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viernes, 26 de abril de 2024

EL AVANCE TURCO Y LA TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO ORTODOXO

El asedio y la toma de Constantinopla marcaron el final de la Edad Media. Supusieron el fin del mundo clásico, la llegada definitiva de los otomanos a la arena europea y el avance de la tecnología de la pólvora. Bajo el dominio otomano, Estambul floreció como un centro cultural y económico del Mediterráneo, llegando a ser una de las ciudades más pobladas del planeta. Occidente tuvo que aprender a vivir consigo mismo para poder hacer frente al creciente peligro turco, por lo tanto la relación entre los distintos Estados occidentales se fue haciendo más armoniosa y toda Europa consiguió un mayor equilibrio, necesario para vencer en una guerra permanente. 


Bizancio bajo los últimos Paleólogos

De Nicópolis (1396) a Tesalónica: el breve paréntesis

El último periodo de Bizancio corresponde al gobierno de sólo tres emperadores. Dos de ellos se decantaron por aliarse con Occidente frente a los turcos aunque la ayuda europea sería tardía e inefectiva y las aproximaciones realizadas a la iglesia de Roma tampoco llevaron a la unión de ambos credos.

Manuel II (1391-1425), segundo hijo de Juan V, estaba como rehén en manos de Bayaceto, pero consiguió huir y proclamarse en Constantinopla antes de que su sobrino Juan VII, menor de edad. Al principio acudía con los otomanos a las campañas militares en calidad de vasallo. En septiembre de 1396, Segismundo de Hungría era vencido en la batalla de Nicópolis. Nicópolis supuso un cambio en Occidente, involucrándose los reyes británico y francés, a través de sus caballeros que volvían de la cruzada, en la defensa de Oriente. Manuel II emprendió el viaje a Francia, dejando a  su sobrino Juan VII a cargo de la defensa de la capital. Manuel fue acogido por Carlos VI en París y se le prometió el envío de un nuevo ejército. La guerra civil en Inglaterra dificultó el viaje imperial, pero finalmente Enrique IV, nuevo rey Lancaster, recibió a Manuel en Londres. Mientras tanto, los turcos eran derrotados por los mongoles. En el viaje de vuelta, el emperador fue detenido en Venecia por el impago de las deudas bizantinas. manuel no pudo regresar a Constantinopla hasta junio de 1403.

Los problemas de las sucesión de Bayaceto dan un respiro a Constantinopla. Juan VII había firmado un tratado con Suleyman, el primogénito de Bayaceto, por el que entregaba a los bizantinos algunos territorios importantes como Tesalónica y los monasterios del monte Athos,se establecía así un pacto de vasallaje. Nada más llegar a Constantinopla, Manuel II ratificó el tratado. Juan VII se trasladó a Tesalónica y gobernó el norte de Grecia, donde murió sin descendencia (1408). Finalmente, Manuel eligió apoyar a Muhammad I, que unificó el antiguo sultanato en 1413. Su apoyo permitió a Manuel conservar los términos del tratado anterior, y hasta 1421 el imperio pudo disfrutar de una paz relativa.

Cuando Murad II, hijo de Muhammad I, heredó el trono en 1421, Juan VIII, el primogénito de Manuel que habías ido coronado coemperador en 1421, rompió el pacto firmado con Suleyman y Muhammad I. Murad II volvería entonces a atacar Constantinopla en 1422 firmándose poco después un nuevo tratado mucho más desfavorable que el anterior (1424). el imperio turco, fortalecido, asedió y tomó Tesalónica en 1430.

Caída de Constantinopla
El fracaso de la idea de cruzada

En 1431, Juan VIII (1425-1448) entraba en negociaciones con el papa por la unión de las Iglesias latina y griega, que acaba por materializarse en el concilio de Ferrara-Florencia (1438-1439), al cual acudieron el propio emperador y el patriarca de Constantinopla. también formaron parte figuras como Besarión, obispo de Nicea (partidario), Gemisto Plethon (opuesto) o Isidoro de Kiev. La delegación latina, presidida por el cardenal Cesarini, estaba formada por miembros de las órdenes mendicantes: se debatieron problemas doctrinales sobre el origen del padre o la primacía del Papa de Roma: Se llegó a un acuerdo firmado por el Papa y el emperador a principios de julio de 1439: sin embargo, la población de Constantinopla, opuestos a la unión, vieron esto como un acto de traición y aclamaron al arzobispo de Éfeso, Marcos Eugénicos, el único que había querido firmar el documento:a nte esta reacción, algunos partidarios de la unión, abandonaron Roma.

