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domingo, 16 de noviembre de 2025

EL VIEJO PERCHERO

En la casa en venta había un viejo perchero con dos abrigos colgados coronados por dos sombreros. Hacía ya tiempo que estaban allí, olvidados, a vista de todos los visitantes quienes los observaban con curiosidad, sin atreverse a reclamarlos. Testigos silenciosos, habían visto pasar personas mientras el tiempo lentamente los abrazaba dejando su huella en ellos, cicatrices silenciosas que acallaban los ecos de historias pasadas.

Hoy, toda la ciudad parece envuelta en un espeso manto de silencio, como si este, a modo de velo pesado, se hubiera posado sobre las casas, los árboles, las calles, los coches, la gente, invadiéndolo todo, abrazándolo todo, silenciándolo todo...

A nuestro alrededor solo reina el vacío y el silencio; las calles están desiertas, no hay gente, no hay coches, pero es como si algo extraño e inquietante lo atravesara todo... Es algo invisible, pero casi tangible, tan denso y preñado que casi se puede tocar... Es algo que te arrebata las palabras e incluso la fuerza, algo que obliga a la gente a desaparecer para dejarle sitio, casi como si te arrinconara contra la pared y te aplastara porque tiene derecho a pasar y ocupar cada espacio, cada rincón, cada recoveco, cada rincón oculto: hoy no hay sitio para nosotros, no hay sitio para las palabras, incluso los pensamientos parecen clavados y privados de toda libertad... Sin embargo una noche sería diferente.

Era una noche ventosa, con mucha lluvia, hace miles de noches, cuando dos Ford Falcon avanzaban lentamente hacia el este por la acera. Con un cielo negro como el carbón de fondo, las altas farolas iluminaban las cortinas de lluvia que azotaban los vientos tempestuosos. Cuando los conductores giraron a la izquierda, atenuaron sus faros y se detuvieron lenta y silenciosamente en el número de a vieja casa. Como ya era pasada la medianoche de este martes por la noche, gran parte de este barrio obrero se había dormido hacía unas horas. Mientras los coches estaban en marcha, varios hombres salieron sigilosamente y entraron por una puerta oscura para dirigirse a un apartamento en la parte trasera del tercer piso.

Si alguien en el edificio se hubiera atrevido a escuchar, habría podido oír el sonido inconfundible de una puerta de madera al astillarse en pedazos, el arrastrar de pies sobre el suelo de madera y el sonido de puños impactando contra rostros. Si alguien hubiera sido lo suficientemente audaz como para mirar a través de las cortinas hacia la calle, en pocos minutos habría visto a tres  personas sacadas del edificio y ser llevadas rápidamente.

El coche desapareció por la larga avenida mientras la noche silenciaba el ruido del motor, que se perdía y diluía en la lejanía, mientras aquellos que oían cómo se alejaban se escondían en sus sábanas, dejando que las lágrimas de miedo y alivio corrían por sus mejillas mientras sus cuerpos temblaban de miedo. Otro día podían ser ellos. No podían fiarse ni bajar la guardia.

El tiempo pasó. La vieja casa ahora en silencio contaba esta historia entre sus muros silenciados. Los muebles ya no estaban, los habían destrozado tras tierra la puerta abajo y arrastrar por el suelo a sus propietarios, las estanterías rotas y los libros dejados en el suelo fueron confiscados en busca de material sedicioso, los soldados acapararon todo el material de valor que pudieron y se llevaron todo lo que les cupo en sus bolsillos. Solo quedó el viejo perchero con los abrigos colgados y sus sombreros, desechados por ser demasiados viejos o no encajar con el gusto de los asaltantes, testigos mudos e inmóviles de historias terribles de un pasado cercano.

lunes, 3 de noviembre de 2025

TEMA 12. GEOMORFOLOGÍA CLIMÁTICA

BREVE HISTORIA DE LA GEOMORFOLOGÍA CLIMÁTICA

En 1913 el autor De Martone introdujo el término Geomorfología Climática; y en 1926 hubo una reunión sobre el análisis de las formas de relieve que supuso el intento más importante acerca del estudio de la problemática de la Geomorfología Climática.

Hacia 1950 aparecen los primeros trabajos de Bedel que culminan en 1977 con la publicación del libro Geomorfología climática y más tarde en 1980 escribe sobre las zonas morfoclimáticas.

En 1960 otro autor, Birot, escribe sobre las zonas tropicales húmedas y áridas; y en 1965 varios autores ya distinguieron hasta trece zonas morfoclimáticas; más tarde otros autores se unieron con sus estudios al desarrollo de la Geomorfología Climática.

CLIMA Y MORFOGÉNESIS

LA INFLUENCIA DEL CLIMA EN LAS FORMAS DE RELIEVE

Investigaciones recientes han puesto de manifiesto que el clima interviene como factor limitante en la aparición, en la amplitud con la que se dan y en el ritmo e intensidad de los procesos morfogenéticos, y lo hace de forma directa e indirecta, según sea el contacto de la superficie terrestre con la atmósfera. Si el contacto se establece entre los agentes meteorológicos y la superficie desnuda de vegetación su acción es inmediata y la incidencia del clima en el modelado del relieve es directa; este contacto directo se da principalmente en climas fríos y áridos. Pero si el contacto se da a través de una cobertera vegetal y edáfica la incidencia morfodinámica del clima sobre la superficie es indirecta. Como la superficie terrestre está en su mayoría cubierta de una capa biótica, el clima ejerce, por lo general una acción indirecta.

Cuando existe esa cobertera vegetal, las condiciones de meteorización varían y con ellas las de la morfogénesis; la vegetación protege a las rocas del efecto de las temperaturas y de la humedad o precipitaciones, también absorbe parte del calor del Sol y protege de la rápida pérdida de calor en los momentos de enfriamiento, así mismo se interpone en la caída de las precipitaciones con lo que evita los procesos que se producirían en la roca desnuda, y a la vez favorece el mantenimiento de un cierto grado de humedad.

Junto a esta cierta labor protectora, la cobertera vegetal también puede favorecer alguna acción desintegradora de las rocas (efecto de las raíces).

Como hemos comprobado las características climáticas condicionan el predominio de un concreto sistema morfogenético; y así en climas fríos y áridos se caracterizan por abundar los procesos mecánicos, en los climas húmedos, templados y cálidos los procesos más numerosos son los físico-químicos y bioquímicos.

Entre los aspectos en los que se manifiesta la relación clima y morfogénesis podemos destacar algunos como que las rocas se comportan ante la erosión como duras o resistentes y como blandas o deleznables, pero este comportamiento depende de las propiedades físicas de la roca que puede variar en función del sistema morfogenético en el que se encuentren. También destacaremos que la alternancia de rocas de distinta resistencia a la erosión provoca la actuación de la erosión diferencial, dejando en resalte las rocas duras y haciendo desaparecer las blandas; pero esta erosión diferencial es distinta según sea el clima en el que se encuentren.

En los relieves estructurales también se puede observar una diferente evolución sobre el clima en el que se hallen; y por último se puede decir que no hay muchas formas de relieve específicas de un determinado tipo de clima, aunque en algunos sean predominantes unas concretas (valles glaciares en climas fríos, dunas en zonas de desiertos…)

De todo lo expuesto se deduce que la acción del clima resulta fundamental en cada región y que actúa condicionando la respuesta de cada estructura geológica.

PALEOCLIMAS Y HERENCIAS MORFOCLIMÁTICAS

LOS CLIMAS DEL CUATERNARIO

Es en el Cuaternario cuando se han podido detectar mejor los continuos cambios ambientales. A lo largo de las eras geológicas se han sucedido una serie de climas diferentes unos y similares otros, son los denominados paleoclimas.

Los climas del Cuaternario se han podido estudiar gracias al análisis de las huellas que han dejado en distintos medios (limos marinos, varvas de los glaciares, suelos fósiles, restos prehistóricos…); de todos estos estudios se ha extraído como conclusión la existencia de una serie de sucesivas glaciaciones.

Una de las áreas donde se han realizado dichos estudios son los Alpes, donde se han obtenido cuatro glaciaciones, Günz, Mindel, Riss, Würm; esta última glaciación terminó en un periodo de intenso frío y desde entonces se han sucedido períodos de frío y calor de mayor o menor duración.

Entre las glaciaciones (en las que el hielo cubría gran parte del continente europeo) se intercalaron periodos interglaciares, en los que el clima era más cálido. Al sur de las áreas cubiertas de hielo se establece la existencia de períodos pluviales e interpluviales.

En cada dominio morfoclimático se puede observar la existencia de formas que se están originando en la actualidad, llamadas formas vivas, y la de otras cuya formación fue en épocas pasadas y denominadas formas heredadas o relictas.

A la vez que el clima hay otros actores, dependientes de él, que han influido en la configuración de las citadas formas relictas; uno de ellos es la vegetación. Los paleoclimas llevaban asociado un característico tipo de vegetación que no tiene por qué coincidir con el actual; ese tipo de clima propiciaba o desfavorecía la actuación de los distintos tipos de erosión, por lo que daba lugar a diferentes formas de relieve.

Otro aspecto a destacar es la acción erosiva del hombre, aunque en aquella época resultaba mínima comparada con la actual.

Trasladar en el tiempo cómo ha sido la actuación de la erosión en el pasado es una tarea complicada; determinadas formas son fáciles de reconocer, pero hay otras ocasiones en que es muy difícil determinar si las formas que vemos son de épocas pasadas o no.

