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POEMAS, CUENTOS Y ESCRITOS REVOLUCIONARIOS DE DANIEL FERNÁNDEZ ABELLA is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License. Para utilizar primero y siempre sin ánimo de lucro ha de consultar al autor. Daniel Fernández Abella todos los derechos reservados.

jueves, 23 de octubre de 2025

TEMA 10. MODELADO DEL RELIEVE POR ACCIÓN DE LAS FUERZAS EXTERNAS I. LOS PROCESOS ELEMENTALES METEORIZACIÓN Y DINÁMICA DE VERTIENTES.

INTRODUCCIÓN

Las fuerzas interna de la Tierra actúan configurando las rocas, provocando su afloramiento, su deformación, dislocación y desplazamiento. En la superficie, entra en juego la acción de las llamadas fuerzas externas, que proceden de fuentes de energía exteriores al globo, y van dando lugar a la transformación del relieve.

Se considera que la gravedad y la energía térmica procedente del Sol son las dos principales fuerzas capaces de realizar la dinámica geomorfológica externa, que tiene lugar en la superficie de la litosfera. No obstante, hemos de tener presente que hay una interacción entre las fuerzas internas y externas, ya que actúan simultáneamente, en un proceso que se desarrolla de forma ininterrumpida y constante.


LAS FUERZAS EXTERNAS

LA GRAVEDAD

En la evolución de la superficie terrestre, la gravedad está siempre presente, jugando un importante papel en todas las acciones de modelado. Su actuación es directa e indirecta. De forma directa, provoca el desplazamiento de partículas sueltas, que por su propio peso tienden a caer, a moverse. De forma indirecta, afecta muy especialmente a masas que tienden a fluir, desplazándose y ejerciendo una acción sobre la superficie por la que se movilizan.

La acción de la gravedad se produce de forma permanente, pero los resultados de dicha acción son diferentes, desde el punto de vista del modelado, dependiendo de las condiciones en que se produzca.

La existencia de desniveles en la superficie terrestre es esencial para que actúe la gravedad. Los desniveles se originan por varias causas, entre las que la más importante es la tectónica. La acción de la gravedad, tiende, teóricamente, a buscar el equilibrio y suavizar los desniveles, en un proceso que nunca termina, porque la actuación de las fuerzas internas, principales generadoras de los desniveles, lo renueva constantemente.

LA ENERGÍA PROCEDENTE DE LA RADIACIÓN SOLAR

La energía procedente del Sol es la causa última que pone en marcha una serie de procesos, que constituyen parte esencial de la acción de las fuerzas externas.

Como consecuencia del desigual balance de la radiación solar sobre la superficie terrestre se producen unos desequilibrios térmicos, que originan flujos convectivos de aire y agua que entran en contacto con la superficie terrestre y, si tienen la suficiente energía, pueden movilizar partículas, produciendo efectos de modelado.

Por tanto, las acciones geomorfológicas externas se producen por la energía que generan la fuerza de la gravedad y la radiación solar, que, por su desigual distribución sobre la superficie terrestre, pone en marcha unos movimientos de convección térmica. Además, para que sean efectivas aquellas acciones, tiene que haber una cierta pendiente, con la inclinación y rugosidad adecuadas y que existan partículas sueltas, capaces de ser movilizadas y elementos fluidos, que pueden transformarse en flujos.

INCIDENCIA DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS MATERIALES DE LA SUPERFICIE Y LAS CONDICIONES EXTERNAS

Otros factores que juegan un papel importante en los procesos de modelado, son la presencia o no de materiales “sueltos” y el tamaño de los mismos.

La litosfera está formada por rocas, que, en unos casos, están constituidas por partículas fuertemente soldadas y cohesionadas y, en otros, son rocas blandas o deleznables. Inicialmente, la mayor parte de las rocas son coherentes, por lo que para ser afectadas por los procesos de modelado de las fuerzas externas, requieren una preparación previa, que se lleva a cabo por acciones físicas, o químicas, en la superficie, o muy cerca de ella, en contacto con la atmósfera y sus fenómenos meteorológicos. Por ello, reciben el nombre de procesos de meteorización.

Si el tamaño, o calibre de las partículas, influye en el proceso de modelado, siendo más fácil cuanto mayor sea el tamaño, hay que considerar también la facilidad con la que las partículas pueden ser puestas en movimiento, que no sólo se relaciona con el calibre. La movilización del material, además de la acción de la gra vedad, depende de la inclinación de la superficie por la que se desplace.

Por último, para que se den los procesos de modelado tiene que haber unas determinadas condiciones de carácter medioambiental, climáticas y biogeográficas, que los hagan posibles, desde la preparación inicial, al proceso final.

LA METEORIZACIÓN

La meteorización es la alteración de la roca por la acción de agentes atmosféricos y biológicos. La roca sufre la acción de estos agentes, que tienden a descomponerla y desintegrarla, dejando los materiales dispuestos para ser movilizados por los agentes de la erosión. La acción geológica de la erosión por meteorización se lleva a cabo de forma física (por ruptura de la roca) y química (transformación de sus propiedades), actuando en conjunto. La meteorización actúa constantemente en todas partes. Es de decisiva importancia, pues prepara la formación del suelo y deja las rocas a disposición de la erosión. Sin ella no existirían ni la vegetación ni los continentes.

PROCESOS MECÁNICOS DE METEORIZACIÓN. FRAGMENTACIÓN

Las acciones físicas o mecánicas producen rupturas en las rocas sin alterar la naturaleza química de las mismas.

FRAGMENTACIONES O CLÁSTICAS DE ORIGEN TÉRMICO

El intenso calor diurno y el enfriamiento nocturno hacen que las rocas se encuentren sometidas a grandes cambios de temperatura, mayores en la superficie que en el interior. Como resultado de estos cambios puede producirse:

  • Exfoliación: separación de capas enteras de la roca.
  • Desmenuzamiento: disgregación de los distintos componentes.


 FRAGMENTACIONES DE ORIGEN HÍDRICO

El agua, al penetrar por los poros y fisuras de la roca, la somete a tensiones. Al helarse, aumenta de volumen, incrementando la presión y fragmentando la roca en un proceso llamado gelifracción o crioclastia, propio de regiones templadas con estación fría acusada, en zonas de montaña y en climas fríos. En las montañas es habitual encontrar taludes o mantos de derrubio con los materiales resultantes de la meteorización.



PROCESOS QUÍMICOS

Provoca transformaciones químicas en la roca y actúa conjuntamente con la meteorización física, de forma que cuanto mayor sea la fragmentación física, mayor será la eficacia de la química, y viceversa. El agua juega un papel esencial en la meteorización química, formando parte activa en las reacciones o por medio de los productos que lleva en disolución.

LA DISOLUCIÓN

Se trata de un proceso en que se combinan acciones físicas y químicas, en el cual las moléculas de un cuerpo se disocian en iones por acción de un disolvente, en este caso, el agua atmosférica.

En el proceso de la disolución es muy importante la constitución mineralógica, pero también la porosidad y fisuración de la roca, que permita la penetración del agua, así como que ésta contenga determinados compuestos químicos, capaces de aumentar el poder disolvente. El agua acidulada, con CO2,, al contactar con las  rocas compuestas de CaCO3, no soluble, reacciona formando bicarbonato que es muy soluble. Es un proceso fundamentalmente químico, principal en las karstificación.

Como resultado de la disolución pueden quedar residuos insolubles, como la terra rossa mediterránea. También se produce el fenómeno a la inversa y puede haber precipitación, que da lugar a nuevas formaciones, como las estalactitas y estalagmitas calcáreas, y diversas costras y caparazones calizos, yesosos, silicios o ferruginosos.

La importancia y dimensiones que puede alcanzar este proceso se relacionan, además con la características del roquedo, con las climatológicas, de temperatura y precipitación, e incluso con la abundancia de vegetación, capaza de conservar el CO2.

ALTERACIONES QUÍMICAS

Diversas acciones químicas, favorecidas por la disolución, provocan la alteración del roquedo, transformando una parte de los componentes minerales de la roca. Como resultado, se produce una descomposición superficial, que penetra incluso bastantes metros en profundidad, dando lugar a lo que se denomina mantos de alteración o alteritas.

