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POEMAS, CUENTOS Y ESCRITOS REVOLUCIONARIOS DE DANIEL FERNÁNDEZ ABELLA is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License. Para utilizar primero y siempre sin ánimo de lucro ha de consultar al autor. Daniel Fernández Abella todos los derechos reservados.

domingo, 28 de abril de 2024

LOS INICIOS DE LA EXPANSIÓN EUROPEA

A partir del Siglo XIII los europeos comienzan a extender su poder e influencia sobre Asia y África para terminar a fines del siglo XV incorporando a América a sus mercados y a sus necesidades de consumo. El desarrollo del comercio y la economía europeas aumentaron la necesidad de los europeos de disponer de metales preciosos para acuñar monedas. Este fue uno de los motivos de la expansión. Además querían eliminar a los costosos intermediarios y llegar directamente ellos a las fuentes de producción de los valiosos productos orientales.


Causas de la expansión europea

Las motivaciones mentales y materiales de la expansión

Durante los siglos XIV y XV se producen en Europa Occidental una serie de mejoras tanto en agricultura como ganadería que conduciría en el siglo XIII a una mayor producción de cereal que hará disminuir el hambre y una mejor utilización de la fuerza animal. en cuanto al transporte, la carreta de dos ruedas se sustituye por la de cuatro, lo cual facilitará el transporte masivo de mercancías a partir del siglo XIII. La mayor difusión de la moneda y los mercados da paso a una economía más abierta, con intercambios comerciales de todo tipo. Durante los siglos XI y XII se produce el mayor crecimiento de Europa hasta la revolución industrial.

La península escandinava inauguró la expansión de Europa con los primeros establecimientos noruegos en Groenlandia (finales del siglo X) y, hacia el año 1000, con el descubrimiento de Vinland. Entre 1200 y 1350 se produce un enfriamiento del clima en Europa que produce un retroceso de la expansión escandinava. Sin embargo, será la Europa del sur la que retome y culmine la expansión marítima, concretamente Portugal y Castilla. Estos dos reinos supieron aprovechar las técnicas comerciales mediterráneas ( de genoveses, catalanes y mallorquines, que monopolizaban el comercio de los puertos del mediterráneo hasta Flandes), y la experiencia en las técnicas de navegación atlántica y la fortaleza de los barcos.

En esta expansión, aunque inicialmente partía de motivaciones de un grupo reducido de personas, sus consecuencias afectarán, de forma expansiva, a toda Europa. entre los diversos motivos encontramos la expansión del cristianismo o el freno de la expansión musulmana y el establecimiento de cabezas de puente como futura labor evangelizadora. Frente a las motivaciones religiosas, había otras de tipo político-económico..

El primer motivo económico de los descubrimientos fue el control de las fuentes de oro para deshacerse de los intermediarios marroquíes que, desde el siglo II, lo transportaban desde el África negra. El oro del Sudán entraba en Europa a través del Magreb, transportado por dromedarios que atravesaban el Sáhara como pago por los productos importados de Europa, especialmente telas finas. la riqueza del imperio de Malí estaba basada en este importante comercio caravanero.

A lo largo del siglo XV; el oro desapareció casi por completo de Europa y de la Península Ibérica, debido al comercio con Oriente, con lo que su reposición se convirtió en uno de los principales objetivos de las economías nacionales. de Oriente procedían las ricas telas de seda, los damascos y las especias.

DeSde finales del siglo XIII, todo este comercio estaba monopolizado por Venecia y Génova , gracias a sus alianzas con Bizancio y con el kanato de Persia, por parte de Génova y con el Egipto de los mamelucos por parte de Venecia. las rutas terrestres, de modo intermitente, estaban cerradas debido a las convulsiones políticas y militares que sufría el próximo oriente, especialmente a  finales del siglo XIV tras la aparición de Tamerlán, sustituyéndose por rutas marítimas.

Nuevas técnicas de navegación

Los barcos

A finales de la Edad Media se empleaban dos tipos de navíos: la galera, en el Mediterráneo, navío ligero, alargado, rápido, fácil de maniobrar, movido a remo y a vela, pero no apto para transportar cargas pesadas o voluminosas; y la coca, en el atlántico y mares septentrionales, un tipo de navío redondeado, panzudo, lento, poco manejable y a vela, pero que es muy apto para el transporte de cargas pesadas y voluminosas. La galera desaparecería como navío de transporte, subsistiendo como navío de guerra. Las cocas, sin embargo, fueron perfeccionándose con el tiempo, imitando a la galera, resultando a principios del siglo XV en la carabela: se trataba de un velero largo, de poco calado, con tres mástiles de los que colgaban velas. El mástil central tenía, en la parte más alta, una cofa en forma de cesto para el vigía.

La carabela resultó ser el navío idóneo para los descubrimientos, siendo la rapidez su principal característica: sin embargo, la falta de quilla hacía que la carabela no navegara bien contra el viento, ya que hacía que se perdiera fácilmente a la deriva.


Cartas y portulanos

Hasta finales del siglo XVI, se empleaba la navegación astronómica, que solo tenía en cuenta la medida astronómica en grados mediante el uso del astrolabio, tomando como referencia la estrella Polar u otros astros.

La cartografía altomedieval es muy escasa hasta que empieza a aparecer la Geografía de Estrabón y las obras de autores árabes, especialmente de Al-Idrisi y de Al-Magribi, obras que fueron traducidas en españa e Italia. ya a partir de los siglos XII y XIII, empiezan a elaborarse mapas del Mediterráneo bastante más precisos.

La principal fuente de información para la elaboración de estos mapas corresponde a los cuadernos de a bordo en los que los capitanes de las naves anotaban los puertos, las rutas a seguir, las distancias y cualquier información útil para la navegación: estos nuevos mapas se denominaron portulanos, ya que, en el perfil de las costas, aparecía el nombre de cada puerto, así como los principales accidentes geográficos y los rumbos a seguir, en relación con los cuatros vientos dominantes y teniendo presente la declinación respecto al norte magnético. Estos cuatro vientos dan lugar a los dieciséis de la Rosa de los Vientos, de las cartas del siglo XIII, que darán lugar a los treintas y dos rumbos sobre los que,a su vez, mediante un ejercicio de triangulación, se lograba calcular el avance efectivo del barco. Los vientos son: Levante, Poniente, Mediodía, Tramontano, Griego, Xaloc, Lebeche y Maestre.

A partir del siglo XIV, las cartas de navegación o portulanos se van perfeccionando y van incorporando cada vez más información para facilitar su uso: este tipo de cartas son conocidas como náutico-geográficas, mientras que las que describen únicamente la línea costera y se limitan a reproducir sólo los accidentes que se ven desde el mar, son las consideradas puras. Son famosas la Carta pisan de 1290; la del genovés vesconte o la del mallorquín Angelino Dulcert de 1339. La escuela mallorquina y sus cartas gozan de gran prestigio.


Los instrumentos de navegación

Para poder trazar el rumbo de la nave, debía conocerse los ángulos que los vientos, representados en las cartas, formaban entre sí. Esta tarea la realizaban los noacheros sirviéndose del compás, que media y trasladaba las distancias en la carta marina, y de las tablas de navegar, llamadas de Martelagio, que servían para indicar la posición en el mar, respecto al rumbo deseado: las primeras Tablas de Martelagio documentadas datan de 1436 y se localizan en el atlas de Andrea Bianco.

Cuando los marineros no tenían ningún tipo de referencia geográfica, solo contaban con la referencia astronómica , navegando a alestiam, basándose en conocimientos técnicos y empíricos proporcionados por la experiencia y en la información proporcionada por la aguja de marear, primero y en la brújula después. la aguja de hierro, imantada con calamita, indicaba el norte magnético. su uso para la orientación proviene de china, siendo los árabes quienes lo difundieron por el Mediterráneo: la brújula fue un perfeccionamiento en el uso de la aguja de marear, ya que en aquella la aguja se mantiene sobre un pivote, que se coloca en el centro de un círculo graduado, rosa de los vientos, y protegido dentro de una caja: su uso se generalizó en la primera mitad del siglo XIV.

En el siglo XIII, los marineros se percataron de que el polo astronómico, indicado por la estrella Polar no coincidía con el polo magnético, indicado por la aguja de marear y la brújula, por lo que había que corregir el desajuste: la observación astronómica era de gran importancia, ya que la altura de las estrellas y el ángulo formado con el observador, indicaba la altitude en la que se encontraba la nave.

El astrolabio era un instrumento que representaba la bóveda celeste y servía para fijar la posición y el movimiento de los astros: su uso fue casi exclusivamente terrestre, siendo el cuadrante (una especie de astrolabio plano) el instrumento que se usaba en el mar, para calcular la posición de los astros y conocer la hora. Se utilizaba también el sextante, que era el cuadrante simplificado de sesenta grados.



Viajes y viajeros medievales

En la Antigüedad hubo dos momentos de esplendor, que coinciden con Alejandro Magno (323 AC) y con el reinado de los Antoninos (siglo II). Tras la separación del Imperio Romano, la Parte Occidental verá más dificultado su contacto directo con Oriente, debido a la interposición de bizantinos y musulmanes. venecianos y genoveses son los únicos europeos que consiguieron mantener ese contacto.

Desde finales del siglo XI; el lejano Oriente estaba comunicado con occidente a través de cuatro grandes vías o rutas, dos terrestres y dos marítimas: la más septentrional de las terrestres comunicaba China con el mar Negro y transcurría a lo largo de las estepas del sur de Siberia, desembocando en Trebisonda (en el mar Negro). La otra transcurría a través del Turquestán desembocando en basara: la más antigua de las rutas marítimas ponía en contacto la India y el sudeste asiático con el Golfo pérsico, desde donde, a través de Arabia, se transportaban las mercancías hasta los puertos palestinos y sirios. la más reciente ponía en contacto la India y el sudeste asiático con el mar Rojo y desembocaban en los golfos de Suez y Áqaba, reduciéndose al máximo el transporte terrestre. las rutas terrestres, a pesar de ser las más utilizadas por los viajeros medievales, eran las más lentas y expuestas a toda clase de peligros: estos contactos contrbuyeron a un enrequcecimeitno del escaso conocimiento que en europa se tenía sobre Asia y el mundo musulmán.

Tanto los relatos de estos viajeros por asia como los de peregrinación proporcionaron muy variada información (geográfica, etológica, sociológica, económica, política, etc) que ha hecho de ellos un género literario propio, el de los Libros de Viajes.

