En los años sesenta surge en Estados Unidos el Nuevo Periodismo, también denominado género de no ficción; considerado como una nueva tendencia en la forma de hacer periodismo que proponía traspasar los límites del modelo objetivo de la prensa tradicional. Su surgimiento vino a poner en tela de juicio el ideal de transparencia y objetividad que prevalecía en la forma clásica de ejercer la profesión, donde la ética periodística estaba más bien vinculada a la neutralidad de los mensajes, herederos de la concepción funcionalista de la comunicación como mera transmisión de información. En estos años, los medios de comunicación se vieron superados por su entorno social, en tanto se tornaron incapaces de transmitir con profundidad, conciencia y frescura acontecimientos tan desconcertantes como los asesinatos de John y Robert Kennedy, los paseos espaciales, la guerra de Vietnam, los disturbios raciales, la cultura underground o las nuevas voces de la juventud norteamericana. Por su parte, esta nueva tendencia no sólo pretendía recuperar los viejos preceptos del periodismo: investigación, denuncia, pluralidad de voces y compromiso ético, sino que vio en su contexto social nuevas temáticas para abordar, donde los mismos acontecimientos parecían extraídos de una obra “literaria”.
Algunos de sus protagonistas fueron Rodolfo Walsh, Tom Wolfe, Norman Mailer, Truman Capote o Hunter S. Thompson entre otros.
Algunos de sus protagonistas fueron Rodolfo Walsh, Tom Wolfe, Norman Mailer, Truman Capote o Hunter S. Thompson entre otros.
Truman Capote |
TRUMAN CAPOTE: SU VIDA
Truman Capote nació el 30 de septiembre de 1925 en Nueva Orleans (Estados Unidos). Era hijo de un comerciante llamado Archulus Persons y de una reina de la belleza de nombre Lillie Mae Faulk que adoptaría el apellido de Capote tras contraer matrimonio con Joseph García Capote, empresario de ascendencia cubana.
A los cuatro años sus padres se divorciaron y durante el resto de su niñez vivió la peripecia y la soledad del típico producto de "hogares separados" (inestabilidad o bonanza, traslados entre uno y otro progenitor), todo ello con el horizonte imperturbable de las granjas del Sur profundo y rural. Su madre se volvió a casar con un próspero hombre de negocios apellidado Capote, nombre que adoptó Truman casi de inmediato.
Escritor precoz, desde muy adolescente había comenzado a pergeñar historias para, como él mismo diría, paliar la soledad de su infancia. A los dieciocho años entra a trabajar en el New Yorker y a los veintiuno deja el periódico y publica un relato, Miriam, en la revista Mademoiselle, que atrae la atención de los críticos y es seleccionado para el volumen de cuentos del premio O'Henry de 1946.
Vinieron luego los años de sus viajes y de residencia en Italia, Grecia y España; visitó también la Unión Soviética. Durante la década de los cincuenta publica insuperables entrevistas en Playboy y termina una de sus novelas más deliciosas, Desayuno en Tiffany's (1958). El relato gira en torno a Holly Golightly, una joven sofisticada a quien el supuesto autor del relato (está escrito en primera persona) tuvo por vecina antes de convertirse en escritor famoso. Holly es una muchacha que vive su vida, sin tener en cuenta los convencionalismos sociales y dispuesta a conservar su libertad como sea. Le gusta vivir y vestir bien, para lo cual no tiene inconveniente en aceptar dinero de los hombres; fingiendo ser su prima, visita en la cárcel a un gangster, Sally Tomato, de quien más o menos inconscientemente hace de mensajera, y que le paga por ello 200 dólares cada semana.
En sus "horas negras", el mejor remedio que encuentra Holly "es tomar un taxi e ir a Tiffany's"; el ambiente elegante y la tranquilidad que allí se respira tienen la virtud de calmarla. Así pasa Holly por la vida, sin preocuparse por el pasado ni por el futuro; conservando un fondo de inocencia en medio de su alocada vida, que en muchos ambientes se consideraría reprobable. Al final, su amistad con el gánster le hará tropezar con la justicia y la obligará a abandonar el país, desapareciendo de la vida del autor.
TRUMAN CAPOTE Y EL NUEVO PERIODISMO
Su interés por el periodismo y su intensa colaboración con la revista New Yorker lo acercaron a la disciplina del reportaje de investigación, lo que dio como fruto su célebre obra A sangre fría (1966), creadora del género de la novela de no-ficción , que relata el caso real del asesinato de la familia Cutters, basándose en documentos policiales y el testimonio de los implicados. Por esta novela, junto a Norman Mailer y Tom Wolfe, Capote es considerado uno de los padres del Nuevo Periodismo), que combina la ficción narrativa y el periodismo de reportaje, dentro de una nueva concepción de la relación entre realidad y ficción. La escritura de esta novela le llevó siete largos años y la crítica no tardó en saludarla como la novela más "dura" y significativa de la década de los sesenta.
Minuciosa reconstrucción de un crimen real (el despiadado asesinato de una familia de granjeros de Kansas), A sangre fría llegó a ser, tras su publicación, el mejor exponente de la novela-documento o novela-reportaje, y un claro ejemplo del nuevo género narrativo que diluye los límites del periodismo y la literatura. Para la realización de su novela, Capote llevó a cabo una dilatada investigación de los terribles hechos que relata y realizó numerosas entrevistas, manteniendo un estrecho contacto con los asesinos antes de ser ejecutados. Narrada con detallado realismo y una fría distancia, la novela es en un estudio incisivo de la América de su época que expone el desorden y la violencia que laten bajo una feliz apariencia de progreso y desarrollo.
A la precursora A sangre fría le siguieron los autores que cultivaron con éxito el Nuevo Periodismo: entre los más conocidos figuran Tom Wolfe, Norman Mailer y Gay Talese. Este último firma una de las piezas más comentadas en las facultades de Periodismo de todo el mundo: el perfil sobre la vida de la Voz “Sinatra está resfriado”, que publicó la revista Esquire a mediados de los 60.
A principio de los setenta, Capote comenzó a escribir la que sería su obra póstuma e inacabada, Plegarias atendidas. En 1975 publica Música para camaleones, un conjunto de relatos escritos con el magistral estilo de Capote, en los que bucea con implacable lucidez en la poesía y el horror de la vida. Capote, tal vez uno de los mayores narradores del siglo veinte norteamericano, fue un maestro en el arte de la construcción imaginativa (tanto en el relato corto, reportajes o novelas), y sobre todo un poseso de la perfección estilística. Su obra quedará al lado de las ya clásicas de Faulkner, Penn, Welty y McCullers.
No hay comentarios:
Publicar un comentario