Tus ojos me miran y no me miran, ciegos de pena
eternas miradas esquivas y distantes
que marcan el espacio que hay entre nosotros
tan cercana y tan lejana a mi pesar
tus ojos me observan con lágrimas negras
que nublan la vista, dolor palpitante
que recuerda el pasado, herido y roto
eterna herida que no llega a cicatrizar
Miradas ciegas frente al mar de tus deseos
Miradas esquivas frente al abanico de anhelos
Miradas de pena, miradas llenas de legañas
miradas de ojos brillantes y largas pestañas
miradas que recuerdan un pasado ya lejano
perdido en la inmensidad de la ciudad y el tiempo
disperso entre la multitud, entre gritos, lloros y lamentos
tañido de violín, melodía triste de piano
Precioso pero muy triste
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