Desde el 1 de enero de 1801, la República de Irlanda formó parte del Reino Unido. Sin embargo, en 1912 consiguió una autonomía limitada gracias a un tratado entre su parlamento y el de Westminster (Londres). Esto mantuvo complacidos a los nacionalistas irlandeses, que pedían un acuerdo de este naturaleza desde finales del siglo XIX. En 1916, nacionalistas en desacuerdo con la participación del Reino Unido en la Primera Guerra Mundial proclamaron la República de Irlanda, pero esto no era oficial. En 1918, las elecciones generales dieron como absoluto ganador a Sinn Fein, quien proclamó otra vez la República de Irlanda, legitimado por del voto popular.
El 7 de enero de 1922 los irlandeses fundaron el Estado Libre Irlandés. Si bien es cierto que Irlanda no obtuvo su total independencia hasta 1949, la creación del Estado Libre Irlandés supuso el primer paso para la futura república de Irlanda. El Alzamiento de Pascua que iniciaron el Ejército Ciudadano Irlandés comandados por el socialista y sindicalista James Connolly no prosperó y el objetivo de la autodeterminación de la isla fue aplastada por los británicos. No obstante, los esfuerzos del Ejército Ciudadano Irlandés no fueron en vano, ya que lograron elevar a primer plano la cuestión de la independencia de Irlanda. Gracias al Tratado Anglo-irlandés, los irlandeses pudieron conformar el Estado Libre de Irlanda. El recién creado Estado irlandés gozaba de cierta independencia política, pero el país se mantuvo dentro Mancomunidad Británica de Naciones y, en una situación similar a Canadá, Australia o Nueva Zelanda. Además, el Estado lejos de constituirse como una república, ésta reconocía al monarca del Reino Unido Jorge V como su jefe de estado. En cuanto a Irlanda del Norte, se le concedió la oportunidad de formar parte del Estado Libre de Irlanda, sin embargo, los norirlandeses optaron por mantener su estatus dentro del Reino Unido. Ciertamente, el Estado Libre Irlandés no era el objetivo final de los irlandeses y el conflicto irlandés no cesó con la proclamación del Estado. Posteriormente, Irlanda aprobaría su constitución en 1936 y obtuvo su total independencia del Reino Unido en 1949, aunque Irlanda del Norte se ha mantenido dentro del reino hasta nuestros días.
Para la materialización de la unificación y la independencia de Irlanda se conformó el IRA (Irish Republican Army) y su brazo político el Sinn Fein (Nosotros Mismos). Poco a poco, los esfuerzos de los ciudadanos irlandeses fueron dando sus frutos y en 1949 obtuvieron la tan ansiada independencia. En cambio, la independencia no fue total, puesto que Irlanda del Norte ha continuado formando parte del Reino Unido. Desde entonces, los esfuerzos del Sinn Fein han sido redirigidos hacia la unificación de la isla y para ello se realizaron distintas reuniones para tratar de alcanzar la paz. De este modo, en 1998 el Sinn Fein, los nacionalistas del Ulster y los representantes de Dublín se reunieron para alcanzar la paz en Irlanda del Norte. No obstante, tras el atentado que sucedió en Belfast, dónde detonó una bomba cerca de la comisaria de Moira hiriendo a doce personas. Aunque, el atentado no fue reivindicado ni por el IRA ni por el Sinn Fein, las partes implicadas en la mesa de paz acordaron expulsar al Sinn Fein de las reuniones de paz.
El alzamiento de Pascua
El 24 de abril de 1916 en Irlanda se produjo el Alzamiento de Pascua, que inició la Guerra Independencia de Irlanda, la cual se materializó en 1921. Irlanda, que entonces pertenecía al Reino Unido, aprovechando la I. Guerra Mundial, el Ejército Ciudadano Irlandés comandado por el socialista James Connolly y los Voluntarios Irlandeses, los cuáles eran el grupo armado de la elitista Hermandad República Irlandesa, provocaron una rebelión en contra de la corona británica. El Alzamiento de Pascua no prosperó, pero Connolly y sus hombre lograron elevar a primer plano la cuestión independentista de Irlanda.
