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sábado, 27 de febrero de 2021

IRLANDA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

Desde el 1 de enero de 1801, la República de Irlanda formó parte del Reino Unido. Sin embargo, en 1912 consiguió una autonomía limitada gracias a un tratado entre su parlamento y el de Westminster (Londres). Esto mantuvo complacidos a los nacionalistas irlandeses, que pedían un acuerdo de este naturaleza desde finales del siglo XIX. En 1916, nacionalistas en desacuerdo con la participación del Reino Unido en la Primera Guerra Mundial proclamaron la República de Irlanda, pero esto no era oficial. En 1918, las elecciones generales dieron como absoluto ganador a Sinn Fein, quien proclamó otra vez la República de Irlanda, legitimado por del voto popular.

El 7 de enero de 1922 los irlandeses fundaron el Estado Libre Irlandés. Si bien es cierto que Irlanda no obtuvo su total independencia hasta 1949, la creación del Estado Libre Irlandés supuso el primer paso para la futura república de Irlanda. El Alzamiento de Pascua que iniciaron el Ejército Ciudadano Irlandés comandados por el socialista y sindicalista James Connolly no prosperó y el objetivo de la autodeterminación de la isla fue aplastada por los británicos. No obstante, los esfuerzos del Ejército Ciudadano Irlandés no fueron en vano, ya que lograron elevar a primer plano la cuestión de la independencia de Irlanda. Gracias al Tratado Anglo-irlandés, los irlandeses pudieron conformar el Estado Libre de Irlanda. El recién creado Estado irlandés gozaba de cierta independencia política, pero el país se mantuvo dentro Mancomunidad Británica de Naciones y, en una situación similar a Canadá, Australia o Nueva Zelanda. Además, el Estado lejos de constituirse como una república, ésta reconocía al monarca del Reino Unido Jorge V como su jefe de estado. En cuanto a Irlanda del Norte, se le concedió la oportunidad de formar parte del Estado Libre de Irlanda, sin embargo, los norirlandeses optaron por mantener su estatus dentro del Reino Unido. Ciertamente, el Estado Libre Irlandés no era el objetivo final de los irlandeses y el conflicto irlandés no cesó con la proclamación del Estado. Posteriormente, Irlanda aprobaría su constitución en 1936 y obtuvo su total independencia del Reino Unido en 1949, aunque Irlanda del Norte se ha mantenido dentro del reino hasta nuestros días.

Para la materialización de la unificación y la independencia de Irlanda se conformó el IRA (Irish Republican Army) y su brazo político el Sinn Fein (Nosotros Mismos). Poco a poco, los esfuerzos de los ciudadanos irlandeses fueron dando sus frutos y en 1949 obtuvieron la tan ansiada independencia. En cambio, la independencia no fue total, puesto que Irlanda del Norte ha continuado formando parte del Reino Unido. Desde entonces, los esfuerzos del Sinn Fein han sido redirigidos hacia la unificación de la isla y para ello se realizaron distintas reuniones para tratar de alcanzar la paz. De este modo, en 1998 el Sinn Fein, los nacionalistas del Ulster y los representantes de Dublín se reunieron para alcanzar la paz en Irlanda del Norte. No obstante, tras el atentado que sucedió en Belfast, dónde detonó una bomba cerca de la comisaria de Moira hiriendo a doce personas. Aunque, el atentado no fue reivindicado ni por el IRA ni por el Sinn Fein, las partes implicadas en la mesa de paz acordaron expulsar al Sinn Fein de las reuniones de paz.

El alzamiento de Pascua

El 24 de abril de 1916 en Irlanda se produjo el Alzamiento de Pascua, que inició la Guerra Independencia de Irlanda, la cual se materializó en 1921. Irlanda, que entonces pertenecía al Reino Unido, aprovechando la I. Guerra Mundial, el Ejército Ciudadano Irlandés comandado por el socialista James Connolly y los Voluntarios Irlandeses, los cuáles eran el grupo armado de la elitista Hermandad República Irlandesa, provocaron una rebelión en contra de la corona británica. El Alzamiento de Pascua no prosperó,  pero Connolly y sus hombre lograron elevar a primer plano la cuestión independentista de Irlanda.

