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martes, 26 de diciembre de 2017

MAO TSE TUNG. EL GRAN TIMONEL

China fue siempre un país intervenido por potencias colonialistas. China era un régimen feudal, caracterizado por el gobierno autócrata de terratenientes, que como consecuencia mantenía a la masa campesina en la miseria, en la ignorancia, y con escasos recursos para sobrevivir. La existencia de territorios ocupados fue argumento suficiente para que los revolucionarios lograran levantar las masas en pro de un cambio que pusiera fin a las usurpaciones. Entre los territorios ocupados estaba Manchuria (la tomó el imperio del Japón en 1931). En 1945 los comunistas fueron factor importante en la liberación de Manchuria, razón por la cual se les aceptará en la población.

En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, China era un país muy pobre, dedicado básicamente a las actividades agrícolas y con un desarrollo industrial prácticamente inexistente (sólo el 3% de la población trabajaba en la industria).



La agricultura seguía utilizando los métodos tradicionales y se basaba en el cultivo extensivo del arroz, el maíz y la patata. En los últimos decenios, la población había aumentado enormemente, pero seguía sujeta a las tradicionales dificultades naturales (inundaciones, sequías...) que daban lugar a hambrunas periódicas y a la muerte de millones de campesinos. Una minoría de grandes propietarios detentaba la propiedad de la tierra que era trabajada por los campesinos bajo un régimen de tipo feudal. Vivían sumidos en la pobreza y asfixiados por las rentas que debían pagar a los señores (más de mitad de la cosecha).

La entrada en China de las potencias europeas en el siglo XIX había comportado un cierto desarrollo industrial en una estrecha franja costera y una apertura comercial hacia Occidente. También había surgido una burguesía comercial, aunque numéricamente era poco importante. De este modo, China mantenía una rígida estructura social, sostenida por el confucionismo, que inculcaba al pueblo la sumisión a las jerarquías políticas, sociales y familiares.

LA FIGURA DE MAO TSE TUNG

Mao Zedong nació el 26 de diciembre de 1893 en Shaoshan, provincia de Hunan. Hijo de un propietario rural, pudo adquirir una educación que rompió con la tradición de la china agrícola, el medio donde transcurrió su infancia. Allí en el campo, la educación escolar solamente era considerada útil en la medida en que pudiera ser aplicada a tareas como llevar registros y otras propias de la producción agrícola, por lo que a la edad de trece años Mao Tse-tung hubo de abandonar los estudios para dedicarse de lleno al trabajo en la granja familiar.

Tras abandonar a su familia, el joven Mao se graduó en la escuela de Magisterio de Changsha en 1918, lugar donde comenzó a tomar contacto con el pensamiento occidental. Sirvió en el Ejército nacionalista en 1911 y 1912 durante la revolución contra el gobierno manchú de la dinastía Qing. Trabajó como auxiliar de bibliotecas en la Universidad de Pekín donde leyó, entre otros autores,a Bakunin y Kropotkin, además de tomar contacto con dos hombres clave de la que habría de ser la revolución socialista china : Li Dazhao y Chen Duxiu.En Changsha en 1920 fue director de una escuela de enseñanza primaria.


Tras la revuelta estudiantil de Pekín contra Japón iniciada el 4 de mayo de 1919, Mao Tse-tung colaboró en la fundación del Partido Comunista chino en Shanghai en el año 1921, y en 1923, cuando el Partido se alió con el Partido Nacionalista (Kuomintang) contra los señores de la guerra feudales, fue responsable de la organización. A inicios de 1927, escribió la Encuesta sobre el movimiento campesino en Hunan, donde sostenía que el descontento del campesinado era la mayor fuerza de China y merecía el apoyo de los comunistas chinos.

Sin embargo, la alianza con los nacionalistas se quebró, los comunistas y sus instituciones fueron diezmados y la rebelión campesina, reprimida; junto a un numeroso contingente de campesinos, Mao huyó a la región montañosa de Jiangxi, desde donde dirigió una guerra de guerrillas contra Jiang Jieshi, jefe de sus antiguos aliados.Aliado con el antiguo señor de la guerra Zhu De, se involucró en una nueva táctica de guerrillas que empujó a las tropas del Kuomintang hacia las zonas rurales, donde fueron hostigadas por la milicia campesina y aniquiladas poco a poco por el Ejército Rojo.



Pese a las victorias de Mao en la primera época de la guerra civil, en 1934 Jiang Jieshi consiguió cercar a las tropas del Ejército Rojo, tras lo cual Mao emprendió la que se conoció como la Larga Marcha, desde Jiangxi hasta el noroeste chino. Entre tanto, los japoneses habían invadido el norte del país, lo que motivó una nueva alianza entre comunistas y nacionalistas para enfrentarse al enemigo común. , Mao y el Ejército Rojo llevaron a cabo la Larga Marcha, de miles de kilómetros hacia el noroeste, que finalizó en Shaanxi, donde instalaron nuevos campamentos.

Los japoneses invadieron Manchuria (1931) y el noreste del país (1932). Mao persuadió a sus compañeros para hacer frente a los japoneses y en el año 1937 Jiang Jieshi, se alió con los comunistas. Los campesinos del norte de China se alistaron en gran número en el Ejército Rojo y en la milicia.

Durante este tiempo, su primera esposa cayó muerta por las balas de los nacionalistas. Se divorció de su segunda esposa y en 1939 se casó con la actriz Lan Ping, más conocida como Jiang Qing (Chiang Ch'ing), que después de 1964 desempeñaría un papel cada vez más importante en el Partido Comunista.

Tras la Segunda Guerra Mundial, se reanudó la guerra civil, con la victoria progresiva de los comunistas. En julio de 1946, con el apoyo activo del imperialismo norteamericano, el Kuomintang hundió a China en una enorme guerra civil caracterizada por una brutalidad sin precedentes. Chiang Kai-Shek lanzó una ofensiva contrarrevolucionaria contra el Ejército de Liberación Popular. Llevó a cabo unos preparativos muy cuidadosos, en ese momento disponía de aproximadamente tres veces y media de las tropas que tenía el ELP, además sus recursos materiales eran muy superiores. Tenía acceso a las industrias y medios de comunicación más modernos, de los que carecía el Ejército de Liberación Popular. En teoría debería haber tenido más fácil la victoria.

Los imperialistas norteamericanos y Chiang Kai-Shek no consiguieron entender que el arma más efectiva en manos del ELP no eran las armas ni los tanques, sino la propaganda. A los campesinos hambrientos y sin tierra que luchaban en el ELP les prometieron que ocuparían las tierras de sus terratenientes. En la mayoría de los casos el campo y las pequeñas ciudades caían bajo el control del ELP mucho antes que las grandes ciudades. De ahí viene el origen de la teoría de Mao del campo “rodeando las ciudades”.

En la mayoría de los casos el control del campo y las pequeñas ciudades por parte del ELP influía en las grandes ciudades, que formaba parte de la estrategia de la guerra popular. En enero de 1949 Beiping fue capturada por el ELP sin ningún combate y cambiaron su nombre por el de Pekín (Beijing). Entre abril y noviembre cayeron otras ciudades importantes con la mínima resistencia. El 21 de abril las fuerzas de Mao cruzaron el río Yangtse y capturaron Nanjing, la capital del KMT. En un corto espacio de tiempo empujaron los restos de las desmoralizadas y desorganizadas fuerzas del KMT hacia el sur del país.

La China comunista

El 1 de octubre de 1949 se proclamó oficialmente la República Popular de China y Mao fue elegido presidente. Los seis primeros años de poder comunista se caracterizaron por una hábil combinación de firmeza y flexibilidad. Pero la represión comenzó pronto contra los cuadros del régimen vencido y continuó en sucesivas ocasiones. Siguió el modelo soviético para la construcción de la sociedad socialista mediante la redistribución de la tierra, la creación de una industria pesada y el establecimiento de una burocracia centralizada. Sin embargo, desarrolló una alternativa comunista china que reflejaba la diferente demografía de su país, su propia experiencia con los campesinos y su hostilidad hacia la burocracia.

"Desde ahora en adelante, cuando alguien de nuestras filas que haya hecho algún trabajo útil muere., sea soldado o cocinero, tendremos una ceremonia fúnebre y una reunión recordatoria en su honor. Esto se convertirá en regla. Y se introducirá también en el pueblo. Cuando alguien muera en una aldea, que se haga. una reunión recordatoria. De esta manera nosotros expresamos nuestro luto por el muerto y unimos a todo el pueblo». Mao Zedong. Discurso Servir al pueblo en memoria de Chang Szu-teh pronunciado el 8 de septiembre de 1954

En 1957 inició la aplicación de su política mediante el denominado Gran Salto adelante, intentando sustituir el Estado burocrático por un sistema celular de comunas locales autónomas. El Gran Salto fracasó a principios de la década de 1960. También en febrero de 1957 Mao lanzó una invitación que alentaba al pueblo a criticar al Partido. "Dejad que florezcan cien flores", anunció, pidiendo al pueblo que diera rienda suelta a nuevas ideas. Mao percibía que la sociedad china tomaba un rumbo que no era exactamente el que él había diseñado y concretado, y quería escuchar lo que la gente tenía para decir.

Retirado en 1959 como cabeza visible del Estado, los dirigentes comunistas retomaron la práctica del socialismo de la Europa del Este. Contraatacó y movilizó a la juventud a través de la Guardia Roja durante la Revolución Cultural proletaria (1966-1969), promovida para atacar a la clase dirigente comunista durante este período, Mao logró desarticular y luego reorganizar el partido gracias a la participación de la juventud, a través de la Guardia Roja.

Mao lanzó la llamada Revolución Cultural (conocida en su totalidad como la Gran Revolución Cultural Proletaria) en agosto de 1966, en una reunión del Pleno del Comité Central. Cerró las escuelas de la nación y llamó a una movilización masiva de la juventud para que se enfrentara a los actuales dirigentes del partido por su adopción de los valores burgueses y su falta de espíritu revolucionario.