La oxidación es el proceso más común. Es provocada por el oxígeno del aire, al atacar a algunos de los componentes de las rocas transformándolas en óxidos. Produce cambios en el color, así como en algunas de sus propiedades. También es frecuente que se forme una pátina superficial, que las dote de mayor dureza.

La hidrólisis es la reacción más importante. Consiste en el desdoblamiento de las moléculas en presencia del agua, cuyos H+ y OHse combinan con los minerales de la roca, produciendo su alteración, como en el granito y basalto. La eliminación de la sílice que provoca y la formación de hidróxidos de aluminio y hierro da lugar a la aparición de costras lateríticas de notable dureza.

La hidratación consiste en la fijación de agua sobre un cuerpo que se convierte en hidrato, aumentando de volumen y desintegrándose (en especial rocas ígneas de grano grueso).

ACCIONES BIOLÓGICAS

No se debe menospreciar la acción de los organismos vivos en el ataque de las rocas. Los animales actúan de varias formas, sobre todo de forma mecánica sobre materiales deleznables, e incluso excavando galerías. Las plantas, sobre todo por la penetración de sus raíces, facilitan la fragmentación. También se llevan a cabo acciones químicas, por la secreción de ácidos activos de bacterias y raíces. Los líquenes se alimentan de los minerales de la roca y pueden generar un barniz que recubre la superficie. La descomposición microbiana de los desechos vegetales, que se depositan sobre la roca, provoca la formación del humus y desempeñan un importante papel en la génesis y evolución de los suelos, que se forman sobre el regolito, capa que recubre la roca, resultante de la meteorización.

FACTORES CONDICIONANTES DE LA METEORIZACIÓN

Los principales son los siguientes:

  • Características de la roca: tanto físicas (color, porosidad, fisuración y tamaño de los componentes) como mineralógicas.
  • Clima.
  • Intensidad y duración de los procesos.

LA DINÁMICA DE VERTIENTES. PROCESOS ELEMENTALES DE EROSIÓN

Los materiales resultantes de la meteorización son sensibles a la gravedad, con tendencia a desplazarse a lugares más bajos. Este proceso, junto con la meteorización, constituyen los procesos elementales de la erosión. En la parte baja de los valles, los ríos ejercen la erosión lineal, que tiende a profundizar el cauce por incisión vertical. En los interfluvios también se produce la erosión areolar, ejercida en la superficie a través de la actividad pluvial, la arroyada difusa y otros procesos. En las vertientes hay pequeños movimientos descendentes, pero también otros de gran magnitud. En ellos juegan un importante papel las características de las vertientes, desde las cubiertas por vegetación espesa que fija los materiales hasta las que no tienen apenas vegetación y en las que la erosión es importante, con grandes mantos de derrubios.

DESPLAZAMIENTO POR ELEMENTOS

CAÍDA LIBRE Y DESPRENDIMIENTO

El desplazamiento por elementos se produce por caída libre y desprendimientos. Es el movimiento más rápido. Resulta de la rotura de la pared rocosa en fragmentos de varios tamaños que descienden por la pendiente hasta quedar estabilizados en un punto. La trayectoria depende de la inclinación y la rugosidad de la vertiente y del tamaño y forma de los fragmentos. Por acumulación se forman conos o taludes de derrubios, que se mantienen estables hasta una pendiente máxima próxima a los 35°, y hay selección de tamaños, con los más gruesos en la base. Los taludes y conos de derrubios son inestables, por cualquier perturbación produce nuevos deslizamientos de roca.

Si la caída afecta a una cantidad importante de materiales se produce un desprendimiento o derribamiento, que puede revestir carácter catastrófico.

REPTACIÓN

Consiste en un desplazamiento y redistribución de partículas por acción de la gravedad. El movimiento se realiza de forma individual, pero la suma de todos esos movimientos imperceptibles se traduce en un lento descenso de todo el conjunto. Resulta apreciable a simple vista por la inclinación de los troncos de los árboles, postes y estacas, e incluso por la presencia de estratos curvados hacia la vertiente. La razón de la reptación está en la gravedad, pero los agentes desencadenantes son variados: pisadas, raíces, calentamiento y enfriamiento de la superficie, etc. Un fenómeno que participa en la reptación es el realizado por el agua que se hiela en la capa superficial del terreno que empapa, y que forma unas columnillas que levantan un grano de arena. Cuando se deshiela, el grano cae y se produce un descenso respecto a la posición inicial (pipkrake).

La eficacia de la reptación varía según el medio. Los más favorables son aquellos donde existe un manto de derrubios pequeños o donde son importantes los fenómenos de gelifracción en la roca, como en laderas de montañas expuestas a la acción hielo/deshielo.

DESPLAZAMIENTOS EN MASA

Nos referimos a movimientos que afectan a un volumen considerable de materiales. Las dos formas más importantes de producirse son la solifluxión y el deslizamiento.

SOLIFLUXIÓN

En este proceso el agua juega un papel esencial. Consiste el desplazamiento de una masa fangosa, sobre un basamento estable, que resulta de un terreno capaz de embeberse en agua, que se comporta como plástico.

El movimiento resulta relativamente rápido, variando la velocidad según la viscosidad del fango.

Puede presentar varias formas:

  • Laminar: descenso lento de una fina capa de barro.
  • Abombamiento de la cobertera vegetal: dificulta el descenso del barro.
  • En terracillas: como peldaños en laderas empinadas, en los que colaboran las pisadas del ganado, por lo que se conoce como terracillas de vaca.
  • Nichos de solifluxión: pequeña masa desprendida que deja un talud profundo de forma semicircular, del que parte una lengua de material viscoso.

La solifluxión, al precisar de gran cantidad de agua, es destacable en reas de montaña húmeda, así como en altas latitudes con escasa vegetación y un importante papel del proceso hielo/deshielo. En regímenes glaciares se da frecuentemente, siendo raro en regiones áridas.

Muy vinculadas a la solifluxión se deben considerar las coladas de tierra. Consisten en un flujo de materiales saturados de agua, que se desliza por laderas, cañones y valles de montaña, que facilitan su evacuación. Las más móviles son las coladas de barro. Están condicionadas por la naturaleza de los materiales y la cantidad de agua, dándose con mayor frecuencia en terrenos arcillosos.

DESLIZAMIENTO

Consiste en un desplazamiento rápido y masivo, de materiales por una vertiente, que puede presentarse de forma catastrófica. Es preciso que exista una superficie de deslizamiento adecuada, a menudo procedente de la propia estructura del terreno (fallas, planos de estratificación). A este tipo pertenece el deslizamiento en capas, en el que toda una masa rocosa se desliza sin sufrir grandes deformaciones. Los desencadenantes de los deslizamientos pueden ser diversos, desde unas precipitaciones copiosas, que llegan a saturar el terreno, a un movimiento sísmico o una perforación artificial. La presencia de laderas fuertemente inclinadas lo favorece. Suelen ser movimientos esporádicos sin alto valor geológico, aunque su trascendencia puede ser grande (destrucción de Erratzu, Baztán, en 1913). Sobre rocas de tipo arcilloso o arenoso se produce a veces un deslizamiento con perfil cóncavo o curvo muy peculiar. Se habla en este caso de hundimiento, y la masa deslizada suele fragmentarse en bloques, que pueden quedar buzando en sentido contrario a la pendiente.

El movimiento en masa es fenómeno universal, que se da en todas las regiones climáticas y en todas las vertientes a partir de un valor mínimo de inclinación. Además del clima, las características del roquedo, composición y estructura, y la vegetación son factores esenciales para que se produzca el movimiento.

Todos los procesos de desplazamiento son clave en el desgaste de los interfluivios. Gracias a ellos, el material meteorizado es movilizado al fondo de los valles, desde donde las corrientes fluviales los pueden transportar. En este proceso resulta igualmente clave la actuación de la arroyada.

LA ARROYADA

Se refiere a la labor que realiza el agua que corre sin estar canalizada de forma estable y permanente. Es un fenómeno temporal y se da, no solo en pendientes de cierta inclinación, sino, incluso, en áreas interfluviales muy poco inclinadas. Está a medio camino entre la meteorización y los procesos iniciales de desplazamiento por las vertientes y la erosión, que implica transporte y sedimentación.

