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martes, 30 de julio de 2024
EL GORRIÓN
miércoles, 10 de julio de 2024
ELAM. MEDIA. PERSIA
Generalidades geográficas
Con los nombres de Irán y Persia se conoce en la Historia a la región comprendida entre el mar Caspio y el océano Índico. La región, habitada por elamitas, medos y persas, se extendía de los Zagros y el Tigris a las cordilleras Hindukush y el Indo y del mar Caspio al Golfo Pérsico. La parte norte, con un clima riguroso, la formó Media, con Ecbatana como capital. En la zona central estuvo Elam, con Susa por capital y en la parte sur Persia, con un clima más benigno y con ciudades como Persépolis.
Elam
Rasgos etnográficos
Hasta Asia central llegaron gente indoeuropea que en el III milenio. Tras asentarse y mezclarse con población nativa, volvieron a desplazarse en dos direcciones, una de las cuales fue hacia Irán, que ocuparon dando lugar a medos y persas. Antes ya había en la zona una población autóctona, los elamitas, cuyo origen desconocemos.
Evolución histórica elamita
Es complicado seguir la evolución histórica de Elam debido a la escasez de fuentes. El nombre en acadio significa país del dios o del señor. Sus períodos históricos La historia de Elam puede dividirse en varios periodos históricos que, a su vez, pueden subdividirse. Estos son:
- Periodo proto-elamita (4000-2500 AC.):
Elam empezó siendo habitada por grupos nómadas que acabarían sedentarizándose. Los progresos técnicos, el comercio y la fijación de aldeas sirvieron de precedente al nacimiento de Susa como primera ciudad elamita cuyos habitantes poseían estructuras económicas y política complejas y que extendieron sus progresos a regiones vecinas. Con los siglos la influencia mesopotámica se hizo muy fuerte. Este periodo se caracteriza por la existencia de escritura propia y la construcción de las primeras torres escalonadas, por una importante actividad económica y por la falta de unidad política. Los protoelamitas fueron capaces de extender su influencia por amplias zonas, llegando a ciudades del sur de Mesopotamia en las que dejaron una fuerte huella en su arte y postulados mitológicos.
- Paleo-elamita (2500-1500 AC.):
Primera etapa de la historia elamita en la que el territorio se dividió en unidades política sin cohesión sobre las que los reinos mesopotámicos ejercieron su influencia. En este momento nacieron dinastías incapaces de constituir un reino unitario y que estuvieron en conflicto constante con los reyes de Akkad y Sumer, llegando el país a controlar la Baja Mesopotamia. No obstante, esta situación fue revertida y de nuevo vivió Elam bajo la influencia mesopotámica. Cuando comenzó a decaer el Imperio de Akkad, la dinastía de Awan consiguió mantener un poderoso reino. Los siguientes reinos elamitas estuvieron marcados por la relación con la dinastía III de Ur, con quien alternaron conflictos y periodos de paz. Tras la caída de la dinastía III d Ur un reino elamita consiguió hacerse con el control de los territorios, si bien Larsa acabó derrotando a las tropas elamitas, lo que acabó propiciando la aparición de una nueva dinastía que se mostró continuadora con las anteriores y que consiguió un gran poderío para Elam
- Medio-elamita (1500-1000 AC.):
En este periodo Elam alcanzó el apogeo más importante de su historia. Se sucedieron hasta tres dinastías cuyos monarcas ostentaron el título de rey de Susa y Anshan. El primer monarca de la segunda dinastía llegó al poder gracias al rey de babilonia, con lo que empezó una fructífera relación entre las dos potencias rota cuando los últimos reyes de esta dinastía atacaron Babilonia. Con la tercera dinastía, de reyes guerreros, se eliminó la dinastía casita de Babilonia y se convirtió Susa en verdadera capital imperial. Uno de los reyes de esta dinastía llegó a invadir Mesopotamia y parte de Akkad, llevándose a Susa las obras d arte que encontró a su paso y secuestrando de Babilonia, como castigo por un levantamiento, la estatua de Marduk. El dominio elamita fue vencido por Nabucodonosor I, que alcanzó Susa recuperando la estatua de Marduk.
- Neo-elamita (1000-539 AC.):
Se subdivide en tres etapas.
- Una primera de decadencia y crisis económica en la que pueblos pastores, persas y medos, se asentaron en la zona occidental de Irán, consiguiendo los primeros capturar Anshan y fundar una dinastía.
- Una segunda etapa de luchas con Asiria, en la que los elamitas participaron en coaliciones contra los asirios, y en la que estos atacaron constante y ferozmente a Elam, finalizando con el saqueo y la destrucción de Susa por estos y el fin de Elam como entidad política.
- Por último, en la tercera fase Elam estaba dividida en pequeños reinos y se produjo la llegada definitiva de varios pueblos, entre ellos medos y persas. Los primeros se asentaron en los Zagros y estaban divididos en tribus. Los persas se establecieron al sur y entablaron contacto con los elamitas.
Uno de sus reyes, Ciro II, formó un imperio al tomar los reinos medo, lidio y babilonio, integrando también los últimos principados elamitas. Instituciones políticas Los elamitas se organizaron en diferentes reinos a la cabeza de los cuales estaba un rey que controlaba la marcha del Estado desde del palacio. Este utilizó, entre otros, el título de Rey de Anshan y de Susa con el que mostraba su dominio sobre las dos regiones más importantes de Elam.
Algunas notas económicasLos fértiles valles cultivados por los primeros pobladores dieron buenos rendimientos agrícolas. La base de la riqueza estuvo, en principio, en la economía pastoril. El comercio de bienes naturales (piedras comunes y semipreciosas) también fue muy destacado, sobre todo. Las vegas de la meseta irania dieron excelentes praderas y cultivos, si bien siempre amenazadas por la sequía y la salinización, a lo que hicieron frente los elamitas con la irrigación del suelo construyendo canales subterráneos, lo que se reflejó en una producción agrícola individual.
Otro elemento económico importante fue la metalistería de armas y utensilios de bronce fundido. Durante el control acadio debieron pagar tributo y productos a sus dominadores. En el periodo de crisis en Mesopotamia Elam fue un país muy rico con cuyas riquezas se construyeron ciudades, templos y se restauraron edificios. En la etapa neoelamita se vivió un gran empobrecimiento a raíz de saqueos y ataques asirios.
Instituciones políticas
Los elamitas se organizaron en diferentes reinos a la cabeza de los cuales estaba un rey que controlaba la marcha del Estado desde du palacio. Este utilizó, entre otros, el título de Rey de Anshan y de Susa con el que mostraba su dominio sobre las dos regiones más importantes de Elam.
Lengua
La lengua elamita no tiene origen semítico ni indoeuropeo. Vivió cuatro periodos con sus propias singularidades. Parece segura la existencia de dialectos hablados. El acadio fue la lengua de la administración oficial hasta el periodo neoelamita, presentando particularidades propias. El texto más antiguo en elamita es un tratado de paz de un rey desconocido con Naram-Sim de Akkad.
