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sábado, 15 de febrero de 2020

JOKER Y EL CABALLERO OSCURO

El cine es un gran elemento de cohesión social. A través de la ficción, conoces historias, paisajes, realidades, conseguimos empatizar u odiar a los personajes, aceptando o negando sus diálogos y el pensamiento que representan. El cine y la ficción siempre han sido el escenario perfecto para la reivindicación política. Desde los movimientos feministas actuales hasta las denuncias contra el aparheitd o la sociedad capitalista, la ficción es el escaparate perfecto para mostrar las contradicciones de la sociedad, sus fallas y su doble moralidad.

Todo sistema político defiende una serie de valores que trata de prolongar indefinidamente en el tiempo y en la sociedad: esa es la clave del éxito de la hegemonía, el mantenimiento y continuidad del poder cultural, económico y político. Los Estados necesitan conseguir la adhesión y el apoyo de la población a sus políticas: A través de la prensa y los Medios de Comunicación consiguen manipular a la opinión pública, que participa en el gobierno mediante el sufragio universal, para conseguir sus objetivos.

Si bien hay elementos de ficción más recurrentes o más directos, los personajes de DC Cómics son los más recurrentes. La última película de Joker, protagonizada por Joaquin Phoenix es el caso más reciente.

Batman y el capitalismo 

Andrew Klaven : ¿Por qué... los izquierdistas se sienten libres de hacer sus películas directas y realistas, mientras que los conservadores de Hollywood tienen que ponerse una máscara para decir lo que saben que es la verdad?

Žižek : Lo que desprecio en Estados Unidos es la lógica de los actores de estudio [sic], como si hubiera algo bueno en la autoexpresión: no te dejes oprimir, ábrete, incluso si gritas y pateas a los demás, todo para expresar y liberar. tú mismo. Esta estúpida idea de que detrás de la máscara hay algo de verdad. …. Las superficies sí importan. Si altera las superficies, puede perder mucho más de lo que cuenta. No deberías jugar con los rituales. Las máscaras nunca son simplemente simples máscaras.

Bruce Wayne es, antes que nada, un empresario, heredero de una fortuna familiar, hijo de un multimillonario. Ese es, digamos, su superpoder. Bruce Wayne se convierte en instrumento de una justicia general y no particular. No persigue al asesino sino al delito, así, en abstracto. Y eso lo hace defensor de un orden, de una forma particular de las relaciones sociales.

Al introducir la lógica económica, construyó en el padre de Bruce Wayne un empresario que, como cualquier otro, es capaz de dejar seiscientos obreros en la calle si los números no cierran. Ese es el verdadero mito de origen de Batman y no el posterior asesinato de Thomas Wayne. Y encontró en esa lógica que los villanos, bien mirados, podían ser los trabajadores que pasan a la acción y resisten. Este movimiento, que parece simple, reintroduce la lucha de clases a la escena mítica y Gotham se convierte en una ciudad contemporánea con sus tensiones sociales y sus conflictos políticos. Gotham vuelve a estar en la Historia y, por lo tanto, el mundo ya no está fijado en esa especie de capitalismo eterno que propone la saga. Las raíces de la locura de Bruce se disipan en la lógica del dinero y la ganancia. La ley vuelve a ser instrumento del capital y Batman, entonces, uno de sus subordinados.

Batman y su alter ego Bruce Wayne se benefician del capitalismo para llevar a cabo sus actividades -incluidas las filantrópicas que ponen a Wayne como un ciudadano preocupado- desde donde accionan todos sus planes. La relación Joker-Batman es la misma que Bruce tiene con Gotham City donde podría resolver los problemas de raíz, pero hacerlo es muy poco capitalista, entonces, así como Batman prefiere vivir esa relación amor-odio con el Joker, Bruce desde su enorme riqueza lo hace con la ciudad, donando dinero y poniendo a funcionar soluciones de final de tubería antes de hacer un cambio verdadero. Pensar en esto desde la realidad y los millonarios que no son producto de la ficción no es mera coincidencia, es una forma de propaganda.