La arroyada se produce cuando el agua de lluvia o de fusión de nieve y hielo, que no es absorbida por el suelo y circula libremente por la superficie de las vertientes. Dependiendo de las condiciones adquiere varias formas:

  •  Concentrada. cuando resbala en regueros que se marcan profundamente, formando cárcavas (o bad lands).
  •  Difusa. cuando resbala en forma de hilillos sinuosos y cambiantes a los que cualquier obstáculo puede desviar, arrastrando los coloides del suelo.
  •  Laminar. cuando resbala formando un manto continuo, a modo de película delgada, con una gran capacidad de arrastre (sheet flood).

Factores condicionantes. Los principales son:

  • Naturaleza, volumen y ritmo de las precipitaciones.
  •  La cubierta vegetal.
  •  Verticalidad y longitud de la pendiente.
  •  Las características del roquedo.
  •  La capacidad de infiltración del suelo.
  •  La acción humana, que acelera la erosión.


domingo, 19 de octubre de 2025

TEMA 9. MORFOLOGÍAS LITOLÓGICAS

INTRODUCCIÓN. LAS MORFOLOGÍAS LITOLÓGICAS

A gran escala, la configuración morfológica del relieve que se presenta ante la vista, está básicamente determinada por la tectónica. Sin embargo las características litológicas y las condiciones ambientales ejercen su influencia y dan lugar a respuestas diversas frente a la tectónica y la erosión.

En ocasiones el tipo de roquedo, adquiere un notable protagonismo en la configuración del relieve, de modo que podemos hablar de estructuras o morfologías litológicas.

Esto llega a ocurrir cuando la estructura geológica está constituida por:

  • Rocas homogéneas y masivas, que hacen poco probable la erosión diferencial.
  • Rocas que por sus características son susceptibles de una determinada forma de erosión dominante, como la disolución.
  • Rocas que presentan unas características excepcionales, que hacen que su respuesta a la erosión y las formas que se generen sean también excepcionales, como los materiales volcánicos.

Las características de algunas rocas (composición química, estructura cristalográfica y respuesta mecánica) y su presencia masiva, pueden hacer que el relieve presente una relación con el roquedo tan grande, que nos haga considerar la existencia de unas determinadas estructuras litológicas. A las formas estructurales en las que el protagonismo es el del tipo de roca dominante se las denomina también formas de modelado.


RELIEVE GRANÍTICO

CARACTERÍSTICAS DE LAS ROCAS GRANÍTICAS

Los afloramientos de rocas ígneas, plutónicas y metamórficas, entre las que tiene especial protagonismo el granito, son rígidas y resistentes mecánicamente, pero pueden descomponerse por la alteración química y muestran una notable homogeneidad, que no favorece el desarrollo de la erosión diferencial, tan importante en la configuración de los relieves estructurales guiados por la tectónica y dan lugar a que se desarrollen formas de modelado, que resultan variadas en relación al ambiente bioclimático en que se generen.

La homogeneidad global no significa que estas rocas ígneas no tengan una heterogeneidad de detalle, donde se aprecian contrastes y cambios, capaz de condicionar la respuesta a la erosión y las formas resultantes.

En primer lugar, las rocas cristalinas están constituidas por varios componentes (podemos definir técnicamente los granitos como rocas cristalinas, de origen magmático, intrusivas y compuestas de cuarzo, feldespato y mica, como minerales fundamentales y de piroxenos, anfíboles, circón, turmalina, etc. como minerales accesorios) que le confieren caracteres muy diversos, según la proporción en que se presenten dichos componentes (pueden ser rocas más acidas o más básicas, con mayor o menor proporción de cuarzo, que es el mineral más resistente), así como según sean el tamaño del grano y la porosidad.

Cuando hay un afloramiento importante de un material cristalino con gran contenido de cuarzo, y por tanto más acido y resistente, aparece lo que llamamos un macizo granítico. En cambio, si hay una zona de material más blando, por menor contenido en cuarzo, se forma lo que se denomina una cubeta granítica, que es una depresión relativa.

Por diferencia de textura, se da distinta resistencia a la erosión, de manera que, en un afloramiento granítico, es frecuente ver la aparición de resaltes aislados, con forma de cerros o alineaciones, que se destacan del entorno, sin que exista ninguna causa tectónica que los justifique, sino que son tan sólo la respuesta de unas zonas de textura diferentes y más resistentes. Más llamativo resultan los resaltes en forma de pitones o crestas, que son los restos de un dique o chimenea de cuarzo, que estaba intercalada entre la masa de roca plutónica.

Otra característica esencial, en relación a la erosión, es que las rocas graníticas presentan una serie de fisuras y diaclasas, que son consecuencia de su proceso de formación, al igual que su composición y estructura.

La roca ígnea se forma a partir de un magma, roca fundida de materiales que se generan en la zona de contacto entre el manto y la corteza terrestre. Si el magma, mediante una erupción, llega a la superficie y se enfría, da lugar a la formación de rocas efusivas o volcánicas, pero si se solidifica en profundidad, da lugar a las rocas intrusivas.

La roca así formada en el interior, con las características que le confiere el proceso de enfriamiento y la composición inicial del magma, emerge a la superficie cuando son desmantelados los materiales que la recubrían, o entre los que estaba encajada, quedando expuestas al contacto con el exterior.

Toda diaclasa o fisura constituye un camino de acceso al ataque erosivo de primera magnitud, de modo que, como es lógico, una red densa de fisuras provocará una erosión más intensa que si la roca está poco fracturada.

La red de diaclasas guiará el proceso de modelado, que dependerá de los caracteres bioclimáticos a que esté sometida la roca y a su composición, textura y estructura mineralógica.

LAS FORMAS GRANÍTICAS

Sobre la roca, ya en superficie, actúa la erosión, generando variadas formas de modelado, de diversas dimensiones.

FORMAS MAYORES

Domos y agujas alpinas

Son formas que aparecen en zonas frías, o montañosas, de clima templado. Constituyen relieves destacados con paredes lisas y curvilíneas de forma convexa. A su pie suelen aparecer acumulaciones de bloques o lajas, apareciendo el granito sano en superficie.

La clave de su formación está en el diaclasado curvo y en la acción de la gelifracción, que se da cuando las condiciones climáticas dan lugar a la alternancia de ciclos de hielo y deshielo en el agua, que al penetrar por las fisuras de la roca, ejerce una labor de cuña que llega a desgajar los bloques rocosos que las limitan.

La gelifracción es también la principal causante de la formación de las agujas alpinas. En este caso, las diaclasas rectas, predominantemente verticales, provocan la formación de relieves más o menos monolíticos, estrechos y alargados, limitados por paredes verticales, que pueden alcanzar alturas considerables. Unas veces se presentan aisladas y otras, como alineaciones que marcan la línea de cumbres. Progresivamente, estos relieves se van estrechando y el relieve se hace, tanto más afilado y escarpado, cuanto más densa sea la red de diaclasas verticales y más rigurosos los procesos de congelación y deshielo. Al igual que en el caso de las formas dómicas, el granito aparece sano en superficie y a su pie suelen acumularse bloques de roca desgajados. Menos espectaculares son las crestas y aristas, igualmente propias de climas templados y fríos de montaña, que configuran perfiles de sierra, más o menos agudas, con tendencia piramidal, guiadas por un diaclasado vertical importante.

Domo

Panes de azúcar y medias naranjas

Se desarrollan en climas tropicales, sin frío y sin necesidad de que existan diaclasas curvas. Constituyen allí relieves en resalte sobre superficies llanas, de arrasamiento, a modo de grandes cerros, de planta aproximadamente circular, con paredes curvilíneas, como grandes esferas o cúpulas. El granito está alterado en superficie y al pie no aparecen acumulaciones de bloques, como en los domos de las latitudes templadas y frías, sino profundos y extensos mantos de roca granítica muy alterada.