Creencias religiosas, culto y personal sagrado
La religión se basó en numerosas divinidades, lugares de cultos y sacerdotes.
La influencia mesopotámica fue fundamental y se observan diferencias según la zona geográfica. Al principio no hubo panteón organizado, ya que no había unidad política ni cultural. Durante el II milenio las principales divinidades fueron los dioses tutelares de Anshan y Susa. También se honraba a deidades mesopotámicas. Los dioses recibían culto por parte de personal especializado en templos. El principal oficiante era el rey, que se encargaba de los gastos del culto religioso. Al frente del sacerdocio había un Gran sacerdote, asociado al rey en la etapa neoelamita. También existió un sacerdocio femenino encabezado por una Gran sacerdotisa. Los elamitas creían en un juicio post mortem en el Más Allá.
Civilización de Jiroft
Gracias al descubrimiento de materiales arqueológicos en el mercado negro con características propias podemos hablar de una civilización a finales del cuarto milenio con centro en torno a la ciudad de Jiroft que conectaba al oeste con Mesopotamia y Elam y al este con el valle del Indus. Sus habitantes llegaron de Asia central y se dedicaron a la agricultura y al comercio. Aparecen aquí torres escalonadas que pudieron ser el origen de los zigurats mesopotámicos, pasando allí vía Elam.
Media
Media fue la región noreste de Irán habitada por los medos, pueblo de origen indoeuropeo. Estos llegaron organizados en seis tribus en torno al II milenio a.C. junto a otros pueblos que se asentaron en otras zonas.
Migración y asentamiento de los medos
Los medos llegaron a Media de forma no violenta y escalonada, sin organización política unificada de militar, en tribus encabezadas por un jefe. Su llegada coincidió con la de los persas.
Historia de Media
El asirio, enemigo endémico
Los enfrentamientos entre asirios y medos fueron constantes desde el siglo IX a.C. La política expansionista de los primeros provocó mayoritariamente estos choques, que se saldaron con la victoria de estos e imposición de tributos a los segundos.
Dejocés, elegido rey
Dejocés fue elegido rey en el año 701 a.C. por una asamblea para hacer frente a los ataques que soportaba su tribu de otros jefes y de los asirios. Sobre su capital, Ecbatana, empezó a organizar le nuevo reino y a intentar organizar a las tribus medas. Los pueblos autóctonos empezaron entonces una política de acercamiento, si bien algunos jefes medos se mantuvieron indecisos. Algunos años después, tras una rebelión de varios pueblos de los Zagros, entre los que se incluían los medos, las tribus medas consiguieron independizarse del yugo asirio.
La dinastía de los medos
El fundador fue Fraortes II quien unificó las tribus medas y sometió algunos jefes persas. Hubo de enfrentarse a los nómadas escitas, que fueron acogidos por los asirios e incorporados a su ejército. Estos consiguieron vencer a los medos y apoderarse de Media. A Fraortes lo sucedió su hijo, que centró su política en deshacerse de los escitas, lo que consiguió al cabo de tres décadas. Tras eliminarlos reorganizó el ejército, incluyendo grupos de zapadores expertos. Junto a los babilonios se lanzó contra Asiria, en un momento de inestabilidad, marchando contra Assur y tomando definitivamente Nínive en el 612 a.C., marcando el final de Asiria y repartiéndose su territorio y quedándose los medos con las tierras altas al norte de Assur, territorios que intentó ampliar posteriormente este monarca. Se produjeron también choques con los lidios que se solventaron finalmente con la fijación de sus fronteras, y aumentó más sus dominios hacia oriente. Muerto este, el nuevo rey, Astiages, se fijó dos prioridades: ampliar su territorio y reformar el imperio, paro lo que aplicó una política centralista y unificadora de las instituciones, lo que chocó con los intereses de la nobleza media. Se produjo asimismo un acercamiento a los persas con una boda real de la que nacería Ciro II y el Imperio aqueménida.
Los últimos tiempos de Media
El reinado de Astiages llegó a su fin con la sublevación de su nieto Ciro II. Este contó con la simpatía de parte de la nobleza meda, que en la batalla definitiva y tras varios enfrentamientos de resultado diverso se pasó al lado de Ciro. Este no se consideró un usurpador al reclamar derechos como nieto de Astiages. Tras su victoria, Media pasó a formar parte del Imperio aqueménida.
Instituciones medas
No se conocen apenas, pero puede que fuesen casi copias de las asirias. El reino medo no constituyó una gran potencia unificada, basándose en tribus en contacto que permitían adoptar estructuras casi monárquicas gracias al prestigio personal de los reyes, al cobro de tributos y al temor de sus armas. Los enclaves más antiguos eran de población autóctona dedicada a la agricultura y la ganadería que se mezclaron con los medos tras su invasión. Aunque fueron tribus independientes lo vínculos unitarios de la lengua, la ocupación territorial o la religión les permitieron mantenerse confederadas.
Categorías sociales
Los medos estaban socialmente estratificados, estando a la cabeza la aristocracia superior, de las que habrían surgido los jefes locales como Dojecés, elegido por una asamblea de hombres libres, y los sacerdotes, que sin formar estructuras clericales tenían gran peso económico y que realizaban ceremonias religiosas o interpretación de sueños. Su dios principal era Zerván, cuya religión reformó Zoroastro y que se convirtió en religión oficial de los medos.
Las satrapías, ¿creación de los medos?
Se considera a los medos creadores de las satrapías, que eran unidades administrativas a cuya cabeza estaba un sátrapa, título que ya existía previamente a los medos y que designaba a jefes independientes.
Aspectos económicosDurante su etapa nómada practicaron una economía pastoril que siguió siendo fundamental tras su asentamiento y dedicada a la cría caballar y del camello. También se desarrolló una agricultura de subsistencia que solo se hizo extensiva en determinadas zonas. La parte central de Media era un desierto salado. También fueron importantes las rutas comerciales para efectuar un comercio de larga distancia, siendo también intermediarios entre Asia central y Mesopotamia. Destacaron asimismo en el trabajo del hierro
Problemas de la escritura meda
Se sabe muy poco de él, pero parece que el acadio sirvió de prototipo para esta.
Persia
Asentamientos de los persas
Los persas llegaron junto a los medos a finales del segundo milenio a la meseta iraní, si bien de sus primeros asentamiento estuvieron que moverse hacia el sur durante el siglo VIII a.C. para situarse definitivamente en la región de Fars.
