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miércoles, 28 de junio de 2023

LA RABIA

Púdrete en odio y rabia
siente cómo la rabia se apodera de tu ser
cómo el dolor golpea tu pecho y corroe tu hígado
como la bilis sube por el esófago y amarga tu boca

siente cómo crece la ira, eterna savia
que alimenta tu conciencia de clase para no desfallecer
ante la injusticia y los abusos al proletariado
de la patronal y de los gobernantes, aquellos que nos explotan

nota el dolor en tu pecho que te ahoga 
cuando la represión nos golpea por las calles
al reclamar Pan Trabajo y Libertad
recuerda cual es tú lugar en la barricada

grita bien alto, siente la rabia desbocada, ideóloga
y motor de la la lucha de clases, no te calles
sigue gritando y enarbolando la roja bandera de la fraternidad
unido a tus hermanos, compañeros y camaradas

domingo, 18 de junio de 2023

LLANTO MUDO POR ESPAÑA

La mañana despuntaba fría
monotonía de nubes cubrían las calles y el sol
gritos de mercado y niños en las avenidas
corriendo y jugando

Todo eran grandes voces, sal de mercaderías,
aglomeraciones de gente en derredor
buscando ofertas y comidas
mientras el mundo seguía caminando 

y entonces los cielos se oscurecieron
y las nubes taparon el sol
y una mañana todo estaba ardiendo
las hogueras salían de la tierra

devorando seres, pólvora y fuego aparecieron
y sembraron la tierra de muerte, llanto y horror
fuego y muerte desde el cielo lloviendo
bendecidos con la cruz y la esvástica, aliados en su guerra

la sangre corría en ríos que regaban los cuerpos muertos
Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver la obra de aquellos traidores
venid a ver la obra del fascismo en España

almas deambulan por los páramos desiertos,
antes llenos de vida, de pueblos, ciudades y valles
convertidos en polvo y ceniza, testigos de los horrores
de la poda de la muerte y su guadaña

No te mueras suplicaron al hombre
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos, gritando su nombre
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
con un ruego común: "¡Quédate hermano! ¡No es tiempo para despedidas!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

todos los hombres de la tierra le rodearon y abrazaron
el cadáver triste, emocionado incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre y echóse a andar hacia el horizonte
huyendo de la guerra y de la vida, caminando hacía la luz y la libertad

mientras seguía lloviendo la muerte desde el cielo, abandonaron
las tierras donde la sangre corría libremente
regando las piedras, mezclándose con el barro, extraño simbionte
que recuerda lo acontecido, buscando una tierra de paz

jueves, 15 de junio de 2023

LEGISLADORES Y TIRANOS

LA LEGISLACIÓN ESCRITA Y LOS PRIMEROS LEGISLADORES 

En el Arcaísmo Pleno (750-550 BC), se produce la transformación de la Polis y la Stasis,  calmada solo en parte por la colonización. Una de las principales exigencias de las clases  inferiores era que hubiese unas leyes escritas para toda la ciudad que las protegiesen de la  arbitrariedad de los Aristoi. Estos impartían justicia por encargo divino (Diké), aunque en  teoría debían hacerlo con rectas sentencias (Themistés) y basándose en las costumbres  (Nomoi). Durante los siglos VII-VI BC, la propia nobleza eligió a algunos de sus miembros que  gozaban de gran prestigio por su conocimiento y moralidad, para que ejerciesen el cargo de  legisladores durante un período de tiempo (5-10 años) y sin poder transmitirlo por herencia. 

Su papel no era fácil: debían hacer concesiones que neutralizasen las luchas de las clases  inferiores y al mismo tiempo no cuestionasen el poder de la aristocracia. Los legisladores  fueron llamados indistintamente Thesmóthetes y Nomóthetes, puesto que en su labor  legislativa se basaban en las sentencias y las costumbres. Por su papel como conciliadores  entre estamentos sociales, fueron también llamados Aysimnetes (‘árbitros’) y Dialectos (‘mediadores’). 

Las primeras leyes (primera mitad del siglo VII BC) constituyen la primera documentación  oficial dirigida a los ciudadanos en general que demuestra que en este momento ya existe  una población que utilizaba una lengua y un alfabeto comúnmente establecidos. Los primeros  legisladores surgieron en las Apoikías de la Magna Grecia, quizás por el menor peso de la  tradición y la afluencia masiva de gente que aconsejaba reglamentar las relaciones sociales. 

Conocemos a los primeros legisladores por las referencias que a ellos hicieron los autores posteriores, especialmente Aristóteles (siglo IV BC), aunque el único de ellos del que existen  datos fehacientes es Solón de Atenas (principios del siglo VI BC). En cualquier caso, varias  inscripciones de la época (como la Inscripción de Espensicio en Creta) y otras posteriores que  reproducen copias de las arcaicas, son prueba fehaciente de la labor legislativa llevada a cabo  durante los siglos VII-VI BC. 

De estas primeras leyes escritas griegas, cabe destacar el nuevo concepto de Derecho político  (que tiende a igualar a todos los ciudadanos en derechos y deberes) y el notable avance en el  Derecho penal (evitándose las venganzas familiares y estableciéndose distintas penas en  función de las circunstancias del caso y la condición de la víctima). También se reguló la  intervención del Estado en ciertos aspectos de la vida privada (como el matrimonio, la  herencia y las relaciones paternofiliales) y apareció una legislación laboral que fijó los salarios  y deudas en el trabajo público y privado. El objetivo teórico de todo el Derecho era la Eunomía (buen gobierno y orden), que se contrapone a la Disonomía (mal gobierno y desorden). 

La aristocracia fue aceptando en diversas etapas un proceso de igualación jurídico-política en  que cedió gran parte de sus privilegios institucionales en beneficio de cada vez más clases de  ciudadanos, consiguiendo a cambio la participación de estos en la defensa militar de la Polis y el mantenimiento del orden social. No obstante, no debemos olvidar que la incorporación  de cada vez más clases de ciudadanos a la vida política siempre tuvo su límite en los esclavos, las mujeres y los extranjeros.

 Además, la igualación jurídico-política no implica necesariamente (y de hecho no lo hizo) una igualación económico-social, de manera que las  tensiones sociales persistieron y de ahí que poco después surgiese la institución de la Tiranía. 

LA TIRANÍA ARCAICA GRIEGA
 
Al igual que ocurre con los legisladores, los tiranos fueron característicos de la Grecia arcaica, desde mediados del siglo VII a.C. Aparecieron cuando los conflictos sociales eran graves dentro de la polis (stasis) y generalmente cuando no se podían solucionar por medio de mediadores (legisladores).

Los griegos llamaron tiranía al poder absoluto ejercido en la polis por un individuo que había llegado al poder por la fuerza y que gobernaba al margen de la constitución. Los tiranos, aunque normalmente eran aristócratas, defendían al pueblo llano frente a los abusos de la nobleza. El carácter peyorativo que ya en la Antigüedad acabó teniendo este tipo de gobierno se debe, sobre todo, a la oposición que generaba entre los aristócratas. 

LA FIGURA DEL TIRANO: CAUSAS 

Las reformas introducidas por los legisladores en muchas Poleis en la primera mitad del siglo VII AC, aún representando un gran avance en la democratización de la vida ciudadana y  habiendo evitado en muchos casos derramamientos de sangre, no llegaron a solucionar los problemas y los conflictos sociales continuaron. Para poner fin a este desequilibrio social,  surgió el fenómeno de la Tiranía: la toma y el mantenimiento del poder de manera ilegal por  un solo individuo, normalmente ayudado por un ejército personal y apoyado por el pueblo. 

