natalidad, propios de buenos tiempos y un aumento del optimismo que era una respuesta psicológica a nuevas oportunidades. Hubo un aumento de la esperanza de vida, lo que aumentó el periodo fértil de la mujer, así como una pérdida de prestigio del celibato religioso, llegando a desaparecer en los países protestantes,favoreciendo de este modo la natalidad.

Se redujo la mortalidad tanto ordinaria como extraordinaria. En cuanto la primera, el crecimiento de la población estuvo respaldado por las posibilidades que ofrecía la tierra, con la incorporación en toda Europa de las rotulaciones, incorporando el cultivo de tierras anteriormente incultas, muchas de ellas abandonadas durante la crisis del siglo XIV. La mejora en la alimentación se vio favorecida por la mejora en los transportes, permitiendo en tiempos de dificultad que los cereales llegaran con más facilidad que antes,como es el caso del trigo Báltico. También influyó a ello los esfuerzos de las autoridades civiles, en especial los países protestantes y los avances en los países católicos.

En cuanto a la mortalidad extraordinaria, las crisis fueron menos duraderas y menos desastrosas, sin olvidar que la peste seguía estando presente en especial en las grandes ciudades, habiendo tres periodos de gran difusión entre 1520-1530, 1575-1588, y 1597-1604. Además de la peste encontramos el Tifus, la malaria, la viruela que afectaba a niños causando graves crisis a finales del siglo XVI o el sarampión y la tosferina.

Una enfermedad nueva que se difundió en toda Europa fue la Sífilis, probablemente de procedencia americana, apareciendo por primera vez entre soldados franceses en las campañas de Nápoles. Extraña fue, en el siglo XVI la enfermedad del sudor inglés que provocaba la muerte en cuestión de horas y que protagonizó epidemias entre 1485 y 1551, extendiéndose por Europa hasta Rusia en 1528, y desapareciendo en 1551. Debemos contar también los microorganismos que los europeos llevaron al nuevo mundo provocando mortandades catastróficas muy superiores a las de las pestes debido a que los indígenas no habían desarrollado defensas biológicas.

Las guerras siguieron persistiendo generando un buen número de víctimas. Además debemos contar con las malas condiciones higiénicas de los ejércitos con consecuencias sobre la salud de sus integrantes y de los territorios en que se encontraban. El avance demográfico del siglo XVI no fue por que las condiciones fueran buenas, sino porque no era tan mala como en etapas anteriores. El aumento de población no siempre respondía a un saldo favorable, la llegada de fuentes de fuera tuvo una responsabilidad en el resultado. La emigración más constante pudo ser la del campo a la ciudad, buscando mejores condiciones de vida.

Otro tipo de migración importante fue la motivada por causas religiosas o raciales, como las de los judíos en España en 1492 que fueron expulsados al no querer convertirse al cristianismo, movilizando entre 80.000 y 100.000 personas hacia diversos territorios del Mediterráneo, llegando a zonas bajo dominio turco. Mayor envergadura encontramos en los movimientos de gente de distinto clero causada por la Reforma (Alemania, Suiza, Francia, Bohemia o Inglaterra…)

Otras dos migraciones importantes fueron las que se produjeron en dirección a América o al imperio colonial portugués, la primera afectó sobre todo a Castilla llevando al nuevo mundo unas 250.000 personas que a su vez mermó a la población española, lo mismo que supuso la emigración portuguesa. A estas migraciones debemos sumar el tráfico de esclavos desde el Golfo de Guinea hasta América. La marcha de gentes hacia otros continentes dejó un saldo negativo en Europa occidental, sobre todo en España y Portugal, por el contrario apenas vivió gente de fuera de ella, exceptuando esclavos o musulmanes apresados.

Primeros síntomas de crisis

En los últimos compases del siglo XVI se dan los primeros indicios de que la expansión demográfica empieza a detenerse. Una de las causas estuvo en la tensión entre población y producción alimenticia, ya que a medida que la población aumentaba crecía la presión sobre la tierra cultivable, extendiéndose a costa de áreas boscosas y aprovechamientos comunales. Subió el precio del cereal,más que otros artículos, y también fueron más frecuentes las malas cosechas, quizás por un enfriamiento climático. Las epidemias fueron más frecuentes, según Bartolomé Bennassar existieron 4 brotes graves:
  • 1563-1566: Atlántico Norte y Mediterráneo, 43.000 muertos en Londres en 1463 según estimaciones de contemporáneos.
  • 1575-1578: Italia, Provenza, Marsella y valle del Rin.
  • 1589: Costa española del Mediterráneo y Languedoc con 10.935 muertos en Barcelona.
  • 1596-1601: Gran peste atlántica, el contagio más mortífero de todo el siglo. Desde los puertos alemanes se extendió a países bajos, amplias zonas de Francia, Castilla, Galicia, Portugal, Extremadura, Valle del Guadalquivir, huerta valencia, huerta vasca, hasta Marruecos, Canarias o las Azores. Solo en España produjo 500.000 a 600.000 muertos hasta llegar a un millón en el conjunto de países donde afecto. A diferencia de lo habitual (brote de peste desde el mundo turco), este brote vino del norte.La sociedad estamental y los conflictos sociales

La sociedad estamental y los grupos emergentes

Las nuevas monarquías del renacimiento solo pudieron progresar al imponer cierto grado de dominio sobre la nobleza, pasando a ser ésta nobleza cortesana. En España o Inglaterra, tras la Guerra de Sucesión en Castilla (1475-1479) o la de las Rosas en Inglaterra (1455-1488) surgieron familias nuevas, facilitando así el control de la monarquía, aunque ello también se vio favorecida por la personalidad de los reyes, imponiendo castigos a los nobles que se oponían a su poder o las amplias oportunidades que, en el caso deEspaña, ofrecían la política hegemónica y de gran cantidad de territorios, especialmente a partir de Carlos V. Las cosas fueron más complejas en territorios como Francia, donde el poder real no se impondría a la nobleza hasta finales del siglo XVII o en el imperio donde nobles y señores laicos o eclesiásticos tenían un poder territorial efectivo que se resistían a perder. En Polonia en cambio, la nobleza impidió cualquier avance del reforzamiento de la autoridad real. El desarrollo de la nobleza cortesana implicó algunas transformaciones decisivas:
  • Transferencia de la residencia familiar a la corte, convirtiéndose en capitales políticas.
  • Construcción de hermosas residencias urbanas, abandonando durante largos periodos de tiempos sus castillos y palacios de sus territorios, dejándolos en manos de administradores.
  • Reforzó su perfil político ocupando cargos de gobierno, virreinatos o embajadas, abandonando la función militar.El gasto desmedido, la vida cortesana, la emulación y el desprecio de sus rentas ante la inflación de los precios, llevó en muchos casos a un proceso de endeudamiento, encontrando los primeros síntomas a finales del siglo XVI, llegando su culminación al siglo siguiente.
El desarrollo del mundo urbano y la importancia política y económica de las ciudades, en territorios como Italia, llevó a una distinción entre la nobleza tradicional (feudal) vinculada a la explotación de sus grandes dominios, propia del Sur, y una nobleza o patriciado esencialmente urbano que en ciudades como Venecia o Génova, tenía una participación decisiva en los negocios.

El escalón superior en la nobleza castellana era los grandes de España, categoría creada por Carlos V en 1525 contando con 25 miembros (32 a finales de siglo) donde figuraban los duques y otros títulos importantes. Podían permanecer cubiertos delante del rey recibían por parte de éste el trato de primo. Por debajo de ellos estaban los títulos de Castilla que durante la centuria pasó de 35 a87. En Inglaterra la nobleza más elevada eran los pares del reino que a lo largo del siglo XVI pasó de 43 a 58 y en Francia de 6 a 28. La nobleza menor también sufrió cambios. Sus denominaciones variaban en cada territorio:
  • España: caballeros, infanzones, hidalgos
  • Francia: Chevalier, écuyer, gentilhome
  • Inglaterra: knight, Squire, gentleman
  • Alemania: ritter, schildknappe.
Tenían un origen militar que les distinguía, pero con los cambios producidos en la forma de hacer guerra y el incremento de infantería, perdieron su razón de ser, por ello en muchos casos esta nobleza se encontró con dificultades para subsistir, pudiendo en ocasiones formar parte de revueltas o llegando a realizar bandolerismo.

Un tercer factor que explica el desclasamiento de esta nobleza menor fue la apertura del estamento a personas con suficientes medios de vida como para aspirar a formar parte de ella, deseosas de gozar de sus privilegios y exenciones. Las monarquías estimulaban el proceso, no solo por incrementar sus ingresos con la adjudicación de títulos sino también para ampliar la base social en la que se apoyaba. En Inglaterra la venta de las tierras confiscadas a la iglesia dio paso a un grupo social nuevo, la gentry, caracterizada en el ámbito rural, no necesariamente de origen noble y no obsesionada por la sangre, que se convirtió en uno de los elementos de articulación rural durante la dinastía Tudor.

En el siglo XVI también debemos tener en cuenta a los burgueses, gentes procedentes del común que podían tener un nivel de vida igual o superior al de los nobles, podían ser banqueros, recaudadores de rentas entre otros, algunos empezaron a ennoblecerse,incrementándose el numero en el siglo XVII. Otros burgueses, más numerosos actuaron a menor escala, destacados en el estado llano metidos en la burocracia de las nuevas monarquías, podían ser gente experta en derecho, letristas juristas, muchos de ellos se fueron integrando en la nobleza a pesar de la oposición de la vieja nobleza.

La característica esencial de la sociedad del Antiguo Régimen era la división horizontal por estratos,procedente del medievo. El estamento era una unidad real de identificación social en una comunidad definida por la jerarquía,el honor y el prestigio. Se basaban en tres estratos: oratores (clero),bellatores (nobleza) y laboratores (el común). Los dos primeros se encargaban del culto y la defensa dela comunidad, respectivamente, y el tercero debía sustentarlos. La ley reconocía y se basaba sobre el principio de desigualdad de los grupos. Los dos primeros tenían leyes privadas (privata lex). Eran los privilegiados. Es resto, el estado llano o el común, estaba sometido ala ley general y casi carecían de privilegios; se estructuraban a partir de colectivos y tenían situaciones legales distintas.

