"Hay que recordar que es el ejército ruso el que, tras un asalto a Berlín, puso punto final a la guerra contra la Alemania hitleriana", declaró Putin, en un discurso ante los 16.000 soldados congregados en la Plaza Roja, antes del inicio de un gigantesco desfile militar.
"La Unión Soviética participó en las batallas más sangrientas" dijo el presidente ruso en su discurso, en referencia a los más de 25 millones de soviéticos que murieron en la guerra.
Alzando una bandera sobre el Reichstag 2 de mayo de 1945 Yevgueni Jaldéi Berlín |
La historia de la bandera del Reichstag
La bandera de la 150º División de Fusileros, la primera que ondeó sobre el Reichstag durante los últimos coletazos de la Batalla de Berlín. La bandera que se muestra durante los desfiles en la plaza Roja no es la original de 1945 sino una reproducción utilizada expresamente para estas ocasiones. La auténtica se encuentra expuesta en una urna en el Museo Central del Ejército, en la capital rusa.
Fue alzada por tres soldados soviéticos: Alexei Berest, Mikhail Yegorov y Meliton Kantaria. El 2 de mayo la bandera fue trasladada al esqueleto de la cúpula quemada, donde solo permaneció izada tres días. Según lo acordado por los Aliados, tras la capitulación alemana el Reichstag pasaría a formar parte del sector británico, por lo que el emblema soviético debía ser retirado de su tejado. Comenzó así un periplo de más de dos meses hasta su lugar de destino definitivo.
150 СТР. ОРДЕНА
КУТУЗОВА II СТ.
ИДРИЦК. ДИВ.
79 С.К. 3 У.А. 1Б.Ф.
Sin olvido: las atrocidades cometidas por las tropas fascista alemanas y sus cómplices en territorios europeos
150 СТР. ОРДЕНА
КУТУЗОВА II СТ.
ИДРИЦК. ДИВ.
79 С.К. 3 У.А. 1Б.Ф.
150º DIVISIÓN DE FUSILEROS (INFANTERÍA)
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Sin olvido: las atrocidades cometidas por las tropas fascista alemanas y sus cómplices en territorios europeos
Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, había en las cárceles y campos de concentración de Alemania 300 mil antifascistas alemanes, austriacos y checos. En los años siguientes, la Alemania de Hitler en los países europeos ocupados por este país, creó una gigantesca red de 15 mil campos de concentración, prisiones y guetos, convertidos en una monstruosa máquina de represión y destrucción de opositores políticos al nazismo: comunistas, judíos, gitanos, eslavos y otros representantes de razas “inferiores”.
Tristemente célebres fueron los campos de concentración de Auschwitz, Belzec, Sobibor, Treblinka, Chelmno, Majdanek y otros en Polonia, donde hubo el mayor número de “fábricas de muerte”, así como Salaspis en Letonia, Kaunas en Lituania, Vaivara en Estonia, Jasenovac en Yugoslavia…
En cuanto a la escala de sus crímenes, su técnica y brutalidad, el campo de Auschwitz, por ejemplo, dejó muy atrás todo lo que se conocía hasta ese momento. Aquí se realizaron envenenamientos en cámaras de gas, se quemaron personas vivas, había horcas, fusilamientos, palizas, trabajos sumamente pesados y agotadores, hambrunas, todo tipo de experimentos con seres vivos. En Auschwitz, los nazis exterminaron a más de 4 millones de personas: ciudadanos de la URSS, Polonia, Francia, Bélgica, Holanda, Checoslovaquia, Yugoslavia, Rumania, Hungría y otros países, incluidas mujeres, ancianos y niños.
En la propia Alemania, además del ahora ampliamente conocido Dachau, Buchenwald y Mathausen, hubo de cenas de otras “fábricas de la muerte”. Así entre 1939 y 1945, sólo por el campo de concentración femenino de Ravensbruck, pasaron 1 32 mil mujeres varios cientos de niños de 23 países europeos. 93 mil personas murieron. A Bergen-Belsen, además de prisioneros de guerra, llevaron extranjeros, los cuales podían ser intercambiados por ciudadanos alemanes capturados en campos aliados, o cínicamente, recibir un rescate.
