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POEMAS, CUENTOS Y ESCRITOS REVOLUCIONARIOS DE DANIEL FERNÁNDEZ ABELLA is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License. Para utilizar primero y siempre sin ánimo de lucro ha de consultar al autor. Daniel Fernández Abella todos los derechos reservados.

lunes, 27 de octubre de 2025

EL LAGO

Hay noches en la vida de todo hombre que jamás olvidará. Yo, como muchos otros, recuerdo varias. Sin embargo, son las noches traumáticas las que recordamos con más intensidad. También solemos hablar poco de esas noches fatídicas.

Ha pasado ya tiempo pero lo recuerdo como si fuera ayer.

Y ahora que todos duermen...
...

El cántico que provenía del bosque era nuevo. Se deslizó a través de la mosquitera rota, con un ligero olor a lodo de río y hierba recién cortada. Las cortinas se levantaban y caían. La mecedora del porche crujía. En el jardín, las hojas de arce se alzaban pálidas hacia el cielo como si estuvieran listas para revelar un secreto. Me quedo allí, con la mano en el marco de la puerta, y dejo que el viento me suba por la parte interior de la muñeca, cuando tenía una mano que me daba seguridad y normalidad.

¿Dónde estás? Miro alrededor y, aunque aún no te conozca, sé que no estás; y te busco siempre, siempre lo hago, pero no, no estás, nunca estás… ¿O es acaso que cruzas de un modo tan rápido, tan fugaz a través de mis sentidos, que tu luz apenas tiene oportunidad para dejar un suave brillo en torno a mis ojos, un brillo tenue pero evidente y que me consiga alertar?

Oía una voz distante que cantaba desde el horizonte. Por dentro, estaba tranquilo y hipnotizado. Era una euforia similar a la que las drogas solían devolverme en mis años de locura. La voz seguía llamaba. Guiaba mis pasos y me marcaba el rumbo. Casi sin pensar, mis pies siguieron un camino invisible mientras mis pasos continuaban sin rumbo ni destino conocido. La dulce melodía se agolpaba en mis oídos y llenaba mi mente, transportándome a un mundo idílico.

"No te preocupes, cariño. Yo me encargo"

El terreno descendía a medida que se acercaba al lago, primero gradualmente, luego abruptamente, por lo que se vio obligada a adoptar un vergonzoso paso arrastrando los pies para mantener el impulso al descender la colina. Los cánticos no solo se hacían más fuertes a medida que se acercaba, sino también más apasionados.

No sé dónde, pero sé que andas por ahí, que estás... oculta en algún lado. ¿O tal vez tan sólo existes en un rincón escondido de mi mente? No, sé que estás. Y lo sé porque te distingo en mis deseos y te intuyo mientras duermo. Pero no te veo. Y no, no te escucho. Imagino sin consciencia la textura de tu piel, siempre despierta pero ensimismada. Aunque no, no te he tocado.

Quizás pase mi vida y se vaya para siempre al lugar de los olvidos sin que tus ojos queden fijos jamás en los míos. Quizás esa sonrisa que revuelve mis neuronas sea únicamente un dibujo, una ilusión, un juego de mi mente que te busca y no te encuentra.

"No te preocupes, cariño. Yo me encargo"

El bosque le escupió justo a la orilla del lago. El efecto fue desconcertante: en un momento estaba mirando la hierba bajo sus pies, concentrándose en no torcerse un tobillo, y al siguiente se hundía ligeramente en la arena húmeda.

¿No estás?, o es que enredas y te ocultas, y te haces invisible y me rondas y me miras, y confías como yo en que esto que ambos ansiamos, en que este amor guardado aguardando la ocasión, escapará de nuestros cuerpos por sorpresa cuando menos esperemos, y será como una explosión, y creará una nube blanca que ocultara el mundo, a todo y a todos, salvo a ti y a mi. Y entonces nada más habrá, y nada más querremos. Tú y yo. Nada más.

¿Estás?, ¿estás y juegas con mi anhelo, con mi deseo, con mi pasión; y juegas con mi fuego? ¿Estás y sueñas como yo porque tampoco me encuentras, porque tampoco me ves? Desordenado se halla el mundo, el tiempo y el espacio, y es por esto por lo que no logramos encontrarnos. Estás donde no estoy, estás cuando no estoy, estoy donde no estás, estoy cuando te vas.

"No te preocupes, cariño. Yo me encargo"

La noche hizo aparición mientras caminaba por el sendero del bosque. Mis pasos seguían el camino invisible, guiado por la voz. Los árboles fueron arropándome en la oscuridad. Un claro apareció entre la espesura donde había un lago tranquilo. El aire húmedo llenó mis pulmones. Cuando estamos sin prisa y somos prudentes, percibimos que sólo las cosas grandes y dignas tienen una existencia permanente y absoluta; que los temorcillos y los placeres despreciables no son sino la sombra de la realidad. Esto es siempre regocijante y sublime. Los hombres cierran los ojos, dormitan y consienten en ser engañados por las apariencias; así establecen y confirman su vida diaria de rutina y costumbre en cualquier parte, la que, además, está edificada sobre bases puramente ilusorias. Mi cerebro apenas podía procesar el ruido de las olas. Fue entonces cuando oí un sonido extraño. Supongo que todos los sonidos son raros cuando no has oído nada en décadas, pero esto era diferente a todo lo que recordaba. Entonces ocurrieron dos cosas casi simultáneamente: primero, el sol por fin se escondió tras el horizonte, dejando solo un tenue resplandor anaranjado en su centro; segundo, una fuerza invisible me llamaba desde las profundidades del lago.

"No te preocupes, cariño. Yo me encargo"

Una voz distante cantaba desde el horizonte. Por dentro, estaba tranquilo y hipnotizado. Era una euforia similar a la que las drogas solían devolverme en mis años de locura. Me imagino que era prácticamente lo mismo que oyeron segundos antes de morir. El aire se mezcló en el pelo y me quitó el sudor del cuello. Cuando las cortinas respiren esta noche, escucharé. A veces el viento es el tiempo. A veces es el recuerdo. A veces es una promesa. Y cuando la brisa roza mi piel, suave y fría, sé que no estoy solo. Así, empujados siempre hacia nuevas riberas,llevados sin retorno en la interminable noche,¿no podremos nunca en el mar de los tiempos echar el ancla algún día? Porque cuando el lago suspira, juro que puedo oírlo: No te preocupes, cariño. Yo me encargo.
...

La policía ya había acordonado la zona. Los transeúntes habían encontrado un cuerpo flotando en el lago. Rápidamente dieron la voz de alarma y varios agentes del cuerpo aparecieron. Las sirenas de los coches patrulla rompieron el silencio monótono del parque y las voces de los agentes ausuatron a los pájaros que habitualmente estaban cerca. 

El equipo forense hizo por fin acto de presencia. Determinaron que el hombre de mediana edad se había ahogado en el lago debido a la cantidad de agua encontrada en sus pulmones, su temperatura corporal y  su ropa empapada.  Todavía era pronto para determinar la hora de la muerte, pero la causa de esta era evidente. Levantaron el cadáver y lo colocaron en un bolsa negra, camino de la morgue.

El policía suspiró. ¿Cómo es posible que la gente no fuera tan precavida? ¿A quién se le ocurre? No se sabe muy bien la profundidad del lago, pero es engañoso… Comienza con aguas cristalinas para de repente ser una oscuridad y tenebrosidad muy clara. Nunca puedes fiarte. ¿Qué querrán saber? Tanta autopsia; para qué, si no ven nada. No saben para qué los abren: un mito, una superstición, una recolección de cadáveres, creen que tienen una virtud dentro, animistas, están buscando un secreto y en cambio no dejan que busquemos los que podíamos encontrar algo, pero qué va, para qué, tiene razón, Otro día más. Divagando como siempre. Monotonía. Eterno papeleo. ¿Qué iba a hacer yo? ¿Qué tenía que hacer yo?. Iba a ser un día muy largo: papeleo, investigación, atender a la prensa, ahuyentar a los curiosos... un día de cansancio y estrés.

Mientras se sumergía en una maraña de pensamientos, una voz suave, un leve susurro, una melodía le rozó los oídos. Era un canto espiritual que le alejó por un momento del ruido, del bullicio y de ese horrible día que empezaba .

