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POEMAS, CUENTOS Y ESCRITOS REVOLUCIONARIOS DE DANIEL FERNÁNDEZ ABELLA is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License. Para utilizar primero y siempre sin ánimo de lucro ha de consultar al autor. Daniel Fernández Abella todos los derechos reservados.

jueves, 29 de febrero de 2024

LA NOCHE

Por fin es de noche. Llevo doce horas trabajando, soportando a un aburrido jefe y a unos estúpidos compañeros. Odio sus sonrisas falsas, su servilismo, su mediocridad. Odio la rutina absurda en la que se ha convertido mi vida. Una vida que no se divide en géneros, sino que es una horrible, romántica, trágica y cómica novela esperpéntica y monótona donde no hay cabida para la imaginación ni salida a este eterno y aburrido bucle.

Vuelvo andando hacia mi casa. Por el camino, veo el otro rostro de la ciudad, ese que no sale en los panfletos turísticos, ese que no queremos ver. Por la noche salen bichos de todas clases: furcias, macarras, maleantes, drogadictos, traficantes de droga...tipos raros. Algún día llegará una verdadera lluvia que limpiará las calles de esta escoria.

Me encuentro rodeado de cadáveres, muertos en vida deambulando por las aceras. Nada destruye más al hombre que la estupidez ignorante y la conformidad. ¿Serán sus vida perdida, será esta maldita ciudad? ¿Hay alguna escapatoria? ¿Alguna válvula de escape? ¿Alguna salida oculta? no, cuando entras en un callejón de esta maldita ciudad nunca sabes qué te vas a encontrar.

Un grupo de borrachos inicia una pelea. empiezan a gritar y se lanzan botellas y piedras. Esta ciudad esclaviza a los hombres. En un instante, puede ver dentro de tu corazón y transformar tu deseo más profundo. Ella nos devora a todos. No puedes vencerla. Nos hunde en un eterno mar donde imperan la miseria y la necedad. Y no puedes romper ese oleaje, no puede nadar contracorriente, no puede luchar contra esa marea que te ahoga e inunda tus pulmones hasta dejarte sin aire.  Esta ciudad podrida. Pudre todo lo que toca. Esta ciudad podrida. Aquellos que no puede corromper, los pudre.

Mientras camino por las silenciosas calles, la luna hace su aparición. Los ojos del corazón se acostumbran a la oscuridad e incluso la luz más suave se vuelve cegadora. La verdadera oscuridad está en nuestras almas y sale a la luz por la noche. Los humanos son de naturaleza salvaje, por mucho que intentes adornarlo, disfrazarlo.

Por fin llego a casa. Esta ciudad es un túnel sucio y pequeño, como las alcantarillas de las peores ciudades. Es una contaminación mental que va envenenando desde adentro para afuera y de repente, antes de que te des cuenta, eres un muerto viviente que no trasciende y que no crea, que no deja nada. 

La única salida del túnel es un conjunto de escalones empinados que parecen subir hasta las nubes, hacia el espacio y la nada. Cada paso que se da significa inhalar y aguantar más que ayer. La subida siempre es difícil, incluso temerosa. Pero es la única salida, una escalera al cielo, cuya única llave es el gatillo de una pistola.


LIBERTAD PABLO GONZÁLEZ

No hay mayor tiranía que la que se ejerce 
a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia
silenciado voces disientes que rompen el discurso imperante
y rasgan el velo de ignorancia, mostrando la realidad al mundo

tras los muros de la ignominia, Pablo González languidece
aislado del mundo y de su familia, sin ser noticia
de los grandes medios, callados y distantes
ante tanta injustica, silencio eternos y profundos

voz disidente con el discurso oficial belicoso
verdad incómoda que abre los ojos a la realidad del conflicto
derecho de la información violado, hecho vergonzoso
de los señores de la Guerra que dictan su veredicto

frente aquellos que no callan frente a sus mentiras. La bestia de la guerra
se alimenta mientras tiempos de terror se acercan. 
Frescas tumbas abundarán en todos lados. Sus voceros la verdad sepultarán
Habrá hambre, terremotos, muerte por doquier, y llorará la tierra


lunes, 26 de febrero de 2024

EL MUNDO ORTODOXO BIZANCIO Y RUSIA DURANTE LOS SIGLO XIII y XIV

El Imperio bizantino chocó contra el nuevo Islam desde su nacimiento y durante varios siglos. Sin embargo, a fines del primer milenio, el Imperio bizantino había llegado a un razonable concierto con los árabes. A pesar de esta recuperación del poder de Bizancio por los propios bizantinos, el daño que los latinos habían hecho al imperio era ya irreparable. Aquellos cincuenta años de feudalismo y de guerras incesantes habían destruido la organización secular que tenía sus raíces en la de la vieja Roma.



La Cuarta Cruzada y la fundación del Imperio Latino de Constantinopla (1204-1261) 

Inocencio III, a la muerte de Saladino, convoca la Cuarta Cruzada en 1199. Se había designado líder al conde de Champaña, pero muerto éste, Bonifacio de Montferrato se convirtió en jefe de la cruzada. Enrico Dándolo, dux de Venecia le ayudó en el transporte de las tropas. El ejército cruzado se dividió en dos: una parte de desvió de su itinerario y se presentó ante Constantinopla, y la otra se dirigió a Egipto. Alejo IV, el hijo de Isaac, que iba con ellos, fue nombrado emperador y, como las tropas latinas se encontraban fuera de Constantinopla y había una sedición en la ciudad, consiguieron asaltar y conquistar conquistaran Constantinopla el 12 de abril de 1204.  El resultado de la cruzada fue la denominada Partitio Romaniae: en Constantinopla, los venecianos impusieron al emperador latino Balduino de Flandes, que se quedaría con la cuarta parte del territorio, incluyendo las islas de Lesbos, Samos y Quíos; como vasallos del emperador quedaron varios nobles jefes de la expedición cruzada, entre ellos el propio Montferrato, que recibió Tracia y la parte noroccidental de Asia Menor, y pudo establecer su capital en Tesalónica creando su propio reino. Los demás constituyeron sus dominios en Atenas, Tebas, y el principado de Morea, como vasallos del emperador latino. Venecia se quedó con el resto de las islas, incluida Creta.  Los bizantinos se aliaron con Kaloján, rey de Bulgaria, el cual derrotó a Balduino en 1205 durante el asedio de Adrianópolis. Fue sucedido por su hermano Enrique de Hainaut, el cual tuvo que defenderse del rey Kaloján durante todo este periodo. Además, tuvo que defenderse contra el nuevo imperio de Nicea, y frente a Bonifacio de Montferrato y sus sucesores, en Tesalia. A su muerte, la dominación latina se redujo a la costa, por interés comercial y tomó el poder la familia de Courtenai. En cambio, en Morea, existía una mayor seguridad. La presencia bizantina nunca desaparece del todo en esa zona, pero los minoritarios latinos son capaces de arraigar allí gracias al apoyo de la aristocracia griega local.   La población de todas estas zonas occidentales del Imperio había quedado disminuida por el transcurso de la guerra. En las fronteras de bizantinos, latinos y búlgaros, la despoblación fue mayor. Se produce una intensa emigración eslava a los territorios que quedan vacíos, como en Tesalia.  En el Épiro y en la costa del golfo de Corinto, la brutalidad de la ocupación y las incursiones latinas provocan emigraciones hacia el interior y las montañas.  

Reparto imperio bizantino tras la cuarta cruzada

La resistencia griega frente a los latinos

Durante la cruzada, la mayor parte de la población de la capital se había refugiado al otro lado del Bósforo. La emigración de población de Asia Menor hacia el extremo occidental del Imperio, que se había ido produciendo a lo largo del siglo XII, cambiaba así de signo, ayudando a la expansión de los Lascaris. Las antiguas familias bizantinas se instalaron en sus dominios patrimoniales, donde se constituyeron núcleos de resistencia, en los que permaneció viva la tradición bizantina del Imperio. Tanto los Lascaris como los Ducas aspiraban a reconquistar el trono imperial para los griegos. En los territorios nicenos, la influencia aristocrática y la pronoia se habían mantenido bajo cierto control, a pesar de la tendencia a la desaparición de la mediana propiedad y la adquisición a bajo precio por parte de la aristocracia de buena parte del suelo. Se reinstauró un sistema de defensa de la frontera basado en los antiguos estratiotes, y los campesinos, aunque fueran parecos, siguieron disfrutando de algunos derechos.  El Épiro recibió numerosos refugiados de Constantinopla y de los territorios latinos, lo que aumentó su población y provocó el crecimiento de los centros urbanos (ej. Ioanina). Siendo allí la aristocratización y la transformación de la pronoia en verdaderos señoríos territoriales mucho más rápida y radical. Allí también se produjo una ruptura de las rutas terrestres tradicionales que unían Macedonia, Constantinopla y Grecia con el puerto adriático de Dyrrachium, llave a su vez del comercio italiano. El comercio a larga distancia proveniente del centro del Imperio se sustituyó por exportaciones de trigo, sal y lana, a través de este puerto.  Además de los centros políticos más importantes (Trebisonda, Nicea y Épiro), hubo pequeños núcleos autónomos escindidos y, a veces, incluso apoyados por los turcos. También se independizaron los gobernadores de algunas islas, como Rodas.  