Hay innumerables ejemplos de las atrocidades de los ocupantes contra la población civil. Le pueblo francés de Oradour-sur-Glane, el pueblo griego de Kalavitra, el pueblo de Jatyn en Bielorrusia y cientos y miles de aldeas y ciudades incendiadas, ciudadanos torturados en Rusia, Ucrania, Bielorrusia, los estados bálticos, Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia…
Millones de prisioneros y personas trasladas por la fuerza a Alemania fueron sometidas a una explotación inhumana en la fábricas de Thyssen, Krupp, Ig Farben, Bosch, Blaupunkt, Vaimier-benz, Demag, Henschel, Junkers, Messerchmitt, Philips, siemens, Volkswagen, filiales de las empresas estadounidenses Ford Motors Company o General Motors.
La política antisemita de los nazis, incluso antes del estallido de la segunda guerra mundial, hizo que surgiera una gran cantidad de refugiados. Durante la guerra, millones de judíos se vieron obligados a huir de las zonas ocupadas por el ejército alemán y sus aliados y, la mayoría de los que se quedaron, fueron asesinados en el sitio o deportados a campos de concentración
Anatomía del mal: planes, directivas y órdenes de los jefes de la Alemania Nazi para la ocupación de la URSS
En la actualidad, cada vez con más frecuencia se puede escuchar que la brutalidad de los nazis en los territorios ocupados fue exagerada por la propaganda soviética, incluso a veces se cuestionan las decisiones del tribunal de Núremberg.
Pero los documentos evidencian que el terror tuvo un carácter planificado y sistémico, complementado por la arbitrariedad y la plena impunidad de las tropas alemanas y la administración de ocupación. Desde el primer día de la guerra, Los Einsatzgruppen (grupos de operaciones) de la Policía de Seguridad y SD (servicio de seguridad), siguiendo a la Wehrmacht, llevaron a cabo asesinatos masivos de comunistas, miembros del Komsomol (unión comunista de la juventud), familias del personal del mando del ejército rojo, personas inocentes de a pie. De acuerdo con la ideología nazi, los castigadores de manera deliberada asesinaron a pacientes de los hospitales psiquiátricos, personas discapacitadas, judío y gitanos. Los órganos de las SS, la Gestapo y de contrainteligencia, las oficinas del comando militar, la policía delos cómplice s nazis, las unidades de guardia de la Wehrmacht- todas estas unidades participaron en la organización d ejecuciones en masa con una crueldad propia de bárbaros.
Una página terrible de la ocupación corresponde a los asesinatos de niños llevados a cabo durante las ejecuciones masivas y destrucción de asentamientos por simple diversión y frente a sus padres. Las atrocidades fueron justificadas, del mismo modo que todo lo demás, por la ideología racial. Sin embargo, este hecho no obstaculizó la utilización de niños como donantes de sangre para los hospitales de los invasores. La mayoría de los niños murió por ese motivo.
La hambruna fue reconocida por los líderes nazis como una de las medidas más eficaces para reducir la población de los territorios del este. Las muertes por hambre fueron especialmente altas en los campos de concentración, donde no solo había prisioneros de guerra, también civiles.
Los habitantes de las zonas de primera línea de frente fueron utilizados para trabajar en la construcción de instalaciones de defensa, obligados a trabajar en fábricas, reparaciones de carretas, se utilizaron personas vivas para el desminado… la negativa a trabajar bajo la sospecha de sabotaje condujeron a detenciones y ejecuciones.
Cuando, como consecuencia de las derrotas militares, Alemania comenzó a experimentar escasez de mano de obra, la dirección nazi ordenó la deportación de trabajadores de Polonia, la URSS y otros países. La gran mayoría de los ostarbeiters (Trabajadores del este) fueron secuestrados por la fuerza y de hecho utilizados como esclavos.
