Tal vez la historia no lo nombre
como uno de los grandes literatos del siglo XX, pero Manuel Pilares tiene
reconocida su fama entre grandes escritores, por ejemplo, el fallecido Camilo José Cela, Antonio
Gala...
¿Quién era esta misteriosa persona?
¿ Por qué no sabemos mucho acerca de él? ¿ Por qué no es nombrado por los
literatos actuales y modernos?
Para empezar, adentrémonos en su
vida.
BIOGRAFÍA
Manuel Pilares, que, para
empezar, no se llamaba Pilares, sino Manuel Fernández Martínez ( El seudónimo
de Pilares se debe a que todos sus amores se llamaban Pilar) nació en Pola de
Lena (Asturias) no quiso llamar la atención y pasó por la vida escondido detrás
de una pipa y debajo de una boina que calzaba de medio lado y adornaba con
insignias soviéticas. Otra hipótesis que se barajó que la de que Pilares se vio impelido a firmar con tal pseudónimo porque al pertenecer al grupo de los vencidos en la guerra no se le permitía usar su verdadero nombre.
Procedente una familia minera, Pilares hubo de incorporase a temprana edad al mercado laboral, hecho que motivo que la formación académica posterior a los estudios primarios tuviera que procurársela en el tiempo libre. Así estudió Bachillerato e impartió Magisterio, gracias a lo cual impartió, a los años previos a la guerra civil, clases en una escuela sin libros de la aldea lenense de Llanos de Somerón. Nunca pudo ejercer la docencia durante la dictadura, le fue prohibido por pertenecer al bando de los vencidos, puesto que además había participado en la Revolución asturiana del 34 y había servido como soldado del ejército republicano. Encarcelado tras la caída de Asturias, Pilares fue condenado a muerte en un consejo de guerra. Desde bien pequeño Manolo participó en las luchas políticas y sindicales contra la dictadura franquista. Y acabó en la cárcel. Luego, después de probar con muchos oficios, fue a Madrid y entró a trabajar en Renfe, donde llegó a desempeñar importantes cargos directivos.
Aparte de escribir, Manolo era muy aficionado a los libros, tenía libros de todas partes del mundo. Conocía les ciudades por las librerías. Podía contar la historia de cada uno de los libros, y tenía miles, explicando por qué lo compró, como lo compró y dónde viniera.
Procedente una familia minera, Pilares hubo de incorporase a temprana edad al mercado laboral, hecho que motivo que la formación académica posterior a los estudios primarios tuviera que procurársela en el tiempo libre. Así estudió Bachillerato e impartió Magisterio, gracias a lo cual impartió, a los años previos a la guerra civil, clases en una escuela sin libros de la aldea lenense de Llanos de Somerón. Nunca pudo ejercer la docencia durante la dictadura, le fue prohibido por pertenecer al bando de los vencidos, puesto que además había participado en la Revolución asturiana del 34 y había servido como soldado del ejército republicano. Encarcelado tras la caída de Asturias, Pilares fue condenado a muerte en un consejo de guerra. Desde bien pequeño Manolo participó en las luchas políticas y sindicales contra la dictadura franquista. Y acabó en la cárcel. Luego, después de probar con muchos oficios, fue a Madrid y entró a trabajar en Renfe, donde llegó a desempeñar importantes cargos directivos.
Aparte de escribir, Manolo era muy aficionado a los libros, tenía libros de todas partes del mundo. Conocía les ciudades por las librerías. Podía contar la historia de cada uno de los libros, y tenía miles, explicando por qué lo compró, como lo compró y dónde viniera.
Era maestro, pero trabajó en la
RENFE, de la que se “ divorció”, según decía en 1981, tras cuarenta años de
servicios. En literatura, fue, sobre todo, un magnífico dominador de la
distancia corta en la que se caracterizó por contar por escrito, como si lo
estuviera haciendo oralmente, historias cargadas de ironía y de humor que nos
dejó en sus libros Historias de la cuenca minera (1953) y Cuentos de
la buena y la mala pipa (1960) y en numerosas colaboraciones para prensa.
En 1990 la Caja de Ahorros de Asturias
publicó Cuentos, que recoge la totalidad de los que escribió,
catalogados por él mismo.
Jorge Ferrer- Vidal dijo que en
los cuentos de Manuel Pilares reina un verdadero y auténtico jolgorio vital.
Estoy convencido de que, si en el momento actual de nuestra literatura existe
un escritor de exaltada motivación vitalista, ese es Manuel Pilares. Por
eso supo reflejar tan bien el drama y la tragedia que veía alrededor.
