Vladímir llich Uliánov, conocido como Lenin, nació el 22 de abril de 1870, en el seno de una familia típica de la intelectualidad rusa de fines del siglo XIX.
Revolucionario y teórico político ruso, fundador del Estado que se convertiría en la Unión Soviética y presidente del primer gobierno establecido tras la Revolución Rusa de 1917
Fallecido a los 53 años, el 21 de enero de 1924, después de accidentes vasculares como resultado de una salud debilitada por varios años de intensa dedicación al trabajo revolucionario, Lenin dejó un legado político que provocó la reacción rabiosa de la burguesía y de la socialdemocracia, que siempre buscaron demonizarlo y a todo lo que él representa.
Su vida y obra
Vladimir Ilich Ulaniov (1870-1924) nació en el seno de una familia de la burguesía intelectual rusa. Su padre era profesor de matemáticas y física en el instituto Dvoryanski en la ciudad de Penza y su madre era hija de un médico, Dimitrevich Blank, perteneciente a una familia de la alta burguesía
alemana. Adoptó los ideales revolucionarios a raíz de la acusación contra su hermano, Alexander Ilich Ulaniov (quien había abrazado la primera oleada revolucionaria rusa de carácter libertario y anarquista) de haber participado en una conspiración para asesinar al zar Alejandro III.
Vladimir Ilich Ulaniov, a diferencia de su hermano, abrazó los ideales marxistas “El estudio de las cuestiones sociales y económicas me convenció de lo excepcional de la situación y los anteriores sueños de libertad y fraternidad cobraron una forma estrictamente científica, es decir, socialista. Comprendí entonces que no solo era posible, sino necesario, cambiar el orden social” (Extraído de Lenin, una biografía de Francisco Díez del Corral).
En diciembre de 1887, cuando Vladímir Uliánov estudiaba en la Facultad de Derecho de la Universidad de Kazán, los estudiantes, al igual que la mayoría de los intelectuales de la época, estaban descontentos con la parcialidad de las reformas del zar y con la ofensiva general contra las incipientes libertades civiles. Por los pasillos y aulas corrían vientos revolucionarios. A menudo se organizaban manifestaciones con discursos, canciones revolucionarias y gritos de “¡abajo la aristocracia!”. En Kazán, Lenin entra en contacto con círculos revolucionarios y es detenido en diciembre del mismo año. Al día siguiente, dirige la siguiente carta al rector de la Universidad:
“Considerando que no es posible continuar mis estudios en la Universidad en las actuales condiciones de la vida universitaria, tengo el honor de suplicar humildemente a Su Excelencia que disponga mi exclusión como estudiante de la Universidad Imperial de Kazán”.
El 7 de diciembre de 1887, Lenin es deportado a Kokúshkino, una aldea en la provincia de Kazán, y puesto bajo vigilancia policial.
Rechazadas por las autoridades sus peticiones de readmisión en la Universidad de Kazán, así como de cursar estudios en el extranjero, al final obtiene el permiso para regresar a Kazán en octubre. De nuevo en Kazán, Lenin se ocupa en el estudio de El capital de Karl Marx, e ingresa en un círculo marxista organizado por N. E. Fedoséyev. El año siguiente, instalado en Samara, es detenido en relación con su pertenencia a este círculo.
En junio de 1890, y tras varias solicitudes rechazadas, se le autoriza a examinarse como externo en las asignaturas de Derecho por la Universidad de San Petersburgo. En enero de 1892 consigue su diploma universitario, y ejerce como pasante de abogado en Samara. Durante este tiempo actuará como defensor en diversas causas. En julio de este año, y tras repetidas solicitudes al Tribunal Comarcal de Samara y al Departamento de Policía obtiene la certificación que le da derecho a ejercer la abogacía lo que resta del año, siéndole renovada el año siguiente. Durante este tiempo escribirá algunos textos contra los populistas (naródniki), que leerá en círculos marxistas.
En 1893 se traslada a San Petersburgo, deteniéndose en el camino en Nizhni Nóvgorod y en Moscú, donde se pone en contacto con diversos grupos marxistas. En San Petersburgo ejerce como pasante. Ese año escribe Acerca de la llamada cuestión de los mercados, que lee en los círculos marxistas.
En 1894 se traslada a Moscú, donde continuará su relación con los círculos marxistas y obreros, y seguirá trabajando en el plano teórico en contra de las ideas de los populistas. Contra ellos escribe sus obras Quiénes son los "amigos del pueblo" y cómo luchan contra los socialdemócratas (1894) y El contenido económico del populismo y su crítica en el libro del señor Struve (1894-1895).