"No te preocupes, cariño. Yo me encargo"

sábado, 25 de octubre de 2025

TEMA 11. MODELADO DEL RELIEVE POR ACCIÓN DE LAS FUERZAS EXTERNAS II. LA EROSIÓN

INTRODUCCIÓN. LA EROSIÓN DEFINICIÓN Y ENFOQUES DE ESTUDIO

Con el tiempo los materiales que resultan de la alteración de las rocas, que van siendo movilizados por las vertientes, son transportados hacia zonas de sedimentación marina o continental. El transporte es llevado a cabo por varios agentes que ponen en funcionamiento numerosos procesos de erosión. La erosión consta de tres fases, la inicial es el desgaste de materiales, la segunda fase consiste en el desplazamiento de los materiales desgastados, y finalmente se produce la acumulación. En la erosión se produce, por tanto, destrucción y construcción de relieve.

LOS CONCEPTOS DE CICLO DE EROSIÓN Y EROSIÓN NORMAL DE DAVIS

William Morris Davis fue un geógrafo norteamericano que vivió hasta 1934 y se le considera el fundador de la geomorfología. Con Davis la ciencia de las formas de relieve toma distancia de la geología y se plantea un objeto, un vocabulario y unos métodos propios; elaboró una doctrina que organizó en torno a dos ideas esenciales, el ciclo de erosión y la erosión normal.

El concepto de ciclo de erosión concibe el relieve terrestre como resultado de una evolución, consistente en que en una región caracterizada por un relieve pronunciado, a partir de la labor realizada por los ríos y la dinámica de vertientes, se iría produciendo un desgaste continuo, que dejaría la zona reducida, a través de muy largos períodos de tiempo, a un relieve insignificante. En la evolución, Davis distinguía tres etapas, que serían de juventud, madurez y vejez; el resultado de esta sucesión de fases sería la formación de una superficie de erosión, un relieve aplanado, al que denominamos penillanura, en el que tan solo afloran algunos relieves residuales. La penillanura de Davis en realidad no sería la última fase, ya que no se puede concebir un cese absoluto de la erosión, sino que, antes de llegarse a una situación equivalente a la inicial, un nuevo levantamiento provocaría el rejuvenecimiento del relieve y la génesis de un nuevo ciclo.

El siguiente concepto es el de la erosión normal. El papel fundamental en la evolución lo consideraba ejercido por los cursos de agua, especialmente por los ríos. La erosión normal, es decir, la habitual y más generalizada sería la fluvial, la cual consideraba como responsable de los aspectos fundamentales del modelado del relieve terrestre.

LOS SISTEMAS MORFOGENÉTICOS

Con los años se flexibilizó la idea de evolución cíclica y se fue enriqueciendo el concepto de erosión. La aparición de la geomorfología climática supuso el comienzo de una nueva forma de explicar el modelado terrestre. En la nueva concepción se considera que los grandes arrasamientos no son el resultado de sucesivos ciclos de erosión normal, sino que se forman por la actuación sucesiva de varios sistemas morfogenéticos relacionados con variaciones bioclimáticas.

La erosión se produce como un sistema de procesos elementales, dependiendo de la frecuencia y la eficacia de su actuación, unos procesos son dominantes y otros auxiliares; hay por tanto entre ellos una jerarquía, que es la que permite diferenciar los sistemas morfogenéticos.

Un sistema morfogenético no es la simple suma de procesos elementales, sino un sistema de relaciones entre procesos, unos dominantes y otros subordinados, que actúan condicionados por una serie de factores.

LOS GRANDES AGENTES DE EROSIÓN

El agua, los glaciares, las aguas marinas en la costa y el viento son los grandes agentes, sin olvidar a los propios seres humanos.

ACCIÓN EROSIVA EJERCIDA POR LAS ACTIVIDADES HUMANAS

La actividad de los hombres ha constituido una forma de erosión, que no ha parado de incrementar sus efectos. Se habla en este caso de erosión antrópica. Las acciones humanas desencadenan, o potencian, procesos que son llevados a cabo por los agentes naturales (como deforestaciones…).

El papel del hombre como agente de erosión no consiste solamente en su capacidad de intensificar los procesos naturales, sino que también es capaz de introducir modificaciones en las combinaciones de procesos que tienen lugar en la naturaleza. Aunque el hombre lleva relativamente poco en la Tierra, las crisis morfogenéticas que provoca son de gran transcendencia.

La explotación agraria es la causa principal de erosión antrópica, y los avances históricos no han hecho sino incrementar los efectos. No obstante, la erosión antrópica, que tiene grandes consecuencias para la vida humana, no llega a tener incidencia destacable en la modificación del aspecto del relieve.

DINÁMICA Y MORFOGÉNESIS FLUVIAL

Las aguas corrientes completan el ciclo hidrológico de la superficie; todas las áreas continentales que reciben aportes de agua líquida en cantidad tienen corrientes de agua permanentes.

La labor erosiva de las aguas corrientes se lleva a cabo por la arroyada elemental, por los torrentes, los uadis y los ríos.

TORRENTES Y UADIS

Un torrente es un curso de agua corto, que circula por un cauce fijo, de acusada pendiente y de forma temporal, su principal característica es ser episódico, pudiendo quedar seco gran parte del año. Consta de tres partes, la cuenca de recepción (es la parte alta y con forma de embudo, se forma en las laderas y cada aporte de lluvia la hace ensanchar y profundizar; la labor de erosión predominante es la de excavación), el canal de desagüe (es la zona media y está inscrito en una garganta; se da la excavación y la erosión lateral, pero predomina el transporte), y el cono de deyección (la pendiente se suaviza porque llega al valle y el torrente pierde velocidad; se depositan los materiales transportados y sobre ella el agua se va repartiendo en canales divergentes).

Los uadis son cursos de agua intermitentes, propios de regiones áridas, que se concentran en lechos bien definidos y por cuyo fondo circulan canales anastomosados (bifurcaciones) que están rodeados de bancos de arena o piedra y donde se puede desarrollar vegetación esteparia; hacia la parte más baja las orillas se atenúan y terminan por desaparecer, generalmente por infiltración o al mar.



LOS RÍOS

Son corrientes de agua permanentes, que circulan por un lecho y se organizan en redes, realizando las labores de erosión, transporte y acumulación.

La actividad del río y sus características están condicionadas por factores físicos y biogeográficos.

El río recibe las precipitaciones de su cuenca; de ellas una parte se evapora y otra se infiltra en el terreno, desde donde puede llegar al río a través de las fuentes. El caudal del río resulta, por tanto, de la suma del agua de las precipitaciones más la aportada por las fuentes (menos la infiltración y la evaporación).

Otros factores físicos fundamentales están relacionados con el relieve y las características del roquedo (la altitud, la pendiente, la exposición a los vientos y la naturaleza del roquedo).

La vegetación es el principal factor biogeográfico que incide en el río porque además de interceptar parte de la precipitación puede actuar regulando los aportes y frenando las crecidas.

Tampoco podemos olvidar la acción del hombre, que de forma voluntaria o involuntaria interviene en los ríos (tala de bosques, roturación y puesta en cultivo de tierras, construcción de embalses, canales…)

REDES Y REGÍMENES FLUVIALES

Los cursos fluviales se organizan en redes jerarquizadas y estructuradas, que aseguran el drenaje de una cuenca. La cuenca hidrográfica es la superficie de terreno cuyas aguas afluyen a un mismo río. Los límites de la cuenca están en las divisorias de aguas, que son las líneas que marcan el límite entre las aguas que van a un río y a las del adyacente.

El río se forma con la concentración de las aguas de escorrentía de toda su cuenca, que le llegan de forma directa (a través de la superficie) y de forma indirecta (escorrentía subterránea).

Las redes de drenaje están formadas por un colector principal y una serie de afluentes; las formas de las redes de drenaje son muy variadas y las hay de tipo paralelo, radiales, rectangulares, dendríticas…

Los ríos presentan lo que denominamos un régimen fluvial, y depende de cómo sea su alimentación principal; hay tres regímenes principales, el glaciar (de zonas altas de montaña donde hay nieves perpetuas y glaciares; tiene aguas bajas en invierno y altas tras la fusión de las nieves), el nival (donde destacamos el nival de montaña donde el máximo cauce es en torno a junio porque la nieve acumulada por debajo del nivel de las nieves perpetuas se funde antes. En zonas de llanura de climas fríos continentales también hay una fusión en primavera de las nieves caídas en el invierno lo que puede provocar grandes crecidas) y el pluvial (este tipo tiene en las precipitaciones líquidas su alimentación principal y según el clima puede variar en pluvial oceánico y pluvial tropical; además en las zonas de clima mediterráneo hay un régimen pluvial).

