El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República española, enviando al exilio a la monarquía de Alfonso XIII, quien había apoyado el golpe de estado de Primo de Rivera, perpetuando el caciquismo y la corrupción mientras el pueblo pasaba hambre y vivía en condiciones de absoluta miseria.
Tras la convocatoria de elecciones del 12 de abril, los republicanos ganaron en las poblaciones urbanas, rompiendo así el sistema de turnismo implantado por Cánovas en el s. XIX y, gracias la impulso del Pacto de San Sebastián, la república española pudo asentarse como un régimen democrático en un momento donde los sistemas democráticos desaparecían y surgían movimientos totalitarios como el fascismo o el nazismo. España se convirtió en una pequeña isla democrática dentro de un mapa europeo lleno de dictaduras militares de carácter fastiszoides o simplemente dictaduras fascistas.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El ascenso al trono de Alfonso XIII en 1902 coincidió con un periodo de máxima decadencia tras la derrota en Cuba y Filipinas. Los intentos de recuperación económica se vieron frenados por la conflictividad social y por las continuas derrotas del ejército en Marruecos, donde España trató de recuperar el prestigio internacional perdido en la guerra de 1898 por medio de una campaña colonial desesperada en las exiguas posesiones africanas que le habían correspondido en el reparto del continente.
Varios fueron los problemas que conmocionaron la vida pública española en 1917:
- Deterioro de la economía: la prosperidad generada por el comercio con las potencias beligerantes comenzaba a dar muestras de flaqueza a medida que la Gran Guerra llegaba a su fin.
- Descontento de los militares: estaban insatisfechos por el sistema de promociones y por los continuos fracasos en la campaña de Marruecos.
- Agotamiento del sistema electoral corrupto impuesto por la Restauración, lo que llevó a protestar a los diputados liberales y a pedir un cambio de la Constitución.
- Auge de los nacionalismos, sobre todo en Cataluña.
- Un movimiento obrero cada vez más importante, debido al descontento por la pobreza, el paro y la guerra colonial interminable.
- Para afrontar la crisis se establecieron, entre 1917 y 1919, varios Gobiernos de concentración nacional, que se mostraron incapaces de solucionar los problemas del país.
- La España de principios del siglo XX conoció un cierto grado de desarrollo industrial que cambió las estructuras sociales y dividió a la población en dos grupos básicos.
- La oligarquía dominante, formada por ricos empresarios y la nobleza, que acaparaba casi todos los recursos del país.
- El proletariado agrícola e industrial, mayoritario y muy empobrecido. La clase media era reducida y de poca relevancia social.
- El auge del movimiento obrero, especialmente del anarquismo, condujo a una serie de protestas en defensa de mejoras laborales y sociales que fueron duramente reprimidas por la Policía, el ejército y los pistoleros a sueldo de la patronal. Algunos partidos de izquierda respondieron organizando sus propios grupos armados.
A nivel internacional, los resultados no pudieron ser más desalentadores:
- Continuas derrotas del ejército español en el norte de Marruecos, frente a las tribus del Rif, mal equipadas pero conocedoras del terreno y más motivadas para el combate.
- Sangría permanente de hombres, dinero y recursos en una guerra que no reportaba ningún beneficio para España.
- Descontentos populares por la gran mortandad de soldados y el despilfarro militar, que actuaba como freno al desarrollo industrial. Especialmente graves resultaron los sucesos de 1909 durante la Semana trágica de Barcelona, protesta contra la movilización de soldados que se saldó con una represión brutal.
Desde el punto de vista militar, la guerra se prolongó desde 1909 a 1927. El acuerdo con Francia en 1904 había dividido el territorio marroquí en dos zonas de influencia, quedando la franja norte bajo la supervisión de España. Las tropas españolas, mal equipadas y desmoralizadas, sufrieron gravísimas derrotas en 1909 (Barranco del Lobo) y 1921 (Annual), ésta frente al líder rifeño Abd el Krim. En 1926, la intervención del ejército francés puso fin a la guerra. Abd el Krim se entregó al mando francés y España consiguió, durante el año siguiente, controlar su parte del protectorado marroquí.
La Dictadura de Primo de Rivera y la caída de la monarquía
La situación interna tras el desastre de Annual (1921) entró en una espiral de conflictividad caracterizada por:
- El fracaso de las reformas democratizadoras.
- El aumento del desempleo.
- Las huelgas obreras y campesinas.
- La impopularidad de la campaña de Marruecos.
El desastre de Annual (1921), marcó el punto crítico en una situación política insostenible. Dos años más tarde, con el apoyo del rey y de los empresarios catalanes, el general Primo de Rivera, que había sido ministro de la Guerra, instauró una dictadura militar con el propósito de restaurar la deteriorada situación del país. Su gobierno se basó en los siguientes puntos:
- Suspensión de las garantías constitucionales.
