Tras el larguísimo episodio del arte rupestre naturalista característico del Paleolítico Superior, en las serranías orientales primero y luego en todo el territorio peninsular aparecen en tiempos postpaleolíticos unas manifestaciones de arte rupestre de una gran originalidad.
El enlace o la relación entre el arte paleolítico y el postpaleolítico están por demostrar.
Las diferencias entre ambos son muy grandes y las semejanzas se limitan a algunas convecciones técnicas. El arte rupestre naturalista de la España oriental recibe el nombre de Levantino. Este arte presenta una problemática sobre su cronología de las etapas pictóricas que, desde siempre, se han situado en la Edad de los Metales.
Las antiguas denominaciones de arte levantino y arte esquemático, están todavía en uso, pero cada vez más se va admitiendo la denominación de arte postpaleolítico. En conjunto se trata de etapas evolutivas de un arte expresionista que va del naturalismo y de la estilización de lo "levantino" hasta la síntesis y abstracción de lo "esquemático". Sus diferentes etapas cubrirían un largo período de la Prehistoria peninsular que va desde un Epipaleolítico Final o un Neolítico muy antiguo hasta momentos muy avanzados de la Edad de los Metales.
Mientras que la facies levantina cubre toda la parte oriental de la Península, la esquemática está presente en la casi totalidad de la misma.
El arte lineal geométrico
El arte lineal geométrico fue definido a partir del conjunto de arte mueble de la Cueva de la Cocina, asociado a los momentos finales del Epipaleolítico geométrico, inmediatamente previos a la neolitización. Hasta ahora no se ha podido documentar si existen este tipo de representaciones sobre soportes fijos, es decir en las paredes de cuevas o abrigos, limitándose su presencia a plaquetas de distintos tipos. Las figuras antropomorfas y los motivos geométricos se presentan mediante trazos rectilíneos, en especial las retículas y zig-zags.
El arte macroesquemático
En un momento previo al Arte Levantino también encontramos el llamado arte macroesquemático que se caracteriza por sus grandes figuras humanas y los serpentiformes y meandriformes verticales. Este horizonte artístico es exclusivamente un arte rupestre ya que hasta el momento actual no se han hallado soportes muebles y por otra parte está circunscrito a las tierras alicantinas de la comarca de la Marina Alta. La característica fundamental de este horizonte artístico es el gran tamaño de las figuras de donde viene su denominación.
En diversos yacimientos de la zona se han encontrado cerámicas impresas con cardium edule, una técnica propia del primer Neolítico (cerámica cardial), que reproducen claramente aquellas figuras rupestres. Podemos situar este horizonte artístico en el V milenio aC.
La facies levantina se extiende desde las provincias de Lleida y Huesca hasta la de Almería y penetra hacia el interior, hasta las serranías de Cuenta, Teruel y Albacete. Los abrigos puntudos se encuentran en zonas montañosas, aunque debió existir alguna forma paralela de arte (tal vez sobre soportes perecederos) en las regiones llanas.
En la zona septentrional hay hallazgos como el de Río Vero (Huesca) que incluyenrepresentaciones paleolíticas, levantinas y esquemáticas. En la provincia de Lleida, destaca elabrigo de Cogul, interesante por la evolución cronológica de sus pinturas y grabados y por laexistencia de inscripciones grabadas en escrituras ibérica y latina arcaica que demuestran queen el lugar se siguieron realizando ritos hasta el comienzo de la romanización.
En el Bajo Aragón son dignos de mención los abrigos de los núcleos de Alarcón, elabrigo de Val del Charco del Agua Amarga (Valdealgorfa), y los varios de la zona de SantoleaLadruñán (aquí el arquero de "El Torico" es una bella figura que viste zaragüelles, lleva unabolsa colgada en el costado y sostiene sobre el hombro un haz de flechas y un arco complejode tres curvas. Si al personaje se le atribuye una altura de 1,65m, el arma debía alcanzar unalongitud de casi dos metros. El arquero tiene a cada lado una figura de mujer.Combate entre grupos contendientes (Les Dogues)
En Castellón se ubican los dos grupos más importantes de la facies levantina: La Gasulla, con once abrigos, y la Valltorta, con gran número de cavidades pintadas. La Gasulla Presenta dinámicas escenas de cacerías de jabalíes, grupos de guerreros, una escena de ejecución, un arquero atacado por un gran toro, grandes bóvidos asaetados, un bailarín alrededor de un brujo disfrazado de toro, un sorprendente jinete con casco, etc.
En Valencia hay que mencionar el covacho de la Cueva de la Araña (Bicorp), en el que,junto a las consabidas escenas de caza, se pintó una figura humana encaramada a unascuerdas que, con una bolsa o recipiente en la mano, recoge miel de una colmena silvestre (unagujero en la roca), mientras las abejas revolotean a su alrededor.
En la provincia de Albacete, en Alpera, en la llamada Cueva de la Vieja el conjunto estácentrado por un hombre de buen tamaño coronado por un enorme penacho de plumas. A su alrededor se desarrollan una serie de escenas y figuras sueltas, entre las que llaman la atención unos toros que fueron repintados como ciervos, una cacería con el auxilio de perros,y dos mujeres al parecer en amable coloquio.
En la interpretación del significado de las imágenes de la facies levantina, aunque no se puede descartar por completo un factor mágico-religioso (tan evidente en el arte paleolítico),parece claro que se está ante unas representaciones de amplio sentido conmemorativo, acaso con el carácter de una especie de exvotos. Las pinturas nos informan sobre una sociedad de cazadores, cuya vida ilustran con gran riqueza, y en la que sólo se rastrean escasos rasgos"neolíticos".