Su visión del socialismo iba más allá de darle comida, ropa y derechos básicos a su pueblo, su objetivo revolucionario era eliminar las viejas relaciones opresivas económicas y sociales y el cuestionarse las ideas y los valores que se basaban relaciones opresivas y en donde estaban sustentadas. Una idea crucial en su ideario político era el alcanzar una revolución en el modo de pensar y de actuar de la gente, aseverando: "Vivir no consiste en respirar sino en obrar."

El pensamiento y la acción de Mao Zedong logro que el pueblo chino fuera, por fin, el dueño de la nación china. Su filosofía política como dirigente comunista y revolucionario quedó plasmada en su obra "Los pensamientos del presidente Mao"

Mao Tsé-tung falleció el 9 de septiembre de 1976 en Pekín. 
 




viernes, 8 de diciembre de 2017

ABAJO EL TELÓN

La película se basa en la historia de la accidentada puesta en escena del musical The Cradle Will Rock escrito por Marc Blitzsteinen 1937.

Durante los años 30, mientras los huelguistas reclamaban sus derechos laborales a lo largo del país, Nueva York vive una revolución cultural sin precedentes. Este es el trasfondo sobre el que se van a entrelazar las historias de varios personajes, reales y ficticios, entre los que se encuentra un joven Orson Welles, quien dirige el Grupo de Teatro Federal en una fallida producción de "The cradle will rock", que será cancelada en la víspera de su estreno por el ejército. Hallie Flanagan, directora del Federal Theatre Proyect de la Works Progress Administration; Fue perseguida sospechada de tendencias comunistas por el Comité de Actividades Antiestadounidenses. Además, alrededor de su figura se moverá su inseparable productor John Houseman, Nelson Rockefeller, a quien se le ocurre encargar un mural para su nuevo centro al izquierdista pintor mexicano Diego Rivera o Margherita Sarfatti, la emisaria cultural de Mussolini, encargada de conseguir dinero para la causa fascista a cambio de obras de arte.
Las canciones y muchos de los diálogos son los originales de la obra de Blitztein. Los diálogos del Comité de Actividades Antiestadounidenses son también originales, basados en las actas de dicho organismo.


La historia de Diego Rivera y Rockfeller

Aunque también existe una historia paralela en la película : la del pintor mejicano Diego Rivera y Rockefeller. Las más destacadas pinturas de Rivera en Estados Unidos se encuentran en el San Francisco Art Institute -Escuela de Arte de San Francisco- así como en el Instituto de Artes de Detroit.
Hacia 1933, se da uno de los sucesos más controvertidos en su vida. Cuando el industrial John D. Rockefeller Jr. contrata a Rivera para pintar un mural en el vestíbulo de entrada o "lobby" del edificio RCA en la ciudad de Nueva York. Este era el edificio principal de un conjunto de construcciones que se habría de denominar como Rockefeller Center.
El edificio, situado en Fifth Avenue, una de las avenidas más famosas, se posicionaba como uno de los emblemas más importantes del capitalismo. Diego Rivera, diseñó para esta ocasión, el mural denominado El hombre en el cruce de caminos o El hombre controlador del universo. Pero cuando Rivera se encontraba a punto de completarlo incluyó un fresco de Lenin. La reacción de la prensa y la controversia que suscitó el retrato de Lenin, fue inmediata: En pleno centro del capitalismo, habían pintado a un líder comunista.
Rockefeller, vio el retrato como insulto personal y mandó cubrir el mural y más tarde ordenó que fuera destruido. Rivera poco después regresó a México en 1934, donde pintó el mismo mural El hombre en el cruce de caminos" en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes de México



viernes, 3 de noviembre de 2017

MANUEL AZAÑA: UN POCO DE HISTORIA

Manuel Azaña (Alcalá de Henares, 1880- Montauban, 1940), fue Presidente del Gobierno de España (1931-1933, 1936) y presidente de la Segunda República Española (1936-1939). Su valioso legado y su trayectoria política no se puede resumir en unas pocas líneas, hoy es un día para poner en valor su figura y reivindicar su memoria en esta España que condena al olvido a los luchadores por la libertad y la democracia y ensalza y homenajea a los golpistas.

"Seamos hombres, decididos a conquistar el rango de ciudadanos o a perecer en el empeño. Y un día os alzaréis a este grito que resume mi pensamiento: ¡Abajo los tiranos!" Manuel Azaña.

SU VIDA

D.Manuel Azaña Díaz nació en la calle Imagen de Alcalá de Henares el 10 de enero de 1880, en el seno de una familia de larga tradición alcalaína. Su padre Esteban Azaña Catarineu fue alcalde de Alcalá cuando se erigió la estatua a Cervantes y es autor de la Historia de la ciudad de Alcalá de Henares. Su madre, Josefa Díaz-Gallo Muguruza, muere en 1889 y, poco después, su abuelo Gregorio. Al año siguiente muere también su padre. Manuel y sus hermanos: Gregorio, Carlos, que fallecerá de niño, y Josefa quedaron al cuidado de su abuela, Concepción Catarineau. Estudió en el Colegio Complutense, en el Instituto Cisneros y en los Agustinos de el Escorial.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza en 1897, se doctoró en 1900 con la tesis La responsabilidad de las multitudes.  Con un grupo de amigos funda la revista Brisas del Henares y colabora con la revista Gente vieja bajo el seudónimo de Salvador Rodrigo. Trabaja como pasante en un despacho de abogados de Madrid que abandona para regresar a Alcalá a gestionar el patrimonio familiar. Administra  las tierras familiares, un tejar, una fábrica de jabón y crea, junto a su hermano Gregorio, una empresa dedicada a la electricidad. funda la revista La Avispa, dedicada a la crítica municipal En 1909 ingresó como funcionario en la Dirección General de los Registros y del Notariado y el 4 de febrero de 1911, en la inauguración de la Casa del Pueblo de Alcalá de Henares pronuncia su primera conferencia política "El problema español"

"... no se estudia para saber, sino para aprobar, y no se enseña a discurrir ni se procura formar la inteligencia sino que se obliga a los muchachos a recitar  de coro ridículos manuales, llenos de insensateces(...) En general, a los muchachos de España no se les enseña nada que pueda ir contra el prejuicio religioso, ni contra determinadas instituciones; para ello no se tiene escrúpulos en faltar descaradamente a la verdad, o en presentar las obras, los trabajos y los descubrimientos de los enemigos (...) villanamente adulterados.

(la educación actual)... no se encamina a formar el carácter, poniendo su centro de gravedad en la propia conciencia, adoctrinando a los hombres en los fueros eternos del respeto de sí propios, de su dignidad personal y del respeto que a los otros les es debido, sino que se funda toda entera en el dogmatismo religioso, de donde resulta que cuando la fe se pierde, desaparecen también para la mayoría de los hombres los motivos que antes tuvieron para ser honrados y cabales.

Los hombres de mi generación (...) no queremos ni podemos perder la esperanza en el porvenir (...) De ahí nuestro propósito (...) persuadir a nuestros conciudadanos de que hay una patria que redimir y rehacer por la cultura, por la justicia y por la libertad.

Por la cultura, he dicho y si lo meditáis bien comprenderéis que lo he dicho todo. Dadme esa tarea, que es la más larga y decisiva: dadme la Universidad- decía Renan- y lo demás os lo abandono todo".

El problema español
Conferencia pronunciada en la casa del pueblo de Alcalá de Henares
4 febrero 1911

En 1911 viaja a París. Colabora en los diarios El Imparcial y El Sol. Dirigió las revistas La Pluma y España entre 1920 y 1924. Fue secretario del Ateneo de Madrid (1913-1920) y Presidente en 1930. En 1926 fundó Acción Republicana, perseguido por la Dictadura de Primo de Rivera.

Fue uno de los políticos y oradores más importantes en la política española del siglo XX, además de un notable periodista y escritor, consiguió un premio nacional de literatura en 1926 Su obra La velada en Benicarló sobre la Guerra Civil Española es una interesante reflexión acerca de la década de los años treinta en España. Sus Diarios -dados a conocer al gran público hace unos años- son uno de los documentos más importantes de este momento histórico.

SUS PRIMEROS AÑOS

Entre noviembre de 1911 y octubre de 1912 permanece en París

En 1914 se afilia al Partido Reformista liderado por Melquíades Álvarez, siendo ese mismo año elegido secretario del Ateneo de Madrid, cargo que ejerce hasta 1920. Por ese partido se presentó candidato a Diputado en Cortes por el pueblo toledano de Puente del Arzobispo, sin éxito. Firma el manifiesto de la Liga de Educación Política Española. Durante la Primera Guerra Mundial, Azaña es un firme defensor de la causa aliada. Visita el frente de guerra en tres ocasiones. Publica su primer libro Estudios de la política francesa contemporánea. La política militar en 1919.  En 1920 funda la revista La Pluma junto con el que, pasando el tiempo, sería su cuñado Cipriano Rivas Cherif y en 1922 dirige el semanario España.

Fracasada su candidatura a diputado por Puente del Arzobispo en 1918 y 1923, tras el golpe de estado de Primeo de Rivera manifiesta su rechazo a esta. Muy crítico con la Dictadura de Primo de Rivera, publica en 1924 un enérgico manifiesto Apelación a la República contra el dictador y el rey Alfonso XIII, donde declara incompatible la monarquía con el verdadero liberalismo, que es esencialmente democrático. Al año siguiente funda junto con José Giral el partido Acción Republicana.

En 1926 recibe el Premio Nacional de Literatura por su Vida de don Juan Valera. En 1927 aparece El jardín de los frailes. Durante este periodo, Azaña que domina el francés y el inglés, traduce numerosas obras (la Biblia en España de Borrow, Memorias de Voltaire, La esfera y la cruz de Chesterton o la Antología Negra de Cendrars).

En 1929 se casa con Dolores de Rivas Cheriff, hermana de Cipriano.

En junio de 1930 es elegido Presidente del Ateneo de Madrid  y publica su obra teatral La corona. Formó parte del Comité Revolucionario (1930), que contribuyó a la instauración de la República, en cuyo gobierno provisional ocupó la cartera de Guerra primero y la Presidencia después. Las elecciones a Cortes Constituyentes en Junio de 1931, le confirmaron como Jefe del Ejecutivo, puesto del que dimitirá en Septiembre de 1933.

