Se llamó Imperio bizantino al Imperio romano de Oriente que perduró durante 10 siglos luego de la caída del de Occidente. Fue uno de los grandes imperios de la historia. Su nombre, que comenzó a usarse en el siglo XVI, proviene de Bizancio, la antigua ciudad sobre la que fue fundada su capital, Constantinopla. Teodosio dividió el Imperio Romano en el 395, correspondiendo la parte oriental a Arcadio, quien establece la capital en Constantinopla. El Imperio de Oriente se conocerá a partir de entonces como Bizancio.
Entre comienzos del IV y el VII, el Imperio de Oriente vivió un periodo de tránsito, con lentas transformaciones, a diferencia de las invasiones que azotaron Occidente. En ese largo periodo de tranquilidad, se fortifica Constantinopla (murallas de Teodosio) y se promulga el Código de Teodosio, que recoge las leyes imperiales desde Constantino.
A Teodosio le sucede Arcadio y continúa la dinastía, manteniendo las formas debido al lazo de unión de las dinastías de Rávena y Constantinopla hasta la extinción del linaje a la muerte de Arcadio. Tras éste, la influencia de los jefes germanos que acaudillaban las tropas bárbaras fue tal que influyó en los nombramientos de los siguientes emperadores, sucediéndose varias transmisiones de los derechos imperiales hasta llegar a Justino I, (518-527) capitán de la guardia palatina de origen campesino.
Teodosio II, hijo de Arcadio, le sucedió, pero al ser menor de edad (5 años) tuvo que ser tutelado por su hermana mayor Pulqueria y su marido Marciano hasta el 416. Fue derrotado por el Huno Atila, al que tuvo que entregar la Panonia, desviando su atención del Imperio Oriental. Fortificó Constantinopla, consiguiendo que ésta fuera inexpugnable durante siglos. Su mayor obra fue el Codex Theodosianus.
El partido germánico, formado por los contingentes bárbaros que habían quedado formando parte del ejército, logró que su candidato León I ͞el Tracio͟ fuera elegido para ostentar el poder. Al no ser un sucesor legítimo, su coronación tuvo que ser sancionada por el Patriarca de Constantinopla lo que a partir de entonces se convirtió en el procedimiento oficial. Su hija Ariadna se casó con un oficial del ejército bautizado como Zenón, a quien le transmitió los derechos al trono. Su medida más controvertida fue la promulgación del Edicto de Unión (Henótico o Henotikon) en 482:
Este edicto intentaba solucionar la querella monofisita, una teoría defendida por Cirilo (Patriarca de Alejandría) que defendía que la naturaleza de Cristo era única y que había nacido de la fusión de sus dos naturalezas en una sola persona. Esta teoría era seguida por la población de Egipto, Siria y Bizancio, pero había sido condenada por el Concilio de Calcedonia (451).
- Diofisismo. Los postulados del Nestorianismo defendían que Cristo tenía dos naturalezas, una divina y una humana, completas pero separadas.
- Monofisismo. El monje Eutiquio (451) y el patriarca Dióscoro de Alejandría (454) propusieron que la unión de las dos naturalezas en Cristo es tan íntima que no sólo se garantiza que la persona de Cristo es una si no que también hace de ellas una sola naturaleza. La naturaleza humana quedaba absorbida en la divina.
Los monofisitas se hicieron fuertes en Alejandría y en Antioquía, pero bajo el emperador León I (457-474) tuvieron que abandonar sus patriarcados que les fueron repuestos a la muerte de este y trasladándose el problema al plano político.
Zenón intentó con el Henoticón (482) regresar al estado anterior a Calcedonia. Pero la excomunión del patriarca Acacio, consejero de Zenón, provocó la ruptura completa entre la Iglesia de Oriente y la de Occidente (Cisma Acaciano, 484-519). Durante este cisma la doctrina monofisita se difundió rápidamente por todo Oriente y a pesar del restablecimiento de la paz en 519 con Justino, el monofisismo se convirtió en un problema para la unidad del Imperio.
El Henótico fue redactado por el Patriarca de Constantinopla Acacio, y condenaba tanto a Nestorio y Eutiques (postulantes de la teoría monofisista) como al Concilio de Calcedonia, e imponía el Credo del Concilio de Nicea (325). Quedaba de manifiesto la división entre ambos patriarcados (Alejandría y Constantinopla). Este decreto no satisfizo a ninguna de las dos partes ya que:
- Los monofisitas continuaron alejados del Emperador.
- El Papa Félix III y el Patriarca Acacio se enfrentaron por la primacía, en lo que sería el primer cisma entre Roma y Constantinopla.
Ariadna, la hija de León I, volvió a transmitir los derechos al trono a su segundo marido Anastasio I, un miembro de la guardia personal de Zenón que tuvo que enfrentarse al hermano de Zenón y a algunos enemigos externos. Gracias a una notable reforma económica dejó, a su muerte, una cantidad considerable de reservas en metálico que sirvieron posteriormente a la obra de Justiniano. Su sucesor fue Justino I (518-527), capitán de la guardia palatina de origen campesino. Su reinado fue breve y su medida más importante fue la abolición del Henótico y el restablecimiento de las relaciones con el Papado mediante una nueva fórmula de unión (519). Con él dio comienzo la dinastía que condujo al Imperio de Oriente a su mayor apogeo político, momento que sucedió con la llegada al poder de su sobrino Justiniano y su idea de restauración del Imperio Romano de los Césares.
LA EXPANSIÓN DE BIZANCIO BAJO JUSTINIANO (527-565)
El Imperio bizantino era un estado teocrático. A partir del reinado de Justiniano I se inició el cesaropapismo, es decir, el emperador tenía el poder político (del césar) y religioso (también era el papa). Por lo tanto, el emperador era un representante de Dios en la tierra.
El imperio se organizaba como un Estado centralizado con una burocracia administrativa extremadamente eficiente que se ocupaba de regular y controlar todos los aspectos de la organización estatal: desde la organización del ejército, la justicia y las cuestiones religiosas, hasta la moneda, los pesos y medidas, el control de calidad de la producción artesanal, etc.
Justiniano |
La organización territorial del Imperio. La obra legislativa
El mayor esplendor de Bizancio tuvo lugar bajo el gobierno de Justiniano. Una restauración que hay que entender desde el cambio que había sufrido dicho concepto, mucho más próximo al oriental y más concretamente persa. El poder pasaba de ser concedido por el pueblo a ser otorgado por designio divino: de emperador a autócrator.
