Estados Unidos ha sido y es el Estado capitalista más importante del mundo que ha sabido dominar el mercado libre e imponerse sobre los demás Estados capitalistas del mundo. En cambio, no todos los ciudadanos estadounidenses han defendido férreamente el libre mercado y la dictadura del capital, siempre ha habido destacados personajes afines al comunismo.
En un sótano del bajo Manhattan (Nueva York), tres destacados miembros de organizaciones comunistas asentadas en la ciudad comentan las instrucciones llegadas desde Moscú. El Komintern instaba al pueblo estadounidense a sumarse a la movilización internacional para defender la República española de la rebelión militar apoyada por la Alemania nazi y la Italia fascista.
Unos días antes ya habían llegado a la península los primeros voluntarios europeos para unirse a un Ejército Popular que los líderes republicanos habían logrado organizar para sustituir a las combativas pero desorganizadas y poco preparadas milicias. La lejanía geográfica y la propia situación política interna había provocado que los camaradas estadounidenses atendieran con retraso al llamamiento de Moscú. Sin embargo, el reclutamiento comenzó inmediatamente y los primeros yanquis pisarían territorio español en enero de 1937.
Owen Appleton fue uno de los primeros en alistarse. Graduado con honores por la Universidad de Harvard llegaría a ser secretario del Batallón Lincoln y acabó muriendo en una trinchera del frente del Ebro. El perfil de Owen se corresponde con el de buena parte de los compañeros con los que combatiría en España. Entre ellos había marineros, desempleados y obreros industriales, pero un importante porcentaje estaba formado por profesores, estudiantes, artistas e intelectuales.
Incluso los hijos del alcalde de Los Ángeles, que también moriría en suelo español, y del gobernador de Ohio decidieron dejar atrás la comodidad y seguridad de sus hogares para participar en la que consideraban, con acierto, la primera gran batalla contra el fascismo internacional. Unas 60 mujeres se sumarían durante los años de la guerra al contingente norteamericano.
No se trataba, por tanto, de jóvenes impulsivos. De hecho, la media de edad rozaba los 27 años, sino de personas formadas y comprometidas ideológicamente con la arriesgada empresa que iban a acometer. Comunistas (en mayor porcentaje) socialistas, progresistas… los historiadores coinciden en que más que una ideología concreta, lo que empujó a cerca de 2.800 estadounidenses a cruzar el Atlántico para combatir en España fue un espíritu de solidaridad internacional y un profundo sentimiento antifascista.
Uno de cada tres voluntarios era judío que ya veía en el triángulo Hitler-Franco- Mussolini una clara amenaza para la supervivencia de su pueblo. La miseria provocada por la Gran Depresión incrementó, además, la conciencia de clase de estos jóvenes que veían como crecía en su país, día a día, la desigualdad social, al tiempo que se mantenía una brutal discriminación racial contra las minorías.
Tom Page fue uno de los 85 afroamericanos que formaban parte del contingente de voluntarios estadounidenses: “Fue la primera vez en mi vida que me sentí tratado con dignidad, como un ser humano y por eso lamenté siempre haber dejado aquel país”, afirmaba al recordar su dura experiencia en España. “Durante el tiempo que estuve en España nadie miró mi color de piel. Cuando regresé a EE.UU pensé que las cosas habrían cambiado. No fue así” añadía Salaria Kea, la única mujer negra que formó parte de la Brigada Lincoln.
El papel de la Brigada Lincon
Los primeros voluntarios estadounidenses llegaron a España en enero de 1937 y se integraron en la XV Brigada Internacional. Posteriormente, otros norteamericanos se integrarían en diversos cuerpos del Ejército Popular republicano. Es por esta razón por la que los supervivientes y sus descendientes utilizarían, y siguen utilizando hoy en día, el término “Brigada Lincoln” para referirse al conjunto de los estadounidenses que sirvieron en diversas unidades durante la Guerra de España.
Tras un demasiado corto periodo de entrenamiento en Tarazona de la Mancha (Albacete) y Villanueva de la Jara (Cuenca) los batallones Lincoln y Washington tuvieron un sangriento bautismo de fuego en la batalla del Jarama. Al mando del capitán Robert Merriman, consiguieron frenar a los fascistas en Brunete y en Villanueva de la Cañada. Se calcula que entre el 6 y el 27 de febrero perdieron a 400 hombres, la mitad del total de bajas que sufrirían durante toda la guerra. Sin apenas tiempo para restablecerse, los voluntarios combatieron en Boadilla del Monte, Villanueva de la Cañada y Brunete donde cayó Oliver Law, el primer afroamericano en la historia de los Estados Unidos que comandó una unidad militar. Bajas como la de Law provocaron que los dos batallones se fusionaran, a la vez que se creaba otro, el Mackenzie-Papineau en el que se integrarían nuevos voluntarios recién llegados desde Nueva York.
