Durante los años 30, mientras los huelguistas reclamaban sus derechos laborales a lo largo del país, Nueva York vive una revolución cultural sin precedentes. Este es el trasfondo sobre el que se van a entrelazar las historias de varios personajes, reales y ficticios, entre los que se encuentra un joven Orson Welles, quien dirige el Grupo de Teatro Federal en una fallida producción de "The cradle will rock", que será cancelada en la víspera de su estreno por el ejército. Hallie Flanagan, directora del Federal Theatre Proyect de la Works Progress Administration; Fue perseguida sospechada de tendencias comunistas por el Comité de Actividades Antiestadounidenses. Además, alrededor de su figura se moverá su inseparable productor John Houseman, Nelson Rockefeller, a quien se le ocurre encargar un mural para su nuevo centro al izquierdista pintor mexicano Diego Rivera o Margherita Sarfatti, la emisaria cultural de Mussolini, encargada de conseguir dinero para la causa fascista a cambio de obras de arte.
Las canciones y muchos de los diálogos son los originales de la obra de Blitztein. Los diálogos del Comité de Actividades Antiestadounidenses son también originales, basados en las actas de dicho organismo.
La historia de Diego Rivera y Rockfeller
Aunque también existe una historia paralela en la película : la del pintor mejicano Diego Rivera y Rockefeller. Las más destacadas pinturas de Rivera en Estados Unidos se encuentran en el San Francisco Art Institute -Escuela de Arte de San Francisco- así como en el Instituto de Artes de Detroit.
Hacia 1933, se da uno de los sucesos más controvertidos en su vida. Cuando el industrial John D. Rockefeller Jr. contrata a Rivera para pintar un mural en el vestíbulo de entrada o "lobby" del edificio RCA en la ciudad de Nueva York. Este era el edificio principal de un conjunto de construcciones que se habría de denominar como Rockefeller Center.
El edificio, situado en Fifth Avenue, una de las avenidas más famosas, se posicionaba como uno de los emblemas más importantes del capitalismo. Diego Rivera, diseñó para esta ocasión, el mural denominado El hombre en el cruce de caminos o El hombre controlador del universo. Pero cuando Rivera se encontraba a punto de completarlo incluyó un fresco de Lenin. La reacción de la prensa y la controversia que suscitó el retrato de Lenin, fue inmediata: En pleno centro del capitalismo, habían pintado a un líder comunista.
Rockefeller, vio el retrato como insulto personal y mandó cubrir el mural y más tarde ordenó que fuera destruido. Rivera poco después regresó a México en 1934, donde pintó el mismo mural El hombre en el cruce de caminos" en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes de México
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