Esta época estuvo compuesta por:
- Grandes victorias bélicas, pero también numerosas y flagrantes derrotas.
- Crisis económicas por los gastos motivados por el proyecto de restauración.
- Cuestiones coyunturales (terremotos y la gran epidemia de peste bubónica de 542).
Justiniano Se rodeó de personajes extraordinarios: Teodora (esposa), Triboniano (jurista), Juan de Capadocia (artífice de la reforma administrativa), y los generales Narsés, Belisario, Mundo y Liberio.
En política exterior frenó a los pueblos eslavos que, ante el empuje de los Avaros, se habían asentado en los límites del territorio bizantino y se habían instalado en Macedonia y Mesia. También firmó la paz con los persas tras rivalizar por el dominio de los estados árabes de los Gasaníes y Lajmíes o Himrayitas y en el control de las rutas comerciales. Inició la conquista de Italia aprovechando el asesinato de Amalasunta, hija de Teodorico. Belisario fue el encargado de la expansión de los dominios bizantinos y de la restauración del imperio logrando numerosas victorias para Justiniano.
Los 5 primeros años de gobierno fueron malos. El suceso más importante fue la llamada Revuelta de Nika (532) en la que la plebe de Constantinopla se rebeló durante las carreras del hipódromo por su insatisfacción ante las respuestas del emperador a sus quejas referidas a:
- Los crecientes impuestos.
- La paz humillante impuesta por Persia.
Durante 6 días la plebe saqueó la ciudad e incluso Justiniano pensó en huir, cosa que evitó su esposa Teodora. Belisario fue el encargado de sofocar la revuelta, y la represión fue feroz. Consecuencias:
- Expropiación de los bienes a los patricios que habían participado en la revuelta.
- Reforma administrativa llevada a cabo por el prefecto del pretorio Juan de Capadocia entre 535-536:
Se parcelaron las provincias demasiado extensas para evitar el aumento de poder de sus gobernadores.
El cuestor Triboniano propuso a Justiniano recopilar las leyes existentes en un solo código que complementara el de Teodosio II y los dos anteriores de Gregorio y Hermógenes en latín. Para ello se nombró una comisión que reunió a los 10 juristas más eminentes (Juan de Capadocia entre ellos). La obra inicial se terminó en 529 (Codex Iustinianeus) pero fue necesaria una reedición en 534 (Codex Repetitae Praelectionis). De manera paralela se compilaron las sentencias de los juristas más famosos y tras 3 años de trabajo se publicó el Digesto o Pandectae. En 533 se había publicado las Institutiones y las Novellae (estas últimas en griego o en bilingüe, ya que era nueva legislación).
Se reformó el Derecho romano para adecuarlo a las nuevas circunstancias (esto contribuyó a preparar el apogeo). Se hizo una gran revisión y codificación de todo el Derecho, terminándose en el 529 (Código de Justiniano), si bien se refundió posteriormente en el 534. Dicho corpus, redactado por un panel de expertos legales, recogió, editó y revisó el enorme conjunto de leyes romanas que se habían acumulado a lo largo de los siglos – una cantidad descomunal de edictos imperiales, jurisprudencia y listas de delitos y castigos.
A la vez se compilaron las sentencias principales, revisando más de 2000 obras (el Digesto o Pandectae). Junto con otras obras, se completó el Corpus Iuris, fuente fundamental del Derecho bizantino durante siglos.
Esta obra legislativa permite conocer en detalle las instituciones del Imperio.
- Imperator o basileus, personificación del Estado, jefe del ejército, poder supremo. Se le considera santo. En principio cargo electivo, después pudo ser designado el sucesor por el propio emperador, con el consentimiento del ejército y el senado.
- La emperatriz gozaba de los mismos títulos y privilegios. Gran influencia en el gobierno. Verdadera liturgia palatina.
- Magister officiorum, ministro del Interior y jefe de la casa imperial, primer dignatario de la jerarquía civil. De él dependían:
- Oficinas (Scrinia).
- Cuerpos de la guardia palatina (scolae).
- Correos públicos.
- Arsenales.
- Policía estatal.
- Inspección administrativa de los ejércitos
- Otros cargos relevantes: jefe de la cancillería (oficinas de expedición de órdenes), conde administrador de los fondos personales del emperador, generales en jefe de los ejércitos imperiales, exarcas de África e Italia, desde el VI, que llegan a ser gobernadores generales con plenos poderes.
- Órganos consultivos del Estado: Senado de Constantinopla y asambleas restringidas o generales. Curias municipales importantes en las grandes ciudades.
Política exterior de Justiniano
Tuvo que hacer frente a persas, ostrogodos, vándalos y visigodos y frenar a los eslavos. Firmó la paz con Persia en el 532 tras la derrota habida el año anterior e inició poco después la conquista de Italia. En mente volver a los ideales de la vieja Roma.
Contaba con un poderoso ejército, así como con una flota de guerra que protegía los barcos mercantes del ataque de los piratas. Un arma fundamental fue el llamado «fuego bizantino o griego». Esta arma incendiaria arrojaba un fuego que no se apagaba con agua y consumía los materiales con gran rapidez.
Gran protagonismo de Belisario, general tracio: persona de confianza, participando y liderando expediciones contra los vándalos, pacificación de la mayor parte de Italia, , nueva campaña en Persia en el 544, operación de limpieza contra los invasores búlgaros en el 559.
El Imperio llegó a alcanzar entre 20 y 30 mill habitantes y Constantinopla unos 600.000.
Máxima expansión |
Artísticamente, arquitectos colaboradores de Justiniano diseñaron el templo de Santa Sofía en Constantinopla, promoviendo las ideas de restauración del I Romano en Constantinopla (contrapunto a S Juan de Letrán).
LOS SUCESORES DE JUSTINIANO Y HERACLIO. LA DINASTÍA HERACLIANA (610-717)
Al morir Justiniano, el imperio estaba engrandecido territorialmente, pero arruinado económicamente (conquistas de lombardos, migraciones eslavas que asolaron territorios…). Destaca Mauricio (582-602), debido sobre todo a la creación de exarcados como unidades administrativas en Italia y África. Fue liquidado por Focas en una rebelión, retornando entonces la amenaza de los persas, que llevaría a la instauración de los Heráclidas, en el 610.