La figura de James Connolly

Irlanda pasó demasiados siglos bajo el yugo imperialista del Reino Unido. Antes de que la “isla verde” conquistara su independencia como nación, auténticos héroes de la clase obrera como James Connolly tuvieron que pagar con su sangre el precio por ser libres y soberanos. En una época donde el nacionalismo tomó fuerza, el revolucionario sindicalista irlandés antepuso el socialismo y la necesidad de la unión de los trabajadores al rancio nacionalismo burgués. James Connolly consciente de que el socialismo era la única vía para alcanzar la verdadera paz entre los trabajadores de todo el mundo instó a los trabajadores irlandeses y a los británicos a no participar en la Gran Guerra imperialista y luchar en su tierra por conquistar el socialismo. Hoy, los irlandeses no olvidan el legado de Connolly y en el año 1996 el escultor Eamonn O'Doherty esculpió una escultura de bronce de James Connolly mirando a lo lejos con una pared curva detrás de él, sosteniendo un arado de bronce y estrellas. En la pared se encuentra inscrito una de sus citas más conocidas: “La causa del trabajo es la causa de Irlanda. La causa de Irlanda es la causa del trabajo”.

LA CAUSA OBRERA ES LA CAUSA DE IRLANDA. LA CAUSA DE IRLANDA ES LA CAUSA OBRERA DE JAMES CONNOLLY. 

Este libro es una de las obras más destacadas del revolucionario socialista irlandés. James Connolly en este libro trazó la idea de que la causa obrera era la misma que la de Irlanda, es decir que el objetivo a alcanzar por Irlanda, que era la independencia del país del Reino Unido, también beneficiaría a la clase obrera. Connolly no era un iluso y era consciente que del "Alzamiento de Pascua" también iban a beneficiarse los burgueses nacionalistas que pensaban independizarse, sin embargo él y su Ejército Ciudadano Irlandés estaba dispuesto a librar la siguiente lucha tras la independencia, la lucha de clases. Recomendamos enormemente el libro de James Connolly para poder entender mejor las ideas del socialista y sindicalista irlandés, el cual abogaba por aunar la lucha de liberación nacional y la lucha de clases. Además, Connolly hace referencia en libro a ciertos referentes del comunismo como Lenin. Como él bien decía: "Luego de que Irlanda sea libre, dice el patriota que no se considera socialista, protegeremos a todas las clases, y de no pagar la renta, serás desalojado igual que ahora. Pero quien te desalojará, bajo el mando del comisario, usará uniforme verde y llevará por emblema una harpa sin la corona, y la orden que te dejará en la calle, será estampada con el emblema de la República de Irlanda.
James Connolly


El Domingo Sangriento

El 21 de noviembre de 1920 comenzó el “Domingo Sangriento” en el Corke Park de Dublín. Durante la Guerra de Independencia de Irlanda, el recién creado Ejército Republicano Irlandés (IRA) decidió llevar a cabo una guerra de guerrillas contra las fuerzas de seguridad de la corona británica la Royal Irish Constabulary (RIC), los cuales habían sido trasladados por la monarquía británica a Irlanda para parar los intentos de secesión de los revolucionarios irlandeses. Aparte de las fuerzas de seguridad oficiales, los británicos crearon fuerzas paramilitares conocidos como los “Black and Tans” y los “Auxiliary Division”, para poder combatir en todos los aspectos al IRA en suelo irlandés. En cambio, estas fuerzas paramilitares destacaron por su enorme brutalidad y por matar no sólo a miembros del IRA sino a civiles irlandeses y el Domingo Sangriento de 1920 es buena prueba de ello. En aquel fatídico día, los irlandeses en busca de evasión acudieron al partido de fútbol gaélico entre el Dublín y el Tipperary en el campo dublinés de Corke Park. Antes de comenzar el partido, un avión sobrevoló el campo y descendieron varios paramilitares de la Auxiliary Division al terreno de juego. Una vez que los auxiliares descendieron, comenzaron a disparar a los espectadores, hecho que provocó una estampida en las gradas del Corke Park. Los auxiliares asesinaron a 14 civiles e hirieron a más 65 civiles. En cambio, los miembros del IRA a los que los auxiliares buscaban lograron escapar del campo sin recibir un solo disparo. El “Domingo Sangriento” sirvió para visibilizar la praxis que las fuerzas paramilitares británicas estaban llevando a cabo en Irlanda contra sus habitantes.

En 1921, el gobierno republicano se separó de los términos de un tratado británico. 26 condados se convirtieron en el estado libre irlandés dentro de una maquinaria política británica y posteriormente se declararon como la República de Irlanda, mientras que 6 permanecieron bajo el dominio británico. Los 26 condados que afirman haber sido liberados simplemente se convirtieron en un satélite británico y un baluarte neocolonial contra la ambición nacional.