Antes de retirarse de los territorios ocupados, los invasores alemanes buscaban destruir las poblaciones y llevar a la retaguardia a la mayor cantidad de gente posible para que las tropas soviéticas se encontraran con un lugar desierto; distribuían deliberadamente entre la población productos envenenados con el objetivo de causar muertes masivas. Teniendo represalias por sus delitos, los nazis ocultaban los crímenes cometidos, destruyendo las fosas comunes y los cadáveres.
Frente a los mitos, HECHOS. Empecemos por la directiva conocida como Orden de Stalin del 19 de enero de 1945: “¡Oficiales y soldados! Nosotros entramos en el país enemigo. Cada uno de vosotros debe guardar autocontrol, cada uno debe ser valiente . En el territorio conquistado quedan prohibidas las relaciones sexuales. Por agresión y violación los culpables serán fusilados”.
Pero no solo esto. A partir de esta orden se derivan las respectivas de Rokosovskiy (22 de enero), Konev (27 de enero) Zhukov ( 29 de enero) la nueva orden de Stalin de 20 de abril o la directiva d Zhukov de 30 de junio, todas en la misma dirección. Los tribunales militares soviéticos juzgaron a 4.148 oficiales acusados de crímenes cometidos contra la población; el número de soldados juzgados fue muy superior y se produjeron decenas de sentencias de muerte por crímenes contra la población civil. Fuente: Perra Femininja.
La profesora Elena Senyavskaya es experta en la campaña de desinformación nazi alemana y estadounidense destinada a mancillar la reputación del Ejército Rojo y asociar su “liberación” de Berlín con una política deliberada de violación masiva. La profesora Elena Senyavskaya afirma que fue Joseph Goebbels quien primero “inventó” la idea de que el Ejército Rojo soviético era un ejército de violadores y asesinos bárbaros. Lo hizo simplemente acusando al Ejército Rojo de llevar a cabo las actividades holocaustales que el propio ejército nazi alemán había estado cometiendo habitualmente dentro de la Unión Soviética y en toda Europa del Este. El ejército alemán nazi, entusiasmado por la retórica racista de su propia superioridad, llevó a cabo violaciones masivas de mujeres y niñas soviéticas como parte de su degradación de una raza inferior. Si las víctimas no fueran violadas en grupo o asesinadas de alguna otra manera igualmente horrible, los embarazos resultantes garantizarían que la descendencia de la etnia eslava fuera reemplazada, al menos en parte, por la “raza aria”, lo que facilitaría el control de la población soviética, desde un punto de vista nazi alemán. Goebbels simplemente invirtió la situación y presentó incorrectamente al invasor ejército nazi alemán como “liberadores”, y al Ejército Rojo que se sacrificaba a sí mismo como “salvajes”. El problema para los alemanes nazis había sido que los alemanes comunes y corrientes comenzaban a abordar el avance del Ejército Rojo como uno “liberador” de la opresión hitleriana. En un intento de contrarrestar esto, Goebbels inventó la historia de que el Ejército Rojo tenía una política de ‘violar’ a cualquier niña o mujer de entre 8 y 80 años. Esta táctica de miedo fue diseñada para alentar a la población civil alemana a luchar contra el Ejército Rojo a medida que se acercaba, o retirarse junto al ejército nazi alemán a medida que estos retrocedían.
Durante todo el transcurso de la contienda, las fábricas soviéticas produjeron un total de 98,300 vehículos blindados, mientras que solo 12,161 (12% del total) fueron fabricadas por plantas estadounidenses, británicas o canadienses. Vemos una imagen similar en lo que se refiere a aviones de combate: 122,100 producidos en la URSS frente a 18,303 (15%) enviados de fuera.
Los porcentajes parecen ser similares si analizamos otros tipos de armamento: 525,200 cañones y morteros fabricados en suelo soviético frente a 9,600 (2%) enviados del extranjero. En lo que se refiere a motores de aviones, 222,418 producidos en la URSS frente a 14,902 (6,7%) enviados de fuera.
