Las empresas tienen el deber de comunicar. La necesidad de
aparecer en los Medios de Comunicación marca la supervivencia de una empresa o
de un político.
Los grupos humanos constituyen siempre una sociedad en que
encontramos una estructura y una dinámica. En la estructura hay distintos
elementos que dan una organización peculiar a cada grupo-sociedad. Es común la
jefatura y también variedades de roles tales como los de hombre y mujer. Las
instituciones de justicia son también frecuentes en grupos que tienen algún
grado de desarrollo.
Cada estructura da las bases para la dinámica social que es
la interacción que se da entre individuos y subgrupos o parcialidades de la
sociedad. En última instancia esta dinámica es simplemente una expresión de los
requerimientos u objetivos de los individuos que componen esa sociedad. Los que
se ven forzados para alcanzarlos a accionar conforme al orden social que se ha
generado en la respectiva sociedad.
La presencia constante en los MDC garantiza la transmisión
del mensaje: la aparición de debates, tertulias, redes sociales… permite una
mayor difusión del contenido del mensaje, generando reacciones en la opinión
pública, a favor o en contra, pero manteniendo la idea fundamental: la
presencia constante en los MDC.
En una sociedad globalizada, dotada de grandes herramientas
de comunicación, las empresas o instituciones deben enviar siempre información;
bien dando un mensaje o bien omitiendo datos las empresas y los seres humanos
siempre comunican.
La saturación de información es una de las técnicas
propagandísticas utilizadas por las empresas: a través de los diversos
heurísticos o líderes de opinión, recibimos el mundo bajo una perspectiva
determinada: ellos nos dicen sobre qué hablar creando corrientes de opinión,
manipulando a la opinión pública de forma sutil ya que esta no lo ve como una
imposición y se muestra reactiva al mensaje que se transmite.
La sobresaturación de información impide el desarrollo de un
pensamiento crítico ya que una gran cantidad de información necesita un tiempo
para procesarla y entenderla: aquí la línea que separa información de
propaganda se desvanece. La sobresaturación y la dosificación son técnicas
propagandísticas; la visión del mundo de una forma parcial y partidista impide
el conocimiento real de la situación y, por ende, puede ser considerado una
forma de manipulación ya que visualiza el mundo de una forma parcial y
partidista. Hay que recordar que toda empresa, aunque sea informativa, tiene un
fin económico y se debe a sus accionistas e inversores.
Ninguna empresa va a admitir que realiza propaganda por las
connotaciones históricas que tiene: siempre venderán un servicio público pero
lo cierto es que vemos el mundo a través de los medios de comunicación que
deciden que es noticia y que no. Volvemos al dilema clásico de Whittman y
Bernays, ¿debe ser el periodismo una herramienta para educar a la opinión
pública con un sentido crítico o simplemente una herramienta que nos diga sobre
qué pensar a través de pseudoacontecimientos e información desfigurada e
incompleta?
No hay comentarios:
Publicar un comentario