Viajeros musulmanes

El viajero musulmán, a diferencia del cristiano, tuvo siempre buena reputación, ya que las peregrinaciones y la hospitalidad eran elementos básicos de su religión y cultura. además, la existencia de una lengua común facilitaba los desplazamientos. Rhila (memorias de viaje) es el nombre que se da en el mundo musulmán a los libros de viajes. Los autores más destacados fueron el granadino abu Hamid al-Garnatí, considerado el iniciador de la Rhila; el valenciano,Ibn Yubayr al Balansí, que aportó información sobre Egipto, Palestina, Irak, Arabia; Siria y Sicilia, y, el autor más renombrado, el tangerino Ibn Batuta, que recorrió más de ciento veinte mil kilómetros en 30 años visitando casi todos los países musulmanes. la difusión de su Rhla es comparable a la que tuvo Marco Polo en el mundo cristiano.

Entre la larga lista de viajeros musulmanes, merece especial mención el marroquí Hasan al Wazzan al Fasi, conocido como León el Africano, que vivió y se educó en Fez. Fue capturado por piratas, fue vendido y entró al servicio del Papa León X, para quien escribió un relato en italiano sobre la Descripción de África y de las cosas notables que hay allí, que constituyó, durante mucho tiempo, la fuente de noticas más importante sobre el África Negra o Sudán.

Entre los viajeros judíos que nos han aportado información sobre la vida y costumbres de los judíos en Europa medieval, encontramos a Ibrahim Ibn Yaqub, que recorrió gran parte de Europa, llegando hasta Polonia. El español Benjamín de Tudela recorrió el Mediterráneo, Francia, Italia, Jerusalén, Bagdad y Egipto; aportó numerosas noticias sobre las aljamas judías que lo acogieron, así como su buena relación con las autoridades musulmanas y cristianas que visitó.

Ibn Batuta


Viajeros europeos

Hasta el siglo XIII, el viajero mítico por excelencia fue Alejandro Magno. En época medieval, las cruzadas avivaría la curiosidad por conocer Asia, aunque, en realidad el contacto nunca rebasó el más cercano Oriente Próximo. Todo cambió a raíz de la aparición del imperio mongol y de las conquistas de Gengis Khan; de la derrota de los rusos en el río Kalak (1223); de la toma de Kiev (1240) y la presencia de la avanzadillas mongolas en Hungría; Polonia y Austria (1241) y de la definitiva pérdida de Jerusalén (1244). en este contexto circularon muchas leyendas y porfecías: la existencia del preste Juan (personaje mítico que sería una especie de rey-sacerdote cristiano cuyo reino se situó primero en la India, donde había cristianos nestorianos, después en Etiopía al existir allí cristianos coptos, y finalmente en Asia Central; el despertar de los legendarios pueblos de Gog y Magog, mencionado en la Biblia y en el Corán; la posibilidad de convertir a los mongoles, etc. Estas leyendas y profecías hicieron que el papa Inocencio IV mostrara públicamente su preocupación y su interés por la desconocida Asia en el IV concilio de Letrán (1245), donde se decidió enviar una misión oficial a partir de la cual frecuentarían sus viajes a Asia, hasta que el ascenso de la dinastía Ming (1368) puso fin a su presencia en aquellas tierras.

La gran saga de viajeros se inicia con Juan Carpino, monje franciscano enviado por Inocencio IV a la corte del gran Khan en una misión diplomática y de espionaje, en la que se pedía el fin de los ataques a Europa y la conversión de su pùeblo. A través de Polonia, Hungría y Kiev, llegó a al capital mongola, karakorum. Regresó en 1247 con una carta en papel de Guyk al Papa en la que le instaba a prestarle acatamiento. Narró su viaje en una Historia Mongalorum y en un Liber Tartarorum, que fueron las primeras notica fiables llegada a Europa sobre la vida y costumbres de los mongoles. En 1247, el papa Inocencio IV volvió a enviar otra misión, esta vez a cargo del dominio Nicolás Ascelino, pero, en el campamento de Batú, sería reenviado a Europa (1248). Fray Simón de San Quintín escribió una Historia Tartarorum.

De naturaleza distinta fue la embajada que Luis IX de Francia envió al gran Khan, al mando del franciscano Guillermo de Rubruk, en la que se proponía una alianza estratégica contra los musulmanes. Escribió un Itinerarium fratis Willielmi, en el que aporta numerosos datos sobre la vida y costumbres de los mongoles, constituyen la mejor fuente de información sobre este pueblo. El franciscano Juan de Montecorvino fue enviado a al corte de Kubilia Khan a petición del khan de Pesia, con fines evangelizadores. salió de Venecia en 1289 y llegó a Pekín, ciudad en la que permaneció hasta su muerte. Desde allí escribió numerosas cartas en la que cuanta las costumbres chinas.

El hombre medieval era un homo viator (viajero), tanto en el plano espiritual (camino hacia la vida eterna), como material (peregrinaciones, rutas comerciales, …)

Fue muy famoso el Libro de Alexandre del siglo XIII, que hablaba de un Oriente lleno de prodigios y fábulas. Los relatos del mundo musulmán eran ignorados en Europa, y aunque las Cruzadas avivan la curiosidad por Asia y mitigan en parte este desconocimiento, el contacto nunca rebasó el Oriente Próximo. 

Marco Polo: vida y viajes

El viajero más famoso de toda la Edad Media fue el veneciano Marco Polo (1254-1324). Su padre y su tío habían estado en la corte de Kubilai Khan por motivos comerciales, y a su regreso trajeron una carta al Papa en la que le solicitaba gente instruida. Volvieron a China llevando al joven Marco en 1271, que se ganó el favor del khan y realizó para él varias misiones.El viaje de una princesa mongola a Persia para casarse con su khan felicitó su regreso. Finalmente, tras veinticuatro años ausentes,  regresaron a Venecia en 1295. Tras caer cautivo de los genoveses, Marco Polo dictó a Rusticello de Pisa su relato en provenzal Libro de las Maravillas del Mundo, 11 misiones o Viajes de Marco Polo que se convirtió en el best-seller de la Edad  Media y convirtió Catay (China) y Cipango (Japón) en tierras míticas llenas de riquezas. Tras la caída de Constantinopla se dificultó el acceso terrestre.

También hubo viajeros de órdenes religiosas, especialmente misioneros dominicos y franciscanos. El franciscano Juan de Marignoli fue arzobispo de Pekín. El dominico Jordán Catalá de Sévérac fue el primer obispo en la India (diócesis de Quilón), recogiendo información de la flora y fauna en su obra Mirabilia desciripta. El franciscano Oderico de Pordenone recorrió persia, india; sumatra y chian y fue el primer europeo que entró en el Tíbet.

Marco Polo

Viajeros españoles

Además de viajeros musulmanes y judíos de origen español, también hubo viajeros cristianos como el franciscano Fray Pascual De Vitoria que realizó un viaje a Tartaria en 1342.

En el siglo XV se producen dos grandes viajes por españoles: Entre ellos destaca la embajada que Enrique III de Castilla (1390-1406) envió a Bayaceto y que fue testigo de la derrota de los cruzados en Nicópolis (1396). Posteriormente envió una embajada a Tamerlán, que contempló la derrota a Bayaceto en Ankara (1402) y que regresó con una embajada de Tamerlán y parte del botín capturado a los turcos. 

El rey castellano le contestó con otra embajada (1403-1406) al frente de la cual se encontraba Ruiz de Clavijo, que relató fielmente su viaje en Embajada a Tamerlán.  Durante el reinado de Juan II de Castilla (1406-1454) el caballero cordobés Pedro Tafur también recorrió diversos países del Mediterráneo y Europa. 

La salida al Atlántico

La apertura del estrecho de Gibraltar

Hasta la segunda mitad del siglo XIII las comunicaciones entre el Mediterráneo y el Atlántico  estaban dificultadas porque ambas orillas del Estrecho estaban en manos musulmanas. A medida que las  ciudades andaluzas eran liberadas, colonias de genoveses se instalaban en ellas (Sevilla, Algeciras, Tarifa,  …) y pugnaban por abrir una vía marítima que les comunicara directamente con Flandes e Inglaterra. 

Los genoveses fueron los primeros en organizar una flota de carácter anual que atravesaba el Estrecho (1377): aunque el transporte de mercancías hacia el norte de Europa a través de las rutas alpinas no cesó, pronto se generalizó el  comercio a través del Estrecho. Una vez abierta la ruta del estrecho, naves catalanas, mallorquinas, venecianas cántabras y vascas lo cruzarían con frecuencia.

Genoveses, mallorquines y catalanes

La apertura del paso hacia el Atlántico abrió la posibilidad de llegar a la India bordeando África, ya  que se admitía en algunos círculos la esfericidad de la Tierra. 

A principios del siglo XIV se descubren para Europa Madeira y las Islas Canarias, y poco después  las Azores, y dada la resistencia de los barcos y las técnicas de navegación podían alcanzarse sin escalas.  Lancelotto Malocello descubrió las islas Canarias en 1312 y fueron dibujadas en el atlas del cartógrafo mallorquín Dulcert. madeira fue descubierta a principios del siglo XIV por una expedición de genovese y florentinos.

Tanto catalanes como mallorquines mantenían un intenso comercio con el Magreb occidental y con su vertiente atlántica, con intercambio de tejidos, cereales y esclavos, y habían llegado incluso a Malí. 

El desarrollo de la técnica y de los medios náuticos hicieron posibles los grandes viajes, pero necesitaban un  ingente aporte económico que solo podían ofrecer las Coronas de España y Portugal. Los italianos y catalano-baleares se encontraban por contra muy lejos de sus bases. 

Las grandes exploraciones portuguesas y castellanas del siglo XV

La familiaridad de portugueses y castellanos con el Atlántico y su situación ayudaron a  esta tarea. Franceses e ingleses tenían los mismo medios técnicos y humanos pero no las misma motivaciones estratégicas, políticas ni comerciales, incorporándose a lo largo del siglo XVI a la tarea de exploración y colonización.