El recorrido bélico de los estadounidenses continuó por las batallas más sangrientas y decisivas: Belchite, Teruel y, finalmente, el Ebro donde el batallón Lincoln acabó de labrarse un prestigio glorioso por su forma de resistir ante la ya evidente superioridad del Ejército franquista. En invierno de 1937 a 1938, sostuvieron encarnizados combates defensivos en el Frente de Teruel, consiguiendo capturar a una compañía enemiga y grandes pérdidas a la Legión Extranjera. Tras la ruptura del Frente de levante en marzo de 1938, la Brigada Lincoln consiguió parar a los fascistas cerca de Caspe, permitiendo al mando republicano ganar tiempo.
Batallón Abraham Lincoln |
El Batallón George Washington
Oliver Law fue el primer afroamericano en dirigir una fuerza militar integrada en la historia de los Estados Unidos. Law nació en el oeste de Texas el 23 de octubre de 1900. Mientras aún estaba en su adolescencia, se unió al Ejército de los EEUU. Y desde 1919 hasta 1925 se desempeñó como soldado en la 24ª Infantería, un traje negro estacionado en la frontera con México. Después de dejar el ejército, Law se mudó primero a Bluffton, Indiana, donde trabajó en una planta de cemento y, poco después, a Chicago, donde condujo un taxi para la Yellow Cab Company. Con el inicio de la Ley de Depresión se desvió entre las filas de los desempleados. Con el tiempo, consiguió un trabajo como estibador y se unió a la Asociación Internacional de estibadores. Después de esto, Law abrió un pequeño restaurante y cuando esta empresa fracasó, se fue a trabajar para la Administración de Proyectos de Obras. Mientras estaba sin trabajo, Law se unió a la Defensa Internacional del Trabajo y en 1932 el Partido Comunista. Sus actividades políticas lo llevaron a frecuentes encuentros con el Escuadrón Rojo de la Policía de Chicago durante uno de los cuales fue golpeado gravemente. Poco antes de partir hacia España, Law fue arrestada mientras dirigía un mitin para protestar por la invasión de Etiopía por parte de Italia. Durante este período, Law se casó con Corrine Lightfoot, hermana de un prominente afroamericano en el Partido Comunista, Claude Lightfoot.
Oliver Law |
Milton "Milt" Wolff
Wolff era un veterano estadounidense de la Guerra Civil española, el último comandante de la Brigada Abraham Lincoln y un activista de toda la vida. Nació en una familia de inmigrantes judíos de clase trabajadora en Brooklyn, Nueva York. Sus padres vinieron originalmente de Lituania y Hungría. También fue miembro del Cuerpo Civil de Conservación durante la Gran Depresión. Se volvió activo en la Liga de Jóvenes Comunistas al regresar a Brooklyn después de la CCC. Fue allí donde se ofreció como voluntario para ir a España a luchar contra el fascismo.
Después de un año de combates en Brunete, Belchite y Teruel, la Brigada perdió a dos oficiales de alto rango en la batalla de Gandesa en el frente de Aragón, después de lo cual, en marzo de 1938, Wolff se convirtió en el comandante del batallón. Dirigió el Batallón durante la Batalla del Ebro y abandonó España en noviembre de 1938 cuando las Brigadas Internacionales fueron desmovilizadas. Ernest Hemingway lo describió durante este período: [tenía] "... 23 años, alto como Lincoln, demacrado como Lincoln, y tan valiente y tan buen soldado como cualquiera que comandara batallones en Gettysburg. Está vivo y sin ser golpeado por el mismo peligro que deja una palmera alta parada donde ha pasado un huracán ".
Después de regresar de España, participó en el Congreso de Derechos Civiles, trabajó en contra de la anticomunista Ley Smith y compareció ante la Junta de Control de Actividades Subversivas y el Comité de Actividades Antiamericanas de la Cámara como testigo hostil. Más tarde, bajo el liderazgo de Wolff, los veteranos de la Brigada Abraham Lincoln protestaron contra la guerra en Vietnam, hicieron campaña para enviar ambulancias a Nicaragua durante la guerra Contra, respaldada por Estados Unidos, enviaron ayuda humanitaria a países centroamericanos y organizaron donaciones para hospitales cubanos.