Por esta época comienzan sus primeros viajes por Europa, analizando los procesos revolucionarios del Viejo Continente. En 1896, sus actividades revolucionarias le ocasionarán el encarcelamiento y su destierro a Siberia (en 1897) donde pasará tres años de su vida. En Siberia, en 1898, contraerá matrimonio con Krúpskaya. También dedicará este tiempo a redactar su voluminoso trabajo El desarrollo del capitalismo en Rusia.
En 1903, presentará sus tesis en el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, que servirán para establecer un primer distanciamiento entre la fracción bolchevique y la menchevique. Posteriormente, durante la revolución de 1905, viajará desde Suiza en un tren oculto, para intentar extender el fuego revolucionario, y al no conseguirlo, optará por exiliarse en Finlandia, para pasar después una vez más a Suiza.
En el clima de reacción de los años posteriores a la revolución fallida de 1905, empezó a ejercer influencia entre los círculos socialistas rusos y alemanes una nueva filosofía, el empiriocriticismo. Sus principales representantes fueron Mach y Avenarius. Se trataba de una filosofía pretendidamente marxista, que buscaba abandonar el materialismo inspirándose en la reciente crisis de la física y en filosofías basadas en el método científico, como el positivismo. El enfrentamiento de Lenin a esta filosofía, que calificaba de idealista y de sucesora del berkeleísmo, se concretó en una de sus más importantes obras filosóficas: Materialismo y empiriocriticismo (1908).
Lenin y el marxismo
Las ideas principales de Lenin se pueden hallar en dos obras, El imperialismo, estadio supremo del capitalismo (1916), y El Estado y la Revolución (1917). Lenin hizo una adaptación del marxismo a la realidad rusa contemporánea. Las ideas de Marx se habrían elaborado en unas circunstancias históricas concretas, que eran las de la Europa occidental de la primera revolución industrial, donde eran más determinantes los aspectos industriales que los financieros en la economía. En la obra del imperialismo, Lenin consideraba que el capitalismo había pasado de una etapa casi exclusivamente industrial a otra financiera, por lo que a la lucha de clases se habría añadido la lucha política entre los estados por las materias primas, las colonias y el mercado. Si Marx había planteado las contradicciones del capitalismo en su época, Lenin hacía lo propio en la suya, en la del triunfo de la segunda revolución industrial, la de la escala mundial, en una primera globalización. Por eso, pensó que debía modificar algunas de las teorías o ideas del primero.
Nace el término del marxismo-leninismo, doctrina marxista revisada por Vladimir Ilyich Lenin (1870-1924) para adecuarla a las condiciones de un país agrícola y subdesarrollado, como era la Rusia de su tiempo, que apenas había salido del feudalismo y en el que no se daban los presupuestos de avance industrial ni, por tanto, de la polarización de fuerzas burguesas y proletarias prevista por el marxismo original como el factor desencadenante de la revolución. Recordemos que Marx (1818-1883) sostenía que, en virtud de su ley de la acumulación capitalista, el desarrollo industrial generaría la militante polarización entre los dueños de los instrumentos de producción, cada vez más ricos, y la creciente muchedumbre de proletarios encadenados a las fábricas, sometidos a interminables jornadas de trabajo y a condiciones infrahumanas de vida, hasta que fatalmente se produciría la insurgencia revolucionaria de los obreros hambrientos, quienes asumirían el control del Estado para instrumentar la transformación social e imponer sus nuevos conceptos jurídicos, políticos, económicos y morales a la sociedad. Lenin, que fue un revisionista —uno de los grandes revisionistas de los textos marxistas, antes y durante el ejercicio del poder— se empeñó en adaptar la doctrina original a las imprevistas circunstancias de la Rusia de su tiempo, que era un país de campesinos, sin una clase obrera importante e industrialmente atrasado. El resultado de esta adaptación ideológica se conoce con el nombre de marxismo-leninismo.Esta denominación no se usó hasta marzo de 1928, en que la Academia Comunista convocó una conferencia del Instituto Marxista-Leninista de Investigación. Un año después, en el seno de este mismo instituto y por iniciativa de Abram Deborin, se aprobó una ponencia sobre los problemas actuales del marxismo-leninismo. Por esa misma época se publicó un ensayo de Deborin titulado “Octubre y la dialéctica marxista-leninista”. Así se abrió campo esta denominación para designar al marxismo enriquecido con las ideas de Lenin y con su experiencia en el Partido Comunista soviético. Fue utilizada en los años 30, después de la muerte de Lenin, por los ideólogos seguidores de Stalin, entre ellos M. B. Mitin, B. F. Judin, Vladimir Adoratsky, que escribieron ensayos sobre el tema, en los que con frecuencia se hablaba de marxismo-leninismo-estalinismo. Concomitantemente, en 1953 se cambió el nombre del Instituto Marx-Engels-Leninque funcionaba en la República Democrática Alemana por el de Instituto Marx-Engels-Lenin-Stalin, como parte de culto a la personalidad de este último. La denominación marxismo-leninismo fue aceptada por el mundo occidental después de la Segunda Guerra Mundial.