La diferencia es el desequilibrio de poderes, el miedo a perder el control y que su justicia sea sustituida por la de otro, lo cual iniciará una guerra. Su impotencia lo llevará a volverse radical durante los dos años en los que vuelve a ponerse el disfraz de murciélago e investigar sobre Superman. El liberalismo dará paso a un fascismo nacido del terror y la sospecha, a un totalitarismo al que son siempre propensos los ideales individualistas y que se manifiesta como la única solución para conservar un poder afianzado. El poder de Batman reside en el miedo que provoca además del dinero que posee (interesante dúo de cualidades) y, dado el cambio en el devenir de las circunstancias y el desequilibrio de fuerzas, se anulará cualquier tipo de moralidad por su parte. Es importante ver que en el cine de Snyder no hay ética, sino moral. Una moral que se basa en unos valores de tradición judeocristiana y que envuelven por completo la obra del director americano. Dentro de su épica que mezcla realidad y fantasía, una clara ideología heredera del luteranismo que explora las derivas anarcocapitalistas y libertarias de la reforma protestante en Estados Unidos se manifiesta bajo los estandartes de unos personajes-símbolo.
 
Joker

La nueva película de Todd Phillips, Joker, retrata al personaje principal bajo una nueva luz. Joker, en contraste con las películas anteriores que idealizan el papel del vigilante multimillonario Bruce Wayne, como Batman, sugiere que el sistema capitalista –que produce miles de millones para algunos y para otros, la pobreza y la negligencia social que crea las condiciones para que florezca el crimen– es el verdadero villano de la ciudad de Gotham y que el Joker es una víctima de ese sistema.

Arthur Fleck es un payaso con una extraña enfermedad mental. Responsable del cuidado de su madre enferma, sueña con su propio espectáculo de stand up comedy. La situación no es favorable. Tanto su condición mental como su oficio lo hacen blanco frecuente de agresiones en ciudad Gótica, ciudad sumida en una profunda tensión social.

Los medios masivos de comunicación juegan un papel determinante: son sancionadores. La TV es el lugar donde se orientan las operaciones del pensamiento colectivo. Es el único canal para ser alguien en una sociedad de anónimos. Cuando los noticieros difunden el triple homicidio de Fleck y se preguntan sobre una posible lectura política, lo convierten en un símbolo, muy a pesar de los esfuerzos de Wayne, que peca al abordar el problema desde una perspectiva elitista.

Arthur Fleck estaba mentalmente enfermo, pero no era malo, fue creado por una sociedad que abandona a aquellos que están desesperados y que más necesitan ayuda, una sociedad que antepone los intereses de los beneficios a las necesidades de las personas. La clase trabajadora de Gotham, amargada por la pobreza fabricada en la que se ven obligados a vivir, es objeto de las bromas de la sociedad, constantemente despreciada por personas como Thomas Wayne.

El Joker nos muestra la peligrosidad de no tratar adecuadamente a un enfermo mental y las consecuencias que puede tener dejar a estas personas de lado. Quiero subrayar una de las frases que acuña el Joker en la película y que resume idóneamente la idea que acabo de mencionar: “La peor parte de tener una enfermedad mental es que la gente espera que te comportes como si no la tuvieras”.
Sin embargo, esta no es la primer vez que los personajes de DC se convierten en un altavoz contra el capitalismo. el director Christopher Nolan y su trilogía El caballero oscuro ya inició ese camino.

El Joker en cierta parte dice: “Todo el mundo es horrible estos días, suficiente para volver loco a cualquiera”. Al decir de Deleuze y Guattari “todo es producción… producción de consumos, de voluptuosidades de angustias y de dolores”. Esclavos de la máquina social, esclavos unos de otros, esclavos mandan esclavos. No está demás en la película que mientras la gente grita y protesta contra la clase privilegiada esta esté viendo Modern Times como entretenimiento más que como una crítica o reflexión a las condiciones de la clase obrera dentro la producción industrial.

Reacción de Michael Moore: "El miedo alrededor de Joker es una distracción para no ver la verdadera violencia que nos está desgarrando"

Joker deja en claro que realmente no queremos llegar al fondo del asunto o intentar entender por qué hay gente inocente que –cuando ya no puede soportar más– se convierte en Jokers. El miedo y los gritos alrededor de Joker son una artimaña, una distracción para que no miremos a la violencia real que está desgarrando a nuestros compañeros humanos. La mayoría de la violencia en la película es la que se comete contra el mismo Joker, una persona que necesita ayuda, alguien que trata de sobrevivir en una sociedad codiciosa. Su crimen es que no logra conseguir ayuda. Su crimen es que es el centro de un chiste en que los ricos y famosos se ríen de él.

