Mira. Nunca dejes de mirar. La vida pasa en los ojos. Incluso si los mantienes cerrados, incluso si no pueden ver. La vida pasa ante tus ojos.
Ver el espacio inútil entre el sueño y la realidad. Llenarlo. Intenta llenarlo con todo lo que eres. Hay grandes dificultades que superar, momentos en los que querrás no mirar. En esos momentos hay que mirar aún más, en esos momentos hay que abrir aún más los ojos. Para que puedas ver lo que puedes hacer para ver algo diferente. El secreto del éxito es ver bien. Entiende a quién tienes delante, a quién tienes a tu lado, a quién tienes detrás. Hay que ver bien para elegir bien, para decidir bien. Aunque duela, aunque pese, aunque tengas ganas de no mirar. Mirar. Siempre mira.
Y mientras el tiempo pasa, los recuerdos se quedan grabados en nuestra mente, agolpándose en momentos de dolor y nostalgia. Fotografías de un pasado que se tornan amarillas mientras las miradas se difuminan y la vista flaquea, distorsionando la realidad, dejando paso a instantáneas frías y estáticas, fotografías colgadas en la pared, silenciosas miradas de un pasado ya ocurrido.
Ventanas silenciosas hacia paisajes increíbles..
ResponderEliminarGracias Daniel