De los casi 46$ billones que se gastaron en envío de material y asistencia bélica, los Estados Unidos asignaron solo un 20% del total a la Unión Soviética (9 billones). En comparación, la Gran Bretaña recibió más de 30$ billones (tres veces más que la URSS), Francia 1.4$, China 630$ e incluso América Latina llegó a recibir cerca de 420 millones. En otras palabras, la Unión Soviética, que derrotó a la mayoría de las divisiones alemanas, hizo frente a su amenaza con muy poca ayuda extranjera.
Desde el comienzo de la guerra hasta finales de 1941, el Ejército Rojo recibió un total de 1.76 millones de rifles, armas automáticas y ametralladoras, 53.700 piezas de artillería y morteros, 5400 tanques y 8.200 aviones de combate. De estos envíos, la coalición aliada en contra de la Alemania Nazi subministró solo 82 piezas de artillería (0.15%), 648 tanques (12.14%) y 915 aviones de combate (10,26%). Además, una gran parte del material bélico que se envió – en concreto, 115 de los 466 tanques fabricados en el Reino Unido – ni siquiera llegó al frente hasta mediados de 1942.
EE.UU. envió el triple de ayuda a Reino Unido ($ 31.387 millones) que a la Unión Soviética ($ 10.982 millones), a pesar de que el Ejército Rojo tuvo que cargar sobre sus hombros con la mayor parte de la lucha contra la Alemania nazi. Si convertimos todos estos envíos de material en su equivalente monetario y según defiende el conocido historiador Mikhail Frolov, DSc (Velikaya Otechestvennaya Voina 1941-1945 v Nemetskoi Istoriografii [Gran Guerra Patriótica 1941-1945 en la historiografía alemana], San Petersburgo: 1994), «Hacía finales de 1941 -el período más difícil para el pueblo soviético- bajo la Ley de Arrendamiento y Préstamo, los Estados Unidos enviaron a la URSS materiales por valor de 545.000 dólares, de los 741 millones de dólares de suministros enviados a todos los países que formaban parte de la coalición aliada. Esto significa que durante este período extraordinariamente difícil, menos del 0,1% de la ayuda estadounidense fue a la Unión Soviética.»
«Además… – afirma Frolov – los primeros envíos de material militar durante el invierno de 1941-1942 llegaron a la URSS muy tarde. A pesar de eso, con todo en contra y sin ninguna ayuda real de las democracias occidentales, el pueblo soviético fue capaz de luchar por su cuenta y frenar el avance Alemán. A fines de 1942, solo el 55% de las entregas prometidas habían llegado a la URSS «.
La ayuda de la Casa Blanca al Kremlin empezó en 1941, pero la inmensa mayoría no empezó a llegar hasta a partir de 1943, cuando la Wehrmacht ya había sido vencida en Stalingrado, la Operación Barbarroja ya había fracasado, Hitler estaba en retirada y la URSS pasó a la ofensiva. A finales de 1942, en el momento álgido de la batalla por el Cáucaso y Stalingrado, las entregas de armas se detuvieron prácticamente por completo. Las interrupciones en los envíos ya habían empezado en el verano de 1942, cuando aviones y submarinos alemanes casi aniquilaron por completo al infame Convoy PQ 17, abandonado (por orden del Almirantazgo) por los destructores británicos asignados para escoltarlo. El resultado final fue trágico. Solo 11 de los 35 buques mercantes originales llegaron seguros a los puertos soviéticos, una catástrofe que fue utilizada como pretexto para suspender los convoyes posteriores desde Gran Bretaña hasta septiembre de 1942.
El armamento que EE.UU. dio fue irrisorio: sus tanques representaban solo el 5 % de los que producía la URSS; las aeronaves, el 12 %; los rifles, menos del 5 %; los subfusiles, apenas el 2 %; los proyectiles de artillería, menos aún. Como resultado, entre 1941 y 1942 solo el 7% del material bélico enviado desde los Estados Unidos llegó a la Unión Soviética. La mayor parte de las armas y otros materiales llegaron a la Unión Soviética en los años siguientes, después de las victorias soviéticas en Stalingrado y Kursk, con el futuro de la contienda más que claro, siendo así una ayuda no decisiva.