Diálogo de la película
  • Joker: Han sido unas semanas difíciles, Murray. Desde que ... maté a esos tres tipos de Wall Street.
  • [la multitud murmura nerviosamente y algunos incluso jadean]
  • Murray Franklin: Bien, estoy esperando el remate.
  • Joker: No hay frase de remate. No es una broma.
  • [la multitud jadea]
  • Murray Franklin: ¿Hablas en serio, no? ¿Nos estás diciendo que mataste a esos tipos en el metro?
  • Joker: Mm-hmm.
  • Murray Franklin: ¿Y por qué deberíamos creerte?
  • Joker: No me queda nada que perder. Ya nada puede lastimarme. Mi vida no es más que una comedia.
  • Murray Franklin: Déjame aclarar esto. ¿Crees que matar a esos tipos es divertido?
  • Joker: si. Y estoy cansado de fingir que no lo es. La comedia es subjetiva, Murray. ¿No es eso lo que dicen? Todos ustedes, el sistema que sabe tanto, deciden lo que está bien o mal. ¡De la misma manera que tú decides lo que es divertido o no!
  • Miembro de la audiencia: ¡Quítalo!
  • Murray Franklin: De acuerdo, creo que ... podría entenderlo. Usted ... ¿hizo esto para comenzar un movimiento? ¿Convertirse en un símbolo?
  • Joker: Vamos, Murray. ¿Me veo como el tipo de payaso que podría iniciar un movimiento? Maté a esos tipos porque eran horribles. Todos son horribles en estos días. Es suficiente para volver loco a cualquiera.
  • Murray: bien. Así que eso es todo, estás loco. ¿Esa es tu defensa por matar a tres jóvenes?
  • Joker: No. No podían llevar una melodía para salvar sus vidas.[la multitud abuchea y se burla]
  • Joker: (cada vez más frustrado) Uf, ¿por qué todos están tan molestos por estos tipos? Si fuera yo muriendo en la acera, ¡caminarías justo sobre mí! ¡Te paso todos los días y no me notas! Pero estos tipos ... ¿Qué, porque Thomas Wayne fue y lloró por ellos en la televisión?
  • Franklin: ¿Tienes un problema con Thomas Wayne?
  • Joker: Sí, lo hago! ¿Has visto cómo es allá afuera, Murray? ¿Alguna vez dejaste el estudio? Todos solo gritan, gritan y gritan el uno al otro. ¡Ya nadie es civilizado! Nadie piensa lo que es ser el otro chico. ¿Crees que hombres como Thomas Wayne piensan lo que es ser alguien como yo? ¿Ser alguien más que ellos mismos? Ellos no. ¡ Creen que todos nos sentaremos allí y lo tomaremos como buenos niños! ¡Que no seremos hombres lobo y nos volvamos locos!
  • Franklin: ¿Terminaste? Quiero decir, hay tanta autocompasión, Arthur. Parece que estás inventando excusas para matar a esos jóvenes. No todos, y te diré esto, no todos son horribles.
  • Joker: (fría y silenciosamente) Eres horrible, Murray.
  • Franklin: yo? ¿Estoy Horrible? Oh, sí, ¿cómo soy horrible?
  • Joker: Reproduciendo mi vídeo. Invitándome al programa. Solo querías burlarte de mí. Eres como el resto de ellos.
  • Franklin: (ofendido) No sabes lo primero sobre mí, amigo. Mira lo que pasó por lo que hiciste. A lo que condujo. Hay disturbios por ahí. Dos policías están en estado crítico ... [Joker comienza a reír] ... y tú te estás riendo. Te estas riendo Alguien fue asesinado hoy por lo que hiciste.
  • Joker: [riéndose] Lo sé. ¿Qué tal otro chiste, Murray?
  • Franklin: No, creo que ya hemos tenido suficientes bromas.
  • Joker: ¿Qué obtienes ...
  • Franklin: No lo creo.
  • Joker: ... cuando cruzas ...
  • Franklin: Creo que ya hemos terminado aquí, eso es todo.
  • Joker: ... ¡¿Un solitario mentalmente enfermo con una SOCIEDAD QUE LO ABANDONE Y LO TRATA COMO BASURA?!?!
  • Murray Franklin: ¡Llama a la policía, Gene!
  • Joker: ¡Te diré lo que obtienes!
  • Franklin: llama a la policía.
  • Joker: ¡OBTENES LO QUE MERECES MERECE! [saca su arma y le dispara a Murray en la cabeza, matándolo instantáneamente]


