mis ojos se encontraron con tu mirada
y las distancias se acortaron, el tiempo no importaba
los transeúntes se diluyeron y el mundo se detuvo
los vicios se convirtieron en virtudes
bajo los faroles de la calle iluminada
bajo las miradas ocultas en la noche estrellada
bajo los silencios y los gritos mudos
de aquellos que ignoraban lo que estaba pasando
de aquellos que ignoraban lo que acaba de acontecer
dos opuestos creando un solo ser perfecto y nuevo
a la oscuridad de la noche y el silencio de la ciudad
una mano que roza, invitación a seguir caminando
juntos, miradas que invitan al deseo y al placer
de ese momento eterno para alzar el vuelo
caminando al paraíso de la felicidad