Aida de la Fuente Penaos fue una libertaria, militante comunista española conocida como la Rosa Roja de Asturias
Su nacimiento fue el 25 de febrero de 1915 en León y su fallecimiento tuvo lugar en Oviedo, el 13 de octubre de 1934,el mismo día que quedó destruido por un incendio el edificio de la Universidad de Oviedo y todo cuanto contenía.
Tuvo una activa y corta vida pues murió durante el levantamiento revolucionario de octubre, conocido como Revolución de 1934 y duramente reprimido por el ejército. Nuestra heroína era hija de Gustavo de la Fuente González y Jesusa Penaos del Barrio. Su padre había sido el fundador del Partido Comunista de España en Oviedo y fue pintor de carteles y decorados para el teatro Campoamor de Oviedo.
Educada en el seno de una familia comunista, cuyos hermanos militaban en las Juventudes Comunistas, pronto destacó como figura conocida en el movimiento juvenil de Oviedo. Muchos la consideraron la Pasionaria asturiana, aunque nunca alcanzara su relevancia ya que su vida fue truncada a los 19 años. La mayoría de las fuentes consultadas señalan su labor en la organización de cocinas colectivas montadas en la periferia de Oviedo para dar de comer a los combatientes revolucionarios que estaban en primera línea; otros testimonios también la sitúan con una importante labor como enfermera en el hospital. Cuando perdió la vida actuaba como enlace entre los grupos que controlaban la ciudad y el Comité Revolucionario de Oviedo y según datos de su biografía, el día 13 de octubre intentaba frenar el avance del ejército con una ametralladora situada en las inmediaciones de San Pedro de los Arcos; pero cuentan que ya estaba sola cuando un sargento legionario la invitó a rendirse y, en lugar de hacerlo, disparó su pistola y mató a un legionario. Otras fuentes aseguran que fue fusilada. Lo cierto es que allí acabó su vida y su cadáver fue depositado en la fosa común junto a la tapia de San Pedro de Los Arcos.
Aida de la Fuente Penaos, ha sido, es y siempre será un referente de mujer revolucionaria, militante comunista incansable, que no cejó jamás en la lucha, su vida cotidiana estaba enteramente dedicada a transformar esta sociedad. La figura de Aida de la Fuente se convirtió en modelo a seguir por las milicianas, símbolo y referente de mujer revolucionaria para asociaciones, movimientos juveniles, militancia comunista, intelectuales y artistas.
Aida Lafuente, niña asturiana y camarada
con tu ametralladora, tu heroísmo y tu muerte.
Te buscaré por los pasajes asturianos,en cada mirada
donde ya en paz esperas el olvido y llueve.
Con los camaradas mineros
estuviste en las barricadas gritando REVOLUCIÓN
cuando el traidor Franco los tuvo por primeros
en su campos de concentración
Llegaron los asesinos y tu nombre preguntaron
y tú, con el puño levantado, gritaste: COMUNISTA LIBERTARIA
pero tu voz y tu recuerdo nunca silenciaron
recuerdos de los mineros asturianos, Rosa Roja Proletaria
Siempre en nuestro recuerdo y en nuestra memoria
como todos aquellos que en octubre fueron presos en campos de concentración
que nunca olviden la historia
de todos aquellos que lucharon por la República y la revolución.
Aida Lafuente. Dibujo de Alfredo Seygram |
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