En general los largos y grandes ríos pueden presentar regímenes complejos ya que atraviesan diferentes características climáticas en sus largos recorridos.

LA LABOR EROSIVA DE LOS RÍOS

El río tiene una potencia neta, que puede ser positiva, negativa o nula, que controla el sentido de su capacidad modeladora, erosiva. Se concibe el río como una corriente que fluye, no sólo sobre el cauce o talweg, que conforma una línea dibujada sobre la superficie continental, sino sobre franjas mayores, llamadas lechos, y dando gran importancia a su forma y al carácter turbulento de la corriente. Se considera que la corriente de agua y el lecho que la acoge constituyen un sistema, en el que interactúan ambos elementos, produciendo un trabajo geomorfológico controlado por el grado de turbulencia que posea la corriente.

La acción del río consiste en los tres procesos de erosión, transporte y acumulación de materiales.

Transporte de materiales por las aguas corrientes

Es la actividad fundamental del río. Esos materiales constituyen la carga o caudal sólido y que se caracteriza por su masa y calibre. La cantidad o masa de carga que el río puede transportar por unidad de tiempo define la capacidad del río y la masa de elementos más gruesos define su competencia. Cada río tiene una carga límite que puede transportar, que depende de la velocidad, del caudal y del tamaño de las partículas.

Además la turbulencia juega un papel esencial, pues cuanto mayor sea, más grande será la capacidad del río de movilizar materiales, y de mayor tamaño.

Hay diversas formas en que el río transporta su carga, como es por disolución, suspensión, deslizamiento y rodamiento, saltación.

A lo largo del curso fluvial hay diferencias ya que en la zona más alta y de más pendiente se movilizan bloques más grandes mientras que en las zonas más bajas y de menor pendiente disminuye el tamaño.

Acción erosiva del río

La acción erosiva propiamente dicha, se lleva a cabo por:

  • corrosión (acción disolvente y química del agua),
  • acción hidráulica (pérdida de cohesión y arranque de los materiales),
  • abrasión (desgaste del fondo y las paredes efectuadas por el choque de los materiales) y
  • desgaste o rozamiento (los propios materiales se redondean, pulimentan o desmenuzan).

En todo caso la casi totalidad del trabajo erosivo de las aguas corrientes se debe a la turbulencia.

Cuando la capacidad del río es superada para transportar materiales se produce la fase en la que los materiales se depositan, acumulan, dando lugar a las construcciones aluviales.

Formas de modelado resultante de la acción erosiva fluvial

Los ríos circulan concentrados en un lecho, que es la parte más excavada de los valles o depresiones drenadas. Las dimensiones del lecho se relacionan con el caudal que ha de drenar; se distinguen tres partes:

  • el lecho mayor (lecho máximo que puede ser ocupado, dentro de él y en periodos de aguas altas se puede ocupar el denominado lecho mayor periódico),
  • lecho menor (es la parte donde se concentran las aguas de estiaje y suele estar accidentado por aluviones y depósitos de cantos), y
  • el canal de estiaje (es el sector que siempre está sumergido y tiene un trazado sinuoso que en cada curva tiene un sector más profundo llamado surco).

El fondo del lecho está constituido por la roca in situ, que generalmente está cubierta con los materiales transportados.

Desde el nacimiento hasta la desembocadura el río va modelando un perfil, y ese perfil longitudinal dibuja una línea cóncava hacia el cielo; a lo largo de su recorrido el río va disminuyendo su pendiente y aumentando su caudal, al tiempo también aumenta de profundidad y anchura del lecho y disminuye la carga transportada. En su evolución el río tiende hacia un objetivo inalcanzable, el perfil de equilibrio (equilibrio perfecto entre la capacidad de transportar la carga y la de acumulación).

En punto más bajo de cada sector en un río es el nivel de base (desembocadura).

Meandros y saltos de agua

Los meandros, que alguien definió como sinuosidades de trazado de los cursos de agua, que se aparta de su dirección de escorrentía sin motivo aparente, para volver a ella después de describir una pronunciada curva, no son un fenómeno propio de corrientes tranquilas como a veces se cree. Se producen en tramos fluviales donde la actividad erosiva es similar o superior a la de acumulación.

Los meandros se presentan en series de diverso número, pero no aislados. Se forman por la combinación sistemática y alternante a lo largo del lecho de una acción de zapa en un margen (la cóncava del meandro) y la acumulación en la opuesta (margen convexa).

Dependiendo de la actividad de los meandros puede producirse un equilibrio, quedando como elemento estable del río, o reactivarse incrementando su actividad erosiva, hasta exagerar tanto la curvatura que dos meandros sucesivos llegan a unirse.

Los meandros sólo se desarrollan en terrenos suficientemente deleznables; la mayor parte de los lechos de meandros se forman sobre las zonas resultantes de la sedimentación de los ríos, es decir, sobre las llanuras aluviales.

En el curso alto y medio del lecho del río se dan unos accidentes llamativos cuando se tiene que salvar un desnivel muy brusco, son los saltos de agua; si son de grandes dimensiones y se desarrollan en una serie de peldaños se denominan cascadas y si son de gran desnivel y de mucho más caudal son cataratas. Se forman como consecuencia de la tectónica (fallas), por cambios de nivel o por diferencias de dureza en los materiales.

Meandro

Las formas producidas por acumulación

Como resultado de la actividad fluvial, al superarse la carga límite que puede transportar el río, se forman varias construcciones aluviales.

Se denomina aluviones a los depósitos fluviales constituidos por partículas desgastadas, de calibres medios y gruesos, depositados por los ríos en áreas continentales.

La forma más sencilla de acumulación son los conos de deyección, que se forman al final del canal de desagüe. Los conos aluviales tienen forma sensiblemente triangular, y los hay de pequeñas dimensiones hasta de varios kilómetros; se forman por la acción de corrientes intermitentes, especialmente notables en regiones áridas y semiáridas.

Las llanuras aluviales son amplias franjas de topografía llana y dimensiones que pueden ser de varios km., que se desarrollan sobre los aluviones depositados por cursos fluviales; en estas llanuras el río corre por un canal y sólo las inunda esporádicamente, depositando al retirarse el agua una nueva película de aluviones (en castellano lo denominamos vegas).


Las llanuras aluviales pueden aparecer interrumpidas por escalones lineales que dejan una especie de peldaños colgados mediante un talud, se denominan terrazas aluviales y la existencia de varios niveles de terrazas demuestra una sucesión de cambios en la actividad fluvial.

Las terrazas aparecen en muchos ríos de diversos tamaños y su explicación más generalizada es que las terrazas se fundan en factores climáticos que han podido provocar grandes variaciones de caudal y de carga (glaciaciones del Cuaternario). Las terrazas presentan diversas formas, como las encajadas, escalonadas, simétricas, asimétricas…

Desde un punto de vista geográfico las terrazas son zonas especialmente valoradas, ya que son aptas para el cultivo, emplazamientos de ciudades, carreteras, aeropuertos…

Terraza aluvial

MORFOGÉNESIS LITORAL

La zona costera constituye un medio con características propias, en el que interactúan litosfera, atmósfera e hidrosfera. Es un medio que participa de todas las zonas climáticas, por lo que podríamos decir que es azonal. El principal agente modelador es el agua, que actúa de forma horizontal y con gran capacidad morfogenética.

El litoral es un medio bastante extenso y su perfil no se ciñe a la línea que dibuja la costa, sino que abarca una franja por encima y por debajo del nivel medio de las aguas; el término litoral se refiere a esa franja, mientras que el de costa se aplica más bien a la zona que desde el nivel de la bajamar se extiende tierra adentro, con una anchura indeterminada.

ACCIÓN EROSIVA DEL MAR

En el litoral se combinan procesos morfogenéticos de carácter mecánico, químico y biológico.

ACCIÓN MECÁNICA, QUÍMICA Y BIOLÓGICA

Por medio de las olas, corrientes y mareas se llevan a cabo acciones mecánicas importantes.

Las olas al romper producen un violento movimiento de avance del agua, seguido de un retroceso, en él hay una brusca liberación de energía que hace que la ola actúe contra la costa como un agente morfológico. Si la ola rompe contra un acantilado el efecto se ve ampliado, ya que el agua se introduce violentamente entre los huecos y provoca pequeñas explosiones, además en el retroceso ejerce succión; también las pequeñas partículas y rocas sueltas que el agua moviliza hacen una labor de ametrallamiento y abrasión.