El Imperio de Trebisonda

Alejo y David Comneno conquistaron la importante ciudad mercantil de Trebisonda en 1204, poco antes de que Constantinopla cayera en manos de los latinos, con el apoyo de la reina Tamara de Georgia, en cuyo reino se habían refugiado en 1185. Mientras Alejo permanecía en la capital como presunto emperador, David Comneno extendió sus dominios hasta chocar con el imperio de Nicea. El Imperio de Nicea  Constantino X Láscaris, reconocido emperador por la nobleza y el patriarca de Constantinopla, instauró el imperio en Nicea, y desde allí sus sucesores comenzaron a recuperar porciones del antiguo territorio imperial. Casi autónomo desde los disturbios que se produjeron en el Imperio entre los Comnenos y los Ángelos, tenía una posición privilegiada próximo al centro del Imperio (en Asia Menor). Teodoro Láscaris (1204-1222), yerno de Alejo III, fue coronado emperador por el nuevo patriarca en 1208, siendo reconocido por todos los griegos de la parte europea. Sufrieron varias derrotas militares contra los latinos, hasta el punto de necesitar la ayuda del zar de Bulgaria para poder vencerles cerca de Adrianópolis. 

Imperio de Trebisonda

  
El Imperio de Nicea  

Constantino X Láscaris, reconocido emperador por la nobleza y el patriarca de Constantinopla, instauró el imperio en Nicea, y desde allí sus sucesores comenzaron a recuperar porciones del antiguo territorio imperial. Casi autónomo desde los disturbios que se produjeron en el Imperio entre los Comnenos y los Ángelos, tenía una posición privilegiada próximo al centro del Imperio (en Asia Menor). Teodoro Láscaris (1204-1222), yerno de Alejo III, fue coronado emperador por el nuevo patriarca en 1208, siendo reconocido por todos los griegos de la parte europea. Sufrieron varias derrotas militares contra los latinos, hasta el punto de necesitar la ayuda del zar de Bulgaria para poder vencerles cerca de Adrianópolis. 

Mientras tanto, Teodoro Láscaris sometió a los pequeños reinos griegos del sur, firmó un tratado con los selyúcidas y derrotó al rey de Trebisonda. Láscaris y Enrique I de Constantinopla firmaron el tratado de Ninfeo (1214) que suponía el reconocimiento mutuo de sus fronteras. Juan III Vatatzés (1222-1254), yerno de Teodoro Láscaris, consiguió reconquistar la mayor parte de Anatolia a los latinos; consiguió dominar las principales islas (Quíos, Lesbos, Samos, Rodas), y conquistar Adrianópolis, lo que le permitía amenazar Constantinopla. La muerte del rey de Bulgaria y las invasiones mongolas, que afectaron a todos los enemigos de Nicea, favorecieron el que pudiera dirigirse a la costa europea y conquistar Tracia y Macedonia. En 1252, el Épiro quedó sometido a los Láscaris. Unos años más tarde, Miguel VIII Paleólogo consiguió recuperar Constantinopla, donde se trasladó, finalizando el imperio de Nicea. 

Imperio de Nicea


El despotado de Épiro bajo los Ángelos

El único resto de poder griego en occidente se constituyó cuando Miguel Comneno Ducas formó su pequeño estado en el Épiro, que abarcaba desde Dyrrachium hasta el golfo de Corinto. Miguel había servido primero a Bonifacio de Montferrato, pero lo abandonó para acudir a la llamada de socorro del gobernador bizantino de Épiro. Cuando murió, se casó con su viuda y estableció su capital en Artá, adonde también se dirigieron numerosos refugiados. Bien protegido de los latinos por las montañas, el pequeño reino se abría sólo al mar. Miguel venció a Enrique II en 1209, y se vinculó a su familia casando a su hija con el hermano del emperador latino; acto seguido, reconoció la soberanía de Venecia sobre sus territorios en otro tratado. A partir de 1210, Miguel invadió Tesalia, con mercenarios latinos entre sus tropas, se desvió hacia Salónica, y consiguió cortar las comunicaciones entre los territorios latinos del norte y del sur de Grecia. Entre 1213-14 conquistó los territorios venecianos vecinos de su reino, incluyendo el puerto de Dyrrachium y Corfú. Teodoro Ángelos (1214-1230) logró encarcelar al nuevo emperador, Pedro de Courtenay, cuando volvía de Occidente y, acto seguido, se apoderó de Tesalónica y se autoproclamó emperador, enfrentándose así a Nicea. Se alió al rey de Bulgaria Juan II Asen para enfrentarse a Juan Vatatzés, pero el búlgaro traicionó su confianza, le capturó y le cegó. A partir de entonces su despotado cayó en la decadencia. 



Bizancio fragmentado (1214-1261)

El proceso de restauración del poder griego en Bizancio

Nada más producirse la cruzad de 1204 y el reparto del imperio, los restos de la aristocracia y la población griega huidos de Constantinopla y los territorios centrales de Bizancio se agruparon en torno a tres polos:
  • Nicea, donde Teodoro Lascarisse proclamó emperador al ser capturado Alejo III por los latinos, haciéndose coronar en Nicea por el patriarca (1208)
  • Trebisonda, feudo de los Commeno desde antes incluso del ataque
  • el Épiro, donde se instala Miguel Ángel Ducas
Tanto los Lacascaris como los Ducas aspiraban a a reconquistar el trono imperial para los griegos, aunque Nicea estaba mejor situada geográficamente y contaba con el apoyo de la iglesia Ortodoxa  a través del patriarca de Constantinopla.

En los territorios nicenos, influencia de la aristocracia y tiene la pronoia bajo control, instauran un sistema de defensa; en Épiro se recibieron refugiados que aumentaron la población y crecen los centro urbanos. la aristocratización y transformación de la pronoia en señoríos territoriales fue rápida. se produce también una ruptura de las rutas terrestres tradicionales hacia el puerto de Dirrqium, clave del comercio italiano y las exportaciones quedan reducidas a productos de primera necesidad: sal, trigo, lana.

Pasado el primer impacto de la conquista, y reconocida la presencia estable de los latinos en Constantinopla con el tratado de Ninfeo en 1214, tanto los Láscaris como los Ducas, amparados en su alianza con las grandes familias, se lanzaron a la conquista de los territorios más próximos: los de Nicea contra Trebisonda y los Ducas contra los latinos del reino de Tesalónica, donde Teodoro Ducas se hará proclamar a su vez emperador (1224). Con él, el Épiro se degradaría a la categoría de despotado en su enfrentamiento con Juan Vatatzés. Juan Vatatzés amplió sus posesiones a costa de los epirotas y del debilitamiento búlgaro y turco debido a las invasiones mongolas.    

Para fomentar la independencia económica de Nicea, Vatatzés prohibió la importación de productos de lujo de Oriente e Italia, y fomentó un sistema de granjas que reactivara la agricultura autárquica en sus dominios. El sistema de rutas que cruzaban Asia Menor le permitió exportar sus excedentes a cambio de oro para reforzar la moneda nicena. Se forma una alianza entre Épiro, Venecia, el rey Manfredo de Sicilia y Guillermo de Villehardouin, príncipe de Morea, que fue derrotada en Pelagonia (1259) por el usurpador del trono niceno, Miguel Paleólogo, quien conquistaría definitivamente Constantinopla con la ayuda de los genoveses en 1261. Tras esta guerra, utilizó las ciudades de Morea para avanzar en Grecia


Los Estados Latinos en el Egeo

El Imperio Latino de los Hainaut tuvo que hacer frente a los ataques del zar búlgaro Kaloján, que intentaba ampliar sus fronteras y establecer pactos con los contendientes por el trono bizantino. A la muerte de Enrique I de Hainaut y con el cambio de dinastía a los Courtenay la dominación latina se reducía a la costa, de Constantinopla a las Termópilas, y los venecianos ocupaban las escalas desde los estrechos a Corfú y las demás islas egeas. Génova se alió con los príncipes griegos para conseguir sus fines propios.  

En cambio, el ducado de Atenas, Acaya y Morea se mantuvieron como poderes mixtos gracias a las alianzas matrimoniales entre los Ducas y los Villehardouin. El enfrentamiento entre búlgaros, latinos y griegos había resultado ya desastroso para la población, pero la continuación de la guerra entre el Épico y Nicea (1225-1260) hizo que la despoblación se agudizase. 

La población eslava y valaca emigraron al interior y las costas quedaron despobladas por saqueos de francos y piratería. Además, la aplicación de costumbres feudales sobre la población bizantina precedente, provocó la señorialización del grupo de los notables (arcontes), mientras que el conjunto de la población (koinon) quedaba rebajada a la situación de villanos. Muchas propietarios transformaron sus concesiones en bienes patrimoniales reconocidos por los nuevos señores.  

Los puertos de Modon y Coron se convirtieron en verdaderas colonias venecianas desde donde se realizaban labores de vigilancia e información, además de funcionar como escala de aprovisionamiento para las flotas.  