Panes de azúcar 

Paisajes de bolas

Si la red de diaclasas tiene marcado carácter octogonal en presencia de un clima templado, si excesivos rigores, cobra especial importancia el paisaje que denominamos de bolas (en las zonas graníticas de España reciben el nombre de canchal y berrocal). Se caracteriza por un cierto aspecto caótico, de acumulación de formas de diversos tamaños, que pueden darse en zonas deprimidas y en laderas. En el caso de zonas relativamente deprimidas suelen aparecer sobre granito descompuesto en los que se llama alvéolos o pasillos de arenización; cuando están en zonas más elevadas se habla de caos, donde suelen aparecer los bloques aislados, redondeados, que se denominan bolos. Estas formas se deben a una alteración generalizada de la zona, de intensidad media, que ha seguido la red ortogonal de diaclasas, verticales y horizontales. Vinculadas a los berrocales, además de los citados bolos, hay que destacar que algunos de ellos aparecen en equilibrio precario sobre otras rocas, constituyendo lo que se llama piedras caballeras y los denominados tor, agrupaciones de bloques formados a partir de la red ortogonal de diaclasas, que no han sufrido desplazamiento y se forman a modo de castillos.

Paisaje de Bolas (berrocal)

FORMAS DE DETALLE

Sobre el relieve granítico abundan las microformas, que son muy características y abundantes.

Acanaladuras, Pilancones, taffoni y nerviaciones

Las acanaladuras son surcos que recorren la superficie de la roca de forma más o menos vertical. Aparecen en paredes con alguna inclinación, en las vertientes de domos o en las caras laterales de los bolos. Corresponden a la trayectoria de las aguas que circulan por la superficie.

Acanaladuras

Los pilancones son excavaciones relativamente grandes, que se forman fuera de los cauces fluviales, por hidrólisis. Son frecuentes en la parte superior de bolos, domos, lajas, etc. Se producen en zonas donde el agua puede quedar retenida y provoca una arenización local. En los cursos altos de los ríos, sobre el lecho rocoso, pueden formarse mediante remolinos unas formas similares, llamadas marmitas de gigante.

Pilancones

Los taffoni son también cavidades que horadan la roca en superficie, en paredes laterales. Pueden evolucionar dando lugar a rocas con forma de seta. Se forman por escurrimiento y concentración del agua, provocando un vaciado progresivo de dentro fuera.

Taffoni

Las nerviaciones, son resaltes en la roca que son causados por filones de materiales más resistentes, como el cuarzo.

Dado que las rocas plutónicas, cristalinas, se caracterizan por su rigidez y que sólo se pliegan en condiciones de temperatura y presión, que no se dan nunca cuando están en superficie, o bajo una capa delgada de materiales recubriéndolos, las zonas donde se dan estos materiales suelen aparecer fracturadas.

MODELADO KÁRSTICO

Buena parte de las rocas sedimentarias, en particular las calcáreas, de génesis y características muy diferentes a las plutónicas, presentan una especial sensibilidad a los procesos de disolución.

Karst, relieve o paisaje kárstico y carso son los nombres que se asignan de modo general al conjunto de formas modeladas sobre rocas sedimentarias, e incluso metamórficas como consecuencia casi exclusiva de la disolución de sus componentes minerales.

Modelado Kárstico

CARACTERÍSTICAS DE LAS ROCAS CALCÁREAS Y SU DISOLUCIÓN

La caliza, como la dolomía, son rocas sedimentarias de origen químico, carbonatadas, compuestas por carbonatos de calcio o de calcio y magnesio, junto con proporciones de impurezas. En conjunto son rocas duras, que están atravesadas por multitud de fisuras y diaclasas y son impermeables; pero en ellas destaca un aspecto esencial, y es que la roca no es atacada significativamente por el agua pura, pero si por el agua acidulada (cargada de ácidos) que resulta muy agresiva.

La roca es atacada, en la superficie y en el interior de su masa, en virtud del entramado de fisuras que psoea, que le confieren una permeabilidad estructural, multiplicando la posibilidad de contacto entre el agua y la roca. De hecho podemos decir que el modelado del relieve kárstico se da más en profundidad que en superficie.

Hay una serie de factores o condiciones que deben darse para que se desarrollo el karst; primero que la roca se presente de forma relativamente masiva y que no esté excesivamente plegada, segundo que la roca debe estar surcada por una red de fisuras y diaclasas, y tercero y último deberá existir el suficiente volumen de precipitaciones que aporte el agua y posibilite la presencia de vegetación, que producirá a su vez el anhídrido carbónico.


LAS FORMAS KÁRSTICAS

LAS FORMAS EXTERIORES O EXOKÁRSTICAS

En superficie, en el relieve kárstico aparecen formas de detalle y depresiones cerradas de variadas dimensiones.

Las depresiones cerradas y cañones

  • Dolinas y uvalas: la dolina (en español, torca) consiste en una depresión cerrada, cuya planta tiene forma desde circular a ovalada, de contorno redondeado, más o menos circular y cuyo diámetro puede tener gran oscilación. El perfil es predominante de cuba o cubeta y puede presentar una forma cercana a un embudo o un pozo; también su profundidad tiene gran oscilación. Normalmente tiene un borde en el que aflora la roca desnuda y el fondo suele estar cubierto de tierra, generalmente arcilla de descalcificación (propicio para el cultivo). Se forma en lugares que favorecen la retención y profundización del agua y se relaciona con fenómenos de hundimiento, provocados por un déficit de masa caliza subsuperficial. En su génesis es fundamental la estructura de la red de fracturas y diaclasas del roquedo. En profundidad el límite lo pone el nivel al que aparezca el manto freático.


Similar a una dolina pero de mayores dimensiones es una uvala, pero su perfil es sinuoso.

  • Poljés: también es una depresión cerrada de grandes dimensiones y cuya planta no es circular. Configura una llanura enmarcada por paredes más o menos escarpadas; tienen forma sensiblemente alargada y suelen estar relacionados con accidentes tectónicos importantes y siempre en zonas de gran extensión donde las condiciones son más favorables para la disolución y el hundimiento. El fondo del poljé es marcadamente plano y a menudo está recubierto de arcilla de descalcificación y accidentado por la presencia de algunos cerros residuales de roca calcárea, de forma piramidal denominados hum (colina). También es frecuente que en parte de su superficie se desarrolle una corriente fluvial (izvort) que desaparece a partir de un punto por un sumidero (ponor). La génesis del poljé noes de todo clara pero lo que sí juega un papel importante es la periódica inundación que suelen sufrir estas depresiones.

  • Cañones: son valles caracterizados por tener flancos restos, verticales, y en sus pies se acumula un talud de derrubios. Suelen estar recorridos por cursos de agua; en las paredes se observan aberturas de cuevas y son frecuentes las surgencias, que aportan agua al cauce principal. También en ocasiones terminan en auténticos fondos de saco, cerrados por escarpe de roca dura, donde aparece el río en forma de fuente vauclusiana. En su modelado interviene la disolución, en superficie y en profundidad, y no se descartan fenómenos de hundimiento.

Las formas menores

  • Lapiaz:se llama lapiaz a los afloramientos rocosos calcáreos que aparecen profundamente afectados por formas de detalle producidas por disolución kárstica; y se caracterizan por una serie de acanaladuras formadas por disolución a modo de surcos más o menos profundos y de distintas anchuras que pueden aparecer en zonas planas o en vertientes y paredes verticales. Los lapiaces se forman por disolución superficial de la caliza por el agua de escorrentería o por aguas retenidas. Los lapiaces son muy diversos, dependiendo de los factores que condicionen su proceso de formación; los de arroyada se forman por el agua corriente y suelen presentar canales estrechos, mientras que los de fractura tienen anchas grietas. Una clasificación los divide en linea les, de acanaladura, mesas de lapiaz, alveolares, mar de piedra, nido de abeja, pozos…Los lapiaces suelen estar cubiertos, rellenos de tierra, o descubiertos donde su superficie es difícil de transitar.
    Lapiaz
  • bogaz:Una forma intermedia entre las grandes formas y las de detalle es el denominado bogaz, que consiste en una serie de callejones de dimensiones mayores que las del lapiaz, que se han formado por disolución y por los que nunca ha corrido un río.
  • Tormos y arcos: son grandes bloques de caliza de acusado aspecto fungiforme y de varios metros de altura (Ciudad Encantada)
Arco
  • Pináculos: la masa caliza se dispone en gruesas columnas puntiagudas y macizas, de varios metros de altura. Son frecuentes en regiones de clima tropical.