La implantación de la dinastía aqueménida
Mientras los persas descendían a su lugar de asentamiento definitivo irían dirigidos por Aquemenes, que participó en una coalición anti asiria. Le sucedió su hijo, que dividió el territorio en dos a su muerte, Fars para uno de su hijos y Anshan para el otro, Ciro I. Este, controlado por los medos, tuvo que someterse a los asirios y pagar un fuerte tributo. Tras él pasó el poder a su hijo, que casó a su hija con el hijo del rey medo Astiages, naciendo de ese matrimonio
- Ciro II el Grande (muere 530 AC)
Los historiadores griegos rodean su nacimiento y juventud de leyendas. Tras derrotar a su abuelo Astiages, continuó con sus conquistas, haciéndose con casi toda Asia Menor y estableciendo un gobernador en Uruk. De vuelta asaltó y conquistó Babilonia en el 539 a.C., liberando a los judíos deportados por Nabucodonosor II. Murió en combate en el 530 a.C.
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| Ciro II el Grande |
- Cambises II (530-523 AC)
En vida de su padre fue asociado al trono de Babilonia. Asesinó en secreto a su hermano y se hizo con el trono, tras lo que marchó contra Egipto al chocar el poderío persa con las ansias expansionistas egipcias. Venció al último faraón de la dinastía XXVI, fundando la dinastía XXVII y haciéndose llamar Señor de las dos Tierras. Controló todo Oriente en un enorme imperio. Aprovechando su ausencia, un mago se hizo pasar por el hermano difunto del rey y fue reconocido como tal por las provincias persas. Ante esto, el rey volvió sus pasos hacia Persia, muriendo en el camino. A su muerte se sucedieron luchas intestinas de la que saldría vencedor Darío I.
- Darío I (521- 486 AC) y la consolidación del Imperio
Darío I llegó al trono tras asesinar al usurpador y hacer frente a otros pretendientes, a los que combatió por cinco años. Una vez controlado el territorio lo dividió en satrapías que dotó de autonomía y unió con buenas vías de comunicación. Empleó el arameo como lengua de cancillería, acuñó moneda y fundó Persépolis. Hubo de hacer frente a levantamientos de las ciudades griegas de Jonia por la situación económica, dando lugar a las Guerras Médicas. Esta revuelta fue duramente reprimida, si bien las represalias fracasaron en el 493 a.C. en la batalla de Maratón. Otra revuelta en Egipto hizo que se alejara de Grecia, falleciendo poco después sin haber sido capaz de controlar ninguna de las dos.
- Jerjes I (486-465 AC) y la decadencia imperial
Tras subir al trono hubo de hacer frente a varias revueltas. Dirigió una expedición contra Grecia en el 480 a.C., venciendo en las Termópilas e incendiando Atenas, si bien encadenó después varias derrotas que significaron el inicio de la decadencia persa. Reprimió una rebelión en Babilonia y se dedicó a hacer obras en la capital, muriendo asesinado e iniciándose un nuevo periodo de intrigas palaciegas.
- De Artajerjes I a Darío III
Jerjes I fue sucedido por su hijo Artajerjes I, que tuvo que hacer frente a un levantamiento en Egipto que tardó seis años en controlar. También se enfrentó a los atenienses, con quienes acabó firmando un tratado de paz.
Tras una serie de intrigas y asesinatos llegó al trono Darío II, cuyo reinado empezó con rebeliones de medos y sátrapas apoyados por los atenienses, lo que hizo que se decantase por los espartanos en las Guerras del Peloponeso, ayudando a los espartanos contra los atenienses. Sus hijos se disputaron el poder, siendo vencedor el nombrado por él para sucederle, Artajerjes II, que hubo de hacer frente a una rebelión de las ciudades jónicas y a la expansión de los dominios de los rebelados egipcios. No logró acabar con los egipcios y vio cómo se debilitaba grandemente el poder central del Imperio. Lo sucedió tras varias intrigas Artajerjes III, que afrontó la rebelión egipcia y la situación en Asia Menor y reorganizó las satrapías deponiendo a sus responsables y licenciando a las tropas mercenarias que estas poseían. A continuación, se dirigió a Egipto, haciendo huir al faraón a Nubia e iniciando la dinastía XXXI. Llegó a preparar un enfrentamiento contra Filipo II de Macedonia, pero fue asesinado, al igual que su oponente, situándose en el trono de ambos imperios Darío III y Alejando III.
- La presencia de Alejandro Magno
Alejandro tomó para sí los planes de su padre y se adentró en territorio persa, venciendo a Darío III en Issos. Este se retiró y Alejandro se encaminó a conquistar territorios de la costa y Egipto, fundando una nueva dinastía y la ciudad de Alejandría. Tras cruzar el Tigris y el Éufrates se produjo un nuevo combate que de nuevo se saldó victorioso para le rey macedonio, que fue tomando las principales ciudades de su enemigo. Darío III fue finalmente asesinado y Alejandro se dedicó durante dos años a pacificar y ejercer su control sobre estos territorios. Tras esto continuó sus conquistas hasta el Indo, teniendo que volver a Babilonia por la negativa de sus tropas a seguir, muriendo en esa ciudad en el 323 a.C. Los reinos orientales
La muerte de Darío III puso fin al Imperio aqueménida, y la de Alejandro Magno sumió a los territorios en una inestabilidad al no haber acabado su obra helenizadora.
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| Batalla de Gaugamela |
Organización política de los persas
El Imperio se organizó bajo la figura del rey, considerado superior a los reyes de otros reinos y llamado Rey de Reyes. Era el elegido por el pueblo-guerrero de una determinada familia considerada poseedora del carisma real. Su persona era sagrada y se le consideraba descendiente de los dioses, pero no era adorado como divinidad. Era a un tiempo sacerdote, sacrificador, juez supremo y legislador. Al coronarse elegía un nuevo nombre real, y era tradición que el primer hijo nacido tras esta ceremonia fuese el heredero. Los reyes contaron con un gran harem desde tiempos de Ciro I. No era raro que se casasen con sus hermanas o sus hijas. Las mujeres de la familia real eran muy activas en todos los ámbitos.
La sociedad y los cortesanos
Los persas se dividían en numerosas tribus, formadas por varios clanes y, estos, por varias familias, que eran la base de la sociedad. Disponían de un territorio conquistado por las armas y a su cabeza se situaba un jefe que evolucionó al sátrapa. Algunas tribus formaron verdaderas cortes en torno a su sátrapa, siendo estos cortesanos más o menos leales al Gran rey o a la familia del sátrapa.
La estructura social se dividía en dos bloques:
- el dominante, de origen iranio e improductivo (nobleza)
- y el dominado, que eran las poblaciones conquistadas que formaban una masa laboral de carácter servil que soportaba el sustento de los dominadores.
Estos podían agruparse en grupos de trabajadores de distinta índole. Jurídicamente la mayoría eran ciudadanos libres con plenitud de hechos o solo parte, existiendo también los esclavos, con algunos derechos y que podían ser manumitidos. Técnicamente, todos los súbditos del Gran Rey eran considerados esclavos de este. También existieron hombres semilibres. Ante las rebeliones los habitantes de un territorio podían ser esclavizados o deportados.