La figura de James Connolly
Irlanda pasó demasiados siglos bajo el yugo imperialista del Reino Unido. Antes de que la “isla verde” conquistara su independencia como nación, auténticos héroes de la clase obrera como James Connolly tuvieron que pagar con su sangre el precio por ser libres y soberanos. En una época donde el nacionalismo tomó fuerza, el revolucionario sindicalista irlandés antepuso el socialismo y la necesidad de la unión de los trabajadores al rancio nacionalismo burgués. James Connolly consciente de que el socialismo era la única vía para alcanzar la verdadera paz entre los trabajadores de todo el mundo instó a los trabajadores irlandeses y a los británicos a no participar en la Gran Guerra imperialista y luchar en su tierra por conquistar el socialismo. Hoy, los irlandeses no olvidan el legado de Connolly y en el año 1996 el escultor Eamonn O'Doherty esculpió una escultura de bronce de James Connolly mirando a lo lejos con una pared curva detrás de él, sosteniendo un arado de bronce y estrellas. En la pared se encuentra inscrito una de sus citas más conocidas: “La causa del trabajo es la causa de Irlanda. La causa de Irlanda es la causa del trabajo”.
LA CAUSA OBRERA ES LA CAUSA DE IRLANDA. LA CAUSA DE IRLANDA ES LA CAUSA OBRERA DE JAMES CONNOLLY.
Este libro es una de las obras más destacadas del revolucionario socialista irlandés. James Connolly en este libro trazó la idea de que la causa obrera era la misma que la de Irlanda, es decir que el objetivo a alcanzar por Irlanda, que era la independencia del país del Reino Unido, también beneficiaría a la clase obrera. Connolly no era un iluso y era consciente que del "Alzamiento de Pascua" también iban a beneficiarse los burgueses nacionalistas que pensaban independizarse, sin embargo él y su Ejército Ciudadano Irlandés estaba dispuesto a librar la siguiente lucha tras la independencia, la lucha de clases. Recomendamos enormemente el libro de James Connolly para poder entender mejor las ideas del socialista y sindicalista irlandés, el cual abogaba por aunar la lucha de liberación nacional y la lucha de clases. Además, Connolly hace referencia en libro a ciertos referentes del comunismo como Lenin. Como él bien decía: "Luego de que Irlanda sea libre, dice el patriota que no se considera socialista, protegeremos a todas las clases, y de no pagar la renta, serás desalojado igual que ahora. Pero quien te desalojará, bajo el mando del comisario, usará uniforme verde y llevará por emblema una harpa sin la corona, y la orden que te dejará en la calle, será estampada con el emblema de la República de Irlanda.
James Connolly |
El Domingo Sangriento
El 21 de noviembre de 1920 comenzó el “Domingo Sangriento” en el Corke Park de Dublín. Durante la Guerra de Independencia de Irlanda, el recién creado Ejército Republicano Irlandés (IRA) decidió llevar a cabo una guerra de guerrillas contra las fuerzas de seguridad de la corona británica la Royal Irish Constabulary (RIC), los cuales habían sido trasladados por la monarquía británica a Irlanda para parar los intentos de secesión de los revolucionarios irlandeses. Aparte de las fuerzas de seguridad oficiales, los británicos crearon fuerzas paramilitares conocidos como los “Black and Tans” y los “Auxiliary Division”, para poder combatir en todos los aspectos al IRA en suelo irlandés. En cambio, estas fuerzas paramilitares destacaron por su enorme brutalidad y por matar no sólo a miembros del IRA sino a civiles irlandeses y el Domingo Sangriento de 1920 es buena prueba de ello. En aquel fatídico día, los irlandeses en busca de evasión acudieron al partido de fútbol gaélico entre el Dublín y el Tipperary en el campo dublinés de Corke Park. Antes de comenzar el partido, un avión sobrevoló el campo y descendieron varios paramilitares de la Auxiliary Division al terreno de juego. Una vez que los auxiliares descendieron, comenzaron a disparar a los espectadores, hecho que provocó una estampida en las gradas del Corke Park. Los auxiliares asesinaron a 14 civiles e hirieron a más 65 civiles. En cambio, los miembros del IRA a los que los auxiliares buscaban lograron escapar del campo sin recibir un solo disparo. El “Domingo Sangriento” sirvió para visibilizar la praxis que las fuerzas paramilitares británicas estaban llevando a cabo en Irlanda contra sus habitantes.
En 1921, el gobierno republicano se separó de los términos de un tratado británico. 26 condados se convirtieron en el estado libre irlandés dentro de una maquinaria política británica y posteriormente se declararon como la República de Irlanda, mientras que 6 permanecieron bajo el dominio británico. Los 26 condados que afirman haber sido liberados simplemente se convirtieron en un satélite británico y un baluarte neocolonial contra la ambición nacional.
Mapa de Irlanda |