El 29 de octubre de 2010 que nos dejó Marcelino Camacho. Al salir de prisión en 1973, tras el Proceso 1001, afirmó: "Ni nos domaron, ni nos doblegaron, ni nos van a domesticar". En "Ni un paso atrás", retomamos sus palabras.
"No pudieron doblegarnos, ni callarnos, ni domar / Aceptar la sumisión es más fácil que avanzar; / no te dejes arrastrar, jamás"
El proceso 1001
La historia del Proceso 1001 comienza el 24 de junio de 1972 con la detención de Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius, Francisco García Salve, Juan Muñiz Zapico, Francisco Acosta, Fernando Soto, Eduardo Saborido, Miguel Ángel Zamora, Pedro Santiesteban y Luis Fernández Costilla. Estaba prevista una reunión de la coordinadora general de Comisiones Obreras en el convento de los frailes oblatos de Pozuelo de Alarcón. Detenidos, fueron conducidos a la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol y, tras los interrogatorios, al Juzgado de Orden Público. Allí les abrieron sumario y les enviaron a la cárcel de Carabanchel. Empezaba el proceso 1001.
10 sindicalistas de CCOO y el PCE eran encarcelados. La vista oral se inició el 20 de diciembre de 1973 siendo el tribunal presidido por el juez José Francisco Mateu Cánoves. La muerte de Carrero Blanco ese mismo día cortó de raíz cualquier posibilidad de movilización de solidaridad. el día 27 se dictó una sentencia que sumaba 162 años. En febrero de 1975 el Tribunal Supremo rebajó sensiblemente las condenas impuestas por el TOP. Quedaron en libertad Acosta, Zamora Antón y Santistebán. El resto tuvo que esperar al indulto real tras la muerte de Franco. La situación en España era un clima social y político de gran agitación: Las huelgas alcanzaron una situación inédita, los movimientos estudiantiles y vecinales tomaron la calle reclamando amnistía y libertad. Nuevos sectores como el transporte, la banca o la sanidad se sumaron a las movilizaciones donde las reivindicaciones salariales y de mejora de las condiciones de trabajo se unieron a la de libertad.
La represión y violencia de la dictadura acabó con la vida de los huelguistas: Tres en Granada en 1970; uno en Madrid en 1971; uno en Barcelona ese mismo año; dos en Ferrol en 1972 y uno en San adrián del Besós en 1973. De los casi 9000 procesados por el TOP entre 1964 y 1976, más de un tercio fueron entre 1973 y 1975 y el estado de excepción fue declarado en varias ocasiones.
Carabanchel fue en los años sesenta y setenta el símbolo de la prisión política por excelencia. Como espacio punitivo, era una cárcel de tránsito por la que pasaron miles de personas en espera de juicio. pero también se convirtió en un lugar para las pequeñas resistencias y la autooorganización de los presos en comunas y lugares de debate político y aprendizaje
El Proceso 1001 dio lugar a una amplia campaña de solidaridad, tanto dentro de España como en el extranjero. Su impacto superó las movilizaciones para salvar la vida de Julián Grimau (1963) o en solidaridad con los encausados en el Proceso de Burgos (1970). A pesar de la represión, decenas de comités de solidaridad sembraron las calles de octavillas y las paredes de pintadas. En el extranjero, el movimiento de solidaridad se extendió desde Estados Unidos y Canadá hasta Australia, si bien tuvo mayor incidencia en países como Francia o Italia, donde se celebraron centenares de mítines y actos. Además de partidos políticos, sindicatos y organizaciones de derechos humanos, numerosas personalidades se involucraron en la defensa de los Diez de Carabanchel, como la activista afroamericana Angela Davis o el exfiscal general de Estados Unidos, Ramsey Clark
Así se conquistó la libertad y la democracia en este país, recuérdalo cuando algunos vengan dando lecciones de libertad y democracia en España.
No fue el rey, ni Adolfo Suárez, ni los padres de la constitución redactando artículos en un despacho. Fue gente humilde y trabajadora, con sacrificio, cárcel y represión la que conquistó la libertad y la democracia.
con el puño levantado y la bandera roja revolucionaria
encabezando la lucha proletaria
junto a los compañeros y camaradas de la roja vanguardia
Por defender a los trabajadores fuiste perseguido y encarcelado
pero nunca pudieron contigo ni te doblegaron
porque nunca pudieron domarte y domesticarte
ni siquiera cuando intentaron silenciarte
porque los derechos se consiguen ejerciéndolos
en Carabanchel o en cualquier parte del planeta
la lucha sigue y seguirá existiendo
la emancipación de la clase obrera es nuestra meta
la única lucha perdida es la que abandonamos
pero tú siempre estuviste en las trincheras
con tus camaradas y compañeras
resistiendo como tú estuviste, nosotros estamos
Puño en alto me despido, camarada Marcelino
nos quedan muchas luchas y muchas barricadas
y sé que caminando haremos camino
y finalmente la victoria será conquistada
Puño en alto me despido, camarada Marcelino
nos quedan muchas luchas y muchas barricadas
y sé que caminando haremos camino
y finalmente la victoria será conquistada
El verdadero sindicalista por convicción...con conciencia de clase, honesto, honrado,LIMPIO.
ResponderEliminarDaniel admiro tu prosa y tu poesía, pero no tu firma de transmitir tus palabras , dices que esos luchadores consiguieron la libertad y la democracia, yo todavía no la he visto si te refieres a los de los trabajadores, si que tenemos esa que tú dices pero por ahora les pertenece a la burguesía, dices que nos quedan muchas barricadas que hacer, entonces para ser que no lo hemos conseguido, camarada o amigo Daniel, Socialismo o barbarie no hay término medio. Un saludo cordial
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