La época heraclida supone la consolidación del Imperio Bizantino como tal y la ruptura con los restos del pasado bajoimperial romano. El gobierno de Heraclio comienza con 20 años de guerra contra los persas, penetrando en su imperio. A la vez, se instalan pacíficamente eslavos en Tesalónica, Hispania y Rávena se independizan o son abandonadas por el Imperio. Tras las guerras contra persas, ambos quedan exhaustos, facilitándose la expansión árabe.
Durante el Siglo VII la vida bizantina estuvo marcada por una crisis que afectó profundamente las estructuras del imperio. Los pueblos islámicos ocuparon las provincias orientales del imperio y se reavivó la necesidad de inversión militar. La autoridad estatal central se debilitó y comenzó un grave proceso de empobrecimiento del campesinado, que empeoró con las mayores necesidades de recaudación impositiva. La dinastía imperial iniciada con el gobierno de Heráclito (610-641 d. C.) disminuyó sus contactos con el oeste y se preocupó, en vez, por las invasiones que atacaron su frontera oriental. La dinastía heracliana buscó mantener tres elementos primordiales de las políticas justinianas:
- el derecho público
- la riqueza y preponderancia de la ciudad de Bizancio como capital
- un modelo de gobierno imperial autócrata y sacralizado
Se modifica el sistema sucesorio, nombrándose un coemperador, que permite consolidar la dinastía sin rupturas intermedias.
A Heraclio le sucede Constante II, con gran interés por el Occidente latino.
Mientras tanto, se frena la expansión musulmana por territorio bizantino, por sus guerras civiles y proceso de asentamiento, si bien Constantinopla sufre un famoso sitio en 674.
Justiniano II ejercerá el gobierno más violento y lleno de altibajos.
En esencia, cabe decir que el siglo VII es cuando el Imperio Romano de Oriente se transforma en el Imperio Bizantino propiamente dicho, debido a la helenización cultural (denominación de basileus, auge del uso de la lengua griega…).
LA DINASTÍA ISÁURICA (717-820)
En el 717 ocurre un golpe de estado que encumbra a León III, strategos de Anatolia y natural de Siria- facilitado por el clima de confusión dado por el asedio de Constantinopla por los árabes, que serían rechazados por el nuevo emperador.
El carácter oriental de la dinastía será elemento importante, tanto en la evolución de la ideología imperial como en lo religioso y jurídico: poder autocrático, debilitamiento de la posición pontificia… consecuencia: apoyo del Papa a Carlos Martel (738) y posterior alianza del papado y la monarquía franca.
León III y su sucesor Constantino V consiguieron consolidar el imperio con un territorio menor pero más manejable y una nueva y eficaz administración themática, además de algunos éxitos militares importantes, como el freno a los árabes. Tras Constantino V (775), termina lo mejor de la dinastía isáurica y se asiste a una época turbia, con minorías de edad y luchas intestinas.
Cabe reseñar el protagonismo de Irene, nuera de Constantino V, como regente y también actuando directamente como basileus y deseando acabar con la política iconoclasta de sus antecesores, para lo que llevó a cabo el Concilio Ecuménico de Nicea. Posteriormente, se da la coexistencia de dos imperios, el bizantino y el de Carlomagno, tras la coronación de éste en el año 800.
Tras diversos mandatos, llegó a haber un enfrentamiento entre tres candidatos al trono, venciendo León V, entrando en un segundo periodo iconoclasta.
Se dan incursiones eslavas y búlgaras en varias ocasiones. Al final del período de crisis, el Imperio de Bizancio se hallaba profundamente modificado: con dimensiones más reducidas, una estructura militar fortalecida, una administración gubernamental coherente, el desarrollo del mundo rural en detrimento del urbano y el griego como idioma y tradición cultural predominante. Además, Bizancio vivió un proceso de reestructuración religiosa. En la disputa por el uso y el poder de las imágenes entre los iconoclastas e iconódulos se vislumbraron los vínculos profundos que unían a los poderes políticos y religiosos.
La querella iconoclasta
La querella o la crisis iconoclasta constituye uno de los procesos históricos más fascinantes del Imperio bizantino. El término iconoclasta procede del latín tardío iconoclastes que, a su vez, proviene del griego bizantino eikonoklástēs (εἰκονοκλάστης), lo cual no significa otra cosa más que “rompedor de imágenes”. Se entiende por iconoclasia (gr. bizant. eikonoklasía) la doctrina y la actitud de aquellos que rechazan el culto a las imágenes sagradas, lo cual se fraguó en el siglo VIII bizantino. Actualmente, el significado del término se ha extendido a la conducta que reprueba cualquier autoridad, modelo o norma sin ceñirse necesariamente a las imágenes religiosas.
El culto a las imágenes era fundamental en Bizancio, y se fue generalizando desde la segunda mitad del siglo VI. Las imágenes eran adoradas como apoyos para la salvación en una época difícil de invasiones (persas, árabes), pero debido a los triunfos árabes se produjo una crisis espiritual en la sociedad bizantina y la fe en el valor de los iconos se tambaleó (finales del siglo VII). Algunos veían estos males como, precisamente, un castigo divino por idolatría.
Durante el gobierno de León III (717-741) dos obispos anatólicos hicieron solemnes proclamaciones iconoclastas que convencieron a un pueblo en primera línea de defensa contra el Islam. El Patriarca Germán las rechazó, pero la disidencia alcanzó la capital (726). En el 730 el emperador deponía a Germán y promulgaba un edicto imperial contra el culto a las imágenes tras haber intentado antes sin éxito que Roma retirase los iconos de la ciudad, cosa que el Papa Gregorio II no hizo. Relacionestensas.
La victoria de León en Akroinon (740) fue vista como el apoyo divino a la postura contra la idolatría. Su sucesor Constantino V, versado en teología, fue todavía más firme en su postura contra el culto a las imágenes. Describió la posición teológica de la iconoclasia: Al ser imposible la representación iconográfica de Cristo, Dios y hombre, la fe religiosa se concentraba en los símbolos de la cruz y en la eucaristía. Concilio iconoclasta de Hierea (754). Se declaró la supresión de los iconos por idolatría.
Constantino intentó primero la adopción de sus medidas a través de la persuasión, luego con medidas administrativas y en última instancia tuvo que recurrir a la persecución (766-767). No pudo recuperar el control sobre Italia, a pesar de que el Papa apoyaba sus pretensiones territoriales.
