La zona norte
La primera fase correspondió a la incorporación de la Lombardía y de los ducados de Parma, Módena, Toscana y Lucca a la casa de Saboya. Estas anexiones se produjeron a causa de la guerra del Piamonte que comenzó en abril de 1859. Austria declaró al reino de Piamonte tras varias provocaciones por parte de los italianos. Los Habsburgo no sabían que los insulares tenían como aliado a Francia. Las batallas de Magenta y Solferino fueron los únicos conflictos armados que hubo y que terminaron con una victoria francoitaliana.
Victor Manuel II |
El rey de Cerdeña, Victor Manuel II, y su primer ministro Camilo de Cavour, fueron quienes llevaron a cabo la unificacion de Italia. Estaban convencidos que para culminar la magna obra era necesario enfrentarse, rigurosamente , a Austria, principal enemiga de tal union, la que , a su vez, habiase anexado a los estados de Lombardia y Venecia. Entonces concibieron el plan de solicitar ayuda a una gran potencia . Fue asi como pactaron, secretamente, con Napoleon III, emperador de Francia, quien tenía tambien puestas sus miradas en Saboya y Niza.
Napoleón III se negó a llevar la guerra a los Estados Pontificios, debido a las presiones internas de los católicos franceses que le amenazaron con quitarle el apoyo. Por eso firmó junto con Víctor Manuel II y los austríacos la paz de Villafranca, en la que el territorio de Lombardía pasaba a estar bajo el control piamontés pero el Véneto no. El tratado se firmó a espaldas del conde de Cavour, lo que provocó que este abandonase el ejecutivo.
Cavour |
Por otra parte, las insurrecciones en los ducados italianos de Parma y Módena, acabaron por llevar a la celebración de sendos plebiscitos para decidir la anexión a Piamonte. Estas consultas también se celebraron en Lucca y Toscana. El resultado de todas ellas fue favorable a Piamonte, por lo que el reino aumentó considerablemente de tamaño y relevancia.
El estado piamontés, debido al acuerdo que llegó con Francia para combatir a Austria, cedió Niza y Saboya al gobierno galo. Esto no fue visto con buenos ojos por los patriotas italianos, por lo que se puso en marcha la segunda fase de la unificación. Garibaldi, extremadamente contrariado por la pérdida de Niza y Saboya, decidió iniciar una intervención directa en ambos territorios. Su acción desafiaba las órdenes de Víctor Manuel II y Cavour, quien había regresado al gobierno en 1860. Sin embargo, en lugar de dirigirse a Niza, cambió de idea y puso rumbo a Sicilia, donde el odio hacia los napolitanos había provocado un alzamiento popular.
La zona sur
El deseo de expulsar a los opresores extranjeros y de unir a toda la nación itálica tuvo en Giuseppe Garibaldi, revolucionario nacido en Niza, uno de sus pilares. Junto a José Mazzini dirigió el Partido de Acción, que cifraba sus esperanzas en el pueblo y en audaces acciones revolucionarias. Aunque no pudo llevar la lucha hasta la instauración de una república, mucho hizo por la unidad nacional. Por eso la Historia le otorgó el título más alto que se da a un genuino luchador: el de patriota.
Garibaldi marchó sobre Sicilia con los Mil Camisas Rojas y se convirtió en su gobernador, a la vez que rechazó entregarle el control a Víctor Manuel II. Desde su nueva posición, el dictador siciliano ocupó Calabria y, en contra de Cavour, Napoleón III y el gobierno inglés, derrotó a las tropas napolitanas y se proclamó dictador del reino de Napoleón. Cavour ordenó el ataque de Piamonte hacia Nápoles, pasando antes por los Estados Pontificios. El resultado fue que Garibaldi cedió y unió sus territorios con los de Víctor Manuel, quien se proclamó rey de Italia en 1861 en Turín.
Giuseppe Garibaldi |
La conquista de Roma
La cuarta y última fase del proceso de unificación fue la anexión de los Estados Pontificios en 1870. Tras la derrota francesa de Sedán, los galos retiraron todas sus tropas de los territorios extranjeros. Esto afectó al destacamento que tenían en los Estados Pontificios, dejando vía libre a Víctor Manuel II para ocupar Roma. La “ley de garantías” le dejó al papa sólo el territorio del Vaticano y algunos pequeños territorios de uso eclesiástico.
Hasta aquí llegó la unificación italiana, que fue la primera que se realizó en Europa en el siglo XIX. Sin embargo, hay que destacar que Italia no recuperaría el Tirol Meridional (Alto Adigio y Trentino) hasta la disolución del Imperio de los Habsburgo en 1919.
Por el Tratado de Letran (1929), suscrito entre Benito Mussolini y el Papa Pio XI, quedo solucionada la Cuestión Romana. Por dicho Tratado, se reconocía la existencia del pequeño Estado del Vaticano (Estado que queda dentro de la ciudad de Roma) y el Papa era, también, reconocido como su soberano. Se le reconocieron todos los derechos y todas las prerrogativas que corresponden a los estados soberanos e independientes.
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