Los privilegiados eran los que podían tener algún trato individual, si habían destacado por algún mérito específico, o reconocido por el rey algún servicio individual distinguido. Pero, con todo ello no conviene exagerar la consideración individual, lo importante era la dignidad en sí misma, no quién fuera en un momento concreto su titular. Hasta el rey tenía muy presente este concepto de colectividad: cualquier casa o dinastía llevaba un peso muy grande además de numerosas obligaciones.


Las Noblezas

Desde el punto de vista jerárquico, se situaban por detrás del clero. Dentro de este estamento había muchas diferencias y“niveles”, desde la alta nobleza al simple hidalgo de pueblo. Y en principio, los privilegios unificaban a todos, aunque no así la riqueza,ni la capacidad política o el estilo de vida. Todos tenían privilegios fiscales, al igual que el clero. Al principio solo estaban exentos de pagar los impuestos directos pero lograron hacerlos extensivos a los indirectos, tendiendo hacia una progresiva implicación fiscal de la nobleza. Existían también privilegios jurídicos, siendo juzgados en tribunales específicos; y privilegios penales, por los cuales no podían ser azotados, apresados por deudas o sufrir penas deshonrosas, y la decapitación estaba reservada como pena capital en lugar de la horca.

Había una alta nobleza, con títulos (duque, marqués, conde,vizconde, barón) vinculados a extensos feudos, base de su prosperidad económica y su poder territorial. En ellos, ejercían funciones de gobierno, administración y justicia por la que percibían impuestos. Si eran titulares de las tierras, cobraban las rentas derivadas de dicha propiedad, en dinero o especie; y en algunos lugares también tenían derecho a prestaciones por parte del campesinado. En la Edad Moderna, y en los países donde evolucionaron las nuevas formas políticas basadas en el reforzamiento real,la gran mayoría de estos altos nobles titulares de grandes señoríos se convirtieron en colaboradores de los reyes en la administración territorial, abandonando indisciplina feudal.

El aumento de poder real dio lugar a que la principal nobleza residiera gran parte del año en la corte y, como consecuencia,recibiera importantes cargos, rentas, honores y recompensas y, a la vez rivalidades y pugnas de poder y favores. El estilo de vida noble, de lujo y dispendio, se reforzó en la corte. Los cargos públicos recibidos del rey eran una gran fuente de enriquecimiento y que,en bastantes ocasiones, tardaban en ser pagados, teniendo que aportar sus propios recursos, obligados a mantener la vida de lujo excesivo que exigía su condición.

El feudalismo moderno se diferencia del medieval por su sometimiento y colaboración con el poder real. En Europa se va diferenciando una alta nobleza que se va transformando en una clase de terratenientes privados (Inglaterra, Países Bajo y países del norte), de un segundo tipo de nobleza que se va extinguiendo (Mediterráneo) con distintos modelos regionales (Francia, España,Italia) y la supervivencia feudal meridional e insular; y un tercer tipo de nobles en la Europa centro-oriental, en la que el feudalismo se convierte en un elemento estructural.

En la Edad Moderna se fueron extendiendo hacia el norte instituciones similares al mayorazgo castellano, por el cual el título y el patrimonio pasaban exclusivamente al primogénito varón (procedente del Derecho romano), garantizando así la potencia y riqueza del linaje, aunque había que dar salida a los segundones e hijas, obligando a importantes gastos compensatorios, dotes, etc., siendo“colocados” en el ejército, la Iglesia o la universidad (que daba acceso a la burocracia), puestos que les estaban reservados. El mayorazgo suponía la amortización de las propiedades, quedando vinculadas a la casa nobiliaria, salían del libre comercio y no podían ser vendidas sin el permiso real. En momentos de apuros, intervenía el rey nombrando un administrador para que saneara las cuentas, pagara a los acreedores y mantuviera dignamente al noble apurado (en concepto de alimentos). El mayorazgo servía para proteger el patrimonio de las ambiciones ajenas y de la mala gestión de su titular. Sin embargo y con el tiempo, el rechazo a nuevos integrantes dio lugar a la concentración en pocas manos grandes patrimonios y títulos nobiliarios.

En España, Carlos V creó la alta nobleza con príncipes de sangre francesa para que pudieran heredar el trono. En Francia o Inglaterra, los pares de las principales casas nobiliarias se emparentaban en ocasiones con el propio rey. Algunos príncipes de sangre eran soberanos de pequeños estados. En Inglaterra, la alta nobleza era reducida, exceptuando los escoceses. Todos tenían su lugar en la Cámara de los Lores. Muchos ocupaban las jerarquías superiores de las órdenes militares de origen medieval, o de las órdenes cortesanas que se fueron creando en las cortes basándose en las primeras (la Jarretera inglesa, el Toisón de Oro borgoñés que pasaría a España con Carlos V, etc.). El puesto más alto lo ocupaba el rey. En el seno de las grandes familias, se distinguía el linaje, la casa y la familia, con tres formas distintas de comunidad de vida que iban de lo genérico a lo concreto (por ejemplo, el linaje de los Mendoza, la casa sería los duques del Infantado, y la familia cada uno de los titulares sucesivos de dicho ducado).

Con cierta frecuencia se ha tachado a la nobleza de inculta y ociosa, pero como sector social/dirigente, buena parte de sus miembros se preparaban de forma concienzuda para dicha tarea. A su educación, cultura clásica, latín e historia, se le añadía el ejercicio, el manejo de la espada o la caza. Muchos conocían idiomas y no pocos poseían importantes bibliotecas, eran mecenas o coleccionistas artísticos. De hecho, se escribieron muchos tratados sobre la educación, la formación y los valores de la nobleza y la vida de la corte, igual que ocurría con los príncipes. Hay que tener en cuenta que, hasta que no se consolidó la clase burguesa, el único modelo social era la nobleza, de ahí el deseo de ennoblecimiento de cuantos ascendían en riqueza, formación u otros medios. Los nobles con importantes cargos en el gobierno desarrollaron notables carreras que les hizo gozar de una destacada experiencia política, siendo aprovechada por el soberano en sus consejos de gobierno. Así fue el Consejo de Estado español, que durante el s. XVIII a mayoría de sus miembros atesoraban una dilatada experiencia en política, diplomática o militar. En la E. Moderna, la actividad militar de la nobleza se fue sustituyendo por la plebeya, aunque los altos cargos los seguían conservando, así como algunas funciones de gobierno, como en Inglaterra, que ejercían como jueces de paz de la clase inferior.

Además de la más alta nobleza,también había una nobleza media no cortesana que vivía en sus tierras y que solía tener presencia/influencia en las ciudades cercanas a sus dominios. La jerarquía de la noblezas e regía por los títulos, la riqueza y el poder. En lo más bajo estaban los caballeros, hidalgos de Castilla, ritter alemanes, hobereaux franceses o gentleman ingleses (este último era una mezcla de nobleza y clase media rural con reconocimiento social en su comunidad). Ninguno poseía títulos, aunque sí, escudos de armas y pequeños señoríos de nivel económico muy variable.

Paralelamente existía una poderosa red clientelar, que recorría verticalmente los distintos estamentos. La integraban, entre otros,nobles menores, eclesiásticos y gente no perteneciente a la nobleza y relacionada con ella mediante pactos tácitos de protección y auxilio. Iba desde la corte a los diversos territorios y era capaz de movilizar comarcas y provincias enteras para auxiliar a algún personaje.

Los estamentos eran en principio cerrados, aunque en Europa existía una cierta movilidad social. Era difícil ascender (o descender), pues era cuestión de tiempo (2-3 generaciones). Para ello, debía imitar el modelo de vida noble para su reconocimiento y gozar así de sus privilegios y exenciones. Dejaban de pagar impuestos y compraban testigos para que ratificaran su condición de noble. Por otro lado, el rey podía ennoblecer a quien quisiera: originariamente estaba vinculado a destacados servicios en las guerras,aunque se fue desvirtuando a cambio de dinero.

Asimismo, a medida que se desarrollaron las estructuras administrativas de las nuevas monarquías, los burgueses enriquecidos,bien por sus oficios públicos o por sus negocios, se fueron integrando en la nobleza mediante la compra de títulos o de oficios que implicaban la consideración nobiliaria. El ejemplo más destacado es el de la nueva nobleza francesa de magistrados (noblesse derobe), desarrollada durante el s. XVII. En España se distinguía la nobleza de oficio de la tradicional o de sangre. En Suecia o Dinamarca,el rey promovió nuevas noblezas basadas en su servicio y de las que formaban parte numerosos extranjeros. Durante el s. XVIII surgieron las noblezas de servicio en España o Austria partiendo del concepto del honor basado más en los méritos que en la sangre.

Con el tiempo se fue olvidando los orígenes de las distintas noblezas, pues nobles de sangre endeudados se emparentaban con los ricos burgueses ennoblecidos.

 

El Clero

Destaca su carácter abierto, ya que lo formaba gente de cualquier estrato. Sus privilegios eran similares a la nobleza aunque también había muchas diferencias entre sus miembros. El alto clero (cardenales, obispos y abades) compartían con frecuencia la vida noble, pues en la mayoría de los casos eran segundones de familias nobles. Lo mismo ocurría en los monasterios femeninos. El masculino se dividía en dos grupos:
  • El Secular Lo formaba el clero diocesano que dependía directamente del obispo. Eran los monjes y estaban obligados a vivir en el monasterio bajo las órdenes del abad.
  • El Regular Lo formaban los frailes que aceptaban vivir bajo las reglas de las diferentes órdenes monásticas o conventuales.
El monasterio, generalmente, tenía un ámbito rural y compaginaba la oración con el trabajo intelectual o el cultivo de la tierra.

Los frailes vivían en las ciudades y no estaban sometidos a clausura; la mayoría de ellos eran miembros de órdenes mendicantes y tenían la obligación específica de procurarse el sustento a través de limosnas, por lo que salían a pedir.

Las órdenes femeninas eran muy semejantes a las masculinas, aunque a partir del Concilio de Trento fueron sometidas a clausura. Dentro, también había grandes diferencias según su origen social. Los altos puestos estaban reservados mediante cuantiosas dotes. Algunos conventos se fundaron para las mujeres de la realeza o de la alta nobleza (por ejemplo, las Descalzas Reales de Madrid).