Durante el período 650-550 BC, la Tiranía fue la forma de gobierno más extendida en todo el mundo griego (aunque Esparta no llegó a experimentarla). 

El tirano es un personaje surgido de la aristocracia, pero hostil a la misma, que se apodera del  poder y lo mantiene por la fuerza. Por ello, aparece casi siempre como un usurpador frente  al tradicional régimen oligárquico. Según Mossé, es un demagogo que se atribuye la defensa  y el liderazgo del pueblo contra la opresión del orden social establecido, pero sin proponer ningún otro como alternativa.
 
Existen distintos modos de ascenso para el tirano. En algunas ocasiones, se trata de un jefe  militar que, apoyándose en sus éxitos militares y su propio ejército de Hoplitas, ocupa el  poder (Fidón de Argos). En otras, el líder militar logra su objetivo con la ayuda de facciones  extranjeras (Pisistrato de Atenas). Finalmente, el tirano puede ser un magistrado que  transforma el poder adquirido legalmente en una Tiranía (Trasíbulo de Mileto). 

La Tiranía era concebida como un régimen de transición y, por lo tanto, limitado en el tiempo.  Aunque trataron de hacerse hereditarias, normalmente no duraron más de una o dos  generaciones. Una vez que desaparecían los conflictos sociales y que las subalternas se daban  por satisfechas con lo conseguido, el propio pueblo se rebelaba contra la acumulación del  poder en manos de una sola persona. Solo en Occidente, la Tiranía subsistió hasta la Época  Clásica, debido a las peculiares condiciones motivadas por la amenaza de Cartago. Según el  sistema de Aristóteles, la evolución normal de las formas de gobierno de la Polis era la de  Monarquía-Aristocracia-Tiranía-Democracia. 


LA POLÍTICA DEL TIRANO 

El tirano mantenía las instituciones establecidas, pero colocando en ellas a quienes fueran  leales a su persona, de modo que Consejo y Asamblea ratificaban su política. Sin llegar a  plantearse tampoco un cambio radical en las estructuras sociales y económicas, llevaba a  cabo acciones demagógicas encaminadas a obtener el apoyo del pueblo (por ejemplo, la  confiscación de tierras nobiliarias para repartir entre los pobres). 

Su política se basaba en cuatro pilares: 
  • Política económica 
Los tiranos realizaban una política económica que trataba de favorecer a los campesinos, los comerciantes y los jornaleros. A los campesinos les distribuían las tierras confiscadas a la nobleza terrateniente, mientras que los comerciantes se beneficiaron del nuevo impulso dado al comercio y los jornaleros de las numerosas y magníficas obras públicas que se realizaron en este periodo. Al mismo tiempo, los tiranos adoptaron una serie de medidas para evitar un enriquecimiento excesivo de los campesinos y comerciantes. 
  • Política religiosa
La religión jugaba un papel decisivo en la propaganda política del tirano. Construyeron multitud de edificios y monumentos religiosos, fomentaron los cultos y las fiestas religiosas y poblaron con sus ofrendas los principales santuarios panhelénicos (Olimpia y Delfos). Se preocuparon especialmente por tener el apoyo del Oráculo de Delfos, que les proporcionaba una legitimidad religiosa. 
  • Política cultural 
También la cultura jugaba un papel propagandístico. Aunque fuese de forma interesada, la Tiranía fue una gran impulsora de la cultura de su tiempo. Los tiranos atrajeron a su corte a arquitectos, escultores y poetas que divulgaron la gloria de sus protectores. 
  • Política exterior 
Los tiranos practicaron entre sí una hábil diplomacia que les ayudó a mantenerse en el poder y a mejorar sus relaciones comerciales. Eran en general poco belicosos, pues eran conscientes del descontento popular que podía causar la guerra y de los gastos que producía. 
Las reformas llevadas a cabo por los tiranos fueron cruciales para superar la Stasis. Sin embargo, “será necesario un acontecimiento como las Guerras Médicas para que las Poleis griegas se liberen de sus estructuras arcaicas” (Mossé). 

Historia 

Si nos situamos en Grecia, en la época de las narraciones de Homero, es decir, en los tiempos más antiguos de sus pueblos, debemos saber que éstos vivían en ciudades independientes, que eran gobernados por un rey al que llamaban basileus, y al que sus súbditos consideraban representantes de los dioses, aunque no ejercían un poder absoluto, como ocurría en Egipto o Asiria; los basileus debían actuar de acuerdo con los príncipes y siempre basados en las costumbres del país. 

 
Pero, con el paso de los años, los reyes desaparecieron y el poder fue tomado por los cabezas de las familias nobles, y el nuevo estilo de gobierno se llamó régimen aristocrático, significando que era "el gobierno de los mejores". 

Esto duró hasta el siglo VII a.C. y, sobre todo, en las ciudades más ricas aparecieron nuevos jefes de un estilo hasta entonces desconocido: gobernaban como dueños absolutos, sin consultar a nadie y pasando sobre las costumbres, atacando a los nobles a los que hacían matar o deportar, y formaban grupos guerreros que ellos pagaban para la seguridad de sus personas, soldados que solo a ellos obedecían. Se hacían llamar tiranos, nuevo y extraño título que, tal vez, provenía de Asia. 

Hubo famosos tiranos como Fidón de Argos, una de las primeras ciudades del Peleponeso; Fidón se decía descendiente de los heráclitas, fue el más violento de los tiranos griegos, que obligó a todos los pueblos vecinos a hacerse aliados de Argos. La historia cuenta que arreglé el sistema de pesas y medidas, adoptando el aplicado por años en Babilonia, cuyas medidas de longitud eran el codo y el pie; la unidad de peso era el talento, que se dividía en 60 minas, la mina, a su vez, equivalía a 100 dracmas y el dracma en seis óbolos. Pero, a Fidón se le reconoce el mérito de haber sido el primero en adoptar en uso de la moneda de plata en Grecia, y esto porque en tiempos de Homero los griegos no conocían en uso de las monedas y el valor de las cosas se calculaban en cabezas de ganado, y el pago se hacía en un cierto número de bueyes; más tarde, se utilizó el oro y la plata, y los cálculos representaban talentos, minas y dracmas, pero pesando lingotes. 

Los asiáticos imaginaron hacer lingotes pequeños, en forma de pastillas, imprimiendo en ellas un sello. En la isla Egina, que pertenecía a Argos, es decir, a Fidón, existió la primera fábrica de monedas, donde se acuñaban monedas de plata que pesaban un poco más de 13 gramos.

Otro tirano, que ejerció el poder durante treinta años, fue Cipselos, que gobernó Corinto, una de las más importantes ciudades de Grecia, durante treinta años, y a quien le sucedió otro tirano - según algunos, hábil y honrado gobernante - y, según otros, como un tirano cruel y avariento, que hizo matar a los nobles de Corinto. 

Entre Solón y Clístenes se desarrolló la tiranía de Pisístrato y de sus hijos. En el año 561 a.C. Pisístrato dio un golpe militar y confiscó tierras de los nobles para repartirlas entre los campesinos pobres. Privilegiaba así a los diacríos frente a los paralios y los pedieos. 

Licurgo y Megacles lograron expulsarlo, pero finalmente el segundo lo llamó para que volviera (559 a.C.), rompiendo su acuerdo con Licurgo. La razón de este apoyo de Megacles a Pisístrato estribaba en que, en definitiva, los enemigos tanto de los diacríos (representados por Pisístrato) como de los paralios (representados por Megacles) eran los nobles, cuyos intereses defendía Licurgo. 