Como norma general se puede afirmar que cuando una determinada forma de relieve no ha podido producirse en las condiciones bioclimáticas de la región en la que se encuentra, es evidente que es una forma del pasado, es decir, una forma relicta.

El sistema bioclimático actual es el que permite la conservación o no de las formas que se originaron en el pasado. Unos dominios morfoclimáticos se consideran activos o muy dinámicos (la erosión hace desaparecer las formas del pasado, como los periglaciares, tropicales húmedos y los de alta montaña) y otros dominios son poco activos, y estos son los que conservan las formas heredadas (como los dominios desérticos). Entre estos dos extremos existen áreas en las que se produce una situación intermedia (sabanas y estepas semi-áridas).

Cuando conviven formas actuales y formas heredadas se pueden dar dos situaciones, una es que tanto las formas actuales como las heredadas que se hayan formado bajo un mismo dominio morfoclimático serán homogéneas, y otro caso será que las formas actuales y las heredadas sean diferentes por haberse originado bajo condiciones morfoclimáticas muy distintas y el resultado será heterogéneo.

LAS GRANDES ÁREAS MORFOCLIMÁTICAS

DIVISIONES MORFOCLIMÁTICAS

En 1950, Peltier relacionó dos parámetros climáticos, temperatura media mensual y precipitación total anual, con cinco procesos geomorfológicos; así mismo distinguió dos elementos morfogenéticos, los procesos de meteorización y los agentes de transporte. Como resultado de ese análisis propuso nueve regiones morfogenéticas diferenciadas por un conjunto de procesos geomorfológicos característicos. Otros geomorfólogos han tratado de hacer nuevas regiones sin llegar a un acuerdo. De estos numerosos intentos de dividir la Tierra en áreas o dominios morfoclimáticos se deducen serias dificultades. Basándose en criterios climáticos y biogeográficos, Tricart realizó la división morfoclimática de la Tierra en cuatro zonas, con subzonas.

LA ZONA MORFOCLIMÁTICA FRÍA

Se localiza en las altas latitudes de ambos hemisferios, más allá del paralelo 60o; su criterio diferenciador es el frío y las precipitaciones en forma de nieve. Dentro de esta zona se establece una subdivisión en dominios, el glaciar y el periglaciar.

DOMINIO GLACIAR

Su característica fundamental es la presencia permanente de hielo, por lo que su límite coincide con el de las nieves perpetuas (o con el clima EF de Köppen). Los procesos: el hielo es un agente erosivo que ejerce una labor de ablación y transporte a la que se suma la de las aguas de fusión que aparecen en los márgenes de los casquetes glaciares y por debajo de cierta altura en los glaciares. Junto a la labor erosiva del hielo y el agua, actúa otro agente, el viento.

En el dominio morfogenético glaciar predominan los procesos mecánicos, pero se ven limitados porque los cambios de temperatura son muy escasos y casi siempre por debajo de los 0o C. En este dominio el agente morfogenético dominante es el glaciar, que posee una gran capacidad de acción (abrasión, sobreexcavación, transporte, acumulación y evacuación).

Las formas resultantes: son de abrasión, ablación y acumulación. Estas formas que resultan tras la acción de glaciares y casquetes se pueden estudiar en zonas antes cubiertas por los hielos pero en las que hoy han desaparecido y se encuentran fuera del dominio glaciar.

DOMINIO PERIGLACIAR

Se encuentra en todas las áreas de clima frío cuyas temperaturas pasan varias veces por el umbral de 0o C (tª de congelación del agua y fusión del hielo), y cuyo régimen de precipitaciones asegura la cantidad necesaria de agua para darse dichos cambios de estado.

En el dominio periglaciar (a diferencia del glaciar) existen suelos y vegetación (de forma escasa, poco desarrollada y discontinua) aunque insuficientes para cambiar el carácter abiótico del medio en el que se desarrolla el relieve.

Los procesos: el sistema morfogenético de este dominio se caracteriza por la abundancia de procesos mecánicos de meteorización (gelifracción, gelivación o crioclastia), siendo también importantes los procesos de disolución.

Lo esencial del proceso erosivo es la acción de la alternancia hielo-deshielo, y su acción varía en función del tipo de roca; si la roca es porosa el agua penetra por sus poros y al helarse la va triturando hasta formar arenas y gravas (microgelifracción), y si la roca está fisurada el agua penetra por dichas fisuras y al helarse la fragmenta en bloques y cantos angulosos (macrogelifracción).

En cuanto a la dinámica de vertientes es muy importante la acción de la gravedad, los desplazamientos en masa, la arroyada de las aguas fundidas y algunas de las acciones de movilización de partículas (crioturbación, pipkrake); todos estos procesos dan lugar a la aparición de abundantes materiales que deben ser evacuados por los cursos de agua (también la nieve y el viento pueden evacuar dichos materiales).

En la formación de este modelado periglaciar, además de los procesos vistos también intervienen una serie de factores condicionantes como las características de la roca, el volumen de agua disponible, duración e intensidad de la helada, frecuencia…

Los procesos analizados son predominantes en regiones frías y en la zona en la que el subsuelo permanece siempre helado o se deshiela brevemente en la estación más cálida; este hecho sirve para establecer la primera diferencia dentro de este dominio, y hacer la división entre regiones con pergelisol o permafrost (suelo permanentemente helado en profundidad) o suelo sin hielo.

Las formas resultantes: en el modelado de las vertientes se forman conos de derrubios al pie de un talud de mayor o menor pendiente, constituido por materiales acumulados; se dan también vertientes de goletz, de aspecto escalonado y horizontal que está separado por abruptos taludes; otra forma son las vertientes de gelifluxión, donde los materiales suelen sufrir desplazamientos en masa; y por último podemos encontrar nichos de nivación, que tienen a su pie un cono de acumulación por crioclastia.

En las llanuras periglaciares, que se formaron por el desbordamiento de ríos, aparecen unas curiosas formas llamadas pingo e hidrolacolitos (montículos producidos por la acumulación de hielo en el subsuelo que al fundirse pueden dar lugar a pequeñas balsas; pueden ser de diversos tamaños). En el enlace entre llanura y montaña destacan importantes glacis de acumulación debido a la acción de aguas de arroyada.

Otra formación muy característica son los suelos poligonales, que se trata de formaciones de figuras geométricas dibujadas por las piedras removidas por el hielo-deshielo; junto a estas formas aparecen otras denominadas césped almohadillado, que consiste en pequeños montículos de tierra recubiertos de vegetación.

Otro fenómeno observable con gran facilidad es el pipkrake, y es la aparición de pequeñas columnas de hielo que llevan en su cima pequeñas partículas de tierra y que al derretirse son transportadas a escasa distancia; parece ser que este fenómeno es la causa fundamental del suelo poligonal y de otra formación como el enlosado nival.

Por último, unas formas periglaciares debidas a otro agente erosivo, el viento, son los campos de piedras, la formación de dunas y la acumulación de loess.

Tipología de dominios periglaciares: el autor Tricart diferencia tres; uno es el desierto de gelivación (se da en altas latitudes y no tiene vegetación; sus procesos dominantes son la crioturbación y la crioclastia), el siguiente es la tundra (se da en climas más suaves y húmedos) y finalmente la zona de transición (aparece el bosque pero con permafrost).

Las regiones periglaciares actuales estuvieron en su día cubiertas de hielo, por eso podemos encontrar formas periglaciares relictas en las actuales zonas templadas.

LA ZONA MORFOCLIMÁTICA DE LATITUDES MEDIAS

Se localiza entre la tundra y los desiertos subtropicales y predominan en ella zonas que se caracterizan por tener una vegetación natural de bosque.

El dominio templado-húmedo se denomina también dominio forestal de latitud media (climas Cf, Cs, Df y Dc de Köppen) y sus temperaturas son moderadas, la pluviosidad es media-alta distribuida regularmente y el régimen hídrico es estacional. Todas estas características favorecen la formación de suelos bastante bien desarrollado y la existencia de formaciones vegetales; la vegetación se interpone entre los agentes meteorológicos y el roquedo, lo que hace que las acciones de modelado sean indirectas y que la erosión se vea atenuada por ellos.

Consecuentemente, los procesos mecánicos son poco relevantes, predominando los procesos químicos, aunque sin excesiva intensidad debido a las moderadas temperaturas.

En la zona templada forestal el aspecto fundamental es la existencia de una importante capa de vegetación, lo que hace que la influencia del clima sea indirecta; por una parte, la presencia de bosques frena las acciones mecánicas y por otra las moderadas temperaturas hacen que los procesos químicos no sean intensos.

Estas condiciones bioclimáticas favorecen la conservación de paleoformas cuaternarias, por lo que el relieve que podemos observar hoy serán formas heredadas del pasado.

Pero esta zona no es homogénea y se pueden distinguir distintos dominios.

DOMINIO MARÍTIMO

Tiene un régimen de precipitaciones regular a lo largo del año y unas temperaturas suaves con reducida amplitud térmica. La acción del hielo es reducida y los ríos tienen un régimen muy regular (clima Cf de Köppen); estas características provocan procesos mecánicos escasos y predominio de los químicos, aunque poco activos por las débiles temperaturas.