Aportes importantes del leninismo al análisis de la sociedad y al desenvolvimiento de la doctrina marxista son la teoría del imperialismo, como etapa final e ineludible de la dinámica capitalista, y el papel de los partidos comunistas, como vanguardias de la clase obrera, en la conducción del proceso revolucionario.
Lenin, sobre la base de estudios anteriores realizados por pensadores marxistas y no marxistas, miró el fenómeno imperialista desde una óptica eminentemente táctica, es decir, desde el ángulo de las oportunidades que, para los líderes revolucionarios, ofrecía el descontento de los pueblos coloniales agobiados por la acción depredadora del imperialismo.
Para preparar la Revolución eran necesarias varias condiciones. En primer lugar, era fundamental el papel del partido, considerado como la vanguardia del proletariado, reelaborando algunas de las ideas que decenios antes había tenido Blanqui. El partido debía estar cohesionado y ser disciplinado. Si Marx y Engels habían hablado del movimiento obrero en general, ahora era el partido el gran instrumento y protagonista. En segundo lugar, era necesario el concurso de los intelectuales. Eran los únicos con formación dialéctica para captar el momento oportuno para que triunfase la Revolución.
LA FACETA POÉTICA DE LENIN
La Revisa CRISIS publica, por primera (mayo 1973) vez en castellano, el texto completo del único poema escrito por Lenín. La traducción es de Waldo Rojas. quien utilizó la versión francesa de Gregoire Alexinsky. Este texto no figura en las Obras completas de Lenin. El poema fue escrito durante la primavera de 1907, año que su autor pasó en Selvista, aldea de Finlandia. Allí pudo descansar luego de un año y medio de intensa actividad política casi siempre en la clandestinidad. Durante su estadía en la aldea finesa mantuvo largas. discusiones sobre literatura revolucionaría y creación poética con Piotr Al, alias que utilizaba Gregoire Alexinsky, miembro del partido social demócrata ruso, diputado de Petersburgo en la Duma. Para ilustrar estas discusiones Lenin escribió en tres días este poema. El trabajo que presentamos debió publicarse en la revista de Ginebra Raduga (Arcoiris) dirigida por Piotr Al, pero la publicación dejó de aparecer antes de incluir en sus páginas este poema que firmaba "Un ruso".
Borrascoso año aquel. Los Huracanes sobrevolaban
El país entero. Se desataban los nubarrones,
Sobre nosotros se precipitaba la tempestad, y el granizo y el trueno.
Heridas
Se abrían en los campos y en las aldeas bajo los golpes del azote terrestre.
Estallaban los rayos, los relámpagos redoblablan violencia.
El calor quemaba sin piedad, los pechos estaban oprimidos
Y el reflejo de los incendios alumbraba
Las tinieblas mudas de las noches sin estrellas
Trastornados los elementos y los hombres,
Los corazones oprimidos por una inquietud oscura,
Jadeaban los pechos en la angustia,
Resecas las bocas se cerraban.
Mártires por millares han muerto en las tempestades sangrientas.
Pero no en vano han sufrido ellos lo que han sufrido y la corona de espinas.
En el reino de la mentira y de las tinieblas; por entre esclavos hipócritas
Ellos han pasado como las antorchas del porvenir.
Con trazo de fuego, con un trazo indeleble,
Ellos han grabado ante nosotros la vía del martirio,
Y en la carta de la vida han estampado el sello del oprobio
Sobre el yugo de la esclavitud y la vergüenza de las cadenas
El frío arrecia. Las hojas se marchitan y caen
Y cogidas por el viento se arremolinan en una danza macabra.