El clero alcanzó mayor relevancia y poder entre los protestantes. Entre ellos no existían los regulares ni mujeres religiosas. Había gran diferencia con la Iglesia católica, pues sus riquezas y bienes territoriales eran mucho menor, y, tras la Reforma, se acentuó. El matrimonio contribuía a paliar las diferencias con el resto de la sociedad. En Inglaterra, los obispos anglicanos formaban parte de la Cámara de los Lores. En Suecia o Dinamarca, tenían su representación en el parlamento.


Los Burgueses

Por debajo de nobleza y clero se hallaba el común o pueblo llano. Existían grandes diferencias en suseno según las posibilidades económicas,desde los que se habían enriquecido con el comercio o las finanzas, con la agricultura y los que desempeñaban algún importante oficio tras la universidad, la compra o la herencia del mismo. Todos formaban la creciente burguesía, grupo predominantemente urbano que contribuiría al fin del Antiguo Régimen, que imitaban el estilo de vida noble (al no haber ningún otro modelo social) y que tomaron conciencia y siguieron unos ideales plenamente propios avanzados el s. XVIII.

Muchos participaban en el gobierno de las ciudades que, junto con algunos miembros de la nobleza local formaban el llamado patriciado urbano. También en las ciudades existían frecuentes tensiones y disputas por el poder entre bandos y clientelas.

Básicamente eran elementos aislados más que integrantes de un grupo definido. El mercader o comerciante era el más representativo del nuevo burgués. Además ejercía de empresario manufacturero, banquero, cambista o asegurador al no existir especialización de dichas tareas ni de las mercancías con las que trabajaba. La única diferencia estaba en la escala en la que se movían. Los locales se movían en medios muy limitados; los internacionales movían importantes capitales.



El Campesinado

Era el resto del estado llano, junto con los habitantes de las ciudades. Sus diferencias dependían de su situación jurídica y de su relación de propiedad con la tierra. La diferencia inicial estaba entre los campesinos que trabajaban en las tierras señoriales y los de las zonas de realengo, dependientes directos del rey.

La mayoría era libre, pero en ciertas zonas europeas aún había siervos ligados a la tierra y con su libertad más o menos restringida por su señor. En Europa occidental, la servidumbre fue desapareciendo durante la Edad Moderna, quedando restos en Saboya, Baden, Hannover, algunos cantones suizos y en Francia.

Por el contrario, en la parte oriental, la escasez demográfica y la demanda cerealista del centro y SW europeo dio lugar a una segunda servidumbre vinculada a la tierra por fuertes prestaciones monetarias o en especies a corveas, u obligando a trabajar varios días a la semana en la reserva señorial. En algunos casos debían de recorrer largas distancias hasta las tierras, lo que añadía esfuerzo y tiempo, además de la falta de libertad que imponían los señores.

En cuanto a la propiedad, los más beneficiados eran los campesinos dueños de las tierras que labraba y de su extensión. Los campesinos ricos eran pocos; se llamaban labradores acomodados o villanos ricos en Castilla, groslabourreurs en Francia o yeomen en Inglaterra. El concepto de gran propiedad dependía del tipo de tierra, las de secano y cerealistas se dedicaban al mercado. En las grandes extensiones, se contrataban trabajadores y en muchos casos se arrendaban parte de las mismas. Hay que tener en cuenta que los propietarios de las tierras eran nobles, eclesiásticos o monasterios. Los campesinos ricos y arrendatarios importantes así como administradores de señores propietarios eran elementos emergentes del mundo agrario. Incluso se podrían considerar burgueses rurales.

El tamaño de la tierra marcaba la capacidad económica, sobre todo ante las frecuentes crisis. Cuando las cosas venían mal, se pedían créditos (censos en Castilla), préstamos a interés o anticipos sobre la cosecha venidera; a veces se cedía la propiedad, lo que contribuyó a la apropiación territorial de burgueses y ahorradores urbanos. Los pequeños y medianos arrendatarios dependían de los tipos de arrendamientos y de pago de las rentas. Los más favorecidos eran los que se beneficiaban de los censos enfitéuticos no muy gravosos, lo que permitió el enriquecimiento de algunos enfiteutas. El tenant inglés gozaba de arrendamientos a largo plazo similares a los sistemas enfitéuticos, haciéndose casi un propietario.

En los momentos de expansión demográfica (s. XVI y XVIII), los dueños de las tierras trataban de arrendar y censar a corto plazo para poderse beneficiar del incremento de los precios, procurando que el pago fuera en especies. Otro tipo de contrato era el de la aparcería o reparto de frutos, frecuente en el Mediterráneo, con diversas formas de reparto aunque la más frecuente era a la mitad.

También existía el arrendamiento simple en plazos no muy largos, el más interesante para el dueño en periodos de prosperidad.

En el último escalón del campesinado estaban los jornaleros y trabajadores sin tierra, que trabajaban a cambio de un salario. En España y sur de Italia eran frecuentes, consecuencia del predominio de la gran propiedad feudo-señorial. También formaban parte dela población rural. En tiempos de crisis, abandonaban el campo e iban a las ciudades en busca de trabajo o de caridad para subsistir.

Hay que tener en cuenta que las categorías no eran herméticas, pues un campesino podía ser propietario de alguna extensión y arrendatario de otra. Los cultivadores directos pagaban el diezmo inicialmente para la iglesia local. Su situación era precaria y no podían hacer frente a situaciones difíciles, agravándose aún más con el avance de la propiedad individual durante la Edad Moderna yen detrimento de los bienes comunes y de uso colectivo.



Pueblo Urbano y Marginados

Son los trabajadores de las ciudades, pobres y mendigos. Los primeros estaban agrupados en gremios o actividad productiva concreta, en muchos casos con auténtica especialización. Los gremios no era exclusivamente una organización productiva, pues tenían otras funciones como la religiosa o de solidaridad con los miembros necesitados (viudas, huérfanos, ancianos, enfermos,impedidos…). Se organizaban en hermandades o cofradías. En ciudades como París o Londres, tuvieron participación en el gobierno municipal, pero siempre secundaria al patriciado urbano. Aún así, en los sectores populares de la ciudad tenían un notable influjo.

Como reflejo de la sociedad de la que surgía, los gremios discriminaban a los hijos ilegítimos, y a los de otras razas y religiones.

Otros sectores de trabajadores no habían llegado a organizarse en gremios, quizás por la escasa importancia de su actividad.

Más numerosos eran los criados que inicialmente formaban parte de las familias en cuya casa trabajaban y vivían, aunque seguían perteneciendo al estamento popular urbano. Los trabajadores eventuales formaban un sector más inestable por la escasez en que solían moverse. Muchos eran inmigrantes del campo, pobres y vagabundos.

El número de pobres era muy elevado. La mayoría estaba integrada en la sociedad y subsistían mediante la caridad privada, las iglesias y las organizaciones públicas que fueron surgiendo acordes con el ideal de asistencia social desarrollado durante la Edad Moderna.

Surgió una nueva política social en la que el buen pobre resultaba imprescindible para que el resto de la sociedad ejerciera la virtud teologal de la caridad. A la vez, evolucionó la idea de que el pobre debía estar recogido y controlado en numerosos albergues o instituciones similares, ya que se empezó a considerar al pobre como algo peligroso e improductivo, al que había que obligar a trabajar. El problema estaba en los vagabundos y mendigos incontrolados, que aumentaban con las dificultades y tendían a la delincuencia.

Los grupos marginados, en su mayoría por motivos religiosos y sobre todo judíos, eran objetos de discriminación, sólo en Prusia gozaban de cierta igualdad con los cristianos. Los esclavos no eran marginados sino convertidos en propiedad de otros para el servicio doméstico. La mayoría era de raza negra, aunque también había prisioneros musulmanes que trabajaban en minas y en labores de especial dureza (en España eran los esclavos del rey). Este grupo social fue desapareciendo.



Las Mujeres

Forman parte del amplio sector de gentes sin historia. Compartieron con sus congéneres la clase, consideración y ámbito geográfico, aunque siempre con una evidente postergación. Todo ello afectaba a su educación o a la capacidad para actuar libremente. Las reinas, lo fueron por ausencia de varón en su misma línea y grado y, en los países donde existía la ley sálica, ni siquiera podían acceder al trono. Muchas reinas modernas importantes lo fueron en virtud de su temprana viudez, al convertirse en regente de sus hijos menores de edad. Catalina y María, reinas de Francia, esposas y luego viudas de Enrique II y Enrique IV respectivamente, o la activa regente española Ana De Austria durante la minoridad de Luis XIV, fueron ejemplos de ello y del claro sometimiento femenino, independientemente de su condición social. Las hijas y familiares de los soberanos eran objeto de cambio en el mercado de la política entre las diversas casas reinante europeas. Casadas sin tener en cuenta su voluntad, a temprana edad, enviada a un país extranjero donde era difícil volver a ver a su familia y con la misión esencial de dar herederos al trono. Muchas murieron a tempranas edades agotadas de embarazos y partos.

Los sistemas legales establecían sobre la mujer la constante protección del adulto varón (las casadas por su esposo y las hijas por sus padres), la viudez era la gran oportunidad para la intervención pública en todas las clases sociales, convirtiéndose en cabeza de familia, en tanto no se volviera a casar, quedando a cargo de los intereses familiares. Con frecuencia estaba tutelada por los parientes más próximos de su marido fallecido. En los sectores sociales más desfavorecidos, la viuda debía mantener a sus hijos con su trabajo manual y, en muchos casos, precipitaba a la familia a la miseria.

Las mujeres no tenían una capacidad plena y eran sometidas a las estrategias familiares además de las limitaciones de su condición social. Si optaban por la vida religiosa, la soltería no solía completarse al existir una consideración peyorativa hacia la mujer,débil frente al pecado, y exigía controlarlas para garantizar su honra. De ahí que en el Concilio de Trento se decidiera clausurar las congregaciones femeninas para salvaguardar públicamente su castidad. Pese a tantas limitaciones, hubo mujeres que encontraron espacios de libertad, en el claustro o fuera, en la cultura, la creación artística o literaria y en otros ámbitos.