En diciembre de 1930 tras la sublevación de Jaca, Azaña se oculta y comienza a escribir Fresdeval, que deja inconclusa.

SU ETAPA REPUBLICANA

Nombrado ministro de la Guerra en el Gobierno provisional de la ya Segunda República el 14 de abril de 1931, sustituye pronto a don Niceto Alcalá-Zamora como presidente del Gobierno provisional (en octubre del mismo 1931), debido a la dimisión de éste por el tema de la cuestión religiosa. Como presidente del gobierno de coalición republicano-socialista lleva a cabo las principales reformas previstas en el programa republicano: Reforma del Ejército, para dimensionarlo de acuerdo con la capacidad del país, Reforma Agraria, Reforma de la Enseñanza, suprimiendo la religiosa y potenciando la pública, estatuto de autonomía de Cataluña, etc. Tuvo además tiempo para estrenar su drama La Corona.

Todas estas cuestiones políticas, junto con la agitación social existente en gran parte del país, le acarrearán múltiples problemas con los poderes fácticos, especialmente con la Iglesia y parte del Ejército, en concreto de quienes siguieron al general José Sanjurjo en agosto de 1932. El golpe de 1932 fue casi inmediatamente abortado y el gobierno indultó al general Sanjurjo. La facilidad con que se neutralizó la primera sublevación militar contra la República llevó a pensar que le nuevo régimen estaba definitivamente asentado y las Cortes aceleraron la aprobación del Estatuto de Cataluña y la Ley de Reforma Agraria.

Su Gobierno puso en marcha un ambicioso plan de Obras Públicas: inauguró Nuevos Ministerios y la prolongación del Paseo de la Castellana, comenzó las obras en el cuartel del Goloso y del puerto de Bermeo, y se crearon nuevas líneas de autobuses y ampliaciones del metro de Madrid.

También se desarrolló una intensa actividad cultural: se impulsaron las Misiones Pedagógicas, se inauguró el museo Sorolla y la Escuela Normal de Maestros, se celebró la primera Feria del Libro de Madrid y se reconoció el trabajo de diferentes artistas como Antonia Mercé, La Argentina.

El Gobierno tampoco desatendió las relaciones internacionales: estuvo presente en la Sociedad de Naciones, el principal organismo internacional de la época, se estrecharon lazos con Marruecos, cuyo Jalifa fue recibido en Madrid y, el jefe de gobierno francés, Édouard Herriot, visitó España en noviembre de 1932.

Finalmente, los sucesos de Casas Viejas, Castilblanco y Arnedo motivaron su cese el 8 de septiembre de 1933 por parte del presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora. 

Los sucesos de Casas Viejas

En enero de 1933, los campesinos de un pequeño pueblo de Cádiz se hicieron fuertes en la casa del anarquista apodado "Seisdedos" y se produjo la tragedia. Los Guardias de Asalto rodearon la casa, mataron a los anarquistas y los cadáveres quedaron expuestos para escarmiento general. Los acontecimientos de Casas Viejas fueron utilizados por la oposición para acabar con el gobierno de Azaña.

Aunque las Cortes le eximieron de cualquier responsabilidad directa, la prensa y la posición se cebaron con él. El nacimiento de una nueva coalición de derechas, La Confederación de Derechas Autónomas (CEDA), dirigida por José María Gil Robles, movilizaría al electorado católico que daría la victoria a las derechas en noviembre de 1933, poniendo fin al Bienio Azañista.

En la oposición

En las elecciones de noviembre de 1933 vence la coalición de derechas CEDA. Durante este periodo, la entrada de tres ministros de la CEDA en el cuarto gobierno de Lerroux (4 octubre de 1934 a 3 de abril de 1935) y la desactivación en la práctica de todas las medidas renovadoras que se habían implementado durante el primero, provocaron la proclamación de la republica catalana el 6 de octubre de 1934 y la Revolución de Asturias.

En Abril de 1934, ya en la oposición, consiguió la unidad republicana con los partidos de Marcelino Domingo y Santiago Casares Quiroga, dando lugar a Izquierda Republicana, organización política de la que fue elegido Presidente, fruto de la fusión de Acción Republicana con el Radical-Socialista, y la Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA) . En Octubre del mismo año fue detenido bajo la falsa acusación de estar implicado en los sucesos revolucionarios de Asturias y Cataluña. Permaneció encarcelado a bordo del buque Ciudad de Cádiz, Alcalá Galiano y del destructor Sánchez Barcáiztegui, anclado en el puerto de Barcelona. Publicará su versión de los hechos en Mi rebelión en Barcelona(1935).  Tras su liberación en Enero de 1935 inició una campaña política que dio lugar a la creación del Frente Popular, coalición que obtuvo la victoria en las elecciones de Febrero de 1936. Se revela como como la gran figura de la izquierda republicana en la campaña de " discursos en campo abierto". Los grandes mítines en los campos de Mestalla (Valencia), Lasesarre (Baracaldo) y Comillas (Madrid) están en la base de la victoria del Frente Popular. En Mayo de aquel año fue elegido Presidente de la República, cargo que ocupó durante la guerra civil que sufrió España durante los años 1936-1939.

El Frente Popular

El 16 de febrero de 1936, resulta vencedora la coalición de partidos de izquierda que se denominó Frente Popular, siendo encargado Azaña de formar gobierno, lo que lleva a cabo el 19 del mismo mes. Tras la destitución de Alcalá-Zamora, es nombrado Presidente de la República el 10 de mayo de 1936.

El comienzo de la guerra civil, tras sus inútiles intentos de concienciar a las distintas fuerzas políticas republicanas de los peligros de su desunión, supone un duro golpe para él. A todo esto se unió la soledad en que se encontró en Madrid por parte del Gobierno republicano. El posterior desarrollo de la contienda empeoró su estado de ánimo, como queda fielmente reflejado en sus cuadernos de memorias, donde se relatan sus desencuentros con líderes del gobierno, como Francisco Largo Caballero y especialmente con Juan Negrín.

La Presidencia de la República abandona la capital a mediados de octubre y se instala en Barcelona. Azaña vive los enfrentamientos entre anarquistas y Generalitat, que dan lugar a la obra La velada de Benicarló.

Azaña entregó en 1936 los cuadernos de sus memorias a su cuñado, Cipriano de Rivas Cherif, entonces cónsul de España en Ginebra, pensando que estarían a salvo fuera de España. Tres de ellos fueron robados del consulado de Antonio Espinosa. Correspondían a un periodo cronológico tenso: la sublevación de Sanjurjo,  en agosto de 1932, la represión de Casas Viejas en enero de 1933 y la crisis del verano de ese mismo año que acabó con el gobierno republicano-socialista. habían permanecido en el Pardo hasta que, en 1996, Carmen Polo los entregó al Estado española. Los manuscritos se conservan en el Archivo Histórico Nacional.

Azaña se traslada a Valencia y pronuncia en su ayuntamiento el primero de sus últimos cuatro discursos ( 21 de enero de 1937); los otros tres tendrán lugar en julio de 1937 en la Universidad de Valencia,  en noviembre de 1937 en el ayuntamiento de Madrid y su último discurso Paz, Piedad y Perdón en Barcelona.

El 18 de julio de 1938, ante las Cortes reunidas en Barcelona, pronunció el célebre discurso en el que instaba a la reconciliación entre los dos bandos, bajo el lema Paz, Piedad, Perdón. Este discurso, como tantos otros de los que no se guarda documentos sonoro, pero si están transcritos íntegramente, muestran la figura que fue Azaña para la República, la lucidez de sus palabras que le acompañaron durante toda su carrera política y literaria. Basta escuchar el discurso para darse cuenta que sus palabras están cargadas de una profundidad infinita. Azaña hizo más grande, si cabía, su figura histórica, dejando al margen cualquier interés de índole particular y pensando en el porvenir que aguardaba no sólo a los ciudadanos de su República, sino a todos los ciudadanos ya que Azaña en el año 1938 ya hablaba que este conflicto no era sólo un problema español, pronto el tiempo le dio la razón.

Tomada Barcelona por las tropas de Franco el 26 de enero de 1939 y Gerona el 5 de febrero, este mismo día se retira a Francia y el 27 del mismo mes presenta su dimisión como Presidente de la República, siendo sustituido por Diego Martínez Barrio.

EXILIO Y MUERTE

En enero de 1939, Azaña se traslada a la frontera francesa. En la Vajol (Gerona) se arriará por última vez la bandera republicana.

Sale de España el 5 de febrero de 1939. Refugiado en el Rosellón, con media Francia ocupada por el ejército alemán y otra media bajo administración del gobierno títere de Pétain, es vigilado y hostigado sin cesar por agentes del régimen del General Francisco Franco, que pretenden su captura y deportación a España.  

Finalmente, la Gestapo decide detenerlo. Sin embargo, el embajador de México ante el régimen de Vichy, Luis Rodríguez, prevenido al parecer por un soplo procedente de los propios alemanes, consigue librar al presidente de sus captores y trasladarlo en un difícil viaje en ambulancia a Montauban, en primer lugar al 34 de la rue de Michelet y después al Hôtel du Midi, donde la legación mexicana utiliza varias habitaciones como sede provisional en la que se refugian numerosos españoles exiliados en espera de poder huir de Francia.

Azaña se instalará  en junio de 1940 con su mujer en la habitación número 11 del Hôtel du Midi, la misma que utiliza como vivienda y despacho el embajador (donde hay aún una placa que recuerda ese hecho). y allí, prematuramente envejecido y agotado por las penalidades sufridas, fallece.

Falleció en Montauban en Francia, tras una larga enfermedad, el 3 de Noviembre de 1940, tras haberse exiliado durante las postrimerías de la guerra.