Aun así, el papa Eugenio envió ayuda contra los turcos: proclamó una cruzada al que se unieron los príncipes más afectados por la invasión otomana: Ladislao III de Polonia y hungría, y Juan Hunyadi, voivoda de Transilvania y más tarde regente de Hungría. Las naves venecianas, pagadas por el Papa, bloquearían los estrechos. El enfrentamiento tuvo lugar cerca de Varna (1444), donde vencieron los trucos, causando la muerte del rey de Polonia y la del cardenal Cesarini. Unos años más tarde, Murad liquidó el ejército de Juan Hunyadi en la llamada "segunda batalla de kosovo" (1448), considerada como el fin de la gran cruzada con apoyo occidental. Poco después moría Juan VIII sucediéndolo Constantino XI, último Emperador de su dinastía.

Constantino XI Paleólogo último emperador bizantino

El empobrecimiento de la sociedad bizantina y la crisis urbana

Durante el siglo XIV, los campesinos llegaban de forma masiva a las ciudades produciendo un aumento demográfico en las mismas. Pero, la peste, la guerra y los problemas de abastecimiento hicieron que, a lo largo del siglo XV ocurra una drástica disminución de la población urbana. los grandes propietarios de tierras pasan a participar activamente en la política y en la vida económica urbanas.

La descentralización administrativa del estado lleva a la creación de pequeños principados semiautónomos (despotados) concedidos a miembros de la dinastía reinante o a personajes de la nobleza: así ocurrió en Tesalónica, Morea, Tracia, Macedonia o algunas ciudades del mar Negro.

La aristocracia basaba su poder en los grandes dominios como en la caso de los Paleólogos en Tesalónica, los Cantacuceno en Macedonia y Tracia, etc. No gozaban de un estatuto jurídico especial ni de un derecho hereditario, pero se podía llegar a ella por medio del servicio militar o burocrático. Los monasterios eran los otros grandes propietarios.

Los otros grandes propietarios eran, tradicionalmente, los monasterios. Los ciudadanos de clase media más o menos adinerada (los Mesoi) eran los comerciantes y artesanos que ejercían funciones administrativas urbanas y en ocasiones participaban en revueltas. A mediados del siglo XIV; estos sectores urbanos se mezclan con la aristocracia perdiendo, en cierto modo, su identidad.

Venecia controlaba el comercio de la zona y una buena parte de la producción del imperio: A través de la ruta que unía Creta, Siria y Egipto o a través de Negroponte y Salónica, exportaban madera, tejidos o producciones agrícolas y artesanales. Los genoveses tenían una base propia en Constantinopla y estaban especializados en mercancías pesadas obteniendo un gran beneficio.

La falta de mano de obra en el campo condujo en el siglo XV a la cesión de tierras vacantes en enfiteusis convirtiendo a los campesinos en copropietarios de sus campos y viñas.

El Imperio Otomano

Anatolia a principios del siglo XIV: los beyliks

Los Selyuquíes habían establecido a tribus turcomanas en puestos fronterizos militares de su fronteras. Con la decadencia y disgregación del sultanato, estas tribus se fueron sedentarizando, continuando sus operaciones contr los bizantinos. el vacío de poder provocó que sus propios jefes (Beys) constituyeran una especie de principados independientes (Beyliks)  que fueron ganando territorio a los seluquíes, a los bizantinos o entre ellos. cuando el emperador andrónico II eliminó las ventajas fiscales de los campesinos-soldados akritas de las fronteras, éstos emigraron o se limitaron a no oponer resistencia frente a estos nuevos señores fronterizos. La población griega se fue agrupando en las ciudades del interior y en los puertos, dejando la llanura egea despoblada ya fines de la década de 1320, los beys habían alcanzado la costa egea y ocupado puertos tan importantes como Éfeso o Esmirna. La meseta anatólica quedó dividida entre varios principados, entre los que destacan los de Germiyán y Karamán, en la antigua Qonya, que reclama la sucesión del sultanato selyuquí.

Los principados independientes se multiplicaron durante la primera mitad del siglo XIV con grandes rivalidades entre sí. También aumentó la actividad de las hermandades religiosas de fuerte contenido militar, que continuaban acechando la frontera bizantina. La invasión de zonas de población griega condujo modificaciones étnicas y procesos de conversión al islam. lo más cercanos a un poder central que había en la zona era el sultanato mameluco. Entre esos beyliks, no precisamente de los principales, se encontraba el de los turcos otomanos.