Su contribución no se limitó a los papeles de esposa, madres, educadoras de sus hijos en sus primeros años y esenciales en el hogar. Su participación en la actividad económica, especialmente en el hogar, era decisiva, con numerosas actividades según su estatus socioeconómico. Las mujeres producían en el ámbito doméstico muchos bienes que se compraban en el mercado (pan,vestidos…). Eran importantes en la actividad económica familiar, pues auxiliaban en el campo preparando y llevando la comida de la familia, colaborando en las faenas agrícolas cuando la temporada lo exigía y sin ahorrarles los trabajos más duros del campo, la minería, el transporte de cargas,…, y en la costa, reparaban las redes y vendían el pescado, compraban las provisiones y vendían los productos en los mercados. El servicio doméstico estuvo a cargo de las mujeres (nodrizas, amas, criadas, doncellas, cocineras,lavanderas…). Las viudas cabeza de familia con menos recursos hubieron de trabajar a cambio de un salario. En las fases de guerras,periodos de trashumancia, etc., había que encargarse de los trabajos masculinos. Con los inicios de la Revolución Industrial, el trabajo de mujeres y niños se hizo muy abundante ya que eran más baratos.



Sectores populares y conflictos sociales

Debido al crecimiento de población y al incremento de demanda, los sectores populares también sufrieron cambios. Los precios que mayor incremento sufrieron fueron los agrícolas, generando una gran presión en el campo, todo ello empeoró las condiciones del campesinado. Los señores propietarios de la tierra deseaban incrementar los beneficios en una época de auge. Los arrendamientos más favorables a los campesinos desaparecieron. Los nuevos arrendamientos se hacían por plazos cortos y debían pagarse en especie ya que el aumento de los precios devaluaba las establecidas en dinero. Los grupos nobles emergentes de las ciudades deseaban hacerse con propiedades rústicas. Uno de los mecanismos para ello fueron los préstamos a personas con dificultades, enmascarados bajo distintas formas como los censos, para huir de la prohibición eclesiástica. Cuando los campesinos no podían pagar, se veían obligados a ceder la propiedad. En cuanto a los asalariados, el hecho de que los salarios fueran por detrás de los precios ayudó a deteriorar la situación del campesino. Los ataques de las tierras de uso comunal y su retroceso, también deterioraron la situación,sufriendo retrocesos tanto derechos colectivos de los campesinos como las propiedades comunales.

Podríamos hablar del inicio de una segunda servidumbre. En Europa oriental, la demanda de Occidente estimuló a los grandes propietarios a garantizar el rendimiento cerealista para satisfacer tal provechoso mercado enviando el producto a través del Báltico.

Debido a la escasez de población la solución pasó por ligar al productor a la tierra, de esta manera convertidos en siervos, con derechos limitados y bajo la dependencia de los señores.

El empeoramiento de la situación del campesinado en la Europa central y Occidental explica la migración del campo a la ciudad,aunque la inflación también disminuía la capacidad adquisitiva de los trabajadores urbanos aumentando el número de pobres en épocas difíciles y haciendo crecer la tensión social.

En la ciudad la fase expansiva aumento el número de trabajadores. La afluencia de trabajadores al mundo gremial amenazó La preponderancia de los maestros, dueños de los talleres agremiados, por ello el acceso a la titulación de maestro había empezado a dificultarse, mediante la realización de un trabajo u obra maestra. Los hijos y herederos de los maestros contaban con ventajas que pretendían perpetuar. En esta circunstancia aumentaba el número de oficiales que no lograban superar el examen de maestro. El descontento les llevó a organizar cofradías. En Francia tuvieron un carácter semiclandestino constituyendo un elemento de inestabilidad, haciéndose llamar compagnonages. Había también trabajadores libres, no cualificados, que trabajaban a jornal llamados de forma despectiva ganapanes o peones.

Debido al descontento de los sectores populares, tanto en el campo como la ciudad, hubo un buen número de levantamientos,contra el diezmo o determinados impuestos, así como huelgas urbanas en Francia o Inglaterra. Algunas de las revueltas adquirían tintes milenaristas, vinculados a la segunda venida de Cristo o al fin del mundo. En la Europa Oriental la implantación de la segunda servidumbre provocó importantes levantamientos. Otro tipo de protesta fue el bandolerismo Mediterráneo. La época de más revueltas fue la década de 1590.

Revueltas y Rebeliones

Eran una de las principales preocupaciones de gobernantes y dirigentes de la sociedad. Podían ser de distintos tipos según gradación, desde una algarabía hasta una revolución. La mayoría se basaban en el intento de crear un futuro mejor y la idea progreso, diferenciándose así de las del Antiguo Régimen que apelaban a un pasado tradicional, sacrílego e imaginariamente glorioso.

En el seno de muchos levantamientos políticos o sociales se propusieron, y algunos logrados, cambios importantes como la obtención dé la independencia nacional o el paso del absolutismo a un sistema parlamentario. Hubo proyectos en los que se plantearon cambios profundos del orden social que afectaba a la base económica y que hubiera generado auténticas revoluciones en caso de no haber sido sofocados. La mayoría fueron simples revueltas, sublevaciones contra determinadas autoridades, pero carecían de un programa bien articulado de cambio del sistema político, económico y social.

Los levantamientos y revueltas de la Edad Moderna ofrecen una variada tipología con notable violencia. Los motines de subsistencia en tiempos de crisis productivas eran frecuentes, pues manifestaban su oposición a las autoridades locales“culpables” de la escasez y contra los comerciantes de grano y ricos por especular con el cereal. Raramente iban más allá del ámbito local o comarcal. Otro tipo deconflicto eran las revueltasantiseñoriales y de sus abusos.Su ámbito preferente era elrural y, en menor grado, la pequeña ciudad señorial. Su principal causa era el pago de determinados derechos del señor. Sin llegar al motín abierto, existía también una resistencia habitual contra el impuesto, incluido el diezmo eclesiástico.

Las jacqueries eran revueltas campesinas más amplias, en las que solían confluir el malestar creado por las malas cosechas, las reivindicaciones antiseñoriales y otros elementos. A veces lograron expandirse a otras regiones más extensas. Así ocurrió en Alemania a comienzos de la Reforma de Lutero, el malestar del mundo rural se mezcló con motivaciones religiosas y políticas más complejas,dando lugar a la llamada Guerra de los Campesino (1524-1525). Más adelante, protestaron por la fiscalidad real y los abusos cometidos por el paso de las tropas, como en Cataluña a lo largo del s. XVII.

Una forma sorda de protesta era el bandolerismo, que afectaba a amplias regiones generalmente montañosas y sobretodo en el Mediterráneo. En algunas zonas como Cataluña, Sicilia o Nápoles se hizo casi endémico, al mezclarse el malestar popular y el desarraigo con los hábitos de violencia y mala vida de miembros de la pequeña nobleza rural. En Alemania, a comienzos de La Modernidad, fue frecuente entre los caballeros empobrecidos. En Italia estuvieron implicados incluso algunos nobles de mayor importancia, como el duque de Montemarciano que actuó contra los Estados Pontificios y más tarde en la Toscana, siendo finalmente ejecutado en Florencia (1591).

La ciudad ofrecía también algunos tipos característicos de conflictividad. Los pobres no controlados y vagabundos siempre fueron un motivo conflictivo. A veces los criados domésticos participaban en las algarabías. Los gremios actuaban como control popular, aunque en sus senos hubiera también conflictos, sobre todo a la hora de acceder a la condición de maestro y la reserva de ésta.

Pero el principal conflicto urbano estaba entre el poder municipal, ocupado generalmente por un grupo del patriciado que tendía a cerrarse, y los grupos emergentes, compuestos de sectores de patriciados excluidos, burgueses nuevos y elementos destacados del pueblo. Un ejemplo de este caso, lo encontramos en la revuelta de las Comunidades de Castilla (1520-1521) por la que se disputaba el poder municipal entre facciones opuestas.



La expansión agrícola y ganadera

Introducción


Se considera el s. XVI como una etapa de crecimiento económico ayudado por la expansión geográfica de los europeos y el crecimiento demográfico. Se produce un tímido avance del capitalismo (iniciado en el s. XIII y desarrollado plenamente en el s. XVIII con la revolución industrial).

Expansión agrícola y ganadera

El principal reto del siglo fue alimentar a una población creciente, ya que la población europea recuperó las cifras alcanzadas a finales del s. XIII y se extiende el terrazgo agrícola, incrementando el espacio cultivado.

La gran debilidad de la agricultura europea del antiguo régimen es la existencia de límites en la productividad de la tierra(incapacidad de incrementar la producción sin incrementar la superficie cultivada), como consecuencia de la penuria técnica. Era por tanto necesario dar el paso de cultivo extensivo a cultivo intensivo.

El gran problema eran los barbechos (tierras que se dejaban sin cultivar para su recuperación). Se trataba de eliminarlos mediante innovaciones ¿Dónde?:Países Bajos Era el punto más avanzado de la agricultura europea en un momento de descenso de los precios de los cereales. Se dan las siguientes novedades:
  • Incremento de la capacidad agraria construyendo diques que ganan terreno al mar.
  • Introducción de plantas forrajeras: Nabo, trébol. Estas se recuperan después de la cosecha y se usan para alimentar al ganado vacuno en intensivo produciendo leche y carne dando como consecuencia una diversificación económica y en la dieta.
  • Se dan los mejores rendimientos de cereal en Europa: 7-10 granos por cada uno sembrado y se recurre a cereal del Báltico, como consecuencia se introducen nuevos cultivos como el tabaco y el lúpulo.
  • Alsacia Zona del Rin, baja Sajonia y Schelsewing-Holstein
  • Norte de Italia y Lombardía Desde el s. XV con técnicas agrícolas innovadoras como la cría intensiva de ganado vacuno,arroz, cultivo de prados, frutales, verduras selectas, moreras o plantas colorantes.
  • Inglaterra Aprovechamiento de la tierra mediante los “enclosures”, son cercamientos de campos iniciados en la Baja Edad Media para reforzar la propiedad privada e impedir el uso comunal de la parcela. Se dan dos fases:
  • Precios de los cereales bajos: Los cercados se emplean para la cría de ganado lanar.
  • Precios de los cereales altos: Los cercados se reorientaron hacia los cultivos.
Otra novedad serán las huertas, se crean obras de ingeniería para aportar agua y regadíos. Ejemplo, presa del Tibi en Alicante que hizo posible un regadío de 3.400 hectáreas.