Mapa de Irlanda


sábado, 13 de febrero de 2021

LUCÍA SÓCAM: "Es una obligación para mí tomar partido y no ser equidistante con ninguna de las causas que preocupen a los de mi clase"

Lucía Sócam (Guillena, 1986es una cantautora y guitarrista sevillana de Guillena. Es una mujer de la cultura y de la música en partes iguales a lo que es como activista política y social. Cantautora y poeta, memorialista y comprometida, muchas de sus canciones hablan de la Guerra Civil española, homenajean a soldados, fusilados, a represaliados por el franquismo y a quienes siguen en fosas comunes.
  • ¿Cómo empezaste en el mundo musical? 
Yo comencé mis estudios musicales en el aula de música de mi pueblo, Guillena, con la especialidad de flauta travesera. La guitarra llegó a mí en mi adolescencia de la mano del carnaval. Pero, aunque ya había compuesto algunas canciones antes, no es hasta 2005 cuando hago mi primer concierto. 
  • ¿Cómo te sientes ante el público? Tienes muchos seguidores del movimiento memorialista y saben de tu juventud, pero también de tu timidez. 
Sé que no aparento timidez, pero puedo asegurar que lo soy. El público me da un respeto inmenso creándome una gran inseguridad. Es verdad que eso se trabaja y se intenta controlar, pero, al menos en mí, nunca desaparece por completo. También he tenido mucha con las personas que he conocido y que me han acompañado en todo mi aprendizaje sobre la memoria histórica y la defensa de los derechos humanos. Son gente maravillosa que siguen a mi lado desde el principio. 

Lucía Sócam

  • ¿Sigue siendo necesaria la figura de los cantautores? 
Por supuesto. Pero el cantautor con su correcta definición. No soy una cantante que canta sus canciones. Soy una cantautora con el compromiso social que requiere la época y en el entorno en el que vivo. Yo no soy una cantautora que escribe canciones a margaritas y tulipanes. Es una obligación para mí tomar partido y no ser equidistante con ninguna de las causas que preocupen a los de mi clase. 
  • Vivimos en una época donde la música forma parte de nuestras vidas ¿es necesario que exista una música reivindicativa? 
Por supuesto. Siempre ha sido necesario. El flamenco más jondo, la canción protesta, los trovadores latinoamericanos, los raperos… Siempre ha sido necesaria una música social reivindicativa para contar lo que nos preocupa, y así, en colectivo, conseguir armar una unión entre iguales que le haga frente a esas desigualdades. 

  • En tus trabajos anteriores hay uno en el que sacas tu faceta más comprometida, Verdades Escondidas y este también ¿Crees que la música sirve para activar las conciencias? 
Sí y así lo demostró ese disco. El tema de la Memoria Histórica toca de lleno a la gente que tiene familia represaliada o a quienes se han interesado por el tema. Pero es difícil llegar a la gente joven y a quienes no conocen nada del tema. Esta gente no va a conferencias ni lee investigaciones, sin embargo, sí pueden escuchar dos o tres minutos de una canción. Ahí, ése es el momento donde tengo que lanzar mi mensaje y llegar a ellos. Y funciona. 
  • ¿El arte debe ser comprometido? 
El arte no tiene que ser comprometido obligatoriamente, pero el arte que yo defiendo sí. En todas las vertientes representativas debe haber un compromiso que con lo que nos rodea, un compromiso de clase, ya sea en la música, el cine o el teatro. 
  • ¿Te consideras más poeta que música? 
Yo soy músico. De hecho me cuesta mucho escribir poemas. Siempre tengo el nivel de seguridad por los suelos cuando escribo poesía. Tengo un lenguaje directo y poco poético que viene bien a veces, aunque otras es mejor usar el poema de alguien que ya está bien escrito. Yo pienso que si hay ya un poema muy bien hecho sobre un tema, ¿para qué voy a hacer otro con menos calidad sobre lo mismo? Pues puedo ponerle música, hacemos la canción y a difundimos guitarra en mano. 
  • ¿Por qué con Atrapasueños? ¿ es necesario fomentar las cooperativas a nivel cultural? 
Sí. Defiendo el modelo cooperativista de Atrapasueños. La idea de una cooperativa social y cultural, solidaria y de base, me parece genial para construir una alternativa real a las malas praxis que el mercado nos ofrece. 