Imperio latino


Venecia en el contexto del Egeo  

En un primer momento, Venecia era una más de las ciudades italianas que intentaban hacerse hueco en el comercio de los productos de lujo que antes había acaparado el Imperio Bizantino, al conseguir una posición privilegiada en Constantinopla. Los privilegios obtenidos eran susceptibles de cambio por los gobernantes por lo que los venecianos aprovecharon esta situación privilegiada para convertir el Egeo en lo que se ha denominado "un lago veneciano".

Los venecianos han sido presentados a menudo como los principales beneficiados de la partición del imperio, y efectivamente ganaron un monopolio casi exclusivo en Constantinopla y el mar Negro, así como la posesión de puertos y ciudades con salidas al mar como Modon, Crono, Negroponte y sobre todo el dominio de la isla de Creta, que utilizaban como escala de abastecimientos y base de protección de rutas hacia Siria y Egipto: el dogo de Venecia se convirtió en el soberano de la isla, y las donaciones de tierras solo podrían ser sancionadas por él. Las familias griegas de la isla fueron excluidas de toda propiedad y del gobierno local, por lo que hubo varias revueltas de familias aristocráticas locales que terminaron con la concesión de nuevos títulos y tierras para acallar la resistencia: en cuanto a las demás islas del Egeo, sus recursos y población era tan limitada, que nunca hubo enfrentamiento con los griegos y venecianos por ellas. Hacia 1212, seis familias se repartían el archipiélago. Las más cercanas a Asia Menor estuvieron en manos bizantinas hasta el siglo XIV, en que el avance turco llevo a los emperadores bizantinos a buscar protección veneciana en forma de gobernadores.

Cuando Miguel VIII recuperó Constantinopla (1261), con ayuda genovesa, Venecia perdió su estatus privilegiado y se enfrentó con Génova en el Egeo provocando cuatro guerras navales por el control de los puertos del Mar Negro y sus escalas en el Egeo entre durante el periodo entre 1258 y 1381. En los periodos de tregua, las costas se vieron azotadas por el corso financiado por ambas potencias, que era otra forma de apropiación de las riquezas que generaban estos puertos. Se produjo un desplazamiento del comercio hacia productos de primera necesidad a precios competitivos, como, sal, vino o trigo. Durante este tiempo, la administración veneciana en el Egeo siguió funcionando con cargos que respondían directamente al gobierno de la Señoría. 

A principios del siglo XIV, Venecia actuó como protectorado de los poderes cristianos en la zona, situando guarniciones en ciudades que no podían protegerse con facilidad, como Atenas, Argos, Nauplia, Navarino, Monemvasia, Naupaktos y Patras. A la vez que las defendía de posibles ataques turcos, controlaba cualquier amenaza genovesa en su defensa o control, en caso de que fallara el apoyo naval veneciano puntual. A partir de entonces ocupó un lugar de protectorado de los poderes cristianos en la zona con guarniciones en ciudades, que controlan las zonas tanto de turcos como de genoveses. 

Venecia


Esplendor cultural y decadencia política bajo los Paleólogo  
  • La dinastía de los Paleólogo y la restauración política del Imperio Bizantino  
Miguel VIII Paleólogo (1261-1282), usurpador del poder en Nicea con la excusa de la regencia del último Lascaris, se hizo con el Imperio por su acción en dos frentes: por un lado, derrotaba a sus oponentes políticos, y por otro, conquistó Constantinopla con las tropas griegas que, aprovechando la salida de la guarnición veneciana, sorprendieron a su emperador latino, Balduino II, mientras dormía en el palacio de Blanquernas.  Nada más llegar al poder, Miguel intentó dividir a sus enemigos mediante una activa diplomacia. Quiso favorecer a los genoveses en detrimento de los venecianos, dándoles importantes concesiones comerciales, aunque tuvo que devaluar la moneda de oro ( Apoyo económico y necesidad militar (flota) en detrimento de los enemigos de los genoveses (Venecianos) Políticamente se aseguraba el apoyo de Génova ante coaliciones occidentales)

Por otra parte, para evitar una coalición entre el Papado y Carlos de Anjou, hermano de San Luis, tras su victoria sobre los Hohenstaufen (batalla de Benevento, 1266), Miguel promovió de nuevo la unión de las iglesias, formalizada en el Concilio de Lyon de 1274 que provocó un largo cisma. Además, el oro bizantino financió las Vísperas Sicilianas (Palermo, 1282), un movimiento político de Sicilia de fuerte sentimiento antifrancés, en contra de un férreo sistema feudal. 

El sucesor de Miguel VIII fue su hijo Andrónico II (1282-1328). Durante su gobierno se manifestaron los problemas estructurales que el imperio venía padeciendo: la dependencia marítima respecto a los genoveses se hizo casi completa, la fuerza militar estuvo casi exclusivamente en manos de mercenarios extranjeros, además Serbia inicia su expansión. Para hacer frente a la presión de los turcos, Andrónico II llamó a Compañías Catalanas  que habían solucionado previamente la situación en el sur de Italia a favor de la Corona de Aragón. Estas compañías de almogávares, que agrupaban a catalanes, aragoneses y mallorquines, tenían una gran reputación debido a la expansión de la Corona de Aragón. Sin embargo, sus victorias frente a los turcos fueron escasas. Las crónicas catalanas hablan del incumplimiento por parte de los bizantinos de las condiciones pactadas mientras que las bizantinas, critican la ambición y brutalidad de las tropas aragonesas. Finalmente, establecieron un ducado en Atenas que perduró hasta 1388.

En la década de 1320 comienza un periodo de guerras civiles o rebeliones cortesanas causadas por los enfrentamientos por el poder de los grupos aristocráticos. La primera acabó con la deposición de Andrónico II por su nieto, Andrónico III (1328-1341). Durante su gobierno se recuperaron brevemente los despotados de Tesalia y Epiro, que terminaron conquistados por Esteban Dusan de Serbia. Internamente, para hacer frente a la corrupción administrativa, jurídica y fiscal, se fundó el tribunal de las Justicias Universales de los Romanos, compuesto por dos jueces laicos y dos eclesiásticos, para juzgar los frecuentes abusos que se producían. Sin embargo, el tribunal cometió los mismos abusos que en época anterior.

La segunda guerra civil comenzó a la muerte de Andrónico (1341) cuando Juan Cantacuceno (1341-1355) aprovechó para proclamarse emperador frente al hijo menor de edad del emperador, Juan Paleólogo. Inmediatamente se produjo una reacción en contra de Cantacuceno y de su proclamación por aparte de los elementos populares de las ciudades. éste estaba apoyado por Esteban Dusan de Serbia, los turcos y la aristocracia terrateniente le apoyaba mientras tenía en contra a los artesanos y comerciantes (elementos populares) . Se produjo una revuelta en Tesalónica, segunda ciudad del Imperio, donde los rebeldes celotas formaron una especie de comuna. Tesalónica actuó de forma neutral, sólo preocupada por defender su autonomía política, que duraría ocho años. Juan Cantacuceno estaba apoyado por los mayores enemigos del Imperio: Esteban Dusan de Serbia, y los turcos, primero Umur, emir de Esmirna, antiguo amigo de Cantacuceno, y después Orhan quien, en 1346, contrajo matrimonio con la hija de Cantacuceno, Teodora. Al finalizar el conflicto en 1347, Cantacuceno (Juan VI) aceptó a Juan Paleólogo (Juan V, por orden dinástico) como coemperador. 

Dinastía Paleólogo

La querella hesicasta

La tensión entre la población latina y la bizantina hicieron fracasar los intentos de unidad religiosa. Los monjes de Athos se convirtieron a menudo en patriarcas. Su aumento de poder se manifestó en la querella hesicasta, basada en el platonismo. Era una tendencia mística que postulaba una oración en quietud que llevaba al orante a vislumbrar la luz divina, pero sus complicados métodos hicieron que fuera muy criticada por parte de los teólogos bizantinos. Mientras que Juan Cantacuceno era partidario de los hesicastas, Juan V y su partido lo eran de la tendencia contraria y de la unión con Roma, fomentando de esta forma las divisiones que conducirían a la guerra civil. Tres concilios se celebraron sobre esta querella, que finalmente se convirtió en un componente fundamental de la espiritualidad ortodoxa.

La guerra supuso la ruina para muchos bizantinos mientras los turcos, como instrumento del emperador gracias a sus lazos familiares, y Serbia se fortalecieron.  El reino de Serbia fue uno de los principales beneficiarios  territoriales al ocupar toda Macedonia, excepto Tesalónica. En 1346, Esteban Dusan era coronado "emperador de los serbios y de los griegos" en Skopje por su propio patriarca. Cantacuzeno se estableció como primer emperador en Constantinopla (1347-1354), mientras que Juan V se instaló en Tesalónica, reconquistada tras acabar con la revolución celota en 1350, con ayuda turca. En 1354, juan V dirigió un golpe de mano contra Cantacuceno y le depuso sin derramamiento de sangre tras su abdicación.