Pináculo

LAS FORMAS ENDOKÁRSTICAS

Una última forma que aparece en superficie, la sima, nos conduce a lo que constituyen las formas endokársticas (desarrolladas en el interior). Las simas son aberturas, generalmente estrechas, pero ensanchándose en profundidad que comunica las cavidades subterráneas con el exterior. Las formas interiores constituyen los elementos más características de estos modelados.

La circulación subterránea de las aguas

La clave de la formación de este karst profundo está en la circulación subterránea de las aguas, que no siguen las reglas de las aguas de superficie.

Aunque hay ríos subterráneos que pueden seguirse durante largo trecho por galerías navegables, la mayoría sólo tiene tramos de circulación separados por túneles inundados o por sifones. La red subterránea se adapta al cañamazo que le impone la red formada por los planos de estratificación, las diaclasas, fisuras y fracturas ensanchadas por disolución.

La circulación subterránea provoca una red de galerías; inicialmente el agua penetra en el macizo calcáreo y sigue la dirección natural del desagüe, hasta encontrar la salida. En su recorrido lleva a cabo una labor disolvente, que dará lugar a la formación de las galerías y también transportará el material disuelto.

El agua va penetrando cada vez más profundamente en el macizo calcáreo, quedando la zona superficial sin agua, con un límite superior variable; la profundización continúa hasta que el nivel freático alcanza la zona impermeable, en ese punto el agua sale al exterior por las surgencias, que pueden ser de dos tipos, exsurgencias y resurgencias. Las surgencias constituyen verdaderas fuentes vauclusianas en las que el agua brotade forma intermitente.

En raras ocasiones en estas surgencias puede darse la formación de terrazas de travertino, por precipitación de los minerales disueltos al salir al exterior, el agua desciende a zonas cada vez más profundas, abandonando las galerías superiores que quedan convertidas en cuevas, con lo que la masa caliza queda hueca. Así podemos diferenciar tres zonas en el karst, una zonas superior (domina el trayecto vertical descendente del agua tras la lluvia), una zona media (es la red de galerías y conductos) y la zona inferior (siempre inundada).

Las principales formas subterráneas

Las galerías interiores son más o menos horizontales y suelen estar dispuestas en pisos, que pueden estar conectados entre sí por sifones. Hay tramos de galerías estrechos, formando túneles y pasillos ramificados donde muchos de ellos acaban en fondo de saco en grandes salas o cámaras; estas formas sólo son visibles cuando quedan fuera de la acción del agua.

En las galerías continúa produciéndose el modelado kárstico, siendo más importantes los procesos de precipitación que los de disolución. Por infiltración sigue habiendo una aportación de agua desde la superficie, que llega hasta el techo de las galerías, donde se produce un goteo que provoca la precipitación de la caliza que lleva disuelta, este proceso es el causante de que se formen las concreciones de calcita que configuran las llamadas estalactitas, que cuelgan de los techos, con variadas formas, que van desde las más finitas llamadas macarroni a las de mayores dimensiones, redondeadas, llamadas tubos de órgano, o a las que adquieren formas de “bandera”. Bajo las estalactitas se acumulan, en el suelo las llamadas estalagmitas. Si ambas formas se unen dan lugar a columnas y cortinas.

La existencia de estas galerías subterráneas ha supuesto grandes impactos ajenos a su interés geomorfológico; por sus características fueron refugio y primer hábitat de nuestros antecesores (yacimientos) y actualmente son fuente de explotación turística.


Las formaciones kársticas según las condiciones bioclimáticas

Hay muchos tipos de karst dependiendo de las condiciones estructurales de la zona y de sus condiciones bioclimáticas. En este sentido se utilizan términos expresivos, se habla de holokarst cuando se desarrolla un karst completo; el término merokarst se asocia a la caliza impura; el karst cerrado es cuando la masa caliza está rodeada de terrenos impermeables y el karst cubierto cuando las formas superficiales están enterradas.

Algunos autores han diferenciado cuatro tipos de karst asociados a cuatro grupos climáticos (clima tropical húmedo, clima frío y de alta montaña, clima templado y clima desértico).

viernes, 17 de octubre de 2025

TEMA 8. LOS RELIEVES ESTRUCTURALES

LAS GRANDES UNIDADES ESTRUCTURALES DE LA CORTEZA TERRESTRE

La Geomorfología tiene como objeto de estudio precisamente la superficie terrestre, lo que implica el estudio de la componente más externa que es su Corteza. Las aguas ocupan la mayor parte de la corteza terrestre, es la llamada hidrosfera, por el contrario, la parte sólida la constituye la litosfera, que es la que configura los continentes.

A escala de toda la Tierra, podemos hacer una clara distinción entre dos unidades estructurales bien diferenciadas: las cuencas oceánicas y los continentes.

LAS ÁREAS SUMERGIDAS: CUENCAS OCEÁNICAS

Las áreas sumergidas son las que están cubiertas por las aguas de los océanos, de ahí su denominación de cuencas oceánicas. Si la consideramos estructuralmente, las áreas sumergidas no se corresponden exactamente con los océanos, pues bajo ellos se encuentran además los bordes continentales sumergidos. En las cuencas oceánicas, se distinguen a su vez: llanuras abisales y dorsales oceánicas.

LOS BORDES CONTINENTALES

Los bordes continentales son la prolongación hacia el océano de la plataforma continental. Su profundidad es generalmente inferior a los 200 m., aunque hay lugares donde alcanzan los 500 m.; presentan una pendiente muy suave. Económicamente son áreas de gran valor (pesca y yacimientos de hidrocarburos).

Estructuralmente se distinguen dos tipos:

a) Bordes de tipo atlántico: están compuestos de sólo dos zonas, la plataforma y el talud continental.

Se les denomina también bordes asísmicos, porque en ellos no se producen movimientos tectónicos.

La plataforma continental tiene una profundidad de alrededor de 200 m. y una pendiente suave.

Aquí el relieve se ha visto atenuado por la acumulación de los sedimentos depositados. El talud continental tiene pendientes más elevadas, éste es el borde real de los continentes y a su pie se depositan los sedimentos en capas de gran espesor que va disminuyendo hacia el océano.

b) Bordes de tipo pacífico: llamados también sísmicos, son zonas de gran actividad tectónica, y en ellos pueden distinguirse:

  • Arcos insulares (cadenas de islas volcánicas) separados del continente por una cuenca marginal ocupada por un mar interior; tras los arcos, aparecen pequeñas crestas que no llegan a la superficie.
  • Fosa o trinchera oceánica, que alcanza grandes profundidades marinas. Aquí, no existe plataforma continental semejante a la de los bordes de tipo atlántico. Topográficamente, presentan dos accidentes muy característicos: arrecifes de barrera y cañones submarinos.


LAS LLANURAS ABISALES

Son zonas planas o con pendientes muy pequeñas, pues la cobertura sedimentaria recubre sus rasgos topográficos. A veces, estas llanuras se ven interrumpidas por colinas submarinas que emergen formando islas o atolones.

DORSALES OCEÁNICAS

Son todos los accidentes topográficos submarinos lineales. Estructuralmente, se distinguen dorsales sísmicas y asísmicas. Las primeras forman una cadena continua de unos 60.000 km. de longitud, 1.000-4.000 km. de anchura y una altura media de 3.000 m. sobre las llanuras abisales. Topográficamente, son un gran número de valles y crestas paralelos a la alineación general. Las dorsales están compuestas por acumulaciones de material volcánico, recubiertas de sedimentos con poco espesor y nulos en el valle central. En las dorsales asísmicas, la capa de sedimento alcanza mayor espesor.

LAS ÁREAS EMERGIDAS: LOS CONTINENTES

Las áreas emergidas son las que configuran los continentes y están formadas por grandes extensiones de corteza continental. Las unidades estructurales continentales están formadas, además de por las tierras emergidas, por las áreas sumergidas: la plataforma y el talud continental.