Las Islas Canarias

Tras el descubrimiento en 1312 y las frecuentes visitas, se emprendió su colonización en 1402, empezando por las más pequeñas (Lanzarote, por iniciativa de Juan de Bethencourt y Gadifer de la Salle) y terminando por la de Tenerife en 1496. La expedición de 1402 fue iniciativa del normando Juan de Bethecourt y de gadifer de la salle. Ocuparon la isla e Lanzarote pero la falta de hombres hizo que la expedición buscara refuerzos y se acogiera a la protección del rey Enrique III.Fuerteventura (1403) y el hierro (1406) fueron conquistados y Gran Canaria y Tenerife fueron conquistados por los Reyes Católicos, debido a la fuerte resistencia guanche. 

La conquista de Madeira y las Azores se hizo sin contratiempos por la falta de población autóctona.  Se llevó mano de obra esclava para atender el cultivo de caña de azúcar recién implantado. 

Guanches

Las rutas portuguesas en África. Don Enrique el Navegante

El establecimiento en Portugal de la dinámica Casa de Avís (1383) y su afianzamiento frente a Castilla tras la batalla de Aljubarrota (1385), además de favorecer un sentimiento nacionalista hizo que  las fuerzas mercantiles de la zona pensasen en establecer una cabeza de puente en Ceuta para controlar  el territorio marroquí, dadas las dificultades de los Meriníes, y el paso del Estrecho, ya que la parte  peninsular estaba en manos de Castilla. Los comerciantes portugueses frecuentaban los puertos marroquíes, de donde traían cereales, de los que era deficitario Portugal. La necesidad de establecer una cabeza de puente en Ceuta desde donde pudiera emprenderse la conquista del territorio marroquí y controlar el paso del estrecho era clave para la navegación.

Para llevar a cabo estos planes primero se firmó un tratado de paz con Castilla (1411) y luego se  consiguieron los beneficios de la Cruzada (1413). La toma de Ceuta (1415) inició una etapa de grandes  exploraciones portuguesas que culminó al doblar el Cabo de las Tormentas en 1488. 

Todas las actividades de la Corona fueron dirigidas por el infante Don Enrique el Navegante (1394- 1460), tercer hijo de Juan I. Fundó en Sagres una escuela de cartografía y de estudios de náutica y desde allí dirigió la conquista de Madeira y las Azores. 

Enrique el Navegante

Tras el fracaso de la toma de Tánger (1437), se abandonó la idea de la conquista de Marruecos y  se pensó entonces en el establecimiento de una serie de plazas fuertes que apoyaban a la navegación y al comercio, las fuentes de otro y los esclavos. Se estableció un tráfico regular de oro y esclavos sin intermediarios con grandes beneficios tras franquear el Cabo Bojador (1434) y el cabo Blanco (1441), tryanedo el primer grupo de esclavos negros y creando el fuerte de Arguim (1448). En 1444 es llegó a la desembocadura del río Senegal lo  que provocó que castellanos y franceses intentasen seguir sus pasos. En 1455 el papa Nicolás V reconoce  el derecho exclusivo de Portugal a las exploraciones africanas, lo que motivó que Colón planteara su viaje  a las Indias a través del Atlántico. 

La llegada de los portugueses al África Negra hizo que que castellanos, franceses y genoveses intentaran seguir sus pasos. La Bula Romanus Pontifex que le otorgó el Papa Nicolás V en 1455, reconoció el derecho exclusivo de Portugal a las exploraciones africanas. entre 1460 y 1475, taras franquear Sierra leona se inspeccionan dos mil kilómetros de costas.

Después de la muerte de Don Enrique se traslada a Lisboa el Trauto de Arguim, la Compañía que  dirigía todas las exploraciones y se funda en Ghana la fortaleza y la factoría La Mina, que pasa a centralizar el tráfico de esclavos. En 1482 se fundó en la costa de Ghana, la fortaleza y factoría de la Mina que, junto al de Arguim, fueron los centros principales del control de comercio de esclavos y oro africanos.

En el Tratado de Alcaçobas en 1480 firmado por los Reyes Católicos y Alfonso V de Portugal, se reconoce a Castilla la posesión de las Islas Canarias y se le prohíbe navegar más allá del Cabo Bojador, mientras que Portugal se queda con Madeira y Azores y todo lo que haya al sur de dicho cabo. el pap Sixto IV sancionó lo acordado mediante la bula Aeterni Regis (1481) y confirmó lo establecido en la Romanus Pontifex (1455) de Nicolás V. Alejandro VI solucionó esta cuestión definitivamente mediante su famosa bula Inter caetera (1493) y, finalmente, el Tratado de Tordesillas (1494) situó una línea de demarcación a 370 leguas de las Azores, en la que se adjudica a España todo lo situado al oeste de dicha línea y a Portugal el este, quedando así Brasil en manos portuguesas. Los portugueses pusieron sus padroes o mojones de piedra indicando las tierras conquistadas y descubiertas a lo largo de las costa africana.

En 1487 Bartolomé Díaz inició el viaje a la India bordeando África, y consiguió doblar el Cabo de   las Tormentas, al que denominó de Buena Esperanza a su regreso en 1488. También se investigaron las  rutas a través del Mediterráneo y el Mar Rojo. A fin de obtener información de la costa oriental de África y  de la India, el monarca portugués había enviado en 1487 expediciones comandadas por Alfonso de Paiva y Pedro de Covilha por el Mediterráneo. Colvilha llegó a la India mientras que su compañero murió en la empresa. A su regreso de la India; Colvilha se dirigió desde Adén hacia els ur llegando en 1491 a Sofala (Mozambique)

En 1497 Vasco de Gama comunicó por primera vez vía marítima Europa con la India. A la altura de Sierr Leona se dirigió hacia el oeste, emprendiendo una enorme volta que casi lo llevó hasta Brasil, para posteriormente dirigirse hacia el cabo de Buena Esperanza. En Mozambique, contrató a un piloto árabe que le llevó a Calicut en la costa india de Malabar el 20 de mayo de 1498, volviendo a Lisboa en 1499. Poco a poco los portugueses fueron asimilando y conociendo los vientos y corrientes de la zona  atlántica, lo que les permitió aprovecharlos para, internándose en el Atlántico, aprovecharlos mejor para sus viajes. 



EL NUEVO MUNDO 

Los grandes avances técnicos y los conocimientos sobre los vientos (la volta y la gran volta) así como la afirmación de que la Tierra era redonda, hicieron madurar en Cristóbal Colón (Génova, 1451) la idea de viajar a Catay por Occidente. 

Colón llegó a Andalucía en 1485, y a través de los franciscanos de La Rábida, que  vieron en la aventura  la posibilidad de evangelizar nuevos pueblos,encontró en el duque de Medinaceli un valedor. En 1486 se entrevistó con los Reyes Católicos. Fernando no era partidario, pues deseaba  respeta los derechos de Portugal, pero la reina Isabel nombra una comisión.  En 1488 regresó Bartolomé Díaz con la noticia del hallazgo del paso hacia Asia, así como los informes desfavorables de la comisión, frenaron el proyecto. Colón volvió a ofrecer el proyecto a Francia e Inglaterra, pero fue otra vez rechazado.A finales de 1491, Colón insistió ante la reina Isabel, que estaba dispuesta a aceptar el proyecto. Pero en marzo de 1492 se produjeron desavenencias entre Colón y la Corona, aunque fueron solventadas en las Capitulaciones de Santa Fe (17-30 abril 1492) en las que se reconocía a Colón como Virrey, Gobernador General y Almirante, y el 10% de las riquezas de todo tipo, descontados los gastos, para él y sus sucesores. Lo desmesurado de lo concedido a Colón,trajo después más de 55 años de pleitos entre la familia de éste y la Corona. Los preparativos   duraron   tres   meses.   Los   hermanos Pinzón   y   los   Niño ayudaron a reclutar la tripulación y abastecer los tres navíos: Pinta, Niña y Santa María. El 3 de agosto de 1492 zarparán de Palos, y tras escala en Canarias, el viaje durará hasta el 12 de octubre, con la llegada a la isla caribeña de San Salvador. El itinerario seguido, marcará la ruta que durante más de trescientos años seguirán las flotas españolas. El genio y “errores” de  Colón hicieron posible el descubrimiento.


viernes, 26 de abril de 2024

EL DOMINIO DEL ISLAM A FINALES DE LA EDAD MEDIA. LOS REINOS AFRICANOS

Tras la conquista del norte de África por parte de los árabes musulmanes en el siglo VII, el islam se extendió por África occidental a través de mercaderes, comerciantes, eruditos y misioneros,De este modo, el islam se extendió por el desierto del Sahara y sus alrededores. Además, la religión llegó a África oriental cuando los comerciantes árabes cruzaron el Mar Rojo y, en una segunda oleada, se asentaron a lo largo de la Costa Suajili. A partir del siglo XIV hubo campañas militares contra los reinos cristianos de Nubia, por ejemplo, mientras que en el siglo XVIII los fulani musulmanes iniciaron una guerra santa en la región del lago Chad. También hubo una resistencia a veces violenta por parte de los partidarios de las creencias tradicionales africanas, como el animismo y el culto a los fetiches, los espíritus y los antepasados.

No obstante, durante al menos seis siglos, el islam se extendió en gran medida de forma pacífica y gradual allí donde había conexiones comerciales con el amplio mundo musulmán del sur del Mediterráneo, el Golfo Pérsico y el Mar Arábigo. La religión no fue adoptada de manera uniforme, ni tampoco mantuvo su pureza de origen, y muy a menudo coexistió con prácticas y rituales tradicionales. Con la religión llegaron también otras ideas, especialmente las relativas a la administración, el derecho, la arquitectura y muchos otros aspectos de la vida cotidiana.



Los estados islámicos del Magreb occidental y la Península Ibérica

Meriníes

Los meriníes deseaban alcanzar el poder y controlar a las tribus mediante su participación en empresas guerreras comunes, aunque necesitaban de una legitimación religiosa, por lo que intentaron reforzar el sentimiento religioso de la población y apoyaron a la doctrina malikí, recibiendo así el respaldo de los ulemas: emplearon la guerra santa en Al-Ándalus como propaganda política y fundaron grandes madrazas para el control de los estudios de las ciencias islámicas.

Tras la derrota frente a Alfonso XI en la batalla del Salado (1340) abandonaron la Península Ibérica dirigiéndose al Magreb. En 1337 conquistaron el Tremecén  a manos del gran sultán meriní Abu-I-Hasan, tras dos años de asedio. En 1347 organizó una campaña militar contra los Hafsíes de Ifriqiya que acabó con la toma de Túnez en 1347. Tuvo que regresar al magreb central para controlar revueltas de tribus bereberes. Tras revueltas de su propia familia, fue depuesto por su hijo Abu Inan, por lo que tuvo que exiliarse a la montaña, donde murió. El sultanato entró en decadencia a finales del siglo XIV y finalmente reacciones de tipo religioso contra el sultanato indefenso provocó su caída.  Una rama de los Meriníes, los Wattasíes, se harían en 1474 con el control de Marruecos.