Tras la expulsión de los turcos de la ciudad de Gallípolis (1366) por Amadeo de Sabaya, primo del emperador, la Iglesia ortodoxa planteaba la celebración de un concilio ecuménico, pero Roma sólo admitía una aceptación de la primacía de la Iglesia romana. Juan V se convirtió a la fe romana a título personal (1369), y aunque se esperaba los griegos también se fueran convirtiendo tras el envío de ayuda occidental a Constantinopla, la unión con Roma nunca se materializó. A la vuelta, el emperador fue retenido en Venecia por impago de deudas. Su segundo hijo, Manuel, consiguió el rescate que le permitió volver a Constantinopla después de dos años ausente.  Poco después estallaba la tercera guerra civil produciéndose la usurpación del poder por Andrónico IV (1376-1379). Los turcos recuperaron Gallípolis. En 1381, Juan V, su hijo Andrónico y su nieto Juan VII alcanzaron un acuerdo, pero ya casi no disponían de territorios salvo Marea y la propia ciudad de Constantinopla, que solamente duraría unos pocos años más.

El hesicasmo (del término hesychia)
es la búsqueda de la paz por medio de la quietud. 
  • Las reformas del estado y la administración
El fraccionamiento de las grandes propiedades y el mantenimiento de los despostados supusieron la reducción de la administración imperial prácticamente a la administración central de Constantinopla: los grandes magnates de Tesalia, Tracia y Macedonia no sólo conseguían la propiedad de la tierra mediante la pronoia, sino que a  ella iban emparejadas las capacidades jurídicas y fiscales y además se transformó en hereditaria, el comercio local también estaba en manos de magnates y la burguesía tenía muy poco poder.

Los emperadores se dirigieron hacia los campesinos así, en tiempos de Andrónico II se creó un impuesto sobre los productos agrarios, que consistía en una parte de la cosecha obtenida de trigo y cebada. Los agricultores eran ya dependientes, y por ello no podían o no querían pagar sus impuestos directamente al Imperio. El segundo problema era que los pagos se comenzaron a hacer en moneda devaluada, lo cual agravó el empobrecimiento.    Andrónico II reformó también la justicia, creando un alto tribunal de apelación con sede en Constantinopla, formado primero por doce jueces; más tarde, Andrónico III instituyó cuatro: dos laicos y dos eclesiásticos. Por debajo de ellos, actuaban los jueces locales de las distintas jurisdicciones. 

Economía y sociedad

El territorio del Imperio se redujo mucho, prácticamente, a un resto de Asia Menor, y a las zonas griegas de Tracia y Macedonia. Como consecuencia, la población disminuyó tremendamente. A esto hay que sumar el impacto de la Peste Negra de 1348, que afectó en primer lugar a esta zona.

La gran propiedad laica y eclesiástica recibida del Estado en virtud de la pronoia predominaba a fines del siglo XIII, estaba dedicada a una agricultura bastante desarrollada de cultivos cerealeros y hortícolas, con grandes ganados, entre ellos los de la familia Cantacuzeno. El campesino era en su mayoría dependiente tanto económica como jurídicamente (pareco), aunque podían conservar en parte la propiedad de sus tierras. Las aldeas respondían ahora de las cargas fiscales a los grandes señores, en vez de al emperador, con un menor poder real.   

La economía artesanal y mercantil sufrió un importante retroceso bajo los Paleólogo, que la pusieron en manos de los inversores italianos. Siguieron exportándose a Europa algunos productos como grano, aceite y esclavos, pero no productos de lujo. Tanto venecianos como genoveses mantuvieron factorías o establecimientos importantes, pero esto empobreció a la población de Constantinopla. La dependencia respecto a Italia se fue acentuando a lo largo del siglo XIV, quedando como monopolio suyo el comercio bizantino a larga distancia, lo que supuso la pérdida de la flota mercantil del imperio.

 En cambio, la redistribución a corta escala de los productos por el Mar Negro y los puertos más próximos del Mediterráneo oriental quedaba en manos de los grandes señores bizantinos.  Esta situación económica se reflejó en la devaluación constante de la moneda desde el reinado de Miguel VIII, a causa de los gastos de la lucha contra Carlos de Anjou. A partir de Andrónico II, la plata se sustituye por cobre. Bajo Juan V la moneda de oro prácticamente había desaparecido, y se cambió el patrón a la plata.

El último esplendor de la vida intelectual y artística bizantina

La toma de Constantinopla en 1204 produjo una fuga de cerebros de la ciudad en dos direcciones: hacia Nicea y hacia el despotado de Épiro, desde donde se difundió el pensamiento bizantino por el Mediterráneo, contribuyendo a la base ideológica de la restauración de los Paleólogo. Con la llegada de Miguel VIII a Constantinopla, los intelectuales de Nicea volvieron a la capital. El amigo personal y primer ministro de Juan Cantacuzeno, Demetrio Cidonio, destacó como conocedor de la lengua y filosofía latinas, y como traductor al griego de Tomás de Aquino. Apoyó la unión de las Iglesias en 1369, en contra de lo sostenido por Cantacuzeno, y su influencia perduró en los siguientes reinados.

La cuestión de los latinos y el rechazo que provocaban en la población bizantina, generó un sentimiento de nacionalismo o patriotismo bizantino en la última época, fuertemente antioccidental. En lo religioso, todos los intentos de unidad de las Iglesias fracasaron estrepitosamente y se combinaron con otros factores políticos para generar disputas internas en el Imperio. Lo más grave pudo ser la aparición de celotas o puros, partidarios de la actitud intransigente de los monjes, que se unieron en las posturas más ortodoxas. Andrónico II quiso paliar esta radicalización sometiendo al monacato a la dependencia directa del patriarcado, que nunca pudo controlarlos eficazmente, llegando incluso a convertirse algunos en patriarcas. Su aumento de poder se manifestó en la querella hesicasta basada en el platonismo y que fue muy criticada por teólogos bizantinos. Cantacuzeno era partidario de los hesicastas, en quienes se apoyaba políticamente, mientras que Juan V y su partido lo eran de la tendencia contraria que busca la unión con Roma, así como tantas divisiones, llega la guerra civil: hasta tres concilios se celebraron sobre esta querella.

A fines del siglo XIV, surgió otro gran centro cultural: la ciudad de Mistra, en el despotado de Morea, a cuya cabeza se encontraba el neoplatónico Gemisto Plethon, gran defensor del helenismo en lo referente a la unión de los griegos clásicos y los bizantinos de su época. Se interesó por el paganismo. 

Rusia y el mundo ortodoxo en los siglos XIII-XIV
  • Los principados rusos, entre la Horda de Oro y Occidente 
Con la descomposición de la Rusia de Kiev en la segunda mitad del siglo XII, ésta quedó dividida en varios principados patrimoniales que intentaban hacerse con la hegemonía a costa de la ciudad. Los más importantes eran Suzdal, Galitzia y, sobre todo, Novgorod. La ciudad mantenía importantes relaciones comerciales con los escandinavos y con la liga hanseática y tenía una población mezclada de eslavos y fineses. El río dividía la ciudad en dos partes: el barrio comercial, donde se encontraba la factoría de la Hansa, y el de Santa Sofía, protegidos por un recinto amurallado y separados por un puente. Más allá de sus cinco provincias dependientes se extendían una serie de territorios colonizados que pagaban impuestos a la ciudad.  

En Novgorod además de numerosas cofradías de artesanos, existía un grupo social de boyardos, poderosos propietarios y comerciantes, con su propia comitiva armada (druzina), y con gran presencia en las asambleas urbanas, incluso en oposición al mismo príncipe. La ciudad fue foco de revueltas y conflictos entre los boyardos y el príncipe, pero también foco artístico importante. Los poderosos comerciantes hanseáticos robaron importancia a los mercaderes autóctonos, que se convirtieron en simples mayoristas locales y recaudadores de los tributos exigidos por los mongoles. 

Los importantes acontecimientos como la cruzada de 1204 y la formación del Imperio Latino; las conquistas mongolas y la formación de la Horda de Oro; y el drang nach Osten germánico, hicieron que los principados rusos se distanciaran del ámbito económico y cultural europeo, salvo Novgorod.

Tras la invasión mongola de Asia Central y el posterior colapso del Imperio Khwarezmian, una fuerza mongol bajo el mando de los generales Jebe y Subutai avanzó hacia Irak-i Ajam. Jebe pidió permiso al emperador mongol, Genghis Khan, para continuar sus conquistas durante unos años antes de regresar al ejército principal a través del Cáucaso. La batalla del río Kalka se libró entre el Imperio mongol, cuyos ejércitos estaban liderados por Jebe y Subutai el Valiente, y una coalición de varios principados rusos , incluidos Kiev y Halych, y los cumanos. Estaban bajo el mando conjunto de Mstislav el Temerario y Mstislav III de Kiev. La batalla se libró el 31 de mayo de 1223 a orillas del río Kalka en la actual Óblast de Donetsk, Ucrania , y terminó con una decisiva victoria mongola.

En 1240 se libró la batalla del Nevá entre la República de Nóvgorod y los ejércitos suecos en el río Nevá, cerca del asentamiento de Ust-Izhora, el 15 de julio de 1240, con la victoria de la República de Nóvgorod.