Obtuvo numerosos premios
literarios, publicó cuatro libros de poemas y dos novelas y su nombre aparece
en los créditos de numerosas películas como guionista. También realizaba crónicas históricas en Radio Nacional.
Su amor literario: el poema y el cuento. Fugaz, brevísimo a veces. Breve fue su primera novela, El andén, nacida de su oficio ferroviario, y los relatos o Historias de la cuenca minera. Su último libro de poemas se ha publicado hace menos de dos años: el Tercer libro de antisueños. Un nombre claro: de antipoeta.
También colaboraba en los periódicos como articulista y avezaba a participar en las tertulias más famosas de Madrid. Pero ya podía estar en Madrid o en Moscú, que Manolo siempre andaba por el mundo con su Asturias del alma bajo el brazo. Siempre contaba historias de su infancia, la juventud en Pola de Lena y el su pasado ferroviario y minero.
Su amor literario: el poema y el cuento. Fugaz, brevísimo a veces. Breve fue su primera novela, El andén, nacida de su oficio ferroviario, y los relatos o Historias de la cuenca minera. Su último libro de poemas se ha publicado hace menos de dos años: el Tercer libro de antisueños. Un nombre claro: de antipoeta.
También colaboraba en los periódicos como articulista y avezaba a participar en las tertulias más famosas de Madrid. Pero ya podía estar en Madrid o en Moscú, que Manolo siempre andaba por el mundo con su Asturias del alma bajo el brazo. Siempre contaba historias de su infancia, la juventud en Pola de Lena y el su pasado ferroviario y minero.
Pilares escritor
Lector empedernido, ávido de nuevos saberes, el profuso conocimientos de países que admiraba se había forjado y robustecido a través de la lectura, recorriendo cada librería del país que visitaba. Manuel Pilares militaría en la nómina de los escritores autodidactas. él mismo se definía como una escritor clandestino hasta que hizo suya la etiqueta de escritor furtivo que, en los años cincuenta, le impuso el escritor francés jean Giono; el furtivismo literario le hacía no sentirse atado ni presionado por nada ni por nadie.
El café Gijón
En el número 21 del Paseo de Recoletos se encuentra uno de los locales con más sabor literario de todo Madrid: el Café Gijón, que tal día como hoy pero del año 1888 abría sus puertas por primera vez. Espacio de fama internacional es, junto con el Café Comercial, uno de los últimos cafés de tertulia de la ciudad.
El Café Gijón ha aparecido en libros, periódicos, películas e inmortalizado por prestigiosos artistas plásticos. Se han escrito doce libros sobre él, entre los que destacan “Crónicas del Café Gijón”, de Marino Gómez Santos; “La noche que llegué al Café Gijón”, de Francisco Umbral; y “La Ronda del Gijón”, libro testimonial de 17 personajes vinculados al Gijón recogidos por Marcos Ordoñez.
Fue un escritor sencillo, sólido y conciso, dotado de una proverbial naturalidad, perteneciente al grupo de escritores que sufrieron la guerra civil en sus carnes durante su proceso de formación artística y que empezarían su carrera literaria tras el fin del conflicto armado. Autor polifacético, Pilares cultivo tanto el verso como la prosa en piezas menores como la novela corta, el cuento o el artículo periodístico.
Tertulia del Café Gijón |
Pilares poeta
Como poeta se dio a conocer con Poemas Mineros saltando al ruedo literario tras algunas colaboraciones poéticas en los periódicos ovetenses en periódicos como La Nueva España o Región o el semanario Carbón. Poemas Mineros es una colección de 31 poemas protagonizados por mineros y dividas en dos partes: Versos de días laborables y Versos de los días festivos y en ellas recrea en el trabajo y las formas de evasión del minero, sea joven o veterano. En sus versos apresaba el difícil quehacer diario de los mineros y los peligros que sobre ellos se cernían con tonos festivos y desgarradores que mostraban la crudeza de la realidad.
Tras los Poemas Mineros, la producción poética de Pilares se incrementaría con cuatro títulos más. El primero, Sociedad Limitada, era una parábola sobre la vida en la que se daban la mano composiciones de cierta tensión dramática con otras de naturaleza más lúdica; con él ahonda en una poesía obrerista de signo angustiado. El libro se dividía en cuatro bloques donde se hablaba del trabajo manual, el amor, la afición literaria y la Asturias minera.