El mariscal Pétain prohibió que fuera enterrado con honores de Jefe de Estado: sólo accedió a cubrir su féretro con la bandera española, a condición de que ésta fuera la bicolor monárquica y del bando nacionalista aliado, y en modo alguno la bandera republicana. El embajador de México decidió entonces que fuera enterrado con la bandera mexicana. Según cuenta en sus memorias, Rodríguez le dijo al prefecto francés:

Lo cubrirá con orgullo la bandera de México- Para nosotros será un privilegio; para los republicanos, una esperanza, y para ustedes, una dolorosa lección.

Sus restos reposan en el cementerio de Montauban (Trapeze Q, Section 7). Dejó escrito que no se moviesen del sitio donde reposaran.

Relevante escritor y periodista, fue premio nacional de literatura en 1926, por su obra Vida de Juan Valera. Autor de novelas como El jardín de los frailes y Fresdeval, también realizó incursiones en el teatro con obras como La Corona. Asimismo fue un relevante traductor y ensayista. Su obra La velada en Benicarló, compuesta por una serie de diálogos sobre la guerra de España, y que puede considerarse como la más importante reflexión acerca de la década de los años treinta en nuestro país. De igual modo dejó escritas unas Memorias que constituyen el más apasionante documento sobre la IIª República Española. La otra gran faceta de su personalidad pertenece a su actividad como orador. Sus discursos eran considerados como acontecimientos nacionales, como en el caso del famoso discurso en campo de Comillas en Madrid, el 20 de octubre de 1935.

Manuel Azaña

miércoles, 1 de noviembre de 2017

ARGELIA

Argelia es una meseta maciza, seca; la mayor parte de la población vive en el Tell, una franja estrecha que da al Mediterráneo. Hacia 1830, año en que los colonizadores franceses entraron en el territorio, los vecinos eran todos musulmanes, pero pertenecían a tres capas de población: Los beréberes, descendientes de los antiguos habitantes, habían sido rechazados a las montañas y a una parte del Sahara. El grupo más importante, los kabilas, habitaban en el macizo montañoso al este de Argel y vivían del cultivo y la ganadería. Aunque convertidos al mahometis- mo, conservaron su lengua tradicional y siguieron considerándose independientes del gobierno de Argel, a tanto que se negaban a pagar tributos. Los nómades, árabes, llegados en el siglo XI, que habitaban en la meseta y el desierto; vivían bajo tiendas, criaban camellos, cabras y carneros. Los moros, musulmanes de raza mezclada, habitaban en las ciudades dedicados al comercio. En las ciudades también habitaban judíos orientales, turcos y renegados europeos convertidos al mahometismo para servir de soldados, marinos o funcionarios.

En 1830 las fuerzas colonialistas francesas se instalaron en Argelia, desplazando al dominio turco. Colonos franceses se apoderaron de las mejores tierras y, junto a una pequeña oligarquía argelina, explotaron a la mayoría de árabes y bereberes. En 1847, Francia había vencido casi completamente la resistencia de los argelinos, pero ésta siguió activa hasta 1884. Solo en el año 1954 se inició el movimiento que combatió contra 500.000 soldados franceses. Fue una larga y cruenta lucha para lograr la independencia. El presidente de Gaulle promovió unas negociaciones de paz, culminando con un plebiscito sobre la independencia.

Tras la Segunda Guerra Mundial, en la sociedad argelina empezó a tomar conciencia de la opresión colonial francesa y a crecer el sentimiento de la independencia. Muchos militares argelinos que habían colaborado en liberar Francia del régimen nazi, se vieron frustrados por el trato que la metrópoli daba a los ciudadanos nativos.

La guerra de independencia

Francia se debilitó ante el avance de la lucha anticolonialista en todo el mundo. En 1954 su ejército fue derrotado en Indochina. Con ello, crece el movimiento nacionalista argelino y fueron muchos los soldados argelinos que empezaron a considerar que era el momento de obtener la independencia para Argelia.

La guerra de independencia se llevó a cabo en forma de lucha de guerrillas y enfrentamientos contra el ejército francés y los colaboracionistas de origen local llamados Harkis. Los guerrilleros independentistas se denominaban muyahidines.

El 1 de noviembre de 1954, el Frente de Liberación Nacional Argelino inicia su larga guerra de liberación contra Francia, que culminará con la victoria en 1962. Tras la Segunda Guerra Mundial, en la sociedad argelina (colonia francesa desde el siglo XIX) empezó a crecer el sentimiento de la independencia, ya que vieron el trato nefasto que los franceses daban a los ciudadanos nativos.

El 1 de noviembre de 1954, el FLN lanzó su ofensiva para lograr la independencia mediante ataques coordinados a los edificios públicos, militares, puestos de policía e instalaciones de comunicaciones. Un continuo aumento en la acción de la guerrilla durante los siguientes dos años forzó a los franceses a llevar 400.000 tropas francesas a Argelia. La estrategia del FLN combinó las tácticas guerrilleras con un deliberado uso del terrorismo. En 1954, estallaron los primeros movimientos y desde allí, Francia intentó evitar la independencia a toda costa, utilizando incluso a la famosa Legión Extranjera.

En 1956-1957 la guerra se extendió a las ciudades, y tuvo lugar lo que se conoce como la "Batalla de Argel": los ataques guerrilleros del FLN contra objetivos civiles y militares franceses fueron contestados de forma brutal por los paracaidistas del general Jacques Massu. La tortura generalizada y la ejecución sumaria de centenares de sospechosos se convirtieron en recursos normales en la acción del ejército francés en el populoso barrio musulmán llamado la Casbah, bastión de la resistencia.

El 3 de julio de 1962, tras una cruenta guerra de independencia entre tropas nacionalistas y tropas colonialistas francesas, Argelia culmina su guerra de liberación y logra su tan anhelada independencia de Francia. Viendo los resultados que en Indochina habían registrado las tropas nacionalistas del actual Vietnam, múltiples tropas argelinas comenzaron a gestar la idea de que Argelia, una de las colonias claves de Francia ubicada al norte de África, debía ser libre. 



Los pied noirs

El 5 de julio de 1962 Francia reconoció la independencia de Argelia, la que había sido su colonia durante 130 años, después de casi una década de guerra. Significó la expulsión de 350.000 colonos europeos de origen francés, italiano y español. Se trataba de un desenlace que afectó directamente a la comunidad ‘pied-noir’, una distinción con la que se identificaba a la ciudadanía francesa residente en el país norte-africano. 

Los ‘pied-noirs’ arrastraban el estigma de defender la colonización .A Francia llegaron, al terminar la guerra, cerca de un millón de pieds-noirs, que  sintieron que eran recibidos con recelos. A ellos hay que sumar el más un millón de excombatientes, y cerca de un millón  de argelinos o franco-argelinos, además de los 60.000 harkis, argelinos que cooperaron con las fuerzas francesas durante la guerra, se refugiaron en Francia. 

La reinserción de los repatriados de Argelia fue origen de abundantes problemas sociales. Tres cuartas partes de los pied noirs en Argelia tenían ingresos un 20% inferiores a los franceses:  Muchos tuvieron que dormir en la calle cuando llegaron a Francia, donde la mayoría nunca había puesto un pie y no tenía familia ni apoyo. Algunos también sufrieron el resentimiento de los metropolitanos que, en general, no estaban a favor de la guerra y habían sufrido reclutas muertos o heridos en Argelia.

Los refugiados desembarcaron del portaaviones "La Fayette"
en Toulon el 19 de julio de 1962.

La figura de Ben Bella

Un 25 de diciembre de 1916 nacía un revolucionario: Ahmed Ben Bella. Nació en Maghnia, Argelia, era hijo de una familia de campesinos. Durante la Segunda Guerra Mundial combatió a las potencias del Eje como miembro del ejército de Francia el cual lo condecoró por su valentía.

Fue el primer presidente de la República Argelina Democrática y Popular, surgida tras las conversaciones del Frente de Liberación Nacional y las autoridades coloniales francesas que se vieron obligadas a sentarse a la mesa de negociaciones después de una cruenta guerra que dejó millones de muertos.

Ben Bella

Ben Bella fue uno de los artífice de la independencia de Argelia: Hijo de campesinos, saltó a la política al finalizar la Segunda Guerra Mundial, integrándose en el Movimiento para el Triunfo de las Libertades Democráticas. En 1947 fundó dentro del Movimiento un grupo dedicado a la lucha armada contra los franceses para lograr la independencia de Argelia: la OAS. Detenido en 1950 por sus actividades terroristas, consiguió fugarse en 1952 y pasó a la clandestinidad.

Concluida la guerra Ben Bella comenzó su lucha por la independencia de Argelia. Fue arrestado en 1952 por las autoridades francesas, pero escapó y huyó a Egipto. En 1954 fue uno de los nueve miembros originales del Comité Revolucionario que después se convertiría en el Frente de Liberación Nacional de Argelia (FLN). Organizó la insurrección contra la presencia colonial francesa; durante años dirigió la resistencia desde su exilio en Libia. En 1956 fue descubierto a bordo de un avión marroquí en una operación de suministro de armas al FLN y fue encarcelado en Francia.

Detenido de nuevo en 1956, Ben Bella fue liberado y regresó a su paíya sólo sería liberado como parte de las condiciones de los Acuerdos de Evian, que otorgaron la independencia a Argelia (1962). Se impuso sobre las restantes facciones del FLN, derrotando en las elecciones presidenciales a su rival Yusuf Ben Jedda haciéndose elegir jefe del primer gobierno argelino (1962) y primer presidente de la República (1963).

Ben Bella fue una figura muy activa en la política internacional y apoyó diversos movimientos de liberación nacional africanos. Su política interior estuvo marcada por reformas de carácter socialista, como la nacionalización de la tierra. En 1963 se aprobó una Constitución que hacía de Argelia una república de tipo presidencialista. 

Apenas tuvo tiempo de poner a prueba su programa de modernización del país sobre un molde socialista y nacionalista, pues su personalismo condujo al golpe de Estado del coronel Boumedienne en 1965. Permaneció encarcelado sin juicio hasta 1980 y luego marchó al exilio, orientándose hacia el integrismo islámico. Regresó a Argelia con la descomposición del régimen de partido único en 1990.