La formación del emirato otomano en Asia Menor

Una tribu turcomana, desplazada hacia el oeste por el avance mongol durante el siglo XIII y situada en la frontera oriental de la provincia bizantina de Bitinia, entre Bursa y Nicea, dio origen al beylik de los otomanos. Su cronología es muy debatida. El primer bey con un papel destacado en la expansión de su territorio fue Osmán o Utman (1288-1326), del que tomó su nombre la dinastía. Probablemente era miembro de una hermandad de luchadores del islam (ghazid), por lo que utilizó el reclamo de la fe musulmana como uno de los elementos de su propaganda contra los bizantinos. Su posición estratégica les permitía el control de importantes vías de comunicación: el poder de Osman se basaría en la concesión de cargos políticos y militares a los miembros principales de su familia: de esta forma, pronto entregaría el mando del ejército a su hijo Orján quien, en 1326 conquista Brusa, estableciendo allí la capital: ese mismo año, sucedía a su padre. 

Orján (1326-1362) derrota a los bizantinos en batalla campal, apoderándose de Nicea (1330) y posteriormente de Nicomedia (1337), expandiéndose hasta el estrecho de los Dardanelos. Rápidamente creó una hegemonía, que consolidó fuera de sus fronteras con su participación en la segunda guerra civil bizantina a favor de Juan Cantacuceno. En 1354, ocupó Gallípolis, convirtiéndose en el primer dominio otomano en Europa: continuó su expansión en los territorios balcánicos, apoyado por las tropas de los demás emires que cruzaron el istmo. En el mismo año, las tropas de Orján se apoderaban de Ankara y continuaron con su expansión en Anatolia y, asu vez, hacia el interior de Asia, donde,acto seguido, se enfrentaron a Karamán. Suleyman, el primogénito de Orján, se había instalado al frente de sus tropas en Tracia, en ayuda de Juan Cantacuceno, que caería pronto.

La expansión otomana se produjo gracias a la construcción de un nuevo ejército que combinaba las tropas regulares, reclutas, caballería, hermandades religiosas y las tropas nuevas (jenízaros), que pasaron a formar parte de la guardia personal del sultán.

Los herederos de Orján prosiguieron su avance por los Balcanes y su nueva posición de poder les permitió imponer vasallaje y pago de tributos al reino búlgaro y al propio emperador de Bizancio, Juan V. Murad I (1362-1389) continuó la expansión por los Balcane, ocupando la mayor parte de Bulgaria y Serbia entre 1383-1387. Organizó sus nuevos dominios de forma autocrática, pero respetando las creencias de sus pueblos y adoptó el título de sultán. Anexionó Bulgaria y Serbia, aunque mantuvo su propio monarca, quedó bajo tutela otomana. En Asia Menor, Murad consiguió mediante una política de matrimonios y presión política anexionarse el principado de Germiyán.

Murad muere en la batalla de Kosovo (1389) contra la rebelión de serbios, eslavos y albaneses al mando del príncipe Lazar de Rascia, aunque la victoria fue para los otomanos, proclamándose Bayaceto, nuevo sultán. bayaceto, para legitimar el poder, procedió inmediatamente a liquidar a su hermano, estableciendo un procedimiento usual en la sucesión otomana, el fratricidio. En Bizancio, facilitó a Juan VII Paleólogo el ascenso al trono. Por otra parte, en los Balcanes, todos los déspotas y príncipes se hacen sus vasallos (Morea, Acaya, Valaquia), mientras que Bulgaria se consagra como simple provincia del Imperio Otomano y Serbia obtiene a un nuevo rey se consagra como simple provincia del imperio otomano y serbia obtiene a un nuevo rey puesto por el sultán.

A fines de 1395, Segismundo, pidió el apoyo de Occidente en una nueva cruzada, que fracasaría en la batalla de Nicópolis (1396). Bayaceto ponía sitio a Constantinopla al año siguiente, mientras ocupaba otras ciudades griegas como Atenas. Al otro lado de su dominios, Bayaceto terminó de absorber al resto de beyliks de Anatolia, llegando hasta el río Éufrates en 1400 pero cayó ante el khan mongol Tamerlán, que le hizo prisionero y fue derrotado en la batalla de Ankara o Angora (1402).

