En la saga literaria el Muro, construido con hielo, se extiende por 483 km con el objetivo de evitar las incursiones de tribus salvajes, criaturas fantásticas y de los Otros. Sin embargo, la necesidad del Muro no es únicamente un fortificación de defensa: es una de las garantías de la existencia de Poniente. La defensa del orden político de Poniente tiene uno de sus epicentros en las políticas y actividades del Muro.
LA NECESIDAD DE CREAR FRONTERAS
“¡Tú no puedes encajar la verdad! Vivimos en un mundo que tiene muros, y esos muros tienen que estar vigilados por hombres armados. (…) Tú no quieres la verdad porque, en zonas de tu interior de las que no charlas con los amiguetes, me quieres en ese muro. Me necesitas en ese muro”. Jack Nicholson Algunos hombre buenos
El Muro se crea para mantener el orden de Poniente. Considerándolo como una unidad frente a los pueblos salvajes del Norte, Poniente sería, parafraseando a Max Weber, "una asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, con este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de sus dirigentes y ha expropiado a todos los seres humanos que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas”.
El Muro permite discernir entre Civilización o Barbarie. Al igual que en el mundo real, las fronteras se levantan para crear mundos opuestos y separados donde a través de mecanismos económicos, políticos, sociales y, sobre todo, culturales se divide a la población.
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