Zayyaníes

La política que siguieron sus sucesores fue de expansión hacía el Túnez hafsi y defensiva siempre frente a los Meriníes. el asedio y las ocupaciones del tremecén por parte de los meriníes ocurridas en el siglo XIV, provocó la construcción de al-Mansura frente a su muros. Abu Tashufin (1318-1337) tuvo que enfrentarse a varias rebeliones y asedió Bujía, donde construyó una ciudad campamento. Después atacó Túnez, derrotando al sultán hafsí Abu Yahya Abu Bakr, quien pidió ayuda a su yerno, el meriní abu I-hasan, quien tomó Tremecén y liquidó a los Zayyaníes momentáneamente. Las tribus zayyaníes se rebelaron y, tras su caída, volvieron ala capital hasta la segunda ocupación meriní en 1352.

Abu Hammu Musa II (1359-1389) restauró el régimen zayyaní aprovechando un momento de debilidad meriní, pero su reinado se vio sumido en guerras contra los meriníes, o bien contra otros rebeldes, entre ellos su hijo, que le destronó. A la caída de los Meriníes, los zaayaníes pasaron a ser vasallos de los Hafsíes de Túnez.



Hafsíes 

A principios del siglo XIII, el califa almohade al-Nasir nombró a Abu Muhammad Ibn Abi Hafs gobernador de Ifriqiya tras derrotar a los Banu Ghaniyya en las Baleares. con la crisi sucesoria almohade, los sucesores de Ibn Abi Hafs se mantuvieron al frente de la provincia, y una vez que Al-Ma'mun abolió el dogma almohade, se produjo la secesión. Los hafsíes adoptaron el protocolo de Marrakesh y otorgaron a todos los miembros de su tribu, la Hintata, un puesto de responsabilidad. Túnez se nutrió también de emigrantes andalusíes que escapaban de las conquistas cristianas, ocupando buenos puestos en la administración, las tropas o las actividades agrícolas. apoyaron a los Meriníes en su lucha contra los califas almohades. a finales de siglo, la debilitación de los hafsíes hizo que diversas tribus de los oasis consiguieran abundantes prerrogativas, mientras Bugía se convertía en la verdadera metrópoli comercial de la zona, no llegando los impuestos a Túnez.

El califa hafsí Abu Yahya Abu Bakr (1318-1346) dio el gobierno de las provincias a sus hijos, asistidos por un chambelán. tuvo que apaciguar a los beduinos y consiguió arrebatar la isla de Yerba a Sicilia: solicitó ayuda a su yerno Abu I-Hasan contra Tremecén. los Meriníes ocuparían dos veces el reino: una en 1347-1348 y otra en 1356-1357, no recuperándose los territorios perdidos hasta 1370 por Abu I-Abbas, que fue un importante mecenas.

Durante la época hafsí, Túnez creció en población y actividad y se firmaron contratos con las potencias comerciales italianas.  Se realizaron obras importantes como la ampliación de la mezquita al-Zaytuna y la restauración del acueducto de Zagwan para asegurar el aprovisionamiento de agua la capital además de la construcción de un hospital y varios palacios. 



Nazaríes

En el siglo XV, el territorio nazarí se reducía a las coras de Granada-Elvira, Málaga, Almería, Ronda y parte de la de Algeciras. en las zonas montañosas, existían demarcaciones de tipo militar que predominaban sobre cualquier otro tipo de organización del territorio. En ellas, las fortalezas estaban controladas por el sultán y dependían de la ciudades más próximas. los núcleos rurales, aunque supeditados a las ciudades, gozaban de cierta autonomía.

La transmisión del trono se hacía frecuentemente entre hermanos y no necesariamente de padres a hijos: se generaron numerosas intrigas y disputas por la sucesión. Las relaciones con el reino de Castilla estuvieron marcadas por la alternancia de treguas y guerras, generalmente a favor de Castilla. En el caso de Aragón, se mantuvieron los pactos diplomáticos y comerciales. los sultanes granadinos llevaron a  cabo una importante actividad de mecenazgo como es el caso de Yusuf I (1333-1354), que patrocinó construcciones en la Alhambra o mandó edificar la madraza en Granada. Muhammad V (1354-1359, 1362-1391), continuó con la política de su padre, aunque durante su reinado se inicia una época de destronamientos habituales hasta la caída definitiva del reino. Muhammad V consiguió establecer buenas relaciones con Aragón, con Tremecén y Túnez.

El Chamberlán (figura que resurge en el siglo XV) se encontraba a la cabeza de la administración. por debajo estaban los visires, encabezados por el gran visir. la hacienda nazartí se dividía entre el patrimonio privado de la dinastía y el tesoro público, aunque en ocasiones era difícil de diferenciar. Su patrimonio constaba de propiedades rústicas y urbanas,además de impuestos. Otra entidad financiera era el "tesoro de la comunidad musulmana", formado por grandes y pequeñas propiedades rústicas y urbanas con numerosas rentas, patrimonio indiviso e inalienable y bienes de manos muertas.

El gobierno de las provincias se encontraba en manos de un gobernador, un jefe militar y un agente fiscal, cargos que podían ser ejercidos por una misma persona y transmitirse de padres a hijos. Los gobernadores de las grandes ciudades solían ser miembros de la familia nazarí y podían causar bastantes problemas al emir. En la zona fronteriza, el caíd tenía más autoridad y establecía una jerarquía de mandos militares solidaridad tribal es sustituida por las nuevas relaciones de clientela.

En la cúspide de la jerarquía judicial se encontraba el cadí mayor de la comunidad, el cual era uno de los funcionarios más importantes del estado. Por debajo estaban los cadíes locales o provinciales que  estaban establecidos en las capitales de las coras junto con el alcalde de la capital del reino y los cadíes de zonas rurales; por debajo quedaban los jueces de competencias restringidas, como los cadíes de los matrimonios o de las aguas: los cadíes pertenecían a familias importantes, fuera por su riqueza, por su conocimiento o por su prestigios.

El cuerpo regular del ejército estaba formado por andalusíes, acantonados en Granada, dentro del recinto de la Alhambra. El resto de los granadinos podían ser llamados si era necesario, aunque no para expediciones a larga distancia. Los mercenarios cristianos, elches, formaban la guardia personal del sultán. Por último estaban los voluntarios o guarniciones locales situados en los castillos fronterizos con Castilla.

En cuanto al comercio exterior graandino, los genoveses tuieronmonopolizddas las exportaciones duarnte todo el siglo XIV y, en el siglo XV, mallorquines, catalanes y valencianos hicieron de intermediarios. a su vez, los granadinos actuaban como intermediarios d¡en la circulación de productos exóticos importados de otras países islámicos como la Jaca, la goma arábiga, el incienso y algunas especias. También destacaba el comercio con Castilla.




Los grandes reinos de África occidental subsahariana. Malí y las rutas transaharianas de sal y esclavos

En el siglo IX aparecen los reinos de Kanem, Songay y Mali. Más tarde, entre 1076 y 1083, los almorávides conquistan los reinos de Ghana y Songay. Durante la segunda mitad del siglo XII, los almorávides perdieron ghana que pasó a tener una nueva dinastía propia, la Soso de Kaniaga que también controlaba Mali, pero en 1234, Soundita restablece la independencia del reino de Mali, anexionando Ghana y extendiéndose sobre Songay y el Sáhara meridional hasta el Atlántico.

Administrativamente, el imperio de Malí se distribuía en catorce grandes provincias, gobernados por un virrey, salvo Ghana, que tenía un estatuto especial: su ejército contaba con una importante infantería y caballería y su principal preocupación era la justicia y la seguridad en las rutas comerciales: los mansa (monarcas) establecieron relacione diplomáticas con los poderes islámicos del Magreb como los meriníes o los mamelucos.

Las rutas comerciales trans-saharianas eran la principal fuente de ingresos del reino de Malí, en especial la ruta entre Siyilmasa, al sur de Marruecos, Walata y Ghana. Otras rutas importante eran las que se utilizaban para la peregrinación a la Meca por motivos piadosos y para el estudio. los comerciantes magrebíes y egipcios tenían en Malí sus propios barrios y mezquitas, pero llegaron a establecerse matrimonios mixtos. Las caravanas de la ruta occidental solían llevar libros, cereales, frutos secos, caballos textiles, cerámica, joyas y, sobre todo, sal de las salinas de Tagaza, que se encontraba a mitad de caminos y volvían con esclavos y oro. Los yacimientos de oro de Malí eran en ese momento la mayor reserva del mundo,ante el descenso de producción de las minas centroeuropeas. Durante el siglo XIV, este oro, que previamente había financiado a las grande dinastías magrebíes, pasa a abastecer los puertos mediterráneos y trasladarse desde ahí al resto de Europa. En el magreb, en ocasiones se empleó en proyectos  nada beneficiosos, como la paga de ejércitos y mercenarios, que lo único que trajo fue inestabilidad. la sal de Tagaza fue también un producto muy importante , muy valorado y apreciado en lugares lejanos.


El sultanato mameluco de Egipto bajo los Circasinaos (1382-1517) 

En 1382, los mamelucos de origen circasiano acantonados en las torres de las ciudadela del Cairo (Buryíes) llegan a formar una verdadera dinastía hereditaria. Los circasianos crearon fuertes vínculos familiares en El Cairo, con matrimonios endogámicos y utilizando esos vínculos a la hora de mantener el poder. Las secretarias y el correo era imitación del de los mongoles. los emires se rodean de cortes principescas imitando al sultán y contrataban a intendentes para el cobro de sus rentas, produciéndose abusos sobre los campesinos: se establecieron magníficos programas constructivos, especialmente en el Cairo.