DOMINIO CONTINENTAL SECO

El clima es contrastado, con inviernos fríos; la temperatura se caracteriza por su gran amplitud y las precipitaciones son menos abundantes. Su distribución sigue un régimen muy contrastado, alternando el hielo y la aridez (climas Da y Db de Köppen). Los suelos son extensos pero poco desarrollados y la cobertera vegetal es de matorral, lo que reduce la acción protectora, lo que supone que los procesos mecánicos sean más importantes.

DOMINIO TEMPLADO MEDITERRÁNEO (TIBIO)

En el dominio tibio, el clima mediterráneo ocupa la mayor extensión, por lo que también se denomina dominio templado mediterráneo o subdominio mediterráneo (Csa de Köppen). Las alternancias de estaciones secas y húmedas juegan un papel fundamental en la morfogénesis, ya que por un lado, provocan dilataciones y retracciones hidroclásticas (cambios de volumen en las arcillas) y superficies de discontinuidad hídrica que facilitan los desplazamientos.

Así mismo los ríos tienen un régimen contrastado, con épocas de crecida (erosión y transporte) y otras con épocas de estiaje (sedimentación). Las precipitaciones favorecen las arroyadas.

Es evidente con estos datos que la acción de procesos mecánicos es significativa, pero sin predominar sobre las químicas y bioquímicas.

LA ZONA MORFOCLIMÁTICA ÁRIDA O XÉRICA

La sequía es la característica fundamental; sus condiciones climáticas se corresponden con la clasificación BS y BW de Köppen. Sus formaciones edáficas son esqueléticas y de vegetación escasa y xerófila. Se desarrolla en latitudes tropicales y templadas.

Los procesos: las acciones mecánicas son los procesos dominantes. Las grandes oscilaciones térmicas llegan a provocar fragmentación en las rocas, y la esporádica presencia de agua y su rápida evaporación produce cambios de volumen en las rocas, lo que se une a la fragmentación. Los procesos químicos son lentos pero destacables los de disolución-precipitación; se produce disolución ya que el agua que penetra y se halla en el suelo sufre ascensiones provocadas por la evaporación arrastrando en ese ascenso sustancias disueltas que precipitan en la superficie, así se producen las pátinas o barnices, y si las partículas que ascienden son de mayor tamaño se originan costras.

A pesar de la aridez son las aguas corrientes las que juegan un papel esencial en los procesos morfogenéticos, y suelen ser además de carácter torrencial ya que el terreno sin vegetación no la frena y el suelo es poco apto para la infiltración, todo esto hace que la arroyada tenga un papel importante.

Otro agente fundamental es el viento, cuya acción se ve favorecida por la ausencia de vegetación y por la sequía del ambiente.

Las formas resultantes: los glacis se extienden al pie de algunos relieves estructurales montañosos, se enraízan en la vertiente montañosa para enlazar con un valle o depresión, y se forman unas veces por ablación (erosión) y otras por acumulación, pero siempre como resultado de la erosión areolar o lateral del agua corriente. Los uadis son cauces o valles secos de las áreas desérticas por lo que sólo corre agua de forma ocasional. Las ramblas son cauces típicos de los países áridos por lo que las aguas sólo corren cuando las lluvias son los suficientemente abundantes. Las hamadas son grandes llanuras planas o muy poco accidentadas en las que no existe dirección fluvial.

Los glacis, uadis y hamadas a menudo convergen en depresiones cerradas que suelen encontrarse a menor altura que el nivel del mar.

En esta zona son también muy características las formas debidas a la acción del viento, que las origina por ablación o erosión (yardang, rocas facetadas o rocas seta) y por acumulación (dunas).

Tipología de dominios áridos: la escasez de agua no es uniforme en toda la zona xérica, y según su déficit de agua se establece una tipología de dominios áridos.

  • Dominio semiárido o de estepa: se localiza alrededor de los grandes desiertos y en las zonas áridas templadas; coincide con los climas Bs de Köppen. La vegetación y el agua son escasos por lo que la cobertera vegetal no puede proteger de la erosión. Además la erosión antrópica (el hombre) que rotura tierras, usa la poca cobertura de alimento para ganado…da lugar a un intenso abarrancamiento y erosión.
  • Dominio árido: extensiones con una escasez de agua importante, lo que provoca vegetación xerófila y discontinua. Las precipitaciones son escasas y coincide con los climas BW de Köppen. No existe una red hidrográfica organizada y el agua circula en forma de arroyada difusa. Los procesos fundamentales son debidos a la meteorización mecánica, a la erosión del viento y a las aguas de arroyada. Se desarrollan glacis.
  •  Dominio hiperárido: es el caso más extremo de aridez con ausencia total de precipitaciones incluso durante años. Los procesos de meteorización son exclusivamente térmicos (termoclastia); pero son muy importantes los generados por el viento, aunque su evolución es muy lenta. En este dominio hay que hacer mención especial a los desiertos costeros que son consecuencia de las corrientes frías donde la existencia de frecuentes nieblas producen en la roca importantes procesos de meteorización química (hidratación).

Estepa

LA ZONA MORFOCLIMÁTICA TROPICAL

Se caracteriza por su elevada y constante temperatura (18o C), el volumen de precipitaciones es abundante y coincide con los climas A de Köppen. La diferencia fundamental entre los climas tropicales húmedos es la existencia de estación seca.

La presencia del calor y las elevadas precipitaciones favorecen los procesos químicos, y las rocas se ven muy alteradas por estas condiciones; los procesos mecánicos apenas se dan debido a la ausencia de hielo y la escasa variación térmica.

Los caudalosos ríos que recorren esta zona evacuan en suspensión materiales muy finos, resultado de los procesos químicos, y como consecuencia de esto la acción de abrasión de los ríos es muy pequeña.

La diferencia de precipitaciones entre los que tienen estación seca o no, nos hace diferenciar dos dominios, el de selva y el de sabana.

DOMINIO TROPICAL DE SELVA

Se extiende en torno al Ecuador y sus temperaturas son permanentemente cálidas (+18o C), las precipitaciones son abundantes y sin casi diferencias estacionales. Coincide con los climas Am y Af de Köppen.

Las abundantes y constantes precipitaciones junto con las altas temperaturas favorecen la aparición de un bosque denso o selva donde los procesos químicos son los más abundantes.

Las rocas se descomponen constantemente por disolución, hidratación e hidrólisis; estos procesos generan gran cantidad de rocas meteorizadas. En este dominio morfoclimático tiene lugar de forma generalizada el proceso de laterización (el suelo se vuelve de color rojizo debido al óxido de hierro) por lo que el suelo se vuelve estéril. Las rocas se ven alteradas lentamente y de forma superficial, lo que provoca su descamación, exfoliación y disgregación granular.

La acción de la arroyada y la reptación también está presente en este dominio a pesar de la abundante cubierta vegetal; la deforestación masiva puede provocar la aparición de grandes movimientos en masa.

Los modelados de este dominio son las medias naranjas (pequeñas colinas de forma semiesférica), los panes de azúcar (formaciones que sobresalen bruscamente en una superficie plana), los pitones, los domos graníticos, los mogotes y los pitones kársticos (a modo de torres emergen sobre una superficie llana).

DOMINIO TROPICAL DE SABANA

El aspecto morfoclimático fundamental es la existencia de una estación seca. Se corresponde con los climas Aw de Köppen. Aquí los procesos más generalizados son de origen químico, aunque no se debe menospreciar los mecánicos.

La sucesión de estación húmeda y seca va a favorecer la aparición de procesos de distinta naturaleza; mientras que cuando llegan las lluvias, después de la estación seca, encuentran una tierra seca y endurecida en la que la arroyada tiene un papel fundamental; en la época lluviosa se observan procesos producidos por la infiltración del agua, dando lugar a procesos de solifluxión, deslizamientos…

En el dominio de sabana existe escasa infiltración y lixiviación (los materiales solubles de los horizontes superiores de un suelo son arrastrados por la acción continuada de las aguas descendentes por gravitación), sin embargo es muy importante la ascensión del agua contenida en el suelo, y debido a la intensa evaporación por la cual aparecen concreciones que pueden llegar a crear corazas de gran dureza. Cuando el horizonte A del suelo es destruido, estas corazas afloran a la superficie y originan plataformas acoradas.

Los ríos tienen un régimen irregular y transportan los materiales más gruesos, arenas y gravas que aumentan el papel erosivo. Además debemos mencionar la erosión antrópica ya que el hombre al roturar el bosque ha provocado la aparición de sabana en áreas antes ocupadas por la vegetación de selva.

LA MORFOGÉNESIS EN ÁREAS DE MONTAÑA

En todos los tipos de climas existen áreas de montaña que presentan características diferentes de las de la zona climática en la que están insertos. Las montañas muestran un escalonamiento altitudinal en pisos que no se encuentran a la misma altura en todas las montañas debido a distintos factores (exposición al sol y latitud).

La altitud marca claros contrastes en el clima de las montañas, ya que recordemos que la temperatura del aire disminuye con la altura, que las precipitaciones son más abundantes en las laderas expuestas a vientos húmedos, que los rayos solares atraviesan menor espesor de troposfera, que la amplitud térmica en las montañas es mayor y por último que en ellas se forman vientos locales entre el valle y la montaña. En la meteorización física las bajas temperaturas y la abundante humedad favorecen los procesos de gelifracción yla abundante precipitación favorece la escorrentía que actúa con gran fuerza por las pendientes montañosas. Debido a las bajas temperaturas y a las precipitaciones en forma de nieve, se forman hielos y nevé, dando lugar a la aparición de glaciares.