Más tarde, Pisístrato fue de nuevo expulsado de Atenas, hasta que regresó definitivamente en el año 547 a.C. como tirano. De su experiencia anterior aprendió a evitar el enfrentamiento directo con los nobles terratenientes y a buscar soluciones tanto para los diacríos como para los comerciantes y artesanos, intentando eliminar el problema del desempleo. Su política conciliadora tuvo éxito.

Respetó la constitución y leyes de Solón, pero acaparó poderes en su persona. Su obra política se basó en las siguientes medidas:
  • Intensificó la actividad edilicia en la ciudad de Atenas, con objeto de crear riqueza y puestos de trabajo: ordenó la construcción de templos, canales y caminos. 
  • Atenas se convirtió en un centro cultural y artístico.
  • Aumentó la explotación de las minas del monte Pangeo y del Laurión.
  • Incentivó la expansión marítima de Atenas: la ciudad dejó de ser un centro agrícola para convertirse en un centro comercial.
  • Creó 48 naucrarías, reuniones de propietarios que sostenían una unidad naval.
  • Fomentó la suplantación de los cultos locales por otros nacionales: Panateneas y Dionisiacas.
En el año 527 a.C. Pisístrato murió transmitiendo el poder a sus hijos Hipías e Hiparco. Éstos protagonizaron gobiernos personalistas y radicalizados. Representan a la segunda generación de tiranos griegos que se mantuvieron en el poder olvidando el proyecto revolucionario de sus antecesores.

Tras la muerte de Hiparco (514 a.C.), Esparta intervino en Atenas: el rey Cleomenes tomó la Acrópolis, en su intento de forzar la inclusión de los atenienses en la Liga del Peloponeso. Esta actuación significó para Atenas el final de la tiranía: Hipías fue derrocado y tuvo que refugiarse en Persia (510 a.C.); en su lugar Esparta situó a Iságoras, que contaba con el apoyo de la oligarquía ateniense. Finalmente, Cleomenes no logró la alianza con los atenienses. Y en este clima político de inestabilidad surgió Clístenes en defensa del demos.

 LA SOCIEDAD ARISTOCRÁTICA DE ATENAS 

Atenas se encuentra en el Ática, región centro-oriental de Grecia continental que constituye  una pequeña península con forma de triángulo invertido, separada de Beocia al Norte por el  monte Citerón. El Ática se dividía en 3 zonas: Pedión (la llanura central), Paralía (la costa) y  Diacría (la montaña). Es una región de dialecto y cultura jonias, que mantuvo un régimen  monárquico desde su fundación como Estado unificado en época micénica (siglos XIV-XIII BC). 

La leyenda atribuye dicha fundación al héroe Teseo, quien venció al Minotauro, lo que  significó la liberación del Ática del dominio de la Creta minoica. El paso al régimen  aristocrático se sitúa hacia el siglo XI BC, coincidiendo con la llegada de los jonios. 

En la Administración central, encontramos las siguientes instrucciones: 
  •  Arcontado (Magistrados). Existen tres magistrados principales: 
  • o Arconte Epónimo: magistrado que daba nombre al año, con poder ejecutivo. 
  • o Arconte Basileus: rey, que acabará relegado a sus funciones religiosas. 
  • o Arconte Polemarco: jefe supremo del ejército. 
Con Solón (principios del siglo VI BC), se añaden 6 magistrados más, que son los Arcontes Thesmóthetes (administradores de justicia), y el mandato pasa de vitalicio a decenal. Con Clístenes (finales del siglo VI BC), serán 10 Arcontes y con mandato anual. 

Areópago (Consejo)

 Los Arcontes que cesaban en el cargo pasaban a formar parte del Consejo del Areópago, cuyo objetivo es asegurar el mantenimiento del régimen aristocrático. Para ello se le asignaron las siguientes funciones: examinar a los Arcontes antes y después de ocupar su cargo, velar por el cumplimiento de las leyes, administrar los asuntos más importantes de la ciudad y ejercer el poder judicial. 

Eklesía (Asamblea)

Se desconocen sus funciones y su composición originarias, aunque tal vez podrían elegir a los Arcontes. 

La Administración territorial se dividía en 12 Tribus y 48 Naucrarías (circunscripciones navales,  correspondiendo 4 por cada Tribu). Cada Naucraría era dirigida por un Naucraro, cuya  principal función consistía en proporcionar un navío totalmente equipado al Estado. Más  adelante, servirán también como unidad de reclutamiento militar y para la recaudación de impuestos. 

La Constitución de Atenas de Aristóteles (siglo IV BC) contiene valiosísima información acerca  de organización social arcaica del Ática. Explica que se dividía en 4 Fileas (tribus) al frente de  cada una de las cuales estaba un Filobasileus. A su vez, cada Filea se dividía en 3 Fatrías (“hermandades”) y estas en varios Gene (“clanes”) formados por varias familias. El número  total de Gene no pasaba de 100 y los Gene aristocráticos agrupaban muchas menos familias que los campesinos. La propiedad era privada y se transmitía de padres a hijos, pero en ningún  caso podía salir del Genos. 

En la estructura social fueron distinguiéndose distintos grupos: 
  • Eupátridas (aristocracia, literalmente “los bien nacidos”). Familias terratenientes, que acaparan las mayores y mejores tierras y los cargos públicos.
  • Geomores (campesinos). Familias que cultivan sus propias tierras, generalmente de pequeño tamaño y menos fértiles. 
  • Demiurgos (artesanos). Eran aceptados en las Fileas y las Fatrías, pero no en los Gene, por lo que también carecían de derechos políticos pese a ser hombres libres. 
  • Thetes (jornaleros). Eran aceptados en las Fileas, pero no en las Fatrías ni en los Gene, por lo que también carecían de derechos políticos pese a ser hombres libres. 
La arqueología nos presenta a Atenas como una ciudad económicamente próspera. En ella  floreció la cerámica de estilo Geométrico, que fue objeto de comercio. La evolución  económica y social en la Época Arcaica fue similar a la del resto del mundo griego, pero algo  más retardada y con peculiaridades: Atenas no buscó una solución a la Stasis y la Stenojoría en la colonización, y las reformas militares se retrasaron hasta principios del siglo VI BC  (implantación del ejército de Hoplitas). No obstante, la lucha de clases se agudizó igualmente:  la acumulación de tierra y riqueza por parte de los Eupátridas contrastaba con el rampante  endeudamiento y empobrecimiento del campesinado (según Struve). En este Demos  empobrecido, se apoyarán artesanos y comerciantes en su lucha por el poder político. 

EL INTENTO GOLPISTA DE CILÓN Y EL LEGISLADOR DRACÓN 

Hacia el 630 BC, el noble Cilón llevó a cabo el primer intento de acabar con los desórdenes  sociales. Debido a su victoria en los Juegos Olímpicos (fiesta deportiva celebrada desde el siglo  VIII BC en la antigua ciudad de Olimpia, en el Peloponeso, en honor a los dioses olímpicos),  gozaba de gran prestigio entre los atenienses. El apoyo del tirano de Mégara (ciudad del Ática)  y la respuesta favorable del Oráculo de Delfos, le impulsaron a intentar un golpe de Estado,  pero se encontró con la oposición de una parte del Arcontado, que reprimió la tentativa con  la masacre de quienes participaron en ella. Sin embargo, no están claros los apoyos ni los  objetivos del levantamiento de Cilón. Según Mossé, no se trataría de un intento de imponer  una Tiranía, sino que debe interpretarse en el marco de las luchas entre las facciones  aristocráticas que en aquel tiempo se encontraban desunidas. 