Milton "Milt" Wolff murió a la edad de 92 años el 14 de enero de 2008.
Milton "Milt" Wolff |
Harry Fisher
Harry Fisher que desde la infancia tuvo que buscarse la vida en el país de las oportunidades trabajó en distintas empresas industriales norteamericanas, lo que le sirvió para observar la fuerza del proletariado. El “Crac del 29” terminó por fundamentar el pensamiento de Fisher y éste ingresó en la Liga de los Comunistas estadounidenses. Cuando comenzó la Guerra Civil en España, Fisher no dudó en viajar a España a defender la república y detener a los fascistas. De esta manera, Fisher integrado en el Batallón Lincoln de las Brigadas Internacionales combatió contra los fascistas en las batallas de Jarama, Brunete, Teruel, Belchite y Ebro. En 1938 regresó a los EE. UU donde fue criticado y tachado querer exportar el “Terror Rojo” a los EE. UU. Posteriormente con la entrada de los Estados Unidos en la II Guerra Mundial, Fisher se alistó en las Fuerzas Aéreas como artillero en un B-26 para combatir a las fuerzas del Eje. Terminada la Segunda Guerra Mundial, Fisher regresó a los EE. UU, concretamente a Nueva York donde trabajó para la agencia de noticias soviética Tass, la Agencia de Telégrafos de la Unión Soviética. Harrie Fisher ejemplo de internacionalismo proletario no dudó en coger las armas para combatir tanto a los franquistas en España como a los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Harry Fisher |
Robert Hale "Bob" Merriaman Jefe del Estado Mayor de la brigada Lincoln.
"Fuimos porque estábamos alarmados por lo que estaba pasando tanto en nuestro país como en Europa. La Gran Depresión, comenzada en 1929, había ocasionado hambre y desempleo generalizado en todo el mundo, excepto en la Unión Soviética. Hacia 1932 había 25 millones de parados en EEUU -no había seguro de paro entonces- y los agricultores araban bajo sus cosechas y sacrificaban cochinillos recién nacidos mientras millones de ellos se iban a la cama hambrientos." (Carl Geiser).
El 2 de abril de 1938, con sólo 29 años, y durante la retirada del frente de Aragón, moría ROBERT HALE "BOB" MERRIMAN, el mítico Jefe del Estado Mayor de la Brigada XV, la famosa Brigada "Lincoln" de las Brigadas Internacionales. Uno de los hombres nacidos fuera de España y que se enfrentarían frontalmente contra el fascismo y que darían su vida por la libertad.
Bob Merriman había nacido, hijo de un leñador, en la población californiana de Eureka el 17 de noviembre de 1908. Iniciaría sus estudios universitarios en la Universidad de Nevada, casándose con su compañera de estudios Marion Stone en el día de su graduación el 9 de mayo de 1932; pronto conseguiría una beca para estudiar economía en la prestigiosa Universidad californiana de Berkeley; interesándose, de modo especial, por la economía rusa. En el mes de enero de 1935 el matrimonio se trasladaría a Moscú, donde Bob haría estudios sobre la política comunista agrícola.
Durante un viaje de excursión a Viena, Bob y Marion se encontrarían de primera mano con la realidad del nazismo; lo que motivaría que Bob, ante los dramáticos ecos de al sublevación armada fascista del 18 de julio de 1936 contra la República española, tomaría la decisión de alistarse en las conocidas como Brigadas Internacionales, entrando en España por Valencia el 18 de enero de 1937.
"Muchos lo oyeron en remotas penínsulas,
en las mesetas somnolientas,
en las desviadas islas pesqueras
y en el corrompido corazón de la ciudad,
lo oyeron
y emigraron como gaviotas
o como las semillas de una flor.
Y cual erizos
se adhirieron a los trenes expresos,
cruzando velozmente
a través de las injustas tierras,
a través de la noche,
a través del túnel alpino.
Surcando los océanos.
O abriéndose camino con sus pasos.
Así, llegaron
para ofrecer sus vidas."
(Wystan Hugh Auden).
