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lunes, 14 de julio de 2025

TEMA 11: EL BRONCE FINAL EN EUROPA CONTINENTAL Y ATLÁNTICA

Introducción
 
Este es un período con el que finaliza la Edad del Bronce y en el que se generaliza el uso de este metal resultante de la aleación de cobre y estaño. La metalurgia se desarrolla en talleres locales y se fabrican ya toda clase de armas y también numerosos útiles, a la vez que la orfebrería adquiere un extraordinario desarrollo. La producción masiva de estos conduce a la necesidad de explotación de nuevos yacimientos mineros de cobre y a una creciente demanda del estaño occidental, componente básico para la elaboración del bronce, de ahí la importancia que adquieren las minas de las regiones atlánticas del continente europeo, que en la mayor parte de su geografía carece de este metal.


 
Se perfeccionan los hornos de fundición y aparecen los moldes bivalvos de los nuevos tipos de armas y útiles, en arcilla, piedra, e incluso metal. La técnica del laminado del bronce permite elaborar recipientes, corazas, escudos y cascos, y el mineral se transforma cerca de las minas, en lingotes de metal que se exportan por todas las regiones europeas.
 
Se producen los primeros contactos directos entre las comunidades prehistóricas del Mediterráneo occidental y las sociedades plenamente históricas del oriental.
 
Tiene lugar la decadencia de Micenas, el potente foco distribuidor de la etapa anterior, comienza el ocaso del imperio hitita que se ha derrumbado con la caída de su capital Hattusa.

Ugarit es abandonada, los filisteos atacan Israel, mientras que Babilonia está en guerra con Asiria y Elam. Todo esto da lugar a cambios marcados, algunos de ellos ya iniciados en el Bronce Medio, como la generalización de los asentamientos fortificados y del rito funerario de incineración en urnas agrupadas en grandes necrópolis, en una amplia zona geográfica que abarca el centro y el oriente europeo.
 
La cronología en la que se desarrolla el Bronce Final abarca desde mediados del siglo XIII aC hasta la segunda mitad del siglo VIII aC., con variaciones según las diversas áreas geográficas.
 
Mientras que en Europa oriental y central será la Cultura de los Campos de Urnas la protagonista del período, con una gran extensión geográfica, en las regiones nórdicas hay una perduración de lo anterior en lo que se refiere a la cultura material, aunque también incorpora el rito de incineración. El Bronce Final Atlántico transcurre en las costas occidentales con un desarrollo metalúrgico extraordinario que es lo más representativo de esta etapa.

 
Europa central y oriental: Cultura de los Campos de Urnas
 
Abarca un espacio geográfico muy amplio y está constituida por grupos locales que tienen en común el rito funerario, pero que ofrecen diferencias en los asentamientos y sobre todo en los objetos que integran la cultura material. Los más representativos son:
  • Grupo de Lusitz o Lausacia. En las regiones occidentales de Polonia, al este de Alemania y el norte de Eslovaquia. Ocupa casi los mismos territorios que la Cultura de Únĕtice del Bronce Antiguo, de donde parecen radiar sus orígenes. Se consideró el grupo originario, pero hoy día se cree que estos grupos son continuadores de la Cultura de los Túmulos del Bronce Medio.
  • Grupo de Gava.
  • Grupo de Velatice.
  • Grupo de Knoviz.
  • Grupo renano-suizo.
  • Grupo bávaro.
  • Grupos occidentales (Países Bajos, este y Midi francés y el nordeste ibérico).
  • Hay otros grupos como el Alpino y el Tirolés.
Se han establecido diferentes periodizaciones desde 1911, hasta que finalmente en 1965 María Gimbutas estableció cinco fases:
  1. La primera con convivencia entre ambos ritos funerarios.
  2. En la segunda se producen los grandes movimientos de pueblos, provocados por las convulsiones del Mediterráneo oriental.
  3. La tercera es la etapa de plenitud, con las primeras tumbas de carromato encontradas en Baviera.
  4. La cuarta ya tiene grupos bien definidos y asentados tras la fase de expansión.
  5. La quinta se considera una fase de transición a la Edad del Hierro en Europa, en la que se advierten influencias de las culturas escita, tracia y cimeria de las regiones pónticas.
Los asentamientos son variados y en algunos casos hay una perduración de los anteriores. En general existe un poblamiento disperso por todo el territorio de aldeas y pequeños enclaves. Pero lo que destaca son los grandes poblados fortificados del grupo de Lausitz. Uno de los mejor conocidos es el de Biskupin, en una península de un lago en Polonia, con 1,5ha de extensión, que conserva casi medio kilómetro de murallas de madera de unos seis metros de altura, con viviendas rectangulares en el interior alineadas en calles paralelas y construidas con troncos de madera.