Existían inspectores, con el rango de emir, encargados de controlar el buen funcionamiento de los canales de irrigación del Nilo, de garantizar la seguridad de los agentes fiscales y el buen desarrollo de la vida agrícola y las cosechas. Su producción se basaba en cereales, legumbres, caña de azúcar y frutos. La relativa paz de la zona de Siria y egipto provocó que muchas rutas hacia el índico pasaran por Egipto, usando la vía fluvial para llegar hasta la desembocadura en Alejandría. por ellas circulaba seda, especias, porcelana china, azúcar, siendo los mercaderes karimíes, agrupados en sociedades familiares  (Sharika), los que controlaban el comercio. El Cairo vio un auge económico. Las tribus beduinas intentaron y también sacar provecho de este comercio, lo que, junto a los estragos de la peste y los ataques de piratas, hicieron que los karimíes se trasladasen a Suez a finales del siglo XIV. alejandría se convierte en el puerto indiscutible del mediterráneo debido a la prohibición de los mamelucos de que los europeos llegaran a las rutas índicas a través del mar Rojo. Italianos y catalanes establecieron tratados comerciales.

Bajo lo sultanes mamelucos Buryíes, la condición de circasino se convirtió en esencial para el ejercicio del poder, pero se crearon además dos "dinastías". La de los Zahiríes a partir de Barquq (1382-1395) y. más tarde, otro linaje formado por Qaitbay (1468-1496) y su mameluco Qansuh al -Guri (1501-1516). El gobierno mameluco era muy estable, contando con el apoyo de los emires. En el siglo XV, la administración se transforma debido a problemas económicos. el emir encargado de la casa del sultán adquiere gran importancia, con funciones de supervisión sobre toda a la administración y el emir (atabeg) de los ejércitos. Se genera una confusión entre la casa del sultán y las finanzas públicas: existe una fuerte centralización reflejada en la continua permanencia del sultán a El Cairo, que mandaba a los inspectores a las provincias.

La peste negra de 1349 fue una sangría para Egipto,afectando tanto al ámbito urbanos como rural, lo cual favoreció el aumento de la amenaza de las rutas comerciales del mar Rojo por parte de los beduinos. Además de la peste, otros factores que provocaron la crisis económica fueron la invasión de Siria por Tamerlán, el hambre y la guerra de los emires contra el sultán hasta 1412. El sultán Barsabi (1422-1438) dio solución a la crisis reforzando el poder de los inspectores provinciales y reservando el monopolio del comercio de especias para el estado y potenciando las rutas sirias. Sin embargo, la gran cantidad de compras que realizaban a los italianos tuvo un impacto negativo. Todo esto sumado al auge de los otomanos a principios del siglo XVI y las dificultades internas de los sultanes acabaría provocando la caída del régimen.

mamelucos

La islamización de los kanatos mongoles. Las conquistas de Tamerlán

La islamización de la Horda de Oro

El primero en convertirse al Islam, adhiriéndose al sufismo fue Tode-Mongke, aunque no es hasta el gobierno de Uzbek (1313-1341) cuando se establece oficialmente el islam en la Horda de Oro. Los reinos del este de Europa pagaban tributo a la Horda de Oro por lo que, polacos y rusos solicitaban su ayuda en sus conflictos internos. El Papa convocó una cruzada contra los mongoles en 1325, pero a partir de entonces se restringió a los cobros de los diezmos de cruzada por parte de los reyes húngaros, polacos y bohemios, para defender sus fronteras. Toktamysh (1376-1395), protegido de Tamerlán, unificó la Horda de Oro y la Horda Blanca del este. Los moscovitas le derrotaron en 1380, al igual que lo haría Tamerlán algo después.

En 1438 la Horda de Oro se dividió en el kanato de Kazán y la Gran Horda primero y creándose los kanatos de Astracán y Crimea después (1441), con constantes luchas entre sí. El fin de la Horda de Oro se precipita cuando el gobernante de Crimea, sometido a los otomanos, destruyó la Gran Horda en 1502.
Tamerlán

El ilkanato de Persia

Después de la conversión de Ghazan, se produjo la unificación de mongoles y perras, produciéndose matrimonios mixtos y la progresiva asimilación de los mongoles dentro de la sociedad persa: su hermano Olyetu (1304-1316) mantuvo como ministro a Rashid al-Din y trasladó la capital de Tabriz a Sultaniyya: con su hijo Abu Said finalizaría la dinastía con una buena negociación de paz con los mamelucos (1322). Tuvo como visir al hijo de Rashid al-din con un gobierno exitoso. Sin embargo, a su muerte el ilkanato se vino abajo, sin un heredero o familiar que pudiera retomarlo.

Tamerlán (1369-1405) y los Timúridas

A mediados del siglo XIV, el kanato Chatagai se dividió en dos partes: Transoxiana, con las grandes ciudades de Samarcanda y Bujara, y el denominado "país de los mongoles", al margen de los intereses de Tamerlán. Tamerlán (1336-1405), o Temur-i-link (Temur el cojo) nació en Kish (Uzbekistán) de ascendencia mongola, musulmán y turco de lengua y cultura. Tras consolidar su poder y reorganizar un nuevo ejército mixto, emprendió su expansión en tres fases:
  • 1370-1385: Control de Asia Central, con ataques hacia el este y hacia el Ilkanato, al oeste, que incorporará a su imperio
  • 1385-1395. Control de la Horda de oro (no la incorpora territorialmente), Anatolia (batalla de Ankara en 1402) y próximo oriente donde se enfrentó a mamelucos y otomanos.
  • 1398-1399. Hace incursiones hacia la India en contra del sultanato de Delhi. Cruza el Indo, alcanza Multán y saquea la capital, Delhi (1399), donde masacró a la población y continuó hasta el Ganges para luego volver a Samarcanda.
Para legitimar su posición como soberano universal utilizó el pretexto de construir un imperio universal pudiendo recurrir a la invasión  de tierras de los infieles (algazúa) como máximo representante del Islam. Estableció su base en Samarcanda, que enriqueció enormemente. Su proyecto de Imperio no tuvo continuación ya que, Tamerlán muere en 1405, mientras preparaba la conquista de la china Ming.

Una delegación castellana, encabezada por Ruy González de Clavija, visitó en 1403 la corte del emperador mongol Tamerlán, en nombre del rey de Castilla Enrique III, que ya había contactado antes con bayaceto y con el propio tamerlán. Fueron recibidos por Tamerlán en samarcanda para exponerle la esperanza de un pacto ente los poderes cristianos (representados por Enrique III), pero Tamerlán no aceptó.

EL AVANCE TURCO Y LA TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO ORTODOXO

El asedio y la toma de Constantinopla marcaron el final de la Edad Media. Supusieron el fin del mundo clásico, la llegada definitiva de los otomanos a la arena europea y el avance de la tecnología de la pólvora. Bajo el dominio otomano, Estambul floreció como un centro cultural y económico del Mediterráneo, llegando a ser una de las ciudades más pobladas del planeta. Occidente tuvo que aprender a vivir consigo mismo para poder hacer frente al creciente peligro turco, por lo tanto la relación entre los distintos Estados occidentales se fue haciendo más armoniosa y toda Europa consiguió un mayor equilibrio, necesario para vencer en una guerra permanente. 


Bizancio bajo los últimos Paleólogos

De Nicópolis (1396) a Tesalónica: el breve paréntesis

El último periodo de Bizancio corresponde al gobierno de sólo tres emperadores. Dos de ellos se decantaron por aliarse con Occidente frente a los turcos aunque la ayuda europea sería tardía e inefectiva y las aproximaciones realizadas a la iglesia de Roma tampoco llevaron a la unión de ambos credos.

Manuel II (1391-1425), segundo hijo de Juan V, estaba como rehén en manos de Bayaceto, pero consiguió huir y proclamarse en Constantinopla antes de que su sobrino Juan VII, menor de edad. Al principio acudía con los otomanos a las campañas militares en calidad de vasallo. En septiembre de 1396, Segismundo de Hungría era vencido en la batalla de Nicópolis. Nicópolis supuso un cambio en Occidente, involucrándose los reyes británico y francés, a través de sus caballeros que volvían de la cruzada, en la defensa de Oriente. Manuel II emprendió el viaje a Francia, dejando a  su sobrino Juan VII a cargo de la defensa de la capital. Manuel fue acogido por Carlos VI en París y se le prometió el envío de un nuevo ejército. La guerra civil en Inglaterra dificultó el viaje imperial, pero finalmente Enrique IV, nuevo rey Lancaster, recibió a Manuel en Londres. Mientras tanto, los turcos eran derrotados por los mongoles. En el viaje de vuelta, el emperador fue detenido en Venecia por el impago de las deudas bizantinas. manuel no pudo regresar a Constantinopla hasta junio de 1403.

Los problemas de las sucesión de Bayaceto dan un respiro a Constantinopla. Juan VII había firmado un tratado con Suleyman, el primogénito de Bayaceto, por el que entregaba a los bizantinos algunos territorios importantes como Tesalónica y los monasterios del monte Athos,se establecía así un pacto de vasallaje. Nada más llegar a Constantinopla, Manuel II ratificó el tratado. Juan VII se trasladó a Tesalónica y gobernó el norte de Grecia, donde murió sin descendencia (1408). Finalmente, Manuel eligió apoyar a Muhammad I, que unificó el antiguo sultanato en 1413. Su apoyo permitió a Manuel conservar los términos del tratado anterior, y hasta 1421 el imperio pudo disfrutar de una paz relativa.

Cuando Murad II, hijo de Muhammad I, heredó el trono en 1421, Juan VIII, el primogénito de Manuel que habías ido coronado coemperador en 1421, rompió el pacto firmado con Suleyman y Muhammad I. Murad II volvería entonces a atacar Constantinopla en 1422 firmándose poco después un nuevo tratado mucho más desfavorable que el anterior (1424). El imperio turco, fortalecido, asedió y tomó Tesalónica en 1430.

Caída de Constantinopla
El fracaso de la idea de cruzada

En 1431, Juan VIII (1425-1448) entraba en negociaciones con el papa por la unión de las Iglesias latina y griega, que acaba por materializarse en el concilio de Ferrara-Florencia (1438-1439), al cual acudieron el propio emperador y el patriarca de Constantinopla. también formaron parte figuras como Besarión, obispo de Nicea (partidario), Gemisto Plethon (opuesto) o Isidoro de Kiev. La delegación latina, presidida por el cardenal Cesarini, estaba formada por miembros de las órdenes mendicantes: se debatieron problemas doctrinales sobre el origen del padre o la primacía del Papa de Roma: Se llegó a un acuerdo firmado por el Papa y el emperador a principios de julio de 1439: sin embargo, la población de Constantinopla, opuestos a la unión, vieron esto como un acto de traición y aclamaron al arzobispo de Éfeso, Marcos Eugénicos, el único que había querido firmar el documento:a nte esta reacción, algunos partidarios de la unión, abandonaron Roma.