- Disolución de las Cortes.
- Prohibición de partidos políticos y sindicatos.
El poder se concentró en el general, que desde 1924 contó con el apoyo de la Unión Patriótica, partido único inspirado en las ideas fascistas que comenzaban a imperar en Italia. El objetivo de la Unión Patriótica era acoger en el Gobierno a elementos civiles conservadores y así equilibrar el predominio de los militares del primer ejecutivo que formó Primo de Rivera.
La dictadura consiguió pacificar la vida pública del país a costa de una durísima represión, al tiempo que daba por terminada la guerra de Marruecos gracias a la intervención francesa. La industrialización cobró cierto auge y la economía se recuperó. Sin embargo, la mayor parte de los problemas sociales continuaba en plena ebullición. Perdido el apoyo de los catalanes, del ejército y del rey, el general Primo de Rivera fue destituido en 1930.
Una vez destituido el general Primo de Rivera, Alfonso XIII trató de restablecer el sistema electoral fraudulento basado en las ideas de la Restauración . Sin embargo, la pervivencia de una monarquía desprestigiada era ya insostenible. El apoyo que dio Alfonso XIII al dictador Primo de Rivera desprestigió la imagen de la monarquía ante la sociedad española.
Varios fueron los problemas que precipitaron la abdicación de Alfonso XIII:
- Decadencia del sistema tradicional de turno de partidos.
- Ascenso de las organizaciones de izquierda, en especial los grupos de tendencia republicana.
- Crisis económica.
- Grave atraso de las zonas rurales.
- Conflictos sociales generalizados: terrorismo patronal y sindical; enfrentamientos armados entre grupos extremistas de izquierda y derecha, sobre todo en Madrid y Barcelona.
LAS CONQUISTAS REPUBLICANAS
Sin embargo, la época clave de la política española fue la Segunda República. Pongámonos en el contexto histórico: Durante el verano de 1930 los partidos de izquierda firmaron el pacto de San Sebastián, por el que se comprometían a colaborar en el establecimiento de un régimen republicano.
Apenas un año más tarde, y en medio de un clima particularmente tenso, se celebraron unas elecciones municipales que dieron la victoria en las principales ciudades a las organizaciones republicanas. El Rey, advertido por los resultados, decidió abdicar con el propósito de evitar el derramamiento de sangre. El día 14 de abril de 1931 se proclamó la II República en todo el territorio español.
En junio de 1931 se celebraron elecciones a las Cortes Constituyentes de la República. El resultado fue de abrumadora mayoría para la coalición de partidos socialistas y republicanos, los cuales elaboraron una nueva Constitución que fue aprobada en el mes de diciembre.
El nuevo texto constitucional incluía los siguientes puntos:
- Reconocimiento de las libertades y derechos ciudadanos.
- Sistema unicameral (Congreso de los Diputados).
- Sufragio universal igualitario, con derecho de voto para las mujeres.
- Reconocimiento del derecho a la autonomía de las regiones y carácter cooficial de las lenguas catalana, vascuence y gallega.
- Libertad de cultos y separación entre el Estado y la Iglesia. España se convertía en un país laico.
- Creación del concepto de «utilidad social», como base para la expropiación de los grandes latifundios.
El principal objetivo de la nueva ordenación republicana fue hacer de España un país moderno, industrializado e integrado en el concierto internacional. Para ello era necesaria una reforma generalizada de todos los aspectos de la vida del país:
- Democratización de la actividad política.
- Reforma agraria.
- Industrialización, basada en una relación justa entre patronal y trabajadores.
- Solución de los problemas regionalistas mediante la concesión de autonomías.
- Supresión de la influencia de la Iglesia.
- Modernización del ejército.
¿Qué provocó la llegada de la Segunda República? Principalmente fue el reconocimiento de una serie de derechos y deberes que antes eran exclusivos de las clases dominantes. La Segunda República fue la primera vez en la que el jornalero y el obrero tenían voz y voto y eran tratados humanamente. El movimiento obrero se politizó al pedir mejoras en sus condiciones laborales: era la primera vez en España que se podía hablar de política: La ley electoral es fundamental para el asentamiento de la nueva democracia. La antigua ley estaba dominada por las oligarquías del país, sobre todo en el campo. La ley electoral se reforma para votar las nuevas Cortes constituyentes, sin las presiones de la coacción caciquil, ni la compra de votos. Lo más importante de la nueva ley es el sufragio universal, que concede el voto a las mujeres y que les permite, por primera vez, acceder a las Cortes, de las que entran a formar parte desde el principio. Además, se extiende a toda la provincia el mismo sistema electoral que se aplicaba a las ciudades, es decir, se votan tantos diputados como se tienen asignados, en contra del voto restringido que dominaba anteriormente.