Durante el gobierno de Irene, obsesionada por acabar con la política iconoclasta de sus antecesores, se regresó a la iconodulia tras el II Concilio Ecuménico de Nicea (787). Durante el concilio evitó la condena como herejía de la iconoclasia en contra de la voluntad de los legados pontificios y de un grupo de monjes.
Se establecieron dos bandos muy marcados: los iconoclastas y los iconódulos, que defendieron la creación y uso de las representaciones religiosas. Las repercusiones del conflicto no fueron menores, sino que afectaron a las distintas facetas de la sociedad del Imperio bizantino. Se suelen destacar las trágicas pérdidas para la historia del arte y la persecución a los adoradores de imágenes. Pero hay que mencionar que, aunque dramáticos y notables, estos no fueron los únicos efectos de la querella. La pugna sobre la legitimidad de la producción y utilización de los iconos religiosos produjo una crisis que afectó a diferentes ámbitos.
- Los iconoclastas rechazaban el culto a las imágenes sagradas y condenaban la representación de la imagen divina. Afirmaban que pintar un icono de Cristo significaba circunscribir su inasequible divinidad.
- Los iconódulos defendían que las imágenes santas permitían cumplir los objetivos confesionales de una forma lícita y sana. Argumentaban que la unión hipostática y la representación de Cristo como Dios y hombre no se ven afectadas ellas mismas por el arte.
El cristianismo cuenta con una tradición iconódula procedente de su sustrato grecolatino, que hizo que se apostase desde fechas tempranas por el uso de las imágenes como instrumento de enseñanza de las doctrinas cristianas. Los iconódulos, o partidarios de la devoción a las imágenes, encabezados por Juan Damasceno defendían que si el ser humano está hecho a imagen y semejanza de dios y si cristo es la encarnación humana de dios las imágenes eran simplemente el vehículo que el artista elaboraba por inspiración divina.
EL RENACIMIENTO BIZANTINO BAJO LA DINASTÍA FRIGIA O AMÓRICA (820-867)
El comienzo de esta dinastía está marcado por un enfrentamiento interno entre el emperador Miguel II y su compañero de revueltas el Eslavo, autoproclamado emperador.
Bizancio en las primeras décadas del IX estaba amenazado por los búlgaros. Se llegó a la paz con León el Armenio y se relajó la presión con los árabes. También los emigrados fugitivos de Al Andalus constituyeron un problema.
Teófilo fue el exponente más brillante del segundo periodo iconoclasta. Creó un sistema de defensas contra los árabes en los principales pasos montañosos del Tauro. Se rodeó de una corte brillante y fue mecenas de la cultura.
Su viuda Teodora, como regente, decidió volver a la iconodulia. Fue una vuelta dentro de la normalidad.
Con Miguel III (843-867) comienza el Imperio Bizantino Medio. Hay intentos de monjes estuditas de represaliar a los iconoclastas, frente a la política conciliadora de la administración.
Se produce una estabilización de los diversos frentes militares que tenía abiertos Bizancio. Hay tímidos contraataques bizantinos contra los musulmanes en Asia Menor, Creta y Egipto. Los búlgaros quedan neutralizados con la conversión al cristianismo del rey Boris. Se da una asimilación de los puebles eslavos con la labor evangelizadora de la iglesia griega.
El asesinado de Miguel III abre una nueva época en la historia dinástica, pero no parece producirse ruptura en el imperio.
Las cuestiones religiosas: la restauración de la ortodoxia, el cisma de Focio y la cristianización de los Balcanes.
El cisma entre la Iglesia de Roma y la de Constantinopla fue un hecho capital en la historia del cristianismo. Para entenderlo en su justa medida, hay que considerar la época de la fundación de Constantinopla y su significado de hecho en ruptura en dos del imperio romano.
Desde entonces, Occidente y Oriente se presentan como dos mundos tendentes a la separación. El Imperio Bizantino se fue orientalizando cada vez más y la Iglesia fue perdiendo su independencia. Varios factores contribuyeron al alejamiento entre las dos Iglesias: sutilezas metafísicas y dialécticas de los orientales, su gusto innato por la discusión, el culto extremo hacia las reliquias e imágenes.
Los Papas de Roma buscaron su hegemonía y expansión en Occidente, aunque acabarían siendo influenciados por las familias romanas poderosas y por los emperadores francos y germánicos.
Una vez restaurada la ortodoxia, los patriarcas de Constantinopla procedían del grupo de funcionarios de palacio, incluso podían llegar sin haber sido previamente consagrados, generando y acelerando la carrera eclesiástica, siempre contando con un elevado nivel cultural. Así es el caso de Focio.
El Cisma de Focio fue un cisma de cuatro años (863–867) entre las sedes episcopales de Roma y Constantinopla. El tema se centró en el derecho del emperador bizantino a deponer y nombrar un patriarca sin la aprobación del papado. En este ambiente, Focio fue elegido para el patriarcado deponiendo al anterior. Siendo laico y recibiendo las órdenes sagradas en cinco días, el Papa Nicolás I se opuso y se abrieron las hostilidades contra Focio y el emperador, amenazando con la excomunión.
En su nombramiento (858), hay que considerar el complejo panorama religioso tras la liquidación de la iconoclasia. A mediados del siglo IX, habían vuelto a producirse las divisiones que ya se habían dado tras el Concilio de Nicea: un grupo monástico radical “guardianes” de la ortodoxia y defensores de la promoción de los antiguos iconódulos y otro grupo defensor de la moderación y de la reconciliación, llegando a estallar el conflicto.
EL GOBIERNO DE LA DINASTÍA MACEDÓNICA (867-1059)
Dinastía que sucede a la dinastía Isáurica, iniciada por Basilio I, Emperador de Oriente, en la que se produjo una recuperación territorial y política, un resurgimiento económico y un florecimiento cultural denominado "Renacimiento Macedonio" o "Enciclopedismo".
Fue la dinastía más brillante política y militarmente: Las reformas introducidas en el ejército contribuyeron a éxitos militares notables contra árabes y búlgaros. Se fortaleció la autoridad imperial, se reavivaron los centros urbanos y aparecieron los grandes monasterios cristianos, que se constituyeron como poderosos feudos. Además, se reorientaron los lazos diplomáticos con las culturas búlgaras y eslavas del norte del imperio.