 
Es también significativo el poblado de Wasserburg al sur de Alemania, rodeado de una empalizada de troncos de madera con cuatro torres defensivas y con casi cuarenta viviendas de planta cuadrada.
En general, las defensas artificiales están constituidas por un terraplén, un foso y una o varias empalizadas de madera, en ocasiones con un relleno entre ellas como los de Lausitz, con torres de protección en las puertas o bien entradas en "embudo".

Los enterramientos son de incineración en urnas agrupadas en necrópolis por lo general de grandes dimensiones, aunque existen sepulturas de otros tipos e incluso perdura el rito de inhumación en algunos casos. De hecho, el cambio de modelo funerario no fue uniforme y conviven bastante tiempo necrópolis de inhumación con otras de incineración.
 
Las urnas están fabricadas en cerámica, generalmente con formas globulares o bicónicas, y en ellas se depositan las cenizas del cadáver, incinerado en una pira funeraria que arde sobre una plataforma de piedra denominada ustrinum, y el ajuar. Estas urnas se introducen en fosas simples. En ocasiones las necrópolis aparecen delimitadas por fosos circulares o cuadrangulares. De las mejores conocidas destacan la de Volders en el Tirol y las del grupo Mailhac en Francia.
 
En el grupo de Velatice aparecen unas tumbas de una gran riqueza consideradas de príncipes locales. Podemos destacar la denominada "Tumba del Rey" en el noreste de Alemania, constituida por una cámara de piedra cubierta por una cúpula y un túmulo y que contiene un magnífico ajuar. En ocasiones hay presencia de carros que apuntan a la posibilidad de que fueran enterramientos de una élite guerrera.
 
El rito de incineración no es nuevo, pues ya se conoce desde el Calcolítico Antiguo húngaro de Baden. La cultura de los Campos de Urnas abarca desde el Báltico al sur de los Alpes y desde el Danubio a las regiones atlánticas y al noreste de la Península Ibérica.
 
La presencia de tumbas principescas y los ricos ajuares y armas hacen pensar en la existencia de una élite guerrera. A su vez, las grandes dimensiones de las necrópolis apuntan a un crecimiento demográfico importante.

En cuanto a la economía, sabemos que el cultivo de cereales, esencialmente trigo y cebada, y leguminosas como lentejas, guisantes y por primera vez judías, fue un aporte básico de estos grupos, y hay restos óseos de ovejas, cabras, cerdos, bueyes y caballos que documentan un importante aporte ganadero. La caza de ciervos y jabalíes y la pesca debieron de complementar la dieta.
 
El aumento de materias primas como los lingotes de metal y la sal, y los productos manufacturados propician un intenso comercio con la creación de nuevas rutas por amplias regiones, y acrecientan la necesidad de control sobre su circulación y su redistribución.
 
Incluso se ha apuntado la posibilidad del inicio de la producción de vidrio.
 
En la cultura material se aprecia un gran desarrollo de la orfebrería y la cerámica. La cerámica es mayoritariamente lisa, aunque aparecen acanaladuras oblicuas en urnas bicónicas en la primera fase. En la segunda fase se incorporan ya algunos motivos excisos. En la tercera aparecen decoraciones acanaladas, incisas y excisas, y en el quinto destaca la novedad de las impresas.

En arcilla se han encontrado colgantes en forma de rueda, moldes de fundición para objetos metálicos, y carros como el de Duplaja en Serbia. Los hay en bronce o cerámica con representaciones de caballos, ciervos o ánades como animales de tiro y que llevan un disco solar, una mujer con un plato de ofrendas, o una divinidad y se relacionan con el culto al Sol y al fuego.
 
También existen molinos, martillos y yunques de piedra pero será el bronce el material que proporcione una variedad enorme de armas, útiles y adornos, pasando a ser ya el soporte básico de los objetos de uso cotidiano (gubias, azuelas, cinceles, hoces que se enmangan en madera, navajas de afeitar, o piezas para arneses de caballo). En Lausitz hay también diademas y brazaletes de oro, y las fíbulas son frecuentes.