Viene el Otoño gris y pútrido,
Lagrimeante de lluvia, sepultado de barro negro.
Y para los hombres la vida se hizo detestable y opaca.
Vida y muerte les fueron igualmente insoportables,
Les rondaron sin tregua la cólera y la angustia.
Fríos y vacíos y oscuros sus corazones como sus hogares.
Y de pronto, ¡la Primavera! Primavera en pleno Otoño putrefacto,
La Primavera Roja descendió sobre nosotros, bella y luminosa,
Como un presente de los cielos al país triste y miserable,
Como una mensajera de la vida.
Una aurora escarlata como una mañana de mayo
Se levantó en el cielo empañado y triste;
El sol rojo, centelleante, con la espada de sus rayos
Perforó las nubes y se derruyó la mortaja de la bruma.
Como el fuego de un faro en el abismo del mundo,
Como la llama del sacrificio en el altar de la naturaleza,
Encendido para la eternidad por una mano desconocida,
Trajo hacia la luz a los pueblos adormecidos.
Rosas rojas nacieron de la sangre ardiente,
Flores de púrpura se abrieron,
Y sobre las tumbas olvidadas
Trenzaron coronas de gloria.
Tras el Carro de la Libertad,
Y blandiendo la Bandera Roja,
Fluían multitudes semejantes a ríos,
Como el despertar de las aguas con la primavera.
Los estandartes rojos palpitaban sobre el cortejo,
Se elevó el himno sagrado de la libertad
Y el pueblo cantó con lágrimas de amor
Una marcha fúnebre para sus mártires.
Era un pueblo jubiloso,
Su corazón desbordaba de esperanzas y de sueños,
Todos creían en la libertad que venía,
Todos, desde el sabio anciano hasta el adolescente.
Pero el despertar sigue siempre al sueño,
La realidad no tiene piedad,
Y a la beatitud de las ensoñaciones y de la embriaguez
Sigue la amarga decepción.
Las fuerzas de las tinieblas se agazapaban en las sombras
Reptando y silbando en el polvo. Esperaban.
Y repentinamente hundieron sus dientes y sus cuchillos
En las espaldas y los talones de los valientes.
Los enemigos del pueblo, con sus bocas sucias,
Bebían la sangre cálida y pura
Cuando los amigos inocentes de la libertad,
Agotados por penosas caminatas,
Fueron cogidos de sorpresa, soñolientos y desarmados.
Se esfumaron los días de luz,
Los reemplazó una serie interminable y maldita de días negros.
La luz de la libertad y el sol se extinguieron.
Una mirada de serpiente acecha en las tinieblas.
Los asesinatos crapulosos, los pogroms, el lodo de las denuncias,
(progrom:asesinato y saqueo de judíos)
Son proclamados actos de patriotismo,
Y el rebaño negro se regocija
Con un cinismo sin freno.
Salpicado con la sangre de las víctimas de la venganza,
Muertas de un pérfido golpe
Sin razón ni piedad,
Víctimas conocidas y desconocidas.
En medio de vapores de alcohol, maldiciendo, mostrando el puño,
Con botellas de vodka en las manos, multitudes de granujas
Corren, como tropel de bestias,
Haciendo sonar las monedas de la traición,
Y bailan una danza de apaches.
Pero Yemelia, el pobre idiota,
(Yemelia:diminutivo de Yemelian (Emiliano), entre los rusos es sinónimo de necio)
A quien las bombas han vuelto más tonto y asustadizo, tiembla como un ratón,
Y en su festón se pone con aplomo La insignia de los Cien Negros.
(Cien Negros:partido zarista, policial, antisemita y reaccionario, precursor ruso del nazismo)
La risa lúgubre de los búhos y de las lechuzas
Resuena en la oscuridad de las noches, anunciando la muerte de la libertad y de la alegría,
Y un Invierno cruel, con la nieve tempestuosa,
Viene del reino de los hielos eternos.
Con sus nieves espesas, semejantes a una mortaja blanca,
El invierno ha vuelto al gran país.
Atando a la Primavera con cadenas de hielo,
El frío-verdugo ¡e ha dado muerte antes de tiempo.
Como manchas de barro, por aquí y por allá, aparecen
Las pequeñas islas negras de las aldeas miserables sepultadas bajo las nieves.
El hambre junto a la miseria y al frío pálido
Por doquiera se guarecen en las moradas apestosas.