La facies levantina
El arte rupestre de la España oriental fue identificado por primera vez en 1903 en el barranco de Calapatá (Teruel). En la actualidad se acerca a doscientos el número de lugares con pinturas de este tipo.
Las pinturas de la facies levantina se hallan siempre en covachos y abrigos rocososmuy abiertos, siendo las figuras visibles a la luz del día, es decir, no se trata de un artetroglodítico como lo es generalmente el del Paleolítico Superior. Para realizarlas se utilizaron pigmentos minerales (rojo, negro y blanco) en diferentes tonalidades, y un excipiente orgánico desconocido (tal vez grasa animal, clara de huevo u orina). Su aplicación se hizo con finos pinceles, seguramente fabricados con plumas de ave o pelos de animales. La técnicaempleada es casi siempre la tinta plana (figura completamente cubierta de color) y, conmenor frecuencia, la línea de contorno de la silueta y diversos tipos de trazos en el interior.
Por lo común, las figuras son de pequeño tamaño (10cm de altura media las humanas),aunque también hay de animales que pueden llegar a 60-70cm. La característica fundamentales que estas imágenes forman escenas o composiciones.
Las representaciones zoomorfas levantinas corresponden, generalmente, a toros,ciervos y caprinos. Es de rigor la lateralidad de las representaciones animales. Más tarde, por un progresivo ahorro de los detalles, de la estilización y el semi naturalismo se pasa al esquematismo.
Los hombres van armados con arcos y flechas, llevan gorros o penachos de plumas y otros adornos; visten unos calzones parecidos a los que en la huerta valenciana son llamados zaragüelles, y que les servían para protegerse de la vegetación espinosa de las montañas en las que practicaban sus cacerías. Las escenas son principalmente cinegéticas, aunque las hay que reflejan actividades sociales tan extremas como danzas, ejecuciones e incluso combates entre dos grupos de contendientes como en Les Dogues.
La facies esquemática
En la periferia o superpuestos a los frescos naturalistas de ciertos lugares de las regiones orientales de la Península se encuentran figuras de claro carácter esquemático o abstracto más modernas. Constituyen la manifestación de otra fase artística, ya de la plena Edad de los Metales, que se extiende por casi la totalidad del territorio peninsular, en abrigos abiertos y, en ocasiones casi a la intemperie. Los núcleos más densos se hallan en las provincias de Almería y Cádiz, en toda Sierra Morena, en Extremadura y en algunas zonas de la Meseta, como Soria y Salamanca. Muchos contienen representaciones zoomorfas y
antropomorfas que en ocasiones, por su grado de abstracción, parecen signos de una escritura
arcaica.
La temática de la facies esquemática está derivada, en buena parte, de la correspondiente a la facies levantina, pero tendiendo a la simplificación. El resto de las figuras (símbolos solares y estelares, ídolos, símbolos del agua, etc.) parecen corresponder a la implantación de una nueva mentalidad religiosa.
Además de su dinámica evolutiva propia, parece que esta facies esquemática se extendió desde el sureste de la Península al resto de la misma. La temática principal de la facies esquemática sigue siendo la cinegética, aunque hay un claro contraste en el consumo de animales salvajes y de animales domésticos (mucho mayor éste último).
Muchas de las imágenes debieron tener al mismo tiempo, un carácter votivo.
Uno de los abrigos donde mejor se puede observar la transición o "frontera", pero también la coexistencia entre la facies levantina y esquemática es el abrigo de La Hoz de Vicente (Cuenca). Entre los conjuntos extremeños destacan los de Los Buitres (Badajoz), con representaciones de carros.
Lo más antiguo serían las figuras de cérvidos y caprinos de estilo subnaturalista; pronto se pasaría a un estilo subesquemático, que incluye figuras de équidos y de bóvidos; le seguiría una fase completamente esquemática, con diversificación de los antropomorfos y diversos signos.
Todo ello correspondería a un Neolítico tardío. Durante el neolítico se incorporarían los símbolos de origen oriental. En la plena Edad del Bronce se produjo la época clásica del arte esquemático. La decadencia llegaría con el Bronce final e incluso tendría perduraciones posteriores.
Otra provincia de arte rupestre postpaleolítico, conexa con la facies esquemática, es la de los grabados, insculturas o petroglifos de Galicia y del norte de Portugal. El número de lugares con petroglifos es de unos 450 (320 en España y 130 en Portugal)
Sobre las rocas al aire libre de aquellas regiones se encuentran millares de figuras,algunas seminaturalistas y otras claramente esquemáticas y abstractas. La técnica más comunes la del piqueteado. No hay escenas propiamente dichas. Impera el simbolismo que indudablemente encierra un significado religioso, lo que implica la relación de los grabados con algún tipo de ritual. En el área galaica hay muchos zoomorfos, escasos antropomorfos y entre los signos destacan en especial la espiral y el laberinto.
Faltan argumentos para establecer una secuencia cronológica absoluta, pero abundan los elementos, por ejemplo, las representaciones de puñales, que permiten establecer que la época de mayor desarrollo fue la Edad del Bronce. En conjunto se puede decir que los petroglifos se realizaron entre el Eneolítico y un momento avanzado de la Edad del Hierro. El momento final estaría marcado por la proliferación de los signos en forma de herradura con un punto o línea en su interior.
Perduración y otros problemas
Tras la facies esquemático-abstracta propia de la Edad del Bronce, el arte rupestre postpaleolítico de la Península tuvo largas perduraciones en el tiempo en lo que podría llamarse "zonas residuales". El enlace pudo existir incluso con ciertas perduraciones rupestres altomedievales, votivas o no votivas, por ejemplo una buena parte de los grabados martilleados de Domingo García (Segovia), pasando por las de época ibérica (grabados de Pozondón - Teruel) y romana (grafitos de Cogul - Lérida)
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