El Demos exigía entonces unas leyes escritas que evitaran las arbitrariedades y el desorden  provocado por las luchas entre las facciones de la aristocracia. Según la tradición, esta misión  fue encomendada al legislador Dracón hacia el 625 BC. A Dracón se le atribuye un código  penal, que consistía seguramente en una recopilación de normas consuetudinarias que  Dracón publicó y dotó de fuerza vinculante para todos los atenienses. Dracón dejó fama de  severo, seguramente porque arrebató de las manos de la nobleza el monopolio de la  interpretación y la ejecución de la justicia (sin tocar su poder político, económico y social). Sin  embargo, no modificó el sistema judicial, limitándose a introducir tres principios que lograron  una justicia más equitativa: la igualdad ante la ley, la individualidad de la pena (desde ahora,  tanto el criminal como la víctima son considerados aisladamente y no como miembros de un  clan o una familia) y la intencionalidad. Los asesinatos premeditados eran juzgados por el  Areópago, única institución autorizada para aplicar la pena de muerte. Los asesinatos no  premeditados eran juzgados por el colegio de los Epetai (órgano formado por 30 aristócratas  mayores de 50 años), castigándose con el destierro, pero sin pérdida de bienes ni derechos  políticos. Los homicidios en defensa propia no eran castigados. El Derecho draconiano  contemplaba también otros aspectos, como las penas contra la ociosidad. 


LA REFORMA DE SOLÓN 

La legislación draconiana no consiguió resolver los problemas sociales, por lo que fue  necesaria una reforma mucho más profunda, llevada a cabo por Solón a principios del siglo VI BC. Solón era un aristócrata, pero su actividad viajera le proporcionó una ideología muy  distinta a la de los Eupátridas. Alcanzó el cargo de Arconte Epónimo en el 594 BC.

Solón es el legislador de Atenas por excelencia y el único del que existen datos fehacientes.  Su código de leyes, conservado en fragmentos, regula todos los campos de la vida ciudadana  (político, penal, civil y comercial). También le corresponde una vasta obra literaria, que ha  llegado en gran parte a nosotros y nos permite conocer su ideología. Acepta la importancia  de las tradiciones y la religión, pero por primera vez separa la religiosidad de los problemas  civiles para enfrentarse a ellos con sentido racional y práctico. Se da cuenta de la caducidad  de la sociedad gentilicia tradicional y de la necesidad de integrar en ella a artesanos y  comerciantes. Propone como solución a los conflictos entre aristocracia y clases inferiores la  Eunomía (buen gobierno y orden), que se contrapone a la Disonomía (mal gobierno y desorden). Para Solón, la Eunomía implica que los nobles abandonen su orgullo y su abuso de  poder, y que el pueblo se conforme con los derechos que la reforma soloniana le atribuye. 

En el 594 BC, Solón fue investido Arconte Epónimo con poderes extraordinarios para reformar  en profundidad la constitución de la ciudad. Dispuso un paquete de reformas que abrieron la  puerta a la Democracia ateniense, pudiendo agruparse en tres bloques: 
  • Reforma social
Consciente de la amenaza de una rebelión, Solón proclamó en primer  lugar la Sisactía (abolición general de las deudas sin que los nobles tuvieran derecho  a ninguna indemnización). Acto seguido, para evitar que la situación se repitiese,  redujo la tasa de interés y prohibió que las personas garantizasen sus propios  préstamos. Gracias a esta reforma, se terminó con la esclavitud de muchos ciudadanos  reducidos a ella por causa de sus deudas, y se produjo un nuevo aumento  demográfico. El segundo punto de la reforma social fue la división de la población en  cuatro categorías según un censo económico (en función de la cantidad de cereal  poseída en Medimnos):
  • Pentacosiomedimnos (³ 500 Medimnos: terratenientes, artesanos y comercianetes). 
  • Hippeis (³ 300 Medimnos: dueños de un caballo). 
  •  Zeugitas (³ 200 Medimnos: dueños de un par de bueyes). 
  • Thetes (<200 Medimnos: jornaleros). 
Solo los integrantes de la primera clase censada tenían plenos derechos políticos y  podían elegir y ser elegidos por el Arcontado. Las otras tres clases parecen obedecer  a un ordenamiento militar: caballeros (Hippeis), Hoplitas (Zeugitas) y remeros (Thetes). Así se dio entrada en las instituciones políticas a los nuevos ricos (artesanos  y comerciantes). En tercer lugar, podemos mencionar algunas leyes sociales de Solón:  limitación de la patria potestad (eliminación del derecho de vida o muerte del padre  sobre sus hijos y prohibición de vender a los hijos y de obligarles a mendigar),  limitación de los gastos suntuarios llevados a cabo sobre todo en las ceremonias funerarias aristocráticas, etc. 
  • Reforma institucional 
Amplió el Arcontado de 3 a 9 miembros (Epónimo, Basileus, Polemarco y 6 Thesmóthetes). Al cargo de Arconte solo podían acceder los miembros de la primera clase censada (Pentacosiomedimnos). La Eklesía (institución principal de la Polis) era la asamblea formada por las cuatro clases censadas, presidida por el Arconte Epónimo, y en ella se debatían y decidían las cuestiones más importantes de  la Polis. A la Eklesía correspondía la elección de los Arcontes y los miembros del nuevo  tribunal popular (Heliea), la aprobación de todas las leyes y la decisión última sobre la  guerra y la paz. Los 9 Arcontes eran elegidos por sorteo entre 40 candidatos (10 por  cada Filea) en la Eklesía. Los 6000 miembros de la Heliea eran elegidos por sorteo  entre todos los ciudadanos también de la Eklesía. La Bulé y la Heliea son dos nuevos  órganos creados por Solón y a ellos pueden acceder los miembros de las tres primeras  clases (Pentacosiomedimnos, Hippeis y Zeugitas). La Bulé era el órgano encargado de  preparar los trabajos de la Eklesía y consistía en un consejo de 400 Buletas (100 por  cada Filea), elegidos por sorteo cada año en las Fileas. La Heliea era un tribunal  popular masivo formado por 6000 ciudadanos mayores de 30 años. En principio se  reconoció el derecho de apelación de todo ciudadano al tribunal popular contra la  decisión de un magistrado. La Heliea fue asumiendo progresivamente competencia  judicial sobre otras materias que se fueron retirando del Areópago. 
  •  Reforma económica
La reforma económica de Solón consistió en el establecimiento  de un sistema de medidas y monedas (estableció como unidades de medida el  Medimno para el peso de los sólidos y el Metreto para el de los líquidos, y comenzó la  acuñación de monedas que portaban los emblemas de las principales familias de  Eupátridas), las modificaciones en la agricultura (fomentó el cultivo de la vid y el olivo  en detrimento de los cereales, para conseguir un más fácil intercambio de excedente  de aceite y vino con el cereal de Egipto y el Mar Negro, solucionando el continuo  problema de abastecimiento de la población y generando beneficios tanto para el  campesinado como para los comerciantes) y el impulso de la artesanía y comercio  (fomentando la importación de materias primas y la exportación de productos  alimenticios elaborados, como el aceite y el vino, y productos artesanos, como la  cerámica ática que alcanzó gran difusión). 

