Trece rosas rojas de semillas proletarias
trece rosas con pétalos y espinas rojas
compañeras siempre revolucionarias
camaradas siempre hermosas
pétalos caídos y marchitados en la tapia del cementerio
pétalos que no cayeron en el olvido y germinaron creando rosales
pétalos de un pasado perdido cercano de dolor y pesares
pétalos que vuelan con el viento rompiendo su cautiverio
Marchitadas y pisoteadas por la dictadura
cada primavera florecen en mi recuerdo
y en mis memorias y mi corazón albergo
un espacio para su hermosura
Trece rosas rojas nunca olvidadas
siempre en la memoria, siempre en mi corazón
como un recuerdo de su clase que llama a la emancipación
miradas de ternura y tinta con sangre entremezcladas
sólo se escuchaban voces entremezcladas
y el caminar marcial de quienes las custodiaban
Sólo se escuchaban respiraciones aceleradas
Ruido metálico de fusiles y correajes
y el corazón desbocado desde el pecho hasta las sienes
Orden de detenerse y de repente darse cuenta
que ya no hay abrazo de despedida
Morirán solas, a escasa distancia de las fosas que las van a cobijar
Carmen, Blanca, Martina
Julia, Avelina, Pilar
Elena, Virtudes, Ana
Luisa, Victoria, Dionisia y Joaquina
Vuestros nombres no caerán en el olvido mientras os sigan recordando
Vuestros ideales y vuestro ejemplo perdurarán en el tiempo y la memoria
como un recuerdo de su clase que llama a la emancipación
miradas de ternura y tinta con sangre entremezcladas
sólo se escuchaban voces entremezcladas
y el caminar marcial de quienes las custodiaban
Sólo se escuchaban respiraciones aceleradas
Ruido metálico de fusiles y correajes
y el corazón desbocado desde el pecho hasta las sienes
Orden de detenerse y de repente darse cuenta
que ya no hay abrazo de despedida
Morirán solas, a escasa distancia de las fosas que las van a cobijar
Carmen, Blanca, Martina
Julia, Avelina, Pilar
Elena, Virtudes, Ana
Luisa, Victoria, Dionisia y Joaquina
Vuestros nombres no caerán en el olvido mientras os sigan recordando
Vuestros ideales y vuestro ejemplo perdurarán en el tiempo y la memoria
recordando que no todo está perdido, que seguimos resistiendo y luchando
por la emancipación de nuestra clase, por escribir nuestra propia historia
LAS TRECE ROSAS ROJAS
ResponderEliminarEn calle de Coloreros,
a espaldas de San Ginés,
la tragedia se gestaba
y las Rosas no la ven.
Las jóvenes comunistas
(y Blanca Brisac no lo es),
agosto del treintainueve,
aherrojadas se ven.
Van cayendo escalonadas
cuando las van delatando,
cediendo ante las torturas,
hombres en frentes bregados.
Martina y Carmen Barrero,
Pilar y Julia Conesa,
Ana López, y Virtudes
y Elena Gil y Adelina.
Dionisia las acompaña,
Joaquina entra en la lista,
Victoria forma en el grupo,
y Luisa cierra la fila.
Trece son las Trece Rosas
del agostado jardín,
de un Madrid de cárcel pútrido
y un Gólgota por venir.
Gritos en comisarías,
siempre en ristre los vergajos,
la capital de la gloria
ahora es la del espanto.
Cuerpos en sangre bañados,
miembros rotos y tullidos,
dientes fuera de su base
y horrores entre suplicios.
Las Rosas son deshojadas,
¡temblad, almas de vencidos!,
que esta tierra de Caín
no ha de daros un respiro.
Silencios espeluznantes,
insultos, carreras, gritos,
gemidos, voces de infamia,
¿Tú dónde estás? ¡oh, Dios mío!
Pasan a todas a Ventas,
a la cárcel de mujeres,
viviendo un mundo dantesco
en hacinamiento envuelto.
Las acusan de la trama
y muerte de Gabaldón,
de formar una conjura
o un entramado mayor.
Sin fundamento y sin base,
sin garante o defensor,
sin testimonios ni pruebas,
todos condenados son.
Los culpables son hallados,
fusilados con fruición,
días después del suceso
que el crimen se perpetró.
¿Eran cuatro o eran tres
los funestos asaltantes,
que al cometer un atraco
un infierno desataron?
Se abrió la cárcel de Ventas
y su cancela gimió,
cuando traspasó la verja
la muerte en un camión.
Subieron las Trece Rosas
y ahora el camión lloró,
al contactar con su suelo
de la inocencia el dolor.
Las Trece Rosas marchitas,
un cinco de agosto vio
Madrid cuando despertaba
sumido en el estupor.
Osario de la Almudena,
antesala del horror,
ten ya dispuesta tu tapia
y dales tu bendición.
Alba de un cinco de agosto,
preludio de un gran calor,
nimba a las rosas las frentes
que hoy acceden ante Dios.
Puestas las Rosas en fila,
dando cara al pelotón,
"¡apunten, disparen, fuego",
y el crimen se consumó.
Trece Rosas de Madrid
soñando un Madrid mejor,
vuestra entrega no fue vana
pues el rosal floreció.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Qué pena qué todavía en la fecha qué estamos todavía no hay la suficiente libertad por las que muchos españoles lucharon
ResponderEliminarVuestra lucha no será en vano...venceremos.
ResponderEliminarEl historiador Julián Casanova ha señalado en numerosas ocasiones, y escrito “lo que estaba en juego en julio de 1936 era el orden social amenazado por la democratización, las reformas y las conquistas políticas y revolucionarias de las clases trabajadoras”. Las mujeres republicanas de las izquierdas tuvieron un importante papel gracias a los derechos y cambios que propició la II República en sus bienios progresistas.
ResponderEliminarLas 13 jóvenes asesinadas, su fusilamiento fue un feminicidio. No sólo es un caso más de la represión franquista. Fue la llamada del franquismo a las mujeres, el "aviso a navegantes", de que no iba a permitir que nosotras nos apartaramos del papel reservado por el nacionalcatolicismo, bajo terribles consecuencias.
Diga lo que digan la extrema derecha y la derecha extrema hasta hoy, la Historia es la Historia, las investigaciones están hechas, los bulos, tergiversaciones no caben por más que las derechas sigan haciendo de la misma una arma arrojadiza política, sigan con la misma propaganda que utilizaron sin ambages. Porque son los mismos, porque son los herederos del franquismo.
Cuanta injusticia
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