La corteza continental puede dividirse, a su vez, en dos grandes unidades: los cratones o escudos y los orógenos. Por último, ocupando un lugar intermedio entre las dos anteriores, están las plataformas estructurales.

CRATONES O ESCUDOS

El núcleo más antiguo, precámbricos, está formado por rocas cristalinas de origen metamórfico o ígneo, muy estable estructuralmente, y que forma el centro de los continentes, es a lo que denominamos cratón. No se vieron afectados por la orogenia durante un periodo largo de tiempo geológico.

Se pueden diferenciar en dos tipos:

a) Cratones arcaicos: en los que afloran sólo rocas plutónicas y metamórficas, se caracterizan morfológicamente por su plana topografía que se llamó penillanura en la terminología davisiana. Hettner las prefirió denominar superficies residuales o superficies de erosión.

b) Cratones post-arcaicos o premesozóicos: conservan una cobertura plegada de rocas sedimentarias más o menos metamorfizadas. El relieve está configurado en función de las rocas metamórficas resistentes, generalmente cuarcitas, que alternan con series blandas (pizarrosas), dando las primeras crestas elevadas y las segundas valles.

LAS PLATAFORMAS

Se definen morfológicamente por ser una llanura estructural. Se trata de partes de un cratón recubiertas de rocas sedimentarias. Se depositaron en mares poco profundos, aunque también pueden existir sedimentos continentales. Topográficamente, se asemejan a una superficie de erosión, pero se diferencian de ella porque en este caso existen capas horizontales de rocas. En el marco de las plataformas encontramos cuencas sedimentarias continentales. Son grandes depresiones que reflejan una deformación negativa de la corteza terrestre, y que se hallan rellenas de materiales sedimentarios. Las series sedimentarias horizontales, recubiertas por un estrato superior resistente, originan mesas, páramos y cerros testigo. En las series de cobertura ligeramente inclinadas, la alternancia de capas duras y blandas forman relieves asimétricos denominados cuestas.

LOS ORÓGENOS

Los cratones están bordeados y separados por fragmentos móviles de corteza, estas áreas son conocidas como orógenos. Aquí se hace más evidente la acción constructiva de las fuerzas internas, pues estas estructuras se deben al choque de placas que las deforman por presiones de la corteza, vulcanismo y actividad sísmica. A toda esta serie de procesos se le conoce como orogénesis. Las rocas sedimentarias se han visto deformadas o plegadas dando lugar a montañas, a menudo han sido metamorfizadas e inyectadas por rocas ígneas.

LOS VOLCANES

En la superficie terrestre aparecen relieves de características singulares, son los abombamientos debidos a la aparición de masas de rocas eruptivas extrusivas aisladas. Son los producidos por las erupciones volcánicas y el volcanismo, en los que las coladas basálticas, que se hallan en los puntos calientes de la Tierra, ascienden hacia la superficie, empujando a la corteza, produciendo volcanes y provocando terremotos.

LOS RELIEVES ESTRUCTURALES DE CUENCAS SEDIMENTARIAS

En las cuencas sedimentarias, se encuentran dos tipos diferentes de relieves estructurales: los aclinales (horizontales) y los monoclinales (cuestas).

FORMAS DE RELIEVE ACLINAL (ESTRUCTURAS HORIZONTALES)

Las formas de relieve aclinal se desarrollan en series sedimentarias cuyos estratos no se han visto afectados por la tectónica. Son formas que se localizan en los centros de las cuencas sedimentarias.

La forma más sencilla del relieve aclinal es la superficie estructural, que es una superficie de topografía llana formada por una capa resistente incluida en una serie sedimentaria subhorizontal. Pueden ser:

  • Superficie estructural primitiva: la última capa de una serie sedimentaria aparece en la parte superior del relieve. La erosión casi no ha actuado en ellas.
  • Superficie estructural derivada: la capa que aparece en superficie no es la última capa sedimentada.

La erosión ha actuado sobre las últimas capas depositadas. Las formas topográficas debidas a la erosión de los relieves horizontales pueden ser:

  •  Plataformas horizontales: mesas, muelas, páramos, superficies estructurales primitivas o derivadas cortadas por valles, ríos o barrancos. Tienen rebordes abruptos y aspecto sinuoso.
  • Cerros testigo: la erosión ha seguido actuando sobre las plataformas horizontales. De forma cónica, rematado por un trozo de estrato horizontal correspondiente a roca dura.
  • Antercerros: la erosión sigue actuando sobre el cerro testigo que desaparece. Es de forma cónica pero sin estrato de roca dura.

En las plataformas y en los cerros testigos la parte delimitadas por los escapes de erosión, cuya parte abrupta formada por rocas duras se llama cornisa y la parte de pendiente más suave de roca blanda se llama talud.

RELACIÓN DE LA RED FLUVIAL Y LA ESTRUCTURA HORIZONTAL

La red fluvial de una región de estructura horizontal no suele presentar una dirección predeterminada, pero su influencia en la creación del relieve es muy importante, puesto que es la causante de la individualización de las formas que la caracterizan.

FORMAS DE RELIEVE MONOCLINAL O INCLINADO (ESTRUCTURAS INCLINADAS O CUESTAS).

En los bordes de las cuencas sedimentarias, o en áreas donde la tectónica ha inclinado en una sola dirección las series sedimentarias alternantes de rocas deleznables y resistentes a la erosión, se forman unos relieves monoclinales muy característicos que se llaman cuestas.

Una cuesta se caracteriza por su perfil disimétrico; consta de dos partes bien definidas: el frente y el dorso.

El frente de cuesta tiene una gran pendiente y en él se distinguen, a su vez, la cornisa (roca dura con fuerte pendiente) y el talud (de menor pendiente).

En función del buzamiento de los estratos se pueden distinguir varios tipos de formas:

  • Cuestas: formas monoclinales con un buzamiento comprendido entre los 2o y los 20o
  • Crestas monoclinales: en ellas el buzamiento está por encima de los 20o
  • Barra monoclinal u hog-back: el buzamiento de las series sedimentarias se acerca a la vertical, está próximo a los 90o

La pendiente más suave la presenta el reverso de la cuesta, que es una superficie estructural primitiva o derivada en función de la ausencia o actuación de la erosión, cuya pendiente también está en relación con la inclinación que presentan los estratos.

Como en el caso de las superficies aclinales, las monoclinales presentan también formas testigos del retroceso de la cuesta, como son los cerros testigos y los antecerros, debidos a la acción de la erosión diferencial que lleva a cabo la red fluvial que se instala sobre ellos.

RELACIÓN DE LA RED FLUVIAL Y LA ESTRUCTURA MONOCLINAL

La red fluvial es un factor condicionante en la evolución del relieve monoclinal y su actuación varía en función de la mayor o menor resistencia de las series sedimentarias a la erosión, así como del grado de inclinación de los estratos. Los ríos principales siguen la dirección del buzamiento de los estratos de las series sedimentarias (corrientes cataclinales o consecuentes) atravesando el conjunto de cuestas; sus afluentes circulan paralelos a los frentes de cuesta (corrientes ortoclinales o subsecuentes). A su vez, los subafluentes pueden nacer y deslizarse por un frente de cuesta (corriente anaclinal u obsecuente) o por un dorso de cuesta (corriente peneconsecuente). Todo el conjunto configura una red de drenaje en enrejado muy característica.


LOS RELIEVES ESTRUCTURALES DE LOS ORÓGENOS

LOS RELIEVES ESTRUCTURALES PLEGADOS

En las coberturas sedimentarias la forma más elemental es la de plegamiento en una sucesión de ondulaciones, siempre que exista un nivel de despegue. Según sean las características de las series sedimentarias afectadas y la fuerza y dirección del empuje de la tectónica, pueden configurarse distintos tipos de pliegues.

En general, los plegamientos afectan a una amplia extensión de terreno que se presentan agrupados en conjuntos de pliegues de mayor radio, dando lugar a los denominados anticlinorios (si el conjunto adquiere una forma convexa o anticlinal) y sinclinorios (si la forma que presenta es cóncava o de sinclinal).