Solón

UN EJEMPLO DE TIRANO: PISÍSTRATO DE ATENAS. SU FIGURA, OBRA Y SUCESORES. 

Contexto histórico y biografía de Pisístrato

Tras la retirada de Solón de la vida política, resurgieron los conflictos. Por un lado, las distintas facciones de la aristocracia volvieron a enzarzarse entre sí, convirtiendo al Arcontado en el centro de sus disputas. Por otro, volvió a manifestarse el descontento de las clases inferiores que carecían de derechos, de riqueza o de ambas cosas. Hacia el 560 BC, nos encontramos con tres facciones políticas con sus correspondientes líderes dispuestos a tomar el poder:
  • Facción de Licurgo (Pedieos): Representaba a los habitantes de la llanura central del Ática, fundamentalmente Eupátridas terratenientes y campesinos enriquecidos. Defendía la restauración del gobierno oligárquico. 
  • Facción de Megacles (Paralios): Representaba a los habitantes de la costa, fundamentalmente pequeños propietarios, comerciantes y artesanos. Defendía el mantenimiento de la reforma de Solón. 
  • Facción de Pisístrato (Diacrios): Representaba a los habitantes de la montaña, fundamentalmente pequeños campesinos y jornaleros. Proclamaba la necesidad de reformas radicales en beneficio de los más humildes. 
Según las fuentes literarias, Pisístrato era un joven ambicioso que llegó a ocupar el cargo de  Arconte Polemarco y que, entre 560-530 BC, logró imponer su Tiranía por tres veces  intercaladas por dos períodos de exilio. La primera Tiranía fue derrocada debido a sus escasos  apoyos políticos, y Pisístrato sufrió su primer exilio en el Ática. Luego regresó a Atenas para  imponer su segunda Tiranía, gracias a la promesa de concesión de privilegios a los Paralios,  pero el incumplimiento de dicho compromiso precipitó su segundo derrocamiento, esta vez  abandonando voluntariamente el Ática. Durante este segundo exilio, Pisístrato se dedicó a la  adquisición de medios económicos y militares, así como la búsqueda de aliados en el  extranjero. Reclutó tropas mercenarias y entró victorioso en Atenas. En su tercera y última  Tiranía, realizó una actividad de gran importancia y disolvió las facciones políticas. 

Obra de Pisístrato

Ante todo, hay que señalar que Pisístrato fue respetuoso con las instituciones y la legislación  establecidas (según habían resultado tras la reforma soloniana), aunque colocó en los cargos  públicos a sus más seguros partidarios. No obstante, logró un cierto equilibrio social y preparó  las condiciones para la futura nueva reforma de Clístenes. Aunque trató de favorecer a los  más humildes, contó también con el apoyo de una parte de la aristocracia (según Aristóteles,  la mayoría). Se le considera un ejemplo de tirano, por su tendencia sistemática a favorecer a  los más humildes, su gran impulso de la economía, su política religiosa y cultural, así como su  preocupación por mantener la paz y las buenas relaciones exteriores: 
  • Política económica
El impulso de la Tiranía pisistrátida a la economía se basó, en  primer lugar, en el esfuerzo por mejorar las condiciones de vida del campesinado, que  se benefició de la distribución de las tierras confiscadas a la aristocracia adversa al  tirano y la concesión de préstamos del Estado. Logró sustituir definitivamente los poco  productivos cultivos de cereales por la vid y el olivo, enfocados al comercio. Por otra  parte, Pisístrato supo aprovechar la coyuntura favorable para introducir a Atenas en  el ámbito de la industria y comercio mediterráneos. Para su logro, era necesario  finalizar la reforma monetaria soloniana y potenciar las acuñaciones de moneda  (sustitución de las antiguas monedas que portaban los emblemas de las principales  familias de Eupátridas por el Dracma, una nueva moneda unificada y de alta calidad  con el doble distintivo de la diosa Atenea y su símbolo de la lechuza), desarrollar la  artesanía y la manufactura (fomento de la producción cerámica de gran calidad, hasta  lograr la sustitución de la cerámica corintia por la ática en los mercados  mediterráneos), la creación de una flota naval (suficiente para emprender los  primeros pasos en el expansionismo ateniense y abrir camino al futuro imperialismo de la Democracia) y la consolidación de las rutas comerciales (se consiguieron  posiciones clave en las rutas del comercio marítimo que aseguraron el abastecimiento  de cereal para la población del Ática y la colocación preferente de sus productos elaborados). 
  • Política religiosa
Pisístrato fomentó el culto de la diosa Atenea (protectora de la  ciudad y símbolo de su unidad) y de Dioniso (divinidad propia del campesinado). Se  organizaron fiestas en su honor, en las que parece estar el origen de la tragedia y la  comedia griegas. En otros casos, se vislumbran los intereses particulares del tirano,  como la introducción del culto de Ártemis Brauronia, de donde era natural Pisístrato. 
  • Política cultural
Aunque contaba con un gran patrimonio particular que le reportaba  grandes beneficios, Pisístrato fue generoso con su ciudad. Realizó grandes obras que  embellecieron Atenas, con lo que logró ganar prestigio al mismo tiempo que daba  empleo a muchos jornaleros. Destacaron los templos y, en especial, el  Hecatompedón, ubicado en el centro de la Acrópolis y dedicado a la diosa Atenea, que  fue destruido por los persas en el 480 BC y reemplazado después por el Partenón de  Pericles. Pisístrato fomentó también el desarrollo de las artes y la literatura, atrayendo  a su corte a los principales artistas y poetas. 
  • Política exterior 
A la Tiranía le interesaba una política de paz y de buenas relaciones  para el desarrollo económico y de expansión comercial que impulsaba, y por la  necesidad de afianzarse en un poder que había tomado de manera ilegal. En su  segundo exilio, Pisístrato había hecho contactos de carácter privado que después  elevó a política de Estado. Le ayudó la coyuntura favorable, basada en el  debilitamiento fenicio ante el empuje asirio en el Levante mediterráneo, así como el  temor en el Egeo ante la amenaza persa. 

 Pisístrato

Vida y obra de los Pisistrátidas

Pisístrato murió por enfermedad hacia el 530 BC, y sus dos hijos Hipias e Hiparco se hicieron  cargo conjuntamente del poder. Intentaron continuar la política de tolerancia y buenas  relaciones de su padre, pero la coyuntura había cambiado, ya que, al norte, amenazaba la Liga  Beocia, al sur, la Liga del Peloponeso, y en el Egeo y Anatolia, el Imperio Persa ya dominaba  las ciudades griegas. En el año 514 BC, dos jóvenes aristócratas asesinaron a Hiparco. Tras el  atentado, la Tiranía de Hipias se volvió más autoritaria, recelando de los contactos exteriores  y cambiando la política de tolerancia anterior por un régimen represivo (persecución de los  sospechosos, reforzamiento de su guardia personal, etc.). Todo ello hizo que la Tiranía  apareciera ante los atenienses como un régimen despótico y violento, lo que contribuyó a  acelerar su caída. En el 510 BC, Esparta atacó Atenas con el apoyo del pueblo ateniense, y  expulsó al exilio al tirano Hipias, quien buscó refugio en Persia. Posteriormente, Clístenes  evitaría la instauración de un régimen oligárquico controlado por Esparta. 

El gobierno de Pisístrato obtuvo la valoración positiva de todos los escritores de la  Antigüedad. Solo el régimen arbitrario y represivo de Hipias cambió la imagen que los  atenienses tenían de la Tiranía. En general, los Pisístradas consolidaron las reformas  solonianas (establecimiento de un gobierno central por encima de las familias aristocráticas,  corrección de las graves desigualdades económicas y sociales, etc.) y dejaron una situación  económica y social estable, preparando el tránsito a la Democracia. 