La principal función de las corrientes consiste en arrancar partículas en suspensión, y aún mayor resulta el efecto de las mareas que someten a la costa a un constante movimiento de ascenso y descenso del agua.

El agua marina contiene sales en disolución que la dotan de una particular actividad química; producen disolución que puede dar lugar a fenómenos kársticos y también hidrólisis que da lugar a oquedades.

La presencia de seres vivos también juega un papel importante y su acción es especialmente notable en zonas cálidas, los animalillos y plantas que viven sobre la roca ejercen acciones mecánicas y químicas.


ALTERNANCIA DE SUMERSIÓN Y EMERSIÓN

Este hecho afecta al litoral e implica la intensificación de algunos procesos erosivos; en rocas heladizas que son capaces de absorber el agua supone un constante cambio de volumen, también somete a las rocas a cambios de temperatura ya que al retirarse el agua la evaporación hace que las sales se cristalicen en los huecos y haga un efecto cuña.

INFLUENCIA DEL MEDIO

El medio bioclimático en que se encuentre el litoral condiciona sus características y afecta a su evolución.

La circulación atmosférica influye directamente en la génesis de olas y corrientes y resulta evidente que en latitudes medias con mares más agitados, se den unas condiciones óptimas para una intensa abrasión; mientras que en litorales de zonas cálidas hay una mejor condición para las formaciones de origen animal (corales).

Las diferentes características de las aguas, respecto a temperatura y salinidad y relacionadas con la latitud y el clima también dan lugar a diferencias.

Además según sean las características climáticas de la zona la actuación de los sistemas morfogenéticos imperantes, combinados con los materiales rocosos, ofrecerán materiales en diverso estado para su reacción frente a la erosión costera.

Las condiciones climáticas no son ajenas a la erosión costera, influye el grado de humedad (condiciona las precipitaciones), la temperatura, ritmos estacionales…incluso la vegetación asociada al clima ejerce una influencia.

Dependiendo de las condiciones climáticas, también varían los aportes de materiales que llegan a la costa, procedentes de la erosión continental, transportados por los ríos.

Otro factor físico determinante de las características y evolución del litoral está en la estructura, tanto litológica, como tectónica del roquedo.


PRINCIPALES FORMAS LITORALES DE EROSIÓN

Como en todos los procesos erosivos hay que diferenciar las formas de desgaste y las de acumulación de materiales.

FORMAS DE ABLACIÓN

Hay dos formas principales, los acantilados y las plataformas de abrasión.

El acantilado es un escarpe litoral modelado por la acción marina y la notable variedad depende del tipo de roca, de su estructura geológica y la forma del modelado. Tienen siempre una considerable pendiente y la altura tiene una gran variación, en la base muestran una clara línea de ruptura que da paso a la plataforma rocosa.

Se puede distinguir entre acantilados vivos (son batidos por el agua y están es retroceso) y muertos (están algo separados por sus propios materiales erosionados que no han sido arrastrados por el mar). Los falsos acantilados son los que tienen un origen ajeno al efecto del mar (levantamiento de falla).

Las plataformas de abrasión se desarrollan al pie de los acantilados, en una zona comprendida entre la pleamar y la bajamar, donde actúan las olas. Tienen forma de rampa y no suelen ser completamente lisas, sino accidentadas y con frecuencia terminan en una terraza de acumulación sobre la que puede haber una playa.

Acantilado y plataforma de abrasión

FORMAS DE ACUMULACIÓN

Son originadas por la sedimentación marina.

La playa es la forma más común y se forma por acumulación de materiales detríticos, aparece en todos los mares y en todas las latitudes; presenta un perfil transversal ligeramente cóncavo y una pendiente suave.

Una parte está siempre cubierta por el agua y afectada por el oleaje y la otra sólo se cubre con la marea alta. Por la parte de tierra suele terminar en una pequeña elevación (cresta de playa) donde se acumulan los materiales más gruesos.

Hay varios tipos de playas, desde las adosadas a la costa, algunas en forma de arco a las de ensenadas abiertas; también las hay rectilíneas al pie de acantilados y entre islotes o escollos.

Playa

También se dan acumulaciones de arena separadas de la línea de la costa, en costas bajas de zonas llanas y se forman por el arrastre de materiales que provienen de las playas adosadas, y aunque están sumergidas si hay un gran aporte de materiales llegan a aparecer en la superficie constituyendo las barras costeras o incluso más grandes como los cordones litorales.

En la costa se sedimentan también limos que dan lugar a zonas pantanosas y marismas; las zonas pantanosas forman una llanura baja en los fondos de bahía y en zonas más o menos resguardadas. La parte más exterior es pantanosa y puede cubrirse con la marea; en regiones tropicales se forman en estas zonas los manglares.

La marisma es una llanura de acumulación litoral, que es susceptible de ser explotada agrícolamente y se caracteriza por ser más elevada en la zona próxima al mar con lo que se dificulta la evacuación de las aguas continentales, que al estancarse forman turberas.

Marisma

La desembocadura de los ríos es donde se encuentran las aguas dulces continentales con las aguas marinas.

Los deltas son formaciones originadas por acumulación de materiales en la desembocadura de ríos caudalosos, sólo modeladas por acción marina en su borde externo.

Los estuarios son desembocaduras en las que el río forma un gran canal flanqueado por acumulación sedimentaria, se forma sólo en mares de grandes mareas y pueden alcanzar extensiones kilométricas.


Los arrecifes coralinos constituyen la última forma de acumulación pero en este caso proceden de restos de seres vivos; son acumulaciones de esqueletos de animales que viven en colonias. El armazón está formado por políperos y en las partes vivas coexisten numerosas asociaciones de animales y plantas que contribuyen a la formación del arrecife, es una compleja biocenosis que necesita de unas exigencias estrictas para existir y sólo son posibles en mares tropicales.

Arrecifes coralinos

TIPOS DE COSTAS

Hay diversas clasificaciones y diversos autores. Uno de los criterios nos da dos tipos básicos, de hundimiento y de emersión, además de otro neutro; otro criterio da primacía a la acción del mar en el modelado costero, y se distingue entre costa primitiva y evolucionada.

DINÁMICA Y MORFOGÉNESIS GLACIAR

El hielo es uno de los agentes erosivos de gran importancia; las masas de hielo están localizadas en las áreas más frías del planeta, en las altas latitudes y en las grandes altitudes. En épocas anteriores la extensión de los glaciares era mucho mayor que en la actualidad, y tras el retroceso han dejado importantes huellas de su presencia.

LAS GLACIACIONES

La Tierra ha conocido etapas de enfriamiento sostenido que constituyen períodos glaciares (grandes superficies cubiertas de hielo), se han datado cuatro glaciaciones en el Cuaternario (Günz, Mindel, Riss y Würm); desde el final de la última glaciación el clima de la Tierra, es más templado con sólo oscilaciones, donde los glaciares existentes indican un período glaciar no extinguido totalmente.

No hay una teoría definitiva sobre las causas de las glaciaciones, las posibilidades son desde cambios en los movimientos de la Tierra, en la composición de la atmósfera, en la radiación solar, en los desplazamientos de las placas tectónicas…

Durante las glaciaciones hubo un descenso de las aguas oceánicas debido a la acumulación de hielo en los continentes, los cuales a causa del peso sufrieron un hundimiento; al producirse la fusión de los hielos el proceso se invierte y hay una elevación del nivel del mar y los bloques continentales ascienden al liberarse del peso. De estos procesos de movimiento quedan las huellas en el paisaje actual, sobre todo costero.

FORMACIÓN DE LOS GLACIARES

El hielo glaciar se forma a partir de la acumulación de nieve (cristales microscópicos de agua sólida), su propio peso en la acumulación hace que se apelmace y mediante procesos de fusión y recristalización se origina la nevé o neviza, y posteriormente el hielo. Para que se produzca la formación del hielo que da lugar al glaciar deben existir precipitaciones suficientes y que se supere la evaporación en la época más cálida.

TIPOS DE GLACIARES

Los glaciares son masas de hielo, que acumulado en grandes espesores, se comporta como un material plástico y por influencia de la gravedad se va desplazando. Hay numerosas clasificaciones de los glaciares, pero tradicionalmente se dividen en dos grandes tipos, glaciares regionales y locales.