Bajo los primeros reyes existió la figura del portavoz del rey, el jefe de los Mil, un antiguo cargo militar que añadió las funciones propias de la jefatura de la cancillería central del Imperio.
En la corte convivían gobernantes locales y sátrapas. Los príncipes reales podían ser gobernadores o altos funcionarios en palacio. El Gran Rey no podía hacer con sus súbditos lo que quisiera, ya que tenía que responder ante el dios Ahura Mazda, dispensador de la monarquía y guía en lo bueno del rey. La Corte no tuvo residencia fija, lo que se explica en respuesta a las necesidades políticas de las distintas regiones del Imperio, que requerían la presencia del rey.
La administración palacial necesitó de una numerosa burocracia especializada que debía mantener informado al rey de todo lo que sucedía. Un tipo muy importante fueron los escribas, así como los Ojos y Oídos del Rey, auténtico servicio policial del monarca.
Caminos y comunicaciones
La gran red de caminos, vigilados por patrullas, y el servicio postal perfectamente organizado de carácter gubernamental agilizaron el comercio y el intercambio de productos, así como la conexión entre las ciudades del Imperio.
Existía una red de caminos, vigilados constantemente por patrullas, dada su importancia, sobre todo militar y un servicio postal de carácter gubernamental, perfectamente organizado.
El más famoso de todos fue el Camino Real de Sardes a Susa, con una distancia de 2.500 km, que se recorría en 90 días. También fue importante la ruta entre Ecbatana y Bactria. Asimismo, las 5 capitales reales estaban comunicadas por caminos reales.
En Mesopotamia se aprovecharon los caminos locales. Todos los caminos contaban con áreas de mantenimiento y descanso. En ocasiones, era necesaria la autorización real o de algún funcionario para transitar por algunos caminos.
El mantenimiento de los caminos era responsabilidad de los sátrapas, corriendo a cargo de los que cruzaban sus territorios. Las carreteras o caminos persas contaban con estaciones o paradas para asistencia y descanso de los soldados, mercaderes, embajadores y funcionarios que circulaban por ellas. Herodoto habla de la rapidez de los correos persas a caballo, a quienes no detenían ni la lluvia, la nieve o el sol, ni siquiera las noches. A veces era necesario una autorización especial del rey para circular por determinadas carreteras. Las distancias se medían en parasangas, que equivalían a 6 km
El Derecho y la Justicia
Existieron diferentes sistemas legales de carácter local. El Derecho se entendía por arreglar, lo que nos lleva a presuponer que el derecho descansaba sobre el derecho familiar o tribal siendo el rey el juez supremo y existiendo tribunales para dirimir los pleitos. Hubo jueces reales, locales y de instrucción, siendo los primeros elegidos entre la nobleza que contaba, junto a la familia real y altos dignatarios, con su propia administración de justicia. Los persas enviaban jueces a los territorios conquistados y eran muy rígidas en su aplicación. Un monarca que se ocupó mucho del derecho fue Darío I. Las satrapías Fueron divisiones administrativas de las que no sabemos mucho. Estaban gobernadas por un sátrapa, nombrado directamente por el monarca por tiempo ilimitado y cercano a él, que defendía y representaba los intereses del Estado persa en la provincia y ejercía la máxima autoridad aglutinando poderes civiles y militares. Podían acuñar moneda de plata y cobre y estaba obligado a vivir en la capital de la satrapía que gobernaba.
Las satrapías
Eran las primeras subdivisiones administrativas de los persas y su voz derivaba de la palabra griega satrapeia que significaba algo así como "protector de la soberanía" o "guardián del reino". Desconocemos cuántas satrapías existieron por lo que desconocemos sus subdivisiones y sus l’mites. Básicamente, las satrapías defendían y representaban en su provincia los intereses del estado persa. Estaban controladas por un sátrapa nombrado directamente por el Gran Rey, para un tiempo limitado. El sátrapa unificaba la autoridad política y militar, aunque Darío I los limitó.
La organización militar: el ejército y la marina
El ejército fue fundamental para el control del Imperio. Al principio cualquier persa podía formar parte del mismo para defender el lugar donde vivía. Durante las luchas entre Ciro el Joven y Artajerjes II se empezó a enrolar a mercenarios. Los persas eran instruidos en el uso de armas ofensivas y en equitación entre los cinco y lo veinte años, siendo después reclutados para el servicio militar obligatorio. Los soldados mercenarios contaron con una soldada, mientras los autóctonos fueron pagados en especies.
El ejército lo formaban regimientos basados en el sistema decimal, de forma que la unidad más numerosa era de mil hombres bajo control del jefe de los Mil, a partir de ahí iban reduciéndose decimalmente.
Las tropas se organizaban en tres tipos, lanceros, arqueros y caballería, y subdivididas según las nacionalidades de los soldados. Una unidad especial de élite eran los Inmortales, llamados así por la rapidez para sustituir a los soldados que causaban baja. Iban vestidos con llamativos uniformes y formaban la guardia personal del Gran Rey. Solían vestir vistosos uniformes y llevar adornos de oro. Detrás solían ir carrozas con sus concubinas y criados.
Respecto a la caballería, fue la verdadera fuerza de choque persa y estaba compuesta por persas, medos, bactrianos, caspios y paricanios. Según Jenofonte, a veces caballo y caballero iban protegidos con cotas de malla. También se contaba con destacamento de carros ligeros.
Otras unidades destacadas eran las de carros, verdadera fuerza de choque del ejército. Los oficiales y soldados podían ser recompensados con títulos y objetos de paradas. En cuanto al equipamiento militar, fue tan variado como las nacionalidades que formaban el ejército. Las armas nunca fueron de gran calidad o efectividad. En lugares estratégicos o conflictivos para las satrapías los reyes situaron guarniciones permanentes. A la cabeza de las tropas aliadas siempre se situaba un persa.
El ejército se dividió territorialmente en toparquías militares, a cuya cabeza estaba un toparca que controlaba a los jefes militares de varias satrapías. Anualmente las tropas eran revisadas por el Gran Rey o por un enviado suyo. Las provincias por las que pasaban tenían que mantener a las tropas. La conquista de Chipre y las luchas con Egipto y Grecia obligó a los persas a armar una escuadra, y a construir astilleros reales, si bien nunca fue esta muy destacada.