Batalla de Nicópolis (1396)

Proceso De Conquista, conversión y organización del Imperio Otomano

La expansión otomana se realizó, por un lado, en los territorios ocupados por los beyliks en Asia Menor, y en los Balcanes, por otro. En anatolia, algunas propiedades fueron adjudicadas a la familia del bey, otras permanecieron en manos de sus antiguos propietarios a cambio de la adhesión a los otomanos. Otras tierras fueron para las hermandades religiosas bajo forma de bienes de manos muertas (waqf), inalienables, cuyas rentas permitían el funcionamiento y mantenimiento de la comunidad. todas ellas se englobaban en lo que se conocía como bienes personales de la categoría social dominates (gobernantes, familiares de los beyliks, altos cargos militares y administrativos, etc). Por debajo de ellos, funcionarios y militares  de segundo rango podían obtener timars de menos importancia a cambio de responsabilidad ante la administración otomana.

Por otro lado, en la zona de los Balcanes (denominada Rumelia por los conquistadores), una parte de la tierra quedó en manos de los propietarios eslavos y griegos y otra parte fue entregada en forma de timars a militares y funcionarios civiles. existía un rigurosos control de la administración provincial y central, bajo la pena de retirada de los bienes y privilegios si seincumplían los pagos tributarios. una tercera parte de las tierra se entregó en forma de bienes personales a la familia del sultán, a los principales visires y a hermandades religiosas.

Para mejorar el rendimiento de estas propiedades, el gobierno otomano favoreció traslados de población turca de Asia Menor, o la implantación de prisioneros y esclavos liberados. Así se produjo una progresiva turquización e islamización de la zona europea del Imperio Otomano, apoyada por la acción de las hermandades religiosas instaladas en las zawiyas (lugares de reunión y oración) y en los dominios de manos muertas: aparte de la islamización directa mediante la acción de misioneros y santones, se expulsaron a obispos de sus sedes y se convirtieron iglesias en mezquitas y los grandes señores decidieron convertirse para mantener su estatus: Antes de l ocupación turca, la población griega,armenia, georgiana y sria de anatolia era cristiana en su mayoría, pero, para el siglo XV, el 90% eran musulmanes.

Aparte del sultán, el segundo lugar de la jerarquía cortesana fue ocupado por el gran visir, responsable de todos los asuntos civiles y militares, asistido por visires menores, entre los que destacaban el juez del ejército, el jefe de los funcionarios civiles y el conservador de los registros del Imperio. El responsable militar de las tierras conquistadas era uno de los hijos del sultán. El aumento de las circunscripciones hizo que Murad I creara también puestos de gobernador con poderes militares y civiles para Rumelia y otro para Anatolia.

En cuanto a la organización del ejército, a partir de 1380 se estableció en los Balcane un sistema de recogida forzosa (devshirme) de niños cristianos de ochoa quince años que eran enviados a Anatolia, donde se educaban y adaptaban a las costumbres turcas; después en gallípolis recibían una formación específica para pasar, posteriormente, as er pajes al servicio de la casa del sultán o del gobernador, o pasaban  a formar parte del contingente jenízaro del ejército, como guardia personal del Sultán: se les denominó " Esclavos de la Puerta" (Kapi Kullari)

En el plano económico, los otomanos no aumentaron excesivamente los impuestos y solamente cambiaron el sistema de administración de las tierras. para ellos, se compilaron los reglamentos (qanun) o derecho consuetudinario en materia económica. El comercio con las potencias latinas se mantuvo a través de los intercambios con los genoveses instalados en la isla de Quíos. El comercio otomano era floreciente, controlando puertos importantes como Bursa; Esmirna, Antalia, Ankara o Qonya: destacaba Bursa como centro importante de tráfico sedero.

Los Otomanos en el siglo XV

Tras la derrota de Ankara, se desató una guerra civil entre los cuatro hijos de Bayaceto fraccionándose el territorio otomano. En 1413, Muhammad I consiguió vencer a sus hermanos, pero solo Murad II,su hijo, fue capaz de continuar la expansión otomana, reanudando el enfrentamiento en varios frentes. Venecia, Hungría y los Balcanes. consiguió recuperar las fronteras antiguas de 1402. En 1239, Serbia era derrotada y Bosnia accedía a pagar tributo a los otomanos. Murad Ii dejó el poder en manos de su hijo, Muhammad II, mientra los poderes occidentales, atemorizados por un posible ataque turco, intentaban emprender una cruzada. Bizancio quedó reducido de nuevo a la capital y la Morea, mientras que en Anatolia todavía eran autónomas Izmir/Esmima, Sínope y Trebisonda.