  • El cante jondo forma parte de la cultura popular andaluza ¿el arte popular es necesario para conocer un pueblo y su historia? 
Claro. De hecho, creo que es la mejor manera de conocer nuestras raíces. Hay una maravilla en nuestra cultura que debemos recordar y conservar porque de ahí venimos y para mí es un orgullo enorme. 
  • Has sido una de las cantautora que más veces ha cantado a pie de fosa ¿Es necesario cantar a pie de fosa? 
No sé si es obligatorio pero, sin duda, cambia tu percepción para romper con los tópicos de “reabrir heridas”, “dejar a los muertos en paz”, “los herederos somos vengativos”. Todos los que han visto de cerca una fosa común sabe que en paz no están, precisamente en paz no están. Cientos, miles de huesos, unos encima de otros, mezclándose brazos con piernas… precisamente en paz no están. Y jamás, en ninguna fosa, he oído comentario alguno sobre venganza o revancha. Para mí fue necesario cantar al principio en la fosa para aprender de primera mano todo lo que pasaba. Ahora, se ha convertido en un acompañamiento a la familia durante todo el proceso de exhumación. 



  • La memoria no es solo cosa del pasado ¿ Cómo podemos involucrar a las nuevas generaciones? ¿ qué papel debe tener el cantautor? 
La música tiene esa fuerza que otras artes no tienen porque se puede acceder a ella en cualquier lugar y todo el mundo oye algún tipo de música. Ojalá consigamos transmitir nuestros mensajes en estilos que sean atractivos y llegar a ellos para que puedan seguir construyendo un futuro limpio para los demás. 
  • ¿Los españoles somos un pueblo desmemoriado? 
El mundo, en general, cada vez quiere recordar menos. Puede ser que duela mucho, pero es que es necesario. Es cierto que, si no hacemos el esfuerzo de la Memoria, es muy probable que cometamos los mismos errores una y otra vez. En general, la gente no quiere ser pobre, reniegan de su clase por tener un coche, un ordenador, un móvil… pretendiendo ser una clase media que no existe y que nos lleva a ser esclavos del capitalismo más salvaje. Pero también somos muchos los que no nos resignamos a vivir así y exigimos el deber de Memoria para con los nuestros, los que quisieron olvidar y que tiene más dignidad que cualquier postmoderno. 


  • Andalucía fue una de las regiones más castigadas durante la guerra y posteriormente: Queipo de Llano, la desbanda,  la columna minera…  la derecha quiere olvidar lo que pasó  ¿¿qué papel deben tener las organizaciones y los cantautores en particular para evitar que esto pase? 
Precisamente el que te estoy contando. Tenemos que recuperar nuestra memoria porque es nuestro derecho a conocer y nuestro deber de memoria. Es una obligación, para los demócratas, la defensa de los derechos humanos universales y los cantautores tenemos que preservar esa obligación durante toda nuestra carrera. 


  • ¿Quiénes son las 17 rosas de Guillena? 
Las 17 rosas de Guillena fueron un grupo de mujeres detenidas en agosto de 1937 como represalia o presión para conocer información sobre sus padres, maridos, hijos o hermanos que estaban, en su mayoría, huidos del pueblo tras la entrada de los fascistas el 26 de julio de 1936. Unos meses después, entre el 4 y 5 de noviembre de 1937, la legan en camión al pueblo vecino de Gerena donde las asesinan y entierran en una fosa común. Tras años de búsqueda de información, pudimos exhumar su fosa y ponerles nombres y apellidos tras el análisis de ADN. Hoy descansan en Guillena, en un panteón en el cementerio municipal. 


  • ¿Quién era Manuel José García Caparrós? ¿Por qué debemos recordar el 4 de diciembre? 
Andalucía ha sido históricamente una tierra muy rica. Buen ejemplo de ello han sido la cantidad de pueblos que pasaron y se asentaron por aquí; además de ser la puerta sur de Europa. Pero el andaluz, contra todos los tópicos, no ahoga su rebeldía con ferias y carnavales sino que lucha y se posiciona en su lugar.  Un gran ejemplo de ello fueron las masivas manifestaciones por la autonomía del 4 de Diciembre de 1977, cuando muerto ya el dictador, se pretendía hacer de Andalucía algo así como una hermana pequeña a la que hay que tutelar. El pueblo andaluz festejó en manifestaciones por todas las ciudades con garras y alegría. Esa alegría se tiñó de luto cuando a algún policía franquista se le fue la mano al gatillo y disparo contra los manifestantes en Málaga. Uno de esos disparos fue al cuerpo de Caparrós. Fue él como pudo ser cualquiera de la manifestación, pero quiso el asesino que un joven trabajador de las cervezas Victoria dejara de vivir por gritar: ¡Viva Andalucía Libre