Con respecto a las armas tenemos hachas de talón, de cubo, de alerones y de tipo húngaro, hay puntas de flecha y de lanza, puñales de lengüeta y sobre todo espadas de tipos variados. Las más representativas son las de Monza en Borgoña, que son espadas con lengüeta espigada y reforzada con remaches; y las de Rixheim, de entre sesenta y setenta centímetros con lengüeta estrecha, remaches para la empuñadura y ranuras en V en el talón.
 
Posteriormente aparecen las de pomo macizo y hoja de doble filo alargada y las de antena.

En chapa de bronce obtenida por el nuevo proceso de laminación se elaboran escudillas planas y calderos, y también armas defensivas como escudos, cascos y corazas.


Europa nórdica: Montelius III-IV
 
La Edad del Bronce Final en esta región tiene una cronología que varía poco con respecto a la de la Europa central, con el comienzo un poco más tardío, en torno al 1200aC, prolongándose su final hasta las primeras fechas del siglo VII aC.
 
Es una etapa en la que se produce un fuerte crecimiento demográfico, con aumento del número de poblados y necrópolis. Tiene lugar un gran apogeo de la industria metalúrgica y es un foco productor de vasos y objetos de oro que se exportan a todo el continente europeo.


 
Los asentamientos se ubican en ocasiones en zonas defensivas y están constituidos por casas de madera o de adobe de plantas circulares, ovales y rectangulares. Existen algunas fortificaciones como es el caso de Hallunda en Estocolmo.
 
En los enterramientos se impone paulatinamente el rito de incineración procedente de Centroeuropa, aunque hay también sepulturas de inhumación de tipos diversos cubiertas con túmulo, con ajuares ricos.
 
Son muy abundantes los depósitos de bronces, considerados ofrendas en lagos, ríos y zonas pantanosas. En las aguas se depositan objetos votivos como barcos solares o copas de oro, y carros como el de Trundhlom encontrado en un pantano de Zealand en Dinamarca que debió de ser arrojado como ofrenda para las divinidades acuáticas. Debió existir una "religión" de carácter naturalista de la que parecen ser testimonios los abundantes símbolos solares de discos, decoraciones de círculos concéntricos y espirales.

carros Trundhlom
 
En bronce hay también espadas de empuñadura maciza o de lengüeta, puntas de lanza de enmangue tabular, cuchillos, punzones, hachas, pinzas, alfileres y navajas de afeitar. 

Aparecen unos escudos redondos con escotadura en U, cascos con cimera y con cuernos en forma de lira tipo Viksø. Hay también sítulas, así como lures o trompas, instrumentos musicales de viento obtenidos con la técnica de fundición a la cera perdida.
 
Europa Atlántica
 
Se desarrolla en las costas desde los Países Bajos a la Península Ibérica, las Islas Británicas y el occidente francés. Salvo en los Países Bajos, no hay un impacto evidente de los Campos de Urnas. Se explotan minerales de cobre y estaño en Irlanda, País de Gales y Península Ibérica, con un destacado centro de explotación de estaño en Cornualles, al sur de Gran Bretaña, y una nueva aleación tripartita de cobre, estaño y plomo, con la que se crean nuevos tipos de armas.
 
Las fechas sitúan el comienzo del Bronce Final Atlántico hacia el 1400aC, y se han establecido tres etapas para cada zona, excepto para los Países Bajos, ya que en estas fechas estaban integrados en los Campos de Urnas.
 
La economía sigue siendo agrícola con trigo, cebada y leguminosas cultivadas ya con hoces de bronce y arados. Los caballos se usan como animales de tiro y son también un elemento de prestigio.
 
El occidente francés 

Desde el Bajo Loira a los Países Bajos, y su periodización en tres etapas se basa en los tipos metálicos:
  • Bronce Final I o fase de Rosnöen. Se desarrolla desde 1250aC al 1100aC. Las espadas parecen inspirarse en tipos europeos como el de Rixheim, y las más características son las espadas tipo Rosnöen, con una lengüeta trapezoidal y orificios de remaches para insertar la empuñadura, y de hoja de corte rectilíneo. Posiblemente son de esta etapa las primeras espadas pistiliformes con empuñadura bipartita.
  • Bronce Final II o fase de Saint-Brieuc-des-Iffs. Entre el 1100aC y el 900aC. Su fósil director es la espada pistiliforme con empuñadura tripartita y calados con placas de hueso y madera.
  • Bronce Final III u horizonte de las espadas de lengua de carpa. Comienza en el siglo X aC y perdura hasta mediados del siglo VIII aC y tiene como elemento definidor este tipo que presenta un marcado estrechamiento de la hoja en la zona distal.