Luego de la muerte de Boumediane las condiciones de vida de Ben Bella en la cárcel mejoraron y en 1979 fue trasladado junto a su familia a la localidad de M'Sila, en el sur del país. Tras dieciocho meses el nuevo presidente Nacer Chadli le asigna una pensión de 12.000 dinares y un chalet en Alger-Bologhine.

En septiembre, es autorizado a realizar peregrinación a La Meca, y luego un viaje a los Estados Unidos, donde visita las reservas de los indígenas americanos. Tras esto decide no regresar a Argelia y se convierte en un crítico del FLN. En octubre de 1980, se exilia en Ginebra, Suiza. Allí crea el Movimiento Democracia para Argelia (MDA), que no fue legalizado hasta 1990. 

En 1981 es nombrado Presidente de la Comisión Islámica Internacional de Derechos Humanos. A partir de ese momento y hasta el año 2003, cuando fue elegido presidente de la Campaña Internacional contra la Agresión en Irak en la Conferencia de El Cairo, Ben Bella quedó al margen de la política.

En 1983, con ya sesenta y siete años, veintidós de los cuales pasó en prisión, Ahmed Ben Bella critica abiertamente al régimen del Presidente Chadli Bendjedid y habla sobre la corrupción y el mal gobierno que afectan a los países del Tercer Mundo.

En 1990 volvió a su país para participar de las primeras elecciones en Argelia, tras la desaparición del régimen de partido único, y participar en la política como uno de los líderes de la oposición. Finalmente su partido no se presentó a las elecciones, ganadas por el entonces gobernante Frente Islámico de Salvación (FIS).

Ben Bella


En 1992 el coronel Chadli Benjedid  anunció su renuncia al cargo para evitar que el Frente Islámico de Salvación tomara el control del Parlamento; el FIS, en las elecciones de Diciembre de 1991, había ganado 188 de los 221 escaños y era seguro que en los comicios de enero obtendría la mayoría absoluta. Las autoridades invalidaron este resultado y suspendieron indefinidamente las futuras elecciones. Finalmente, apresaron al jefe del FIS Abdelkader Hachani y clausuraron todas las sedes del movimiento islámico., el ejército impulsó un nuevo golpe de Estado y Argelia inició una década de guerra civil entre el poder militar y los movimientos islámicos radicales. Ben Bella se convirtió entonces en un líder pacifista internacional.

En 2012 fue internado varias veces en el Hospital Militar de Ain Naadja debido a una enfermedad que finalmente le produjo la muerte el 11 de abril de 2012.

Argelia es, después de Sudán, es el país de mayor extensión en el continente africano - 2.381.751 kilómetros - y con una población que supera los 25 millones de habitantes. En el norte, tiene costas en el mar Mediterráneo.

lunes, 30 de octubre de 2017

MIGUEL HERNÁNDEZ POETA DEL PUEBLO

De familia humilde, tiene que abandonar muy pronto la escuela para ponerse a trabajar; aún así desarrolla su capacidad para la poesía gracias a ser un gran lector de la poesía clásica española.
Forma parte de la tertulia literaria en Orihuela, donde conoce a Ramón Sijé y establece con él una gran amistad.

Miguel Hernández estuvo interesado por el teatro y asistía a representaciones que se celebraban en la Casa del Pueblo de Orihuela, incluso llegó a participar en alguna de ellas. Publica algunos poemas en el periódico de Orihuela y la revista El Gallo Crisis.

A partir de 1930 comienza a publicar sus poesías en revistas como El Pueblo de Orihuela o El Día de Alicante. En la década de 1930 viaja a Madrid y colabora en distintas publicaciones, estableciendo relación con los poetas de la época. Lleva sus versos al escritor Ernesto Giménez Caballero director de La Gaceta Literaria, una de las mejores revistas literarias del momento, pero no logra que se los publiquen. Publicó, esta vez en la revista Cruz y Raya, su auto sacramental Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras, fue colaborador de José María de Cossio en Los toros y conoce a poetas como el chileno Pablo Neruda, y los españoles Rafael Alberti, Luis Cernuda y otros.

En su obra, la calidad estilística de sus versos resultado de su apasionada lectura de los clásicos españoles del Siglo de Oro va unida a una estremecedora fuerza expresiva. La voz vehemente y desgarrada del poeta convierte el amor, la vida y la muerte en una experiencia poética marcada por una vitalidad trágica. A su vuelta a Orihuela redacta Su primera colección de poemas fue Perito en lunas (1933) con una clara influencia gongorina, como en El rayo que no cesa (1936), y que se considera su obra más lograda.

Ya establecido en Madrid, trabaja como redactor en el diccionario taurino de Cossío y en las Misiones pedagógicas de Alejandro Casona; colabora además en importantes revistas poéticas españolas. Escribe en estos años los poemas titulados El silbo vulnerado e Imagen de tu huella, y el más conocido El Rayo que no cesa (1936).

Sus poemas tratan del amor, la muerte, la guerra y la injusticia. En la guerra compuso Viento del pueblo (1937), poesía militante. La crueldad de la guerra y el sufrimiento de el campo de batalla es lo aparece en El hombre acecha (1938). Ya preso, termina Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941). Esta obra trata del amor hacia la esposa e hijos y la soledad del prisionero. Miguel Hernández colabora en Revista de Occidente y mantiene una relación con la pintora Maruja Mallo, que le inspira parte de los sonetos de El rayo que no cesa.

Se casó el año 1937 con Josefina Manresa. Afiliado al Partido Comunista Español, en la República tomó parte en las Misiones pedagógicas, intentando llevar la cultura a las zonas más deprimidas de España. Durante la Guerra Civil española Miguel Hernández se alistó en el ejército republicano y asistió al Congreso internacional de intelectuales antifascistas de 1937 en Valencia. Tras la guerra fue detenido en la frontera portuguesa.

Durante la guerra compone Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1938) con un estilo que se conoció como “poesía de guerra”. En la cárcel acabó Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941). En su obra se encuentran influencias de Garcilaso, Góngora, Quevedo y San Juan de la Cruz.

Era el 9 de marzo de 1939 y la desbandada en la España republicana era ya una tremenda realidad. El empresario editorial José M.ª de Cossío, para quien Miguel Hernández había trabajado en 1935 en la elaboración de la enciclopedia Los Toros con Espasa-Calpe, le acompañó andando hasta las afueras de la capital. Allí se despidieron y Miguel puso rumbo a Orihuela y a Cox, donde residían su esposa, Josefina, y su hijo, Manolillo. El poeta llegó a Cox el 14 de abril para celebrar un emotivo encuentro como padre y esposo, pero la alegría duró un suspiro. La situación durante los últimos días de marzo fue de auténtica desesperación para miles y miles de personas que llegaban a Alicante como último bastión de la República desde donde escapar en algún barco de la esperanza.

El 28 de marzo de 1939 ha pasado a la historia de este país como fecha clave del exilio español. En ese momento, el puerto de Alicante es un hervidero humano, donde el drama y la desesperación inundan las mentes y los corazones de miles de republicanos españoles que sueñan con escapar de la represión de los vencedores. Al ver la llegada de las tropas, algunos gritan con la angustia de saber que sus días y los de sus familias pueden haber llegado a su fin. Son los soldados italianos del general Gambara los que entran por la zona norte de Alicante cantando «Giovinezza, giovinezza, primavera dibellezza, del Fascismo è la salvezza della nostra libertà per Benito Mussolini […]», con el castillo de Santa Bárbara al fondo. Están llenos de júbilo y cantan su victoria.

No tienen ni tiempo ni lugar para la piedad, y en cuestión de minutos plantan una línea de artillería que bombardea la salida de los barcos ante la angustia de miles de desdichados que claman por su vida en medio de la ratonera en la que se ha convertido el puerto. Al final, y gracias al valor y a la dignidad del capitán del buque británico Stanbrook, Archivald Dickson, cerca de 3.000 refugiados republicanos parten rumbo a Orán en busca de una esperanza convertida en necesidad vital.

A finales del mes de abril de 1939 se encuentra en la provincia de Huelva a cuatro kilómetros del pueblo de Aroche. Atravesando a pie campos y sierras, el poeta cruza la frontera para llegar a un pequeño pueblo portugués: Santo Aleixo. De allí pasa a otro pueblo próximo, Moura, donde, para poder comer, intenta vender el reloj de oro regalo de boda de su amigo el poeta Vicente Aleixandre. Las sospechas caen sobre él como una losa…., un español huido de aspecto lamentable y hambriento, que cruza la frontera, sin documentación y con un reloj de oro, son motivos suficientes para la denuncia. Inmediatamente es detenido por la policía portuguesa y conducido en camión y esposado al cuartel de Sobral da Adiça, perteneciente al municipio de Moura. Miguel es trasladado inmediatamente por los gendarmes portugueses hasta la frontera y entregado a la policía del pueblo onubense de Rosal de la Frontera, primera etapa de su periplo penitenciario por las cárceles franquistas españolas. Es el 3 de mayo, y en el depósito carcelario de este pequeño pueblo de la provincia de Huelva el poeta es sometido a un durísimo interrogatorio con palizas incluidas que le hacen orinar sangre.

Miguel Hernández fue trasladado desde Rosal de la Frontera a la prisión provincial de Huelva con fecha de 9 de mayo e iniciándose un proceso judicial sumarísimo de urgencia con el número 21.001 a cargo del Tribunal Militar de Prensa de Madrid.

Después de pasar una semana en la cárcel de Huelva, el poeta fue trasladado el 15 de mayo a la prisión madrileña de Torrijos, donde pasó cuatro meses. Allí escribió el poeta sus famosas Nanas de la cebolla, dedicadas a su hijo Manolillo, y de ello queda constancia en la actualidad en una placa ubicada en plena calle, en la fachada del antiguo edificio de la cárcel, que recuerda este hecho.

Miguel Hernández fue puesto en libertad el 15 de septiembre de 1939, y, en este momento, tuvo su segunda oportunidad para salir de España y gestionar desde el exilio el reencuentro con su mujer e hijo. Tan solo tenía unos pocos días para tomar esa decisión y escapar, dado que el juez, al percatarse de la situación, emitió con carácter de urgencia una orden de busca y captura del poeta. 