Aun así, el papa Eugenio envió ayuda contra los turcos: proclamó una cruzada al que se unieron los príncipes más afectados por la invasión otomana: Ladislao III de Polonia y Hungría, y Juan Hunyadi, voivoda de Transilvania y más tarde regente de Hungría. Las naves venecianas, pagadas por el Papa, bloquearían los estrechos. El enfrentamiento tuvo lugar cerca de Varna (1444), donde vencieron los trucos, causando la muerte del rey de Polonia y la del cardenal Cesarini. Unos años más tarde, Murad liquidó el ejército de Juan Hunyadi en la llamada "Segunda batalla de Kosovo" (1448), considerada como el fin de la gran cruzada con apoyo occidental. Poco después moría Juan VIII sucediéndolo Constantino XI, último Emperador de su dinastía.

Constantino XI Paleólogo último emperador bizantino

El empobrecimiento de la sociedad bizantina y la crisis urbana

Durante el siglo XIV, los campesinos llegaban de forma masiva a las ciudades produciendo un aumento demográfico en las mismas. Pero, la peste, la guerra y los problemas de abastecimiento hicieron que, a lo largo del siglo XV ocurra una drástica disminución de la población urbana. los grandes propietarios de tierras pasan a participar activamente en la política y en la vida económica urbanas.

La descentralización administrativa del estado lleva a la creación de pequeños principados semiautónomos (despotados) concedidos a miembros de la dinastía reinante o a personajes de la nobleza: así ocurrió en Tesalónica, Morea, Tracia, Macedonia o algunas ciudades del mar Negro.

La aristocracia basaba su poder en los grandes dominios como en la caso de los Paleólogos en Tesalónica, los Cantacuceno en Macedonia y Tracia, etc. No gozaban de un estatuto jurídico especial ni de un derecho hereditario, pero se podía llegar a ella por medio del servicio militar o burocrático. Los monasterios eran los otros grandes propietarios.

Los otros grandes propietarios eran, tradicionalmente, los monasterios. Los ciudadanos de clase media más o menos adinerada (los Mesoi) eran los comerciantes y artesanos que ejercían funciones administrativas urbanas y en ocasiones participaban en revueltas. A mediados del siglo XIV; estos sectores urbanos se mezclan con la aristocracia perdiendo, en cierto modo, su identidad.

Venecia controlaba el comercio de la zona y una buena parte de la producción del imperio: A través de la ruta que unía Creta, Siria y Egipto o a través de Negroponte y Salónica, exportaban madera, tejidos o producciones agrícolas y artesanales. Los genoveses tenían una base propia en Constantinopla y estaban especializados en mercancías pesadas obteniendo un gran beneficio.

La falta de mano de obra en el campo condujo en el siglo XV a la cesión de tierras vacantes en enfiteusis convirtiendo a los campesinos en copropietarios de sus campos y viñas.

El Imperio Otomano

Anatolia a principios del siglo XIV: los beyliks

Los Selyuquíes habían establecido a tribus turcomanas en puestos fronterizos militares de su fronteras. Con la decadencia y disgregación del sultanato, estas tribus se fueron sedentarizando, continuando sus operaciones contr los bizantinos. el vacío de poder provocó que sus propios jefes (Beys) constituyeran una especie de principados independientes (Beyliks)  que fueron ganando territorio a los seluquíes, a los bizantinos o entre ellos. cuando el emperador andrónico II eliminó las ventajas fiscales de los campesinos-soldados akritas de las fronteras, éstos emigraron o se limitaron a no oponer resistencia frente a estos nuevos señores fronterizos. La población griega se fue agrupando en las ciudades del interior y en los puertos, dejando la llanura egea despoblada ya fines de la década de 1320, los beys habían alcanzado la costa egea y ocupado puertos tan importantes como Éfeso o Esmirna. La meseta anatólica quedó dividida entre varios principados, entre los que destacan los de Germiyán y Karamán, en la antigua Qonya, que reclama la sucesión del sultanato selyuquí.

Los principados independientes se multiplicaron durante la primera mitad del siglo XIV con grandes rivalidades entre sí. También aumentó la actividad de las hermandades religiosas de fuerte contenido militar, que continuaban acechando la frontera bizantina. La invasión de zonas de población griega condujo modificaciones étnicas y procesos de conversión al islam. lo más cercanos a un poder central que había en la zona era el sultanato mameluco. Entre esos beyliks, no precisamente de los principales, se encontraba el de los turcos otomanos.


La formación del emirato otomano en Asia Menor

Una tribu turcomana, desplazada hacia el oeste por el avance mongol durante el siglo XIII y situada en la frontera oriental de la provincia bizantina de Bitinia, entre Bursa y Nicea, dio origen al beylik de los otomanos. Su cronología es muy debatida. El primer bey con un papel destacado en la expansión de su territorio fue Osmán o Utman (1288-1326), del que tomó su nombre la dinastía. Probablemente era miembro de una hermandad de luchadores del islam (ghazid), por lo que utilizó el reclamo de la fe musulmana como uno de los elementos de su propaganda contra los bizantinos. Su posición estratégica les permitía el control de importantes vías de comunicación: el poder de Osman se basaría en la concesión de cargos políticos y militares a los miembros principales de su familia: de esta forma, pronto entregaría el mando del ejército a su hijo Orján quien, en 1326 conquista Brusa, estableciendo allí la capital: ese mismo año, sucedía a su padre. 

Orján (1326-1362) derrota a los bizantinos en batalla campal, apoderándose de Nicea (1330) y posteriormente de Nicomedia (1337), expandiéndose hasta el estrecho de los Dardanelos. Rápidamente creó una hegemonía, que consolidó fuera de sus fronteras con su participación en la segunda guerra civil bizantina a favor de Juan Cantacuceno. En 1354, ocupó Gallípolis, convirtiéndose en el primer dominio otomano en Europa: continuó su expansión en los territorios balcánicos, apoyado por las tropas de los demás emires que cruzaron el istmo. En el mismo año, las tropas de Orján se apoderaban de Ankara y continuaron con su expansión en Anatolia y, asu vez, hacia el interior de Asia, donde,acto seguido, se enfrentaron a Karamán. Suleyman, el primogénito de Orján, se había instalado al frente de sus tropas en Tracia, en ayuda de Juan Cantacuceno, que caería pronto.

La expansión otomana se produjo gracias a la construcción de un nuevo ejército que combinaba las tropas regulares, reclutas, caballería, hermandades religiosas y las tropas nuevas (jenízaros), que pasaron a formar parte de la guardia personal del sultán.

Los herederos de Orján prosiguieron su avance por los Balcanes y su nueva posición de poder les permitió imponer vasallaje y pago de tributos al reino búlgaro y al propio emperador de Bizancio, Juan V. Murad I (1362-1389) continuó la expansión por los Balcane, ocupando la mayor parte de Bulgaria y Serbia entre 1383-1387. Organizó sus nuevos dominios de forma autocrática, pero respetando las creencias de sus pueblos y adoptó el título de sultán. Anexionó Bulgaria y Serbia, aunque mantuvo su propio monarca, quedó bajo tutela otomana. En Asia Menor, Murad consiguió mediante una política de matrimonios y presión política anexionarse el principado de Germiyán.

Murad muere en la batalla de Kosovo (1389) en el Campo de los Mirlos contra la rebelión de serbios, eslavos y albaneses al mando del príncipe Lazar de Rascia, aunque la victoria fue para los otomanos, proclamándose Bayaceto, nuevo sultán. bayaceto, para legitimar el poder, procedió inmediatamente a liquidar a su hermano, estableciendo un procedimiento usual en la sucesión otomana, el fratricidio. En Bizancio, facilitó a Juan VII Paleólogo el ascenso al trono. Por otra parte, en los Balcanes, todos los déspotas y príncipes se hacen sus vasallos (Morea, Acaya, Valaquia), mientras que Bulgaria se consagra como simple provincia del Imperio Otomano y Serbia obtiene a un nuevo rey se consagra como simple provincia del imperio otomano y serbia obtiene a un nuevo rey puesto por el sultán.

batalla de Kosovo (1389). Campo de los Mirlos

A fines de 1395, Segismundo, pidió el apoyo de Occidente en una nueva cruzada, que fracasaría en la batalla de Nicópolis (1396). Bayaceto ponía sitio a Constantinopla al año siguiente, mientras ocupaba otras ciudades griegas como Atenas. Al otro lado de su dominios, Bayaceto terminó de absorber al resto de beyliks de Anatolia, llegando hasta el río Éufrates en 1400 pero cayó ante el khan mongol Tamerlán, que le hizo prisionero y fue derrotado en la batalla de Ankara o Angora (1402).

Batalla de Nicópolis (1396)

Proceso De Conquista, conversión y organización del Imperio Otomano

La expansión otomana se realizó, por un lado, en los territorios ocupados por los beyliks en Asia Menor, y en los Balcanes, por otro. En Anatolia, algunas propiedades fueron adjudicadas a la familia del bey, otras permanecieron en manos de sus antiguos propietarios a cambio de la adhesión a los otomanos. Otras tierras fueron para las hermandades religiosas bajo forma de bienes de manos muertas (waqf), inalienables, cuyas rentas permitían el funcionamiento y mantenimiento de la comunidad. todas ellas se englobaban en lo que se conocía como bienes personales de la categoría social dominates (gobernantes, familiares de los beyliks, altos cargos militares y administrativos, etc). Por debajo de ellos, funcionarios y militares  de segundo rango podían obtener timars de menos importancia a cambio de responsabilidad ante la administración otomana.

Por otro lado, en la zona de los Balcanes (denominada Rumelia por los conquistadores), una parte de la tierra quedó en manos de los propietarios eslavos y griegos y otra parte fue entregada en forma de timars a militares y funcionarios civiles. existía un rigurosos control de la administración provincial y central, bajo la pena de retirada de los bienes y privilegios si seincumplían los pagos tributarios. una tercera parte de las tierra se entregó en forma de bienes personales a la familia del sultán, a los principales visires y a hermandades religiosas.