Además Bizancio ejerció una amplia influencia cultural sobre su entorno, especialmente Rusia, convertida a la fe ortodoxa a finales del s. X.
Constantinopla permaneció como centro del comercio y las manufacturas, pero la recuperación económica se extendió a toda Grecia y Asia Menor. La consolidación y reorganización del Imperio afectó a diversas áreas, entre ellas la liturgia eclesiástica. También se llevó a cabo una labor de recuperación de la herencia y tradiciones griegas y romanas, produciéndose recopilaciones diversas. La sucesión natural en el trono se consolidó, a pesar de algunos usurpadores. La Dinastía Macedónica tuvo como patrón al profeta Elías, que se habría aparecido en un sueño a la madre del fundador prediciéndole su futuro imperial. Para algunos autores, es la época dorada del Imperio.
Se impulsó fuertemente la ideología imperial, que se tradujo en una actitud autoritaria respecto a la Iglesia ortodoxa y en una labor legislativa de gran magnitud.
Basilio I (867-886) fue el primer emperador de la dinastía. Carente de escrúpulos y con ambición sin límite, llegó al poder tras asesinar a su amigo Miguel III. Trató de controlar a un Occidente que se estaba escapando de sus manos, emprendiendo campañas en Sicilia y en la costa dálmata (solo en esta última tuvieron éxito).La situación del Imperio había mejorado en Oriente, pero el Occidente estaba escapando al control griego, por lo que emprendió campañas marítimas en Sicilia de poco éxito y proyectó una alianza con el carolingio Luis II contra los musulmanes, que se rompió. Tuvo que enfrentarse a la secta herética de los paulicianos, a los que, tras varias campañas, infringieron una derrota definitiva.
- La secta de los paulicianos aceptaba la existencia de dos principios enfrentados (dualismo bien-mal), rechazaban la jerarquía eclesiástica y negaban la virginidad de María. Cristalizó en Asia Menor desde mediados del siglo VII y contó con la posible protección de los emperadores iconoclastas primero y de los árabes más tarde. Se volvieron radicales y violentos durante el reinado de Miguel III y las tropas de Basilio I destruyeron su capital y mataron a su jefe, pero no extinguieron a sus partidarios.
Posteriormente, la época de León VI se vio empañada por los problemas sucesorios dados los continuos matrimonios. Su matrimonio con 4 mujeres provocó problemas con la Iglesia por violar el derecho canónico y de sucesión por pretender que le sucediera Constantino (futuro Constantino VII porfirogéneta), un hijo que había tenido con una amante suya y posible cuarta esposa. El patriarca Nicolás el místico prohibió la entrada de éste en Santa Sofía, siendo depuesto y sustituido por Eutimio. Finalmente obtuvo la dispensa papal de Sergio III legitimando la sucesión de Constantino. Respecto al exterior, destacan el asalto musulmán a Tesalónica y la presión búlgara, llegando sus cabalgadas hasta la misma Italia.
- Asalto a Tesalónica de la flota de León de Trípoli.
- Presión búlgara de Simeón I sobre la frontera. León VI azuzó a los magiares en contra de los búlgaros quienes tras derrotarles fueron empujados por los bizantinos hacia el Oeste, destruyendo el recientemente cristianizado imperio moravo e iniciando campañas contra occidente.
El gobierno de los coemperadores
Constantino sucedió a su padre León muy joven, pero tuvo un reinado muy largo (912-959). El primer año reinó con su tío Alejandro. Inicialmente tuvo que enfrentarse a diversos problemas:
- Legitimidad por ser hijo del cuarto matrimonio de León VI, prohibido por los cánones ortodoxos.
- Presión búlgara, Simeón pretendía compartir el poder en Constantinopla con la connivencia del patriarca Nicolás el místico, regente de Constantino.
Zoé Carbonopsina logró frenar el golpe destituyendo a Nicolás y cambiando de regente. Pero nada pudo hacer frente al golpe de Estado protagonizado por Romano Lecapeno (919), almirante de la flota. En lugar de deponer a Constantino, emparentó con él y poco a poco fue usurpando el poder imperial gracias a esa legitimidad (919-944).
La presión búlgara terminó en 924 tras una entrevista entre Simeón y Romano, aunque realmente la retirada búlgara se debió a la creciente presión serbia sobre su reino. La reconciliación se selló con el matrimonio de Pedro, hijo y heredero de Simeón, y de Catalina, una nieta de Romano Lecapeno (927).
Los problemas por los que pasaba Bulgaria hicieron que su efecto tapón desapareciera y así Bizancio contactó más estrechamente con otros pueblos:
- Pechenegos, conocidos del Imperio.
- Húngaros, peligrosamente próximos.
- Rusos, de gran trascendencia histórica por la fuerte impronta ideológica que estos adquirieron tras el contacto.
Esta paz también permitió que Bizancio mirase hacia la frontera Oriental y se dirigiera contra los árabes.
Pasó de la defensa al ataque de la mano de su amigo Juan Curcuas, militar armenio y granconocedor de la compleja situación en la frontera oriental:
- Eliminó los últimos vestigios del Islam en Armenia.
- Conquistó Metilene (934).
- Condujo a los ejércitos de Bizancio hasta Mesopotamia.
- Obtuvo la reliquia de la Santa Faz o mandilion a cambio de respetar la ciudad de Efesa (944), trasladada a Constantinopla donde estuvo hasta la cuarta cruzada.
- Su gran prestigio provocó que fuera depuesto por los hijos de Romano Lecapeno.
Romano Lecapeno legisló contra la concentración de la propiedad agraria en manos de una creciente aristocracia militar surgida en los Themas. La aldea campesina era la columna vertebral del sistema económico y fiscal del Imperio de Themas, por lo que era necesario protegerla y evitar el predominio de la gran propiedad.
Esteban y Constantino, hijos de Romano, intrigaron para hacerse con el poder, pero la población de Constantinopla salvó la situación. Los dos hijos de Romano y Constantino gobernaron juntos, pero luego fueron arrestados y exiliados con su padre. Desde ese momento, Constantino VII gobernó en solitario.