Marchó a Orihuela para ver a sus padres y para visitar a los padres de Ramón Sijé en su domicilio de la oriolana calle Mayor. Al término de esta visita, el poeta recorrió la calle Mayor en dirección a la catedral, y allí mismo, frente a la casa de Eusebio Escolano, volvió a ser detenido. Había sido visto por la calle y denunciado por un vecino del pueblo, José M.ª Martínez Pacheco, El Patagorda. Con esta nueva detención, se había acabado cualquier atisbo de esperanza para el poeta. Continuaría el vía crucis carcelario iniciado en Rosal de la Frontera, y que concluiría el 28 de marzo de 1942 con la muerte del escritor en el Reformatorio de Adultos de Alicante. Miguel estuvo preso en once cárceles franquistas, y este recorrido penitenciario queda perfectamente reflejado en un mural ubicado en la cuarta sala temática del Museo Miguel Hernández/Josefina Manresa de Quesada (Jaén).

Condenado a pena de muerte, se le conmuta por la de treinta años pero no llega a cumplirla porque muere el 28 de marzo de 1942 en la prisión de Alicante.

Estuvo en la prisión de Palencia en septiembre de 1940 y en noviembre pasó al Penal de Ocaña (Toledo). En 1941 le trasladan al Reformatorio de Adultos de Alicante, donde compartió celda con el dramaturgo Buero Vallejo. Padeció de bronquitis y luego tifus, que se le complicó con tuberculosis.

Miguel Hernández falleció de tuberculosis en la enfermería de la prisión a las 5:32 de la mañana del 28 de marzo de 1942, con 31 años de edad. El 30 de marzo fue sepultado en el cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Alicante. Sus restos mortales reposan  junto a los de su mujer Josefina y su hijo.






sábado, 28 de octubre de 2017

LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE DE 1917

La Revolución Rusa fue el acontecimiento más trascendental del siglo XX. El asalto al Palacio de Invierno de Petrogrado en octubre de 1917 fue vivido como la materialización inesperada de una utopía largamente perseguida: la de la ocupación del poder por parte del proletariado y la construcción de una nueva sociedad sin clases. El acontecimiento espoleó conciencias, amplió el horizonte de expectativas de las clases populares e inspiró revoluciones y regímenes políticos por todo el mundo. También desató el pánico y la reacción virulenta de sus posibles damnificados y la hostilidad de quienes, aun simpatizado con su arranque, no compartieron su devenir.

La hostilidad hacia la Revolución Rusa también sobrevivió al mundo surgido de ella, como si el encono fuera necesario para sofocar las ascuas que en algún momento de oscuridad todavía lucen bajo sus cenizas.

Un poco de historia

En octubre de 1917, los bolcheviques dirigidos por Lenin y Trotsky aprovecharon la situación de descrédito y la falta de apoyos al gobierno provisional para sentar las bases de una nueva revolución, que Lenin justificó con esta frase: "La vieja sociedad se basaba en la opresión de todos los obreros y campesinos por los terratenientes y capitalistas. Necesitábamos destruirla, necesitábamos derribar a esos opresores, mas para ello había que crear la unión. Y no era Dios quien podía crearla."

El reportero estadounidense John Reed durante la revolución en Petrogrado no vio muertos, solo algunos heridos. En realidad, en la capital de Rusia no hubo derramamiento de sangre.

El veinticuatro de octubre el Comité Revolucionario Militar, presidido por Lev Trotski, ejecutando el plan de Lenin, mandó a los destacamentos de los marineros de la flota del Báltico y a los guardias rojos a ocupar estaciones ferroviarias, correos y telégrafo centrales, estaciones telefónicas, bancos y puentes levadizos. Los insurgentes no encontraron resistencia organizada. La guarnición militar de la ciudad mantuvo la neutralidad o se unió a la revolución. En la madrugada del veinticinco de octubre en el Estado Mayor de los revolucionarios, el Palacio Smolny, apareció Vladímir Lenin. El líder de los bolcheviques insistió en la detención de los miembros del Gobierno provisional, que permanecían en el Palacio de Invierno.

A pesar de que los bolcheviques ocuparon el telégrafo, los ministros aún se podían comunicaban con el exterior a través del envío de órdenes y mensajes que convocaban a los regimientos cosacos que estaban afueras de Petrogrado a defender el Gobierno. Varios días después se supo que en la azotea del edificio del Estado Mayor General del Ejército ruso, ocupado por los guardias rojos, se encontraba un punto secreto de comunicación telegráfica que no había sido detectado, y un oficial despachaba las órdenes del Gobierno provisional. Pero ya nadie quería acudir en su ayuda.

Con los ministros en libertad los bolcheviques no podían proclamarse vencedores. Lenin y Trotski ordenaron el asalto al Palacio de Invierno. A las diez de la noche un cañón de la fortaleza de Pedro y Pablo disparó al aire: en seguida se produjo el disparo de salva del crucero Aurora, anclado en el río Neva. Al recibir la señal, los destacamentos de guardias rojos se lanzaron al Palacio de Invierno a través de la plaza del Palacio.

De acuerdo con el relato del reportero John Reed, en las puertas del palacio hubo confusión. Los cadetes de las escuelas militares, leales al Gobierno provisional, al principio comenzaron a desarmar a los atacantes. Cuando el número de guardias rojos que iba llegando al palacio superó al de los cadetes, estos fueron a su vez desarmados. Los revolucionarios penetraron en el palacio y comenzaron a saquearlo. Los comisarios de los destacamentos gritaron: “¡No toquen nada, ahora todo es propiedad del pueblo!”. El saqueo se detuvo y en las salidas se establecieron puntos de registro.

Entre los defensores del palacio se encontraba un batallón femenino. Las mujeres fueron desarmadas y conducidas a la estación ferroviaria, de la que partieron a los cuarteles situados en las afueras de Petrogrado. Las cadetes fueron liberadas con la promesa de que nunca tomarían las armas contra el poder bolchevique.

Los ministros del Gobierno provisional, a excepción del presidente, Alexandr Kérenski, fueron arrestados y conducidos a la fortaleza de Pedro y Pablo. En lo que respecta al jefe de Gobierno, en sus memorias escribió que pudo salir del Petrogrado gracias a la ayuda de la Embajada de los Estados Unidos. Los diplomáticos le prestaron un automóvil con placa y bandera estadounidense, lo que le permitió abandonar la capital sin ser revisado por las patrullas bolcheviques. Mientras tanto, los historiadores de la época soviética afirmaron que Kérenski huyó disfrazado de enfermera militar. La versión de la Embajada de Estados Unidos afirma que el automóvil y la bandera habían sido confiscados por los guardaespaldas del jefe del Gobierno provisional.

Pero los bolcheviques necesitaban, además, el apoyo de la población rusa. Al día siguiente, el 25 de octubre, Trotsky anunció la disolución del Gobierno Provisional en la apertura del Congreso de los Sóviets de Diputados Obreros y Campesinos, con 562 delegados presentes, de los cuales, 382 eran bolcheviques y 70 del Partido Social-Revolucionario de Izquierda.
Pero los mencheviques y socialrevolucionarios abandonaron a los bolcheviques. Ante esta salida del congreso León Trotsky escribió: "El 2º Congreso debe ver que la salida de los mencheviques y de los socialrevolucionarios es un intento criminal y sin esperanza de romper la representatividad de la asamblea cuando las masas intentan defender la revolución de los ataques de la contrarrevolución”. Al día siguiente, los sóviets ratificaron la creación de un Consejo de Comisarios del Pueblo, constituido por bolcheviques, como base del nuevo gobierno, a la espera de la celebración de una asamblea constituyente. Lenin se justificó al día siguiente ante el representante de la guarnición de Petrogrado de la siguiente manera: "No es nuestra responsabilidad si los socialrevolucionarios y los mencheviques han abandonado el congreso. Nosotros les habíamos propuesto compartir el poder [...] Hemos invitado a todo el mundo a participar en el gobierno".





El papel del acorazado Aurora

En la Revolución de febrero, el comandante del 'Aurora' tuvo que hacer frente a un motín después de que circulase el rumor de que la embarcación iba a convertirse en una prisión flotante. Nikolsky rechazó la oferta de sus superiores, quienes le propusieron que una sotnia (centuria) de cosacos sofocase la revuelta, y ordenó instalar ametralladoras para disparar a la multitud si intentaba apoderarse de la nave. Los oficiales, sin embargo, se negaron a dar la orden de disparar al día siguiente, el 28 de febrero, cuando aparecieron manifestantes con banderas rojas.

Un grupo de ellos subió al 'Aurora' y se solidarizó con los marineros. La tripulación decidió que Nikolsky y el oficial jefe, Pavel Ogránovich, fuesen enviados, detenidos, al Palacio Táuride, donde se reunían los soviets. Después de arrancarles las charreteras, los manifestantes insistieron en que Nikolsky y Ogránovich encabezasen la marcha portando la bandera roja. Los dos oficiales, de la vieja escuela, se negaron, y la negativa les costó la vida: Ogránovich fue atravesado por una bayoneta y Nikolsky murió de un disparo efectuado por alguien de la multitud.

La tripulación del 'Aurora' se adaptó rápidamente a los nuevos tiempos revolucionarios y escogió a su propio comité, presidido por el suboficial de artillería Y.V. Fedianin, sin afiliación política. La radicalización de la tripulación fue rápida: en junio los bolcheviques contaban con 42 representantes y a bordo de la embarcación se realizaban reuniones y actos políticos prácticamente a diario. En septiembre un bolchevique, el maquinista Aleksandr Bélishev, fue elegido comisario de la nave.