Lo que hace cercano al Joker a una gran mayoría de espectadores es que es un alguien parecido a muchos, un antihéroe que emerge de las mismas entrañas pútridas de una sociedad acosada. El Joker por tanto es la representación de un descontento social generalizado, de un problema, de un grito de auxilio de una humanidad exhausta  ante el hecho de que las posibilidades de la experiencia humana son cada vez más violentadas. 

Batman Begins y la lucha contra la corrupción

En la primera película, Batman Begins,  Bruce Wayne, entrena y desarrolla su personalidad junto a la Liga de las Sombras, que liderados por Ra’s al Ghul, . Durante toda la historia él junto a su organización se han encargado de destruir una a una todas las civilizaciones, desde Roma hasta su objetivo de destruir Gotham, que, según su criterio, consideraban decadentes y podridas. Lograr una «Tabula Rasa», que nos retrae a otros líderes y teóricos que defendían la necesidad de ella, para construir sus utopías en la Tierra.

Ra’s es una mezcla de rasgos árabes y orientales, un agente del terror virtuoso luchando para equilibrar la dañada civilización occidental. Es interpretado por Liam Neeson,

Ra’s en la trilogía de Batman, también es el maestro del joven Wayne: en Batman Begins, encuentra al joven Wayne en una prisión China; presentándose a sí mismo como “Henri Ducard”, le ofrece al niño un “camino”. Después Wayne es liberado, y le sigue a la fortaleza de la Liga de las sombras, donde Ra’s está esperando, a pesar de que se presente como el siervo de otro hombre llamado Ra’s al Ghul. Al final de un entrenamiento largo y doloroso, Ra’s explica que Bruce debe hacer lo necesario para luchar contra el mal, al revelar que lo han entrenado con la intención de que él lidere a la Liga para destruir ciudad Gótica, la que creen que se ha vuelto irremediablemente corrupta. Ra’s así, no es una simple personificación del mal: él representa la combinación de la virtud y el terror, disciplina igualitaria que combate contra un imperio corrupto y por tanto pertenece a la línea que se extiende (en la ficción reciente) de Paul Atreides en Dune a Leonidas en 300. Y lo que es crucial es que Wayne es su discípulo: Wayne fue formado como Batman por él.


Batman El Caballero Oscuro, el Joker y el caos

En la segunda película, Batman El Caballero Oscuro, el caos marca el film, protagonizado por el Joker, Mijail Bakunin con cara de payaso. El anarquismo hecho persona en el legendario Joker de Heath Ledger.  Él mismo  responde, «soy un agente del caos», procurando que el orden espontáneo, la anarquía, reinen en la sociedad.

La llegada del Joker  hace tambalear ese presunto respeto que siente Wayne por la institucionalidad. Gran parte de la película se basa en defender la vida del alcalde Anthony García , al precio de la –falsa- muerte del querido James Gordon . Aquí, Batman se salta la reglamentación legal internacional para traer desde China al corrupto empresario Lau y llevarlo a la prisión de Gótica.

El pensamiento del Joker es claro: crear un estado de anarquía y caos absoluto. Desea derribar a base de explosivos los pilares morales de la sociedad, minando la fe de los ciudadanos en la capacidad del gobierno y las fuerzas del orden para protegerlos y de esta forma relegarlos al estado más básico de la humanidad, la no-sociedad, el mundo sin ley ni orden, la guerra de todos contra todos. El Joker es libre de la misma manera que la pulsión de muerte es libre: actúa con indiferencia ante las consecuencias, alardeando en cambio de una especie de desvinculación infundada de secuencias causales ordenadas. La referencia anterior a la “justicia” no es ociosa. Como diablillo de lo perverso, El Joker representa una justicia kantiana invertida (o enloquecida). En muchos sentidos, estamos viendo la inversión del kantismo en lo que Don Giovanni Žižek ha descrito muchas veces (la decisión de Don Giovanni de no salvarse a sí mismo, de mantener su compromiso con su libertinaje incluso cuando hacerlo resultará en su ejecución, se convierte en un gesto ético). ). El Joker actúa sin ningún interés patológico, simbolizando grandiosamente su falta de instrumentalidad con la quema de la pirámide del dinero.