  • En tus canciones pones voz a las mujeres. A lo largo de la historia las mujeres han sido silenciadas y relegadas a un segundo plano ¿las canciones pueden ayudar a conocer su historia? 
Las mujeres son parte de la historia por los que es de justicia recordar sus historias al igual que se ha hecho con los hombres. Con mis canciones intento romper ese silencio que se impuso por el único motivo de ser mujer. Además, es penoso para nosotros haber perdido tanto tiempo y haber dejado de conocer obras maravillosas escritas por mujeres simplemente porque la norma de entonces (por supuesto, machista) omitió su existencia. 


  • ¿crees que tus canciones pueden ayudar a las nuevas generaciones a conocer su historia y su memoria reciente?  
Ojalá. Yo hago canciones para eso. Siempre digo que el día de mañana no quiero que me recuerden a mí, ni mi nombre, ni mi historia, sino que me encantaría que cantasen mis canciones porque las consideren necesarias. Si conseguimos que algunos jóvenes, aunque sean pocos, presten un poco de atención en nuestros mensajes, tendremos la herencia asegurada. No es fácil hacer una grieta en la televisión, los móviles y el resentimiento, pero tenemos que hacerlo, porque ellos han ganado, pero no nos han vencido. Aún hay esperanzas. 




Sembrando semillas de memoria en una tierra arrasada
usando con herramientas la voz y la palabra
como Blas de Otero, vas recordando la memoria
a un pueblo oprimido y silenciado

en tu Andalucía que tanto sufrió por aquellos militares traidores
que regaron con con la sangre del pueblo sus tierras
haciendo florecer rosaledas cada primavera
que recuerdan cada año el dolor y los horrores

que padecieron aquellos que perdieron
y que callaron y agacharon la mirada, silenciados y oprimidos 
callando la injusticia y la venganza de los que vencieron
que intentaron borrar lo que hicieron en el pasado como si no hubieran existido

Con tus canciones y tus tañidos vas abriendo las mentes y los corazones
recordando qué pasó y el dolor que sufrieron los perdedores
abriendo las mentes y las fosas que recuerdan donde había más y mejores,
donde se ahogaron los sueños y esperanzas de un pueblo y sus revoluciones

Recordando todos los nombres de épocas pasadas
semillas que esperan que la primavera abra
sus flores creando un manto rojo de historia
que cuente lo acontecido en el pasado

verdades escondidas que salen a la luz en cada acorde y cada canción
de esa guitarra guillenera  que canta verdades escondidas y olvidadas
escondidas en la tierra y olvidadas por el tiempo y la sociedad
que florecen cada primavera como diecisiete rosas 

recordando el dolor, la muerte y la represión 
que sufrió la tierra y el pueblo en una época cercana ya pasada 
pero nunca olvidada, donde lucharon y murieron por la libertad
libertad sepultada y enterrada por numerosas y olvidadas fosas

lunes, 1 de febrero de 2021

JUANA FRANCISCA RUBIO

El cartelismo político es la vertiente del cartelismo que se enfoca a la propaganda política. El cartel político es un instrumento gráfico y visual eficaz para la transmisión de las ideologías. Ha sido definido como "un grito en la pared" que atrapa la atención y obliga a percibir un mensaje. Durante todo el siglo XX se ha utilizado como herramienta de propaganda política de cualquier régimen político, democrático o autoritario; pero sobre todo destacó su uso en las dos guerras mundiales y durante el periodo de entreguerras, cuando los soviéticos, fascista y nazi lo utilizaron con profusión y eficacia, al igual que ambos bandos de la guerra civil española.

Con el paso del tiempo, los carteles políticos han traspasado su finalidad: de dar un mensaje claro se han convertido en el reflejo de una época y de una historia reciente, convirtiéndose en obras de arte. En el caso español el ejemplo más claro son las composiciones de la Guerra Civil. Montadores como Renau, artistas como Picasso o Miró pusieron su arte al servicio de la república y de la defensa de la democracia. Pero también pintoras e ilustradoras como Juana Francisca Rubio, Paquita.

Cartel realizado por Juana Francisca Rubio García 

Juana Francisca Rubio

Todo el mundo la conocía como “Paquita”, pero su nombre completo era Juana Francisca Rubio, y, a pesar de ser una de las mejores cartelistas de su época, la Dictadura la silenció. Nació en Madrid, el 27 de diciembre de 1911 y murió también en Madrid, el 28 de enero de 2008 a los 96 años, y sin que nadie recordara su labor artística como era debido. Su posicionamiento del lado de la República supuso el borrado de su nombre de libros y museos, hasta hace bien poco.