LA REFORMA DE CLÍSTENES
 
La caída de los Pisístradas en el 510 BC hizo que volviesen a surgir las disputas entre las  familias aristocráticas agrupadas en torno a distintas facciones políticas. Así surgió el conflicto  entre Clístenes (del Genos de los Alcmeónidas) e Iságoras (del Genos de los Falaídas). Clístenes estaba interesado en continuar las reformas de Solón y contaba con el apoyo  popular, mientras que Iságoras pretendía la instauración de un régimen oligárquico y era  apoyado por Esparta. Finalmente, Clístenes logró acceder al Arcontado en el 507 BC. A partir  de ahí, comienza la rivalidad entre Atenas y Esparta. 

La reforma de Solón había supuesto una primera apertura de las instituciones al Demos y la  expansión económica de la segunda mitad del siglo VI BC y el apoyo dado por la Tiranía a las  clases populares habían cambiado la correlación de fuerzas sociales. Sin embargo, la vida  política seguía estando dominada por los Gene, que excluían a artesanos y jornaleros. Por otra  parte, los ciudadanos censados en las dos últimas clases (Zeugitas y Thetes) se habrían fortalecido y exigían una mayor participación en las instituciones. Por último, en los últimos  tiempos se habían incorporado gran cantidad de extranjeros (Metecos, Libertos y jornaleros),  siendo cada vez mayor su peso social y económico. Los Metecos eran extranjeros domiciliados  en la Polis (comerciantes o artesanos que pagaban un impuesto a la ciudad) y los Libertos eran los esclavos manumitidos, es decir, liberados. Unos y otros podían poseer bienes  muebles, pero no tierras, y nunca eran considerados ciudadanos. Cístenes se ganó el apoyo  de toda esta masa con una propuesta de reforma que perseguía dos objetivos: otorgar la soberanía al Demos y ampliar el ámbito de la ciudadanía. 

En el discurso, se sustituye la Eunomía (buen gobierno y orden) por el nuevo concepto de la  Isonomía (igualdad ciudadana en la repartición de los cargos públicos, que no igualdad ante  la ley). Las medidas llevadas a cabo pueden agruparse en dos coordenadas: territorial administrativa e institucional. 

Reforma territorial-administrativa

Clístenes dividió a la población del Ática en tres niveles: Demos, Tritties y Fileas. La mayor  parte de la población del Ática ya vivía en comunidades rurales llamadas Démos, que Clístenes  convirtió en unidades administrativas y extendió a los barrios urbanos. El número de  habitantes de un Demos era de 100-300 ciudadanos adultos (mayores de 18 años). El Demos tenía su propia asamblea (Ágora), en la que participaban todos los ciudadanos y que elegía a su propio dirigente (Demarca). Cada Demos gestionaba los asuntos locales y proporcionaba  listas de ciudadanos para desarrollar la vida política y clasificados militarmente (caballeros,  Hoplitas y remeros). Lo más importante es que los ciudadanos ahora participan en la vida  política, ya no en función de su pertenencia a la Gene, sino al Demos, lo cual supone una  igualación de derechos políticos. Con ello, también se amplió el ámbito de ciudadanía,  haciéndose extensible a otros individuos del Ática cuya ciudadanía no se conseguía por el 
antiguo sistema gentilicio (aunque los extranjeros nunca llegaron a alcanzarla). 

Una vez constituidos los Demos, se dividió el Ática en tres regiones: el Asty (la ciudad), la  Paralía (la costa) y la Mesogea (el interior). Cada región se dividió a su vez en 10  circunscripciones (Tritties), como medio de repartición de los Demos entre las Fileas. Clístenes  creó 10 Fileas que sustituyeron a las 4 antiguas, basándose en un principio territorial en  sustitución del antiguo principio gentilicio. Cada Filea estaba formada por tres Tritties: una  del Asty, una de la Paralía y una de la Mesogea, lo cual impidió que tuviese una continuidad  geográfica y pudiese identificarse con determinados intereses locales, así como también  sirvió para superar la oposición campo-ciudad. Las 10 Fileas proporcionaban la estructura  militar básica del Estado, pero su misión principal estaba dirigida a la reforma institucional. 

Cada Filea debía asignar anualmente y por sorteo 50 de sus miembros mayores de 30 años  (distribuidos entre los Demos en proporción a su población) que formarían parte de la Bulé de la ciudad. 

Reforma institucional 

Clístenes respetó en lo esencial las instituciones solonianas (las elecciones y sorteos no  varían), pero introdujo cambios en su organización y competencias: 
  • El Arcontado siguió siendo aristocrático (formado únicamente por Pentacosimedimnos), pero aumentó a 10 Arcontes (uno por cada Filea). Se convirtió en el órgano ejecutivo (salvo el Arconte Polemarco, que era el jefe del ejército). Bajo la autoridad del Arconte Polemarco, fueron elegidos además 10 Strategoi (uno por cada Filea, al mando de cada uno de los 10 regimientos tribales). Los cargos de Arconte y de Stratego son anuales, pero este último es además reelegible, lo que, a la larga, permitirá que los Strategoi se conviertan en la máxima autoridad de Atenas (esto sucederá durante las Guerras Médicas, entre 490-480 BC).
  • El Areópago se mantuvo, pero perdió parte de sus atribuciones a favor de otros órganos: la vigilancia del cumplimiento de las leyes pasó a la Bulé, el enjuiciamiento de los delitos comunes pasó a la Heleia y el enjuiciamiento de los delitos de traición al Estado (Lessa Maiestas) pasó a la Eklesía. 
  • La Eklesía fue liberada de la presidencia del Arconte Epónimo en favor del Epístate y asumió funciones judiciales (enjuiciamiento de los delitos de traición al Estado y apelación de los delitos mayores). 
  • La Bulé (“Consejo de los 500”) se convirtió en el supremo órgano de dirección y representante de todo el pueblo. Ahora estaba formada por 50 Buletas de cada Filea, mayores de 30 años y de todas las clases censadas. Su cargo era anual y solo podían ejercerlo dos veces en la vida y no durante dos años seguidos. La Bulé preparaba los asuntos a tratar por la Eklesía y aprobaba el orden del día, debiendo la Eklesía decidir finalmente sobre estos asuntos y solo sobre ellos. También se encargaba de que se ejecutasen las decisiones de la Eklesía. La Bulé era un órgano permanente, pero no se exigía a los 500 buletas una presencia constante durante todo el año (ya que los Buletas debían ocuparse también de sus propios intereses). Se decidió que los 50 miembros pertenecientes a una misma Filea estuviesen permanentemente en sus funciones durante una décima parte del año (Pritanía), decidiéndose los turnos de las Pritanías por sorteo. Al menos un tercio de la Pritanía debía permanecer también por la noche en el recinto. Al frente de la Pritanía estaba el Epístate, que presidía la Buléy la Eklesía durante un día. La Eklesía era convocada por el Epístate y debía reunirse al menos una vez por cada Pritanía (10 veces al año). 
  • El tribunal popular (Heliea) se mantuvo, teniendo como misión el enjuiciamiento de los delitos comunes y la apelación de los delitos menores. 
Como cláusula de salvaguardia del régimen político, se instituyó el Ostracismo: alejamiento  del Ática y de la vida política de cualquier individuo que fuese considerado por la asamblea  como una amenaza potencial para la soberanía popular. El ciudadano ostracitado debía  abandonar el Ática en el plazo de 10 días y domiciliarse donde quisiera durante 10 años. A su  regreso, recuperaba su posición en la Polis. Se trataba de una sanción política, no judicial.  Clístenes fue, tras Solón, la segunda base para que en Atenas se implantase la Democracia. No  obstante, la palabra Democracia era aún desconocida en tiempos de Clístenes, por lo que resultan más adecuadas las palabras de Aristóteles: “Clístenes estableció una constitución  favorable al pueblo”. 