Seguidamente sería trasladado, para recibir instrucción militar, a Villanueva de la Jara, en Albacete; donde pronto sustituiría a la comandante del recién conformado Batalló Lincoln, dado que tenía cierta formación militara cuando había sido miembro, cuando era estudiante en la Universidad de Nevada, del ROTC (en castellano, Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales en la Reserva), encontrándose al mando del entrenamiento de alrededor de 430 miembros de las Brigadas Internacionales.
Pronto serían, ante la necesidad de las fuerzas republicanos y por la fuerte ofensiva franquista contra Madrid, enviados al Valle del Jarama, donde participarían en la Batalla del Jarama, que duraría del 6 al 27 de febrero de 1937, con el fin de hacer frente a la gran ofensiva de los militares sublevados en armas, que se saldaría con éxito, aunque las Brigadas Internacionales pagarían con un elevado número de bajas; y siendo herido el propio Bob Merriman en un hombro. Su esposa que mientras tanto había permanecido en Moscú, ayudando a Walter Duranty, corresponsal del New York Times, viajaría en el mes de marzo a España para ayudarle en su convalecencia. Marion permanecería en España trabajando en un hospital y ayudaría en la información y en las relaciones exteriores de las Brigadas Internacionales, llegando al grado de cabo. En el mes de noviembre de 1937 regresaría a EEUU con el fin de recaudar dinero para la causa y buscando apoyos para la República española.
Ya recuperado, Bob Merriman, en el mes de julio, participaría en la ofensiva republicana de Brunete, que duraría del 6 hasta el 25 de julio de 1937, junto al Batallón Británico, para con otras unidades militares conformar la XV Brigada Internacional; con una trágico balance en vidas, pues de los 2.5000 soldados de que constaba la Brigada sólo sobrevivirían unos 1.000 brigadistas.
En la Batalla de Belchite (Zaragoza), entre los días 24 de agosto y e 6 de septiembre de 1937, sufriría muy graves heridas; siendo nombrado tras su recuperación médica Jefe del Estado Mayor de la XV Brigada, interviniendo, pronto, en la Batalla de Teruel, que tuvo lugar entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938 en la ciudad de Teruel y sus alrededores.
Su muerte está sumergida en un mar de dudas; pero lo que sí está claro que desaparecería en el frente de Aragón, en el transcurso de la retirada su su unidad militar hacia la localidad de Gandesa, la capital tarraconense de la comarca de la Tierra Alta. Una de las versiones india que podría haber perdido la vida durante los combates en la zona de Corbera de Ebro; sin embargo según otras fuentes, había sido apresado, también en el área de Corbera de Ebro y ejecutado esa misma noche por las tropas franquistas, que muy a menudo solían matar a los brigadistas, y, en especial, si eran oficiales. Coincidiendo ambas versiones que todo esto había sucedido el 2 de abril de 1938.
Su cuerpo, aunque ha sido buscado, con ahínco, en varias ocasiones, nunca ha sido encontrado.
Vienen a la memoria las palabras de Dolores Ibárruri en el Acto de Despedida a los Voluntarios de las Brigadas Internacionales el 1 de noviembre de 1938 celebrado en Barcelona:
"(...) De todos los pueblos y todas las razas, vinisteis a nosotros como hermanos nuestros, como hijos de la España inmortal, y en los días más duros de nuestra guerra, cuando la capital de la República española se hallaba amenazada, fuisteis vosotros, bravos camaradas de las Brigadas Internacionales, quienes contribuisteis a salvarla con vuestro entusiasmo combativo y vuestro heroísmo y espíritu de sacrificio.
Y Jarama y Guadalajara, y Brunete y Belchite, y Levante y el Ebro cantan con estrofas inmortales el valor, la abnegación, la bravura, la disciplina de los hombres de las Brigadas Internacionales.
Por primera vez en la historia de las luchas de los pueblos se ha dado el espectáculo, asombroso por su grandeza, de la formación de las Brigadas Internacionales para ayudar a salvar la libertad y la independencia de un país amenazado, de nuestra España.
Comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos, hombres de distinto color, de ideología diferente, de religiones antagónicas, pero amando todos ellos profundamente la libertad y la justicia, vinieron a ofrecerse a nosotros incondicionalmente.
Nos lo daban todo; su juventud o su madurez o su experiencia; su sangre y su vida, sus esperanzas y sus anhelos ... Y nada nos pedían. Es decir, sí: querían un puesto en la lucha, anhelaban el honor de morir por nosotros.
¡Banderas de España! ... ¡Saludad a tantos héroes, inclinaos ante tantos mártires! ...