El propósito de la invasión sueca fue probablemente obtener el control sobre la desembocadura del Nevá y la ciudad de Ládoga y, por tanto, aprovechar la parte más importante de la ruta comercial de los varegos a los griegos, que había estado bajo el control de Nóvgorod durante más de cien años. La batalla fue parte de las guerras sueco-novgorodenses.

La toma de Kiev por Batu (1240), provocó un cambio en la fidelidad de los príncipes, quienes a partir de entonces debieron acudir a Karakorum para ser investidos. Los príncipes eran cada vez más débiles debido a la sucesiva fragmentación teniendo que aliarse con un gran príncipe más poderoso. Solamente Novgorod vio respetada su independencia. La religión ortodoxa mantuvo apenas unidos a los principados eslavos: En 1299, la sede metropolitana de Kiev es trasladada a Vladimir.   

Los príncipes rusos recaudaban impuestos que enviaban a los mongoles. Estos impuestos eran establecidos por los censos realizados por la Horda de Oro (1247, 1257-1259,1275). En los principados, al menos, no se reclutaban soldados para el ejército mongol.

Los germanos se dirigieron contra las ciudades comerciales rusas: los caballeros Portaespadas y los Teutónicos pusieron sitio y ocuparon Pskov (1240), tomando luego el camino de Novgorod. Allí fueron frenados en la batalla del Lago Peipus (1242) por el príncipe Alexander Nevski. Esta victoria se tomó como un triunfo de la ortodoxia contra el catolicismo romano, como una revancha frente a la toma de Constantinopla. El resentimiento contra los germanos católicos se acentuó por la rígida política de los caballeros germánicos. La autoridad religiosa de la Iglesia ortodoxa aumentó así, intentando explicar el desastre de la invasión mongola, y apoyando a los príncipes como soberanos elegidos por Dios.

La posición de Alexander Nevski se fortaleció con sus negociaciones con la Horda de Oro, consiguiendo el control de un gran principado que incluía Kiev, Novgorod, Vladimir y Suzdal. Consiguió concluir con Noruega el primer tratado de paz (1251). Su actuación como intermediario entre sus súbditos y los mongoles le llevaron a ser reconocido como uno de los grandes gobernantes rusos de la historia. Llegó a ser canonizado por la Iglesia ortodoxa. 


  • Gran ducado de Lituania
Durante el siglo XIV, establecido ya como un reino cristiano y “europeo”, el Ducado se expandirá hacia las tierras más al Este, escasamente pobladas y anteriormente parte del Rus de Kiev. Aunando las armas y la diplomacia, Lituania acabará dominando la gran planicie que hoy ocupan Bielorrusia y el norte de Ucrania.

En 1386, el gran duque de Lituania realiza una unión personal con el Reino de Polonia, lo que marcará el futuro de la región en los siglos venideros La Mancomunidad de Polonia-Lituania o República de las Dos Naciones, será durante trescientos años, uno de los más extensos y poblados estados de Europa y el más poderoso de su área.

Gran ducado de Lituania

  • El reino eslavo de Serbia
Los serbios, con el apoyo de Hungría, consiguieron separarse de Bizancio. El hijo de Esteban I Nemanja, Esteban II (1217-1227), consiguió una relativa estabilidad. La decadencia del reino búlgaro y el comienzo de la explotación intensiva de las minas de plata, consiguieron el desarrollo del país y su expansión comercial. Los centros mineros se fusionaron con colonias comerciales, formando auténticas villas. La mayor parte de ellas se situaban en bocamina, en tomo a las montañas que protegían yacimientos de plomo, cobre, hierro y plata.  

 La población era muy variada - sajones, albaneses, venecianos, serbios, valacos, griegos, etc.- y se regía por códigos mineros semejantes a los alemanes. Novo Brdo (Novomonte) fue la localidad más importante durante los siglos XIV y XV. Allí se explotaba plata que contenía pepitas de oro (denominada glama), y se instaló una ceca para la emisión de moneda para el comercio. Otro centro importante, con feria, era Pee, sede también del patriarcado, que sería reconocido por Constantinopla a cambio de una sumisión nominal en 1375.

Los señores serbios, con Esteban Uros II Milutin a la cabeza (1282-1321), se anexionaron Macedonia del norte y sus principales ciudades (Skopje, Belesas, Dibré) a costa de Bizancio. El rey serbio contrajo matrimonio con la hija del emperador Andrónico II, Simonis, de cinco años, que llevó como dote los territorios conquistados. Los nobles serbios, que querían los territorios en cuestión, y el Patriarca de Constantinopla, que consideraba el matrimonio Anticanónico, se opusieron. Andrónico II y Milutin consiguieron mantener la paz durante más de 20 años. Serbia se benefició de la influencia bizantina al adoptar el sistema de la pronoia y adoptando una corte lujosa y culta.   

En 1330 los serbios vencieron a los búlgaros en la batalla de Velbazhd, consolidando su posición en los Balcanes. Esteban Dusan (1331-1355), continuó las conquistas por Macedonia, Albania, el Épiro y Tesalia, aprovechando la segunda guerra civil bizantina, y llegó a plantearse la sustitución del Imperio Bizantino por el serbio. 

El rey promulgó un código legal que regulaba las posesiones territoriales de serbios y griegos, manteniendo los títulos de cada idioma para los terratenientes y poderes locales, pero la mayor parte de las tierras de señores bizantinos acabaron en manos de la nobleza feudal serbia. El sistema jurídico y la administración se inspiraron en los modelos imperiales, atribuyendo sus jerarquías a funcionarios serbios.  

Dusan no tuvo tanto éxito en política exterior, que buscaba una alianza con Venecia, la cual no estaba interesada. Tuvo que entregar Belgrado a Hungría. No tuvo tampoco éxito en sus contactos con el pontificado de Roma. Tras su temprana muerte, su hijo, Esteban Uros (1355-1371) tuvo que luchar contra su tío Simeón, que se autoproclamó en el Épiro y Tesalónica. Varios de los señores serbios se intitularon reyes y reconocieron al emperador bizantino. El imperio se fragmentó y tras la muerte de Esteban Uros, los otomanos triunfaron con la victoria de Bayaceto I.

Reino de Serbia
  • Bulgaria y los bogomiles
Las luchas internas bizantinas auspiciaron también el nacimiento de la nueva Bulgaria, pues el zar Constantino Asen (1257-1277) tomó partido en contra de los Paleólogos, una revolución popular hizo que cediese el trono a un candidato impuesto por Bizancio. hacia fines del siglo XII, Bulgaria estaba divida en varios principados eslavos que fueron asolados por los tártaros.

Teodoro Svetoslav (1300-1322) logró una nueva reunificación del país y amplió sus fronteras por los Balcanes y los puertos del Mar Negro, que volvieron a caer en sus manos, precisamente en el momento en el que el trigo que exportaban era necesario en Constantinopla, a causa de la destrucción de los cultivos de Tracia. Esto volvía a poner a Bulgaria en una posición de poder, que aprovecharon para restablecer las relaciones con las ciudades italianas. 

Miguel Sisman, déspota de la vecina Vidin, fundó una nueva dinastía en 1323, aprovechando la inestabilidad de la zona para participar en la segunda guerra civil bizantina y en los asuntos internos de Serbia. Sisman acordó una alianza con Andrónico III contra Serbia, pero no llegó a llevarse a cabo por su muerte. El nuevo zar Iván Alejandro (1331-1371) concertó el matrimonio con la hermana de Esteban Dusan.

La situación interna de Bulgaria fue empeorando, fraccionándose por los boyardos y por los propios príncipes herederos. Se unieron nuevos burgos construidos en tomo a las fortalezas de los boyardos, algunos burgos mineros situados a lo largo del río Ogosta. El comercio de los minerales de hierro, plata y oro se realizaba in situ. La más beneficiada del fraccionamiento del poder búlgaro fue la Iglesia de Constantinopla. El reino de Vidin se convirtió en provincia húngara, donde los franciscanos llevaron sus misiones. El mayor problema religioso fue el movimiento bogomilita, que se extendió por las ciudades y favoreció la expansión de otras formas de pensamiento muy similar al hesicasmo de Constantinopla.

Los ataques otomanos se sucedieron durante el último tercio del siglo XIV. Tras la batalla de Cirmen (1371), el zar búlgaro se convirtió en su tributario; en 1388, ante la negativa a pagar los tributos, Murad I invadía Bulgaria oriental y la región del Danubio; en 1393, Bayaceto asediaba la capital, Tamovo, y en 1395 el zar fue decapitado desapareciendo la gran Bulgaria deseada por los Sisman.


sábado, 24 de febrero de 2024

LA IGLESIA, ESPIRITUALIDAD Y CULTURA EN OCCIDENTE SIGLOS XIII Y XIV

El papado había alcanzado el cenit de su poder político en Europa bajo Inocencio III. A su muerte en 1216 le siguió un periodo de eclipse y, finalmente, de catástrofe. Los papas siguieron luchando por la supremacía contra los emperadores del «Sacro» Imperio Romano Germánico. Sin embargo, la larga guerra entre el papado y el imperio había mermado el poder de la corte imperial al socavar la unidad nacional de Alemania. La amenaza a la independencia del papado ya no provenía de Alemania, sino de Francia.