 Clístenes


Dionisio I de Siracusa

Dionisio I de Siracusa, el Viejo (c. 430 -367 a.C) fue un tirano de Siracusa que gobernó entre los años 405 y 367 a.C. Fue sucedido por su hijo Dionisio II el Joven. El mismo año de su muerte ganó el primer premio en un concurso lirico celebrado en Atenas.

Seguidor de Hermócrates, a su llegada al poder instauró un gobierno autocrático y opresivo, con el que eliminó las aspiraciones democráticas del partido ateniense. Su gobierno, aunque opresivo, fue bastante popular. Además de reorganizar el ejército y expandir su poder conquistando gran parte de Italia, Dionisio liberó a gran cantidad de esclavos. No obstante, fue quien impuso la esclavitud al filósofo Platón, quien fue más tarde rescatado por Anníceris de Cirene (miembro de la Escuela Cirenaica), según lo escrito por Laercio.

Aunque firmó la paz con Cartago, tras de haberse hecho con el poder, Dionisio estuvo en guerra contra los cartaginenses la mayor parte de su gobierno. Se enfrentó a estos en el 392, del 383 al 378 y en el 368 a.C. También intervino en las guerras contra Atenas, aliado con los espartanos, e hizo que Siracusa tomara preponderancia en el Mediterráneo occidental y central. Dionisio se hizo con una clientela al distribuir por lotes las tierras confiscadas a sus enemigos. Mercenarios y esclavos (quizá campesinos dependientes comparables a los hilotas espartanos), se convirtieron así en los nuevos ciudadanos (neapolitai).

Poco se conoce a ciencia cierta sobre su procedencia, aunque para algunos autores descendía de una familia nobiliaria y según Cicerón había recibido una buena educación.

Dionisio falleció en el año 367 a.C, un año después de su derrota en Lilibea. A su muerte fue sucedido por su hijo, el también tirano, Dionisio II el Joven.

En nuestros tiempos, a este tipo de gobernantes, se les llama dictadores. Y los ha habido y los habrá más que todos los tiranos griegos juntos.

Dionisio I de Siracusa

PROMESA ETERNA

Nunca estoy solo, me coges de la mano siendo mi fiel compañera
frente a la adversidad del mundo y del ser humano
Me hablas sincera y me arengas cuando sale el amanecer
caminando juntos hacia el horizonte en pos de un mañana mejor

Más allá de muros y barreras, traspasando las fronteras
sembrando dinamita frutalmente propagada entre nuestros hermanos
caminamos por el sendero de la revolución sin desfallecer
juntos de la mano, unidos bajo un mismo fusil y percutor

Eres tú, la rabia sucia y rasgada guerrillera que llama a la resistencia
Las balas están matando, las ametralladoras están reventando las venas,
los sables de hierro están cortando carne humana y, sin embargo, sigues avanzando
y yo a tu lado, seguimos el sendero de la revolución

Eres tú, el compromiso y sincero, la promesa de un mañana mejor, llama de desobediencia
En tus manos está la llave de nuestra emancipación que nos libere de nuestra condena
la senda del sacrificio, los sueños del renacer están a nuestro alcance. Vamos caminando
hacia delante, hacia la luz, seguimos la estrella roja de nuestra emancipación

sábado, 10 de junio de 2023

EL SITIO DE TROYA Y LOS EJÉRCITOS GRIEGOS

En 1872, el arqueólogo alemán Heinrich Schliemann de 49 años, descubrió bajo un cerro en la región de Troas, en el actual noroeste de Turquía, los presuntos restos de Troya. Estaba convencido de haber encontrado la muralla de la antigua ciudad.

Recorrió Turquía con un ejemplar de la Ilíada bajo el brazo con el sueño de encontrar la mítica Troya y devolver a la vida a los legendarios héroes que se batieron en feroces batallas ante las imponentes murallas de la vieja Ilión.

Uno de sus hallazgos más importantes en 1873, fue el llamado «Tesoro de Príamo». Tras sacarlo ilegalmente del país, Schliemann se lo regaló a los alemanes. Sin embargo, en el caos de la Segunda Guerra Mundial, el tesoro cayó en manos de los rusos, y, hoy día, se expone en el Museo Puschkin en Moscú.

Heinrich Schliemann, murió el 26 de diciembre de 1890 en Nápoles.

La leyenda

A no dudarlo, el Sitio de Troya es la leyenda griega más difundida de todas las que forman su largo historial y por la que desfilan los más importantes y conocidos nombres de su mitología. Además, ella es el argumento de la Ilíada, poema principal de Homero, que se continuó con el regreso de los vencedores y la vengativa persecución de los dioses que favorecían a Troya, especialmente, la de Ulises, cuyo retorno es el argumento de la Odisea, la otra obra famosa de Homero.

Troya era una rica y poderosa ciudad de la costa asiática, cuyas murallas habían sido levantadas por los dioses Poseidón y Apolo. Su rey era Príamo, padre de 50 hijos, entre los que se contaban Héctor, el más valiente y París, el más hermoso. Pero, al nacer éste, el oráculo predijo que sería funesto para su padre. Príamo, mandó que fuera abandonado en el desierto, pero protegido por los dioses, el niño creció y se hizo pastor. Un día que guardaba sus rebaños en el monte, tres diosas - Hera, Atenea y Afrodita-, fueron a pedirle que dijera cuál de las tres era la más hermosa. Paris eligió por Afrodita, diosa de la belleza; Hera y Atenea, irritadas, fueron siempre enemigas de los troyanos.


Otro apunte para continuar esta historia. Menelao, rey de Esparta, se había casado con Helena. Paris fue a Esparta, donde fue bien recibido, sin embargo, el rey Menelao debió ausentarse y Paris, aprovechándose de su ausencia, se llevó el tesoro del rey y, también, huyó con Helena a Troya. Agamenón, rey de Micenas, no solo era hermano de Menelao, sino también el más poderoso de los reyes de Grecia. Resolvió ir a buscar a. Helena. Pidió a los otros reyes grie-gos que le ayudaran. La diosa Hera recorrió ciudad por ciudad reclutando enemigos de los troyanos. Logró reunir una flota de cerca de 1.200 naves y un ejército de 100.000 guerreros, venidos de todas las regiones griegas. Todos los jefes de aquellos guerreros eran héroes famosos, pero los más célebres eran Ulises, rey de Itaca, el más astuto y elocuente, y Aquiles, rey de los mirmidones, el más valiente y resuelto de los griegos.

El oráculo había predicho que Troya solo podría tomarse con el auxilio de Aquiles, que ahí se cubriría de gloria, pero perecería ante los muros de la ciudad. Su madre, la diosa Tetís, para impedirle que partiera, lo vistió de mujer, enviándolo a la corte del rey de Esciros, que le mantuvo entre sus hijas. Los griegos supieron dónde se ocultaba y encargaron a Ulises que fuera a buscarlo. El rey Esciros dijo que Aquiles no estaba allí, pero Ulises colocó en el vestíbulo una lanza y un escudo e hizo sonar la trompeta de guerra. Al oírla, las hijas del rey escaparon, pero Aquiles cogió la lanza y el escudo y se adelantó dispuesto a combatir.