Datos económicos. Tributos y regalos. La moneda
La riqueza descansaba en la tierra que, junto con los canales de agua que posibilitaban las cosechas, eran propiedad del rey, que la alquilaba a sus súbditos. En régimen cercano al feudo podía entregar tierras a sus servidores, administrando muchos sus dominios a través de administradores. Los soldados recibían también tierras tras dejar el servicio. El resto de tierras entregadas estaban sujetas a impuestos que se fijaban antes de las cosechas. Darío I instituyó un impuesto anual a cada satrapía en base al tipo de cultivo y su producción media, si bien algunos territorios quedaron exentos del mismo, enviando en este caso regalos al rey. Negocios, funciones, animales y personas también fueron gravados con impuestos, siendo el encargado de recaudarlos y enviarlos al Tesoro real el sátrapa, que se quedaba con los impuestos suplementarios. Además de la tierra, fue una importan fuente de ingresos la ganadería, la pesca y la caza, así como los bosques por sus recursos naturales y la minería, explotada siempre en beneficio del Estado. Las Tesorerías reales, los templos y la banca privada podían facilitar capitales. Se acuñó moneda en plata y oro a partir de Darío I, siendo posible acuñarlas de este último material solo por el monarca.
En Persia se cultivaron las ciencias de Egipto, Fenicia y Babilonia. La medicina fue importante, encontrándonos con tres tipos de médicos: los cirujanos, los médicos y los encantadores. La cartografía y las guías geográficas, así como las matemáticas, tuvieron un gran impulso. Los persas utilizaron el sistema cuneiforme en sus textos, contando su escritura con treinta y seis caracteres, cinco ideogramas y siete símbolos numéricos. El arameo fue desplazando al persa, convirtiéndose en idioma oficial durante el reinado de Darío I.
La religión y el culto
La figura de Zoroastro
Los primeros persas y medos tenían una religión politeísta donde distinguían entre los ahuras (señores celestes) y daevas (demonios). Frente a esta concepción surgió una nueva creada por Zoroastro. Poco se sabe de su bibliografía. Creó una doctrina recogida en el Avesta que defiende la existencia del bien y el mal dentro de un monoteísmo presidido por Ahura Mazda, que dio origen a dos elementos: la Verdad (Espíritu Santo) y la Mentira (Espíritu Destructor). Las doctrinas y ritos zoroástricos fueron acogidos poco a poco por los persas.
El Avesta consta de tres tratados:
- Vendidad (leyes sagradas contra los demonios e historias mitológicas),
- Visperad (colección de letanías en honor a dioses diversos) y
- Yasna (invocaciones y oraciones que forman el centro de la liturgia).
Esta nueva doctrina acabó con el politeísmo con Ahura Mazda como dios único enfrentado al mal, pero con el tiempo volvieron las prácticas politeístas. Los reyes fueron tolerantes en aspectos religiosos, si bien ante un ataque contra la integridad del Estado no dudaron en destruir templos. Las creencias escatológicas parece que se inclinaron por creer en la resurrección y la venida de un Salvador. Los magos fueron discípulos de Zoroastro que formaron una verdadera casta y expandieron la religión dualista. Eran pagados en especie y tenían un Jefe sacerdotal. Tuvieron la costumbre de exponer los cuerpos para que los animales se los comieran antes de enterrarlos, lo que choca con las costumbres de los reyes aqueménidas, que fueron sepultados en roca, lo que contradecía los ritos zoroástricos, por lo que parece que una cosa fue la religión zoroástrica y otra la de los aqueménidas.
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| Zoroastrismo |
Principales características del Imperio persa
- Existió entre 550 y 330 a. C. y dominó Asia Central, Mesopotamia, Palestina, Egipto, Anatolia y parte de Grecia.
- Su organización política se basó en la figura del emperador y combinó una administración central fuerte con un el de la flexibilidad y la tolerancia.
- Estuvo liderado por la dinastía Aqueménida, representada por: Ciro II, Cambises II, Darío I, Jerjes, Artajerjes I, Darío III, entre otros.
- Su capital estaba instalada en Persépolis, considerada uno de los máximos emblemas de la civilización persa.
- Su territorio estaba dividido en satrapías, que permitían una administración ordenada de la política y la economía imperial.
- Se destacó en el comercio y en el desarrollo de rutas comerciales que permitieron conectar todos los territorios del imperio.
- Su cultura tomó rasgos y tradiciones propias de los territorios conquistados y se caracterizó por el desarrollo de la arquitectura y el arte.
- En cuanto a la religión, los persas profesaban el zoroastrismo, religión que había sido revelada por el profeta iraní Zoroastro y que planteaba la adoración a un dios supremo: Ahura Mazda.
El Imperio persa se caracterizó por respetar la cultura y las tradiciones de las regiones dominadas y, en muchos casos, incorporó varias de estas costumbres.
- Arquitectura. Los persas se destacaron en la construcción de palacios, grandes edificaciones amuralladas que solían ser la vivienda de emperadores o nobles. El palacio de Persépolis, ubicado en el este del país, fue uno de los más reconocidos y funcionó como la capital del imperio. Los palacios persas se repartieron por los diferentes terrenos conquistados y estaban decorados con frescos, mosaicos y esculturas.
- Arte. Las clases altas de cada región tomaron el estilo artístico persa en la producción de joyas y bienes de lujo. Adoptaron sus estilos decorativos y sus vestimentas para posicionarse socialmente como parte de la elite.
- Ejército. El ejército persa estaba formado por arqueros, caballería, infantería y una gran flota naviera. A medida que el imperio se agrandó, el ejército incorporó otras técnicas locales.
- Sepulturas. Los persas se destacaron por su ritual de sepultura. Tras morir un ser querido no lo enterraban porque consideraban que los cuerpos contaminaban la tierra. Los cadáveres, entonces, quedaban sobre estructuras de piedra situadas en altura. A los emperadores, les construían tumbas elevadas sobre el suelo. La decoración de la tumba era sencilla, pero en su interior el ajuar funerario consistía en un sarcófago de oro, vestimentas de lujo y joyas con piedras preciosas.
- Economía: Fuente principal de riqueza, la tierra. Sistema impositivo sobre la producción agraria de cada satrapía en tiempos de Darío I aunque algunas estuvieron exentas como Persis, zonas del sur de Palestina… que en su lugar enviaban regalos. No solo se tributaba por los rendimientos agrícolas, también se aplicaban impuestos a multitud de oficios y negocios.Pagos de impuestos en especie o en metálico, por ejemplo, la satrapía de Media enviaba al Tesoro Real central espadas, pulseras y paños. Uso de moneda inventada por los lidios y adoptada por los persas en tiempos de Darío I (dáricos o arqueros de oro) que tenía derecho exclusivo de acuñación aunque también acuñaban los sátrapas y algunas ciudades.
- Religión: El zoroastrismo es una fe monoteísta fundada por el profeta persa Zoroastro (también llamado Zaratustra o Zatosht), entre alrededor del 1500 y el 1000 a. C. Sostiene que hay una deidad suprema, Ahura Mazda (Señor de la Sabiduría), creador y mantenedor de todas las cosas, y anima a sus adeptos a expresar su fe a través del principio de Buenos Pensamientos, Buenas Palabras y Buenas Obras. El zoroastrismo fue adoptado por el Imperio persa aqueménida (c. 550 - 330 a. C.) y el Imperio parto (247 a. C. - 224 d. C.), y encontró su máxima expresión durante el Imperio sasánida (224 - 651 d. C.).