Las Islas Británicas
 
En Gran Bretaña conocemos pequeñas cabañas circulares con basamentos de piedra formando agrupaciones rodeadas por empalizadas de madera. Las necrópolis conocidas básicamente en las regiones meridionales son de incineración en urnas, que son continuación autóctona el Bronce Antiguo, destacando la necrópolis de incineración de Rimbury en el sur de inglaterra.
 
Se han establecido también tres fases más o menos contemporáneas con las francesas:
  • Fase Penard. Tiene fuerte influencia continental con elementos como las espadas tipoRosnöen de procedencia francesa o los cuchillos de dorso curvo. Los centros más importantes están en el valle del Támesis.
  • Fase de Wilburton. Se caracteriza por la nueva técnica de la aleación ternaria de cobre,estaño y plomo, el uso del laminado del bronce y los nuevos tipos de piezas de orfebrería que alcanza un gran desarrollo en oro con anillos, brazaletes, pulseras,torques, espirales, diademas, aros y apliques. El centro productor más importante está en Irlanda.
  • Fase Ewart Park. Hay una producción masiva de hachas de talón y de cubo, de hoces y de espadas de lengua de carpa y al final del período aparecen arreos de caballos. 
El Bronce Atlántico es sustituido por las industrias del hierro que traen gentes procedentes de Centroeuropa y el Mediterráneo.
 


Fachada Atlántica de la Península Ibérica
 
Se desarrolla en las regiones costeras que van desde el Golfo de Vizcaya a Cádiz,aunque también penetra hacia regiones interiores de Andalucía occidental, Extremadura y zonas de Palencia y León.
  • Bronce Final I. Entre 1250aC y 1100aC. Se caracteriza por una metalurgia que aúnatradiciones locales y tipos nuevos atlánticos. El depósito más representativo es el deValdevimbre en León, que consta de dos hachas planas, dos puñales triangulares conorificios para su enmangue, un regatón cónico, una sierra y un yunque.
  • Bronce Final II. Señala la plena incorporación hispánica a los circuitos atlánticos,llegando técnicas orientales nuevas al Atlántico y modelos de éste a Centroeuropa.
  • Bronce Final III. Representado básicamente por el depósito de la Ría de Huelva y se identifica con el complejo de espadas de lengua de carpa.
Se han establecido cuatro áreas diferenciadas para esta zona de la Península Ibérica:


  • En el noroeste y la cornisa Cantábrica se conocen algunos lugares de asentamiento que son simples fosas y silos en materiales perecederos sin ningún tipo de defensa. Hay uso de la fuerza de tracción animal. Hay que destacar el tesoro de Caldas de Reis en Pontevedra que contiene una gran acumulación de objetos de oro, entre ellos casi treinta anillos-lingotes macizos.
  • En Extremadura aparecen nuevos tipos de orfebrería y cerámica, así como una necrópolis de cistas de piedra asociadas al poblado de Valcorchero en Cáceres, con chozas de planta circular y una necrópolis de inhumación en cistas. Nace el tipo cerámico denominado de boquique, técnica decorativa incisa de punto y raya. Merece mención el tesoro áureo de Bodonal de la Sierra en Badajoz con seis torques y brazaletes variados. También hay que destacar las estelas decoradas, grandes lajas de piedra con grabados de guerreros, armas,carros y objetos personales.
  • En el Occidente andaluz la base económica fundamental es la producción metalúrgica y el yacimiento más representativo es el depósito de la Ría de Huelva. Ya está muy extendida la aleación tripartita y hay martillos de piedra y hornos de fundición. La cerámica es bruñida y pintada con motivos geométricos.
  • El suroeste es un mosaico cultural con crecientes relaciones entre regiones que darán lugar a la Cultura Tartésica. Hay poblados en cerros con y sin defensas y necrópolis de inhumación en pequeñas cistas.
En esta zona también han aparecido estelas decoradas como las halladas en Extremadura y el Alentejo portugués con grabados que representan a guerreros con sus armas, carros, etc. Tanto unas como otras son conocidas en general como las estelas decoradas del suroeste peninsular.

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