La expedición a Troya se reunió en el puerto de Aulis, en Beocia y como los vientos eran contrarios, el adivino Calcas anunció que los dioses se oponían a la partida y que para ganar su favor, Agamenón debía inmolar a su hija, Ifigenia. Agamenón se resignó al designio, pero en el momento en que iba a matar a Ifigenia, la diosa Artemisa la salvó, poniendo una cierva en su lugar.

Por fin los griegos desembarcaron en la costa, de Asia, sacaron sus naves a la playa y rodearon su campamento con una empalizada. Pero los troyanos tenían por aliados a todos los pueblos vecinos, mandados por el valiente Héctor, uno de los cincuenta hijos de Príamo. El sitio de Troya duró diez años. 

Los ejércitos se batían en la llanura que hay delante de la ciudad. Los dioses mismos se habían dividido: Zeus, Afrodita y Ares sostenían a los troyanos; Hera y Atenea favorecían a los griegos. Un día Ares se mezcló entre el ejército de loa troyanos y, montado en su carro de guerra, empezó a matar griegos. Atenea, a su vez, montada en el carro de Diómedes, condujo al héroe contra el dios. Ares, al ver al héroe se lanzó sobre él para atravesarle con su lanza. Atenea desvió el golpe y la lanza de Diómedes, se incrustó en el vientre de Ares. El dios herido huyó gritando como diez mil hombres y fue a quejarse a Zeus, que le respondió duramente: '' No vengas a gritar a mi lado, eres el más detestable de los dioses del Olimpo".

Otro apunte más en esta historia. Aquiles tenía una cautiva, la hermosa Briseida, a la que profesaba gran .cariño. Agamenón hizo que se la robaran. Aquiles, exasperado, se retiró a su tienda y dejo de combatir en el ejército de los griegos. Ausente él, los troyanos fueron vencedores. Héctor derrotó a los sitiadores y luego, tras una gran carnicería, asaltó el campamento de los griegos y se dispuso a incendiar sus naves. Ningún héroe griego había podido detenerle, los más valientes estaban heridos. Patroclo, el amigo de Aquiles, fue a suplicar al héroe invencible que defendiera a sus compañeros. Aquiles no quiso y accedió solamente a prestar sus armas a Patroclo, quien rechazó a los troyanos y salvó el campamento, pero fue muerto por Héctor. Aquiles, furioso por la muerte de su amigo, revistió su armadura divina, se lanzó sobre los troyanos, mató a muchos e hizo huir a los restantes. Héctor trató de detenerle y Aquiles le dio muerte, ató su cadáver a la trasera de su carro y le paseó alrededor de las murallas de Troya.


En auxilio de Troya vino Pentesilea, hija del dios Ares, reina de las Amazonas, con un ejército de mujeres y, después, Memnón, hijo de la Aurora, con sus guerreros negros de Etiopía. Aquiles dio muerte a ambos. Pero Paris lanzó una flecha que, dirigida por Apolo, hirió a Aquiles en el talón y le mató. Después de un combate furioso, los griegos consiguieron recoger su cuerpo. Tetis hizo a su hijo magníficos funerales y ofreció sus armas como premio al guerrero más valiente. Se le dieron a Ulises. Áyax se enfureció tanto que perdió la razón. En un rapto de locura se lanzó, espada en mano, sobre un rebaño de carneros que tomó por jefes de los griegos y degolló a todos. Cuando volvió en sí, se avergonzó tanto, que se atravesó con su espada.

Necesitaban los griegos la ayuda de Filoctetes, que poseía el arco de Hércules y sus flechas envenenadas, pero se había herido con una de sus flechas, y su herida esparcía un olor tan infecto olor que sus compañeros lo habían abandonado en la isla desierta de Lemnos, donde vivía muy malamente desde hacía diez años. Ulises fue a buscarle y le condujo al campo griego, donde Macaón le curó. Filoctetes fue quien mató a Paris con una de las flechas de Hércules.

Un detalle importante de la leyenda. En la ciudadela de Troya había una imagen sagrada regalo de Zeus, el dios Paladio, y estaba escrito que en tanto no saliera de allí, la ciudad sería inexpugnable. Entonces, Ulises se disfrazó de mendigo, penetró de noche en la ciudadela y se llevó a Paladio. Siguiendo el consejo de la diosa Atenea, los griegos hicieron un enorme caballo de madera y en él se metieron cien de los héroes más valientes. Ulises, Menelao, Neoptolemo, hijo de Aquiles, entre otros; luego quemaron sus tiendas, se embarcaron, izaron velas y partieron como si renunciasen al sitio. Libres de los griegos, los troyanos, vieron con admiración aquel gigantesco caballo gigantesco de madera que habían dejado los sitiadores.

Dudaron qué deberían hacer. Laoconte, dio con la lanza en los lomos del caballo que sonaron a hueco y, sospechando algún engaño, aconsejó a los troyanos que desconfiaran. En aquel momento salieron del mar dos enormes serpientes enviadas por los dioses enemigos de Troya, enlazaron entre sus anillos a Laoconte y sus dos hijos y los ahogaron. Los troyanos se dejaron persuadir y abrieron una brecha en su muralla y por aquella brecha introdujeron el caballo en la ciudad como trofeo de victoria. La noche siguiente, en tanto los troyanos celebraban su libertad con festines, los héroes griegos salieron armados del caballo de madera. El ejército griego, que estaba oculto detrás de la isla de Tenedes, volvió, desembarcó y entró en la ciudad por la brecha. Los troyanos, sorprendidos, no pudieron defenderse. La ciudad fue saqueada e incendiada, los hombres degollados. En cuanto a las mujeres, los griegos vencedores se las repartieron. Una de las princesas, hija del rey Príamo, llamada Casandra, la profetisa que había predicho la ruina de Troya, fue esclava de Agamenón. Otra, Polixena, reservada para Aquiles, fue degollada sobre su tumba. Al rey de Itaca, Ulises, correspondió Hécuba, la viuda de Príamo, a Neoptolemo se le entregó la viuda de Héctor, Andrómana. El hijo de Héctor, el pequeño Astianax, fue arrojado de lo alto de la muralla. Finalmente, Helena, entregada a Menelao, volvió a Esparta y fue adorada más tarde como diosa.


Los ejércitos griegos

Las tácticas y la organización militar cambiaron en el siglo VIII a.C. Si hasta ese momento el individualismo había sido la forma natural de afrontar un combate, es en este siglo cuando se utiliza la disciplina, la organización y el sistema de falanges. ¿Qué eran las falanges? La formación agrupada de soldados de infantería equipados para la lucha. Estos soldados eran conocidos como hoplitas. Los soldados, dentro de las falanges, combatían hombro con hombro, en formación de columnas de ocho soldados.

El equipamiento del hoplita consistía en: el escudo que da nombre al hoplita (hoplon) era cóncavo y circular, de un metro de diámetro aproximadamente, y se sostenía con el brazo izquierdo; estaba hecho de madera reforzada con planchas de bronce y en la cara interior tenía dos puntos de apoyo: uno para elantebrazo (propax) y otro para la mano (antilabe). Cubría completamente la parte izquierda del guerrero y dejaba libre el brazo derecho para esgrimir una sólida lanza de unos dos metros de longitud.