¡Madres! ... ¡Mujeres! Cuando los años pasen y las heridas de la guerra se vayan restañando; cuando el recuerdo de los días dolorosos y sangrientos es esfume en un presente de libertad, de paz y de bienestar; cuando los rencores se vayan atenuando y el orgullo de la patria libre sea igualmente sentido por todos los españoles, hablad a vuestros hijos; habladles de estos hombres de las Brigadas Internacionales.
Contadles cómo, atravesando mares y montañas, salvando fronteras erizadas de bayonetas, vigilados por perros rabiosos deseosos de clavar en ellos sus dientes, llegaron a nuestra patria como cruzados de la libertad, a luchar y a morir por la libertad y la independencia de España, amenazados por el fascismo alemán e italiano. Lo abandonaron todo: cariños, patria, hogar, fortuna, madre, mujer, hermanos, hijos y vinieron a nosotros a decirnos: "¡Aquí estamos!", vuestra causa, la causa de España es nuestra misma causa, es la causa de toda la humanidad avanzada y progresiva. (...)". (Dolores Ibárruri. Mensaje de despedida a los voluntarios de las Brigadas Internacionales. Barcelona, 1 de noviembre de 1938).
NOTA.- Dicen que Bob Merriman fue amigo de Ernest Hemingway, y que su persona serviría de inspiración para configurar el personaje de Robert Jordan, el protagonista de la novela "Por quién doblan las campanas".
Robert Hale Merriman |
Edwin Rolfe |
James Yates.
Del Misisipi a luchar contra el nazi-fascismo en España.
Su infancia transcurrió en el Misisipi donde el esclavismo
fue sustituido por otra forma de esclavitud asalariada que difícilmente daba para
reponer la fuerza de trabajo. El KKK haciendo de las suyas y controlando gran
parte de los estamentos de la sociedad política y civil.
Los días pasaban entre palizas y asesinatos de negros.
Cuando él nació ni siquiera se registraban los nacimientos de niños negros.
Soñaba con escapar cada día. Con la gran crisis del algodón huye de polizón
hacia el próspero norte industrial: Chicago.
Son los años 20 y el movimiento obrero organizado está
cobrando mucha fuerza. Lucha sindical, charlas políticas... Yates empieza a dar
forma a sus ideas y adquiere conciencia de clase. En los años 30 en NY las
manifestaciones de Unión Square, la indigencia...
James ha comprobado que en el norte un negro puede optar a
ciertos empleos remunerados, incluso acceder a una vivienda en el extrarradio o
sentarse en el transporte público. Los efectos más visibles del racismo están
mitigados respecto al sur pero aún así siguen siendo brutales.
Trabaja como camarero de ferrocarriles y su mujer encuentra
empleo como criada. Forman una familia. Llega la gran crisis de los años 30 con
el crack del 29 y pierde su empleo. Se ve obligado a alejarse de su familia y
se traslada a NY en busca de una oportunidad.
Lo que se encuentra en NY es aún más dantesco. Ejércitos d
obreros vagando como muertos vivientes en busca de un plato de comida, siendo
desahuciados, durmiendo en parques públicos. Por suerte es rescatado por la
comunidad negra de Harlem organizada en torno al Partido Comunista.
No es extraño que termine enrolándose en las brigadas
organizadas por el PCUSA para luchar contra el fascismo en España. Al cruzar
los Pirineos se entera de que su mejor amigo ha sido el primer afroamericano en
caer en la batalla del Jarama.
Yates desempeña varias tareas, una de ellas como conductor
transportando víveres, munición, material médico, también lleva a periodistas.
Participa en la batalla de Brunete y se juega la vida en las carreteras
bombardeadas. Su vehículo es impactado y resulta gravemente herido.
Tras varios meses en el hospital, en 1938 regresa a Estados
Unidos junto al resto de brigadistas. Otros muchos amigos como Oliver Law (el
primer responsable de una unidad militar no segregada de estadounidenses del
que hablamos en otro hilo) dejarán su vida por la libertad.
Como el resto de BBII estadounidenses al volver lo que se
encuentra es aún más duro. En España se jugaron la vida pero vivieron libres
pues el color de su piel no implicaba un trato diferente. En Manhattan son
expulsados de un hotel que no admite negros.
Yates continuará militando en organizaciones de defensa de
los DDHH en Manhattan y siendo hostigado por el FBI. Monta una tienda de
reparación de electrodomésticos y televisores porque nadie le da un empleo por
sus antecedentes. Al final de su vida escribe "De Misisipi a Madrid".