Otomanos

El enfrentamiento final. Constantinopla, 1453

La última resistencia

Murad II se vio obligado a recuperar el trono poco tiempo después de cedérselo a su hijo. El rey serbio Esteban Lazarevic (1389-1427) prefirió someterse a Hungría para continuar la resistencia. Recuperó Belgrado, donde instaló su capital y ayudó al rey húngaro Segismundo en su lucha contra Bosnia. Serbia acabó cayendo ante Murad II. Belgrado consiguió resistir dos asedios (1440, 1456, dirigido por Hunyadi), lo que le valió el nombre de "muralla de la cristiandad". Dalmacia fue el único territorio de la zona que consiguió sobrevivir independiente hasta el siglo XIX. Albania ofreció la última resistencia.

El sitio de Tesalónica se libró entre 1423 y 1430 entre las tropas de la República de Venecia y las del Imperio otomano. El sultán otomano Murad II puso bajo asedio la ciudad de Tesalónica, en la actual Grecia, que recientemente había sido adquirida por los venecianos a los bizantinos. Con el correr de los años, el odio de los habitantes griegos hacia sus amos italianos dividió y minó la resistencia de la ciudad sitiada. Los otomanos, con su sultán a la cabeza, acabaron conquistando la ciudad en marzo de 1430.

Con el dominio de esta ciudad, los turcos se aseguraron definitivamente su dominio sobre Macedonia y avanzaron libremente sobre el centro y el sur de la actual Grecia saqueando todo a su paso. A su vez también avanzaron al oeste, donde Murad II chocó en las montañas de Albania con la resistencia del guerrillero Skanderbeg.

La otra zona de resistencias e articuló en la frontera del Danubio, donde Valaquia, Moldavia y Transilvania creaban pequeños principados ortodoxos independientes amparados por el patriarcado de Constantinopla. Tuvieron una gran influencia bizantina. Nuevas rutas comerciales entre estos nuevos principados los comunicaban a su vez con las rutas internacionales hacia el Mar Negro. Los principados rumanos tuvieron que someterse como tributarios de los otomanos para protegerse de su expansión. varios éxitos militares no consiguieron evitar las obligaciones tributarias y, en última instancia, la ocupación que vendría medio siglo después de la caída de Constantinopla. 

En la Batalla de Varna del 10 de noviembre de 1444, cerca de Varna, Bulgaria. Los otomanos, bajo las órdenes del sultán Murad II, derrotaron al ejército formado por húngaros, polacos, valacos y soldados de otras nacionalidades de Europa, al mando de Ladislao III de Polonia y Juan Hunyadi, marcando así el último esfuerzo serio y organizado realizado por el mundo cristiano para salvar a Europa Oriental, incluyendo a Constantinopla, de la amenaza del Islam.

En 1448 ocurre la Segunda Batalla de Kosovo, el último intento húngaro por vengar la derrota de Varna cuatro años antes.  La batalla acabó con cualquier esperanza de salvar Constantinopla del Imperio otomano. El reino húngaro se quedó sin recursos para frenar a los otomanos y, tras el fin de la amenaza cruzada, el hijo de Murad, Mehmed II quedó libre para poner sitio a Constantinopla en 1453.

Constantino XI a la izquierda, Gustiniani al centro y Mehmet II

Muhammad II, la toma de Constantinopla y el final del imperio Bizantino

Constantino XI Dragases (por el origen eslavo de su madre) fue el último emperador bizantino consagrado (no coronado). Partidario de la unión con Roma, al igual que su hermano, consiguió su proclamación en diciembre de 1452, con la mención con toda solemnidad del nombre del papa Nicolás V en Santa Sofía. Mientras tanto, en 1451 había muerto Murad II y fue sucedido por su hijo Muhammad (Mehemt) II de diecinueve años.

Ordenó la construcción de una fortaleza (Rumeli Hisar) en el montículo contiguo a Constantinopla para llevar  a cabo desde allí el asedio y el bloqueo del Bósforo y fue favoreciendo poco a poco el paso de poder prácticamente sin lucha. Los Paleólogo y los Cantacuceno llevaron, sin embargo una defensa de la ciudad, con la colaboración de iglesias, monasterios y las colonias genovesas y venecianas. Durante dos meses, la ciudad resistió a los ejércitos otomanos, que contaba con una importante artillería pesada y la armada que habían llegado allí a través del Cuerno de Oro. La ciudad fue asaltada el 29 de mayo de 1453. El sultán hizo su entrada solemne en Santa Sofía, donde rezó la primera oración islámica en agradecimiento por la victoria. El saqueo de la ciudad duró tres días. Destruyeron los símbolos del imperio, entre ellos, la famosa Hodegetría, o símbolo religioso más importante de la capital. Sobre la iglesia de los santos Apóstoles, construida por Constantino el Grande, Mehmed construyó su mezquita al-Faith. Tras el saqueo, Muhammad II exterminó o expulsó a todos aquellos que opusieron resistencia y decretó el trato benévolo para el resto de la población griega. ofreció el patriarcado a Jorge Scholarios, protegió a la Iglesia y contribuyó a su restablecimiento.