Le sucedió su hijo Romano II, y el mismo patrón se repitió. Nicéforo Focas demostró sus cualidades militares en diversas campañas en el Mediterráneo Oriental y adquirió un gran poder. Romano II murió prematuramente y Nicéforo se casó con la viuda, pasando a regentar el poder en nombre de los hijos de ese Basilio y Constantino. Murió tras una intriga de la viuda de Romano II ayudada por el general armenio Juan Tzimisces. Este último sucedió a Nicéforo Focas en el papel de valido de Basilio y Constantino. Continuó la ofensiva griega en Oriente, consolidando las conquistas anteriores y realizando una serie de incursiones en Siria y Palestina que acercaban la posibilidad de conquistar un Jerusalén en manos de los fatimíes. También se consolidaron las fronteras europeas tras una gran victoria frente a los rusos de Sviatoislav, que se habían apoderado de parte de Bulgaria (971).
Juan Tzimisces murió prematuramente y el Imperio se sumió en una serie de enfrentamientos civiles que no cesaron hasta la llegada al poder del primogénito de Romano II: Basilio II bulgaróctono.
Basilio II
Con él se alcanzó el apogeo del Imperio y el emperador de Bizancio era la máxima autoridad del mundo civilizado. La dinastía macedónica volvió a recuperar el poder tras el gobierno de los coemperadores.
Sufrió una serie de rebeliones durante los primeros años de gobierno, durante los que tuvo que gobernar con la ayuda de su hermano Constantino y su tío abuelo Basilio:
- Bardas Skleros, cuñado de Juan Tzimisces, intentó continuar con la línea de los coemperadores. Se hizo proclamar emperador por sus tropas el 976 y el 978 se dirigió a Constantinopla, donde fue derrotado por el general Bardas Focas.
- Bardas Focas, sobrino de Nicéforo. Se rebeló ayudado por la nobleza terrateniente y el poder militar contra Basilio unos años después tras una derrota sufrida durante la campaña de los Balcanes (987). Tras también poner sus ojos sobre Constantinopla, fue finalmente derrotado en el 989 en la batalla de Abydos en los Dardanelos.
Basilio II tenía recelos hacia la nobleza militar oriental e intentó limitar el creciente poder de estos y de mantener la eficiente estructura estatal. Impuso el allelengyon, un impuesto basado en la solidaridad y que gravaba a los poderosos por los impuestos que no podían pagar los pobres. Evidentemente, los poderosos se opusieron. En cuanto a política exterior, lo más importante fue la lucha contra el imperio búlgaro que fue destruido y una gran parte de Bulgaria se convirtió en un Thema bizantino. La influencia bizantina se iba a notar sobre este nuevo territorio y hubo movimientos de disidencia (p.e. la difusión de la herejía dualista bogomilla como resistencia a la Iglesia ortodoxa).
Problemas con los pueblos eslavos
Se les menciona por primera vez cuando Justiniano empezó a redefinir la frontera del Danubio y de los Balcanes. Eslavo proviene del término Sklabenoi, usada durante el siglo VI para designar a dos pueblos de lenguaje similar: esclavenos y antes.
Según la Guerra Gótica de Procopio, los eslavos se asentaron en buena parte de los Balcanes donde fueron asimilando la cultura bizantina. Bizancio, por su parte, intentó usarles como mercenarios para atacar a los persas y fueron poco a poco siendo aceptados por la sociedad bizantina.
La expansión eslava hacia el Sur fue frenada en parte al instalarse los ávaros en el Danubio Medio, como consecuencia de la marcha de los lombardos hacia Italia (˜565). Esos eslavos fueron sometidos al poder de los ávaros y entonces se produjeron más incursiones:
- Eslavos huyendo de los ávaros.
- Incursiones combinadas de ávaros y eslavos bajo el mando de los primeros.
El primer establecimiento propiamente eslavo en tierras griegas fue fundado durante la gran invasión del año 580, momento en el que Bizancio casi perdió el control de la península balcánica. Los pobladores fueron deportados al Norte del Danubio para contribuir a colonizar el territorio ávaro. Hacia el 600 ya se había perdido todo el territorio al Norte de Salónica, ya que se estaba luchando en dos frentes a la vez (eslavos/ávaros y persas).
En el año 626 los ávaros fueron derrotados por los Bizantinos frente a los muros de Constantinopla, sublevándose contra ellos:
- Varias tribus eslavas, algunas bajo el mando de Samo, un mercader franco, incluso logrando independizarse y extendiendo su dominio por el Danubio Superior y Medio (capital en Nitra).
- Los descendientes de los deportados, y tras vencer a los ávaros regresaron a sus lugares de origen guiados por Kuver (640).
El reino eslavo fue repartido entre los hijos de Samo, pero después (679) cayeron bajo el dominio del pueblo búlgaro durante su desplazamiento por la presión de los jázaros. Posteriormente surgiría el importante reino de Bulgaria por la unión de Búlgaros y Eslavos meridionales gracias a Asparuk.
La decadencia de los macedónicos
Tras la muerte de Basilio (1025) y la muerte poco tiempo después de su hermano Constantino VIII, la sucesión recayó sobre las dos hijas de este último (Zoé y Teodora). Con ellas hubo 5emperadores (3 por matrimonio y 2 por adopción) pero finalmente la dinastía se extinguió (1056).
Diversos problemas:
- Tensiones entre los grandes propietarios y los comerciantes en ascenso provenientes de una
- nobleza militar mayoritariamente oriental.
- Movimientos regionales de disidencia que querían independizarse del imperio.
- El cisma del 1054 significó la ruptura total entre las Iglesias griega y latina. Bizancio se sentía falsamente seguro, y Roma se encontraba en un proceso de fortalecimiento de su autoridad y prestigio y de reforma de sus estructuras.
Derrota de Manzikert (1071) frente a los turcos dirigidos por Alp Arslan, en la que el emperador Romano IV diógenes fue capturado. Esta derrota fue motivada por diversas causas:
- Deserción de los contingentes turcos que ayudaban a los bizantinos.
- Andrónico Ducas y las tropas comandadas por él abandonaron el campo de batalla.
A pesar de haber sido liberado por los turcos, Miguel VII había sido coronado (era hijo de Constantino X y primo de Andrónico Ducas). Poco después, Romano fue capturado por Andrónico y su hermano y murió como resultado de las heridas resultantes tras ser cegado. Se habla de una posible conspiración por parte de los Ducas para acabar con el poder de Romano IV. Lo cierto es que los turcos se aprovecharon de la situación para proseguir con éxito su avance por Anatolia, despojando al imperio de sus principales territorios. La situación no era fácil:
- Presión normanda en Épiro.
