El dogmatismo de las religiones (postura que defiende que todas las decisiones vienen determindas por un dios, dioses o entes superiores a las que se debe obedecer sin rechistar) choca con las nuevas formas de vida e ideologías que desde el siglo XVII, el siglo XIX y el siglo XX han intentado ( a veces, con éxito) romper el monopolio cultural que antes estaba en manos de la iglesia. La aparición del liberalismo, el marxismo, el anarquismo, el propio nacionalismo, el hippismo, el pacifismo.... ha instaurado nuevas formas de ver el mundo alejadas de la moral de la iglesia.
En el caso de España, la iglesia ha estado siempre vinculada con el poder. Los propios visigodos se convirtieron al catolicismo. El rey visigodo Recadero fue el primer rey godo que se convirtió al catolicismo, creando un vínculo irrompimble entre la monarquía y la iglesia que perdura hasta nuetros días. Gracias a este vínculo, la Iglesia ha conseguido asentar las bases de su doctrina mediante el control de la cultura y de la educación manteniendo un monopolio que, salvo en la época de la II República, ha conservado y conserva en la actualidad.
La crisis del Antiguo Régimen, rematado por la Guerra Carlista, destruyó las bases económicas y el monopolio ideológico e intelectual del clero, así como buena parte del consenso social existente hasta entonces, pudiéndose hablar a partir de la Edad Contemporánea de Dos Españas que tenían en la oposición anticlericalismo/catolicismo integrista una de las grietas separadoras que las condujeron a una Guerra Civil. Esta fue justificada como cruzada por el clero, víctima de una violentísima represión en la retaguardia republicana (que se ha llegado a calificar de persecución religiosa recordada desde el pontificado de Juan Pablo II con canonizaciones multitudinarias).
Este matrimonio de conveniencia ha tenido varios amagos de divorcio nunca fructíferos: durante la etapa de los gobiernos socialistas ha habido varios intentos que han quedado convertidos en meros papeles mojados debido, en parte, a la ineficacia de los gobernantes socialistas, a la propia parte de la derecha del PSOE que se niega a romper este vínculo.
También, hay que reconocer que, desde el Concilio Vaticano II, en la iglesia convergen dos posturas: una más conservadora y otra más progresistas que ha sido descalificada por el papado y los grupos conservadores como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo. Sin embargo, en el caso de España, esas vertientes progresistas de la iglesia son censuradas por la propias jerarquía eclesiástica española: ¿quién no recuerda a Rouco Varela cerrando una iglesia en Vallecas que realizaba una labor social con el pueblo so pretexto que rompía el dogma del catolicismo? España siempre ha estado bajo el yugo de la cruz y la espada, incluso, durante la II República a pesar de esa famosa frase de Azaña en la cual afirma que España había dejado de ser católica.
La iglesia en España siempre ha tenido un gran poder ¿cómo olvidar el matrimonio entre el franquismo y la iglesia durante más de cuarenta años llegando a bendecir el golpe de estado de Franco como una cruzada o como tienen sus propios medios de comuciación en la actualidad? No hay nada más que ver la declaración de la renta: la iglesia tiene una casilla propia para su financiación cuando en otros países como Francia se puede financiar a las diversas iglesias de distintos credos religiosos por cuenta propia. Las otras religiones que se practicana en España no reciben dinero de las entidades públicas, porque, aunque el estado se declare aconfesional, no ha dado el paso definitivo hacia el lacismo como otros países europeos quedándose a caballo entre el catolicismo oficial y un estado laico.
Aunque son significativas las encuestas de práctica religiosa, el cambio social del último medio siglo ha sido mucho más determinante que la frase de Manuel Azaña en 1931: España ha dejado de ser católica. Sin embargo, la pervivencia de las tradicionales manifestaciones de religiosidad popular, vertebradoras de la identidad local de la práctica totalidad de los pueblos y regiones españolas, y de nuevas instituciones con presencia social decisiva (Cáritas, colegios religiosos, medios de comunicación como la COPE...) siguen haciendo del cristianismo, en su versión católica, un importante referente ideológico y social.
Siguen teniendo sus propios medios de comunicación como
- Prensa
- Radio
- Televisión
- Internet
Como podemos observar, el poder de la iglesia en España sigue latente e, inccluso, se ha propagado y consolidado.
El poder es una droga muy dulce y la iglesia siempre ha consumido esta sustancia hasta la saciedad: Mientras ellos tengan en sus manos el control de la cultura no podremos conseguir que España deje de ser católica.
"lo cierto es que, en el nombre de Dios y de las religiones, los sers humanos han justificado matanzas, asesinatos, saqueos, guerras, muertes... y miles de pecados capitales que siguen cometiendo de manera continuada, llegando a crear un bucle donde el pecado y el perdón están a la orden del día". VERDADERAMENTE CIERTO.
ResponderEliminarJesucristo ya dijo: Mi reino no es de este mundo. Pero todas las jerarquías eclesiásticas se empeñan en lo contrario.
ResponderEliminarY en otras cosas más mundanas: Entiendo que un médico te diga que no puedes comer determinadas cosas porque eres diabético o porque tienes el colesterol alto. O que por motivos personales seas vegetariano. Pero que una religión te diga que tienes que comer, beber y como hacerlo: Nunca lo he entendido. Pere.