Además de la altitud, las pendientes también favorecen la aparición de formas debidas a los fenómenos de ladera.

En una misma zona montañosa, las características del clima y por lo tanto de la vegetación, varían con la exposición a los rayos solares. La solana, al recibir más luz que la umbría, se ilumina y calienta más, por lo que los árboles alcanzan mayor nivel; en cuanto a la vertiente de barlovento, al recibir mayores precipitaciones, también favorece al tamaño de los árboles. Todo esto origina que existan pisos morfoclimáticos y que estos estén a diferentes alturas.

LOS PISOS MORFOCLIMÁTICOS

De forma general, se puede considerar la existencia de tres pisos morfoclimáticos fundamentales: forestal, periglaciar y glaciar.

  • Piso forestal: es la parte inferior de la montaña; aquí la vegetación actúa como filtro de algunos agentes meteóricos, facilita la infiltración de agua de lluvia gracias a las raíces, pero sin embargo también intercepta parte de la precipitación no dejándola caer directamente y atenuando la erosión del suelo. En este piso se dan grandes alteraciones de las rocas y los movimientos en masa por las vertientes son muy importantes.
  • Piso periglaciar: está inmediatamente por encima del forestal, y aquí el agente modelador fundamental es la acción hielo-deshielo. En este piso periglaciar de montaña no suele existir un subsuelo permanentemente helado, pero sí puede darse que una capa de nieve lo recubra gran parte del año, lo que evita la acción del hielo, pero favorece la aparición de otros fenómenos como las avalanchas y las aguas de fusión.

Los procesos más importantes aquí son la gelifracción, la gelifluxión y la solifluxión; la acción erosiva principal es la mecánica.

  • Piso glaciar: inmediatamente por encima del periglaciar y a partir del nivel de las nieves perpetuas. Se caracteriza por estar cubierto de hielo, y su agente fundamental también es el hielo, que arranca, transporta y deposita los materiales.

lunes, 27 de octubre de 2025

EL LAGO

Hay noches en la vida de todo hombre que jamás olvidará. Yo, como muchos otros, recuerdo varias. Sin embargo, son las noches traumáticas las que recordamos con más intensidad. También solemos hablar poco de esas noches fatídicas.

Ha pasado ya tiempo pero lo recuerdo como si fuera ayer.

Y ahora que todos duermen...
...

El cántico que provenía del bosque era nuevo. Se deslizó a través de la mosquitera rota, con un ligero olor a lodo de río y hierba recién cortada. Las cortinas se levantaban y caían. La mecedora del porche crujía. En el jardín, las hojas de arce se alzaban pálidas hacia el cielo como si estuvieran listas para revelar un secreto. Me quedo allí, con la mano en el marco de la puerta, y dejo que el viento me suba por la parte interior de la muñeca, cuando tenía una mano que me daba seguridad y normalidad.

¿Dónde estás? Miro alrededor y, aunque aún no te conozca, sé que no estás; y te busco siempre, siempre lo hago, pero no, no estás, nunca estás… ¿O es acaso que cruzas de un modo tan rápido, tan fugaz a través de mis sentidos, que tu luz apenas tiene oportunidad para dejar un suave brillo en torno a mis ojos, un brillo tenue pero evidente y que me consiga alertar?

Oía una voz distante que cantaba desde el horizonte. Por dentro, estaba tranquilo y hipnotizado. Era una euforia similar a la que las drogas solían devolverme en mis años de locura. La voz seguía llamaba. Guiaba mis pasos y me marcaba el rumbo. Casi sin pensar, mis pies siguieron un camino invisible mientras mis pasos continuaban sin rumbo ni destino conocido. La dulce melodía se agolpaba en mis oídos y llenaba mi mente, transportándome a un mundo idílico.

"No te preocupes, cariño. Yo me encargo"

El terreno descendía a medida que se acercaba al lago, primero gradualmente, luego abruptamente, por lo que se vio obligada a adoptar un vergonzoso paso arrastrando los pies para mantener el impulso al descender la colina. Los cánticos no solo se hacían más fuertes a medida que se acercaba, sino también más apasionados.

No sé dónde, pero sé que andas por ahí, que estás... oculta en algún lado. ¿O tal vez tan sólo existes en un rincón escondido de mi mente? No, sé que estás. Y lo sé porque te distingo en mis deseos y te intuyo mientras duermo. Pero no te veo. Y no, no te escucho. Imagino sin consciencia la textura de tu piel, siempre despierta pero ensimismada. Aunque no, no te he tocado.

Quizás pase mi vida y se vaya para siempre al lugar de los olvidos sin que tus ojos queden fijos jamás en los míos. Quizás esa sonrisa que revuelve mis neuronas sea únicamente un dibujo, una ilusión, un juego de mi mente que te busca y no te encuentra.

"No te preocupes, cariño. Yo me encargo"

El bosque le escupió justo a la orilla del lago. El efecto fue desconcertante: en un momento estaba mirando la hierba bajo sus pies, concentrándose en no torcerse un tobillo, y al siguiente se hundía ligeramente en la arena húmeda.

¿No estás?, o es que enredas y te ocultas, y te haces invisible y me rondas y me miras, y confías como yo en que esto que ambos ansiamos, en que este amor guardado aguardando la ocasión, escapará de nuestros cuerpos por sorpresa cuando menos esperemos, y será como una explosión, y creará una nube blanca que ocultara el mundo, a todo y a todos, salvo a ti y a mi. Y entonces nada más habrá, y nada más querremos. Tú y yo. Nada más.

¿Estás?, ¿estás y juegas con mi anhelo, con mi deseo, con mi pasión; y juegas con mi fuego? ¿Estás y sueñas como yo porque tampoco me encuentras, porque tampoco me ves? Desordenado se halla el mundo, el tiempo y el espacio, y es por esto por lo que no logramos encontrarnos. Estás donde no estoy, estás cuando no estoy, estoy donde no estás, estoy cuando te vas.

"No te preocupes, cariño. Yo me encargo"

La noche hizo aparición mientras caminaba por el sendero del bosque. Mis pasos seguían el camino invisible, guiado por la voz. Los árboles fueron arropándome en la oscuridad. Un claro apareció entre la espesura donde había un lago tranquilo. El aire húmedo llenó mis pulmones. Cuando estamos sin prisa y somos prudentes, percibimos que sólo las cosas grandes y dignas tienen una existencia permanente y absoluta; que los temorcillos y los placeres despreciables no son sino la sombra de la realidad. Esto es siempre regocijante y sublime. Los hombres cierran los ojos, dormitan y consienten en ser engañados por las apariencias; así establecen y confirman su vida diaria de rutina y costumbre en cualquier parte, la que, además, está edificada sobre bases puramente ilusorias. Mi cerebro apenas podía procesar el ruido de las olas. Fue entonces cuando oí un sonido extraño. Supongo que todos los sonidos son raros cuando no has oído nada en décadas, pero esto era diferente a todo lo que recordaba. Entonces ocurrieron dos cosas casi simultáneamente: primero, el sol por fin se escondió tras el horizonte, dejando solo un tenue resplandor anaranjado en su centro; segundo, una fuerza invisible me llamaba desde las profundidades del lago.

"No te preocupes, cariño. Yo me encargo"

Una voz distante cantaba desde el horizonte. Por dentro, estaba tranquilo y hipnotizado. Era una euforia similar a la que las drogas solían devolverme en mis años de locura. Me imagino que era prácticamente lo mismo que oyeron segundos antes de morir. El aire se mezcló en el pelo y me quitó el sudor del cuello. Cuando las cortinas respiren esta noche, escucharé. A veces el viento es el tiempo. A veces es el recuerdo. A veces es una promesa. Y cuando la brisa roza mi piel, suave y fría, sé que no estoy solo. Así, empujados siempre hacia nuevas riberas,llevados sin retorno en la interminable noche,¿no podremos nunca en el mar de los tiempos echar el ancla algún día? Porque cuando el lago suspira, juro que puedo oírlo: No te preocupes, cariño. Yo me encargo.
...

La policía ya había acordonado la zona. Los transeúntes habían encontrado un cuerpo flotando en el lago. Rápidamente dieron la voz de alarma y varios agentes del cuerpo aparecieron. Las sirenas de los coches patrulla rompieron el silencio monótono del parque y las voces de los agentes ausuatron a los pájaros que habitualmente estaban cerca. 

El equipo forense hizo por fin acto de presencia. Determinaron que el hombre de mediana edad se había ahogado en el lago debido a la cantidad de agua encontrada en sus pulmones, su temperatura corporal y  su ropa empapada.  Todavía era pronto para determinar la hora de la muerte, pero la causa de esta era evidente. Levantaron el cadáver y lo colocaron en un bolsa negra, camino de la morgue.

El policía suspiró. ¿Cómo es posible que la gente no fuera tan precavida? ¿A quién se le ocurre? No se sabe muy bien la profundidad del lago, pero es engañoso… Comienza con aguas cristalinas para de repente ser una oscuridad y tenebrosidad muy clara. Nunca puedes fiarte. ¿Qué querrán saber? Tanta autopsia; para qué, si no ven nada. No saben para qué los abren: un mito, una superstición, una recolección de cadáveres, creen que tienen una virtud dentro, animistas, están buscando un secreto y en cambio no dejan que busquemos los que podíamos encontrar algo, pero qué va, para qué, tiene razón, Otro día más. Divagando como siempre. Monotonía. Eterno papeleo. ¿Qué iba a hacer yo? ¿Qué tenía que hacer yo?. Iba a ser un día muy largo: papeleo, investigación, atender a la prensa, ahuyentar a los curiosos... un día de cansancio y estrés.