Tras Sociedad limitada, vendrían tres libros de manufactura cercana para "amigos, compañeros y camaradas" en sus propias palabras. Son sus tres compilaciones de material poético de diferentes épocas y distintos tonos, con predominio de una mirada cargada de cotidianidad antiesteticista; la trilogía de Antisueños. El primer libro, poemas de amor; el segundo, escrito en la cárcel, en la cuenca minera con una temática rebelde marcada por la violencia verbal y el rechazo a la dictadura franquista, ensañándose especialmente con el clero y sus miembros, cantando, además, sobre su encarcelamiento por leve causa, la tortura, la represión militar o institucional y la aniquilación del individuo.
Aparte de estos libros de poesía existe una variedad de poemas inéditos y políticos. es una poesía útil al propio conocimiento desde la aceptación de una realidad hostil con la que siente a disgusto, cuando no es la rabia contenida o la impotencia para cambiar o mejorar las condiciones de vida y trabajo de los más desfavorecidos. Una poesía de inmediatez que denuncia e indaga.
Su faceta poética tiene su prolongación en los famosos Christmas (1952-1992), donde siempre ponía una poesía. (Los Christmas son inéditos pero pueden leerse en el link del artículo, así como poemas y versos de contenido político inéditos y censurados durante la dictadura franquista.) Se trataba de postales artesanales y autógrafas donde el autor pasa revista a los acontecimientos más sobresalientes del años que tocaba a su fin. La imagen de la España de la transición y de los primeros gobiernos socialistas eran los temas más frecuentes. Al lado de las preocupaciones ideológicas, se cuelan meditaciones trascendentales o graves; postales que aprovechan unas fechas tan señaladas como éstas para mover a recapacitación o a la crítica inteligente y mordaz que puede llegar al exabrupto.
Pilares narrador
Aunque el más destacado legado literario de Pilares se concentra en sus cuentos, el autor lenense solo publico en vida dos libros de relatos: Historias de la cuenca minera (1953) y Cuentos de la buena y la mala pipa (1960), siendo esta última firme candidata al premio "Leopoldo Alas" de cuentos. dos años después de su muerte, la Caja de Ahorros de Asturias reunió prácticamente todo su corpus cuentístico en un volumen titulado Cuentos (1990), reuniendo los diversos textos publicados a lo largo de su vida. cuentos que capturan la vida diaria, con personajes de carne y hueso con una peripecia vital de honda entrañabilidad, personajes con solidaridad humana. La gravedad y seriedad, la concisión y sobriedad consiguen realizar un buen cuento siguiendo la directrices de Julio Cortázar: Significación, intensidad y tensión.
Cine
También tuvo una prolífica actividad como guionista de cine, radio y televisión. el cuentista Medardo Fraile afirma que Pilares intervino en la escritura de más de treinta guiones, corrigiéndolos e insertando, gags a petición de los productores. En 1952, junto a José García Nieto, convertiría su novela corta El Andén en su primer guion cinematográfico para una película en blanco y negro de Eduardo Manzanos.
En 1953 filmaría otra historia de sabor rural: Buenas Noticias, dirigida nuevamente por Eduardo Manzanos, cerca de las argucias de un cartero de pueblo que no tiene correo para repartir.
En 1958 está fechado su libreto La vida por delante, coautor junto a Fernando Fernán Gómez, con la que cosechó un notorio éxito de público y crítica, puesto que se desmarcaba de la comedia española al uso de aquel entonces. La segunda parte, La vida alrededor, no tuvo el mismo éxito.
De 1961 data su trabajo, en calidad de coguionista, para Milagro a los cobardes, película realizada por Manuel Mur Oti. el filme sería distinguido con la "concha de Plata" en el festival Internacional de Cine De San Sebastián.
El último trabajo que recordamos fue una agridulce comedia castrense de Jaime de Armiñán, Mi General de 1987. Igualmente adaptaría El metal de los muertos de concha Espina, que permanece inédita. Otros trabajos fueron: Cuidado con las personas normales, el vagabundo y la estrella, Labios Rojos o Los Corsarios del Caribe.
Radio y televisión
En su última etapa, en radio Nacional de España, se responsabilizó de 1981 a 1983, de la escritura de varios capítulos de la serie España y los españoles, una producción en torno a la historia y la cultura española. después, en 1988 y 1989, llevó a cabo unas adaptaciones dramatizadas de novelas y cuentos de autores españoles e hispanoamericanos contemporáneos para el programa Según lo cuentan, que dirigía la crítica literaria Rosa María Pereda; adapta, fragmentos de obras de Francisco Umbral, Miguel Delibes, Daniel Moyano; Juan García Hortelano, Antonio Gómez Rufo o José María Vaz de Soto.