El cultivo dominante en Europa es el cereal en primer lugar, seguido de la vid, necesaria para complementar el aporte calórico.Los principales avances fueron:
  • Países Bajos 
Se desliga la producción agrícola de la subsistencia, se construyen diques (polders) en unas tierras cuya cota se sitúa por debajo del nivel del mar, gracias a la labor de ingeniería y desecación producida por los molinos característicos de las regiones del norte.
  • Italia
Se sanean y recuperan tierras pantanosas, vía drenajes o construyendo canales desde el siglo XV (Valle del Po y Terraferma en la República de Venecia). La recuperación de este tipo de zonas para La agricultura, hasta entonces inservibles, no siempre era posible y suponía un peligro para la salud por La propagación de enfermedades endémicas como el paludismo.
  • Europa 
El incremento de la superficie cultivada pasaba por reducir la destinada a bosques y prados. Se restringen las tierras comunales y los espacios no agrarios, extendiéndose el arado por tierras de mala calidad y baldíos, estos se agotaban antes y tardaban más en recuperarse (la ley de rendimientos decrecientes amenazaba el crecimiento demográfico).

Las consecuencias de las mayores necesidades de cereal fueron:
  • Incremento de los precios durante todo el s. XVI
  • La presión soportada por la tierra, ya que los nobles trataron de modificar sus derechos sobre ella a través de arrendatarios y rentas de vasallos y los burgueses de las ciudades se hicieron con propiedades agrícolas para aumentar su prestigio social y obtener beneficios de la misma.
  • La necesidad alimenticia de Europa occidental sirvió de estímulo para la producción masiva de cereales en Europa del centro y del este, el llamado pan del norte, donde se introduce la segunda servidumbre, siendo los territorios más cercanos a los puertos marítimos los más beneficiados.
Respecto a la demanda:
  • Cultivos destinados a satisfacer las necesidades básicas.La mayor parte del terrazgo se destinó al cultivo de cereal (trigo,centeno, cebada y avena). Su distribución dependía de las características de suelos y del clima. En Escandinavia dominaba el centeno, en Polonia o Rusia la cebada, en los Países Bajos la escanda y en el Mediterráneo el trigo. En el sur dominaba la trilogía mediterránea: trigo, vid y olivo. Los cereales dominaban el cultivo mediterráneo en menor medida que en la Europa del norte y del este, con excepción de zonas como Sicilia o la tierra de campos castellana. Destacar el papel de la vid en zonas castellanas como en Valladolid o Medina del Campo.
  • Especialización de cultivos orientados al mercado como la vid que en ciertas zonas satisfacía el consumo urbano, los cultivos hortícolas de regadío (huertas), como en Cataluña o Levante (hortalizas, naranjas y limones), el arroz en ciertas zonas de levante que permitían el cultivo por inundación.
  •  Plantas destinadas a las manufacturas artesanales,necesitaban de plantas tintoreras como rubia o granza (rojo) y el glasto o pastel (azul), sobre todo producidas en los Países Bajos. El cáñamo era otro cultivo destinado a la producción artesana en regiones como Bretaña. El lúpulo originario de Holanda se difunde por Inglaterra (cultivado en los enclosures con estiércol) y el valle del Rin.
  • Novedades traídas de Oriente, introducidas a través de España e Italia. Plantas como las alcachofas, algunos tipos de lechugas, berenjenas, calabazas, calabacines o melones; Árboles frutales traídos del mediterráneo al norte (perales,melocotoneros, ciruelos o higueras). Las habas, la alfalfa, las moreras para la cría del gusano de seda y sobre todo la caña de azúcar. Por último el cultivo de algodón traído de oriente se extiende por las zonas cálidas mediterráneas.
  • Plantas procedentes de América: judía, tomates, pimientos y maíz que tendrá más importancia en el siglo XVIII. El maíz fue importado por los castellanos y su adaptación fue lenta, no se conocían sus elevadísimos rendimientos (decenas o más de un centenar de granos por uno), se le consideró un milagro. A finales del siglo XVI se extiende por zonas húmedas y costeras del norte peninsular como Santander, Asturias, Galicia o Portugal.
Todo lo expuesto hasta el momento afecta a Europa centro-occidental. Más allá del Elba existe otra Europa arcaica, poco urbanizada y sin presencia de la burguesía. Se desarrollará aquí la segunda servidumbre, inducida en parte por la elevada demanda de cereales por parte de occidente. La exportación de cereales desde el Báltico alcanzó cifras extraordinarias.
 


Producción, explotación e intercambios

La economía de subsistencia impedía la especialización agrícola, cada núcleo económico dependía de la geografía, produciendo cuanto necesitaban para subsistir. En muchas ocasiones los terrazgos no eran propios para el cereal pero no tenían más remedio que destinar a él una parte importante del mismo. El trigo solo se daba bien en determinadas regiones, recurrían a cereales de bajo valor nutritivo, en ocasiones destinados a la alimentación del ganado y en otras ocasiones se panificaban algunas mezclas o se molían con leguminosas para obtener harina.
  • En las zonas integradas junto a ríos y cursos de agua era posible una agricultura intensiva.
  • En las regiones del norte, gracias a la extensión de la pradera se incluía una mayor producción de productos animales.
En la Europa mediterránea encontramos trigo candeal y vino. De acuerdo a las condiciones naturales los animales domésticos también variaban, aves como palomas, patos, gallinas o pavos;conejos y otros animales como las abejas que proporcionaban miel,algún cerdo, ganado que aportaba productos lácteos y cárnicos ovejas y vacas en el espacio mediterráneo y en la meseta y vacas en las zonas más húmedas del Atlántico. También animales destinados al transporte como caballos o asnos,en las zonas de predominio vacuno encontramos bueyes.

Al igual que la población local,el ganado también pasaba hambrunas, por lo que incidía negativamente en la calidad de su carne y otros productos como en la fuerza de trabajo. También se veían sometidos a las enfermedades y epidemias. La mayoría del ganado no salía del ámbito local y debían alimentarse de los recursos locales. Ello hizo que en toda Europa, además del empleo para pastos de zona comunal, las normas jurídicas que regulaban el uso de la tierra limitaran la propiedad privada por medio de instituciones como la derrota de mieses castellana o el ramoneo de las cepas, que obligaban a los propietarios a permitir el paso del ganado a sus tierras agrícolas una vez levantada la cosecha. Ello no dejo de provocar tensiones.

El aprovechamiento de los montes comunales permitía a los habitantes proveerse de otros alimentos y bienes como setas, leña y hierbas, así como la posibilidad de practicar la caza y la hierba fluvial. La explotación del bosque hizo que su existencia se viera comprometida, la madera no solo era el principal combustible sino también la principal materia prima para la construcción de viviendas, barcos o muebles. En Italia buena parte del bosque desapareció en los siglos XI y XIII por lo que las casas hubieron de hacerse con ladrillos y otros materiales. En Francia entre 1500 y 1650 se redujo del 35 al 25 por 100 y en Inglaterra prácticamente desapareció entre los siglos XVI y XVII.

En las comunidades marítimas la pesca suponía un importante complemento alimenticio además de permitir el comercio de una parte de las capturas. Cuando ésta se hacía a cierta distancia, se trataba el pescado con procedimientos como la conservación en sal ola deshidratación. En el mundo católico la prohibición de comer carne en los periodos de vigía hacía que el pescado llegara a todas las comunidades.

En el artesanado los artículos relacionados con la subsistencia debían trabajarse por doquier ya que si la disponibilidad dependiera del comercio exterior no sólo encarecerían el producto sino que también podrían darse problemas de desabastecimiento.

Para la compra o el cambio de producto existía:
  • El mercado local que se celebraba un día concreto de la semana.
  • Mercados regionales, comerciales o ferias como las de Lyon, Besaçon o Medina del campo que se celebraban una o dos veces al año, con comerciantes de diversos países. Desde la baja edad media ya eran focos de actividad mercantil, propiciando el desarrollo de instrumentos capitalistas, como las letras de cambio, los seguros o los bancos.
Cabe destacar también, la importancia del ganado trashumante, tanto para la búsqueda de pastos en las tierras incultas del Mediterráneo como para el comercio.


 
Las manufacturas y el comercio

El incremento de las manufacturas

En las manufacturas, al igual que en la agricultura el hecho más relevante del siglo fue el aumento de la demanda, mucho más elástica en este caso. La expansión económica fue positiva para la producción artesanal. Algunas materias primas como la madera,utilizada por doquier, se vieron afectadas y la deforestación fue notable en la primera mitad del siglo. Las mayores novedades se dieron en los cambios organizativos, suponiendo un paso adelante hacia el capitalismo, con el control del capital sobre la producción.

Los dos elementos más importantes fueron:
  • El desarrollo del verlagssystem o sistema doméstico - figura del mercader/empresario.
  • El incremento de los centros productivos de cierta envergadura, es decir, empresas en sectores mejor organizados, más capitalizados y con concentración de trabajadores.
El sector más importante era el textil, dentro de él la producción de paños de lana, la pañería se documenta desde el s. XIII en Italia y Países Bajos. En el s. XV Florencia aparece como la gran capital pañera, bajo la dependencia del llamado arte de la lana, gremio formado por mercaderes-empresarios que controlaban todo el proceso de producción de una actividad de la que vivían más de30.000 personas. El arte distribuía la materia prima y poseía talleres propios, donde los Medici eran los dominadores del arte.

En el s. XVI el sistema de mercaderes-empresarios se extendió por Europa y entraron en crisis viejos centros pañeros sustituidos por otros nuevos, consecuencia de los cambios productivos del sistema doméstico. Tal es el caso de Florencia, donde las causas de su declive como centro pañero fueron las guerras en Italia, las alternancias políticas en la ciudad y el abandono del sector por parte de los Medici y otras familias poderosas que prefirieron dedicarse a comerciar con dinero. En Italia solo Venecia se libró de la crisis.

Al norte del continente ciudades como Brujas, Gante o Bruselas y las grandes ciudades pañeras de los Países Bajos del sur también se vieron afectadas por la crisis. El conservadurismo de los gremios les impidió transformar la producción para que los gruesos paños flamencos de estambre pesados y costosos para que pudieran competir mejor con los paños ingleses. El cambio productivo de finales de s. XV que se intensifica en el XVI es la introducción de las new draperies (nuevas pañerías), siendo los ingleses los pioneros. Eran tejidos de peor calidad, de pelo más corto, más ligeros y de menor precio, destinados a un público más amplio. Ello fue posible, gracias a los mercaderes-empresarios que llevaban la materia prima a talleres domésticos rurales que escapaban al control de los gremios y recogían después la producción para comercializarla. La capital era Amberes cuyos gremios fueron sometidos al control de los mercaderes-empresarios.

