Desde la ventana de mi habitación observo el paisaje mientras la lluvia golpea suavemente los cristales. A cualquier persona una situación así no le sería agradable: ver cómo se oscurece el sol, como las nubes cubren el horizonte y descargan su cargo acumulada, miles de lágrimas que se precipitan al suelo en una vorágine de truenos y lloros que recoge la tierra.
Sin embargo, esa situación me anima. Un ambiente como ese es perfecto mientras coloco suavemente mi violonchelo entre mis piernas y preparo el arco para hacer brotar sonidos y arte: El encanto especial del violonchelo se debe en parte a su característico sonido oscuro. Ya el violinista Yehudi Menuhin decía de este instrumento: «El violonchelo es capaz de llegar a nuestros sentimientos de una manera profunda».
Tocar el violonchelo es un como dar un profundo abrazo donde los sentimientos brotan al contacto con la madera y la vibración de sus cuerdas al rasgar el arco. La música nace y se esparce por toda la habitación mientras el sonido envuelve cada rincón de mi alama y de mi cuerpo, desplazando al silencio e invitando a miles de emociones a acompañarme mientras las notas se dispersan y difuminan en al aire, perdiéndose en la vorágine del espacio mientras, fuera, miles de gotas de lluvia golpean fuertemente las calles y los sonidos de los claxones inundan la ciudad. la música del violonchelo se convierte en un momento de paz, de clama en medio del caos y del ruido.
La música sublime, la interpretación maravillosa, me transportaron en el tiempo. Pau Casals, Vivaldi, Bach, Beethoven miles de compositores han utilizado su graves sonidos para crear sinfonías perfectas y obras de arte que transmiten a los oyentes miles de sensaciones que les transportan a a mundo idílicos donde los sentimientos están a flor de piel, manteniendo la intriga emocionando, asustando, haciendo que pequeñas lágrimas broten de las cuencas vacías cuando el sonido llega a lo más profundo de su alma... Siento cómo me transporto en el tiempo y me veo recorriendo las calles de Viena, sintiendo la hermosura de un lugar lejano viendo a los compositores gozar y acariciar la eternidad en sus melodías y sinfonías. el tiempo parece detenerse mientras vuelo entre épocas, perdiéndome en una vorágine de notas y melodías.
Dejé de tocar un momento. El peso del violonchelo dejaba huella también en mi cuerpo y necesitaba un reposo. Tenía más que suficiente con lo que había escuchado y era necesario atesorar el momento que había vivido. Una pizca de vanidad de mi parte pretender haber conocido al músico oculto en la melodía, pero el tiempo es tan frágil, que bien pudo haber pasado, ¿por qué no? El tiempo es una simple convención y un quiebre en el espacio podría haber ocurrido. Así lo creo hasta ahora.
Sin embargo, esa situación me anima. Un ambiente como ese es perfecto mientras coloco suavemente mi violonchelo entre mis piernas y preparo el arco para hacer brotar sonidos y arte: El encanto especial del violonchelo se debe en parte a su característico sonido oscuro. Ya el violinista Yehudi Menuhin decía de este instrumento: «El violonchelo es capaz de llegar a nuestros sentimientos de una manera profunda».
Tocar el violonchelo es un como dar un profundo abrazo donde los sentimientos brotan al contacto con la madera y la vibración de sus cuerdas al rasgar el arco. La música nace y se esparce por toda la habitación mientras el sonido envuelve cada rincón de mi alama y de mi cuerpo, desplazando al silencio e invitando a miles de emociones a acompañarme mientras las notas se dispersan y difuminan en al aire, perdiéndose en la vorágine del espacio mientras, fuera, miles de gotas de lluvia golpean fuertemente las calles y los sonidos de los claxones inundan la ciudad. la música del violonchelo se convierte en un momento de paz, de clama en medio del caos y del ruido.
La música sublime, la interpretación maravillosa, me transportaron en el tiempo. Pau Casals, Vivaldi, Bach, Beethoven miles de compositores han utilizado su graves sonidos para crear sinfonías perfectas y obras de arte que transmiten a los oyentes miles de sensaciones que les transportan a a mundo idílicos donde los sentimientos están a flor de piel, manteniendo la intriga emocionando, asustando, haciendo que pequeñas lágrimas broten de las cuencas vacías cuando el sonido llega a lo más profundo de su alma... Siento cómo me transporto en el tiempo y me veo recorriendo las calles de Viena, sintiendo la hermosura de un lugar lejano viendo a los compositores gozar y acariciar la eternidad en sus melodías y sinfonías. el tiempo parece detenerse mientras vuelo entre épocas, perdiéndome en una vorágine de notas y melodías.
Dejé de tocar un momento. El peso del violonchelo dejaba huella también en mi cuerpo y necesitaba un reposo. Tenía más que suficiente con lo que había escuchado y era necesario atesorar el momento que había vivido. Una pizca de vanidad de mi parte pretender haber conocido al músico oculto en la melodía, pero el tiempo es tan frágil, que bien pudo haber pasado, ¿por qué no? El tiempo es una simple convención y un quiebre en el espacio podría haber ocurrido. Así lo creo hasta ahora.
Precioso
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