Estos diputados están representados en el Parlamento, cuya tarea principal es hacer una constitución que sea ley fundamental. Esta es una novedad en el constitucionalismo español, es la primera vez que todas las leyes han de supeditarse a la constitución.
Quizás lo más llamativo de la república es el cambio social que se produce en España. La derecha tratará de consolidar la revolución liberal con un régimen parlamentario democrático, lejos de la monarquía constitucional, y a la manera del resto del mundo. La izquierda tratará de fomentar las transformaciones sociales hasta conseguir las condiciones propicias para una revolución social. Se trata de seguir el ejemplo de la URSS, y los momentos cumbres son la revolución de Asturias en de 1934 y los sucesos Casa Viejas.
El primer gobierno de la república se formó en julio de 1931 con miembros de todos los partidos republicanos, con el encargo de hacer una constitución. Pero la situación en la que queda la Iglesia dentro de esa constitución, provoca la primera crisis de la república, derribando al gobierno.
Una vez terminada la constitución el primer presidente, Alcalá-Zamora, afronta los asuntos de: la cuestión agraria y del estatuto de autonomía para Cataluña. Estos serán los problemas centrales de la república, y los que produzcan mayores tensiones sociales.
La proclamación de la República no supuso el cambio automático de la estructura social del país, pero la oligarquía burguesa, la aristocracia y los terratenientes, perdieron el control de sus órganos de gobierno, aunque conservaron el poder económico. Se harán esfuerzos para arrebatárselo.
La tenencia de la tierra era un modelo de prestigio social, y el símbolo del control económico. Se prolongan las estructuras del Antiguo Régimen, por lo que se hace necesaria una reforma agraria, política. Aumenta el número de jornaleros y caen las servidumbres de la propiedad.
Durante la república quien toma el poder es la pequeña burguesía democrática y autonomista, impulsada por los intelectuales y los profesionales liberales cuya finalidad es modernizar el país. Pero la pequeña burguesía no fue capaz de crear una sociedad civil apropiada y sucumbió víctima de sus divisiones internas, su heterogeneidad y sus sentimientos y tendencias localistas.
La Iglesia, a pesar del anticlericalismo de muchos republicanos, se instala en el poder, durante el bienio radical-cedista. Hay continuas tensiones con la Iglesia, desde el polémico artículo 26 de la constitución, a la quema de conventos e iglesias exagerada por la propaganda de derechas.
Pero a pesar de todos los problemas de la república, este es un período de máximo esplendor cultural, sobre todo en literatura, con las generaciones del 98 y el 27. La ciencia, la filosofía y la cultura son un arma de combate.
La Segunda República fue un faro de esperanza para todos aquellos que querían una regeneración democrática en España: Durante los años de gobierno republicano conquistamos el sufragio universal, hicimos de la cultura un estandarte y de la educación nuestra seña de identidad. Un gobierno que quería transformar un modo de vida intentando llevar a cabo la reforma agraria, que permitía un mejor reparto de la tierra, y construyendo también los cimientos de una sociedad libre para establecer las bases de una democracia justa.
El gran acierto de la República fue la educación. En el primer bienio republicano se construyeron más escuelas y centro de instrucción que en todos los años de la monarquía de Alfonso XIII. La República llevó la educación y la cultura a las áreas rurales, algo que llevaban haciendo los centros obreros anarquistas y socialistas muchos años antes. La alfabetización, fundamental para el movimiento obrero, era la cuenta pendiente de la República. Las Misiones Pedagógicas, la formación de escuelas, la formación de maestros y maestras, de profesores, la creación de institutos de segunda enseñanza, la reforma de la Universidad, etc. Toda una pléyade de derechos educativos que hicieron avanzar la sociedad española. Junto a ella se desarrollaron otros derechos como el de asociación (reprimido durante la dictadura), libertad de prensa, libertad de opinión, etc.
El logro de los partidarios de la República fue el primigenio; la instauración de un sistema parlamentario que garantizaba la libertad de pensamiento y la militancia política y sindical. Tal fue así que en las elecciones de 1933 hasta 26 partidos consiguieron representación parlamentaria, circunstancia que hizo especialmente compleja la gobernabilidad del Estado.
Se avanzó hacía la laicidad del estado, rompiendo el monopolio cultural que en ese momento tenía la Iglesia. Como bien sentenció Manuel Azaña, España había dejado de ser católica y abrazó la laicidad. La constitución estipulaba la aconfesionabilidad del estado. La libertad de culto y la supresión del presupuesto del culto y clero. Se permitió el matrimonio civil y el divorcio. Ante el temor a las órdenes religiosas por la influencia que éstas tenían en la educación a través de la enseñanza, disolución de los jesuitas y nacionalización de sus bienes. Se prohibió la enseñanza a otras órdenes religiosas. La ley de congregaciones limitó la posesión de bienes las órdenes religiosas y previas la posibilidad de la disolución en caso de peligro para el estado. Buena parte de la jerarquía eclesiástica manifestó su oposición hacia la república.