GLACIARES REGIONALES

Los glaciares regionales, también llamados inslandsis, son enormes extensiones de hielo con un perfil ligeramente convexo en forma de casquete e independientemente de la superficie que recubren. En ocasiones quedan visibles las cumbres más altas no cubiertas por el glaciar (nunataks). Estos glaciares se mueven desde la zona en la que el hielo es más espeso y pueden llegar hasta el mar, desde donde se desprenden grandes bloques (iceberg).

Los grandes inlandsis están uno sobre la Antártida y otro sobre Groenlandia.

Los casquetes glaciares tienen temperaturas muy bajas (-25 y -40o C), lo que supone que hay pocos fenómenos de fusión y recongelación; la nieve, que cae en pequeñas cantidades, se transforma lentamente en hielo, por lo que están recubiertos de una espesa neviza.

GLACIARES LOCALES

Los glaciares locales son numerosos pero mucho más pequeños, menos espesos y más variados en su forma.

Están en áreas de montaña y se adaptan a la forma del relieve que cubren. Los llamados de casquete, de plataforma, de fiell o escandinavos cubren superficies de cumbres por encima de las nieves perpetuas y pueden emitir lenguas de hielo que se canalizan por los valles.

Los denominados glaciares alpinos o de valle se forman en zonas de montaña con importantes precipitaciones de nieve; constan de una zona de recepción y acumulación de neviza (circo) que suele ser un área deprimida entre paredes rocosas, situada por encima de las nieves perpetuas, desde el que sale aprovechando un valle fluvial una lengua de hielo que se encaja en el valle. En el caso de algunos glaciares alpinos la lengua llega hasta la zona llana, saliendo del valle y expandiéndose (lóbulo o glaciar de piedemonte).

En zonas montañosas que sobrepasan poco el nivel de las nieves perpetuas se forman los llamados glaciares pirenaicos o de circo, que son de pequeño tamaño y en caso de tenerla, la lengua será muy corta.

FLUJO GLACIAR

La masa de hielo de los glaciares se mueve; el movimiento se evidencia por algunos signos externos como la formación de grietas, por los avances y retrocesos del frente y por el desplazamiento apreciado en objetos en la superficie. Pero esta masa de hielo se desplaza muy lentamente y sin turbulencias, por lo que no resulta perceptible a simple vista.

El movimiento comienza cuando el hielo tiene un espesor suficiente, 15 m, y la pendiente debe ser de alrededor de 10o; la velocidad de desplazamiento es muy variable y es mayor en el centro y disminuye en los bordes, debido al roce con las paredes, y en el extremo de la lengua es donde se produce la ablación (fusión y evaporación de la nieve y el hielo).

Las diferencias también afectan a las características dinámicas del glaciar, que en algunos casos es activo(bien alimentado y rápido evacuando), en otros casos es pasivo (lento y de poco caudal) y los residuales (están prácticamente estancados).

LABOR EROSIVA DEL GLACIAR

Es difícil observar la labor erosiva del glaciar mientras se produce, ya que el propio hielo lo dificulta, pero a partir de las huellas dejadas es posible reconstruir la forma. Los glaciares son agentes erosivos de una gran eficacia que dependen de su dinamismo y son capaces de llevar a cabo todas las fases de la erosión.

Por si solo el hielo no tiene poder para erosionar rocas compactas, pero en su movimiento al pasar sobre las diaclasas es capaz de arrancar y fragmentar las rocas; esta carga que se va acumulando actúa como una lima gigante que actúa por abrasión y produce estrías y acanaladuras en el fondo y las paredes. Sobre las rocas cristalinas y calizas compactas la acción abrasiva produce un efecto de pulido en la roca; y en las propias fisuras y grietas de la roca se produce gelifracción que también contribuye a desgajar los bloques que son arrastrados y contribuyen a la capacidad erosiva.

Además del efecto de abrasión, en el fondo, puede producirse una sobreexcavación (acción de movilización y desalojo de fragmentos de diversos tamaños que da lugar a una profundización del lecho).

La labor abrasiva del glaciar en más intensa en los desniveles del lecho y en los efectos de la erosión entran en juego varios factores condicionantes como la pendiente, la velocidad, la resistencia de la roca, el espesor del hielo, volumen de los fragmentos…

Respecto a la labor erosiva no todos los expertos son unánimes, ya que algunos son ultraglaciaristas, otros son antiglaciaristas y otros transaccionistas.

Al observar alguno de los glaciares actuales podemos ver que hay una serie de líneas oscuras en la superficie, son las morrenas (constituidas por materiales rocosos que el glaciar arrastra), hay morrenas en diversas po siciones, como las de superficie (alimentadas por desprendimientos y avalanchas), otras morrenas más abundantes son en los bordes, y se denominan laterales, también las hay de fondo (unas en contacto con el lecho y otras internas en la masa de hielo), en el frente de avances también se forma una morrena terminal o frontal, y cuando confluyen dos lenguas de morrenas laterales y se juntan se crea una en posición central.

FORMAS DE RELIEVE RESULTANTE DE LA ACCIÓN GLACIAR

La acción erosiva del glaciar genera unas formas de desgaste y otras de acumulación.

Formas de acumulación

Cuando los hielos desaparecen o retroceden se produce un depósito de los materiales que acarreaba, estos pueden llegar hasta los 100 metros de espesor y se denominan till o tillitas.

De la acción de los inlandsis que recubrieron gran extensión de las zonas hoy templadas son muy característicos los llamados barros glaciares (de materiales heterogéneos, irregulares, de diversos tamaños y empastados en arcilla, arena o roca pulverizada).

Las morrenas se convierten en depósitos al desaparecer el hielo. Se dan en todo tipo de glaciares; la situada al frente del glaciar que marca el alcance máximo del mismo es la morrena terminal, y tras ella pueden aparecer varias sucesivas, son las morrenas de retroceso (indican las etapas de retirada del glaciar); en los glaciares de valle estas están atravesadas, cerrando el valle y se prolongan en las laderas, en la morrena lateral.

En las llanuras glaciares, detrás de las morrenas, se observan formaciones como de pequeñas colinas, son los drumlim; también aparecen otros depósitos en cuya formación tienen parte activa las corrientes de agua, por delante de la morrena terminal se forman llanuras fluvioglaciares (de suave pendiente, en ellas aparecen hondonadas que resultan de la acción de las corrientes de agua y desembocan en un pequeño delta en la parte exterior del hielo).

Los lagos se asocian en gran medida a los glaciares, y se dan tanto en montañas donde hubo pequeños glaciares, como en las grandes llanuras cubiertas por los inlandsis cuaternarios; en los lagos se depositan materiales procedentes de los glaciares llamados varvas (alternancia de arena y arcilla) que se usan para las dataciones.

Las formas mayores de modelado

La mayor parte de los sistemas montañosos elevados han sufrido la acción erosiva de los glaciares, que han realizado una transformación en su aspecto y características.

Las formas resultantes son varias:

  • El circo glaciar es una depresión de forma más o menos semicircular, rodeada de paredes abruptas; suelen estar agrupados y con frecuencia entre dos muy próximos sólo hay un farallón de roca denominado arista, y que si desaparece da lugar a la forma reina de las montañas, el horn.
  •  El valle glaciar es el antiguo valle fluvial transformado por la ocupación de la lengua glaciar; el hielo produce un desgaste, ensanchamiento y profundización que transforma el perfil en V de los valles en forma de U. Estos valles tienen unos rasgos característicos como que su perfil longitudinal es muy irregular, que el perfil transversal con su forma de U también tiene irregularidades que se denominan hombreras, también que el fondo del valle tiene un micromodelado formado por estrías y acanaladuras e inclusivo rocas pulidas, y terminando también a menudo hay valles afluentes al valle principal que quedan colgados a notable altura y que una vez desaparecidos los hielos los ríos se precipitan por ellos en cascadas.
  • En el caso de los casquetes glaciares la erosión a afectado a zonas muy extensas; el hielo fluye en los casquetes de forma radial y con movimiento muy lento lo que produce vastas llanuras y plataformas de topografía suave, donde aparecen formas similares a la de los fondos de valle de montañas (estrías, acanaladuras, drumlins, lagos…). Otra forma interesante son los kame y esker, que son depósitos fluviales producidos en la fase de retroceso de los casquetes polares. En los márgenes de éstos hay otras dos formas características, los fiordos (arteria glaciar ocupada por el mar) y el strandflat (plataforma litoral entre el mar y la montaña que sumergida en parte aparece como un archipiélago).