Las grandes figuras del papado
El I Concilio Ecuménico de Letrán  (1123) consagró la primacía de roma sobre el resto delas Iglesias nacionales y proclamó la sumisión al papa de toda la cristiandad, sin excepción, en cuestiones de religión y moral, desde el emperador hasta el último de los cristianos. con la proclamación de esta doctrina triunfaba la concepción teocrática de Gregorio VII, reivindicada en su famoso Dictatus Papae (1075) y reafirmada en el II concilio Ecuménico de Letrán (1139), según la cual todo debe estar sujeto al Papa

Ante hecho concretos, el papado tenía que acomodarse a la realidad de cada uno de los diversos reinos que integraban la cristiandad occidental. Así se puso de manifiesto con Enrique II de Inglaterra, el cuál continuó dominando al clero inglés limitando el poder de la iglesia mediante las Constituciones de Clarendon de 1164: otro tanto podemos decir de Federico I que también controló al clero alemán.

Inocencio III (1198-1216) fue quien llevó a la práctica y ejerció la teocracia de un modo más rotundo, alcanzando dicha teoría su cumplimiento más completo. Inocencio III logrará de este modo el apogeo del papado, aunque el siglo XIII, que se inaugura con su pontificado, se cerrará con el de Bonifacio VIII, que representa el fracaso de dicha teoría. El Papa, como vicario de dios en la tierra, posee la autoritas, es decir, la plena soberanía, mientras que el emperador y los reyes poseen la potestas, es decir, el poder político que reciben directamente de Dios. Aunque admite que, en el campo político los reyes pueden predominar sobre el Papa, éste puede intervenir cuando los príncipes pecan gravemente.

El Papa más poderoso de todos, también fue el más joven de todos. Era un noble romano elegido Papa a los 37 años. Las cruzadas habían transformado al Papa en el jefe de todos los caballeros cristianos, obedientes a la Santa Sede, que se acrecentó, desde 1176, cuando los lombardos, aliados del Papa, derrotaron a Federico Barbarroja y se tuvo la impresión que el Papa era superior al emperador. Inocencio III pronunció frases como estas:

El Papa en la tierra ocupa el lugar de Dios, o El Señor no ha dado a San Pedro la Iglesia, sino el mundo para gobernar. El primer objetivo del papa consistió en afirmar su poder en Roma, por lo que destituyó los miembros de Senado, nombrando un único senador y a todos los funcionarios del Campiodoglio, obligando al prefecto de la ciudad a prestarle un juramento de fidelidad.

Inocencio III luchó contra los reyes más poderosos de su tiempo. Excomulgó al Rey de Francia, Felipe Augusto, por repudiar a su esposa, la princesa Ingeburga, de Dinamarca; excomulgó a Juan sin Tierra y en Alemania decidió entre dos príncipes que se disputaban el título de rey. 

En el terreno religioso, tres fueron sus objetivos principales:
  • Acabar con los herejes
  • proclamar una cruzada
  • convocar un concilio
Aún cuando apoyo activamente la lucha contra los musulmanes otorgando el carácter de cruzada a la batalla de Navas de Tolosa (1212) no dudó en atribuir tal carácter a la lucha que se emprendió contra los albigenses (1208) y que fue utilizada hábilmente por el rey de Francia para imponer su dominio en el midi francés y reportó al papado el condado de Aviñón. Predicará además la 4 cruzada y admitirá a los franciscanos en la iglesias.

En el 1215, convocó el Concilio Ecuménico de Letrán, la Asamblea más grande la Edad Media, ya que asistieron 412 obispos, 800 abades o priores de conventos, varios patriarcas y obispos de Oriente. El IV Concilio marcó el cénit de la teocracia de Inocencio III: aprobaron el término de transubstanciación para indicar la transformación sustancial que se producía en la Eucaristía; la confesión y comunión obligatorias al amenos una vez al año; la predicación de una nueva cruzada y, sobre todo, condenó como herética la doctrina de Joaquín de Flore.

Inocencio III

  • Bonifacio VIII
El sucesor de Inocencio III fue Honorio III (1216-1227) que, por primera vez, coronó a un emperador de Oriente, Pedro de Courtenay. A este Papa le sucedió Gregorio IX (1227-1241), cuya personalidad y firmeza lo convirtieron en el enemigo declarado de Federico II. Inocencio IV (1243-1254) depuso al emperador en el I Concilio de Lyon (1245) y obligó a elegir un nuevo rey en Alemania. A esta relación de Papas hay que añadir también a Clemente IV (1265-1268) y a Gregorio X (1271-1276), el cual logró la unión de los cristianos ortodoxos en el II concilio de Lyon (1274). 

El nuevo papa, el cardenal Caetani, que tomó el nombre de Bonifacio VIII (1294-1303) fue elegido en la primera votación. su primer acto fue trasladar la Curia a Roma, y encarcelar al anterior papa Celestino V donde murió un año y medio después y fue canonizado por Clemente V.

Tras la publicación de su famosa bula Clericis laicos (1296), en la que se resumía la doctrina teocrática del pontificado, el papa excomulgó y depuso a los dos cardenales Colonna y arrasó sus fortalezas, por lo que ambos buscaron refugio en la corte francesa, al tiempo que confiscaba sus bienes y los repartía entre los Caetani y los Orsini, sus parientes y partidarios.

En la cima de su poder, el 22 de febrero de 1300, publicó la bula Antiquorum habet fidem  por la que proclamó el primer Año Santo de la Cristiandad, en la que otorgaba la indulgencia plenaria a todos los que aquel años visitaran las basílicas romanas de san pedro y san Pablo y se establecía su convocatoria cada cien años.

Funda la Universidad de Sapienza en Roma, erige catedrales en Orvieto y Perugia; erige estatuas de sí mismo en mármol y bronce en diversas ciudades y Giotto pintará un fresco suyo en san Juan de Letrán.

Su enfrentamiento con el rey francés y su humillación en Anagri marcarían el trágico final de su pontificado.

Bonifacio VIII

La época de las grandes crisis
  • El papado de Aviñón
La elección de Clemente V (1305-1314) marca el inicio del denominado papado de Aviñón o Cautividad de Aviñón, ya que los sietes Papas que allí residieron estuvieron bajo la tutela del rey de Francia, y fueron todos ellos fieles ejecutores de sus deseos.

Bertrand de Got, arzobispo de Burdeos, había acordado con Felipe IV su elección pontificia. Fue coronado en Lyon y trasladó la Curia a Aviñón, convocó un concilio ecuménico en Vienne (1311), donde disolvió la Orden del Temple (1312), con la bula Vox in excelso, acusando a los templarios de cumplir sus obligaciones y caer en la herejía; repartió sus bienes y condenó a sus dirigentes a la hoguera. elevó a la púrpura a 5 sobrinos, a los que puso al frente de obispados, y a familiares laicos les dio cargos en los Estados Pontificios. a fin de evitar el traslado de la Curia a Roma, elevó el número de cardenales afines a él.
  • La política centralizadora del papado de Aviñón
El nuevo papa Juan XXII (1316-1334) prosiguió la política de asentamiento definitivo en Aviñón, a pesar de las primeras voces que se alzaron pidiendo el retorno a Roma; clamando contra el nepotismo descarado y contra sus enfrentamiento personal con el emperador Luis IV de Baviera, en lo político, y con los franciscanos en lo espiritual ya que la rama de franciscana de los Espirituales reivindicaba la pobreza de Cristo. El papa promulgó una bula declarando herética tal doctrina, condenado a la hoguera  los friales. En el campo teológico, Juan XIII defendió que sólo tras el juicio final y la resurrección de los muertos, se alcanzaba la visión beatífica de Dios, doctrina de la que tuvo que retractarse ante los cardenales en su lecho de muerte.

Este Papa fue el gran impulsor de la burocratización que se llevó a acabo durante le periodo aviñonés. creó el Registro de la Cámara Apostólica, como eficaz mecanismo financiero de la Curia, con un minucioso asiento de entradas y salidas a cuyo frente se encontraba el cardenal camerarius. Reorganizó la cancillería y creó el Tribunal de la Sacra Rota. Otros organismos importantes fueron la Limosnería, encargada del reparto de limosnas a los pobres, y la Penitenciaría, encargada de dilucidar todas las apelaciones y dispensas por defecto que llegaban al Papa.

Los gastos fueron creciendo, por lo que hubo que aumentar las tasas sobre los beneficios eclesiásticos. Todo estaba tasado: nombramientos, defunciones, visitas... todo era pco para cubrir los gastos de construcciones, pagos a funcionarios, etc.

Palacio papal de Aviñón

  • El restablecimiento de la autoridad pontificia en Italia. Gil de Albornoz
La ausencia de los Papas en los estados Pontificios hizo que muchas familias señoriales ejercieran su poder sin ninguna limitación actuando como verdaderos señores de sus dominios. Como ejemplo, Cola de Rienzo en 1347 fue coronado con siete coronas que simbolizan los dones del Espíritu Santo, y con un globo de plata, símbolo del poder. Este hecho y otros parecidos alarmaron tanto al Papa Clemente VI como al emperador Carlos IV, que lo apresó y envió a Aviñón. El nuevo papa Inocencio VI (1352-1362) comprendió que, aunque ausente de Italia, debía poner orden en los Estados Pontificios y en Roma.