FENICIA. UGARIT. ISRAEL
FENICIA
Los fenicios fueron una de las civilizaciones más importantes de la antigüedad y extendieron su legado entre los años 1500 y 330 antes de Cristo. Se extendían en torno a una región conocida antiguamente como Canáan y que comprende los actuales estados de Israel, Líbano y Siria.
Los fenicios –también conocidos como ‘cananeos’ o ‘púnicos’- son unos de esos pueblos damnificados por la Historia, unas verdaderas ‘víctimas de la Historia’. Competidores de griegos, de hebreos, y después enemigos de los romanos, la imagen que de ellos nos dan los textos de esas culturas es lógicamente cruel y despiadada.
La arqueología actual ha demostrado que los fenicios son autóctonos, sin embargo, a esta población original y a lo largo del tiempo se fueron integrando grupos de otras latitudes, principalmente de las costas del Mar Rojo.
Marco geográfico y recursos naturales
El territorio fenicio estuvo constituido por una franja costera de no más de 60 km de ancho, que varió mucho a lo largo de su historia. Sus limites irían desde Arwad en el norte, al monte Carmelo en el sur. Con el tiempo, su ámbito de influencia iría desde el golfo de Iskenderum (Alejandreta) en el sur de Anatolia, hasta El Arishu, en la frontera egipcia. Estaban protegidos por el Mediterráneo al oeste y por los montes Bargylos, Líbano, Antillano y Hermón, así como los desiertos de Siria y Arabia, al este. Su territorio estaba atravesado por tres ríos, el Orontes, el Litani y el Jordán. Sus recursos naturales más significativos fueron la madera (pino y cedro), además de una agricultura intensiva y una más que notable pesca, en la que incluimos los salazones y la cadena productora del tinte púrpura. Además contaron con salinas, hierro, plomo y plata. También exportaron productos elaborados y manufacturas de lujo.
Si bien la región estuvo habitada desde la prehistoria, las características propias de la civilización fenicia las podemos ubicar desde finales de la Edad de Piedra (neolítico) 3,400 AC. y el comienzo de la Edad de Bronce (3,200 AC.).
La civilización fenicia tuvo una sorprendente continuidad en el Levante Mediterráneo durante más de tres mil años. Esto es observable en sus prácticas culturales cotidianas, en sus ciudades, lengua, organización política y social y en sus prácticas religiosas.
Comenzó su expansión por toda la cuenca del mar Mediterráneo a finales del segundo milenio (1,200 AC).
Los fenicios estuvieron presentes en el Mediterráneo y costa Atlántica de África y Europa. En África se asentaron principalmente en Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. En Europa, los asentamientos más importantes estuvieron en España y Portugal. Además hubo presencia fenicia en muchas otras localidades.
A lo largo de la historia podemos identificar diversas expresiones de la cultura fenicia entre ellas:
- Fenicios cananeos* (3,300 a 330 a.C.) *En el Medio Oriente
- Fenicios occidentales** (1200 a.C. a 46 a.C.) Fenicios, Cartagineses, Púnicos, Libiofenicios, Neopúnicos, Reino de Numidia. **En el norte de África y en Europa
- Fenicios grecorromanos* (330 a.C. a 395 d.C.)
- Fenicios bizantinos* (395 al 636 d.C.) Fenicios cristianos.
La economía fenicia era esencialmente marítima, con una fuerte dinámica de intercambio entre sus propias ciudades y con el extranjero. Llegaron a ser una potencia comercial en la región, razón por la que se les considera los grandes mercaderes de la Antigüedad. Comerciantes de materias primas y productos suntuarios.
Los fenicios eran politeístas y adoraban a distintos dioses. Si bien cada ciudad tenía su principal panteón, en todas se practicaba el culto a Baal y Astarté, el matrimonio divino que representaba el sol y la luna.
- Arte y arquitectura
- Escritura
- Exploración marítima
- Intercambio económico
- Intercambio cultural
- La sociedad fenicia
- La religión y la vida religiosa
UGARIT
Las referencias arqueológicas permiten testimoniar su existencia desde la primitiva ocupación de agricultores del periodo Neolítico, hasta el final de su historia, en torno al año 1180 AC.
DESARROLLO HISTÓRICO
Los primeros habitantes de Ugarit pertenecen al Neolítico antiguo precerámico (7500 – 6000 a.C.)los pobladores del Calcolítico (5250 – 3000 a.C.) ocuparon una superficie menor que la habitada por lo neolíticos, tal vez debido a la llegada de gentes procedentes del este.En el Bronce Antiguo (3000 – 2100 a.C.) se constata un nuevo desarrollo notable en la ocupación del lugar, debido probablemente a una revolución étnica que eliminó la civilización obeidiana de Ugarit.
En el Bronce Medio (2100 – 1650 a.C.) un pueblo que habitaba en el Asia Menor y en el sur del mar Caspio, se lanzó sobre las regiones del sur de Siria-Palestina y del Noroeste de Europa, buscando yacimientos de estaño. Con aquel movimiento de población también coincidieron nuevos nómadas (amorreos) que ocuparon la Siria interior.
A partir del 1800 a.C., la influencia de aquellas gentes va aumentando, desarrollándose una nueva civilización urbana en la cual las tradiciones de la Siria costera se funden con el aporte de nueva gente, al tiempo que va aumentando la influencia egipcia.Los fundadores de la dinastía ugarita se sitúan a comienzos del s. XVIII a.C.
La historia del reino ugarita quedó estrechamente ligada a la de las potencias que la rodeaban,Mitanni, Egipto y Hatti, que una tras otra ejercieron su influencia.
La ciudad fue destruida por los “Pueblos del Mar”. No volvió a ser reconstruida. Lo sería muchísimos siglos después, hacia el año 550 a.C., en tiempos de los persas.
ACERCA DE PALACIOS Y ARCHIVOS
El barrio del puerto servía de punto privilegiado para el comercio marítimo con otras ciudadescosteras.La mayor parte de los documentos escritos, básicamente en cuneiforme silábico, anotaban el sumerio,el acadio, el hurrita y el hitita, y también en cuneiforme alfabéticamente que transcribían la lengua local, el ugarítico.
DE TEMPLOS Y DIOSES
Los templos más característicos son dos templos levantados en la acrópolis. Además de estos centros urbanos de culto, los textos testimonian la existencia de un espacio cultural dentro del propio Palacio Real, dada la importancia del rey ugarita en los asuntos religiosos.Su religión oficial asimilaba panteones extranjeros procedentes del mundo amorreo, hurrita, hitita y sumero-acadio.