A través de la llanura de nieve sin fin,
A través de las estepas, sin medida ni límite,
Donde en el verano el viento ardiente trae consigo un calor tórrido,
Aciagas borrascas de nieve van y vienen como blancos pájaros rapaces.
La tempestad aúlla como una bestia salvaje y de pelambre enmarañada,
Precipitándose sobre cuanto conserve una gota de vida,
Y vuela, con estrépito, como una terrible serpiente alada,
Para borrar de la faz de la tierra todo rastro de vida.
La tempestad doblega a los árboles, quiebra los bosques,
Amontona la nieve en las montañas heladas.
Los animales se han guarecido en sus cubiles.
Han desaparecido los senderos y el viajero es engullido sin dejar huella.
Magros lobos acuden, hambrientos,
Yerran sobre los pasos de la tempestad,
Feroces, la presa se arrebatan los unos a los otros,
Aúllan a la luna, y todo lo vivo tiembla de espanto.
La lechuza ríe, el lechy salvaje golpea las manos.
(Lechy:espíritu del bosque según los cuentos populares rusos)
Ebrios, los demonios negros giran en torbellino
Y hacen chasquear los ávidos labios: olfatean ellos una gran matanza
Y esperan la señal sanguinolenta.
El hielo cubre todo, muerte en todas partes, todo yace yerto.
Toda vida pareciera esfumada,
Una fosa común el mundo entero, una fosa única.
Ni siquiera las sombras de la vida libre y luminosa.
Pero es aún temprano para que la noche triunfe sobre el día,
Para que la tumba celebre su fiesta de victoria sobre la vida ...
Aún bajo cenizas se incuba la chispa.
La chispa que la vida reanimará con su soplo.
La flor de la libertad quebrada y deshonrada
Ha sido pisoteada y muerta está por siempre.
Los negros se regocijan al ver aterrado al mundo de la luz,
Pero en la tierra natal el fruto de esta flor ya espera en el subsuelo.
En las entrañas de la madre el grano milagroso
Misterioso se conserva e invisible;
Ha de ser alimentado por la tierra, se reanimará en la tierra,
Para renacer a una vida nueva.
Llevará el germen ardiente de la nueva libertad,
Fundirá la corteza de hielo, la resquebrajará,
Crecerá y -árbol gigante- iluminará el mundo con su follaje rojo,
El mundo entero surgirá a su luz, y bajo su sombra congregará a todos los pueblos.
¡A las armas, hermanos! ¡La felicidad está cercana! ¡Coraje! ¡Al combate! ¡Adelante!
¡Despertad vuestros espíritus! ¡Expulsad de vuestros corazones el miedo cobarde y servil!
¡Estrechad vuestras filas! ¡Todos unidos contra los tiranos y los amos!
¡La suerte de la victoria está en vuestras poderosas manos de trabajadores!
¡Coraje! ¡Este tiempo de desgracias pasará rápido!
¡Levantaos como uno solo contra los opresores de la libertad!
La Primavera llegará ... se acerca ... ya viene.
¡La roja libertad, tan bella, tan deseada, camina hacia nosotros!
Autocracia
Nacionalismo
Ortodoxia
Ya demostraron irrefutablemente sus altas virtudes:
En su nombre se nos golpeaba, se nos golpeaba, se nos golpeaba,
Hasta la sangre misma se castigaba a los mujiks,
Se les quebraban los dientes,
Se sepultaba a los hombres en los presidios, encadenados,
Se saqueaba, se asesinaba,
Para nuestro bien, según la ley,
Para la gloria del Zar y la salud del Imperio,
Los servidores del Zar daban de beber a los verdugos,
Con el vodka del Estado y la sangre del pueblo
Sus soldados regalaban a sus rapaces cuervos.
Se daba de beber a los ejecutores de las altas órdenes,
Se alimentaba a sus cuervos rapaces
Con los cadáveres aún tibios de los esclavos rebeldes
Y con los cadáveres dóciles de los esclavos más fieles.
Con una oración ardiente, los servidores de Cristo
Regaban de agua bendita un bosque de horcas.
¡Hurra! ¡Viva nuestro Zar!
¡Con su nudo corredizo bien jabonado y mejor bendecido!
¡Viva el esbirro del Zar,
Con su látigo, su sable y su fusil!
¡Soldados, ahogad vuestros remordimientos
En un pequeño vaso de vodka!
¡Disparad, valientes, sobre los niños y sobre las mujeres!
Matad el mayor número posible de vuestros hermanos para divertir al padrecito.