La presencia en Aviñón del cardenal español Gil de Albornoz, exiliado de Castilla por su enfrentamiento con Pedro I, databa de 1350. Dada su experiencia guerrera, el Papa Inocencio VI lo envió a Italia como su Legado (1353-1357), para poner orden en los Estados Pontificios y hacer volver a la obediencia a las familias rebeldes. En una segunda Legación (1358-1364), Albornoz recuperó Bolonia y puso orden en el Patrimonio de San Pedro, conquistando y construyendo numerosas fortalezas que puso bajo su directo control Gil de Albornoz ha pasado a la historia como el hombre que hizo posible la vuelta delos papas a Roma y como gran legislador.

En un parlamento reunido en Fano (1357), Gil de Albornoz promulgó sus famosas Constitutiones, con objeto de superar el estrecho derecho local y hacer efectiva la territorialización jurídica de dichas leyes.

El primer intento de regreso a Roma lo hizo Urbano V (1362-1370), aunque acabó retornando a Aviñón. La elección del nuevo Papa recayó en Gregorio XI (1370-1378). La inestabilidad que existía en Francia, fruto de la Guerra de los Cien Años, y de los tumultos que empezaban a surgir en los Estados Pontificios, obligó al papa a trasladarse definitivamente a Roma en el años 1376: el Vaticano pasará a ser residencia oficial del Papado.


El cisma de Occidente

El Papa elegido fue el italiano Bartolomé Prignano, arzobispo de Bari, que tomó el nombre de Urbano VI (1378-1389). Dos meses bastaron para que el Papa mostrara su carácter despótico e insolente, que hizo que los seis cardenales franceses y el aragonés, Pedro de Luna, se retiran a Anagni, donde firmaron un documento en el que declaraban la nulidad de la elección papal, debido a las presiones sufridas, deponían al Papa y anunciaban Sede vacante, anunciando una nueva elección diez días después. Ele elegido fue el cardenal Roberto de Ginebra, que tomó el nombre de Clemente VII (1378-1394), que fue reconocido inmediatamente por el resto de cardenales. El nuevo Papa se trasladó a Aviñón, con lo que el cisma estaba consumado.

La cristiandad se dividió. Por el papa romano Inglaterra, Alemania; Polonia, etc. por el de Aviñón, Francia, Castilla, Aragón, etc. El Papa de Roma apoya su prestigio en su ciudad, el de Aviñón en su eficacia administrativa.

El carácter neurótico y prepotente de Urbano VI, hizo que varios de sus cardenales lo abandonaran y se trasladaran a Aviñón. el Papa, sintiéndose inseguro, arrestó a seis cardenales, que murieron asesinados en la cárcel, mientras que a otros cuatro los privó de sus cargos y rentas. a su muerte, los catorce cardenales romanos eligieran a Bonifacio IX (1389-1404), ignorando la presencia del papa francés, por lo que el cisma se confirmó. este Papa practicó el nepotismo de un modo descarado y, ávido de dinero, echó por tierra la obra de albornoz, al reconocer como vicarios pontificios, con derechos hereditario, a los señores que dominaban las principales ciudades de los Estados Pontificios a cambio de un tributo anual. Además convocó dos Años Santos (1390 y 1400) y se dedicó vender indulgencias, gran negocio lucrativo denunciado por sus contemporáneos.

Los intentos de solución fueron:
  • Via Facti: con medidas de fuerza en las que ambos Papas lucharon con sus ejércitos
  • Vía Cessionis: la renuncia de alguna  de ellos, ideada por la Universidad de París en 1394, con la posición de Pedro de luna, que fue elegido Papa como Benedicto XIII (1394-1423).
  • Vía coventionis: diplomática, dio resultados, se buscaba un encuentro entre ambos.

La superación del Cisma: el Concilio de Constanza

Ante la amenaza de retirar su obediencia, que manifestaron varios príncipes y cardenales, el romano Gregorio XII (1406-1459) y el aviñonés Benedicto XIII, aceptaron un encuentro personal, que no llegó a producirse, ya que ambos Pas consideraron que con tal acto estaban reconociendo la legitimidad del contrario.

El monarca francés, Carlos VI, retiró su obediencia a Benedicto XIII y lo asedió en Aviñón, pero el aragonés pudo escapar y se refugió en Perpiñán, al tiempo que proponía celebrar en Pisa un concilio que reuniera cardenales de ambos bandos. El Concilio de Pisa (1409) declaró depuestos y cismáticos a ambos Papas y se eligió por unanimidad al arzobispo de Milán que tomó el nombre de Alejando V (1409-1410). La súbita muerte de este Papa, al parece envenenado, hizo que fuera elegido Juan XXII (1410-1415), que se instaló en el Vaticano.

El emperador Segismundo tomó la iniciativa de convocar un Concilio en Constanza, al que Juan XXII se adhirió con su propias convocatoria, lo que lo convirtió en Ecuménico. El Concilio fue inaugurado el 5 de noviembre de 1414 bajo la presidencia de Juan XXII.  Se acordó que las votaciones fueran por naciones y se solicitó la dimisión voluntaria de los tres Papas, y así lo hicieron Juan XXII y Gregorio XII. Benedicto XIII no abdicó y murió en 1423.

El 11 de noviembre de 1417 eligieron a Odón Colonna, que se intituló Martín V (1417-1431), dándose por concluido el cisma.

Concilio de Constanza (1414-1418)

Las Órdenes Mendicantes

Hasta el siglo XII la vida de los monasterios había sido rural y alejado de las ciudades. A partir del desarrollo de las ciudades surge un estilo de vida monástico pero dentro de las ciudades. Aparecen las órdenes mendicantes que establecen conventos dentro de las ciudades y se dedican muchas veces a la enseñanza en las universidades. A diferencia de las órdenes monásticas tradicionales, vivían de la caridad, no admitiendo ningún tipo de propiedad, a excepción de su propio convento, de sus ropas t de los libros para el estudio, llevando así una pobreza casi radical. Vivían en ciudades y ejercen la predicación, además tenían buena formación intelectual, por lo que tanto dominicos como franciscano ejercerán un importante papel en los nuevos centros de enseñanza que van surgiendo por toda Europa: las Universidades.

Las órdenes mendicantes más famosas son los Dominicos y los Franciscanos. Los miembros de estas órdenes no se llaman monjes sino frailes (que viene de la palabra latina frater que significa hermano). Los Dominicos siguen la regla de San Agustín y los Franciscanos la regla de San Francisco.
  • Los dominicos
Esta orden mendicante fue fundada por santo Domingo de Guzmán, natural de Burgos. En 1203 acompañó a su obispo por el sur de Francia, y ala vista de los estragos que estaba causando la herejía albigense, decidió combatirla, mediante la predicación, fundado en Toulose (1215) la Orden de los Predicadores. Pronto fundó una casa en París y otra en Bolonia, sede de las dos principales universidades de la época. Es un nombre muy apropiado, por cuanto Domingo viene del Latín Dominicus, que significa "del Señor". De Dominicus (Domingo) viene Dominicanus (Dominico, que es el nombre de la Orden de Santo Domingo). No obstante, utilizando un juego de palabras, se dice que Dominicanus es un compuesto de Dominus (Señor) y canis (perro), significando "el perro del Señor" o el vigilante de la viña del Señor).

Los frailes dominicos vivían en conventos regidos por un prior, repartidos en provincias, al frente de las cuales había un capítulo provincial. al frente de la Orden había un maestro General, al que aconsejaba el capítulo General, que se reunía todos los años.

Para ellos era importante la pobreza y la formación intelectual. Cada convento tenía un centro de estudio, con su biblioteca. en cada provincia había un centro de estudios teológicos y bíblicos par formar predicadores.

Dada la preparación intelectual de los dominicos, los Pas les encargaron la predicación contra la herejía, pasando a identificarse dominico con inquisidor, ya que a esta orden pertenecieron los inquisidores medievales.



  • Los franciscanos
San Francisco de Asís, de familia acomodada de comerciantes, a los veinte años rompió sus lazos familiares y, junto a un grupo de amigos, emprendió una vida de penitencia, oración y mendicidad, aspirando a los ideales de la pobreza evangélica, pasando a denominarse viri poenitentiales (hombre de penitencia). Pronto adquirieron fama y el Papa Inocencio III aprobó la Fraternidad de la penitencia (1210). dada su escasa preparación intelectual, sólo se les permitió predicar sobre temas de moral.

Francisco redactó una Regla, aprobada por Honorio III en 1223, para su orden de frailes Menores, nombre que adoptaron los franciscanos como signo de humildad. Francisco murió en 1226, reivindicando en su testamento la pobreza, el amor mutuo y la humildad. La Orden tuvo un gran expansión.