El mismo presidente de EE.UU., Franklin D. Roosevelt, lo reconoció: “El Ejército Rojo y el pueblo ruso iniciaron la derrota última de las fuerzas de Hitler y se han ganado la larga admiración del pueblo de Estados Unidos".
Material aliado enviado a la Unión Soviética. [David M. Glantz: The Soviet-German War 1941-1945: Myths and Realities. Clemson University, 2001] (PDF) |
El presidente de Gosplan, Nikolai Voznesensky, proporcionó la primera evaluación oficial del papel desempeñado por la concesión de préstamos y arrendamientos en relación a la URSS durante la guerra. Escribió: «Si se compara la cantidad de bienes industriales enviados por los aliados a la URSS con la cantidad de bienes industriales fabricados por las fábricas socialistas en la Unión Soviética, es evidente que los primeros son equivalente a solo alrededor del 4% de lo que se produjo en el país durante los años de la economía de guerra «.
Los académicos estadounidenses y los mismos funcionarios militares (Raymond Goldsmith, George Herring o Robert H. Jones) llegaron a reconocer que toda la ayuda de los Aliados a la URSS equivalía a no más del 10% de la producción total de armas soviéticas. Respecto a la cantidad de suministros de préstamos y arrendamientos, incluidas las familiares latas de alimentos denominadas sarcásticamente por los soviéticos como el «segundo frente», representaron entre el 15 y el 25% de la producción total de alimentos rusos.
David Glantz, historiador especializado en el Frente Oriental, reconoció que «Sin los camiones, motores y vagones de ferrocarril aliados, todas las ofensivas soviéticas se hubieran estancado con relativa rapidez, superando su propia capacidad logística en cuestión de días. A su vez, esto habría permitido a los comandantes alemanes escapar, al menos, de algunos cercos, mientras obligaba al Ejército Rojo a prepararse y realizar más ataques de penetración frontales para avanzar la misma distancia. En este contexto, Stalin y sus comandantes podrían haber tardado entre 12 y 18 meses más en terminar con la Wehrmacht; el resultado final probablemente hubiera sido el mismo, con la excepción que los soldados soviéticos hubieran llegado hasta la costa francesa en lugar de encontrarse con los aliados en el Elba.. Mientras que el Ejército Rojo perdió la mayor parte de la sangre aliada derramada, sin la ayuda extranjera, la victoria de la URSS contra Alemania le hubiera costado más tiempo y, por supuesto, más bajas.» – David Glantz.
FUENTES
Wolfgang Schumann (1982): Deutschland im Zweiten
Weltkrieg Hans-Adolf Jacobsen (1961): 1939–1945, Der Zweite Weltkrieg in Chronik und Dokumenten Fuente
Percy Ernst Schramm (1949). Die deutschen Verlust im Zweiten Weltkrief. Zeit
Aleksander Georgievitj Soljankin y otros (2005): Отечественные бронированные машины. Том 2. 1941-1945
Edward Jr. Stettinius (1944): Lend-Lease. Weapon for Victory. The MacMillan Company.
Grigori Krivosheev (1997): Soviet Casualties and Combat Losses in the Twentieth Century. H. G. W. Davie ( 2018).
Logistics of the Combined-Arms Army — Motor Transport The Journal of Slavic Military Studies - Vol 31
The United States Army in World War 2 - “STATISTICS - Lend lease”, 1952
Rosstat (2015): The Great Patriotic War. Anniversary statistical collection, Federal State Statistics Service
https://archivoshistoria.com/fue-decisivo-el-envio-de-material-belico-a-la-urss-durante-la-segunda-guerra-mundial/
Castigo justo: Enjuiciamiento a los criminales nazis
La cuestión del juicio legal y deliberado a los criminales nazis y sus cómplices por iniciativa de la URSS se planteó en 1942, cuando los ciudadanos soviéticos y la opinión pública de los países aliados, tomaron conocimiento de loa aterradores crímenes cometidos por los ocupantes. Durante un tiempo, estados unidos y gran Bretaña no confiaron las declaraciones soviéticas, refiriéndose a los horribles detalles como “propaganda soviética”. Sólo luego de la liberación de los campos en el oeste de Alemania, los aliados tomaron plena consciencia de que no había nada de exagerado en los mensajes soviéticos.