El verdadero rival de Batman no es su ostensible oponente, el Joker, sino Harvey Dent, el "caballero blanco", el agresivo nuevo fiscal de distrito, una especie de vigilante oficial cuya batalla fanática contra el crimen conduce al asesinato de personas inocentes y finalmente lo destruye. Es como si Dent fuera la respuesta del orden legal a la amenaza planteada por Batman: contra el vigilantismo de Batman, el sistema genera su propio exceso ilegal en un vigilante mucho más violento que Batman.  Lo interesante aquí es la tenacidad de la fantasía neoconservadora, que es precisamente una fantasía de "ser realista"; sorprendentemente, elementos de la derecha estadounidense parecen creer todavía que las políticas de la administración Bush son exitosas y que el público estadounidense las ha rechazado. sobre la base de escrúpulos éticos altruistas (liberales) más que por razones pragmático-utilitarias (demasiados de nuestros muchachos están siendo asesinados). En segundo lugar, lo que estas lecturas también pasan por alto es la naturaleza real del modelo de virtud presentado en la película. Si esto es (neo)conservador, no lo es al simple nivel del cálculo utilitario de las consecuencias. Lo que estamos tratando es un metautilitarismo straussiano mucho más complicado cuyo razonamiento cínico es similar al del Gran Inquisidor de Dostoievski. El engaño –de las masas por parte de la elite– es parte integral de esta explicación de la virtud: lo que está “protegido” no es la seguridad de las masas sino sus creencias (en la campaña de Harvey Dent).

Dent llega a la conclusión de que el sistema es injusto, por lo que, para combatir la injusticia de manera efectiva, uno tiene que volverse directamente contra el sistema y destruirlo. Dent pierde sus inhibiciones restantes y está listo para usar todo tipo de métodos para lograr este objetivo. El surgimiento de tal figura cambia las cosas por completo. Para todos los personajes, incluido Batman, la moralidad se relativiza y se convierte en una cuestión de conveniencia, algo determinado por las circunstancias. La locura de Dent es también una especie de hemorragia de justicia. En su caso, la defensa de una buena causa –que al parecer conducirá inevitablemente a consecuencias terribles– es desplazada por la aceptación de la causalidad aleatoria del azar (cara/cruz). El giro hacia la aleatoriedad no es un abandono de la justicia, sino la búsqueda de una justicia que no sea corrompida por la voluntad humana; en su mecanismo muy impersonal, el azar es justo porque no privilegia ningún resultado ni a ningún individuo. Curiosamente, sólo cuando Dent se convierte en Dos Caras su lanzamiento de moneda es justo; cuando Dent es el DA del “Caballero Blanco”, su moneda está cargada (tiene caras en ambos lados). Lo que también interrumpe la secuencia ordenada de causalidad en el caso de Dent es el trauma: el trauma de ver morir a Rachel, que es en sí mismo una consecuencia de una trampa de elección binaria, una de una serie de trampas que el Joker intenta lanzar.


Batman, Bane y el marxismo

Hace ocho años que Batman desapareció, dejando de ser un héroe para convertirse en un fugitivo. Al asumir la culpa por la muerte del fiscal del distrito Harvey Dent, el Caballero Oscuro decidió sacrificarlo todo por lo que consideraba, al igual que el Comisario Gordon, un bien mayor. La mentira funciona durante un tiempo, ya que la actividad criminal de la ciudad de Gotham se ve aplacada gracias a la dura Ley Dent.  Esta es la sinopsis que introduce la tercera y última película de Nolam.

Durante la película, Bruce vista a Gordon en el hospital bajo la excusa de un chequeo médico, en el cual el doctor le advierte que su cuerpo muestra señales de haber recibido por mucho tiempo duro castigo y que las secuelas son muchas y graves, por lo que ya no es apto para cualquier actividad que exija esfuerzo; aun así visita a Gordon usando una máscara y este le comenta lo arrepentido que está de haber encubierto los crímenes cometidos por Dent y que por culpa de las decisiones de ambos la única victoria de Batman terminó siendo una mentira que poco a poco se desmorona, además Gordon le comenta que necesitarán que Batman regrese una vez más.