La Orden Franciscana nació, desde un principio, con claras señales de división , entre los partidarios de una pobreza extrema, los espirituales (que rechazan la construcción de conventos e iglesias, la posesión de libros y simpatizan con las ideas de Joaquín de Fiore, condenadas en el IV Concilio de Letrán de 1215) y los conventuales, que aceptaban la interpretación que el general de la Orden, Elías de Cortona, daba al testamento de San Francisco sobre la pobreza. A fin de aplacar el disenso, san Buenaventura, ministro general de la Orden, promulgó unas Constituciones (1274, peor el conflicto continuó hasta el siglo XIV, en la que son condenado los más recalcitrantes por Juan XXII en 1317. en 14134, Eugenio IV la dividió en dos ramas, sometidas a un único general, la de los Conventuales y la de los Observantes.
Francisco de Asís

Otras órdenes mendicantes son: 
  • Carmelitas 1209
  • Mercedarios 1218, dedicado al recate de cautivos cristianos en manos de musulmanes
  • Agustinos, 1256, dedicados a la enseñanza y predicación
La vida intelectual y artística
  • Las universidades
El descubrimiento de Aristóteles encauzó el pensamiento filosófico y teológico por unos derroteros diversos a los que, hasta el momentos, le conducía el platonismo y el agustinismo.

La gran obra de San Alberto magno y de Santo Tomás de Aquino, fue la de compatibilizar el pasamientos cristiano con la nueva filosofía recién descubierta, haciendo que la Escolástica y sus métodos triunfasen plenamente.
  1. En el siglo X, la escuela de Reims con Gelberto Aurillac, que cultivó la retórica, lógica, aritmética y astronomía
  2. en el siglo XI, san Anselmo, con lógica y dialéctica pone las bases de la Filosofía
  3. en el siglo XII, se acude a poetas latinos que enseñan gramática, retórica y dialéctica.
Son los denominados Estudios Generales.
Hasta bien entrado el siglo XIII no empezó a generalizarse el término Universitas para designar el lugar donde se impartían estudios superiores o par definir la asociación de profesores y estudiantes.

Dos fueron las principales Universidades durante el siglo XIII: Bolonia y París. La universidad de Bolonia fue la más antigua. se especializó en el estudio del Derecho, tanto civil como canónico: los estudios de Derecho civil comenzaron cuando Irnerio (1088) fundó una escuela par la enseñanza del redescubierto Derecho romano, a través del Corpus Iuris Civilis de Justiniano y fundó la llamada Escuela de los Glosadores para aclarar el significado de algunos conceptos. también brilló la universidad de Bolonia en el campo del derecho canónico, con la figura excepcional de Graciano, siglo XII, que lo sistematizó y fue su primer maestro.

La universidad de París se especializó en la enseñanza de teología: tenía cuatro facultades (Artes, Teología; Medicina y Derecho) al frente de los cuales había un decano. Al ser la más numerosa la de Artes, su decano actuaba como rector.

Los que inician los estudios en la Facultad de Artes, superado el Trivium y el Quadrivium, obtiene el título de Bachiller o Licenciado en artes; el resto de facultades dan el título de Doctor: las órdenes Religiosas tenían sus propios colegios.

Papas, emperadores y reyes comprendieron inmediatamente la utilidad que podían prestarles los Estudios generales que, desde mediados del siglo XIII, empezaron a llamarse Universidades y se aprestaron a crearlos y controlarlos, de tal manera que a finales de la Edad Media, se habían fundado más de setenta.

En España destacan Palencia (1208), Salamanca (1218), Lérida (1297) y Huesca (1354): Bolonia será el origen de la Escuela Municipal y París de la Escuela-Catedral. ambas tenían casas para estudiantes que estaban agrupadas en "nationes".


La difusión del aristotelismo. los grandes intelectuales

La Escuela de Traductores de Toledo y la Escuela de traductores de Palermo eran las dos vías de acceso de Occidente al conocimiento de los autores griegos: la filosofía imperante hasta entonces había basado sus fundamentos en el pensamiento platónico y agustiniano, por lo que, en un primer momento, las nuevas obras de Aristóteles, aunque acogidas con admiración, no dejaron de causar cierto temor, ya que podían entrar en contradicción con la fe cristiana. cuando, tras la labor de Santo Tomás de Aquino y de San Alberto Magno, Aristóteles haya sido incorporado al sistema ideológico imperante, será obligatoria su lectura para todos los estudiantes de la Facultad de Artes.

Dos actitudes se plantearon a los intelectuales del siglo XIII, todos ellos eclesiástico: proseguir con la tradición místico-especulativa, al que se adscribía San Buenaventura, o hacer compatible la filosofía aristotélica con las verdades reveladas, como san Alberto Magno y su discípulo santo Tomás de Aquino.

Para San buenaventura, la filiación platónica-agustiniana, el objeto de conocimiento es dios y a ël accedemos por tres caminos:
  • a través de la naturaleza
  • de nuestra propia alma
  • a través del Misterio de la Trinidad
Fue continuado por el franciscano inglés Roger Bacon, que inicia la Escuela Científica Inglesa.

La filosofía aristotélica se presentaba a los ojos de los estudios como una construcción perfecta y aportaba una serie de conceptos que podían ser útiles para explicar racionalmente al cristianismo y el conocimientos del dios cristiano, ya que tanto el mundo como el dios aristotélico eran de naturaleza y origen distintos.

La labor de adaptación fue iniciada por el dominico San Alberto de Colonia o Magno (1193-1280) que preparó los materiales para la construcción del edificio intelectual , que llevará a cabo su discípulo Santo Tomás de Aquino (1225-1274). Santo Tomás parte de un supuesto para él fundamental, y es que la verdad es una y, por consiguiente, no puede haber contradicción entre la verdad revelada y la racional, entre la fe y la razón, entre lo que nos dice la Filosofía y nos enseña la Teología: sus obras más importantes son Summa Filosófica y Summa Teológica, que representan el apogeo del pensamiento occidental del siglo XIII.
Tomás de Aquino

La crisis del pensamiento medieval y el fin de la escolástica

En el campo del pensamiento filosófico-teológico, durante el siglo XIII, París y Oxford fueron los dos grandes centros del saber y en ambas universidades se asentaron las bases de los defensores y críticos del pensamiento arisotélico-tomista.

Las primeras críticas a las Summa de Santo Tomás vinieron de sus rivales tradicionales, los franciscanos, que tuvieron en Oxfors su mejor medio de difusión. Su primer representante fue Robert Bacon, que fue el iniciador de la escuela científica inglesa, y sus obras se apoyan, para el conocimiento de dios, en la experiencia física y en la intuición, que nos proporciona la mística, siguiendo la concepción platónica-agustiniana sobre el tema.

Para el franciscano Juan Duns Scoto (1266-1308) la filosofía tiene su propia entidad y su propio objeto, que es todo lo que la razón puede alcanzar, mientras que la teología debe limitarse únicamente al estudio de las verdades reveladas, sin implicar para nada a la razón. por lo tanto, no tiene que haber una única verdad, como decía Averroes, la verdad puede ser múltiple. Mantiene el principio de san Agustín de la superioridad de la voluntad divina sobre el entendimiento. la esencia de la voluntad es hacer o no hacer, obrar de modo diverso. Los Tomistas decían que le mundo que vemos era el único posible creado por Dios, pero Duns Scoto sostenía que gracias a la libertad de Dios, podría haber existido un mundo contrario al que hizo Él.

Para Guillermo de Ockham, muerto en 1349, dios es Omnipotente y su proceder nos e halla sujeto a ningún tipo de trabas. Fue el inventor del principio de economía del razonamiento (navaja de Ockham). las doctrinas de Ockham y el Averroismo abren la vía moderna del pensamiento que desembocará en los estudios de Física, Matemáticas y Lógica.

El siglo XIV, siglo de grandes crisis, conducirá, en el plano intelectual, a la decadencia de una escolástica que no tiene más que ofrecer, aparte de las discusiones formales entre las distintas escuelas y ajeno a las nuevas cuestiones, que interesan al hombre que surge con el renacimiento y que se plasmarán en el humanismo.

Scotto y Guillermo de Ockham


El arte gótico

Si los cluniacenses habían sido los grandes difusores del románico por Europa, ahora serán los monjes cistercienses quienes divulguen por doquier la simplicidad del gótico, que tuvo en sus monasterios sus mejore ejemplos arquitectónicos y en el abad Súger de Saint Denis, uno de sus principales impulsores.

En poco tiempo se construyeron en Europa las nuevas catedrales, más espaciosas, más altas y más luminosas que sus predecesoras románicas; donde no abunda la piedra ya que el ladrillo la sustituye con éxito, erigiéndose importantes edificios destinados a pervivir durante muchos siglos.

La escultura fue una magnífico complemento de las fachadas góticas, dando lugar a los grandiosos pórticos: la verticalidad y la altura serán otra característica de las catedrales.

La escultura y la pintura se vieron influidas por el espíritu franciscano, que predicaba la bondad y el acercamiento de Dios a sus criaturas, por lo que se abandona el hieratismo, típico del románico, por las maneras más suaves del Salvador, que bendice y no juzga, y sobre todo, por la aparición de la Virgen, incluso en las grandes fachadas, ocupando la figura central de las mismas.

También destacó la muisca con su Ars Nova, que busca la sonoridad de la composición musical mediante la viveza del ritmo y la armonía, dando lugar a bellas melodías. La formas musicales de la época son el rondó, la balada, el virelay el motete y el madrigal.