Para mejorar el rendimiento de estas propiedades, el gobierno otomano favoreció traslados de población turca de Asia Menor, o la implantación de prisioneros y esclavos liberados. Así se produjo una progresiva turquización e islamización de la zona europea del Imperio Otomano, apoyada por la acción de las hermandades religiosas instaladas en las zawiyas (lugares de reunión y oración) y en los dominios de manos muertas: aparte de la islamización directa mediante la acción de misioneros y santones, se expulsaron a obispos de sus sedes y se convirtieron iglesias en mezquitas y los grandes señores decidieron convertirse para mantener su estatus: Antes de la ocupación turca, la población griega, armenia, georgiana y sria de anatolia era cristiana en su mayoría, pero, para el siglo XV, el 90% eran musulmanes.

Aparte del sultán, el segundo lugar de la jerarquía cortesana fue ocupado por el gran visir, responsable de todos los asuntos civiles y militares, asistido por visires menores, entre los que destacaban el juez del ejército, el jefe de los funcionarios civiles y el conservador de los registros del Imperio. El responsable militar de las tierras conquistadas era uno de los hijos del sultán. El aumento de las circunscripciones hizo que Murad I creara también puestos de gobernador con poderes militares y civiles para Rumelia y otro para Anatolia.

En cuanto a la organización del ejército, a partir de 1380 se estableció en los Balcanes un sistema de recogida forzosa (devshirme) de niños cristianos de ochoa quince años que eran enviados a Anatolia, donde se educaban y adaptaban a las costumbres turcas; después en Gallípolis recibían una formación específica para pasar, posteriormente, as er pajes al servicio de la casa del sultán o del gobernador, o pasaban  a formar parte del contingente jenízaro del ejército, como guardia personal del Sultán: se les denominó "Esclavos de la Puerta" (Kapi Kullari)

En el plano económico, los otomanos no aumentaron excesivamente los impuestos y solamente cambiaron el sistema de administración de las tierras. para ellos, se compilaron los reglamentos (qanun) o derecho consuetudinario en materia económica. El comercio con las potencias latinas se mantuvo a través de los intercambios con los genoveses instalados en la isla de Quíos. El comercio otomano era floreciente, controlando puertos importantes como Bursa; Esmirna, Antalia, Ankara o Qonya: destacaba Bursa como centro importante de tráfico sedero.

Los Otomanos en el siglo XV

Tras la derrota de Ankara (1402), se desató una guerra civil entre los cuatro hijos de Bayaceto fraccionándose el territorio otomano. En 1413, Muhammad I consiguió vencer a sus hermanos, pero solo Murad II,su hijo, fue capaz de continuar la expansión otomana, reanudando el enfrentamiento en varios frentes. Venecia, Hungría y los Balcanes. consiguió recuperar las fronteras antiguas de 1402. En 1239, Serbia era derrotada y Bosnia accedía a pagar tributo a los otomanos. Murad II dejó el poder en manos de su hijo, Muhammad II, mientra los poderes occidentales, atemorizados por un posible ataque turco, intentaban emprender una cruzada. Bizancio quedó reducido de nuevo a la capital y la Morea, mientras que en Anatolia todavía eran autónomas Izmir/Esmima, Sínope y Trebisonda.

Otomanos

El enfrentamiento final. Constantinopla, 1453

La última resistencia

Murad II se vio obligado a recuperar el trono poco tiempo después de cedérselo a su hijo. El rey serbio Esteban Lazarevic (1389-1427) prefirió someterse a Hungría para continuar la resistencia. Recuperó Belgrado, donde instaló su capital y ayudó al rey húngaro Segismundo en su lucha contra Bosnia. Serbia acabó cayendo ante Murad II. Belgrado consiguió resistir dos asedios (1440, 1456, dirigido por Hunyadi), lo que le valió el nombre de "muralla de la cristiandad". Dalmacia fue el único territorio de la zona que consiguió sobrevivir independiente hasta el siglo XIX. Albania ofreció la última resistencia.

Constantino XI a la izquierda, Gustiniani al centro y Mehmet II

El sitio de Tesalónica se libró entre 1423 y 1430 entre las tropas de la República de Venecia y las del Imperio otomano. El sultán otomano Murad II puso bajo asedio la ciudad de Tesalónica, en la actual Grecia, que recientemente había sido adquirida por los venecianos a los bizantinos. Con el correr de los años, el odio de los habitantes griegos hacia sus amos italianos dividió y minó la resistencia de la ciudad sitiada. Los otomanos, con su sultán a la cabeza, acabaron conquistando la ciudad en marzo de 1430.

Con el dominio de esta ciudad, los turcos se aseguraron definitivamente su dominio sobre Macedonia y avanzaron libremente sobre el centro y el sur de la actual Grecia saqueando todo a su paso. A su vez también avanzaron al oeste, donde Murad II chocó en las montañas de Albania con la resistencia del guerrillero Skanderbeg.

La otra zona de resistencias e articuló en la frontera del Danubio, donde Valaquia, Moldavia y Transilvania creaban pequeños principados ortodoxos independientes amparados por el patriarcado de Constantinopla. Tuvieron una gran influencia bizantina. Nuevas rutas comerciales entre estos nuevos principados los comunicaban a su vez con las rutas internacionales hacia el Mar Negro. Los principados rumanos tuvieron que someterse como tributarios de los otomanos para protegerse de su expansión. varios éxitos militares no consiguieron evitar las obligaciones tributarias y, en última instancia, la ocupación que vendría medio siglo después de la caída de Constantinopla. 

En la Batalla de Varna del 10 de noviembre de 1444, cerca de Varna, Bulgaria. Los otomanos, bajo las órdenes del sultán Murad II, derrotaron al ejército formado por húngaros, polacos, valacos y soldados de otras nacionalidades de Europa, al mando de Ladislao III de Polonia y Juan Hunyadi, marcando así el último esfuerzo serio y organizado realizado por el mundo cristiano para salvar a Europa Oriental, incluyendo a Constantinopla, de la amenaza del Islam.

Batalla de Varna 10 noviembre 1444

En 1448 ocurre la Segunda Batalla de Kosovo, el último intento húngaro por vengar la derrota de Varna cuatro años antes.  La batalla acabó con cualquier esperanza de salvar Constantinopla del Imperio otomano. El reino húngaro se quedó sin recursos para frenar a los otomanos y, tras el fin de la amenaza cruzada, el hijo de Murad, Mehmed II quedó libre para poner sitio a Constantinopla en 1453.

1448 Segunda Batalla de Kosovo

Muhammad II, la toma de Constantinopla y el final del imperio Bizantino

Constantino XI Dragases (por el origen eslavo de su madre) fue el último emperador bizantino consagrado (no coronado). Partidario de la unión con Roma, al igual que su hermano, consiguió su proclamación en diciembre de 1452, con la mención con toda solemnidad del nombre del papa Nicolás V en Santa Sofía. Mientras tanto, en 1451 había muerto Murad II y fue sucedido por su hijo Muhammad (Mehemt) II de diecinueve años.

Ordenó la construcción de una fortaleza (Rumeli Hisar) en el montículo contiguo a Constantinopla para llevar  a cabo desde allí el asedio y el bloqueo del Bósforo y fue favoreciendo poco a poco el paso de poder prácticamente sin lucha. Los Paleólogo y los Cantacuceno llevaron, sin embargo una defensa de la ciudad, con la colaboración de iglesias, monasterios y las colonias genovesas y venecianas. Durante dos meses, la ciudad resistió a los ejércitos otomanos, que contaba con una importante artillería pesada y la armada que habían llegado allí a través del Cuerno de Oro. La ciudad fue asaltada el 29 de mayo de 1453. El sultán hizo su entrada solemne en Santa Sofía, donde rezó la primera oración islámica en agradecimiento por la victoria. El saqueo de la ciudad duró tres días. Destruyeron los símbolos del imperio, entre ellos, la famosa Hodegetría, o símbolo religioso más importante de la capital. Sobre la iglesia de los santos Apóstoles, construida por Constantino el Grande, Mehmed construyó su mezquita al-Faith. Tras el saqueo, Muhammad II exterminó o expulsó a todos aquellos que opusieron resistencia y decretó el trato benévolo para el resto de la población griega. ofreció el patriarcado a Jorge Scholarios, protegió a la Iglesia y contribuyó a su restablecimiento.

Cuando en Europa se conoció la caída de Constantinopla, todavía seguí en pie el despotado de Morea y los restos de los dominios de los Comneno en trebisonda, que resistieron gracias a las alianzas matrimoniales con los beyliks durante el siglo XV. Juan IV y David Commeno consiguieron evitar la conquista por parte de Murad II y sobrevivir a la caída de Constantinopla, pero, la situación era muy inestable y finalmente acabarían por rendirse. El sultán ordenó la ejecución de David y sus hijos (1463) con lo que aquí acabaría la línea sucesoria de los Comneno.

Mehmed II asedia Constantinopla

El nuevo orden en la "Sublime Puerta"

Una vez afianzada la conquista de Constantinopla, el Imperio Turco hizo de ella su capital y su imperio alcanzó una extensión que iba desde las costas de Marruecos hasta las mesetas asiáticas, y del Golfo pérsico hasta el Danubio. Su organización administrativa y burocrática no cambió demasiado con respecto a la que tenían antes. El sultán seguía siendo el máximo referente político y espiritual, aunque nunca ostentó el título de califa: el gran visir, en el que el sultán delega la gestión de la administración y aveces el mando del ejército, presidía el diván, y podía ser destituido a voluntad del sultán. el diván era un complejo mecanismo burocrático que centralizaba el gobierno en estambul, y también podía convertirse en un tribunal de justicia. Muchos de estos cargos estaban distribuidos entre miembros de la familia del sultán.

Una vez conquistado el territorio mameluco, Argel, Túnez y Trípoli tuvieron un estatuto más militar que civil, debido a  su posición en el Mediterráneo y a su lejanía del centro del Imperio. tanto los cortesanos como los altos cargos provinciales eran remunerados, además de con salarios, con las rentas de uno o varios timars (iqta turca).

Devşirme o devshirme era la práctica por la cual el Imperio Otomano reclutaba niños de familias cristianas balcánicas por la fuerza para ser entrenados como soldados jenízaros, y forzarlos a convertirse al islam.​ Esta práctica fue motivada por el deseo de crear una clase de soldados de élite leales solo al sultán, en lugar de a la nobleza turca otomana. Los kapikulari eran las unidades militares de clase peatonal, ecuestre y técnica y a este sistema, que constituían el ejército permanente del Imperio Otomano y estaban directamente subordinadas al sultán. En el período anterior al establecimiento de las canteras de Kapıkulu, la fuerza militar del Imperio Otomano estaba formada por peatones y müsellems .