¿Por qué es necesario conocer el legado republicano?
El logro de los partidarios de la República fue el primigenio; la instauración de un sistema parlamentario que garantizaba la libertad de pensamiento y la militancia política y sindical. Tal fue así que en las elecciones de 1933 hasta 26 partidos consiguieron representación parlamentaria, circunstancia que hizo especialmente compleja la gobernabilidad del Estado.
Se avanzó hacía la laicidad del estado, rompiendo el monopolio cultural que en ese momento tenía la Iglesia. Como bien sentenció Manuel Azaña, España había dejado de ser católica y abrazó la laicidad. La constitución estipulaba la aconfesionabilidad del estado. La libertad de culto y la supresión del presupuesto del culto y clero. Se permitió el matrimonio civil y el divorcio. Ante el temor a las órdenes religiosas por la influencia que éstas tenían en la educación a través de la enseñanza, disolución de los jesuitas y nacionalización de sus bienes. Se prohibió la enseñanza a otras órdenes religiosas. La ley de congregaciones limitó la posesión de bienes las órdenes religiosas y previas la posibilidad de la disolución en caso de peligro para el estado. Buena parte de la jerarquía eclesiástica manifestó su oposición hacia la república.
¿Por qué es necesario conocer el legado republicano?
Desde el primer momento, la república española estuvo amenazada: no solo por la coyuntura europea, donde la democracia moría y surgían dictaduras fascistas y fascistoides sino también por las viejas élites económicas y militares que la veían como una amenaza a sus viejos privilegios. El historiador Ángel Viñas afirma que los monárquicos declararon la guerra a la República el mismo 14 de abril de 1931. La proclamación de la República ya era para la extrema derecha monárquica sinónimo de Revolución y no estaban dispuestos a permitirlo. Al fin y al cabo, España había sido suya durante siglos y no estaban dispuestos a compartir el poder. Y mucho menos con masas obreras organizadas. Pero una cosa es declarar la guerra y otra cosa es hacerla. Para lo segundo necesitaban armas modernas, especialmente, aviones de guerra. Y los monárquicos se lanzaron en brazos de la Italia fascista. En otoño de 1935 la alianza ya estaba sellada: monárquicos y fascistas se habían conjurado en la tarea de evitar que la izquierda volviera a gobernar en España. El 18 de julio de 1936 se consumó la amenaza. Un golpe de Estado fracasado derivó en una Guerra Civil, que culminó con la victoria de un actor secundario en la rebelión, como era Francisco Franco.
La dictadura se encargó de la labor de intentar borrar toda huella republicana a través de la represión, la tortura y el exilio. También adueñándose de proyectos republicanos y vendiéndolos como propios: La cantidad de mitos que giran en torno al franquismo y a la figura de Franco son numerosos. Hay cierto sector fascista, comúnmente denominado 'nostálgico', que continúa ensalzando la figura del dictador pese a haberse demostrado todo lo que perjudicó a nuestro país. Para eso, recurren a mitos como que la Seguridad Social la inventó Franco, o que fue él quien creó las vacaciones pagadas. Pero nada de esto es cierto.
El pueblo español fue la verdadera víctima de la dictadura, reprimido y represaliado. Durante los 40 años que vivió Franco, España quedó relegada a un segundo plano en todos los aspectos, aunque el más significativo fuera el desarrollo social y económico. A pesar de que los nostálgicos venden la dictadura como un gran desarrollo económico gracias a la ayuda norteamericana en el contexto de la guerra fría con las bases militares y las migajas del Plan Marshall y el posterior Plan de Estabilización de 1959, los datos están ahí: hasta 1976 la economía española no recuperó el nivel de 1934, siendo la 12ª economía del mudo según el Banco mundial, cuando a principios del siglo XX era la 6ª y si existía paro, pero este no empezó a contabilizarse hasta 1973, sin contara las miles de personas que tuvieron que emigrar a otros países gracias al "milagro económico" de Franco.
TAMBIÉN PUBLICADA AQUÍ http://www.ecorepublicano.es/2014/04/14-de-abril-fecha-historica-de-los.html
ResponderEliminarPermitame que discrepe ...en casi todo
ResponderEliminarUn saludo
Me gustaría saber en que consisten su discrepancias. Gracias
EliminarTAMBIÉN PUBLICADA AQUÍ https://federacion.republicanos.info/2020/04/17/14-de-abril-fecha-historica-de-los-republicanos-por-daniel-fernandez-abella/
ResponderEliminarNunca mejor dicho .!!!,con la
ResponderEliminarIglesia hemos topado !
Siempre la iglesia de por medio. Hasta cuando ? Salud República y Libertad. ❤️💛💜
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