EL VIENTO COMO AGENTE EROSIVO

El viento es un importante agente erosivo que tiene una actividad morfogenética moderada y que actúa en todas las zonas terrestres.

MOVIMIENTOS DEL AIRE

El viento, como el agua, se mueve de forma laminar, como hilos paralelos a la superficie cuando circula a muy poca velocidad y de forma turbulenta cuando aumenta la velocidad.

ACCIÓN EROSIVA

Es posible en cualquier zona del globo, pero para que tenga una relevancia es necesario que se den unos factores favorables como una topografía suave, la presencia de materiales sueltos, escasa cobertera vegetal y poca humedad.

  •  DEFLACCIÓN

El viento realiza por donde pasa una labor de barrido, ya que actúa como medio de transporte de los materiales sueltos. Las partículas más pequeñas son transportadas por suspensión y las de mayor diámetro por saltación y rodamiento.

Para valorar la importancia del transporte eólico se estima el llamado caudal sólido del viento, que corresponde al volumen de arena que atraviesa una sección vertical de un metro de anchura y altura ilimitada durante un año.

  • ABRASIÓN O CORRASIÓN

El viento, a través de los materiales que transporta, ejerce una labor erosiva directa, mecánica, por el choque contra el roquedo de los fragmentos.

La abrasión o corrasión se da especialmente en las partes bajas más próximas al suelo; la acción es selectiva y va cincelando los materiales según su dureza. En rocas compactas de grano fino sólo hace acciones de detalle, destacando el limado y el pulido; donde una forma interesante son los cantos facetados (de forma piramidal). Si hay diferencias en la dureza de la roca atacada se forman alvéolos y resaltes, configurando rocas de aspecto fungiforme (rocas seta). E igualmente que en las corrientes de agua el material transportado también va siendo erosionado.

FORMAS DE RELIEVE PRODUCIDAS POR LA ACCIÓN DEL VIENTO

En las regiones áridas, azotadas por el viento, aparecen distintas formas de detalle.

Las depresiones de deflacción son suaves hondonadas de gran variedad de tamaño que se forman en zonas llanas y pueden estar ocasionalmente ocupadas por lagunas, e inclusive si hay agua subterránea pueden contener oasis.

Los regs son zonas llanas donde la deflacción ha actuado intensamente, arrastrando los materiales sueltos hasta dejar una superficie de cantos gruesos.

Especialmente llamativas son las formas de acumulación del viento cuando cesa o pierde velocidad y es incapaz de transportar las partículas, que se van depositando.

Las dunas son las más características, y son acumulaciones de arena debido a la acción eólica. La duna se forma cuando un obstáculo fuerza al depósito de los materiales en movimiento, generándose un montículo inicial que va creciendo. Las hay de varias formas y tamaños, como las barcanas (con forma de media luna), las dunas transversales (alineadas como olas) y las dunas longitudinales (paralelas al viento dominante formando colinas de hasta cientos de metros en altura y km. de longitud).

Reciben el nombre de erg los campos de dunas que pueden estar constituidos por cualquiera de los tipos de dunas. Fuera de los medios desérticos hay formaciones de dunas, donde el habitual viento mar-tierra es el causante.

Otros depósitos relacionados con la acción del viento son los loess, que cubren grandes extensiones en latitudes medias de zonas no desérticas y están formados por un polvo muy fino que ha sido transportado por el viento desde hace miles de años y que recubre el relieve preexistente; son suelos muy fértiles.

PADRE INVIERNO

Cuando el lento frío lame la corteza de los árboles y se retira luego dejando al descubierto la franja de escarcha  y los guijarros, los pájaros y demás animales emprenden una veloz carrera y corren sobre las las hojas caídas mientras les invade el impulso primitivo del calor. Chillando, gimiendo, gritando, pasan rozando las hojas y se alejan buscando sus madrigueras. Se apresuran, acelera, se precipitan, huyen; pero ¿Adonde, y con qué finalidad? La inquieta urgencia del melancólico otoño ha arrojado un hechizo sobre ellos y deben congregarse, girar y chillar; tenían que saturarse de movimiento antes de que llegase el invierno.

El anciano paseaba tranquilamente, sin prisa. Pasos cortos en la nieve. Sin resbalar en el hielo, deslizándose como si llevara patines. Cabello blanco como la nieve, ojos grises. Larga barba, cubierta por una capucha verde. Tatuajes dibujados una y otra vez, esbozados hasta la perfección, y luego insertados con cuidado en la piel. Tinta extendiéndose hasta los pulmones, respiraciones profundas. Rizos de pelo que caían justo por debajo de los hombros. Una mirada en reposo, tan serena que un insecto se posaría en la nariz. Largas y frondosas cejas que  escondían sus ojos color enebro con pestañas cortas y entrecortadas, como cortadas con tijeras de acero. Una larga barba blanca con tonos verdosos y oscuros, ecos de un pasado lejano que ondea al viento como una bandera. Pasos profundos y pesados pero elegantes en la nieve que aparecía en su presencia, dedos de los pies helados por el frío. Sonrisas y risas encantadoras. Una risa baja que brotaba del rugido de la garganta. Puntas de los dedos agrietadas, labios partidos. Un bastón le servía de apoyo en su caminar errático para aquellos que pudieran observarle, pero conocedor de un camino conocido que siempre recorría.

Era como si no sintiera el frío, o tal vez simplemente se negara. En cualquier caso, era evidente que estaba feliz de estar afuera, rodeado de los vastos campos que se tornaban blancos tras sus pasos. Se dio la vuelta lentamente, absorbiéndolo todo. La suave nieve bajo sus pies, los copos congelados enredándose en su cabello y el viento frío rozando juguetonamente sus mejillas; parecía mimetizarse con el paisaje mientras continuaba su camino. Esbozó una suave sonrisa hacia el bosque, donde una cierva le observaba . Contempló el brillante cielo invernal unos instantes antes de adentrarse en el bosque, con el suave canto de las golondrinas dándole la bienvenida al bosque de árboles perennes. Escuchó atentamente los trinos y gorjeos de los pájaros, un canto a la vez familiar y fugaz. La cierva giró la cabeza hacia él al acercarse, como invitándolo a seguirla. Así lo hizo, y se adentró aún más en el bosque. La cierva se abrió paso ágilmente. Siguió a la cierva, pisando con cuidado las raíces expuestas de los árboles y las hojas marrones caídas. La cierva le guió sin parar, y a cada paso, el color se intensificaba. Los árboles perennes habían dado paso a arces rojos como el fuego, y la nieve a hojas moteadas de naranja. Impulsadas por la vista, ambos se dirigieron rápidamente al corazón del bosque. Allí, el aire era agradablemente fresco, y justo en medio del claro había un lago puro y no congelado aún, rodeado de hojas dispersas. Rojas, amarillas, moradas, marrones. La vista de hojas tan coloridas le hizo abrir los ojos de par en par. La cierva, sin embargo, permaneció imperturbable y comenzó a beber del lago. Observó cómo bebía hasta saciarse. Parecía que este pequeño claro aún no había caído en el invierno, pero eso pronto cambiaría. Miró al cielo, observando cómo los copos de nieve caían lentamente. Extendió la mano y atrapó uno en la palma. Se negaba a derretirse, e inclinó la cabeza con asombro. Detrás suyo, los copos de nieve caídos brillaban. Al darse la vuelta, la cierva había desaparecido. Sonrió, contemplando brevemente las hojas y la nieve, mientras reanudaba su marcha, apoyándose en su cayado. siguió su camino mientras la cierva lo observaba con curiosidad. Sus pasos eran lentos y pesados, dejando tras de sí profundas huellas que la nieve rellenaba rápidamente.

El anciano siguió su camino dejando tras de sí un manto blanco que cubrió las hojas caídas de los árboles. Sin prisa pero sin pausa, continúa su recorrido, con rumbo desconocido perdiéndose en el horizonte, ajeno a las vidas a sus pies y las miradas de los viandantes. El Padre Invierno había llegado y su camino acaba de comenzar.

jueves, 23 de octubre de 2025

TEMA 10. MODELADO DEL RELIEVE POR ACCIÓN DE LAS FUERZAS EXTERNAS I. LOS PROCESOS ELEMENTALES METEORIZACIÓN Y DINÁMICA DE VERTIENTES.