En una declaración espacial de la URSS, EEUU y Gran Bretaña en 1943 “Sobre la responsabilidad de los nazis por las atrocidades cometidas”, se dijo que los alemanes que participaron en fusilamientos masivos, ejecuciones, exterminio de la población debían saber que serían “ devueltos a al os lugares de sus crímenes y juzgados allí por los pueblos contra los que cometieron sus vejaciones… las tres potencia aliadas seguramente los encontrarán, incluso en el fin del mundo, y los entregarán a los fiscales para que se haga justicia”. La decisión de celebrar un juicio internacional abierto de los criminales nazis se tomó finalmente en las conferencias de los aliados de Yalta y Potsdam.
El trauma de la ocupación, el odio a los invasores y el deseo de venganza justa en la sociedad soviética fueron realmente masivos, y fue justamente en respuesta al ánimo generalizado de la opinión pública, que la dirección soviética decidió celebrar juicios abiertos de los criminales y colaboradores nazis.
Los primeros juicios públicos por crímenes nazis en la Unión Soviética tuvieron lugar en 1943 en las ciudades liberadas de Krasnodar y Járkov. Se convirtieron en la puesta en práctica de la declaración sobre el castigo a los criminales de guerra y, al mismo tiempo, presionaron de algún modo a los gobiernos aliados para la preparación del Tribunal militar Internacional en Núremberg. Justamente aquí fue donde por primera vez se declaró con toda certeza y se confirmó en actos internacionales posteriores que “el acatamiento de una orden superior no exime de responsabilidad al que cometió crímenes de guerra”. A finales de 1945- principios de 1946, en la URSS, en las ciudades más afectadas por los nazis, se llevaron a cabo ocho juicios abiertos más: Smolénsk, Briansk, Velíkiye, Luiki, Minsk, Riga, Kiev, Mykoláiv, Leningrado y, al final de 1947, nueve más.
El evento central en el enjuiciamiento y denuncia de los criminales nazis, fue el Tribunal Militar Internacional en Núremberg, del 20 de noviembre de 1945 al 1 de octubre de 1946. Los Juicios de Núremberg se convirtieron en el primer tribunal de la historia mundial, cuando, de manera abierta y cumpliendo con todos los procedimientos legales, los líderes de estado que desencadenaron una guerra de agresión y organizaron masacres de civiles y prisioneros de guerra fueron declarados culpables. Los crímenes de lesa humanidad fueron evaluados y condenados públicamente, registrados en una gran cantidad de materiales documentales que fueron presentados en el juicio.
La persecución de los criminales nazis y sus cómplices no terminó en Núremberg. En la Alemania de la posguerra, hubo comisiones de desnazificación, aunque su actividad disminuyó gradualmente a medida que crecía la tensión de la Guerra fría. En la URSS, Polonia, Yugoslavia y otros países, se llevaron a cabo varios juicios contra aquellos que participaron en atrocidades contra los civiles, aunque no todos los criminales nazis fueron castigados.
La memoria sobre los crímenes del fascismo debe preservarse, en primer lugar, para que las generaciones actuales y futuras puedan imaginarse a dónde conducen el nacionalismo, el racismo y la sed de “espacio vital” a expensas de otras naciones, todo aquello por lo que los pueblos de la Unión soviética sufrieron tan cruelmente durante la Gran Guerra Patria.
Juicios de Nuremberg |
Un artículo muy justo, cierto, ilustrativo. Después de la guerra contra Alemania y el fascismo USA comenzó la guerra fría, y se ha ocultado que fue Rusia quien venció a Alemania, y quien puso los muertos en la guerra.
ResponderEliminarUna gesta inmensa, inconmensurable. Ante el heroísmo y la determinación de la URSS, de cada combatiente, del pueblo todo, de su ejército, sus jefes y la figura central de Stalin rigiendo ese cuerpo poderoso que es un pueblo en movimiento avanzando hacia un destino claro, no queda más que agradecer emocionados y defender ese legado. Estar a la altura de la historia.
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