Descubrió que le gustaba el dibujo cuando era una niña y, a la salida del colegio, se fijaba en los carteles de Federico Ribas, que eran los que anunciaban los productos de Gal. Luego ella trataba de imitarle. También le gustaba Rafael Penagos y Méndez Bringa, que para ella, 'era un plato fuerte', según sus propias palabras.

Juana Francisca Rubio García 


De su taller salió una gran parte importante de los carteles que se pegaron por las calles de España durante la Guerra civil. El taller se llamaba La Gallofa, pertenecía a las Juventudes Socialistas Unificadas (la agrupación que surge de la unión de las juventudes socialistas y comunistas) y al frente de él se encontraba el marido de Paquita, el también pintor José Bardasano. Aunque ni José ni ella eran cartelistas sino pintores, decidieron poner su maestría en el dibujo al servicio de la República y muchos de los carteles que producían eran estrechas colaboraciones de la pareja. En un primer momento, la sede del taller estaba en la Gran Vía. Y la imprenta, en la cuesta de San Vicente. Más tarde, La Gallofa se trasladó al palacio March, un edificio pegado a la actual fundación que lleva ese nombre, en pleno barrio de Salamanca. En aquellos tiempos, se había convertido en la sede del Partido Comunista. 

En 1930 se incorporó a la sección de Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Instrucción Pública en calidad de técnico. Paralelamente inició su formación artística, que hasta ese momento había sido autodidacta, con el pintor José Francés. Cinco años después, Paquita inauguraba su primera exposición en el Liceum Femenino de Madrid. Ese mismo año también expuso en el Patronato de Turismo de París.
 
Además de ser de las Juventudes Socialistas Unificadas, Paquita estaba vinculada a la Unión de Muchachas, perteneciente a las Juventudes Socialistas Unificadas, y a la Unión de Mujeres Antifascistas. Muchos de sus carteles iban dirigidos a la mujer, para animarlas frente a la Guerra.

Aquella época de La Gallofa fue muy intensa. Trabajaban sin descanso, produciendo hasta un cartel diario. La Gallofa se trasladó a Valencia junto al Gobierno de la República. Allí fue también el matrimonio Bardasano que ya tenía una niña. En Valencia, Paquita siguió trabajando y encontramos colaboraciones para la Unión de Muchachas de Valencia. Sin embargo el compromiso antifascista de Paquita y José, les llevó a volver a Madrid para seguir trabajando en La Gallofa. Tras dejar a su hija a salvo en Valencia, el matrimonio volvió a su ciudad natal para seguir produciendo carteles. Paquita realizó ilustraciones para ilustraciones para el álbum Mi Patria sangra, el periódico Frente Universitario, organizaciones como Muchachas de Madrid, o publicaciones de guerra, como Espartacus o Companya. Cuando Madrid cayó en manos de los sublevados, La Gallofa se reubicó en Valencia y con ella, Paquito y José, que se reunieron allí con su hija.

Decidieron exiliarse a Francia, cruzando los Pirineos, tras desplazarse a Barcelona en tren. Un camino duro y lleno de amenazas, pero aún así era su única oportunidad. Por desgracia, fueron detenidos mientras intentaban cruzar la frontera. Los datos no están claros y hay quien afirma que Paquita y su hija fueron enviadas a un campo de concentración, otros que lograron escapar hasta llegar a París. Lo que sí se sabe con certeza es que José fue internado en el campo de concentración de Argelès sur Mer. Paquita comenzó a luchar por la liberación de su marido, que finalmente consiguió. Inmediatamente se embarcaron en el buque Sinaia, en una travesía de casi un mes, que les llevaría a México.

En México, Paquita siguió trabajando como cartelista y también como ilustradora para cuentos infantiles así como para diseños de moda y productos de belleza. También se dedicó a la docencia y dio clases de pintura.

En México estuvieron veinte años, hasta que en la década de los 60, y estando José con salud delicada, decidieron volver a Madrid. En la capital, Paquita comenzó a exhibir su obra discretamente hasta que, tras la muerte de José en 1979, decidió no mostrar más sus trabajos públicamente.

En 1964, se le concedió la Cruz al Mérito de Sciences et Letres de Francia y en 1966, la Primera Medalla de Dibujo y Pintura del Salón de Otoño de Madrid.