La ley que regía en el Imperio era la Islámica (sharia), pero existían también elementos provinciales tomados del derecho consuetudinario, como los tributos de las tierras concedidas como timar y que constituían la legislación propia de cada provincia. tras la conquista se procedió a la instrucción para mantener la continuidad y unidad económica y social para todo el Imperio. Las rentas obtenidas por los agentes provinciales se centralizaban en la capital de provincia, y desde allí se enviaba la parte correspondiente al tesoro del sultán. Los cristianos y judíos, principalmente, y practicantes de otras religiones minoritarias asiáticas  dependían de sus propias autoridades, constituyendo así naciones más o menos independientes que debían pagar el tributo correspondiente. En general, se regían según el estatuto de los dimmíes, habitual en los países islámicos: esta tolerancia otomana permitió, por ejemplo, que los emigrantes judíos que salieron de la Península Ibérica entre los siglos XV y XVI se pudieran refugiar en Salónica y Constantinopla, formando las comunidades de sefardíes.

Estambul se convirtió en centro cultural de primer orden en el mundo islámico, con el flujo permanente de intelectuales. A ello contribuyó la edificación de un buen número de edificios públicos, como la mezquita Al-Fatih y las dieciséis madrazas de su recinto, financiadas con los botines de la campaña y la capitación de los no musulmanes por orden de Muhammad II.

El principado de Moscú y la unificación del territorio ruso

La reagrupación de Rusia en torno a Moscú: de Iván I (1325-1340) a la batalla de Kulikovo (1380)

A principios del siglo XIV se puso en marcha un nuevo proceso de reunificación de los fragmentados principados rusos en manos de algunos de los grandes príncipes de las familias principales. De ellos, dos comienzan a ascender, todavía bajo el amparo de los kanes de la Horda de Oro. Tver, junto al Volga, en manos de los descendientes de Nevski, que reconstruyeron la ciudad y basaron su riqueza en los territorios del antiguo gran principado de Vladimir, y Moscú, que luchaba por la supremacía mediante la diplomacia ante los kanes y los matrimonios con princesas tártaras. La supremacía se decidió por un conflicto religioso: Moscú,a  diferencia de Tver, apoyó al candidato enviado por Constantinopla para la sede metropolitana, consiguiendo así la sanción eclesiástica. Se trasladó a Moscú, por tanto, la sede metropolitana.

Iván I consiguió el reconocimiento por parte de los mongoles de los derechos del trono de Vladimir con la consiguiente percepción de todos los tributos de Rusia para ser entregados a la Horda. Moscú, a través de conquistas, fue ampliando sus fronteras hasta que la peste se lo permitió. Durante la regencia de Dimitri, hijo de Iván I, los religiosos y los boyardos se hicieron temporalmente con el poder. mientras los lituanos asolaban Rusia, conquistando Kiev y declarando su independencia frente a los rusos y tártaros.

Olgerd de Lituania atacó Moscú y Dimitri tuvo que refugiarse en el Kremlin. durante los siguientes años s darían habituales enfrentamientos entre los príncipes de Moscú, Tver y Lituania.

La compleja situación de la Horda de Oro facilitó la alianza de los rusos en torno a Dimitri de Moscú para enfrentarse a un ejército combinado de tártaros y lituanos. En 1380 se produjo una sangrienta batalla campal entre moscovitas y tártaros en Kulikovo: a pesar de la superioridad numérica de los mongoles, Mamai fue vencido, pero Toktamish se hizo con el control de toda la Horda y volvió a amenazar a Moscú, aliado a los príncipes rusos de Rjazan y Nijni-Novogorod. Moscú fue saqueada pero la Horda tuvo que retirarse para hacer frente al avance de Tamerlán por las estepas. esto fue aprovechado por los lituanos que decidieron aproximarse a Polonia a través de la conversión de su príncipe, Jagellón, bautizado Vladislav y que contrajo matrimonio con la reina Edwigis de Polonia, consiguiendo así el trono. Dimitri invistió finalmente a hijo heredero Vasili con el título de Gran Príncipe de Vladimir.

Batalla de Kulikovo en 1380

Entre el vasallaje y la revuelta: el difícil siglo XV

Los grandes príncipes rusos intentan hacerse reconocer una soberanía sobre otros príncipes patrimoniales dando lugar a los príncipes servidores, al servicio de los grandes príncipes de Moscú, Tver o Nijni-Novgorod. En muchos casos esa categoría correspondió a príncipes extranjeros que se ponían al servicio de los rusos.

Los lituanos, aliados a los polacos, conseguían derrotar a la Orden teutónica en Grünewald (1410), recuperando territorios antiguos que pasaron a pertenecer a la orden militar. El principado se hacía cada vez más fuerte frente a Moscú. El gobierno de Vasili se caracterizó por la oposición de sus propios parientes, de los boyardos e incluso del Khan Ulu Muhammed, que le hizo prisionero cuandoa tacó la región del Volga. a su vuelta huyó al principado de Yver, donde se reunieron con él la mayor parte de los boyardos de Moscú, que aún le apoyaban y donde negoció el matrimonio de su hijo Iván y consiguió reconquistar Moscú. Su hijo consiguió reconstruir el principado con poder principal en Rusia.

Poco tiempo después de su llegada al trono principesco, Iván II (1462-1505) emprendió la conquista de los principados más cercanos mediante la reorganización del ejército ruso. Contrató una fuerza permanente e implementó la especialización y separación de la caballería e infantería, y la intervención de artillería. Iván se enfrentó también al kanato de Kazán. ocupa Letonia y Pskov, deportando a su población a Moscú. Consigue expulsar a los comerciantes hanseáticos de Riga y Novgorod y rechaza a las embajadas del papa Sixto IV y el emperador Segismundo: además, limitó los poderes de los príncipes territoriales y concedió más privilegios a la nobleza terrateniente de menor rango. Tras sacudirse el yugo mongol, estableció relaciones diplomáticas con el Imperio germánico, Hungría, Moldavia, Turquía, etc.

Se casó en segundas nupcias con Zoé Paleóloga, sobrina del último emperador de Bizancio, consiguiendo gran influencia en Bizancio. al mismo tiempo, Iván II busca una expansión hacia las tierras orientales, y por primera vez, el príncipe se intituló "gran Príncipe de toda Rusia", "gran soberano" o "zar".

Notas: 1) Límites de los estados rusos a fines del siglo XV; 2) Gran ducado de Moscú a fines del siglo XV; 3) Anexiones de Tver y Riazán; 4) Imperio de Iván IV; 5) Expansión en tiempos de Alejo I; 6) Conquistas de Pedro I; 7) Conquistas de Catalina II.

Economía, sociedad y religión en los territorios rusos

En el siglo XIV, el comercio en zona rusa vivió una reactivación h¡gracias a una nueva apertura a Occidente. Las potencias italianas que controlaban el comercio del mar Negro habían establecido relaciones con Moscú, mientras que la liga hanseática abría un compto en Novgorod. sus comerciantes locales se convirtieron en meros mayoristas  perceptores de los impuestos que estaban obligados a pagar a la Horda de Oro a cambio de este comercio. De Occidente llegaba a Novgorod sal, vino francés, telas de Flandes, arenques de Escandinavia y a veces trigo polaco, a cambio de trigo, miel, cera y pieles, especialidad de Rusia. Durante el siglo XV, los rusos comenzaron a emitir moneda de plata.

La formación de los grandes principados y la aparición de un grupo de boyardos y servidores del príncipe a sueldo favorecieron la creación de una nueva aristocracia. El título de boyardo deja de estar asociado a la tierra y nos encontramos ante una nueva aristocracia de servicio, cuyas dignidades se registraban en el libro del reparto de oficios.

La autoridad de la Iglesia aumentó considerablemente durante la sumisión a los mongoles,actuando los príncipes rusos como defensores de la ortodoxia. Aumenta la concentración de sede episcopales en la frontera occidental, para evitar la influencia de la colonización de la iglesia católica: se produjeron numerosos choques entre los príncipes, que querían imponer sus candidatos para la sede metropolitana de la iglesia rusa, y el Patriarca de Constantinopla, que lo designaba. El propio Dimitri de Moscú se enfrentó al metropolitano Cipriano. El metropolitano ruso, Isidoro, superior de un monasterio en Constantinopla, participó activamente en el Concilio de Ferrara-Florencia (1437-1439), en el cual se suscribe la unión de las iglesias griega y latina. Las autoridades de Moscú se negaron a que la Iglesia rusa quedara bajo el mando de Bizancio en una cuestión que consideraban vital y, tras intentar que el metropolitano renunciar al acta de unión, le depusieron y encerraron en un monasterio , produciéndose así la emancipación de la iglesia ortodoxa rusa de la bizantina. Las órdenes regulares tienen un gran apogeo en esta época: se construyen monasterios-fortaleza para proteger Moscú como el de Spasso-Andronikov, al que las familias acuden para despedir a los hombre seleccionados por la Horda de Oro. El eremitismo tiene en le norte de Rusia una gran importancia en esta época. Se fundaron nuevos monasterios, como el de la Trinidad, en el que San Sergio impuso la obediencia y el trabajo manual y se convirtió en el primer destino de peregrinación de los rusos.

Rusia, heredera de Bizancio

Iván III (1462-1505) tenía una concepción imperial de fuerte influencia bizantina, queriendo ocupar la cabeza del mundo ortodoxo: esto es reflejado en su matrimonio con Zoe Paleólogo y en la asignación del título de césar como vínculo con la tradición romana-bizantina tras la caída de Bulgaria. El patriarca de Moscú se asigna el título de sucesor del metropolitano de Constantinopla al frente de la Iglesia ortodoxa, que se encontraba bajo dominio turco, reclamando para Moscú el título de "Tercera Roma".

Iván III ordena levantar el Kremlin, un palacio fortificado como su propia ciudad palatina. a partir de 1472, en el Kremlin se reconstruyeron dos catedrales, las de la Dormición y la privada de la familia del príncipe, la Anunciación, la necrópolis principesca de san Miguel y el recinto amurallado. En los caminos que llevaban a Moscú se levantaron grandes fortalezas de piedra. La nueva ciudad palatina se convierte en símbolo de la alianza entre el poder político y el religioso en Rusia.