Cuando en Europa se conoció la caída de Constantinopla, todavía seguí en pie el despotado de Morea y los restos de los dominios de los Comneno en trebisonda, que resistieron gracias a las alianzas matrimoniales con los beyliks durante el siglo XV. Juan IV y David Commeno consiguieron evitar la conquista por parte de Murad II y sobrevivir a la caída de Constantinopla, pero, la situación era muy inestable y finalmente acabarían por rendirse. El sultán ordenó la ejecución de David y sus hijos (1463) con lo que aquí acabaría la línea sucesoria de los Comneno.

Mehmed II asedia Constantinopla

El nuevo orden en la "Sublime Puerta"

Una vez afianzada la conquista de Constantinopla, el Imperio Turco hizo de ella su capital y su imperio alcanzó una extensión que iba desde las costas de Marruecos hasta las mesetas asiáticas, y del Golfo pérsico hasta el Danubio. Su organización administrativa y burocrática no cambió demasiado con respecto a la que tenían antes. El sultán seguía siendo el máximo referente político y espiritual, aunque nunca ostentó el título de califa: el gran visir, en el que el sultán delega la gestión de la administración y aveces el mando del ejército, presidía el diván, y podía ser destituido a voluntad del sultán. el diván era un complejo mecanismo burocrático que centralizaba el gobierno en estambul, y también podía convertirse en un tribunal de justicia. Muchos de estos cargos estaban distribuidos entre miembros de la familia del sultán.

Una vez conquistado el territorio mameluco, Argel, Túnez y Trípoli tuvieron un estatuto más militar que civil, debido a  su posición en el Mediterráneo y a su lejanía del centro del Imperio. tanto los cortesanos como los altos cargos provinciales eran remunerados, además de con salarios, con las rentas de uno o varios timars (iqta turca).

Devşirme o devshirme era la práctica por la cual el Imperio Otomano reclutaba niños de familias cristianas balcánicas por la fuerza para ser entrenados como soldados jenízaros, y forzarlos a convertirse al islam.​ Esta práctica fue motivada por el deseo de crear una clase de soldados de élite leales solo al sultán, en lugar de a la nobleza turca otomana. Los kapikulari eran las unidades militares de clase peatonal, ecuestre y técnica y a este sistema, que constituían el ejército permanente del Imperio Otomano y estaban directamente subordinadas al sultán. En el período anterior al establecimiento de las canteras de Kapıkulu, la fuerza militar del Imperio Otomano estaba formada por peatones y müsellems .

La ley que regía en el Imperio era la Islámica (sharia), pero existían también elementos provinciales tomados del derecho consuetudinario, como los tributos de las tierras concedidas como timar y que constituían la legislación propia de cada provincia. tras la conquista se procedió a la instrucción para mantener la continuidad y unidad económica y social para todo el Imperio. Las rentas obtenidas por los agentes provinciales se centralizaban en la capital de provincia, y desde allí se enviaba la parte correspondiente al tesoro del sultán. Los cristianos y judíos, principalmente, y practicantes de otras religiones minoritarias asiáticas  dependían de sus propias autoridades, constituyendo así naciones más o menos independientes que debían pagar el tributo correspondiente. En general, se regían según el estatuto de los dimmíes, habitual en los países islámicos: esta tolerancia otomana permitió, por ejemplo, que los emigrantes judíos que salieron de la Península Ibérica entre los siglos XV y XVI se pudieran refugiar en Salónica y Constantinopla, formando las comunidades de sefardíes.

Estambul se convirtió en centro cultural de primer orden en el mundo islámico, con el flujo permanente de intelectuales. A ello contribuyó la edificación de un buen número de edificios públicos, como la mezquita Al-Fatih y las dieciséis madrazas de su recinto, financiadas con los botines de la campaña y la capitación de los no musulmanes por orden de Muhammad II.