¿Cuánto tiempo crees que puede durar todo esto?", le pregunta Selina Kyle (Anne Hathaway) a Bruce Wayne de Christian Bale en medio de la opulencia de un baile benéfico de la alta sociedad en The Dark Knight Returns . "Se avecina una tormenta". Un tipo inesperado se reunió el viernes con la película, con la terrible masacre en Denver , pero la película ya estaba enredada en una controversia política en Estados Unidos, cuando el locutor de radio conservador estadounidense Rush Limbaugh afirmó que el nombre del adversario de Batman en la película, Bane, era un referencia al candidato presidencial Mitt Romney y su antigua empresa, Bain Capital.

La tormenta que profetiza el personaje de Hathaway es un momento de ajuste de cuentas para los ricos, y lo que impide que la película sea una simple celebración de los valores conservadores en la forma en que Nolte y Toto quieren es el gusto que se necesita al atacar a los ricos. "Será mejor que tú y tus amigos cierren las escotillas", continúa Kyle, "porque cuando suceda, todos se preguntarán cómo alguna vez pensaron que podían vivir tanto y dejar tan poco para el resto de nosotros". Una de las primeras escenas presenta la bolsa de valores, donde tenemos el placer de ver a Bane maltratar a algunos comerciantes depredadores. Más tarde, cuando Wayne le dice a Kyle que, aunque supuestamente está en quiebra, ha conservado su casa, Kyle observa ácidamente que "los ricos ni siquiera arruinan como el resto de nosotros".

En este caso, la muerte de Harvey Dent se convierte en elemento indispensable para mantener el orden: La mentira sobre su muerte justifica la aplicación de una ley represiva en pos del bien común, manteniendo la paz social.

Este es el diálogo de la película:
  • [Gordon y Blake ven a Bane aparecer ante la prisión de Blackgate]
  • Bane: [dirigiéndose a los medios en la puerta] Detrás de ti hay un símbolo de opresión. ¡La prisión de Blackgate, donde miles de hombres han languidecido bajo el nombre de este hombre, Harvey Dent, [sostiene la imagen de Dent] que ha sido presentado ante usted como el brillante ejemplo de justicia! Blake: Comisionado, necesitamos mantenerlo en movimiento hasta que podamos ponerlo frente a una cámara.
  • Bane: ¡Se te ha proporcionado un ídolo falso [imagen desgarrada] para evitar que derribes esta CORRUPTA CIUDAD! Déjame decirte la verdad sobre Harvey Dent a partir de las palabras del comisionado de policía de Gotham, James Gordon. [lee el texto del discurso] "El Batman no asesinó a Harvey Dent. Salvó a mi hijo, luego tomó la culpa de los terribles crímenes de Harvey para que, para mi vergüenza, pudiera mentir sobre este ídolo caído. Alabé al loco que traté de asesinar a mi propio hijo. Pero ya no puedo vivir con mi mentira. Es hora de confiarle a la gente de Gotham la verdad, y es hora de que renuncie ". [llama a los prisioneros] ¿Y acepta la renuncia de este hombre? [Los prisioneros rugen con aprobación] ¿Y aceptan la renuncia de todos estos mentirosos? De todos los corruptos?!? 
  • Blake: ¿Esos hombres encerrados durante ocho años en Blackgate y negaron la libertad condicional bajo la Ley Dent, basándose en una mentira? 
  • Gordon: Gotham necesitaba un héroe. 
  • Blake: Necesita uno ahora más que nunca. Traicionaste todo lo que representaba. 
  • Gordon: Hay un punto, allá afuera, cuando las estructuras te fallan. Cuando las reglas ya no son armas, son grilletes, lo que permite que el malo salga adelante ... Un día, puedes enfrentar un momento de crisis, y en ese momento, ¡espero que tengas un amigo como yo! ¡Para sumergir sus manos en la suciedad, para que puedas mantener las tuyas limpias! 
  • Blake: [disgustado] Tus manos me parecen muy sucias, Comisionado. 
  • Bane: Le quitamos a Gotham a los corruptos, los ricos, los opresores de generaciones que lo han retenido con mitos de oportunidad, y se lo devolvemos a usted, a la gente. Gotham es tuyo. Ninguno interferirá, haga lo que quiera. [uno de los Cañones Tumbler capturados por Bane hace un agujero en las puertas de la prisión, permitiendo que sus seguidores entren] ¡Pero comience por asaltar Blackgate y liberar a los oprimidos! ¡Un paso adelante, aquellos que servirían! Para un ejército se levantará. Los poderosos serán arrancados de sus nidos decadentes y expulsados ​​al mundo frío que conocemos y soportamos. Se convocarán tribunales. ¡El botín será disfrutado! ¡Se derramará sangre! La policía sobrevivirá, mientras aprenden a servir a la verdadera justicia. Esta gran ciudad ... perdurará. Gotham sobrevivirá.