Cuando las reparaciones estaban a punto de terminar y la nave podía volver al mar, Tsentrobalt –el Comité Central de la Flota del Báltico– ordenó al 'Aurora' permanecer en el Neva y esperar instrucciones del Comité Militar Revolucionario. Era el 24 de octubre de 1917. Aquella misma noche el Comité Militar Revolucionario asignó al 'Aurora' restablecer el paso del Puente de la Anunciación (blagoveshensky) –entonces conocido como Puente de Nikolayev–, que habían tomado oficiales del Partido Constitucional Democrático (kadet). El 'Aurora' hizo acto de presencia y los oficiales kadetes se marcharon rápidamente.

El crucero Aurora, inmortalizado en la película "Octubre" de Sergei Eisenstein en 1928, es un barco altamente simbólico cuyas chimeneas dominan la Neva desde 1957. Después de haber sido utilizado como barco escuela durante la Segunda Guerra Mundial, la Aurora fue cerrada y convertida en museo. En 2014 fue restaurado y renovado y ahora está listo para un recorrido completo y modernizado.


EL GOBIERNO DE LOS SÓVIETS: LENIN Y LOS BOLCHEVIQUES EN EL PODER

Fue decisiva la contribución de Lenin y del partido bolchevique en el enfrentamiento contra la sección de la socialdemocracia que, violando las decisiones de la II Internacional, apoyó a las clases burguesas de sus países, a veces al votar por los créditos de guerra en el Parlamento, otras al participar en gobiernos que llevaban a cabo guerras, supuestamente para que se lograra un “desarrollo pacífico”, defendiendo la “paz imperialista” con la pistola en la cabeza de los pueblos. Una línea política que inevitablemente les enredaba aún más profundamente en la guerra imperialista, en la agudización de las contradicciones y los antagonismos de los estados imperialistas y sus alianzas.

Lenin con la línea estratégica que siguió, determinó que desde el punto de vista del movimiento revolucionario de la clase obrera cuyo fin es la revolución y la conquista del poder obrero, la cuestión no es simplemente una oposición “pacifista” a la guerra, sino la utilización de rupturas que objetivamente en tales condiciones se crean en el campo imperialista, la utilización del debilitamiento de la burguesía en cada país con el fin de convertir la guerra imperialista en cada país, tanto si el país tiene una postura agresiva o defensiva, en una lucha para el derrocamiento del poder la burguesía que trae la muerte y la pobreza para los hijos de la clase obrera, para el pueblo de cada país.
A las pocas horas, las bases del nuevo régimen quedaron asentadas en varios decretos. En su primera aparición pública Lenin declaró: "Vamos a proceder a la construcción del orden socialista".

Lenin justificó el nuevo cambio de gobierno, ratificando así los argumentos de su libro “El marxismo y la insurrección” donde ya exponía los puntos para derrocar al gobierno provisional .

Hoy, tenemos con nosotros a la mayoría de la clase que es la vanguardia de la revolución, la vanguardia del pueblo, la clase capaz de arrastrar detrás de sí a las masas.
Tenemos con nosotros a la mayoría del pueblo, pues la dimisión de Chernov no es, ni mucho menos, el único indicio, pero sí el más claro y el más palpable, de que los campesinos no obtendrán la tierra del bloque de los eseristas (ni de los propios eseristas), y éste es el quid del carácter popular de la revolución.
Estamos en la situación ventajosa de un partido que sabe firmemente cuál es su camino en medio de las más inauditas vacilaciones, tanto de todo el imperialismo como de todo el bloque de los mencheviques y eseristas.
Nuestro triunfo es seguro, pues el pueblo está ya al borde de la desesperación y nosotros señalamos al pueblo entero la verdadera salida: le hemos demostrado, "en los días de la kornilovada", el valor de nuestra dirección y, después, hemos propuesto una transacción a los bloquistas, transacción que éstos han rechazado sin que por ello hayan terminado sus vacilaciones.
Sería el más grande de los errores creer que la transacción propuesta por nosotros, no ha sido rechazada todavía, que la Conferencia Democrática puede aceptarla todavía. La transacción era una oferta hecha de partido a partidos. No podía hacerse de otro modo. Los partidos la rechazaron. La Conferencia Democrática es sólo una conferencia, y nada más. No hay que olvidar una cosa: la mayoría del pueblo revolucionario, los campesinos pobres, irritados, no tienen representación en ella. Trátase de una conferencia de la minoría del pueblo; no se debe olvidar esta verdad evidente. Sería el más grande de los errores, el mayor de los cretinismos parlamentarios, que nosotros considerásemos la Conferencia Democrática como un parlamento, pues aun suponiendo que se hubiese proclamado parlamento permanente y soberano de la revolución, igualmente no resolvería nada: la solución está fuera de ella, está en los barrios obreros de Petersburgo y de Moscú.
Contamos con todas las premisas objetivas para una insurrección triunfante. Contamos con las excepcionales ventajas de una situación en que sólo nuestro triunfo en la insurrección pondrá fin a unas vacilaciones que agotan al pueblo y que son la cosa más penosa del mundo; en que sólo nuestro triunfo en la insurrección dará inmediatamente la tierra a los campesinos; en que sólo nuestro triunfo en la insurrección hará fracasar todas esas maniobras de paz por separado, dirigidas contra la revolución, y las hará fracasar mediante la oferta franca de una paz más completa, más justa y más próxima, una paz en beneficio de la revolución.
Por último, nuestro Partido es el único que, si triunfa en la insurrección, puede salvar a Petersburgo, pues si nuestra oferta de paz es rechazada y no se nos concede ni siquiera un armisticio, nos convertiremos en "defensistas", nos pondremos a la cabeza de los partidos de guerra, nos convertiremos en el partido "de guerra " más encarnizado de todos los partidos y libraremos una guerra verdaderamente revolucionaria. Despojaremos a los capitalistas de todo el pan y de todas las botas. No les dejaremos más que migajas y los calzaremos con alpargatas. Y enviaremos al frente todo el pan y todo el calzado.
Y, así, salvaremos a Petersburgo.
En Rusia, son todavía inmensamente grandes los recursos tanto materiales como morales con que contaría una guerra verdaderamente revolucionaria: hay un 99 por 100 de probabilidades de que los alemanes nos concederán, por lo menos, un armisticio. Y, en las condiciones actuales, obtener un armisticio equivale ya a triunfar sobre el mundo entero.


Lenin había defendido la unidad obrera y campesina para hacer la revolución.

En primer lugar, Lenin anunció la abolición de la diplomacia secreta y la propuesta a todos los países beligerantes en la Primera Guerra Mundial de entablar conversaciones "Con miras a una paz justa y democrática, inmediata, sin anexiones y sin indemnizaciones".
Luego, se promulgó el decreto sobre la tierra: "las grandes propiedades territoriales quedaron abolidas inmediatamente, y sin indemnización alguna". Otorgaba a los sóviets de campesinos la libertad de hacer lo que consideraran, ya fuera socializar la tierra o repartirla entre los campesinos pobres. El texto confirmaba una realidad ya existente, ya que los campesinos ya habían aprovechado esas tierras durante el verano de 1917. Con esta medida, los bolcheviques consiguieron una neutralidad benevolente por parte de los campesinos, al menos hasta la primavera de 1918.
Por último, se nombró un nuevo gobierno, denominado Consejo de Comisarios del pueblo. Dicho consejo aplicó otras medidas:

· La abolición de la pena de muerte
· La nacionalización de los bancos
· El control obrero sobre la producción
· La creación de una milicia obrera
· La soberanía e igualdad de todos los pueblos de Rusia
· El derecho de autodeterminación de los pueblos
· La supresión de cualquier privilegio de carácter nacional o religioso

En total, se realizaron las treinta y tres reformas que el Gobierno Provisional había sido incapaz de realizar en ocho meses de mandato.
Con el poder controlado en Petrogrado, Lenin y Trotsky sabían que no podrían mantener ese poder sin el apoyo de países industriales como Alemania, Francia e Inglaterra; la visión internacionalista de Marx con la frase final del Manifiesto Comunista “Proletarios del mundo, uníos” fue una de las divisas que promulgó la II Internacional, que, sin embargo, desaparecería en el periodo de la I Guerra Mundial cuando los partidos socialistas apoyaron los gobiernos de coalición traicionando la frase de Marx “La única guerra legal es la lucha de clases”. El auge del patriotismo en Europa fue el fracaso de la II Internacional y la radicalización de sectores obreros, que crearían una III internacional en 1919 inspirados en la Revolución Rusa, distinguiendo por primera vez en la historia entre Partidos Socialistas o Socialdemócratas y Partidos Comunistas.

Sin embargo, la Revolución Rusa fue vista por los países de Europa y por los socialistas extranjeros como la creación de una dictadura bolchevique, eliminando a los sóviets. En esta línea el filólogo Noam Chomsky, conocido militante anarcocomunista, escribía en su obra “La Unión Soviética contra el socialismo” que Lenin y Trotsky se aprovecharon del fermento popular de Rusia en 1917 para tomar el poder del Estado. Una de las principales armas ideológicas utilizadas para este fin ha sido la pretensión de que los gestores estatales están dirigiendo su propia sociedad y el mundo hacia el ideal socialista; algo imposible como cualquier socialista -seguramente cualquier marxista serio- debería haber comprendido en seguida (muchos lo hicieron), y una mentira de proporciones gigantescas como ha revelado la historia desde los primeros días del régimen bolchevique. (Chomsky. Soviet Union Versus Socialism. 1986).