El principado de Moscú y la unificación del territorio ruso

La reagrupación de Rusia en torno a Moscú: de Iván I (1325-1340) a la batalla de Kulikovo (1380)

A principios del siglo XIV se puso en marcha un nuevo proceso de reunificación de los fragmentados principados rusos en manos de algunos de los grandes príncipes de las familias principales. De ellos, dos comienzan a ascender, todavía bajo el amparo de los kanes de la Horda de Oro. Tver, junto al Volga, en manos de los descendientes de Nevski, que reconstruyeron la ciudad y basaron su riqueza en los territorios del antiguo gran principado de Vladimir, y Moscú, que luchaba por la supremacía mediante la diplomacia ante los kanes y los matrimonios con princesas tártaras. La supremacía se decidió por un conflicto religioso: Moscú,a  diferencia de Tver, apoyó al candidato enviado por Constantinopla para la sede metropolitana, consiguiendo así la sanción eclesiástica. Se trasladó a Moscú, por tanto, la sede metropolitana.

Iván I consiguió el reconocimiento por parte de los mongoles de los derechos del trono de Vladimir con la consiguiente percepción de todos los tributos de Rusia para ser entregados a la Horda. Moscú, a través de conquistas, fue ampliando sus fronteras hasta que la peste se lo permitió. Durante la regencia de Dimitri, hijo de Iván I, los religiosos y los boyardos se hicieron temporalmente con el poder. mientras los lituanos asolaban Rusia, conquistando Kiev y declarando su independencia frente a los rusos y tártaros.

Olgerd de Lituania atacó Moscú y Dimitri tuvo que refugiarse en el Kremlin. durante los siguientes años s darían habituales enfrentamientos entre los príncipes de Moscú, Tver y Lituania.

La compleja situación de la Horda de Oro facilitó la alianza de los rusos en torno a Dimitri de Moscú para enfrentarse a un ejército combinado de tártaros y lituanos. En 1380 se produjo una sangrienta batalla campal entre moscovitas y tártaros en Kulikovo: a pesar de la superioridad numérica de los mongoles, Mamai fue vencido, pero Toktamish se hizo con el control de toda la Horda y volvió a amenazar a Moscú, aliado a los príncipes rusos de Rjazan y Nijni-Novogorod. Moscú fue saqueada pero la Horda tuvo que retirarse para hacer frente al avance de Tamerlán por las estepas. esto fue aprovechado por los lituanos que decidieron aproximarse a Polonia a través de la conversión de su príncipe, Jagellón, bautizado Vladislav y que contrajo matrimonio con la reina Edwigis de Polonia, consiguiendo así el trono. Dimitri invistió finalmente a hijo heredero Vasili con el título de Gran Príncipe de Vladimir.

Batalla de Kulikovo en 1380

Entre el vasallaje y la revuelta: el difícil siglo XV

Los grandes príncipes rusos intentan hacerse reconocer una soberanía sobre otros príncipes patrimoniales dando lugar a los príncipes servidores, al servicio de los grandes príncipes de Moscú, Tver o Nijni-Novgorod. En muchos casos esa categoría correspondió a príncipes extranjeros que se ponían al servicio de los rusos.

Los lituanos, aliados a los polacos, conseguían derrotar a la Orden teutónica en Grünewald (1410), recuperando territorios antiguos que pasaron a pertenecer a la orden militar. El principado se hacía cada vez más fuerte frente a Moscú. El gobierno de Vasili se caracterizó por la oposición de sus propios parientes, de los boyardos e incluso del Khan Ulu Muhammed, que le hizo prisionero cuandoa tacó la región del Volga. a su vuelta huyó al principado de Yver, donde se reunieron con él la mayor parte de los boyardos de Moscú, que aún le apoyaban y donde negoció el matrimonio de su hijo Iván y consiguió reconquistar Moscú. Su hijo consiguió reconstruir el principado con poder principal en Rusia.

Poco tiempo después de su llegada al trono principesco, Iván II (1462-1505) emprendió la conquista de los principados más cercanos mediante la reorganización del ejército ruso. Contrató una fuerza permanente e implementó la especialización y separación de la caballería e infantería, y la intervención de artillería. Iván se enfrentó también al kanato de Kazán. ocupa Letonia y Pskov, deportando a su población a Moscú. Consigue expulsar a los comerciantes hanseáticos de Riga y Novgorod y rechaza a las embajadas del papa Sixto IV y el emperador Segismundo: además, limitó los poderes de los príncipes territoriales y concedió más privilegios a la nobleza terrateniente de menor rango. Tras sacudirse el yugo mongol, estableció relaciones diplomáticas con el Imperio germánico, Hungría, Moldavia, Turquía, etc.