Los Rapiumaeran los ancestros divinizados o “reyes eternos”, que contaron también con culto en Ugarit. Gracias a tales ancestros, los hombres podrían tener un día acceso al mundo de los dioses.
EL SISTEMA POLÍTICO
La organización política de Ugarit incluía la capital, unas doscientas aldeas y diversos asentamientos agrícolas. El rey, que estaba a la cabeza, era quien también controlaba los sistemas administrativo, judicial y religioso, participando en todos ellos de modo muy activo.En Ugarit reinó una sola dinastía, fundada por Yaqarum, que se mantuvo durante medio milenio, si bien durante algún tiempo bajo el vasallaje de Hatti. La sucesión era hereditaria. En el caso de minoría de edad, la reina madre podía asumir la función de regente.La reina tenía funciones importantes. Disponían de bienes propios que podían administrar a voluntad o aumentarlos. No todas las esposas reales tuvieron idéntico rango, pues tan solo una de ellas era la verdadera reina, por lo común la madre del príncipe sucesor.Por debajo del rey se hallaba el prefecto, que entendía en la administración, asesoraba al rey en todos los asuntos o le sustituía si éste se hallaba fuera del reino. El palacio disponía de diferentes categorías de escribas para controlar y registrar las actividades administrativas.
EL EJÉRCITO. SU ORGANIZACIÓN
Desde el punto de vista militar, en el periodo del Bronce Reciente el empleo del carro ligero fue fundamental. Para hacer frente a las guerras exteriores Ugarit hubo de recurrir a la leva militar,enrolando hombres de sus villas y algunos de los “dependientes de palacio”.
El armamento era común al de otros estados del momento. Como protección disponían de escudos y cotas de cuero y mallas, además de yelmos, lo que sugiere que tal vez contaron con infantería pesada.El Palacio Real funcionaba como arsenal, además de controlar las armas y los carros en poder de particulares. Parece que Ugarit no dispuso nunca de una marina de guerra, pero algunos documentos evidencian que en ocasiones los barcos ugaritas podían ser empleados en funciones militares.
LA SOCIEDAD UGARITA
La familia ugarita era nuclear con una fuerte presencia del padre, calificado como “propietario de mujer”. Fueron corrientes los casos de divorcio o repudio así como los problemas de transmisión de herencias. La demografía ugarita estuvo en regresión, debiendo acudir a gentes extranjeras decondición libre pero también problemática.La sociedad ugarita estaba repartida en dos sectores:
- Sector de los “dependientes de palacio”→ subdivididos en diversas categorías, de acuerdo con sus trabajos especializados, cada una controlada por un jefe..
- Sector de la población libre→ subdivididos en comunidades de aldeas o villas, dedicados a la agricultura y la ganadería.
- Estamento de siervos y esclavos al que se llegaba sobre todo por deudas económicas. Al ser propiedad de particulares o de gentes del palacio, podían ser traspasados e intercambiados por otros esclavos. Podía recuperar su libertad.
CONTACTOS INTERNACIONALES Y COMERCIALES
No fueron extraños los contactos internacionales de Ugarit con diferentes potencias, signados mediante tratados o por medio de juramentos, posibilitando así cambio de bienes en un complejo contexto comercial. El puerto de Ugarit era uno de los más activos del Próximo Oriente, en donde recalaban barcos de diferente tipología, de o hacia Hatti, Chipre y Egipto, expuestos a naufragios y a los piratas. Muy importante fue también el comercio terrestre efectuado mediante caravanas de ascos, a pesar de los riesgos que entrañaba.
LENGUAS, ESCRITURAS Y TEXTOS
Los textos de Ugarit han demostrado el carácter cosmopolita de la ciudad. Se han documentado arqueológicamente ocho lenguas diferentes anotadas en cuatro sistemas de escritura.El alfabeto ugarítico, uno de los más antiguos del mundo, transcribía la lengua local, empleando un sistema alfabético en el que cada signo correspondía a una letra (30 en total) de acuerdo a un orden determinado.
Junto a la literatura religiosa, también se desarrolló una literatura científica y técnica, basada en textos médicos, matemáticos, instrucciones técnicas, textos hipiátricos, así como en documentos jurídico, sin olvidar los tratados internacionales
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| Ugarit |
ISRAEL
Comenzamos este resumen de la historia de Israel con su origen. Lo podemos encontrar en la antigua tierra de Canaán, siendo el lugar donde nace este pueblo. Según la tradición, descienden de la familia de Abraham que había vivido en UR para acabar asentándose en Canaán. Sus descendientes se denominarían hebreos.
Canaán es un punto de encuentro comercial, que constituye una zona fundamental del Oriente Próximo donde se encuentran (o luchan unas contra otras) las potencias de la zona. Era una zona de particular importancia económica. Está en el medio de Egipto, Mesopotamia, Asia Menor y el Mediterráneo: corredor por el que transitaban las principales vías comerciales de la época (como la vía del incienso). Del 2000-1350 AC los príncipes cananeos eran tributarios de los faraones. Del 1350 AC para adelante, divididos en dos zonas de influencia: Norte para los hititas, Sur para Egipto. Y después del 1100 AC comenzaron a tener formas políticas más autónomas.
Según el relato bíblico, Israel surgiría de Abraham, Isaac y Jacob, tendrían 12 hijos: 12 tribus de Israel. Van a Egipto. Ali están sometidos a la servidumbre, trabajando en las obras públicas. Liderados por Moisés (1250 AC) en su salida, viajan por el desierto durante 40 años, cosa sorprendente teniendo en cuenta que se puede recorrer en tres las dice. Después de andar errando por el desierto, y muerto Moisés, se lanzan a la conquista de la Tierra Prometida dirigidos por Josué, en una guerra relámpago. (libro de Josué)
En una primera etapa, Israel está organiza en una estructura preestatal (el período de los “jueces”), constituyendo una federación de tribus patriarcales. El país no está religiosamente unificado, no existe la centralización del culto posterior, sino que el país está lleno de santuarios y sacerdocios de Yahveh, la divinidad nacional. No hay una milicia profesional, ni nobles.
Monarquía fortalecida
Un segundo período, es el de la monarquía unificada, con David (que sucede a Saúl como rey de Judá) y Salomón. El modelo de Estado es de una monarquía absoluta, donde ya existe aristocracia, entre la que destaca la aristocracia sacerdotal que había visto alrededor del Templo de Jerusalén, lugar en el que se centraliza el culto. Todos quedan vinculados a Israel, identificado más tarde como Jacob, hijo de Isaac y nieto de Abraham
Decadencia
Salvo los períodos de David y Salomón, Israel estuvo dividido en dos reinos: el Norte (Israel) y el Sur (Judá). En el 732, el reino de Israel en alianza con el de Aram, amenazan la Jerusalén. El rey de Judá, Ahaz llama a los asirios, convirtiéndose en tributario, para que lo ayuden. Asiria saquea Israel y Aram, se anexionando Aram y grande parte de Israel, y deportando una parte de la población del reino de Israel. En el 722, Israel cae en manos de Asiria y la población es deportada. La monarquía del Norte (la israelita desaparece). En el 701, el reino de Judá procura la alianza con Egipto para acabar con el vasallaje a Asiria, lo que provoca el asedio asirio en el 701 a Jerusalén que aún no fue tomada. En las décadas siguientes, el reino de Judá será un estado vasallo/aliado de las potencias de la zona. En 597, Judá se convierte en un protectorado babilónico.