El historiador Nicolás Werth considera que La Revolución de Octubre de 1917 aparece como la convergencia momentánea de dos movimientos: una toma del poder político, resultado de la cuidadosa preparación de la insurrección de un partido radicalmente diferente, por sus prácticas, su organización y su ideología, del resto de actores de la revolución; una gran revolución social, multiforme y autónoma [...] una inmensa revuelta campesina en primer lugar, [...] el año 1917 [fue] un paso de una gran revolución campesina, [...] de una profunda descomposición del ejército, integrado por unos diez millones de soldados campesinos movilizados durante tres años en una guerra cuyo sentido no comprendían [...], un movimiento reivindicativo obrero específico, [...] y un cuarto movimiento que abogaba por la emancipación de las nacionalidades y pueblos alógenos [...]. Cada uno de estos movimientos tenía su propia temporalidad, su dinámica interna, sus aspiraciones, que obviamente no podían ser reducidas a eslóganes bolcheviques ni a la acción política del partido [...]. Durante un breve, pero decisivo momento –a finales de 1917– la acción de los bolcheviques, activa minoría política en medio del vacío institucional, entró en consonancia con las aspiraciones de muchos, aunque a medio y largo plazo, los objetivos de unos y otros fueran distintos.
Según el artículo de Werth, en octubre de 1917, “chocaron momentáneamente el golpe de Estado y la revolución social antes de consolidarse décadas de dictadura soviética”. Extraído de El libro negro del comunismo: crímenes, terror y represión (1997)

LOS COMIENZOS DEL RÉGIMEN BOLCHEVIQUE

El primer problema de Lenin al frente del gobierno fue el de conseguir sostenerse antes de que el pueblo ruso se diese cuenta de lo que implicaría su gobierno para la nación. Para ello, el líder bolchevique nacionalizó la tierra para que esta se redistribuyera entre los campesinos con el fin de lograr un mayor apoyo para su partido.

El objetivo de Lenin consistía en la creación de una “dictadura del proletariado” en donde los campesinos y trabajadores tuvieran el beneficio en cuanto a la administración del país.

Sin embargo, Lenin sabía que no eran favoritos en las elecciones y que seguramente no obtendrían la mayoría. Los social-revolucionarios obtuvieron la victoria con una clara mayoría antibolchevique. 

En Enero de 1918 después de la pronunciación de discursos antibolcheviques, la Guardia Roja disolvió la Asamblea. A pesar del triunfo de la fuerza armada, la oposición que había a que dirigiesen el país, esto conduciría a la guerra civil a finales de año.

Otro problema del líder bolchevique, era el de buscar solución a la intención de retirarse de la guerra. En diciembre de 1917 se acordó un armisticio entre las potencias centrales y Rusia. Sin embargo, las negociaciones continuarían intentando Trotsky demorar las demandas de la potencia alemana.

En marzo de 1918 con el Tratado de Brest-Litovsk Rusia cedió los territorios de Ucrania, Finlandia y Georgia, así como, Letonia y Lituania además de perder Estonia y Polonia. La Rusia de Lenin veía necesario sacrificar terreno para poder ganar tiempo y poder recuperarse.

La oposición al régimen estalló en numerosas regiones en abril de 1918. Social-revolucionarios, ex oficiales zaristas, mencheviques y todos aquellos no conformes formaban el denominado Ejército Blanco, los cuales querían construir un gobierno parlamentario.

Los Blancos contaron más adelante con el apoyo de países extranjeros (EEUU, Japón, Francia, Gran Bretaña) con el propósito de seguir la guerra con Alemania. Pero a pesar de que la potencia alemana cayó derrotada, la revolución continuó con el objetivo de acabar con el régimen bolchevique.

A principios del año 1919, Kolchack avanzó con tres ejércitos hacía Moscú con la intención de acabar con el gobierno bolchevique. Sin embargo, estos retrocedieron gracias a la magnifica fuerza armada creada por Trostky, el Ejército Rojo. A final de 1919 los bolcheviques se veían virtuales ganadores de la guerra civil.

Con el Tratado de Riga de 1921, se abandonó la Rusia Blanca y parte de Ucrania, tras la ofensiva de las tropas polacas y francesas que provenían de este.
A partir de 1921 la tarea de Lenin sería la de reconstruir la economía rusa que había sido destruidos por los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial. Por último, con el objetivo de recuperar el campesinado, el líder bolchevique puso en marcha la conocida Nueva Política Económica (NEP).

EL LEGADO DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE EN EL MUNDO

La revolución Rusa trajo como consecuencias directas una oleada revolucionaria a escala mundial y se formaron Soviets en muchos lugares del mundo, inclusive en muchas plantaciones de tabaco en Cuba. También la Revolución inspiró a grandes movimientos estudiantiles revolucionarios muy importantes como los que estallaron en Pekín (Beijin) en 1919 y en Córdoba (Argentina) en 1918 y desde aquí se difundieron por toda América Latina generando líderes y partidos Marxistas revolucionarios locales.

La Revolución Rusa demostró en la practica que era posible la construcción de un sistema distinto al capitalista ( de echo ya en 1921, Mongolia se transformaba en el segundo país comunista del planeta), basado en las ideas de Marx y Engels que propugnaban la destrucción del propio sistema capitalista y, la instauración de la dictadura del proletariado y estas ideas tenían vocación internacionalista. Se tenemos en cuenta que desde la publicación del "Manifiesto Comunista " escrito por el filosofo alemán Karl Marx en la segunda mitad del siglo XIX, sus ideas rápidamente se difunden organizando varios partidos políticos revolucionarios de idea socialista sobretodo en una Europa en plena Revolución Industrial caracterizada por una grande explotación de las clases proletarias, sujetas a vivir y trabajar en condiciones infrahumanas y una cantidad de horas absurdamente excesivas, a parte que en muchos países los campesinos vivían todavía en condiciones de semi servidumbre, Nacen los primeros sindicatos de trabajadores y se triplican los movimientos huelguistas.

La revolución constituyó la principal amenaza externa para los países capitalistas a lo largo del siglo XX y también su principal peligro interno. A veces penetró en ellos por el impacto de un ariete exterior o en forma de caballo de Troya, pero normalmente fue una sustancia característica del propio cuerpo, sobre la cual los hechos de Octubre, o las interpretaciones que de ellos se construyeron en cada lugar, funcionaron en todo caso como levadura o reactivo. Para hacer frente al peligro de la revolución estos países recurrieron al fascismo o al reformismo social preventivo, por más que la revolución no fuera la causa exclusiva de ambos fenómenos. Sin el mundo surgido de la revolución, el reformismo no hubiera llegado tan lejos. Y sin el mundo surgido de la revolución el fascismo no hubiera sido derrotado, al menos tan pronto.

La III Internacional y la figura de Dimitrov

El 2 de marzo de 1919 se celebró el Primer Congreso de la Komintern en Moscú. Llevando la máxima marxista de “¡Proletarios de todos los países, uníos!”, los comunistas de principios del siglo pasado bajo el liderazgo del proletariado ruso representados por los victoriosos bolcheviques acudieron a llamada de Lenin para realizar la III Internacional. Ante, la traición que cometieron los partidarios socialdemócratas de la II Internacional que se posicionaron a favor de la Gran Guerra y mandaron a los obreros y a los campesinos a luchar y morir contra adversarios de su misma clase social, los comunistas convocaron a los comunistas del mundo entero para la edificación de la sociedad socialista mundial. Los bolcheviques que se habían erigido como la vanguardia consciente del proletariado ruso y habían derrocado a los zares y al Gobierno Provisional ruso, instaron a los camaradas ha conquistar el objetivo de la supresión del sistema capitalista, el establecimiento de la dictadura del proletariado y de la República Internacional de los Soviets, la completa abolición de las clases sociales y la realización del socialismo, como primer paso a la sociedad comunista, tal y como estaba fijado en los estatutos de la III. Internacional. La formación de la Komintern aparte de fijar la hoja de ruta para todos los comunistas, supuso la fundación de distintos partidos comunistas por todos los países del globo, ya que ante la negativa de muchos socialistas, los comunistas agrupados en los partidos socialistas decidieron escindir de estos partidos y fundar los partidos comunistas que llevarían a la clase obrera internacional hasta la total victoria de las masas explotadas.

La Internacional Comunista fundada por Lenin y el Partido Bolchevique tenía como objetivo luchar por la supresión del sistema capitalista, el establecimiento de la dictadura del proletariado y de la República Internacional de los Soviets, la completa abolición de las clases sociales y la realización del socialismo, como primer paso a la sociedad comunista, tal y como se fijaba en sus primeros estatutos.

Gueorgui Dimitrov
En 1921, los comunistas búlgaros nombraron a Dimitrov delegado al III Congreso de la Internacional Comunista. En 1923, dirigió conjuntamente con Koralov, la insurrección de Setiembre que contribuyó sensiblemente a despertar la conciencia de clase de los obreros y de los campesinos búlgaros.

En Moscú, Dimitrov realizó un intenso trabajo para agrupar a los trabajadores en lucha contra el fascismo. Elegido en 1935 secretario general del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista, permaneció en ese puesto hasta la disolución de la I.C. en 1943. Dedicado a las cuestiones de estrategia y de táctica de los comunistas en la batalla contra la guerra y el fascismo, luchaba por crear y consolidar el frente único contra la reacción imperialista, por formar y educar los cuadros dirigentes de los partidos comunistas hermanos, fieles a la doctrina del marxismo-leninismo.

Durante la segunda guerra mundial, Dimitrov se consagró a movilizar las fuerzas populares para la lucha contra los invasores hitlerianos. Organizaba los movimientos de liberación antifascista en los países ocupados por los hitlerianos, dirigía la lucha de los patriotas búlgaros contra el fascismo. Por sus grandes méritos en la lucha contra el fascismo, Dimitrov fue condecorado con la Orden de Lenin en 1945.

La Revolución de Octubre rompió la lógica de los tiempos y quebró los esquemas interpretativos y propositivos de la II Internacional. Los bolcheviques no se resignaron a esa concepción del tiempo lineal, progresiva y teleológica que exigía pasar previamente por un largo estadio de desarrollo liberal burgués antes de llegar al socialismo. Tampoco se sometieron a las limitaciones de lo que, en el argot de la época, se llamaban las condiciones objetivas, ni permanecieron a la espera de que el desarrollo mecánico de las fuerzas productivas les diera luz verde para la subversión. Los bolcheviques leyeron las condiciones materiales como condiciones de posibilidad, acelerando –con ciertas dosis de voluntarismo– el tiempo histórico y dilatando los límites de lo posible por medio de la acción subjetiva. La acción política de los bolcheviques se movió entre la urgencia y el sentido de la oportunidad, entre su negativa a concebir el socialismo como advenimiento fatal y el olfato que les llevó a lanzarse a la toma del poder justo en el momento en el que el poder estuvo al alcance de sus manos.