Y no se equivoca.
España no ha sufrido, como si lo ha hecho el resto de Europa, una verdadera revolución. Revolución en el sentido lingüístico de dicha palabra: "Cambio radical". En el ámbito político, España siempre ha ido a la cola de otras naciones europeas: en el siglo XIX, tras el triunfo de la Revolución Francesa de 1789 y el ascenso de Napoleón como emperador de Francia, Carlos IV nombró el 4 de mayo a Murat como Lugarteniente del Reino para que gobernara en su propio nombre en virtud de la autoridad que otorgaba la protesta de la renuncia al trono del 19 de marzo; y el 10 de mayo recibieron los decretos de 5 de mayo de convocatoria de Cortes y traslado de la Junta a lugares seguros, y el de 6 de mayo de renuncia de Fernando VII, que revertía sus derechos en su padre Carlos IV. La Junta Suprema decidió ignorar los de 5 de mayo y publicar el de renuncia del 6 de mayo. No obstante, dado que Carlos IV ya había renunciado, de nuevo, a la corona, Murat quedó como Lugarteniente de un Reino sin rey, cuyos derechos ostentaba el emperador de los franceses hasta el nombramiento de su hermano José (como lo apreciamos en unos decretos de 25 de mayo) , lo cual quiere decir que en ese momento estaba en interregno (término que aparece en el decreto de 6 de junio proclamando a José I rey de España).
Tras la Guerra de la Independencia (1808-1814), tras la entrega de el Manifiesto de los Persas de los 69 diputados absolutistas de las Cortes de Cádiz, Fernando VII firmó el tratado de Valençay por el que se le restituía en el trono como monarca absoluto, siendo el comienzo de un tiempo de desilusiones para todos aquellos que, como los diputados reunidos en las Cortes de Cádiz, habían creído que la lucha contra los franceses era el comienzo de la Revolución española y también el inicio de la Guerra de Independencia Hispanoamericana. A pesar de los diversos levantamiento liberales del S.XIX ( recordando las figuras de grandes militares liberales como Riego o Espoz y Mina entre otros) España siempre ha sido un país donde impera la cruz y la espada y el apoliticismo. ¿qué íbamos a esperar de un país que gritó "vivan las cadenas" y proclamó a Fernando VII como "el deseado"? en fin...
¿Cuándo empezó a hablarse de política en Europa y en España?
Durante la Revolución industrial y las revoluciones liberales del siglo XIX, se creó la necesidad de efectuar una crítica social a fin de evaluar los cambios sociales y políticos que sucedían, así como su impacto en la sociedad y los motivos que los habían producido. La preocupación por el cambio social, combinada con el avance que las ciencias naturales estaban logrando gracias al desarrollo del método científico, impulsó la fusión de ambas, dando lugar a las ciencias sociales. Así surgiría la sociología, y más adelante la ciencia política, asociada al estudio de la jurisprudencia y de la filosofía política.
Las revoluciones liberales fueron claves para el asentamiento de la burguesía como clase dominante. De hecho, el liberalismo supuso:
Un profundo cambio social que garantizó el poder de la burguesía y la instauración de un orden clasista basado en la riqueza y no en los privilegios. Ese dominio se sustentó inicialmente en el ejercicio del sufragio censitario, pero éste quedó superado a raíz de las revoluciones de 1848 (donde empezó a desarrollarse el movimiento obrero) y fue sustituido por otro más amplio, de carácter universal.
La plasmación práctica de esta ideología se consiguió tras las sucesivas oleadas revolucionarias que jalonaron la primera mitad del siglo XIX: 1820, 1830 y 1848.
¿Por qué tardó tanto en hablarse de política en España?
A pesar del rápido crecimiento de la población española durante los siglos XVII y XIX, España tuvo que enfrentarse a algunos problemas de adaptación, en cuanto a las estructuras económicas y sociales se refiere, ya que el ascenso de la población fue demasiado acelerado para un país pobre, además de que las opciones que podían emplear para adaptarse, como es el aumento de la productividad agrícola, la industrialización, etc., precisaban elementos que España perdió en la crisis con la que arrancó el siglo XIX, como es el capital colonias,etc.
España sufrió una adaptación desigual: La parte agraria ponía obstáculos materiales, jurídicos y psicológicos al capitalismo, y la parte industrial tuvo que aplicar el proteccionismo para sobrevivir, cosa que no fue bien vista por la mayoría rural del país. Como consecuencia , a largo plazo, nos encontramos con manufacturas caras y malas, baja productividad agraria, que provocó a su vez una escasez de los alimentos. A nivel industrial, sectores como la explotación minera, el equipamiento general y la industria pesada o permanecieron atrasados o cayeron en manos de sociedades extranjeras. Las minas lograron triplicar el valor de su producción en 30 años. La producción estratégica acabó en el capital extranjero, ya que las sociedades españolas no supieron impulsar la explotación . Este hecho tuvo como beneficio para las sociedades extranjeras la exportación de productos en bruto. Otro hecho significativo fue la falta de equipamiento industrial en una España que carecía de capital y recursos para lograr equiparse y, sobre todo, para salir del estado en el que se encontraba. Un punto importante en la historia fue la fabricación de la red ferroviaria pero debido a la escasez de recursos que había en España, de la explotación y la construcción se encargaron los extranjeros, la mayoría capital francés; de lo único que se encargó España fue el diseño radial y no fue muy eficiente económicamente hablando.