La revuelta de los Países Bajos desarticuló muchos centros de producción y la huida a las provincias del norte o a Inglaterra de los principales artesanos. Las nuevas pañerías se difundieron por Holanda, con centro principal en Leiden y volvieron a Inglaterra,también por el sur de Alemania y por Francia.Inglaterra, no sufre la crisis de la pañería flamenca, pero abandona la pañería corriente (new draperies) y conserva solamente la pañería de lujo. La exportación de paños ingleses se dobló en la primera mitad de siglo, con una pequeña crisis en los años centrales debido al auge de las nuevas pañerías de los Países Bajos del Sur. A finales de los 60, Inglaterra adopta de nuevo las new draperies que se imponen a las old draperies.

El auge de la producción también afectó a otras ramas del sector textil: el lino y el cáñamo. Ambos se producían en zonas húmedas de la Europa Atlántica. El lino se usaba para la ropa interior, el ajuar doméstico y el velamen de los barcos. Los principales centros manufactureros de lino se localizaban en el norte de Italia, sur de Alemania, Inglaterra, Países Bálticos y Países Bajos. Los mercaderes-empresarios también se introdujeron en estos sectores. Una producción particular eran los fustantes, que se hacían de algodón importado sobre una urdimbre de lino. Destaca su producción en la ciudad alemana de Augsburgo.

La seda, era de origen animal, procedente de Asia, pero existente en Europa desde hacía tiempo. Abasteció un mercado de lujo en Italia y España. Los reyes de Francia la instalaron en Tours (1470) y en Lyon (1536). En Florencia los Medici controlaban la producción de 200 a 300 artesanos. Los mercaderes empresarios intervienen también en otros sectores como: Cuchillos de Solingen(Alemania), agujas (Schwabach), relojes de la Selva Negra, hierro de Siegen o artículos de madera y juguetes de Meiningen.

El incremento de los centros productivos de cierta envergadura durante el s. XVI que requerían de fuertes inversiones y de una alta concentración de mano de obra, afectó a tres sectores principalmente: La minería, la fabricación de armas (cañones principalmente) y la construcción naval. Tres sectores muy avanzados que propiciaran las mayores innovaciones técnicas de la centuria:
  • La producción de armas y los astilleros eran sectores de especial interés para los soberanos, gozaron del estímulo y de la protección real. Zonas destacadas eran Núremberg, Augsburgo o Lombardía.
  •  La construcción naval era uno de los sectores más tecnificados y complejos, de fuerte capitalización y alta concentración de trabajadores, como los más de 15.000 empleados en las atarazanas que construían las galeras de Venecia.
  •  En las minas fue donde se dieron los mayores avances técnicos: en ventilación, drenaje, sistemas de elevación y máquinas hidráulicas. Eran explotadas por particulares en régimen de concesión del soberano. Las minas centroeuropeas (Tirol,Carintia, Bohemia) abastecían casi en exclusiva a Europa hasta la llegada de la plata americana. Buena parte de las minas alemanas estaba gestionada por familias como los Fugger o los Thurzo. (La producción alemana de plata pasó de 31 toneladas en 1493 a 53 toneladas en 1560).
La gran novedad del siglo fue la llegada de la plata americana, precedida del llamado ciclo del oro,aunque el abastecimiento continuado y masivo de metales preciosos no comenzó hasta el descubrimiento de las minas de plata de Potosí (1545) y Zacatecas (1548), pero sobre todo a partir de 1560, momento en el cual se introduce un nuevo método que separaba la plata de la ganga por medio de una amalgama de mercurio. Esta mejora técnica potenció la rentabilidad de las minas americanas influyendo en la crisis de las minas de plata europeas. Desde 1580 las llegadas de plata aumentaron de forma considerable, siendo decisivas para financiar las empresas bélicas de Felipe II. En el periodo culminante entre 1561 y 1600 llegaron de América 6870 toneladas de plata.

El cobre era otro mineral vinculado a la plata y obtenido en las mismas zonas, y en Europa su producción era controlada por los Fugger. El hierro fue el mineral más extendido, era imprescindible para la fabricación de múltiples utensilios de subsistencia (clavos, herraduras, rejas, cerrojos, llaves). En cada localidad había un herrero. Los principales yacimientos estaban en Inglaterra, Lieja, Alemania y el País Vasco. El principal avance técnico no se produjo en la extracción sino en la obtención de hierro.

En el s. XV surgió en Europa el alto horno, cuyo uso se extendió ampliamente en el s. XVI. Frente a las fraguas o forjas tradicionales que dependían del agua, de la madera y del carbón vegetal, el alto horno podía proporcionar más de una tonelada de hierro al día. Los costes requerían de una notable inversión en capital, lo que facilitó la entrada de hombres de negocios, pero el trabajo posterior(refinamiento, estirado, alisado) se seguía efectuando en talleres tradicionales.

En cuanto al carbón, predominaba el carbón vegetal obtenido de los bosques. Lieja e Inglaterra poseían los principales yacimientos de carbón mineral (hulla) que empezó a usarse en el calentamiento de las viviendas. Era más barato que el vegetal pero no podía utilizarse para la metalurgia. La extracción de carbón favoreció la expansión del capitalismo en Inglaterra. Se produjo una separación entre los empresarios que aportaban el capital y los trabajadores asalariados que aportaban el trabajo.

Un mineral peculiar era el alumbre que se usaba en la industria textil para fijar los colores. Su comercio estaba en manos de los turcos, puesto que procedía de Constantinopla. El descubrimiento en 1461 de las minas de Tolfa, y su explotación supuso para los papas una importante fuente de ingresos, pero a finales del s. XVII los filones se agotaban y sufrían la competencia de las minas de Lieja e Inglaterra. Importantes fueron también los alumbres españoles de Mazarrón.

La imprenta era una industria nueva para la época con un enorme porvenir, ya que fue un potente estímulo para la producción de papel que se inventó en el s. XV. Los impresores más destacados se localizaban en París, Amberes, Lyon o Venecia, y en España en Salamanca y Alcalá de Henares.


El artesanado y los gremios

En el ámbito urbano la plasmación más evidente de la economía de subsistencia eran los gremios, instituciones de carácter local procedentes de la edad media, su finalidad era el control del trabajo de los diferentes talleres dedicados a una determinada actividad artesanal. El sistema gremial o guild system protegía a sus miembros y a sus consumidores. Existía un gremio por cada oficio,encabezado por unas autoridades y elegidos periódicamente entre los agremiados. Los gremios poseían sus estatutos donde establecían las condiciones para el acceso y la progresión en el oficio de acuerdo con los tres niveles clásicos de aprendiz, oficial y maestro, solo estos últimos tras superar la prueba que les acreditara como tales ( la obra maestra) pudiendo así abrir un taller propio,contando con dos o tres oficiales y varios aprendices. El gremio fijaba la cantidad anual, calidad y el precio de los productos. También contaban con veedores que vigilaban el cumplimiento de lo acordado. El objetivo era evitar la competencia. En las ciudades aunque no era la norma existían actividades no agremiadas, debido al escaso número de practicantes de un determinado oficio, mientras que en el mundo rural no había gremios.

Los gremios resultaban lo opuesto al naciente sistema capitalista, quienes aspiraban a obtener mayores beneficios debían saltarse las prohibiciones, como algunos fabricantes de paños que trasladaron la fabricación al mundo rural, ahí nadie imponía el salario que debía pagar o la cantidad de mercancía que podía manufacturar. Ello ofrecía ventajas para el empresario y también al campesino a cuya economía aportaba un complemento salarial.



La productividad

Carlos Cipolla afirma que los límites estructurales de la oferta y la demanda no se ampliaron sensiblemente desde la Edad Media hasta la Revolución Industrial. La agricultura y la actividad artesanal tenían una productividad escasa. En el primer caso influía la dependencia de la naturaleza, instrumentos y técnicas de cultivo arcaicas, la escasez de abonos, las estructuras de la propiedad y la exacción del producto campesino. En el sector secundario influían algunos de los elementos citados para la agricultura, además de la habilidad del artesano con los instrumentos el sistema gremial también frenaba posibles cambios. Las operaciones eran largas y los procedimientos empíricos y rutinarios implicaban un elevado consumo material, mano de obra y tiempo. El desempleo estacional era habitual como consecuencia de la falta de aprovisionamientos, los rendimientos débiles y la calidad del producto desigual.

El cultivo de secano ofrecía una baja productividad, a falta de aportación artificial de agua y de abonos obligaban a hace descansar las tierras durante uno o dos años. Dicha necesidad obligó a implantar en Europa el sistema de barbecho, dividiendo el terreno cultivable en dos hojas o más si la baja calidad de la tierra lo exigía. La parte inculta servía para alimentar al ganado que a suvez abonaba la tierra.

En la Europa del sur o en las zonas más frías predominaba la rotación bienal, mientras que en las llanuras del norte y centro del continente era frecuente la rotación trienal. En zonas más aisladas (Rusia, Finlandia…) se usaban métodos arcaicos como la incineración de un determinado espacio para cultivar durante años. El barbecho reducía el espacio cultivable, a lo que había que añadir que no toda la tierra era acta para el cultivo. La productividad era escasa pero ofrecía amplias diferencias regionales. La baja productividad limitaba el crecimiento demográfico.

Cuando la población crecía, debido a que no se podía mejorar el rendimiento del cereal se incrementaba la superficie cultivada,recurriendo a tierras marginales que en un primer momento satisfacían la demanda pero con el tiempo, debido al bajo rendimiento,provocando crisis de abastecimiento. Los periodos de recesión y disminución de la población, provocaban un reajuste que lograba un equilibrio entre población y recursos. Con ello la comunidad campesina subsistía, siempre y cuando no hubiera una mala cosecha, un contagio o una guerra. Los animales usados para el trabajo agrícola eran bueyes o caballos, dependiendo de la zona geográfica, los bueyes requerían pastos y los caballos parte de la producción cerealista para su alimentación.


Manufacturas preindustriales

Existían actividades manufactureras de carácter protoindustrial, en ocasiones la propia actividad asía lo exigía, así ocurría en lamina, a pesar de existir minerías dispersas la construcción naval o de cañones requerían grandes instalaciones con muchos trabajadores. Otras veces era la demanda la que marcaba la concentración de ciertas actividades y la especialización de una determinada zona, por ejemplo la producción de armas para el ejército o el abastecimiento de madera para los grandes barcos,siendo el estado el principal agente de la demanda, bien para abastecer el ejército o bien para impulsar la economía. Como ya se ha comentado anteriormente el caso más notorio es el de los mercaderes-empresarios (verlagssystem), que trasladaban la actividad manufacturera al mundo rural para huir de la presión de los gremios.