Diez años más tarde, el rey babilónico Nabucodonosor entra en Jerusalén y destruye el templo, acabando con el reino de Judá, y deportando su población, abriéndose así el conocido período del exilio, en el que se forja en grande parte el judaísmo clásico del período posterior del segundo Templo.
Nabucodonosor II (605-562 AC.) en el 587, conquistó Jerusalén, destruyó el templo de Salomón y deportó a la aristocracia judía a Babilonia. Este período, conocido como de cautividad, inició el fenómeno de la diáspora y representó, paradójicamente, un momento de auge de la cultura hebrea, con la compilación de la Biblia y la sistematización de otras doctrinas tradicionales.
Cuando el Imperio neobabilónico fue destruido por los persas, éstos permitieron a los judíos deportados regresar a la patria a condición de reconocer su vasallaje. No todos retornaron, pero los que lo hicieron constituyeron un foco cultural y religioso cuya máxima expresión fue la reconstrucción del templo de Salomón (completada hacia 515 AC), El prolongado período de paz bajo la dominación persa, en cuyo transcurso el arameo desplazó al hebreo como lengua de uso, dio paso, sin sobresalto alguno, a la incorporación de Judea al imperio de los sucesores de Alejandro Magno (siglo III AC., Tolomeos de Egipto primero, Seléucidas de Siria después).
En el año 538 AC, el rey persa Ciro II permite el retorno a Israel de la población exiliada. Reconstrucción del templo que vuelve a funcionar a partir del 520. Inicio del período clásico del judaísmo. En el año 334, y con la expansión griega de la mano de la dinastía Macedonia, Alejandro Magno conquista Israel. Esta ocupación de Israel producirá, como en tantos otros lugares un proceso de helenización que es altamente conflictivo.
El nuevo ámbito político facilitó aún más la diáspora judía, y se inició un provechoso contacto con el mundo cultural helenístico. La traducción de la Biblia al griego en Alejandría (versión de los Setenta) significó un paso decisivo en la difusión universal de las doctrinas hebreas.
Sin embargo, los Seléucidas, rompieron la tradición de tolerancia de la que se habían beneficiado los judíos hasta el momento, y trataron de imponer una helenización forzosa en la cultura y la religión. En 169 Antíoco Epífanes (uno de los reyes de los diferentes reinos, en concreto, el de Siria, en la mano de la dinastía de los Seléucidas, en los que se dividió el imperio de Alejandro Magno después de la su muerte) usa el tesoro del Templo, ponen un altar a Zeus en su recinto (cosa abominable a los ojos de los judíos), y promulga varias medidas que suponen la helenización forzosa del país, de Jerusalén y su templo. La resistencia quedó plasmada en los libros bíblicos de Daniel y Ester y en la rebelión capitaneada por los hermanos Macabeos (160 AC.). El debilitamiento del Imperio seléucida, carcomido por las luchas internas, devolvió a los judíos cierta tranquilidad e incluso la independencia durante un siglo, gobernados por unos sacerdotes-reyes descendientes de los Macabeos, hasta la anexión por Roma a mediados del siglo I (AC)..
En 142 AC, Israel se convierte otra vez en vasallo de los seléucidas, aunque tendrá una mayor autonomía. En el año 63 AC, Pompeyo conquistará Israel. Esta atmósfera de deterioro estalló en 66 (dC.) en una rebelión que culminó en el año 70, siendo Tito emperador en Roma, con la toma de Jerusalén y la destrucción definitiva del templo. Tras este episodio, puede darse por concluida la historia de una Palestina judía.
Roma ya había conquistado Siria y aprovechó las luchas dinásticas que sacudían Jerusalén. Los romanos reconocieron como rey a Herodes (37-4 AC.), hijo de Antípatro, un alto dignatario judío favorable a Roma. Herodes, muy helenizado aunque cumplidor de la ley mosaica, llevó el orden y una relativa prosperidad a su pueblo, pero se ganó la enemistad de los celosos de la ortodoxia. Éstos alimentaron un clima apocalíptico y de expectativas mesiánicas, que convirtieron Palestina en un hervidero de rebeliones que los reyes, siempre sostenidos por Roma, no consiguieron superar, arrostrando ellos mismos una gran impopularidad con independencia de lo acertado de su gestión.
Las clases sociales reflejaban esto: había una clase social para los sacerdotes, mientras que el resto de la civilización estaba esencialmente dividida entre gobernantes, los militares o la corte real, y la clase trabajadora, como agricultores y artesanos.
El rey de Israel era responsable no solo de gobernar la nación y defenderla o interactuar con otras naciones, sino también de gobernar en nombre de Yahweh , el dios israelita. La religión israelita antigua se basaba en gran medida en pactos o contratos entre el pueblo y Yahweh, por lo que el rey era responsable de mantener estos pactos.
Los miembros de la sociedad que no eran líderes reales o religiosos estaban divididos entre los burócratas y la clase trabajadora. Los burócratas, o clases altas , estaban formadas típicamente por terratenientes y soldados. Los soldados trabajarían para el gobierno conquistando otras tierras y defendiendo a Israel y a su rey de enemigos extranjeros. Los propietarios de las tierras a menudo heredaban sus propiedades y luego contrataban trabajadores para trabajar en ellas.
- Religión monoteista. El concepto central del judaísmo es la alianza, o pacto, con Dios, la cual se remonta a los tiempos de los israelitas, antiguo pueblo de Oriente Próximo. De hecho, los judíos se consideran ligados a Dios por una serie de alianzas. La primera fue la alianza abrahámica, que distinguía específicamente a los israelitas como pueblo elegido de Dios, y los posteriores pactos mosaicos (mediados por Moisés) renovaron este lazo inicial.
- La tradición judía divide la Biblia en tres partes: la primera, denominada Torá o Pentateuco, relata la creación del mundo por Dios y su alianza con Israel, y recoge las leyes de los israelitas. La tradición atribuye la Torá a Moisés; sin embargo, los expertos consideran que fue compuesta por varios autores a lo largo de varios siglos. La segunda parte, los Profetas, relata la historia de Israel desde la llegada del pueblo a Canaán hasta la caída del reino, cuando su capital y su templo fueron destruidos y el pueblo fue exiliado. Contiene, además, los escritos de los profetas. La parte final, los Escritos, comprende una colección diversa de composición posterior.






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