Mientras se sumergía en una maraña de pensamientos, una voz suave, un leve susurro, una melodía le rozó los oídos. Era un canto espiritual que le alejó por un momento del ruido, del bullicio y de ese horrible día que empezaba .

"No te preocupes, cariño. Yo me encargo"

sábado, 25 de octubre de 2025

TEMA 11. MODELADO DEL RELIEVE POR ACCIÓN DE LAS FUERZAS EXTERNAS II. LA EROSIÓN

INTRODUCCIÓN. LA EROSIÓN DEFINICIÓN Y ENFOQUES DE ESTUDIO

Con el tiempo los materiales que resultan de la alteración de las rocas, que van siendo movilizados por las vertientes, son transportados hacia zonas de sedimentación marina o continental. El transporte es llevado a cabo por varios agentes que ponen en funcionamiento numerosos procesos de erosión. La erosión consta de tres fases, la inicial es el desgaste de materiales, la segunda fase consiste en el desplazamiento de los materiales desgastados, y finalmente se produce la acumulación. En la erosión se produce, por tanto, destrucción y construcción de relieve.

LOS CONCEPTOS DE CICLO DE EROSIÓN Y EROSIÓN NORMAL DE DAVIS

William Morris Davis fue un geógrafo norteamericano que vivió hasta 1934 y se le considera el fundador de la geomorfología. Con Davis la ciencia de las formas de relieve toma distancia de la geología y se plantea un objeto, un vocabulario y unos métodos propios; elaboró una doctrina que organizó en torno a dos ideas esenciales, el ciclo de erosión y la erosión normal.

El concepto de ciclo de erosión concibe el relieve terrestre como resultado de una evolución, consistente en que en una región caracterizada por un relieve pronunciado, a partir de la labor realizada por los ríos y la dinámica de vertientes, se iría produciendo un desgaste continuo, que dejaría la zona reducida, a través de muy largos períodos de tiempo, a un relieve insignificante. En la evolución, Davis distinguía tres etapas, que serían de juventud, madurez y vejez; el resultado de esta sucesión de fases sería la formación de una superficie de erosión, un relieve aplanado, al que denominamos penillanura, en el que tan solo afloran algunos relieves residuales. La penillanura de Davis en realidad no sería la última fase, ya que no se puede concebir un cese absoluto de la erosión, sino que, antes de llegarse a una situación equivalente a la inicial, un nuevo levantamiento provocaría el rejuvenecimiento del relieve y la génesis de un nuevo ciclo.

El siguiente concepto es el de la erosión normal. El papel fundamental en la evolución lo consideraba ejercido por los cursos de agua, especialmente por los ríos. La erosión normal, es decir, la habitual y más generalizada sería la fluvial, la cual consideraba como responsable de los aspectos fundamentales del modelado del relieve terrestre.

LOS SISTEMAS MORFOGENÉTICOS

Con los años se flexibilizó la idea de evolución cíclica y se fue enriqueciendo el concepto de erosión. La aparición de la geomorfología climática supuso el comienzo de una nueva forma de explicar el modelado terrestre. En la nueva concepción se considera que los grandes arrasamientos no son el resultado de sucesivos ciclos de erosión normal, sino que se forman por la actuación sucesiva de varios sistemas morfogenéticos relacionados con variaciones bioclimáticas.

La erosión se produce como un sistema de procesos elementales, dependiendo de la frecuencia y la eficacia de su actuación, unos procesos son dominantes y otros auxiliares; hay por tanto entre ellos una jerarquía, que es la que permite diferenciar los sistemas morfogenéticos.

Un sistema morfogenético no es la simple suma de procesos elementales, sino un sistema de relaciones entre procesos, unos dominantes y otros subordinados, que actúan condicionados por una serie de factores.

LOS GRANDES AGENTES DE EROSIÓN

El agua, los glaciares, las aguas marinas en la costa y el viento son los grandes agentes, sin olvidar a los propios seres humanos.

ACCIÓN EROSIVA EJERCIDA POR LAS ACTIVIDADES HUMANAS

La actividad de los hombres ha constituido una forma de erosión, que no ha parado de incrementar sus efectos. Se habla en este caso de erosión antrópica. Las acciones humanas desencadenan, o potencian, procesos que son llevados a cabo por los agentes naturales (como deforestaciones…).

El papel del hombre como agente de erosión no consiste solamente en su capacidad de intensificar los procesos naturales, sino que también es capaz de introducir modificaciones en las combinaciones de procesos que tienen lugar en la naturaleza. Aunque el hombre lleva relativamente poco en la Tierra, las crisis morfogenéticas que provoca son de gran transcendencia.

La explotación agraria es la causa principal de erosión antrópica, y los avances históricos no han hecho sino incrementar los efectos. No obstante, la erosión antrópica, que tiene grandes consecuencias para la vida humana, no llega a tener incidencia destacable en la modificación del aspecto del relieve.

DINÁMICA Y MORFOGÉNESIS FLUVIAL

Las aguas corrientes completan el ciclo hidrológico de la superficie; todas las áreas continentales que reciben aportes de agua líquida en cantidad tienen corrientes de agua permanentes.

La labor erosiva de las aguas corrientes se lleva a cabo por la arroyada elemental, por los torrentes, los uadis y los ríos.

TORRENTES Y UADIS

Un torrente es un curso de agua corto, que circula por un cauce fijo, de acusada pendiente y de forma temporal, su principal característica es ser episódico, pudiendo quedar seco gran parte del año. Consta de tres partes, la cuenca de recepción (es la parte alta y con forma de embudo, se forma en las laderas y cada aporte de lluvia la hace ensanchar y profundizar; la labor de erosión predominante es la de excavación), el canal de desagüe (es la zona media y está inscrito en una garganta; se da la excavación y la erosión lateral, pero predomina el transporte), y el cono de deyección (la pendiente se suaviza porque llega al valle y el torrente pierde velocidad; se depositan los materiales transportados y sobre ella el agua se va repartiendo en canales divergentes).

Los uadis son cursos de agua intermitentes, propios de regiones áridas, que se concentran en lechos bien definidos y por cuyo fondo circulan canales anastomosados (bifurcaciones) que están rodeados de bancos de arena o piedra y donde se puede desarrollar vegetación esteparia; hacia la parte más baja las orillas se atenúan y terminan por desaparecer, generalmente por infiltración o al mar.



LOS RÍOS

Son corrientes de agua permanentes, que circulan por un lecho y se organizan en redes, realizando las labores de erosión, transporte y acumulación.

La actividad del río y sus características están condicionadas por factores físicos y biogeográficos.

El río recibe las precipitaciones de su cuenca; de ellas una parte se evapora y otra se infiltra en el terreno, desde donde puede llegar al río a través de las fuentes. El caudal del río resulta, por tanto, de la suma del agua de las precipitaciones más la aportada por las fuentes (menos la infiltración y la evaporación).

Otros factores físicos fundamentales están relacionados con el relieve y las características del roquedo (la altitud, la pendiente, la exposición a los vientos y la naturaleza del roquedo).

La vegetación es el principal factor biogeográfico que incide en el río porque además de interceptar parte de la precipitación puede actuar regulando los aportes y frenando las crecidas.

Tampoco podemos olvidar la acción del hombre, que de forma voluntaria o involuntaria interviene en los ríos (tala de bosques, roturación y puesta en cultivo de tierras, construcción de embalses, canales…)

REDES Y REGÍMENES FLUVIALES

Los cursos fluviales se organizan en redes jerarquizadas y estructuradas, que aseguran el drenaje de una cuenca. La cuenca hidrográfica es la superficie de terreno cuyas aguas afluyen a un mismo río. Los límites de la cuenca están en las divisorias de aguas, que son las líneas que marcan el límite entre las aguas que van a un río y a las del adyacente.

El río se forma con la concentración de las aguas de escorrentía de toda su cuenca, que le llegan de forma directa (a través de la superficie) y de forma indirecta (escorrentía subterránea).

Las redes de drenaje están formadas por un colector principal y una serie de afluentes; las formas de las redes de drenaje son muy variadas y las hay de tipo paralelo, radiales, rectangulares, dendríticas…

Los ríos presentan lo que denominamos un régimen fluvial, y depende de cómo sea su alimentación principal; hay tres regímenes principales, el glaciar (de zonas altas de montaña donde hay nieves perpetuas y glaciares; tiene aguas bajas en invierno y altas tras la fusión de las nieves), el nival (donde destacamos el nival de montaña donde el máximo cauce es en torno a junio porque la nieve acumulada por debajo del nivel de las nieves perpetuas se funde antes. En zonas de llanura de climas fríos continentales también hay una fusión en primavera de las nieves caídas en el invierno lo que puede provocar grandes crecidas) y el pluvial (este tipo tiene en las precipitaciones líquidas su alimentación principal y según el clima puede variar en pluvial oceánico y pluvial tropical; además en las zonas de clima mediterráneo hay un régimen pluvial).

En general los largos y grandes ríos pueden presentar regímenes complejos ya que atraviesan diferentes características climáticas en sus largos recorridos.