Yates paso más tiempo con los brigadistas internacionales
alemanes que con los estadounidenses en España. No conviene olvidar que miles
de alemanes antifascistas se opusieron al nazifascismo.
Yates, como el resto de brigadistas es un ejemplo a seguir.
Se esforzó por leer y formarse aún cuando la educación le había sido negada
porque sabía que el conocimiento le haría libre. Luchó por un país que no
conocía y fue defenestrado a la vuelta.
Yates parafraseando a Tom Page: “Recuerdo cómo a veces un pueblo entero acudía a verme cuando sabían que había llegado un negro. España fue el primer lugar donde me sentí libre. Si no le gustabas a alguien, te lo decía a la cara. No tenía nada que ver con el color de tu piel”.
Paul Robeson
Paul Robeson fue un actor, cantante, jugador de fútbol, abogado y activista por los derechos civiles nacido en Princeton (Estados Unidos) en 1898 y muerto en Filadelfia en 1976. Su padre fue un esclavo negro que había conseguido huir de la plantación de Carolina del Norte, en la que había nacido. Robeson estudió leyes en Rutgers, universidad en la que fue el tercer estudiante negro de su historia. Jugó al fútbol americano profesional en la National Football League. En 1923 se graduó en Derecho en la Universidad de Columbia, pero pronto acabaría abandonando la abogacía para dedicarse al cine, el teatro y la música. Su fama traspasó las fronteras de su país con la interpretación de Joe en el musical Show Boat”.
Paul Robeson |
Salaria Kea nació el 13 de Julio de 1913 en Georgia. Desde muy joven su deseo era ser enfermera y tuvo que luchar contra el rechazo de algunos centros por el color de su piel, por lo que finalmente Salaria se mudó a Nueva York donde logró un empleo en la Escuela de enfermería del Hospital de Harlem. En 1934 se graduó y consiguió el puesto de enfermera jefe en la Sala de enfermos terminales del Sea View Hospital, dedicado al tratamiento de la tuberculosis.
En 1935, Salaria Kea encabezó una campaña para organizar la ayuda médica en Etiopía cuando el ejercito fascista de Mussolini invadió el país.
Ese mismo año Salaria se afilia al Partido Comunista.
En 1936 Salaria se ofreció como enfermera de la Cruz Roja para ayudar a las víctimas de inundaciones desastrosas en el Medio Oeste, pero fue rechazada por el único motivo de ser Negra.
El 27 de marzo de 1937, Salaria navegó en el SS Paris, acompañada por otras 12 enfermeras y un grupo de médicos, para unirse al servicio sanitario de las Brigadas Internacionales.
Su destino fue el hospital de Villapaz, antigua residencia de la "Infanta Paz de Borbón" . Dónde tuvo una situación que a la enfermera le resultó novedosa ya que tenía a su mando cinco enfermeras blancas.
Salaria Kea trabajó durante tres semanas en el Hospital de evacuación de Tarancón.
Fue aquí donde conoció a John Patrick O’Reilly, un brigadista Irlandés herido con el cual terminaría casándose e irse a Nueva York a vivir junto a él. En sus memorias escribió "Discutimos sobre América del Norte, Irlanda y todos los grupos y razas que fueron víctimas del fascismo y otras injusticias y cómo ambos podríamos ayudar a abolir a los enemigos de la raza humana".
En 1938 Salaria fue capturada por los franquistas durante algunos días en los que vivió en primera persona algunos fusilamientos. Finalmente consiguió escapar, pero al poco tiempo fue herida en un bombardeo y tuvo que volver a Estados Unidos.
Pocos años después y tras recuperarse, prestaría servicios en la Segunda Guerra Mundial, formando la primera unidad de enfermeras afroamericanas del ejército. Finalizada la guerra volvería a Nueva York trabajando en varios hospitales.
Salaria Kea murió el 18 de mayo de 1990.
Salaria dejó escrito en sus memorias: En América despreciaron mi saber. Me dijeron: “El color de tu piel, más que una ayuda, es un problema”. Sin embargo, en España pude ayudar fuera el que fuera el color de mi piel.