INTRODUCCIÓN

Las fuerzas interna de la Tierra actúan configurando las rocas, provocando su afloramiento, su deformación, dislocación y desplazamiento. En la superficie, entra en juego la acción de las llamadas fuerzas externas, que proceden de fuentes de energía exteriores al globo, y van dando lugar a la transformación del relieve.

Se considera que la gravedad y la energía térmica procedente del Sol son las dos principales fuerzas capaces de realizar la dinámica geomorfológica externa, que tiene lugar en la superficie de la litosfera. No obstante, hemos de tener presente que hay una interacción entre las fuerzas internas y externas, ya que actúan simultáneamente, en un proceso que se desarrolla de forma ininterrumpida y constante.


LAS FUERZAS EXTERNAS

LA GRAVEDAD

En la evolución de la superficie terrestre, la gravedad está siempre presente, jugando un importante papel en todas las acciones de modelado. Su actuación es directa e indirecta. De forma directa, provoca el desplazamiento de partículas sueltas, que por su propio peso tienden a caer, a moverse. De forma indirecta, afecta muy especialmente a masas que tienden a fluir, desplazándose y ejerciendo una acción sobre la superficie por la que se movilizan.

La acción de la gravedad se produce de forma permanente, pero los resultados de dicha acción son diferentes, desde el punto de vista del modelado, dependiendo de las condiciones en que se produzca.

La existencia de desniveles en la superficie terrestre es esencial para que actúe la gravedad. Los desniveles se originan por varias causas, entre las que la más importante es la tectónica. La acción de la gravedad, tiende, teóricamente, a buscar el equilibrio y suavizar los desniveles, en un proceso que nunca termina, porque la actuación de las fuerzas internas, principales generadoras de los desniveles, lo renueva constantemente.

LA ENERGÍA PROCEDENTE DE LA RADIACIÓN SOLAR

La energía procedente del Sol es la causa última que pone en marcha una serie de procesos, que constituyen parte esencial de la acción de las fuerzas externas.

Como consecuencia del desigual balance de la radiación solar sobre la superficie terrestre se producen unos desequilibrios térmicos, que originan flujos convectivos de aire y agua que entran en contacto con la superficie terrestre y, si tienen la suficiente energía, pueden movilizar partículas, produciendo efectos de modelado.

Por tanto, las acciones geomorfológicas externas se producen por la energía que generan la fuerza de la gravedad y la radiación solar, que, por su desigual distribución sobre la superficie terrestre, pone en marcha unos movimientos de convección térmica. Además, para que sean efectivas aquellas acciones, tiene que haber una cierta pendiente, con la inclinación y rugosidad adecuadas y que existan partículas sueltas, capaces de ser movilizadas y elementos fluidos, que pueden transformarse en flujos.

INCIDENCIA DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS MATERIALES DE LA SUPERFICIE Y LAS CONDICIONES EXTERNAS

Otros factores que juegan un papel importante en los procesos de modelado, son la presencia o no de materiales “sueltos” y el tamaño de los mismos.

La litosfera está formada por rocas, que, en unos casos, están constituidas por partículas fuertemente soldadas y cohesionadas y, en otros, son rocas blandas o deleznables. Inicialmente, la mayor parte de las rocas son coherentes, por lo que para ser afectadas por los procesos de modelado de las fuerzas externas, requieren una preparación previa, que se lleva a cabo por acciones físicas, o químicas, en la superficie, o muy cerca de ella, en contacto con la atmósfera y sus fenómenos meteorológicos. Por ello, reciben el nombre de procesos de meteorización.

Si el tamaño, o calibre de las partículas, influye en el proceso de modelado, siendo más fácil cuanto mayor sea el tamaño, hay que considerar también la facilidad con la que las partículas pueden ser puestas en movimiento, que no sólo se relaciona con el calibre. La movilización del material, además de la acción de la gra vedad, depende de la inclinación de la superficie por la que se desplace.

Por último, para que se den los procesos de modelado tiene que haber unas determinadas condiciones de carácter medioambiental, climáticas y biogeográficas, que los hagan posibles, desde la preparación inicial, al proceso final.

LA METEORIZACIÓN

La meteorización es la alteración de la roca por la acción de agentes atmosféricos y biológicos. La roca sufre la acción de estos agentes, que tienden a descomponerla y desintegrarla, dejando los materiales dispuestos para ser movilizados por los agentes de la erosión. La acción geológica de la erosión por meteorización se lleva a cabo de forma física (por ruptura de la roca) y química (transformación de sus propiedades), actuando en conjunto. La meteorización actúa constantemente en todas partes. Es de decisiva importancia, pues prepara la formación del suelo y deja las rocas a disposición de la erosión. Sin ella no existirían ni la vegetación ni los continentes.

PROCESOS MECÁNICOS DE METEORIZACIÓN. FRAGMENTACIÓN

Las acciones físicas o mecánicas producen rupturas en las rocas sin alterar la naturaleza química de las mismas.

FRAGMENTACIONES O CLÁSTICAS DE ORIGEN TÉRMICO

El intenso calor diurno y el enfriamiento nocturno hacen que las rocas se encuentren sometidas a grandes cambios de temperatura, mayores en la superficie que en el interior. Como resultado de estos cambios puede producirse:

  • Exfoliación: separación de capas enteras de la roca.
  • Desmenuzamiento: disgregación de los distintos componentes.


 FRAGMENTACIONES DE ORIGEN HÍDRICO

El agua, al penetrar por los poros y fisuras de la roca, la somete a tensiones. Al helarse, aumenta de volumen, incrementando la presión y fragmentando la roca en un proceso llamado gelifracción o crioclastia, propio de regiones templadas con estación fría acusada, en zonas de montaña y en climas fríos. En las montañas es habitual encontrar taludes o mantos de derrubio con los materiales resultantes de la meteorización.



PROCESOS QUÍMICOS

Provoca transformaciones químicas en la roca y actúa conjuntamente con la meteorización física, de forma que cuanto mayor sea la fragmentación física, mayor será la eficacia de la química, y viceversa. El agua juega un papel esencial en la meteorización química, formando parte activa en las reacciones o por medio de los productos que lleva en disolución.

LA DISOLUCIÓN

Se trata de un proceso en que se combinan acciones físicas y químicas, en el cual las moléculas de un cuerpo se disocian en iones por acción de un disolvente, en este caso, el agua atmosférica.

En el proceso de la disolución es muy importante la constitución mineralógica, pero también la porosidad y fisuración de la roca, que permita la penetración del agua, así como que ésta contenga determinados compuestos químicos, capaces de aumentar el poder disolvente. El agua acidulada, con CO2,, al contactar con las  rocas compuestas de CaCO3, no soluble, reacciona formando bicarbonato que es muy soluble. Es un proceso fundamentalmente químico, principal en las karstificación.

Como resultado de la disolución pueden quedar residuos insolubles, como la terra rossa mediterránea. También se produce el fenómeno a la inversa y puede haber precipitación, que da lugar a nuevas formaciones, como las estalactitas y estalagmitas calcáreas, y diversas costras y caparazones calizos, yesosos, silicios o ferruginosos.

La importancia y dimensiones que puede alcanzar este proceso se relacionan, además con la características del roquedo, con las climatológicas, de temperatura y precipitación, e incluso con la abundancia de vegetación, capaza de conservar el CO2.

ALTERACIONES QUÍMICAS

Diversas acciones químicas, favorecidas por la disolución, provocan la alteración del roquedo, transformando una parte de los componentes minerales de la roca. Como resultado, se produce una descomposición superficial, que penetra incluso bastantes metros en profundidad, dando lugar a lo que se denomina mantos de alteración o alteritas.

La oxidación es el proceso más común. Es provocada por el oxígeno del aire, al atacar a algunos de los componentes de las rocas transformándolas en óxidos. Produce cambios en el color, así como en algunas de sus propiedades. También es frecuente que se forme una pátina superficial, que las dote de mayor dureza.

La hidrólisis es la reacción más importante. Consiste en el desdoblamiento de las moléculas en presencia del agua, cuyos H+ y OHse combinan con los minerales de la roca, produciendo su alteración, como en el granito y basalto. La eliminación de la sílice que provoca y la formación de hidróxidos de aluminio y hierro da lugar a la aparición de costras lateríticas de notable dureza.

La hidratación consiste en la fijación de agua sobre un cuerpo que se convierte en hidrato, aumentando de volumen y desintegrándose (en especial rocas ígneas de grano grueso).

