Una de las obras más importantes y más interesantes que puede encontrarse uno en cualquier librería y que debería estar en todas las estanterías de los lectores es La Peste de Albert Camus. La novela es una alegoría del problema que supone para el ser humano el totalitarismo y las autocracias.
Pero antes de empezar, ¿Quién era Albert Camus? ¿por qué es tan importante conocer su obra y su vida?
ALBERT CAMUS: SU VIDA
Formó una compañía de teatro de aficionados que representaba obras a las clases trabajadoras; también trabajó como periodista y viajó mucho por Europa. En 1939, publicó Bodas, un conjunto de artículos que incluían reflexiones inspiradas por sus lecturas y viajes. En 1940, se trasladó a París y formó parte de la redacción del periódico Paris-Soir. Durante la II Guerra Mundial fue miembro activo de la Resistencia francesa y de 1945 a 1947, director de Combat, una publicación clandestina. Argelia sirve de fondo a la primera novela que publicó Camus, El extranjero (1942), y a la mayoría de sus narraciones siguientes. Esta obra y el ensayo en el que se basa, El mito de Sísifo (1942), revelan la influencia del existencialismo en su pensamiento. De las obras de teatro que desarrollan temas existencialistas, Calígula (1945) es una de las más conocidas. Aunque en su novela La Peste (1947) Camus todavía se interesa por el absurdo fundamental de la existencia, reconoce el valor de los seres humanos ante los desastres.
Sus obras posteriores incluyen la novela La caída (1956), inspirada en un ensayo precedente; El hombre rebelde (1951); la obra de teatro Estado de sitio (1948); y un conjunto de relatos, El exilio y el reino (1957). Colecciones de sus trabajos periodísticos aparecieron con el título de Actuelles (3 vols., 1950, 1953 y 1958) y El verano (1954). Una muerte feliz (1971), aunque publicada póstumamente, de hecho es su primera novela. En 1994, se publicó la novela incompleta en la que trabajaba cuando murió, El primer hombre. Sus Cuadernos, que cubren los años 1935 a 1951, también se publicaron póstumamente en dos volúmenes (1962 y 1964). Camus, que obtuvo en 1957 el Premio Nobel de Literatura, murió en un accidente de coche en Villeblerin (Francia) el 4 de enero de 1960.
Ambientada en la argelina ciudad de Orán, Camus plantea a través de esta obra una reflexión. La peste narra las consecuencias del aislamiento de toda una ciudad, lo cual pone de manifiesto lo mejor y lo peor que cada uno de sus ciudadanos lleva dentro: sus miedos, traiciones, individualismo, pero también la solidaridad, la compasión, el espíritu de colaboración con el prójimo en tareas comunes...
La mayor parte de la historia es contada en tercera persona. La “calamidad” que ha caído sobre los ciudadanos de la ficticia Orán es la que cayó sobre Francia en 1940, con la derrota militar, el abandono de la república y el establecimiento del régimen de Vichy bajo el tutelaje alemán. La narración de Camus sobre la llegada de las ratas hizo eco de la condición dividida de Francia en 1940: “Era como si el suelo en el que nuestras casas fueron construidas se purgara de un exceso de la bilis, que iba dejando ebulliciones y los abscesos levantaran a la superficie lo que hasta entonces estaba devorando adentro”. Muchos en Francia, al principio, compartieron la reacción inicial del padre Paneloux: “Hermanos, se lo merecen”.
La alegoría pudo haber estado atada a Vichy, pero “la peste” rebasa cualquier etiqueta política. No fue “el fascismo” el tema central de Camus –un objetivo fácil, sobre todo en 1947– sino el dogma, el conformismo, la sumisión y la cobardía en todas sus formas de intersección pública.
LA PESTE DE ALBERT CAMUS
Recordar a Camus, es recordar su obra la peste. En estos momentos de incertidumbre donde la crisis hace aflorar los viejos fantasmas del pasado como el crecimiento de movimientos fascistas, hay que recordad la historia para evitar caer en los errores del pasado, ya que no nos someterán por la fuerza bruta sino por la fuerza de la ignorancia. Por tanto, es un deber recordar. PROHIBIDO OLVIDAR.
Recordar a Camus, es recordar su obra la peste. En estos momentos de incertidumbre donde la crisis hace aflorar los viejos fantasmas del pasado como el crecimiento de movimientos fascistas, hay que recordad la historia para evitar caer en los errores del pasado, ya que no nos someterán por la fuerza bruta sino por la fuerza de la ignorancia. Por tanto, es un deber recordar. PROHIBIDO OLVIDAR.
La obra de Camus no es solamente un reflejo de las dictaduras que asolaron la Europa de la primera mitad del siglo XX,: La peste no sólo
simboliza la guerra, sino también al mal que se expande cada día más en los
corazones y que no permite al hombre dejar de un lado al egoísmo, al beneficio
propio y a la hipocresía que tanto le hacen daño a él y a sus semejantes. No
existe alguien que haya salido victorioso cuando ha actuado de esa manera. Por
tal motivo, es una buena ocasión para que los jóvenes reflexionen sobre lo que
verdaderamente representa una "buena vida", ya que ésta no se la
construye en el individualismo total o en el materialismo, porque las cosas no
satisfacen completamente al ser humano; pues éste necesita también de la
colaboración de personas a las que pueda brindar su amistad, su cariño, y su
respeto, esperando reciprocidad.
Gran aporte a introducir el pensamiento y obra de Camus a las nuevas generaciones.
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