«No podía sentarme y dejar que aquello pasara. Tenía que ir a ayudar, incluso poniendo en peligro mi vida! Pero tenía que ayudar. Aquel era mi mundo, también! Y no podía quedarme quieta”
Salaria Kea |
Mack Coad
Mack Coad se unió al Partido Comunista en 1929, poco después de perder su trabajo como bombero del ferrocarril durante los primeros días de la Gran Depresión. Mack, cuya educación formal terminó con el cuarto grado, fue reconocido por el Partido como líder y fue seleccionado para asistir a la Escuela Lenin en la Unión Soviética.
Antes de su servicio en España, Mack fue organizador sindical, trabajando con trabajadores siderúrgicos en Birmingham, el Sindicato de Aparceros de Alabama, y también trabajó en Tennessee, Georgia y Carolina del Norte.
Mack navegó hacia Europa a bordo del Georgic el 2 de octubre de 1937 y llegó a España vía Espolla el 15 de octubre. Mack asistió y se graduó de la Escuela de Formación de Oficiales.
Estando en España sirvió en la XV Brigada.; Mackenzie-Papineau BN, Co. 4 (MG Co.); como Jefe de Sección de Co. 2; retiros; Ebro y Gandesa. El 1 de agosto de 1938, Mack resultó herido en el ojo derecho durante un ataque enemigo en las afueras de Gandesa. Pasó el resto de la guerra en varios hospitales españoles antes de regresar a Estados Unidos el 15 de diciembre de 1938.
Mack Coad murió en un accidente minero el 9 de mayo de 1967 en Birmingham, Alabama. Tenía 72 años.
Mack Coad |
Eluard Luchelle McDaniels
Eluard Luchelle McDaniels nació en Mississippi en 1912. Escapando de un hogar abusivo, se fue de casa y se dirigió al oeste a California para completar la escuela secundaria allí y luego estudiar arte en San Francisco State College. Las conexiones sociales que McDaniels pudo desarrollar con artistas politizados pronto lo llevaron al movimiento obrero y al Partido Comunista, al que se unió en 1930.
Como trabajadores, ninguno de nosotros está predestinado a asumir la lucha de clases y convertirse en líderes en la lucha contra el racismo, el sexismo y el fascismo. Más bien, la vida bajo el capitalismo hace llover la opresión y la explotación sobre nuestra clase y los individuos eligen unirse en una batalla colectiva contra los patrones. La historia de Eluard McDaniels muestra cómo un compromiso con la clase trabajadora y una línea política comunista moldean positivamente nuestras experiencias de vida hacia el camino de la igualdad y la liberación.
En 1929, McDaniels viajó a Montgomery, Alabama y Nueva Orleans, Luisiana porque había oído hablar de huelgas de tranvías por aumentos salariales, mejores condiciones laborales y descansos. Se enteró de que había un cuartel general blanco y un cuartel general negro, lo que reconoció como una estrategia fatal y defectuosa que condenaría la huelga.
Según McDaniels, se acercó a los huelguistas blancos y les dijo: “Los negros cruzan la calle y ustedes cruzan aquí, y ambos tienen la misma preocupación… Eso no tiene sentido”. Los trabajadores blancos recibían entre un 25 y un 30 por ciento más que los trabajadores negros, haciendo prácticamente el mismo trabajo.
McDaniels pudo utilizar una línea política antirracista que convenció a los trabajadores de integrar a los huelguistas y hacer demandas más estrictas que beneficiarían a todos los trabajadores. Finalmente, la policía lo echó de Nueva Orleans. Pero los trabajadores ganaron la huelga. La policía tuvo que luchar contra los trabajadores blancos para llegar a McDaniels, quien concluyó que su inquebrantable defensa era la única razón por la que la policía no podía convertirlo en un ejemplo.
Poco después, mientras el mundo capitalista se hundía más en la miseria de la Gran Depresión, regresó al Sur para ayudar a organizar el Sindicato de Aparceros de Alabama. También hizo un viaje a Nueva York para llamar la atención del Partido Comunista sobre los muchachos de Scottsboro (nueve jóvenes negros que fueron acusados falsamente por racistas y condenados a muerte).
Casi al mismo tiempo, se involucró en el Proyecto Federal de Escritores de la Administración de Progreso de Obras (WPA), escribiendo cuentos para una publicación de WPA. Lejos de ver el arte y la literatura como cosas abstractas y separadas de la lucha de clases, McDaniels entendió la cultura como un arma en la mano de la clase trabajadora no solo para reflejar, sino también para ayudar a dar forma a la lucha contra el capitalismo.