Bane habla de devolver Gotham al "pueblo" y de liberar la ciudad de sus "opresores". Pero la gente no tiene influencia en la película. A pesar de la pobreza endémica y la falta de vivienda en Gotham, no hay ninguna acción organizada contra el capital hasta que llega Bane.

El asalto de Bane  el antagonista) es acompañado de una gran ofensiva político-ideológica. Bane revela públicamente el engaño de la muerte de Dent y libera a los prisioneros encerrados bajo la Ley Dent. Condenando a los ricos y poderosos, él se compromete a restaurar el poder del pueblo, y emplaza a la gente común a que “se ocupe de su ciudad nuevamente” – Bane se revela como “el último ocupa de Wall Street, llamando al 99% junto con él y derrocar a las élites de la sociedad”.

Lo que sigue es la idea de la película del poder popular: ejemplos de los juicios sumarios y las ejecuciones de los ricos, calles llenas de crimen y maldad… un par de meses más tarde, mientras que ciudad Gótica sigue sufriendo el terror popular, Wayne escapa exitosamente de la cárcel, regresa a la ciudad como Batman, alista a sus amigos para ayudar a liberarla y detener la bomba de fusión antes de que ella explote. Batman se enfrenta y somete a Bane, pero interviene Miranda y lo apuñala – la benefactora social se revela como Talia al Ghul, la hija de Ra’s: fue ella quien se escapó de la prisión cuando pequeña, y Bane fue la única persona que la ayudó en su escape. Después de anunciar su plan para completar el trabajo de su padre destruyendo Gótica, Talia se escapa. En el caos que viene a continuación, Gordon acaba con la capacidad de la bomba para ser detonada a distancia, mientras que Selina mata a Bane, lo que deja a Batman libre para perseguir a Talia. Él trata de obligarla a llevar la bomba a la cámara de fusión donde puede ser estabilizada, pero ella inunda la cámara. Talia muere cuando su camión se estrella fuera del camino, confiando en que la bomba no puede ser detenida. Con un helicóptero especial, Batman arrastra la bomba más allá de los límites de la ciudad, donde se detona sobre el océano y, supuestamente, lo mata.

Como una última figura cristiana-, Batman se sacrifica a sí mismo para salvar a los otros. Y, en efecto, desde esta perspectiva, sólo hay un paso atrás de Dickens a Cristo en el Calvario: “Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, y cualquiera que perdiere su vida por mi causa, la hallará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma?” (Mateo 16:25 26). Al final de The Dark Knight, Batman había sacrificado su reputación para salvar la ciudad, y es tentador leer The Dark Knight Rises como una alegoría de los intentos de la élite de reconstruir su posición después de la crisis financiera, o al menos de preservarla. la idea de que hay buenos ricos que, si se les humilla adecuadamente, pueden salvar al capitalismo de sus peores excesos.

La fantasía que sustenta las películas de Batman de Nolan –que suena incómodamente con Romney– es que los excesos del capital financiero pueden frenarse mediante una combinación de filantropía, violencia extraoficial y simbolismo. El Caballero Oscuro al menos expuso la duplicidad y la violencia necesarias para preservar las ficciones en las que los conservadores quieren que creamos. Pero la nueva película demoniza la acción colectiva contra el capital mientras nos pide que pongamos nuestra esperanza y fe en los ricos castigados.

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