Se casó en segundas nupcias con Zoé Paleóloga, sobrina del último emperador de Bizancio, consiguiendo gran influencia en Bizancio. al mismo tiempo, Iván II busca una expansión hacia las tierras orientales, y por primera vez, el príncipe se intituló "gran Príncipe de toda Rusia", "gran soberano" o "zar".

Notas: 1) Límites de los estados rusos a fines del siglo XV; 2) Gran ducado de Moscú a fines del siglo XV; 3) Anexiones de Tver y Riazán; 4) Imperio de Iván IV; 5) Expansión en tiempos de Alejo I; 6) Conquistas de Pedro I; 7) Conquistas de Catalina II.

Economía, sociedad y religión en los territorios rusos

En el siglo XIV, el comercio en zona rusa vivió una reactivación h¡gracias a una nueva apertura a Occidente. Las potencias italianas que controlaban el comercio del mar Negro habían establecido relaciones con Moscú, mientras que la liga hanseática abría un compto en Novgorod. sus comerciantes locales se convirtieron en meros mayoristas  perceptores de los impuestos que estaban obligados a pagar a la Horda de Oro a cambio de este comercio. De Occidente llegaba a Novgorod sal, vino francés, telas de Flandes, arenques de Escandinavia y a veces trigo polaco, a cambio de trigo, miel, cera y pieles, especialidad de Rusia. Durante el siglo XV, los rusos comenzaron a emitir moneda de plata.

La formación de los grandes principados y la aparición de un grupo de boyardos y servidores del príncipe a sueldo favorecieron la creación de una nueva aristocracia. El título de boyardo deja de estar asociado a la tierra y nos encontramos ante una nueva aristocracia de servicio, cuyas dignidades se registraban en el libro del reparto de oficios.

La autoridad de la Iglesia aumentó considerablemente durante la sumisión a los mongoles,actuando los príncipes rusos como defensores de la ortodoxia. Aumenta la concentración de sede episcopales en la frontera occidental, para evitar la influencia de la colonización de la iglesia católica: se produjeron numerosos choques entre los príncipes, que querían imponer sus candidatos para la sede metropolitana de la iglesia rusa, y el Patriarca de Constantinopla, que lo designaba. El propio Dimitri de Moscú se enfrentó al metropolitano Cipriano. El metropolitano ruso, Isidoro, superior de un monasterio en Constantinopla, participó activamente en el Concilio de Ferrara-Florencia (1437-1439), en el cual se suscribe la unión de las iglesias griega y latina. Las autoridades de Moscú se negaron a que la Iglesia rusa quedara bajo el mando de Bizancio en una cuestión que consideraban vital y, tras intentar que el metropolitano renunciar al acta de unión, le depusieron y encerraron en un monasterio , produciéndose así la emancipación de la iglesia ortodoxa rusa de la bizantina. Las órdenes regulares tienen un gran apogeo en esta época: se construyen monasterios-fortaleza para proteger Moscú como el de Spasso-Andronikov, al que las familias acuden para despedir a los hombre seleccionados por la Horda de Oro. El eremitismo tiene en le norte de Rusia una gran importancia en esta época. Se fundaron nuevos monasterios, como el de la Trinidad, en el que San Sergio impuso la obediencia y el trabajo manual y se convirtió en el primer destino de peregrinación de los rusos.

Rusia, heredera de Bizancio

Iván III tenía una concepción imperial de fuerte influencia bizantina, queriendo ocupar la cabeza del mundo ortodoxo: esto es reflejado en su matrimonio con Zoe Paleólogo y en la asignación del título de césar como vínculo con la tradición romana-bizantina. El patriarca de Moscú se asigna el título de sucesor del metropolitano de Constantinopla al frente de la Iglesia ortodoxa, que se encontraba bajo dominio turco, reclamando para Moscú el título de "Tercera Roma".

Iván II ordena levantar el Kremlin, un palacio fortificado como su propia ciudad palatina. a partir de 1472, en el Kremlin se reconstruyeron dos catedrales, las de la Dormición y la privada de la familia del príncipe, la Anunciación, la necrópolis principesca de san Miguel y el recinto amurallado. En los caminos que llevaban a Moscú se levantaron grandes fortalezas de piedra. La nueva ciudad palatina se convierte en símbolo de la alianza entre el poder político y el religioso en Rusia.

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