La morfología del relieve plegado es la que presenta mayor variedad y complejidad debido a su desarrollo en series sedimentarias deformadas. A la gran diversidad que presentan las estructuras plegadas hay que añadir la acción de la erosión sobre ellas, que aumentan la variedad de las mismas.

Se puede decir que las estructuras plegadas están en función de la tectónica, de la litología y de la erosión diferencial, que a su vez está influida por el clima y por el período de tiempo durante el cual ha podido actuar.

FORMAS ORIGINALES, DIRECTAS O PRIMITIVAS (CONFORMES)

Caracterizadas porque la topografía concuerda con la estructura, las elevaciones (mont) coinciden con los anticlinales y las depresiones (val) con los sinclinales. La erosión puede haber comenzado a actuar y pueden aparecer formas incipientes de un relieve variado (ruz), que son pequeños barrancos originados en flancos anticlinales o vertientes de los mont.


FORMAS DERIVADAS

La erosión ha actuado más, dando lugar a formas estructurales y erosivas de la misma altitud. La acción erosiva en los barrancos da lugar a las ruz, que desmantelan las capas superiores y dejan restos llamados chevrons. Un valle fluvial corta transversalmente el anticlinal que origina cluses (hoces); la erosión de la charnela anticlinal da origen a un valle anticlinal llamado combe, normalmente limitado por dos crestas de roca dura.

FORMAS INVERTIDAS

En ellos las zonas topográficamente más elevadas se corresponden con las zonas deprimidas tectónicamente y a la inversa, las más bajas topográficamente son las que fueron más elevadas por la tectónica, por eso su nombre de relieve invertido. La forma más característica de este tipo de relieve es el sinclinal colgado, elevado sobre valles anticlinales constituidos por combes o valles erosivos. Aparecen cuando la erosión anticlinal es tan fuerte que excava el valle anticlinal por debajo del sinclinal.


Estos tipos de relieves conformes, derivados e invertidos, presentan variaciones en función de los distintos tipos de plegamiento. Los citados anteriormente son los formados a partir de un plegamiento de estilo Jurásico, es decir de pliegues simétricos. En el plegamiento de estilo Alpino, en el que los pliegues pueden aparecer oblicuos, plegados o acostados, cabalgantes o son mantos de corrimiento, las formas erosivas se complican. En el caso de los tres primeros tipos de pliegues, aparecen los combes de flanco, pues en ellos la superficie topográfica más elevada es el flanco y no la charnela. En el caso de los mantos de corrimientos, el cuerpo del manto queda en algunas zonas totalmente desmantelado, permitiendo apreciar el sustrato sobre el que este plano se ha deslizado. Esas formas reciben el nombre de ventanas tectónicas. Entre las ventanas tectónicas, quedan restos del manto de corrimiento denominados klippes. Además de estas formas, en la parte anterior del manto de corrimiento, la erosión produce un escape de frente de corrimiento, con fuerte pendiente cuando se trata de series de rocas calcáreas.

RELACIÓN ENTRE LA RED HIDROGRÁFICA Y LA ESTRUCTURA PLEGADA

En una estructura plegada, la red hidrográfica puede ser:

  • Concordante simple: corre paralela longitudinalmente a los ejes del plegamiento por los valles sinclinales (tectónicos).
  • Concordante compleja: corre paralela longitudinalmente a los ejes de plegamiento por valles sinclinales y anticlinales (tectónicos y erosivos).
  • Discordantes: el drenaje es transversal a la dirección de los ejes de plegamiento. En este caso, existe una total independencia entre la estructura de plegamiento y la red hidrográfica, y las formas que originan los cursos fluviales son las ruces (aprovechan el buzamiento de las capas del anticlinal y fluyen transversalmente a los ejes del plegamiento) y las cluses (atraviesan el eje anticlinal). La discordancia puede deberse a que el plegamiento no existía en el momento de su instalación (antecedencia) o bien porque el plegamiento quedó oculto por la cobertura que fosilizaba la estructura (sobreimpresión).

EL RELIEVE APALACHENSE

Cuando una superficie de erosión se ve afectada por un nuevo levantamiento tectónico, puede tener lugar una reactivación de la erosión sobre ella. Si esa superficie de erosión se formó sobre materiales anteriormente plegados, en los que alternaban series resistentes y deleznables, la acción de la erosión puede originar una nueva forma de relieve muy característica, denominada relieve apalachense.

Lo más característico del relieve apalachense es la presencia de una nueva alineación de barras o crestas paralelas de igual altura y no muy elevadas, originadas en los estratos plegados más resistentes, que están constituidos por areniscas o cuarcitas. Se originan en los flancos de los pliegues que quedan en resalte ante los estratos de rocas más deleznables, muchas veces pizarras, esquistos y margas, en los que se forman largas y estrechas depresiones que se denominan surcos.

La red hidrográfica que se instala sobre este conjunto de crestas y surcos presenta características peculiares.

Los cursos fluviales principales suelen recorrer de forma indiferente, tanto respecto a la estructura tectónica, como a las diferencias de resistencia litológica, pues atraviesan perpendicular u oblicuamente el conjunto de depresiones de rocas deleznables y alineaciones de rocas resistentes en las que se abren profundos y estrechos pasos, denominados wáter gaps. A veces, estos pasos aparecen sin estar recorridos por ningún río, entonces se habla de wind gaps. Este tipo de red hidrográfica parece indicar que se dan simultáneamente trazados anteriores y posteriores a la aparición de esta estructura de relieve.

LOS RELIEVES ESTRUCTURALES FALLADOS

Los escudos están constituidos por materiales muy rígidos que no pueden plegarse por el empuje de las fuerzas internas de la tectónica y que responden a ellos o a las presiones rompiéndose, dando lugar a las fracturas y fallas. Este efecto se produce también en rocas sedimentarias más recientes, cuando las fuerzas internas superan su límite de plasticidad o bien, cuando el sustrato cristalino sobre el que se encuentran estas rocas, se fractura, arrastrando con ello también a dicha cobertura.

En las regiones muy afectadas por movimientos tectónicos, se originan con frecuencia auténticos campos de fallas, denominados de estilo germánico. En general, las fosas tectónicas son aprovechadas por los ríos para instalarse y formar amplios valles de fondo relativamente plano; por otro lado, los horst suelen formar mesetas o altiplanos alargados.

Los movimientos horizontales dan lugar a las denominadas fallas transcurrentes o de desgarre. Estas fallas destacan menos topográficamente, aunque a veces, cuando se producen a escalas casi continentales, pueden presentar un accidente largo y angosto, en forma de trinchera, con vertientes paralelas escarpadas, llamado rift valley o valle de fractura.

Las fallas y fracturas constituyen zonas de debilidad para los agentes de la erosión, dando lugar su acción a vaguadas, vallonadas e incluso grandes valles, según las dimensiones de las fallas. En muchas ocasiones, la instalación de la red hidrográfica aprovecha la red de fallas poniéndola de relieve.

Si las fracturas y fallas de los escudos y macizos antiguos son lo suficientemente profundas, pueden ir acompañadas de fenómenos volcánicos, originando extensas alineaciones de volcanes.

ESCARPE DE FALLA ORIGINAL O PRIMITIVO

Este tipo de escarpes procede directamente de la dislocación producida por los movimientos tectónicos, por lo que se denomina también escarpe tectónico. Sus características esenciales son:

  • El valor de desnivelación topográfica y el salto de falla son idénticos.
  • La superficie topográfica de escarpe coincide con la parte del plano de falla situada encima de la línea de falla (zona levantada).

Para que se conserve un escarpe de falla primitivo es necesario que:

  • El labio levantado esté constituido por materiales resistentes a la tectónica o materiales duros.
  • La falla sea reciente.
  • La erosión haya actuado muy poco todavía.

Si las tres condiciones coexisten posee una gran nitidez; si no se cumplen, el escarpe retrocede, situándose tras el plano de falla y con un trazado más o menos sinuoso. Además, el salto de falla se reduce, bien sea por erosión del labio levantado, o por acumulación en el labio hundido, o por ambas causas.