ACCIONES BIOLÓGICAS

No se debe menospreciar la acción de los organismos vivos en el ataque de las rocas. Los animales actúan de varias formas, sobre todo de forma mecánica sobre materiales deleznables, e incluso excavando galerías. Las plantas, sobre todo por la penetración de sus raíces, facilitan la fragmentación. También se llevan a cabo acciones químicas, por la secreción de ácidos activos de bacterias y raíces. Los líquenes se alimentan de los minerales de la roca y pueden generar un barniz que recubre la superficie. La descomposición microbiana de los desechos vegetales, que se depositan sobre la roca, provoca la formación del humus y desempeñan un importante papel en la génesis y evolución de los suelos, que se forman sobre el regolito, capa que recubre la roca, resultante de la meteorización.

FACTORES CONDICIONANTES DE LA METEORIZACIÓN

Los principales son los siguientes:

  • Características de la roca: tanto físicas (color, porosidad, fisuración y tamaño de los componentes) como mineralógicas.
  • Clima.
  • Intensidad y duración de los procesos.

LA DINÁMICA DE VERTIENTES. PROCESOS ELEMENTALES DE EROSIÓN

Los materiales resultantes de la meteorización son sensibles a la gravedad, con tendencia a desplazarse a lugares más bajos. Este proceso, junto con la meteorización, constituyen los procesos elementales de la erosión. En la parte baja de los valles, los ríos ejercen la erosión lineal, que tiende a profundizar el cauce por incisión vertical. En los interfluvios también se produce la erosión areolar, ejercida en la superficie a través de la actividad pluvial, la arroyada difusa y otros procesos. En las vertientes hay pequeños movimientos descendentes, pero también otros de gran magnitud. En ellos juegan un importante papel las características de las vertientes, desde las cubiertas por vegetación espesa que fija los materiales hasta las que no tienen apenas vegetación y en las que la erosión es importante, con grandes mantos de derrubios.

DESPLAZAMIENTO POR ELEMENTOS

CAÍDA LIBRE Y DESPRENDIMIENTO

El desplazamiento por elementos se produce por caída libre y desprendimientos. Es el movimiento más rápido. Resulta de la rotura de la pared rocosa en fragmentos de varios tamaños que descienden por la pendiente hasta quedar estabilizados en un punto. La trayectoria depende de la inclinación y la rugosidad de la vertiente y del tamaño y forma de los fragmentos. Por acumulación se forman conos o taludes de derrubios, que se mantienen estables hasta una pendiente máxima próxima a los 35°, y hay selección de tamaños, con los más gruesos en la base. Los taludes y conos de derrubios son inestables, por cualquier perturbación produce nuevos deslizamientos de roca.

Si la caída afecta a una cantidad importante de materiales se produce un desprendimiento o derribamiento, que puede revestir carácter catastrófico.

REPTACIÓN

Consiste en un desplazamiento y redistribución de partículas por acción de la gravedad. El movimiento se realiza de forma individual, pero la suma de todos esos movimientos imperceptibles se traduce en un lento descenso de todo el conjunto. Resulta apreciable a simple vista por la inclinación de los troncos de los árboles, postes y estacas, e incluso por la presencia de estratos curvados hacia la vertiente. La razón de la reptación está en la gravedad, pero los agentes desencadenantes son variados: pisadas, raíces, calentamiento y enfriamiento de la superficie, etc. Un fenómeno que participa en la reptación es el realizado por el agua que se hiela en la capa superficial del terreno que empapa, y que forma unas columnillas que levantan un grano de arena. Cuando se deshiela, el grano cae y se produce un descenso respecto a la posición inicial (pipkrake).

La eficacia de la reptación varía según el medio. Los más favorables son aquellos donde existe un manto de derrubios pequeños o donde son importantes los fenómenos de gelifracción en la roca, como en laderas de montañas expuestas a la acción hielo/deshielo.

DESPLAZAMIENTOS EN MASA

Nos referimos a movimientos que afectan a un volumen considerable de materiales. Las dos formas más importantes de producirse son la solifluxión y el deslizamiento.

SOLIFLUXIÓN

En este proceso el agua juega un papel esencial. Consiste el desplazamiento de una masa fangosa, sobre un basamento estable, que resulta de un terreno capaz de embeberse en agua, que se comporta como plástico.

El movimiento resulta relativamente rápido, variando la velocidad según la viscosidad del fango.

Puede presentar varias formas:

  • Laminar: descenso lento de una fina capa de barro.
  • Abombamiento de la cobertera vegetal: dificulta el descenso del barro.
  • En terracillas: como peldaños en laderas empinadas, en los que colaboran las pisadas del ganado, por lo que se conoce como terracillas de vaca.
  • Nichos de solifluxión: pequeña masa desprendida que deja un talud profundo de forma semicircular, del que parte una lengua de material viscoso.

La solifluxión, al precisar de gran cantidad de agua, es destacable en reas de montaña húmeda, así como en altas latitudes con escasa vegetación y un importante papel del proceso hielo/deshielo. En regímenes glaciares se da frecuentemente, siendo raro en regiones áridas.

Muy vinculadas a la solifluxión se deben considerar las coladas de tierra. Consisten en un flujo de materiales saturados de agua, que se desliza por laderas, cañones y valles de montaña, que facilitan su evacuación. Las más móviles son las coladas de barro. Están condicionadas por la naturaleza de los materiales y la cantidad de agua, dándose con mayor frecuencia en terrenos arcillosos.

DESLIZAMIENTO

Consiste en un desplazamiento rápido y masivo, de materiales por una vertiente, que puede presentarse de forma catastrófica. Es preciso que exista una superficie de deslizamiento adecuada, a menudo procedente de la propia estructura del terreno (fallas, planos de estratificación). A este tipo pertenece el deslizamiento en capas, en el que toda una masa rocosa se desliza sin sufrir grandes deformaciones. Los desencadenantes de los deslizamientos pueden ser diversos, desde unas precipitaciones copiosas, que llegan a saturar el terreno, a un movimiento sísmico o una perforación artificial. La presencia de laderas fuertemente inclinadas lo favorece. Suelen ser movimientos esporádicos sin alto valor geológico, aunque su trascendencia puede ser grande (destrucción de Erratzu, Baztán, en 1913). Sobre rocas de tipo arcilloso o arenoso se produce a veces un deslizamiento con perfil cóncavo o curvo muy peculiar. Se habla en este caso de hundimiento, y la masa deslizada suele fragmentarse en bloques, que pueden quedar buzando en sentido contrario a la pendiente.

El movimiento en masa es fenómeno universal, que se da en todas las regiones climáticas y en todas las vertientes a partir de un valor mínimo de inclinación. Además del clima, las características del roquedo, composición y estructura, y la vegetación son factores esenciales para que se produzca el movimiento.

Todos los procesos de desplazamiento son clave en el desgaste de los interfluivios. Gracias a ellos, el material meteorizado es movilizado al fondo de los valles, desde donde las corrientes fluviales los pueden transportar. En este proceso resulta igualmente clave la actuación de la arroyada.

LA ARROYADA

Se refiere a la labor que realiza el agua que corre sin estar canalizada de forma estable y permanente. Es un fenómeno temporal y se da, no solo en pendientes de cierta inclinación, sino, incluso, en áreas interfluviales muy poco inclinadas. Está a medio camino entre la meteorización y los procesos iniciales de desplazamiento por las vertientes y la erosión, que implica transporte y sedimentación.

La arroyada se produce cuando el agua de lluvia o de fusión de nieve y hielo, que no es absorbida por el suelo y circula libremente por la superficie de las vertientes. Dependiendo de las condiciones adquiere varias formas:

  •  Concentrada. cuando resbala en regueros que se marcan profundamente, formando cárcavas (o bad lands).
  •  Difusa. cuando resbala en forma de hilillos sinuosos y cambiantes a los que cualquier obstáculo puede desviar, arrastrando los coloides del suelo.
  •  Laminar. cuando resbala formando un manto continuo, a modo de película delgada, con una gran capacidad de arrastre (sheet flood).

Factores condicionantes. Los principales son:

  • Naturaleza, volumen y ritmo de las precipitaciones.
  •  La cubierta vegetal.
  •  Verticalidad y longitud de la pendiente.
  •  Las características del roquedo.
  •  La capacidad de infiltración del suelo.
  •  La acción humana, que acelera la erosión.