En cuanto a la industria manufacturera ligera podría haber vuelto a impulsarse ya que no exigía mucho capital y podrían haber invertido los españoles en ellas, es más, la industria catalana fue el centro de desarrollo de la industria textil basada en la manufactura del algodón y la lana. Pero el inconveniente al que tuvo que enfrentarse era su falta de competitividad así que los capitalistas catalanes optaron por aferrarse al proteccionismo, aunque el mercado nacional no era muy grande, así que las manufacturas españolas, aparte de ser de baja calidad, eran malas.
A nivel político, el liberalismo fue incompleto ya que solamente se transformaron las instituciones políticas, creándose un régimen de "espadones", es decir, de militares que daban a su antojo Golpes de Estado generando inestabilidad política y un gran número de constituciones que apenas tenían validez porque ni siquiera tenían tiene de entrar en vigor. Aparte, dicha revolución excluyó a los campesinos, al proletariado y a las clases medias urbanas.
En realidad, fue le ejército quien llevaba la batuta: todos los políticos eran militares y existían miles de pronunciamientos y golpes de estado ( Por eso, el s.XIX el conocido como "el siglo de los Espadones").
Esa el la razón de la inestabilidad política y de que en España tuviéramos la monarquía de Isabel II, la Revolución Gloriosa de 1868, el breve reinado de Amadeo I de Saboya ( principalmente, porque nadie quería la corona de España), la proclamación de una I república que duró 11 mese sy tuvo 4 presidentes y la restauración borbónica de Alfonso XII, que trajo la estabilidad política y un turnismo de partidos (Liberal y Conservador) sustentado por un sistema electoral caciquil que impedía la aparición de nuevos partidos en el parlamento.
¿Por qué es necesario saber de política?
Las reglas en las escuelas son política. Son necesarias para mantener el orden. La política proviene del latín politicus y esta a su vez del griego πολιτικός politikós cuyo significado es lo civil o relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos del ciudadano' , es decir, es la ciencia o el arte de conciliar lo que en sí mismo es polémico dentro de la gran diversidad de opciones, necesidades, requerimientos y posicionamientos que de manera lógica y natural deben darse en una comunidad humana, cualquier persona que se precie de serlo no debiera marginarse de esa justa preocupación por lo social, por lo público: por lo político en suma.
La política es un espacio abstracto y una actividad concreta. Su importancia como actividad radica en que es el eje a partir del cual se desarrolla el resto de la vida social y donde son posibles las transformaciones de ésta. Es, además, una actividad que aunque no es irrestricta posibilita que un número importante de actores sociales sean partícipes de ella. Por lo anterior, la política es una vasta área de oportunidad para las múltiples aspiraciones de la sociedad civil organizada. La política a lo largo de la historia se ha relacionado con el estado y la sociedad civil, y además ha mantenido una interacción entre ella y la cultura.
Sin la política las cosas no tendrían orden, la política está en todos
lados. Las reglas en las escuelas son política. Son necesarias para
mantener el orden.
La política proviene del latín politicus y esta a su vez del griego πολιτικός politikós cuyo significado es lo civil o relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos del ciudadano' , es decir, es la ciencia o el arte de conciliar lo que
en sí mismo es polémico dentro de la gran diversidad de opciones,
necesidades, requerimientos y posicionamientos que de manera lógica y
natural deben darse en una comunidad humana, cualquier persona que se
precie de serlo
no debiera marginarse de esa justa preocupación por lo social, por lo
público: por lo político en suma
Wizenberg define con claridad el objetivo más amplio de la política: hacer el bien común.
Hacer política, en última instancia, es la forma en que una persona se
enfrenta a la sociedad, y participa en ella con sus acciones, pero
fundamentalmente, con sus ideas.
Platón, uno de los más grandes pensadores de la humanidad nos dejó al respecto esta pequeña perla: “un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas, o no vale nada como hombre”. Un hombre que no participa, con sus ideas o su acción directa en la sociedad, es decir, no hace política, tiene muy poco valor. El pasotismo, aquello que un par de décadas atrás casi fue una seña de identidad de buena parte de la juventud, es la mejor expresión de aquellos hombres de poco valor a los que recriminaba Platón.
El hombre es un ser social, que convive con otros seres humanos y comparte con ellos espacio y actividades. Pero también comparte ideas y esto, lisa y llanamente es hacer política. Aristóteles, el otro gran filósofo de la Grecia Antigua, completó la frase anterior de Platón: “el hombre es un animal político”, decía para expresar el alto valor que le daba a la política, al convertirla en un signo de identidad del hombre.
Platón, uno de los más grandes pensadores de la humanidad nos dejó al respecto esta pequeña perla: “un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas, o no vale nada como hombre”. Un hombre que no participa, con sus ideas o su acción directa en la sociedad, es decir, no hace política, tiene muy poco valor. El pasotismo, aquello que un par de décadas atrás casi fue una seña de identidad de buena parte de la juventud, es la mejor expresión de aquellos hombres de poco valor a los que recriminaba Platón.
El hombre es un ser social, que convive con otros seres humanos y comparte con ellos espacio y actividades. Pero también comparte ideas y esto, lisa y llanamente es hacer política. Aristóteles, el otro gran filósofo de la Grecia Antigua, completó la frase anterior de Platón: “el hombre es un animal político”, decía para expresar el alto valor que le daba a la política, al convertirla en un signo de identidad del hombre.
Quedarse callado y no participar, de un lado o de otro, es renunciar a
nuestros derechos pero, por encima de todo ello, es no ejercer nuestra
propia identidad como personas, nuestro derecho a ser como decía Aristóteles unos animales políticos, que quieren y deben buscar, como nos señalaba en el encabezamiento Wizenberg, el bien común.
Como dijo Bertolt Brecht.