LA LABOR EROSIVA DE LOS RÍOS

El río tiene una potencia neta, que puede ser positiva, negativa o nula, que controla el sentido de su capacidad modeladora, erosiva. Se concibe el río como una corriente que fluye, no sólo sobre el cauce o talweg, que conforma una línea dibujada sobre la superficie continental, sino sobre franjas mayores, llamadas lechos, y dando gran importancia a su forma y al carácter turbulento de la corriente. Se considera que la corriente de agua y el lecho que la acoge constituyen un sistema, en el que interactúan ambos elementos, produciendo un trabajo geomorfológico controlado por el grado de turbulencia que posea la corriente.

La acción del río consiste en los tres procesos de erosión, transporte y acumulación de materiales.

Transporte de materiales por las aguas corrientes

Es la actividad fundamental del río. Esos materiales constituyen la carga o caudal sólido y que se caracteriza por su masa y calibre. La cantidad o masa de carga que el río puede transportar por unidad de tiempo define la capacidad del río y la masa de elementos más gruesos define su competencia. Cada río tiene una carga límite que puede transportar, que depende de la velocidad, del caudal y del tamaño de las partículas.

Además la turbulencia juega un papel esencial, pues cuanto mayor sea, más grande será la capacidad del río de movilizar materiales, y de mayor tamaño.

Hay diversas formas en que el río transporta su carga, como es por disolución, suspensión, deslizamiento y rodamiento, saltación.

A lo largo del curso fluvial hay diferencias ya que en la zona más alta y de más pendiente se movilizan bloques más grandes mientras que en las zonas más bajas y de menor pendiente disminuye el tamaño.

Acción erosiva del río

La acción erosiva propiamente dicha, se lleva a cabo por:

  • corrosión (acción disolvente y química del agua),
  • acción hidráulica (pérdida de cohesión y arranque de los materiales),
  • abrasión (desgaste del fondo y las paredes efectuadas por el choque de los materiales) y
  • desgaste o rozamiento (los propios materiales se redondean, pulimentan o desmenuzan).

En todo caso la casi totalidad del trabajo erosivo de las aguas corrientes se debe a la turbulencia.

Cuando la capacidad del río es superada para transportar materiales se produce la fase en la que los materiales se depositan, acumulan, dando lugar a las construcciones aluviales.

Formas de modelado resultante de la acción erosiva fluvial

Los ríos circulan concentrados en un lecho, que es la parte más excavada de los valles o depresiones drenadas. Las dimensiones del lecho se relacionan con el caudal que ha de drenar; se distinguen tres partes:

  • el lecho mayor (lecho máximo que puede ser ocupado, dentro de él y en periodos de aguas altas se puede ocupar el denominado lecho mayor periódico),
  • lecho menor (es la parte donde se concentran las aguas de estiaje y suele estar accidentado por aluviones y depósitos de cantos), y
  • el canal de estiaje (es el sector que siempre está sumergido y tiene un trazado sinuoso que en cada curva tiene un sector más profundo llamado surco).

El fondo del lecho está constituido por la roca in situ, que generalmente está cubierta con los materiales transportados.

Desde el nacimiento hasta la desembocadura el río va modelando un perfil, y ese perfil longitudinal dibuja una línea cóncava hacia el cielo; a lo largo de su recorrido el río va disminuyendo su pendiente y aumentando su caudal, al tiempo también aumenta de profundidad y anchura del lecho y disminuye la carga transportada. En su evolución el río tiende hacia un objetivo inalcanzable, el perfil de equilibrio (equilibrio perfecto entre la capacidad de transportar la carga y la de acumulación).

En punto más bajo de cada sector en un río es el nivel de base (desembocadura).

Meandros y saltos de agua

Los meandros, que alguien definió como sinuosidades de trazado de los cursos de agua, que se aparta de su dirección de escorrentía sin motivo aparente, para volver a ella después de describir una pronunciada curva, no son un fenómeno propio de corrientes tranquilas como a veces se cree. Se producen en tramos fluviales donde la actividad erosiva es similar o superior a la de acumulación.

Los meandros se presentan en series de diverso número, pero no aislados. Se forman por la combinación sistemática y alternante a lo largo del lecho de una acción de zapa en un margen (la cóncava del meandro) y la acumulación en la opuesta (margen convexa).

Dependiendo de la actividad de los meandros puede producirse un equilibrio, quedando como elemento estable del río, o reactivarse incrementando su actividad erosiva, hasta exagerar tanto la curvatura que dos meandros sucesivos llegan a unirse.

Los meandros sólo se desarrollan en terrenos suficientemente deleznables; la mayor parte de los lechos de meandros se forman sobre las zonas resultantes de la sedimentación de los ríos, es decir, sobre las llanuras aluviales.

En el curso alto y medio del lecho del río se dan unos accidentes llamativos cuando se tiene que salvar un desnivel muy brusco, son los saltos de agua; si son de grandes dimensiones y se desarrollan en una serie de peldaños se denominan cascadas y si son de gran desnivel y de mucho más caudal son cataratas. Se forman como consecuencia de la tectónica (fallas), por cambios de nivel o por diferencias de dureza en los materiales.

Meandro

Las formas producidas por acumulación

Como resultado de la actividad fluvial, al superarse la carga límite que puede transportar el río, se forman varias construcciones aluviales.

Se denomina aluviones a los depósitos fluviales constituidos por partículas desgastadas, de calibres medios y gruesos, depositados por los ríos en áreas continentales.

La forma más sencilla de acumulación son los conos de deyección, que se forman al final del canal de desagüe. Los conos aluviales tienen forma sensiblemente triangular, y los hay de pequeñas dimensiones hasta de varios kilómetros; se forman por la acción de corrientes intermitentes, especialmente notables en regiones áridas y semiáridas.

Las llanuras aluviales son amplias franjas de topografía llana y dimensiones que pueden ser de varios km., que se desarrollan sobre los aluviones depositados por cursos fluviales; en estas llanuras el río corre por un canal y sólo las inunda esporádicamente, depositando al retirarse el agua una nueva película de aluviones (en castellano lo denominamos vegas).


Las llanuras aluviales pueden aparecer interrumpidas por escalones lineales que dejan una especie de peldaños colgados mediante un talud, se denominan terrazas aluviales y la existencia de varios niveles de terrazas demuestra una sucesión de cambios en la actividad fluvial.

Las terrazas aparecen en muchos ríos de diversos tamaños y su explicación más generalizada es que las terrazas se fundan en factores climáticos que han podido provocar grandes variaciones de caudal y de carga (glaciaciones del Cuaternario). Las terrazas presentan diversas formas, como las encajadas, escalonadas, simétricas, asimétricas…

Desde un punto de vista geográfico las terrazas son zonas especialmente valoradas, ya que son aptas para el cultivo, emplazamientos de ciudades, carreteras, aeropuertos…

Terraza aluvial

MORFOGÉNESIS LITORAL

La zona costera constituye un medio con características propias, en el que interactúan litosfera, atmósfera e hidrosfera. Es un medio que participa de todas las zonas climáticas, por lo que podríamos decir que es azonal. El principal agente modelador es el agua, que actúa de forma horizontal y con gran capacidad morfogenética.

El litoral es un medio bastante extenso y su perfil no se ciñe a la línea que dibuja la costa, sino que abarca una franja por encima y por debajo del nivel medio de las aguas; el término litoral se refiere a esa franja, mientras que el de costa se aplica más bien a la zona que desde el nivel de la bajamar se extiende tierra adentro, con una anchura indeterminada.

ACCIÓN EROSIVA DEL MAR

En el litoral se combinan procesos morfogenéticos de carácter mecánico, químico y biológico.

ACCIÓN MECÁNICA, QUÍMICA Y BIOLÓGICA

Por medio de las olas, corrientes y mareas se llevan a cabo acciones mecánicas importantes.

Las olas al romper producen un violento movimiento de avance del agua, seguido de un retroceso, en él hay una brusca liberación de energía que hace que la ola actúe contra la costa como un agente morfológico. Si la ola rompe contra un acantilado el efecto se ve ampliado, ya que el agua se introduce violentamente entre los huecos y provoca pequeñas explosiones, además en el retroceso ejerce succión; también las pequeñas partículas y rocas sueltas que el agua moviliza hacen una labor de ametrallamiento y abrasión.

La principal función de las corrientes consiste en arrancar partículas en suspensión, y aún mayor resulta el efecto de las mareas que someten a la costa a un constante movimiento de ascenso y descenso del agua.

El agua marina contiene sales en disolución que la dotan de una particular actividad química; producen disolución que puede dar lugar a fenómenos kársticos y también hidrólisis que da lugar a oquedades.

La presencia de seres vivos también juega un papel importante y su acción es especialmente notable en zonas cálidas, los animalillos y plantas que viven sobre la roca ejercen acciones mecánicas y químicas.


ALTERNANCIA DE SUMERSIÓN Y EMERSIÓN

Este hecho afecta al litoral e implica la intensificación de algunos procesos erosivos; en rocas heladizas que son capaces de absorber el agua supone un constante cambio de volumen, también somete a las rocas a cambios de temperatura ya que al retirarse el agua la evaporación hace que las sales se cristalicen en los huecos y haga un efecto cuña.

INFLUENCIA DEL MEDIO

El medio bioclimático en que se encuentre el litoral condiciona sus características y afecta a su evolución.

La circulación atmosférica influye directamente en la génesis de olas y corrientes y resulta evidente que en latitudes medias con mares más agitados, se den unas condiciones óptimas para una intensa abrasión; mientras que en litorales de zonas cálidas hay una mejor condición para las formaciones de origen animal (corales).