La revolución de los precios y la crisis del fin de siglo

La moneda


Junto al reducido papel del comercio estaba la limitada circulación de la moneda, ideando instrumentos como la letra de cambio que suplieron sus limitaciones. Existía un doble sistema basado en dos tipos de monedas metálicas, las de alto valor metálico o valor intrínseco (oro y plata) y las de escaso valor (cobre, con aleación de plata o sin ella). Las primeras eran las monedas fuertes o monedas-mercancía, recibiendo diferentes valores de curso legal, acuñadas en especies distintas en que variaba la pureza del oro y laplata.

Para evitar problemas debía existir un equilibrio entre valor real de la moneda y el curso real, ya que si el segundo fuera menor que el primero nadie querría cambiarlas, atesorándose y saliendo del círculo monetario. Si el curso real fuera mayor, la moneda se depreciaría. Otro problema era la existencia de monedas diferentes en cada reino o país, ya que la moneda de mayor valor intrínseco superior al del curso legal se escapa del espacio para el que había sido acuñada, ante el atractivo que suponía para el país vecino cambiarlas por las suyas con menor valor intrínseco.

Las monedas de escaso valor eran más modernas se basaba en la confianza depositada en su valor de cambio, lo mismo que pasó en su momento con la letra de cambio o más adelante con el papel moneda. En cada reino o territorio existía un sistema monetario particular, las menores también llamadas vellón en Castilla, se utilizaban para pequeñas transacciones, siendo las únicas de las que disponían los sectores populares. En los pagos entre sistemas monetarios distintos (internacionales) solo eran admitidas las deoro y plata.

La multiplicidad de monedas existente y sus valores diversos hicieron que junto a las monedas de oro y plata vellón, surgieran las llamadas monedas de cuenta o nominales, que no correspondían a ninguna moneda efectiva pero servía para poner en relación todoel sistema y también para calcular y contar. Se usaron así referencias a monedas desaparecidas como en Castilla el maravedí y posteriormente el ducado (350 maravedíes). En parte de Europa se usaba el sistema de cuenta de origen carolingio, basado en la libra,el sueldo y el dinero. La libra constaba de doce sueldos y el sueldo de veinte dineros. En la edad moderna hubo diversos intentos no muy afortunados de crear papel moneda.



La revolución de los precios

En el s. XVI toda Europa, y en especial España, experimentó una fuerte subida de precios, especialmente en los productos de primera necesidad. Se consideró una revolución de los precios, ya que aproximadamente se cuadruplicaron en el s. XVI. Esta tendencia tuvo serias repercusiones económicas. La coincidencia con la avalancha de metales preciosos procedentes de América llevó a esbozar la teoría cuantitativa del dinero, según la cual todo incremento en la cantidad de moneda origina un alza proporcionada en el nivel de precios. El primero en formularla fue el español Martín de Azpilicueta en 1556, después Francisco López de Gómara, fray Tomás de Mercado o el francés Jean Bodin.

En el primer tercio del s. XX, dicha teoría fue reformulada por economistas como Irving Fisher o Earl J.Hamilton, quien estableció una estrecha relación entre las importaciones de plata de Sevilla y el movimiento de los precios españoles en el s. XVI. A partir deSevilla, la inflación se fue expandiendo por toda España, pero el oro y la plata americanos precipitaron también la revolución de precios en toda Europa. La tesis de Hamilton ha sido objeto de críticas y matizaciones, planteándose que su teoría cuantitativa hubiera debido fijarse más en el stock monetario existente que en las llegadas de América y han tendido a rebajar el protagonismo de los metales preciosos indicando otras varias causas del movimiento inflacionista. Jordi Nadal en 1959, señaló que la fase más rápida de alza de precios fue entre 1501 y 1562 y no coincidió con la época de máximas llegadas de metales preciosos.

Pero la mayoría de los historiadores consideran que el flujo de metales preciosos fue uno de los factores del fuerte aumento de precios del s. XVI. El alza de precios se explica así mismo por otra serie de causas de menor importancia: Los cambios en la relación bimetálica oro-plata, las devaluaciones monetarias, la política inflacionista, el endeudamiento de los estados, el aumento del consumo, el lujo y los gastos santuarios, la rigidez de la oferta agrícola y la coyuntura cerealista, la expansión de la actividad comercial y el fuerte incremento de la demanda como consecuencia del fuerte incremento de la población y de la apertura de nuevos mercados.

Hamilton señaló que el hecho de que las rentas y los salarios europeos un aumentaran al mismo ritmo que los precios tuvo varios efectos:
  • Perjuicio del nivel de vida de los terratenientes y rentistas, así como el empeoramiento del nivel de vida de los trabajadores.
  • Incremento de los beneficios de los fabricantes y comerciantes-burgueses-estimulando la formación de capital, el crecimiento industrial y contribuyendo a un cierto cambio en las estructuras sociales.
Las afirmaciones de Hamilton sobre el retraso de las rentas con respecto a los precios han sido objeto de severas críticas. La impresión general es que en el s. XVI hubo un incremento de las grandes rentas territoriales y los principales propietarios de tierras se beneficiaron del auge de los precios. En cuanto a los salarios, evolucionaron por detrás de los precios en España y la mayor parte de las ciudades europeas.

Mayores controversias han suscitado las teorías de Hamilton y también del economista John Maynard Keynes sobre la inflación de los beneficios empresariales como principal estímulo del capitalismo europeo del s. XVI. Una de las críticas la hizo David Félix (1956),según el cual en dicho planteamiento se obvia que el alza de los productos manufacturados fue bastante modesta en relación con el alza de los precios agrícolas. Otra de las objeciones es que el inicio de la actividad económica no se haya en el s. XVI sino en el siglo XV.

Tal y como señala Pierre Vilar, el arranque global de la economía europea se produjo antes de las llegadas masivas del metal americano, en la época de los bajos precios, el s. XV, segunda mitad por lo menos donde se produjeron profundos cambios demográficos, agrícolas, técnicos, mineros, comerciales, financieros y políticos.

Comercio y finanzas

El elemento más capitalista era el comercio a gran escala, que implicaba una inversión de capital e implicaba unos riesgos evidentes a cambio de la promesa de grandes ganancias, eran pocos los productos destinados a ello ya que su demanda debía ser talque soportara el incremento de los altos costes de un transporte lejano. El precio de oro o plata soportaba desplazamientos transoceánicos, como también las especias, la seda, el marfil y otros productos que desde la edad media se traían de Oriente y África.

Las necesidades alimenticias hicieron que un bien de consumo tan elemental como el trigo hubiera de traerse desde grandes distancias, provocando así una cierta especialización similar a la artesanal de ciertas regiones, la demanda provocó que grandes espacios del NE de Europa se convirtieran en un granero destinado a satisfacer la demanda del Occidente de Europa. El comercio de larga distancia de productos agrícolas afectaba a productos con un elevado nivel de consumo como vino de Burdeos o en el siglo XVIII el de Jerez, lo que indujo a la especialización vinícola de tales zonas.El comercio a gran escala era consecuencia de la iniciativa individual, pero a cierto nivel requería una organización más compleja,surgiendo así sociedades de distinto tipo, como:
  • Agrupaciones de comerciantes con sus respectivos capitales.
  •  Sociedades comanditarias en las que diversas personas confían a los comerciantes su capital a cambio de una parte beneficio
Las dificultades de la utilización de la moneda hicieron surgir letras de cambio o el pagaré. El comercio y la moneda contaban con un instrumento básico: el cambio o banco, admitían y gestionaban depósitos, realizaban pagos por encargo, traficaban con letras de cambio o realizaban préstamos, donde ante la prohibición eclesiástica se realizaban formulas que escondieran tales réditos.

La mayor parte de los intercambios se producían a escala local, pero nos centramos en los intercambios de cierta envergadura o alarga distancia. Las ferias más relevantes eran las de Besançon, Medina del Campo, Frankfurt o Lyon. Gracias a las exenciones fiscales,su periodo de auge no superó el s. XVI. Existía una rotación de ferias en Europa occidental, donde las sociedades y hombres de negocios se reunían durante varios días para negociar sobre lanas, tejidos, vinos, cereales, especias y otros productos.

Las necesidades de la nueva economía capitalista hacen que surjan grandes mercados permanentes o plazas de negocios en ciudades portuarias como Venecia, Génova, Sevilla, Lisboa, Amberes o Londres. Surgen en ellas las bolsas, mercados de dinero en los que se negocia durante todo el año sobre mercancías. Amberes tendrá una desde 1460, y también se crearon en Colonia, Hamburgo y Frankfurt. Similares a ellas son las lonjas españolas, como las capitales de la Corona de Aragón. En Sevilla se crea en 1453 la casa de Mercaderes. En el s. XVI se multiplican las firmas comerciales y se producen acuerdos para la explotación de determinados mercados,como las especias en Amberes, el alumbre pontificio o el cobre de la Europa central.

Desde finales de la edad media tuvo lugar el proceso de sustitución de la vieja pujanza económica y mercantil del Mediterráneo Por la del Atlántico. Fue propiciado por el avance turco y por el comercio transoceánico que siguió a los descubrimientos. Fue un proceso lento que no concluye hasta la crisis del s. XVII y el Mediterráneo mantuvo buena parte de su importancia económica durante el s. XVI. Sus dos grandes centros mercantiles eran las ciudades de Venecia y Génova, cabeceras de sendas repúblicas que supieron mantener con éxito su peculiaridad sociopolítica e incluso lograron ampliar sus negocios, como le ocurrió a Génova. El avance turco repercutió de diferente manera en ellas:
  • Génova 
Había concentrado su actividad en la parte occidental del Mediterráneo, cuyos productos (seda, lana castellana, sal, vino o azúcar) le permitían conectar con Amberes y el mar del Norte, así como entrar en relación con los tráficos del gran monopolio castellano y portugués. Logran además de los papas la explotación del alumbre de Tolfa. Todo ello sin abandonar del todo sus relaciones con los puertos del Levante mediterráneo.
  • Venecia 
Protagonista del comercio con el Mediterráneo occidental, cuya hábil política con los turcos le permite mantener en buena medida sus intereses mercantiles, sobre todo en Alejandría y Siria. Tras una pequeña crisis, desde la segunda o tercera década del siglo, volvieron a llegar al Mediterráneo especia, sedas, telas de algodón, lacas, café, té, maderas de sándalo, porcelanas o coral de Chipre. Venecia revitalizó el comercio que mantenía con las ciudades del sur de Alemania y los Países Bajos, al que aportaba también sus manufacturas, sobre todo textiles y del que obtenía cobre y plata , para así saldar el alto coste de los artículos orientales, pues era un comercio deficitario.

