Un 10 de enero de 1944, fue ejecutada por los nazis Zinaida Portnova, partisana bielorrusa del Komsomol y heroína de la URSS.
Con solo 16 años liquidó a mas de 100 nazis envenenándoles la comida, tras ser capturada, disparó en la cabeza a su interrogador y ejecutó a 2 nazis más.
Zinaida nació en Leningrado un 20 de febrero de 1926, miembro de una familia trabajadora, su padre era obrero del metal de la fábrica Kirov y su madre granjera.
Tras la invasión del ejercito nazi, la pequeña Zinaida huye con la abuela a Vítebsk para refugiarse.
No mucho tiempo después, las tropas nazis también llegarían a Vítebsk, asaltando la granja de su abuela donde Zinaida vivía refugiada.
Los nazis maniataron a su abuela delante suya, le golpearon, le interrogaron y le robaron el ganado que tenia para sobrevivir.
Tras ver la paliza de los nazis a su abuela, Zinaida les juró venganza.
En 1942, se incorporó al movimiento partisano bielorruso de resistencia, militando en la clandestinidad a la organización local de Vítebsk del Komsomol, una organización llamada "Jóvenes Vengadores.
En la clandestinidad, se dedicó a distribuir propaganda en la Bielorrusia ocupada, escondiendo armas para los soldados del Ejercito Rojo e informando sobre posiciones de tropas nazis.
Después aprendió a usar armas y explosivos, participó en acciones de sabotaje contra los nazis.
En 1943, fue enviada a infiltrarse como ayudante de cocina en la ciudad de Obol, allí fue contratada para servir comida a todo un pelotón nazi.
Zinaida llevaba un pequeño bote de cianuro escondido en su delantal, con él envenenó la comida y ejecutó a 100 soldados nazis de golpe.
Al ser la nueva cocinera, los nazis sospecharon de Zinaida, pero ésta les aseguró que era inocente y probó delante de ellos su comida, consiguendo que la liberaran.
Aunque no tragó la comida, el veneno hizo su efecto y enfermó durante dias, curandose bebiendo suero de leche.
Tras no volver a aquella cocina nunca más, los nazis se dieron cuenta que era la culpable declarándola en busca y captura.
Ante el destape de su identidad, Zinaida decide hacer la lucha armada contra los nazis alistandose en la unidad partisana del Komsomol "Kliment Voroshilov".
En Diciembre de 1943, Zinaida volvió a Óbol, esta vez como espía en misión de infiltración en una base militar nazi.
Disfrazada de vagabunda, se coló en la base para robarle documentos y entregarlos a la milicia.
Tras cumplir la misión, fue capturada por la Gestapo en su huida.
Fue llevada a Goriany, donde un nazi de la Gestapo le torturaría para que delatara a sus camaradas.
En un despiste, Zinaida tomó la pistola de la mesa del interrogador de la Gestapo, le disparó en la cabeza y disparó a 2 nazis más en la sala, hasta que se le encasquilló el arma.
Tras ejecutar al interrogador de la Gestapo y a 2 nazis más en la sala de detención, Zinaida volvió a ser torturada por los nazis, esta vez hasta el borde de la muerte... pero siguió negándose a delatar a sus compañeros.
Fue llevada al bosque donde fue fusilada con solo 17 años.
Zinaida fue nombrada el 1 de julio de 1958 a título póstumo Heroína de la URSS y condecorada por el Soviet Supremo con la Orden de Lenin, pusieron su nombre a museos, escuelas, calles, organizaciones de pioneros comunistas.
Zinaida consumó su venganza contra los nazis que torturaron a su abuela y pasó a la eternidad.
Los invasores llegaron y ocuparon nuestras tierras
sembrando represión, dolor y muerte
a lomos de la caballo rojo de la guerra
sentenciaron nuestra vida y nuestra suerte
sin embargo no pudieron doblegar nuestra voluntad ni someternos
a pesar de las balas, las torturas y la represión a nuestro pueblo y nuestros hermanos
nuestro temple siguió intacto, firme y huimos a los montes y nos convertimos en partisanos
para combatir al invasor que había convertido nuestra tierra en un infierno
juventud, divino tesoro, arrebatado por la guerra y los invasores extranjeros
que nos hizo madurar y aprender a luchar por nuestra Patria, nuestro pueblo y nuestra gente
frente aquellos que solo buscaban nuestra destrucción y desaparición de la historia y las mentes
Juventud chamuscada por el fuego de artillería de tanques, fusiles, ametralladas y morteros
Llamas eternas que recuerdan tanto que sufrimos ancianos, adultos y jóvenes, generaciones marcadas
por la guerra, la muerte, el hambre. Cicatrices profundas que dejan huella en las mentes y corazones
que el paso del tiempo no cura, ahonda en la carne marchita recordando el dolor y la suerte pasada
de todos aquellos que sufrieron, que esperan que la guerra solo sea un mal recuerdo en poemas y canciones
Zinaida Portnova |