El exilio interior
Tras la Guerra Civil, fueron muchas las víctimas que se tuvieron que ocultar en agujeros, pasos subterráneos, estrechos pasillos y otros lugares imposibles durante décadas para escapar del destino fatal que les impuso la dictadura. Vencidos, quedaron marcados por las terribles experiencias de la Guerra; de quienes no tuvieron que cruzar ninguna frontera para sentirse extranjeros dentro de su propio país, extraños de sí.
La posguerra significó una prolongación del conflicto que se concretó en una dura represión cuyo objetivo era la eliminación total, “desinfección”, de cualquier elemento disidente, una implacable inquisición contemporánea que arruinó la existencia de muchos españoles
Hermano mío y camarada,
siempre señalado y perseguido
siempre humillado y silenciado
lo han escrito hasta los muros
no abras la boca, no pronuncies palabra
no digas las verdades de aquellos que han vencido
no cuestiones las mentiras de que aquellos que han ganado
siguen los tiempos oscuros
sigue caminando con la boca cerrada
no intentes hablar, no hagas nada
sigue tu camino en silencio, sin hacer ruido
procura pasar inadvertido
calla, por favor, calla y agacha la mirada
intenta pasar inadvertido, no llames la atención
evita que te señalen los vecinos, por favor
que Damocles no cuelgue sobre ti su espada
porque decir la verdad en estos tiempo se paga con cárcel y torturas
con desapariciones y muertes desmesuradas
no intentes ser el Santo Ateo, por lo que más quieras calla, por favor, calla
sigues atrapado en la infinita trinchera, en una Guerra que todavía perdura
donde ya no hay frente, pero sigue habiendo barricadas
donde por tu supervivencia sigues librando un eterna batalla
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