llevando a nuestras espaldas lo único que pudimos salvar
huyendo de una tierra que ya no es nuestra, nunca jamás
de una guerra donde fuimos derrotados
perdedores con un futuro incierto ante nuestros ojos y nuestras miradas
maltrechos, furiosos, sin afeitar, sin lavar, cabizbajos, aplanados,
cochinos, sucios, cansados, mordiéndose, hechos un asco, destrozados
piedras y polvo en el camino del exilio, esperanzas e ilusiones truncadas
observados con indiferencia por los gendarmes y los guardias galos de la frontera
que ignoran nuestro dolor y nuestro sufrimiento
y que no sienten culpa alguna ni remordimiento
de su ceguera e indiferencia a nuestra guerra, a nuestra causa, a nuestra bandera
ahora que la democracia y la libertad murieron porque fueron asesinadas
mientras el mundo miraba hacia otro lado y callaba
sentenciando nuestra suerte, obviando lo que aquí pasaba
traicionando a nuestra gente, asestando mortal y certera puñalada
seguimos caminando, no frenamos la marcha, seguimos adelante, seguimos
no podemos parar, no podemos quedarnos donde tanto perdimos
en una tierra que ya no es nuestra, donde ya somos perdedores
donde no nos quieren, donde gobierna el bando de los vencedores
pero, recordad, viandantes que estas personas que aquí veis, vencidos y destrozados
no lo olvidéis, son lo mejor del mundo. No es hermoso. Pero son lo mejor del mundo
aquellos que contra el fascismo, contra los militares, contra los poderosos combatieron
españoles rotos, derrotados, hacinados, heridos, soñolientos, medio muertos, esperanzados
todavía en escapar de un mundo en guerra que se precipita hacia el abismo y lo profundo
lo mejor de España, los únicos que, de verdad, se han alzado, sin nada, y, al final perdieron
Desde el sentimiento republicano, no otra cosa que solidarizarme puedo con los españoles que sufrieron la tragedia del exilio y la muerte, y el olvido de otros españoles que, lamentablemente, además del olvido, mantienen un silencio incomprensible. Para Tantos españoles víctimas de la tragedia española, ¡Salud y republica !
ResponderEliminarAlbert Camus acertó sólo a medias, el exilio significó en parte, la inadmisión de una derrota permanente como supuso aquello como una conclusión definitiva.
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