Desde finales del s. XVI, el asentamiento de los neerlandeses en Asia, y la llegada al mar del Norte de los productos orientales a precios inferiores, provocó la decadencia definitiva del comercio mediterráneo con oriente. El comercio atlántico está lleno de novedades en el s. XVI, siendo la principal, el establecimiento de los monopolios ibéricos, el castellano y el portugués, a pesar de aparecer el contrabando y la piratería, también surge una importante conexión mercantil, por vía marítima, en la que participaron los cuatro continentes conocidos. El comercio con el Nuevo Mundo dio un gran impulso al capitalismo, al incrementar la oferta y demanda de productos de muy diversa índole en Europa.

América suministró a la economía europea las siguientes materias primas de enorme valor e importancia: sustancias tintóreas(cochinilla, índigo o añil, palo de Campeche y de Brasil), planas medicinales, canela, azúcar, tabaco, cacao, cueros, maderas preciosas,perlas, esmeraldas, oro y plata. Esta última fue el artículo más importante en cantidades crecientes. Hacia América se llevaban productos alimenticios (trigo, aceite de oliva, vino, harina, conservas, frutas y aceitunas), ganado, armas, herramientas de cobre o hierro, tejidos, objetos de culto y obras de arte, libros, papel y mercurio imprescindible para el tratamiento de la plata.

De los territorios ultramarinos de Portugal llegaban a Europa pimienta y otras especias (jengibre, canela, clavo, nuez moscada),seda, piedras preciosas, palo de Brasil. Los portugueses trasladaban mano de obra esclava africana, principalmente del golfo de Guinea a las plantaciones de azúcar de las islas atlánticas y al Caribe.

Portugal obtenía en África oro, marfil, pieles, cera y especias, que cambiaba por los productos textiles europeos, sal, jabón,caballos, asnos, metales, cobre, materias tintóreas o bisutería. Pero el oro era la mercancía más buscada, dado que el comercio de los italianos con Asia Menor drenaba los metales preciosos existentes en Europa. Portugal intentó acceder a los lugares del interior de África de los que procedía el oro (cursos altos del Níger, el Senegal y el Volta) pero fueron frenados por el desierto del Sahara, al norte de Cabo Verde y la selva ecuatoriana al sur. En conjunto se trataba de un comercio deficitario.


 
El comercio mundial entre los siglos XVI y XVIII

Con la interconexión mundial se inicia un fenómeno que caracterizará a toda la Edad Moderna: La centralidad de Asia en la circulación de la plata y del sistema monetario. China se convertirá en el centro de gravedad de la moneda de la plata. La causa es que China adoptó la plata como patrón de su sistema monetario y fiscal, y luego su valor aumentó respecto al resto del mundo. Los hombres de negocios obtenían ganancias comprando en los mercados baratos de plata y vendiendo en China.

Los Países Bajos del sur eran el centro principal del comercio y de la actividad económica atlántica, donde Amberes se convirtió en la principal capital económica europea del s. XVI. Sus mercaderes rentabilizaron la importancia de las manufacturas flamencas, la densidad demográfica y el alto grado de urbanización de la zona. Su ubicación entre el Báltico e Inglaterra, lindando con Francia y Alemania y conectados por vía marítima con las capitales del monopolio ibérico, a esto se añadía la navegación interior de sus ríos y canales. Los principales productos eran:
  • Los productos textiles. Pañerías flamencas y desde mediados de siglo paños ingleses, cuando Brujas dejó de comercializarlos,con la ventaja de que las manufacturas amberinas se encargaban del acabado y del teñido.
  •  Productos alemanes, italianos y asiáticos. Procedentes de la conexión de las ciudades germanas del sur con Venecia. El más destacado es el cobre, que era muy importante para el comercio de estos con África y Asia, lo que reforzaba su conexión con la ciudad flamenca.
  • Los productos africanos y asiáticos procedentes del monopolio portugués. Por ello Amberes se convirtió en el principal mercado de especias de Europa.
El comercio de Amberes le ponía en relación con Francia, España, el monopolio sevillano y Génova. No solo exportaba años y productos manufacturados, también obtenía lana española, aceite, vino, sal y la plata con que se saldaba el valor superior de sus exportaciones. La economía-mundo del s. XVI se hacía realidad en Amberes.

En el Atlántico empiezan a emerger las dos potencias del futuro: las Provincias Unidas e Inglaterra. El fin de la Unión Kalmar, con la independencia de Suecia frente a Dinamarca (1523) terminó en el Báltico con el monopolio de la Hansa que agrupaba a medio centenar de ciudades encabezadas por Lübeck. Los mayores beneficiados del auge mercantil fueron los neerlandeses, que desarrolló su flota mercante en base a un comercio basado en artículos de gran volumen y peso. Por los registros del estrecho del Sund,sabemos que la actividad se multiplicó por 10 a lo largo del siglo. El centro principal era Ámsterdam., aunque también participaban los ingleses, especialmente los comerciantes de Londres.

Las finanzas estaban vinculadas al comercio. Nos hallamos ante un capitalismo inicial que es mercantil y Amberes es el principal centro financiero de Europa. Pese a su riesgo, uno de los mayores negocios del siglo fueron: Los asientos, contratos para la realización de servicios financieros y Los préstamos, a los fortalecidos poderes monárquicos. Las oportunidades que ofrecían eran tantas que los hombres de negocios se vincularon a las haciendas reales. El servicio y crédito de las monarquías resultaron decisivos para el avance del capitalismo, desarrollando instrumentos como los juros castellanos (títulos de deuda pública a pagar a largo plazo). Tanto los alemanes vinculados al emperador como, desde la bancarrota de 1557, los genoveses colaboraron con la Monarquía de España para su propio enriquecimiento. Se desplazaron a Madrid o París buena parte de sus negocios financieros. Además de las monarquías, los municipios y los particulares también recurrieron al crédito, mediante los censos: títulos de deuda privada que ocultaban un interés mediante la fórmula de la compra de una renta por parte del acreedor.

El avance del capitalismo impulsó sistemas para facilitar el crédito y así conectar diversos lugares sin necesidad de mover algo tan pesado y susceptible de ser robado, como el dinero. Las cédulas u obligaciones (reconocimientos de deuda con compromiso de pago)y las letras de cambio se generalizaron. Ambas experimentaron evoluciones como el aval y el endoso de letras de cambio.

Los bancos evolucionan desde un individuo sentado en una mesa, ya desde finales de la Edad Media, sobre todo en Italia. Los bancos recibían y gestionaban depósitos, giraban cantidades entre diferentes cuenta, emitían y pagaban letras de cambio,participaban en el mercado de crédito, practicaban el cambio de monedas, hacían préstamos, pero en el mundo católico, y ante la prohibición de la Iglesia, disfrazaban el interés del dinero. Los principales bancos privados actuaban en las grandes ferias y plazas europeas. Eran las mismas familias las que dominaban la explotación de minas, el gran comercio y los asientos en las haciendas reales.

Dinastías como los Fugger o Welser de Augsburgo, los Ruiz o los Espinosa de Medina del Campo o los Grimaldi y Spinola de Génova.

Destacaban en Florencia los Medici que en el s. XV ya dominaban la señoría y su rival los Strozzi:
  •  Bancos de carácter local, esencialmente cajas de depósito, surgidas ante las necesidades de los municipios.
  • Montes de Piedad, surgidos en el siglo XV en diversas ciudades de Italia.
  • Bancos públicos. Surgen ante las dificultades que atraviesan los bancos privados y están respaldados por los gobiernos.Entre otros, el Banco de Rialto de Venecia o la Casa de San Giorgio de Génova, bancos públicos en Nápoles.


Las dificultades de fin de siglo.

Las últimas décadas de la centuria contemplaron un deterioro de la coyuntura económica que se manifestó principalmente en el desequilibrio entre población y recursos (la producción dejó de crecer en algunas zonas antes de mediados de siglo, mientras que la población seguía haciéndolo). A ello se unió el inicio de un cambio climático conocido como la “pequeña edad glaciar” que se inició entre 1560-1580 caracterizada por el enfriamiento, y en muchos territorios se hicieron frecuentes las malas cosechas. Además la situación de los asalariados se deterioró por el menor aumento de los salarios respecto de los precios. Entre 1580-1610 surgen nuevas dificultades:
  • La Europa del sur intensificó el recurso a los cereales del Báltico
  • Se producían grandes contagios epidémicos, el principal de ellos fue la gran peste atlántica finisecular.
  • Las guerras, con su corolario de presión fiscal, reclutamientos, victimas, destrucciones, desorganización de la vida económica…
Uno de los efectos de la crisis es la decadencia de Amberes. Causas:
  •  De tipo político, como la pérdida de importancia de la minería centroeuropea y del eje mercantil que la unía a la Alemania del sur y a Venecia.
  • También los efectos negativos de las suspensiones de pagos decretadas por España en la segunda mitad de siglo y de otros estados europeos.
  • Pero la causa principal fue la larga crisis político-religiosa iniciada en 1556 con la revuelta de los Países Bajos. Amberes sufrió especialmente, en 1576 ya que fue saqueada por los tercios y en 1585 los neerlandeses ocupan ambas orillas del Escalada,impidiendo a sus barcos la salida por mar.
Ámsterdam aspiraba a sustituir a Amberes como capital del comercio internacional. La necesidad de cereales y la comercialización de lo que obtenían en el Báltico había llevado a los comerciantes de Ámsterdam hasta el Mediterráneo apoyándose en el puerto de Livorno. Sus miras iban mucho más allá y en 1595 los barcos neerlandeses penetraron en el océano Índico comenzando a adueñarse del comercio portugués. Hasta el último tercio del s. XVII Ámsterdam se convertiría en la nueva capital mercantil y financiera de Europa. Amberes seguiría siendo un importante centro comercial y financiero hasta mediados del s. XVII.

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