Las diferentes características de las aguas, respecto a temperatura y salinidad y relacionadas con la latitud y el clima también dan lugar a diferencias.

Además según sean las características climáticas de la zona la actuación de los sistemas morfogenéticos imperantes, combinados con los materiales rocosos, ofrecerán materiales en diverso estado para su reacción frente a la erosión costera.

Las condiciones climáticas no son ajenas a la erosión costera, influye el grado de humedad (condiciona las precipitaciones), la temperatura, ritmos estacionales…incluso la vegetación asociada al clima ejerce una influencia.

Dependiendo de las condiciones climáticas, también varían los aportes de materiales que llegan a la costa, procedentes de la erosión continental, transportados por los ríos.

Otro factor físico determinante de las características y evolución del litoral está en la estructura, tanto litológica, como tectónica del roquedo.


PRINCIPALES FORMAS LITORALES DE EROSIÓN

Como en todos los procesos erosivos hay que diferenciar las formas de desgaste y las de acumulación de materiales.

FORMAS DE ABLACIÓN

Hay dos formas principales, los acantilados y las plataformas de abrasión.

El acantilado es un escarpe litoral modelado por la acción marina y la notable variedad depende del tipo de roca, de su estructura geológica y la forma del modelado. Tienen siempre una considerable pendiente y la altura tiene una gran variación, en la base muestran una clara línea de ruptura que da paso a la plataforma rocosa.

Se puede distinguir entre acantilados vivos (son batidos por el agua y están es retroceso) y muertos (están algo separados por sus propios materiales erosionados que no han sido arrastrados por el mar). Los falsos acantilados son los que tienen un origen ajeno al efecto del mar (levantamiento de falla).

Las plataformas de abrasión se desarrollan al pie de los acantilados, en una zona comprendida entre la pleamar y la bajamar, donde actúan las olas. Tienen forma de rampa y no suelen ser completamente lisas, sino accidentadas y con frecuencia terminan en una terraza de acumulación sobre la que puede haber una playa.

Acantilado y plataforma de abrasión

FORMAS DE ACUMULACIÓN

Son originadas por la sedimentación marina.

La playa es la forma más común y se forma por acumulación de materiales detríticos, aparece en todos los mares y en todas las latitudes; presenta un perfil transversal ligeramente cóncavo y una pendiente suave.

Una parte está siempre cubierta por el agua y afectada por el oleaje y la otra sólo se cubre con la marea alta. Por la parte de tierra suele terminar en una pequeña elevación (cresta de playa) donde se acumulan los materiales más gruesos.

Hay varios tipos de playas, desde las adosadas a la costa, algunas en forma de arco a las de ensenadas abiertas; también las hay rectilíneas al pie de acantilados y entre islotes o escollos.

Playa

También se dan acumulaciones de arena separadas de la línea de la costa, en costas bajas de zonas llanas y se forman por el arrastre de materiales que provienen de las playas adosadas, y aunque están sumergidas si hay un gran aporte de materiales llegan a aparecer en la superficie constituyendo las barras costeras o incluso más grandes como los cordones litorales.

En la costa se sedimentan también limos que dan lugar a zonas pantanosas y marismas; las zonas pantanosas forman una llanura baja en los fondos de bahía y en zonas más o menos resguardadas. La parte más exterior es pantanosa y puede cubrirse con la marea; en regiones tropicales se forman en estas zonas los manglares.

La marisma es una llanura de acumulación litoral, que es susceptible de ser explotada agrícolamente y se caracteriza por ser más elevada en la zona próxima al mar con lo que se dificulta la evacuación de las aguas continentales, que al estancarse forman turberas.

Marisma

La desembocadura de los ríos es donde se encuentran las aguas dulces continentales con las aguas marinas.

Los deltas son formaciones originadas por acumulación de materiales en la desembocadura de ríos caudalosos, sólo modeladas por acción marina en su borde externo.

Los estuarios son desembocaduras en las que el río forma un gran canal flanqueado por acumulación sedimentaria, se forma sólo en mares de grandes mareas y pueden alcanzar extensiones kilométricas.


Los arrecifes coralinos constituyen la última forma de acumulación pero en este caso proceden de restos de seres vivos; son acumulaciones de esqueletos de animales que viven en colonias. El armazón está formado por políperos y en las partes vivas coexisten numerosas asociaciones de animales y plantas que contribuyen a la formación del arrecife, es una compleja biocenosis que necesita de unas exigencias estrictas para existir y sólo son posibles en mares tropicales.

Arrecifes coralinos

TIPOS DE COSTAS

Hay diversas clasificaciones y diversos autores. Uno de los criterios nos da dos tipos básicos, de hundimiento y de emersión, además de otro neutro; otro criterio da primacía a la acción del mar en el modelado costero, y se distingue entre costa primitiva y evolucionada.

DINÁMICA Y MORFOGÉNESIS GLACIAR

El hielo es uno de los agentes erosivos de gran importancia; las masas de hielo están localizadas en las áreas más frías del planeta, en las altas latitudes y en las grandes altitudes. En épocas anteriores la extensión de los glaciares era mucho mayor que en la actualidad, y tras el retroceso han dejado importantes huellas de su presencia.

LAS GLACIACIONES

La Tierra ha conocido etapas de enfriamiento sostenido que constituyen períodos glaciares (grandes superficies cubiertas de hielo), se han datado cuatro glaciaciones en el Cuaternario (Günz, Mindel, Riss y Würm); desde el final de la última glaciación el clima de la Tierra, es más templado con sólo oscilaciones, donde los glaciares existentes indican un período glaciar no extinguido totalmente.

No hay una teoría definitiva sobre las causas de las glaciaciones, las posibilidades son desde cambios en los movimientos de la Tierra, en la composición de la atmósfera, en la radiación solar, en los desplazamientos de las placas tectónicas…

Durante las glaciaciones hubo un descenso de las aguas oceánicas debido a la acumulación de hielo en los continentes, los cuales a causa del peso sufrieron un hundimiento; al producirse la fusión de los hielos el proceso se invierte y hay una elevación del nivel del mar y los bloques continentales ascienden al liberarse del peso. De estos procesos de movimiento quedan las huellas en el paisaje actual, sobre todo costero.

FORMACIÓN DE LOS GLACIARES

El hielo glaciar se forma a partir de la acumulación de nieve (cristales microscópicos de agua sólida), su propio peso en la acumulación hace que se apelmace y mediante procesos de fusión y recristalización se origina la nevé o neviza, y posteriormente el hielo. Para que se produzca la formación del hielo que da lugar al glaciar deben existir precipitaciones suficientes y que se supere la evaporación en la época más cálida.

TIPOS DE GLACIARES

Los glaciares son masas de hielo, que acumulado en grandes espesores, se comporta como un material plástico y por influencia de la gravedad se va desplazando. Hay numerosas clasificaciones de los glaciares, pero tradicionalmente se dividen en dos grandes tipos, glaciares regionales y locales.

GLACIARES REGIONALES

Los glaciares regionales, también llamados inslandsis, son enormes extensiones de hielo con un perfil ligeramente convexo en forma de casquete e independientemente de la superficie que recubren. En ocasiones quedan visibles las cumbres más altas no cubiertas por el glaciar (nunataks). Estos glaciares se mueven desde la zona en la que el hielo es más espeso y pueden llegar hasta el mar, desde donde se desprenden grandes bloques (iceberg).

Los grandes inlandsis están uno sobre la Antártida y otro sobre Groenlandia.

Los casquetes glaciares tienen temperaturas muy bajas (-25 y -40o C), lo que supone que hay pocos fenómenos de fusión y recongelación; la nieve, que cae en pequeñas cantidades, se transforma lentamente en hielo, por lo que están recubiertos de una espesa neviza.

GLACIARES LOCALES

Los glaciares locales son numerosos pero mucho más pequeños, menos espesos y más variados en su forma.

Están en áreas de montaña y se adaptan a la forma del relieve que cubren. Los llamados de casquete, de plataforma, de fiell o escandinavos cubren superficies de cumbres por encima de las nieves perpetuas y pueden emitir lenguas de hielo que se canalizan por los valles.

Los denominados glaciares alpinos o de valle se forman en zonas de montaña con importantes precipitaciones de nieve; constan de una zona de recepción y acumulación de neviza (circo) que suele ser un área deprimida entre paredes rocosas, situada por encima de las nieves perpetuas, desde el que sale aprovechando un valle fluvial una lengua de hielo que se encaja en el valle. En el caso de algunos glaciares alpinos la lengua llega hasta la zona llana, saliendo del valle y expandiéndose (lóbulo o glaciar de piedemonte).

En zonas montañosas que sobrepasan poco el nivel de las nieves perpetuas se forman los llamados glaciares pirenaicos o de circo, que son de pequeño tamaño y en caso de tenerla, la lengua será muy corta.

FLUJO GLACIAR

La masa de hielo de los glaciares se mueve; el movimiento se evidencia por algunos signos externos como la formación de grietas, por los avances y retrocesos del frente y por el desplazamiento apreciado en objetos en la superficie. Pero esta masa de hielo se desplaza muy lentamente y sin turbulencias, por lo que no resulta perceptible a simple vista.

El movimiento comienza cuando el hielo tiene un espesor suficiente, 15 m, y la pendiente debe ser de alrededor de 10o; la velocidad de desplazamiento es muy variable y es mayor en el centro y disminuye en los bordes, debido al roce con las paredes, y en el extremo de la lengua es donde se produce la ablación (fusión y evaporación de la nieve y el hielo).