- Colapso de la economía.
- Interrupción del aprovisionamiento de grano hacia la capital.
En 1081 llegó al poder Alejo I Comneno, hijo de un Comneno y una Ducas por lo que la aristocracia civil y la nobleza militar anatolia se unían.
Las cuestiones religiosas: El cisma de oriente de 1054
La religión del imperio era el cristianismo. Los bizantinos pretendían ser los representantes del cristianismo original y mantuvieron conflictos permanentes con el papado instalado en Roma. En 1054, en el Cisma de Oriente y Occidente, la Iglesia católica apostólica ortodoxa se separó definitivamente de la Iglesia romana.
La Iglesia estaba mediatizada por el Estado, mediante política religiosa imperial. Existía la tendencia a que en la Iglesia oriental se siguiera la voluntad del emperador, que se mantuvo durante toda la etapa justinianea (por ej., la emperatriz Teodora participó activamente en la deposición del papa Silverio y protegió al Patriarca de Constantinopla).
El cisma entre las Iglesias griega y latina se venía gestando desde la querella iconoclasta, pero sería entre los siglos IX-XI cuando alcanzaría su máximo apogeo, hasta hacerse definitivo a partir del año 1054.
- En el terreno político, la injerencia de los respectivos emperadores –Bizancio y Sacro Imperio Germánico- en los asuntos de la Iglesia; la instalación de los Estados Pontificios en territorio antes bizantino.
- En el terreno religioso, aspiración de ambos patriarcados a la primacía.
- En el terreno doctrinal, la cuestión de naturaleza divina en Cristo y el Filioque, que la Iglesia ortodoxa no aceptaba; el matrimonio de los sacerdotes no aceptado en Roma, liturgias dtas…
Tras el primer cisma causado por Focio, a la llegada de Basilio I, el patriarca fue excomulgado. Después fue repuesto y de nuevo los obispos orientales proclamaron su primacía y rechazaron el Filioque, ratificando el cisma. De nuevo fue depuesto Focio. Sus sucesores mantuvieron una actitud de distancia hacia Roma. Miguel Cerulario –patriarca en 1043- se opuso a pactos militares entre Bizancio y Roma y acusó a los latinos de ignorar tradiciones apostólicas, obligando a monjes latinos a seguir el rito griego o a cerrar sus iglesias.
El Papa León IX aludió a la primacía de San Pedro y despachó una embajada a Constantinopla comandada por el intransigente Humberto da Silva. Se obstinaron ambas partes y se excomulgaba a Cerulario en Santa Sofía. Pocos días después, Cerulario reiteraba sus anatems sobre Roma y se reunía un Sínodo de obispos orientales en Constantinopla pronunciando un anatema contra el Papa.
Roma esperaba reconducir el asunto. En los ámbitos de influencia bizantina el efecto del cisma no fue tan grande.
El patriarca quiso arreglar la cuestión mediante una embajada a Esteban IX ofreciéndole la reconciliación a cambio de reconocimiento mutuo de esferas de autoridad, pero el Papa no aceptó.
Finalmente, hay que considerar los problemas de la Iglesia griega, como principal centro de teología cristiana, para aceptar la primacía de Roma.
La economía bizantina
La agricultura era la base económica. Se mantienen los usos romanos de cultivo de suelo y tríada mediterránea. Predomina el hábitat concentrado en aldeas, frente al gran dominio aislado, que es el otro tipo de hábitat.
Existían dos tipos de hábitat rurales:
- Aldeas (Kome o Jorion).
- Grandes fincas.
- Enfiteutas, o trabajadores a censo cuyos derechos de cultivo se mantenían durante varias generaciones o podían ser traspasados.
- Cultivadores de tierras ajenas independientes.
- Colonos dependientes o Georgoi (colonato). Era la forma más usual y poco a poco se fue aproximando a la servidumbre ya que quedaron adscritos a la tierra cultivada (enarografoi), especialmente tras la peste de 542.
Además de propietarios, existen enfiteutas o trabajadores a censo –cultivadores de tierras ajenas con contrato de arrendamiento- y geogoi o colonos dependientes.
Gran parte de su grandeza fue consecuencia de la producción de riquezas a través de comercio. Su ubicación estratégica en un territorio que vincula el Mar Negro con el Mar Mediterráneo lo hacía punto de paso obligado en intercambio comercial entre Oriente, especialmente China y la India, con Europa occidental a través de la Ruta de la seda. Constantinopla era el gran centro del comercio internacional, Siria y Egipto también eran centros comerciales y Asia Menor era sobre todo zona ganadera y agrícola.
El Estado monopolizaba ciertas actividades, como la importación de artículos de lujo o las industrias alimenticias básicas. Algunos agentes del estado que adquirían mercancía en el exterior para revenderla (seda, especias, esclavos…) prosperaron y se convirtieron en cambistas y banqueros. Las ganancias eran elevadas a pesar de estar gravados por numerosos impuestos (La Vectigaliae era un impuesto indirecto sobre la venta y circulación de bienes y mercancías) y con el tiempo se convirtieron en banqueros y cambistas.
Se conocen los primeros tipos de sociedades comerciales:
- Koinopraxia, o asociación total.
- Asociación para negocios puntuales en la que el reparto de pérdidas y ganancias era a partes iguales. Solían ser 2 socios y la renuncia de cualquiera de ellos significaba la disolución de la sociedad.
Durante el siglo VIII en la agricultura se sustituyen los cereales de las tierras perdidas por leguminosas y cereal de secano debido a la pérdida de territorios. Se practican cultivos intensivos y regadío avanzado. Se potencia la pequeña propiedad y se convierte la comunidad campesina en unidad básica fiscal y de producción, tendiendo hacia la autarquía con una ganadería cuya importancia sería el caballo y ovino.
El comercio se mantuvo en las ciudades orientales. Se potencia la manufactura de la seda desde la importación de gusanos. Destaca el comercio de especias, pieles, armas y esclavos además. Se reduce la circulación monetaria.
Durante la dinastía macedónica (867-1080) se da una coyuntura económica favorable, fundamentalmente agraria, y con un crecimiento demográfico. Se mantiene la estabilidad monetaria y es un sistema económico muy regularizado desde el Estado.
