Al igual que con los delitos, los Medios suelen dar información segada, explotando el dramatismo y el sensacionalismo. Las reafirmaciones de los estereotipos por parte de la sociedad ayudan al desconocimiento del público.
- Los términos inmigrante ilegal, inmigrante indocumentado e inmigrantes de segunda generación no son correctos ya que son imprecisos.
- En el lenguaje periodístico se utilizan estas expresiones, aunque algunos medios de comunicación internacionales han rechazado la expresión inmigrante ilegal.
- El término inmigrante ilegal no puede referirse a una persona porque ilegal es una situación.
- El calificativo ilegal en un contexto informativo resulta despectivo y se asocia a actos delictivos
- Algunos Medios de Comunicación han sustituido esta expresión por inmigrante indocumentado. Un ejemplo es el Libro de Estilo de El País.
- El concepto de inmigrante de segunda generación no es exacto, ya que los hijos de inmigrantes nacidos en un país son ciudadanos con plenos derechos.
- Evitar mencionar la nacionalidad en sucesos delictivos para perpetuar tópicos y estereotipos.
- Utilizar correctamente el término "alertar"
- Evitar titulares que incluyen etiquetas
- evitar caer en el sensacionalismo que lleva a vender la realidad como espectáculo.
- Las expresión sin papeles o irregulares no son tan despectivas como la palabra ilegal, aunque llevan a confusión porque hacen pensar en alguien que está huido de la justicia o en situación anómala en un país.
- La alternativa lingüística (extranjero con doble nacionalidad a los nacidos en un país y residentes en otro) también es incorrecta porque son personas con doble nacionalidad y, al tener la nacionalidad española, no puede ser un extranjero.
- Algunos expertos utilizan la expresión irregular porque denota una situación que se adecua más a la realidad de los inmigrantes.
- Es necesario utilizar palabras precisas que describan las situaciones jurídicas, sociales y laborales de las personas que viven o trabajan en un país diferente al que han nacido.
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