Las diferencias también afectan a las características dinámicas del glaciar, que en algunos casos es activo(bien alimentado y rápido evacuando), en otros casos es pasivo (lento y de poco caudal) y los residuales (están prácticamente estancados).

LABOR EROSIVA DEL GLACIAR

Es difícil observar la labor erosiva del glaciar mientras se produce, ya que el propio hielo lo dificulta, pero a partir de las huellas dejadas es posible reconstruir la forma. Los glaciares son agentes erosivos de una gran eficacia que dependen de su dinamismo y son capaces de llevar a cabo todas las fases de la erosión.

Por si solo el hielo no tiene poder para erosionar rocas compactas, pero en su movimiento al pasar sobre las diaclasas es capaz de arrancar y fragmentar las rocas; esta carga que se va acumulando actúa como una lima gigante que actúa por abrasión y produce estrías y acanaladuras en el fondo y las paredes. Sobre las rocas cristalinas y calizas compactas la acción abrasiva produce un efecto de pulido en la roca; y en las propias fisuras y grietas de la roca se produce gelifracción que también contribuye a desgajar los bloques que son arrastrados y contribuyen a la capacidad erosiva.

Además del efecto de abrasión, en el fondo, puede producirse una sobreexcavación (acción de movilización y desalojo de fragmentos de diversos tamaños que da lugar a una profundización del lecho).

La labor abrasiva del glaciar en más intensa en los desniveles del lecho y en los efectos de la erosión entran en juego varios factores condicionantes como la pendiente, la velocidad, la resistencia de la roca, el espesor del hielo, volumen de los fragmentos…

Respecto a la labor erosiva no todos los expertos son unánimes, ya que algunos son ultraglaciaristas, otros son antiglaciaristas y otros transaccionistas.

Al observar alguno de los glaciares actuales podemos ver que hay una serie de líneas oscuras en la superficie, son las morrenas (constituidas por materiales rocosos que el glaciar arrastra), hay morrenas en diversas po siciones, como las de superficie (alimentadas por desprendimientos y avalanchas), otras morrenas más abundantes son en los bordes, y se denominan laterales, también las hay de fondo (unas en contacto con el lecho y otras internas en la masa de hielo), en el frente de avances también se forma una morrena terminal o frontal, y cuando confluyen dos lenguas de morrenas laterales y se juntan se crea una en posición central.

FORMAS DE RELIEVE RESULTANTE DE LA ACCIÓN GLACIAR

La acción erosiva del glaciar genera unas formas de desgaste y otras de acumulación.

Formas de acumulación

Cuando los hielos desaparecen o retroceden se produce un depósito de los materiales que acarreaba, estos pueden llegar hasta los 100 metros de espesor y se denominan till o tillitas.

De la acción de los inlandsis que recubrieron gran extensión de las zonas hoy templadas son muy característicos los llamados barros glaciares (de materiales heterogéneos, irregulares, de diversos tamaños y empastados en arcilla, arena o roca pulverizada).

Las morrenas se convierten en depósitos al desaparecer el hielo. Se dan en todo tipo de glaciares; la situada al frente del glaciar que marca el alcance máximo del mismo es la morrena terminal, y tras ella pueden aparecer varias sucesivas, son las morrenas de retroceso (indican las etapas de retirada del glaciar); en los glaciares de valle estas están atravesadas, cerrando el valle y se prolongan en las laderas, en la morrena lateral.

En las llanuras glaciares, detrás de las morrenas, se observan formaciones como de pequeñas colinas, son los drumlim; también aparecen otros depósitos en cuya formación tienen parte activa las corrientes de agua, por delante de la morrena terminal se forman llanuras fluvioglaciares (de suave pendiente, en ellas aparecen hondonadas que resultan de la acción de las corrientes de agua y desembocan en un pequeño delta en la parte exterior del hielo).

Los lagos se asocian en gran medida a los glaciares, y se dan tanto en montañas donde hubo pequeños glaciares, como en las grandes llanuras cubiertas por los inlandsis cuaternarios; en los lagos se depositan materiales procedentes de los glaciares llamados varvas (alternancia de arena y arcilla) que se usan para las dataciones.

Las formas mayores de modelado

La mayor parte de los sistemas montañosos elevados han sufrido la acción erosiva de los glaciares, que han realizado una transformación en su aspecto y características.

Las formas resultantes son varias:

  • El circo glaciar es una depresión de forma más o menos semicircular, rodeada de paredes abruptas; suelen estar agrupados y con frecuencia entre dos muy próximos sólo hay un farallón de roca denominado arista, y que si desaparece da lugar a la forma reina de las montañas, el horn.
  •  El valle glaciar es el antiguo valle fluvial transformado por la ocupación de la lengua glaciar; el hielo produce un desgaste, ensanchamiento y profundización que transforma el perfil en V de los valles en forma de U. Estos valles tienen unos rasgos característicos como que su perfil longitudinal es muy irregular, que el perfil transversal con su forma de U también tiene irregularidades que se denominan hombreras, también que el fondo del valle tiene un micromodelado formado por estrías y acanaladuras e inclusivo rocas pulidas, y terminando también a menudo hay valles afluentes al valle principal que quedan colgados a notable altura y que una vez desaparecidos los hielos los ríos se precipitan por ellos en cascadas.
  • En el caso de los casquetes glaciares la erosión a afectado a zonas muy extensas; el hielo fluye en los casquetes de forma radial y con movimiento muy lento lo que produce vastas llanuras y plataformas de topografía suave, donde aparecen formas similares a la de los fondos de valle de montañas (estrías, acanaladuras, drumlins, lagos…). Otra forma interesante son los kame y esker, que son depósitos fluviales producidos en la fase de retroceso de los casquetes polares. En los márgenes de éstos hay otras dos formas características, los fiordos (arteria glaciar ocupada por el mar) y el strandflat (plataforma litoral entre el mar y la montaña que sumergida en parte aparece como un archipiélago).

EL VIENTO COMO AGENTE EROSIVO

El viento es un importante agente erosivo que tiene una actividad morfogenética moderada y que actúa en todas las zonas terrestres.

MOVIMIENTOS DEL AIRE

El viento, como el agua, se mueve de forma laminar, como hilos paralelos a la superficie cuando circula a muy poca velocidad y de forma turbulenta cuando aumenta la velocidad.

ACCIÓN EROSIVA

Es posible en cualquier zona del globo, pero para que tenga una relevancia es necesario que se den unos factores favorables como una topografía suave, la presencia de materiales sueltos, escasa cobertera vegetal y poca humedad.

  •  DEFLACCIÓN

El viento realiza por donde pasa una labor de barrido, ya que actúa como medio de transporte de los materiales sueltos. Las partículas más pequeñas son transportadas por suspensión y las de mayor diámetro por saltación y rodamiento.

Para valorar la importancia del transporte eólico se estima el llamado caudal sólido del viento, que corresponde al volumen de arena que atraviesa una sección vertical de un metro de anchura y altura ilimitada durante un año.

  • ABRASIÓN O CORRASIÓN

El viento, a través de los materiales que transporta, ejerce una labor erosiva directa, mecánica, por el choque contra el roquedo de los fragmentos.

La abrasión o corrasión se da especialmente en las partes bajas más próximas al suelo; la acción es selectiva y va cincelando los materiales según su dureza. En rocas compactas de grano fino sólo hace acciones de detalle, destacando el limado y el pulido; donde una forma interesante son los cantos facetados (de forma piramidal). Si hay diferencias en la dureza de la roca atacada se forman alvéolos y resaltes, configurando rocas de aspecto fungiforme (rocas seta). E igualmente que en las corrientes de agua el material transportado también va siendo erosionado.

FORMAS DE RELIEVE PRODUCIDAS POR LA ACCIÓN DEL VIENTO

En las regiones áridas, azotadas por el viento, aparecen distintas formas de detalle.

Las depresiones de deflacción son suaves hondonadas de gran variedad de tamaño que se forman en zonas llanas y pueden estar ocasionalmente ocupadas por lagunas, e inclusive si hay agua subterránea pueden contener oasis.

Los regs son zonas llanas donde la deflacción ha actuado intensamente, arrastrando los materiales sueltos hasta dejar una superficie de cantos gruesos.

Especialmente llamativas son las formas de acumulación del viento cuando cesa o pierde velocidad y es incapaz de transportar las partículas, que se van depositando.

Las dunas son las más características, y son acumulaciones de arena debido a la acción eólica. La duna se forma cuando un obstáculo fuerza al depósito de los materiales en movimiento, generándose un montículo inicial que va creciendo. Las hay de varias formas y tamaños, como las barcanas (con forma de media luna), las dunas transversales (alineadas como olas) y las dunas longitudinales (paralelas al viento dominante formando colinas de hasta cientos de metros en altura y km. de longitud).

Reciben el nombre de erg los campos de dunas que pueden estar constituidos por cualquiera de los tipos de dunas. Fuera de los medios desérticos hay formaciones de dunas, donde el habitual viento mar-tierra es el causante.

Otros depósitos relacionados con la acción del viento son los loess, que cubren grandes extensiones en latitudes medias de zonas no desérticas y están formados por un polvo muy fino que ha sido transportado por el viento desde hace miles de años y que recubre el relieve preexistente; son suelos muy fértiles.