En televisión, fue responsable de la serie Cromos de Asturias, emitida por el Centro Territorial de TVE en Asturias.
En el número 21 del Paseo de Recoletos se encuentra uno de los locales con más sabor literario de todo Madrid: el Café Gijón, que tal día como hoy pero del año 1888 abría sus puertas por primera vez. Espacio de fama internacional es, junto con el Café Comercial, uno de los últimos cafés de tertulia de la ciudad.
El Café Gijón ha aparecido en libros, periódicos, películas e inmortalizado por prestigiosos artistas plásticos. Se han escrito doce libros sobre él, entre los que destacan “Crónicas del Café Gijón”, de Marino Gómez Santos; “La noche que llegué al Café Gijón”, de Francisco Umbral; y “La Ronda del Gijón”, libro testimonial de 17 personajes vinculados al Gijón recogidos por Marcos Ordoñez.
Fue en el año 1949, cuando el actor Fernando Fernán Gómez y algunos amigos con los que compartía tertulia en el conocido café del Paseo de Recoletos (Camilo José Cela, José García Nieto, Manuel Aleixandre, Eduardo Haro Tecglen, Regino Sáinz de la Maza, Manuel Pilares…) instauraron el Premio Café Gijón para novelas cortas.
El premio era gestionado por el propio Café Gijón y su prestigio tuvo que ver más con la difusión y calidad de los autores que con la retribución que por él se recibía, dado que en muchas ocasiones las obras galardonadas no eran publicadas por falta de fondos. A partir de finales de la década de los setenta sufrió una grave crisis, tanto económica como de compromiso de los impulsores. La falta de patrocinio y difusión posterior fueron un grave inconveniente que no pudo salvarse con las ocasionales ayudas y compromisos de editoriales y medios de comunicación. Desde 1989, el Ayuntamiento de Gijón organiza y patrocina este premio en apoyo a la cultura y la creación artística.
Tertulia del Café Gijón |
Bibliografía y Filmografía
Manolo Pilares publicó en verso
- Poemas mineros
- Sociedad limitada
- Primer libro de antisueños
- Segundo libro de antisueños
- y un montón de poemas sueltos
En prosa publicó:
- El andén
- Historias de la cuenca minera
- Cuentos de la buena y la mala pipa
- Los Ángeles neutrales
- La escombrera
Es autor, también, de muchos guiones de cine. Guiones como:
- El andén
- Buenas noticias
- Milagro a los cobardes
- La vida por delante
- La vida alrededor
- Labios rojos
- Los extremeños se tocan
- Cuidado con las personas formales
- Mi general
- Corsarios del Caribe
- El vagabundo y la estrella
- El puente de los Suspiros
- Novela (TV Series) Las palmeras de cartón I-V (1977)
Obras que escribió en colaboración con gente como Fernando Fernán Gómez, Alfonso Paso, Jaime de Armiñan y Luís Franco.
Una de sus manías era la de
escribir un diario, que actualmente se encuentra encuadernado en más de
cincuenta volúmenes. El diario es inédito y no está publicado.
Siempre tendré un excelente recuerdo de Manuel Pilares. Practicaba la ironía y la generosidad, virtudes difíciles de encontrar en el mundo literario y en el mundo en general
ResponderEliminargracias por la información. tiene algún correo electrónico, red social o teléfono de contacto por donde podamos conectar? gracias
ResponderEliminarSr. Daniel: Muchas gracias por la información que aporta sobre su abuelo. Estoy investigando el Congreso de Poesía de Segovia (1952), al que acudió. Conservo una fotografía que puedo proporcionarle.
ResponderEliminarIntento recopilar menciones del Congreso en las obras posteriores de los asistentes. Por eso querría saber si en ese diario ininterrumpido que escribía su abuelo habría declaraciones, anécdotas... o cualquier otro dato de interés sobre su asistencia al Congreso y su experiencia de aquellos días. No sé si ese diario lo conserva la familia y si usted lo puede consultar o indicarme cómo podría hacerlo yo.
Muchas gracias por su ayuda.
Puede escribirme a juancho.barrio@gmail.com
Buenas tardes, Daniel:
ResponderEliminarInteresante semblanza sobre Manuel Pilares. No conozco mucho su obra, pero me interesan sus cuentos y esa generación realista hoy un tanto arrumbada. Asombroso debe ser el diario.
Me gustaría contactar con usted para profundizar en el tema. Le dejo mi correo electrónico: alfonsolalfonso@yahoo.es