A medida que los gobiernos capitalistas de todo el mundo se convertían en dictaduras fascistas como respuesta a las crisis del sistema, McDaniels estaba convencido de que el antifascismo y el antirracismo eran lo mismo. "Vi que los invasores de España [eran] las mismas personas con las que he estado luchando toda mi vida". El historiador Peter Carroll cita a McDaniels diciendo: "He visto linchamientos y hambrunas, y conozco a los enemigos de mi pueblo".
En España, McDaniels fue destinado a una unidad de transporte como camionero. A principios de 1938 fue transferido como soldado de infantería al batallón canadiense Mackenzie-Papineau y luego al batallón (estadounidense) Lincoln-Washington. Ascendiendo al rango de sargento, condujo a las tropas blancas a la batalla, mientras que los militares capitalistas en todo el mundo todavía operaban utilizando unidades segregadas.
Durante la Ofensiva del Ebro, las tropas leales españolas (antifascistas), asombradas por sus habilidades para lanzar granadas, le dieron a McDaniels el apodo de "El Fantástico". Herido en la pierna izquierda, pasó el resto de su estancia en España en hospitales.
A su regreso a los Estados Unidos, McDaniels se dirigió a su Mississippi natal, donde habló ante audiencias integradas. “Les dije que tenemos que unirnos y construir una hermandad humana y aplaudieron. Me hizo feliz”, dijo más tarde.
McDaniels continuó enfrentando y luchando contra la discriminación racial. En 1941, encabezó una protesta en un comedor segregado en Durban, Sudáfrica. Después de su regreso del servicio activo en la Segunda Guerra Mundial, habló en nombre del Sindicato Nacional de Cocineros y Mayordomos Marinos en la Convención Nacional de Sindicatos Marítimos en mayo de 1946, denunciando las actividades antisindicales de la Administración de Transporte de Guerra y la Guardia Costera. .
Durante la década de 1960, McDaniels llevó a los manifestantes al Ayuntamiento de Sacramento, California, para protestar por las aceras embarradas en las secciones de la ciudad totalmente negras. Como muchos otros veteranos negros, no estaba de acuerdo con la no violencia de la mayoría de los líderes de los Derechos Civiles. ¡Dado que el capitalismo es un sistema que es inherentemente violento hacia la clase trabajadora, tenemos todo el derecho y el deber de usar la violencia revolucionaria para defendernos y tomar el poder estatal de los patrones!
McDaniels se mantuvo comprometido con la lucha durante el resto de sus años, trabajando en la industria hasta su jubilación. Murió en San Francisco el 6 de diciembre de 1985, dejando su huella excepcional en la larga lucha por la liberación de la clase obrera internacional.
Eluard Luchelle McDaniels |
John Cookson, el brigadista cuya tumba el franquismo no
puedo encontrar
Una parte importante de los 2.000 supervivientes combatió en la II Guerra Mundial. Sus superiores se debatían entre la admiración por quienes tenían en sus espaldas una impagable experiencia en el combate y la desconfianza por los ideales que les habían llevado a pelear en España. Sus expedientes fueron marcados con las iniciales P.A. (premature antifascist), un estigma que les pondría en el punto de mira, años después, pero del que los miembros de la Lincoln se sentirían orgullosos hasta el final de los días.
Tras la caída de Hitler, los veteranos de la Brigada tuvieron que hacer frente a una nueva amenaza. Los años del macartismo y de la llamada caza de brujas les convirtió en sospechosos en una época en que el Estado creía ver conspiradores comunistas detrás de cualquier cortina. Resignados a no recibir reconocimientos oficiales, en los años 70 crearon el ALBA (Archivos de la Brigada Abraham Lincoln) para preservar y difundir su memoria. Igualmente, el único monumento que les recuerda en su patria, ubicado en San Francisco, fue financiado por ellos mismos.
Quizás el reconocimiento final les llegue muy pronto, ahora que todos los supervivientes han fallecido, y de la forma más inesperada. David Simon, creador de la célebre serie de televisión “The Wire”, afirmó recientemente que “sueña con realizar una serie sobre la Brigada Lincoln”.
La solidaridad por bandera
El internacionalismo proletario tiene dos elementos importantes: la solidaridad con los procesos revolucionarios de todos los pueblos del mundo, que se expresa a través de la prestación de ayuda a éstos para que alcancen éxito; y el aprendizaje de lo que ellos tengan de positivo para alcanzar los comunes objetivos de la causa revolucionaria de los trabajadores.
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