El debate del feudalismo bizantino. Ciertos historiadores rusos defienden que Bizancio poseía unos rasgos feudalizantes no muy bien definidos, mientras que otros expertos lo niegan y otros la admiten, pero sin opinar que existe una relación entre ascenso feudal y decadencia económica.
Sí que cabe observar unos elementos feudales en la sociedad bizantina en la legislación agraria en la época de Heraclio, al intentar frenar el ascenso de la aristocracia militar, y también en las leyes macedónicas, al evitar el crecimiento de la gran propiedad perjudicando a propietarios independientes. Y también al perder las tierras los soldados campesinos.
Con ello, las posesiones eran compradas por los grandes propietarios, lo que hace hablar de un feudalismo similar al occidental.
Las hambrunas de los años 927-928 precipitaron la situación y se perdió la aldea como unidad fiscal. Los emperadores comenzaron a conceder a particulares bienes eclesiásticos o bienes públicos, de forma similar a las donaciones feudales occidentales.
Además, las conquistas militares de los grande nobles de Oriente ayudaron a aumentar la extensión de sus dominios y se fueron introduciendo en la administración del Estado.
Otro plano de feudalidad serían las inmunidades concedidas a las comunidades religiosas (frente a impuestos estatales, rentas de conventos…), tal como el monasterio del Monte Athos, según la necesidad de intercesión.
La evolución del sistema de themas y la reestructuración social
Un thema era un terreno dado a los soldados para cultivar. Los soldados eran aún técnicamente una unidad militar, bajo el mando de un estratego, una autoridad civil y militar. Ellos no eran propietarios de la tierra, la trabajaban y esta era controlada por el Estado. Por eso, su uso por los soldados tenía un pago que era reducido. Al aceptar estas proposiciones, los participantes accedían a que sus descendientes también trabajaran en el ejército y en una thema. De esta forma el Estado Romano reducía la necesidad de levas impopulares al tiempo que agrandaba y fortalecía el ejército a un bajo costo. Este sistema fue de gran ayuda al poblar territorios recientemente conquistados, además los themas podían ser erigidos como unidades militares en forma muy rápida y siempre se expandían las tierras públicas durante una conquista.
En general, se considera que la política de Heraclio respecto a la anterior organización administrativa una vez que triunfó sobre Persia no fue revolucionaria.
Pero hubo ciertos cambios: sustitución de instituciones sin sentido –como la prefectura del pretorio-, fusión del patrimonio personal del emperador con el fisco, diferenciación de una serie de oficinas –sekreta-…
Se unen dos componentes básicos en la delimitación del territorio: soldados-tenentes campesinos en la organización militar de la frontera y concentración del poder militar y civil en el general en jefe.
Como themas se conoce en principio no una región, sino el contingente afincado en ella. Con Justiniano II, cinco themas o exercitus.
Los soldados-tenentes de las parcelas cumplían un servicio militar cuando eran convocados y, durante el resto del tiempo, cultivaban sus campos.
Se fue creando una aristocracia fronteriza por parte de los generales o strategos, los cuales capitalizarían la fundación de nuevas dinastías. Los generales y jefes del ejército percibían sueldos elevados que, junto a los botines de guerra les hicieron ricos. Esa riqueza la solían invertir en los mismos Themas a pesar de estar prohibido por la legislación.
La población se había reducido radicalmente por la peste, durante el VI. Pero se produjeron numerosas migraciones, remediando en parte las pérdidas por la conquista musulmana de Siria, Palestina y Egipto.
Basilio I comenzó su gobierno intentando reducir las disidencias culturales y étnicas dentro del Imperio, intentado helenizar a los eslavos de Macedonia y Grecia.
El palacio seguirá siendo centro administrativo y de grandes ceremonias. También, como tribunal de apelación. Aumenta la densidad de población en el espacio interior de Constantinopla.
El impero themático había ido reformándose al hacer frente a las invasiones eslavas y árabes
- Se descentraliza el poder y se mantiene un aparato fiscal fuerte cohexionador.
- Se sustituyen las provincias por themas y después se fraccionan éstas.
- Aparece una nobleza militar themática, por la autoridad y altos salarios de los gener.
Tras el año 950, los themas defensivos a veces se limitan a una fortaleza y son más pequeños frente a los grandes themas centrales y se les empieza a denominar según su región.
El sistema de themas había ido evolucionando. El poder se había ido descentralizando con la sustitución de las provincias por los themas y su posterior fraccionamiento, mientras que el aparato fiscal era fuerte y centralizado y servía para cohesionar dicho sistema. Habían surgido administradores descentralizados:
- Logotetas en sustitución del prefecto.
- Strategoi, generales que concentraban el poder civil y militar de los themas. De ellos surgió la nobleza militar themática.
Es importante hablar del papel que
En el siglo XI se aprecia la ruptura del sistema themático, cuando Basilio II acaba de crear el tema de Bulgaria en los Balcanes. Se va extendiendo otra denominación: catepanato o doukatos, tal que muchos themas se convierten en tales demarcaciones, pues no conservan tropas acantonadas campesinas ni la organización fiscal anterior.
Por otro lado, parece ser que las ciudades vuelven a recuperar su importancia: Corinto, Éfeso… manifiestan una actividad artesanal en aumento, las monedas atestigual el comercio con los árabes…
LA PROVINCIA BIZANTINA DE HISPANIA
En el 549 es elegido Agila como rey; su enfrentamiento con grandes familias provocan el levantamiento de Atanagildo, el cual pide auxilio a Justiniano. Éste interviene y ocupa una parte importante de la costa sudoriental (Cartagena, Málaga, Córdoba…), estableciendo el dominio bizantino en Hispania, penetrando hacia el interior hasta Medina Sidonia y Baza se forma así la provincia de Hispania.
Se traslada la sede de la diócesis a la basílica de San Vicente en Córdoba, amurallándose y construyéndose edificios palatinos. Emporio comercial de lujo, junto con Málaga.
Gran influencia cultural bizantina sobre los visigodos.
Se suceden ofensivas visigodas para recuperar el territorio. Suintila (621-631) aprovechó las dificultades del Imperio en Oriente para acabar con la presencia bizantina en Hispania.
Otros conceptos
- Chrisargyrio 1.Gobernador de una provincia.Prefecto de Constantinopla.
- Eparca 2.Impuesto que pagaban los mercaderes e industriales
- Besante 3.Sueldo de oro
- Katholikos 4.Máximo representante de la iglesia armenia y nestoriana
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