ESCARPE DE LÍNEA DE FALLA O DERIVADO

Resulta de la actuación de la erosión diferencial sobre bloques fallados adyacentes que ofrecen desigual resistencia; el bloque que posee las rocas más resistentes queda en resalte, aunque tectónicamente no correspondiera con el labio levantado; su altura puede ser mayor o menor que el salto de falla.

Para su formación se requiere que la falla se haya nivelado previamente y esto ha podido ser por dos razones:

 La erosión los ha nivelado:

  • Escarpe de línea de falla directo: las rocas menos resistentes están en el bloque hundido, siendo su sentido el mismo que en el accidente tectónico.
  • Escarpe de línea de falla invertido: las rocas más resistentes están en el bloque hundido, el escarpe está orientado hacia el bloque levantado.

La falla haya quedado fosilizada por una cobertura de sedimentos y posteriormente comience de nuevo la actuación de la erosión:

  • Los sedimentos que recubren la falla son menos resistentes a la erosión, son desmantelados y se define un escarpe de línea de falla de distinto tipo, según que la acumulación sea simultánea a los movimientos tectónicos o se produzca posteriormente.
  •  Si los materiales que fosilizan la falla se depositan simultáneamente a la tectónica, al escarpe de línea de falla debido a su posterior erosión, se le denomina revelado o descubierto.
  • Si los depósitos son posteriores a la tectónica, al escarpe de línea de falla debido a la erosión, se le denomina exhumado y corresponde al resurgimiento del salto primitivo.

ESCARPE DE LÍNEA DE FALLA COMPUESTO

Un escarpe de falla compuesto es el resultado de la acción simultánea de la tectónica y de la erosión diferencial. Es una estructura mixta, que combina ambos tipos de escarpe, una parte de escarpe original y otra de escarpe derivado.

Hay dos tipos fundamentales:

  • Originados por rejuego de falla, que implica una segunda actuación de la tectónica. Cuando el movimiento tectónico tiene el mismo sentido que el primero, se dice que el rejuego de falla es directo (levanta más el labio levantado y hunde más el hundido). Si por el contrario, se levanta el labio antes hundido y se hunde el anterior levantado, se dice que el rejuego es inverso.
  • Originados por exageración del escarpe original debido a la acción de la erosión diferencial.

En todos los casos el escarpe final está formado por una parte del escarpe original y otra del escarpe derivado aunque de origen distinto en cada tipo.

Todos poseen una fuerte pendiente, se hallan disecados en facetas de formas triangulares o trapezoidales,consecuencia de la acción de los barrancos que corren perpendicularmente a ellos y se dirigen hacia el labio hundido.

RELACIÓN DE LA RED HIDROGRÁFICA CON LAS ESTRUCTURAS FALLADAS

La red hidrográfica puede instalarse sobre la superficie fallada de manera concordante o discordante con la estructura.

  • Red hidrográfica concordante: La mejor adaptada es aquélla en la que el curso del agua corre aprovechando las fallas o las fosas tectónicas, el río corre paralelo a los dos escarpes que delimitan este valle y que conforman el horst.
  • Red hidrográfica discordante: La red se instala de manera indiferente respecto a las fracturas y fallas. Esta instalación discordante puede ser debido a una situación de antecedencia o a la sobreimpresión.

LOS RELIEVES EN ESTRUCTURAS VOLCÁNICAS

Las estructuras volcánicas son aquellas que han sido originadas por el volcanismo. Son estructuras constituidas por rocas de origen interno, entre las que se pueden considerar a los volcanes, las coladas y las formas de excavación. Estas estructuras se encuentran sobre todo en los fondos marinos. La actividad volcánica que los genera se caracteriza por su gran velocidad de actuación.

LOS VOLCANES

Un volcán puede definirse como un edificio formado por la acumulación de productos sólidos alrededor de una boca eruptiva o cráter. Su forma será diferente según sea el carácter de la erupción, el tipo de materiales que se emitan y su posterior disposición en la superficie.

PARTES Y MATERIALES DE LOS VOLCANES

Partes

  • Cráter: orificio que conecta la superficie de la tierra con un depósito de magma en profundidad.
  • Chimenea volcánica: conducto que une el magma con el cráter.
  • Lava: rocas fundidas.

Las erupciones explosivas dan lugar a:

  • Conos de ceniza: fragmentos de lava solidificados arrojados por un cráter central. Estos fragmentos, de mayor a menor son: bombas volcánicas, lapilli, cenizas y polvo volcánico.
  • Conos compuestos: estratos de lapilli y cenizas alternando con coladas de lava. También llamados estratovolcanes.
  • Calderas: grandes depresiones centrales, formadas como consecuencia de la destrucción de la parte central del edificio volcánico. Forma elipsoidal o circular.

Las erupciones tranquilas dan lugar a:

  • Domos de lava o escudos volcánicos: el magma sale a la superficie a través de grietas.
  • La sucesiva acumulación de coladas de lava llega a formar planicies y mesetas con suaves pendientes.

TIPOS DE VOLCANES

Los volcanes se han clasificado también en función de su explosividad, aunque la evidencia ha demostrado que cada volcán constituye un fenómeno único y singular.

  • Hawaiano, es el resultado de efusiones abundantes y tranquilas de lavas basálticas fluidas, alrededor de una boca situada en el fondo de un foso y a partir de unas fisuras radiales. Es un tipo de domo volcánico o volcán escudo.
  • Stromboliano, resulta de la alternancia sistemática de lavas y lechos de proyecciones de cenizas y escorias e incluso de las erupciones. Es un volcán de cono compuesto, el estratovolcán. En él suelen aparecer las calderas.
  • Vulcaniano. Se forma por erupciones muy violentas con fuerte explosividad y su cono se compone de cenizas y escoria fundamentalmente, separadas por pequeñas interestratificaciones de lavas. Es prácticamente un cono de cenizas.
  • Peleano. Se forma por la extrusión de lavas poco fluidas, viscosas, acompañadas de nubes ardientes.

A veces, conserva la forma cilíndrica de la chimenea y forma una aguja que se fragmenta en prismas al enfriarse; esta aguja aparece flanqueada por amplias grietas de hundimiento, por las que salen gases en forma de nubes ardientes. Cuando la lava se acumula en la boca eruptiva, crea un domo o cúpula volcánica.

LAS COLADAS

Una coladas es un manto de lava fluidificada que emiten los volcanes durante sus erupciones. Las coladas de lava  emitidas a partir de bocas o fisuras eruptivas dan lugar a formas estructurales primitivas originales.

La naturaleza del magma, su temperatura, la cantidad de gas a presión que contiene y la topografía sobre la que se extienden, hacen que presenten diferentes características:

  • Coladas cortas y espesas – lavas viscosas.
  • Largas coladas – lavas fluidas.
  • Trapps – amplias mesetas estructurales de escasa pendiente.

A veces aparecen colgadas con aspecto de franja de meseta o cerros tabulares.

LAS FORMAS DE EXCAVACIÓN

Las formas de excavación son aquellas que aparecen al actuar la erosión diferencial sobre las rocas sedimentarias que cubrían formaciones intrusivas o efusivas volcánicas. Estas quedan al descubierto, dando lugar a formas estructurales exhumadas.

Entre las intrusiones, las sills son cornisas escalonadas a lo largo de las vertientes, producidas en las series sedimentarias afectadas. Los lacolitos forman domos elípticos, de perfil convexo, rodeados de cuestas o falsas cuestas, modelados en su cobertura sedimentaria.

En las extrusiones, los espigones son columnas o escarpados pilones de lava compacta solidificada en los conductos. Los necks son el resultado de la exhumación de la lava solidificada en la antigua chimenea, su forma recuerda a los domos y agujas volcánicas. Los dykes (diques rectilíneos), son murallas del resultado de la exhumación de las coladas efusivas, si son circulares se les denomina ring-dykes.

Resumiendo se puede afirmar que los diferentes relieves volcánicos dependen de tres hechos fundamentales:

  • Del tipo de erupción que los ha originado.
  • De la edad más o menos antigua de las erupciones, que determina la mayor o menor duración de los ataques erosivos al relieve primitivo.
  • Del relieve y de la naturaleza del basamento sobre el que se ha instalado el edificio y material volcánico.