¡Y si tu propio padre cae bajo tus balas,
Que se ahogue en su sangre, vertida por la mano de Caín!
¡Embrutecido por el vodka del Zar,
Mata a tu propia madre, sin piedad!
¿A qué temes tú?
No es a los japoneses, a quienes tienes adelante.
No temes sino a tus prójimos, a tus propios familiares,
Y ellos están del todo desarmados.
Una orden se te da, valet del Zar.
¡Sé como antes una bestia de carga, esclavo eterno,
Enjuga tus lágrimas con tu manga
Y golpea el suelo con tu frente!
Oh, pueblo, fiel, feliz
Amado por el Zar hasta la muerte,
Soporta todo y obedece hasta la muerte ...
¡Y fuego! ¡Látigo! ... ¡Golpead ... !
¡Dios: protege al pueblo,
Poderoso, majestuoso!
¡Que nuestro pueblo reine, haciendo sudar de miedo a los zares!
Con su tropa sin gloria Nuestro Zar está desencadenado,
Con su jauría de servidores despreciados
Los lacayos suyos se festejan
Sin lavar la sangre de sus manos.
¡Dios: protege al pueblo
Durante los días sombríos!
¡Y tú, pueblo, protege la Bandera Roja!
¡Opresión sin límite!
¡Azote de la policía!
¡Tribunales de sentencias súbitas
Como las salvas de las ametralladoras!
¡Castigos y fusilamientos,
Horrible bosque de horcas
Para castigar vuestras rebeldías!
Colmadas están las prisiones,
Los deportados sufren infinitudes,
Las salvas desgarran la noche,
Los buitres se han saciado.
El dolor y el duelo
Se extienden sobre el país natal.
¡Ni una familia ajena al sufrimiento!
Festeja con tus verdugos,
Déspota, tu banquete sangriento,
¡Roe, Vampiro, la carne del pueblo,
Con tus perros insaciables!
¡Siembra, Déspota, el fuego!
¡Monstruo, bebe nuestra sangre!
¡Levántate, Libertad!
¡Flamea, Bandera Roja!
¡Vengaos, castigad,
¡Torturadnos una última vez!
¡La hora del castigo está cercana!
Ya llega el tribunal. ¡Sabedlo!
¡Por la libertad
Iremos a la muerte, a la muerte,
Tomaremos el poder y la libertad,
Y la tierra será del pueblo!
¡En el combate desigual
Cayeron víctimas sin nombre!
Por el trabajo libre,
Sus miradas llamean de amenazas.
¡Repica hasta el cielo,
Eterno carillón del trabajo!
Golpea, martillo, golpea por siempre.
¡Pan! ¡Pan! ¡Pan!
¡Marchad, marchad, campesinos!
Vosotros no podéis vivir sin la tierra.
¿Os estrujaron los señores,
Os oprimirán aún por mucho tiempo?
¡Marchad, marchad, estudiantes!
Muchos de vosotros serán segados en la lucha.
¡Cintas rojas envolverán
Los ataúdes de los que hayan caído!
¡Marchad, marchad, hambrientos!
¡Marchad, oprimidos!
¡Marchad, humillados,
Hacia la vida libre!
El yugo de las bestias reinantes
Es nuestra vergüenza.
¡Expulsemos a las ratas de sus madrigueras!
¡Al combate, proletario!
¡Abajo todos los males!
¡Abajo el Zar y su trono!
Ya brilla la aurora de la libertad estrellada
Y expande su llama.
Los rayos de la felicidad y de la verdad
Aparecen ante los ojos del pueblo.
El sol de la libertad
Nos iluminará a través de las nubes.
La canalla del Zar,
"¡Bajo las patas de los caballos con ellos!",
Dirá la poderosa voz del toque a rebaño
Glorificando la libertad.
Destruiremos las bóvedas de las prisiones.
La justa cólera está rugiendo,
La bandera de la liberación
Conduce a nuestros combatientes.
Tortura, Okhrana,
(Okhrana:policía secreta zarista)
Látigo, cadalso, ¡abajo!
¡Desencadénate, combate de hombres libres!
¡Muerte a los tiranos!
Extirpemos de raíz
El poder de la autocracia.
¡Morir por la libertad es un honor;
Vivir en las cadenas, una vergüenza!
Echemos por tierra la esclavitud,
La vergüenza del servilismo.
¡Oh, libertad, danos
La tierra y la independencia!



