lunes, 4 de marzo de 2024

LOS REINOS EUROPEOS EN EL SIGLO XV

Este siglo marcó la finalización de la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna, de acuerdo con la periodización tradicional de la historia. En Europa fue una etapa caracterizada por el fortalecimiento del poder real, el inicio de la expansión ultramarina, el avance del Imperio otomano sobre la península de los Balcanes, la transición del feudalismo económico al capitalismo comercial y el desarrollo del Humanismo y el Renacimiento.



Génesis bajomedieval del estado moderno. Principales características

Al final de la Edad Media nace en Europa el llamado "estado moderno", un fuerte poder público que reaparece tras varios siglos de eclipse. las simples monarquías feudales evolucionan y se refuerzan adquiriendo la noción de Estado con una compleja burocracia, un ejército permanente y una potente fiscalidad. el concepto medieval de vasallo cambia por el de súbdito del monarca. todo este proceso de evolución de las monarquías se conoce como "génesis medieval del Estado Moderno".

El historiador Strayer observó que el Estado Moderno aparece en Francia e Inglaterra durante los siglos XIV y XV, pero los historiadores de tendencia marxista, tachaban esta aproximación de excesivamente institucionalista, ya, que, para ellos, el estado de la época continuaba defendiendo los intereses de la nobleza, a quienes, en última instancia, la renta feudal o los beneficios iban dirigidos. Para otros autores, como el historiador marxista británico Perry Anderson, no habría cambios en lo esencial del sistema.

A partir de un estudio de CNR francés de los años 80-90, el concepto de estado moderno se impuso de forma definitiva en la historiografía, aunque algunos especialistas llamen a las monarquías autoritarias de este periodo "estado". El modelo seguido por los reyes del siglo XV fue seguramente el mismo que la profunda reforma administrativa de la iglesia de los Papas de Aviñón del siglo XIV. Ya desde el siglo XIII se esboza esta tendencia con algunos monarcas como Federico II en Sicilia, Alfonso X en Castilla o Felipe IV en Francia, que quieren recuperar el concepto de soberanía estatal. El proceso de desarrollo del Estado Moderno experimentó diversos altibajos durante el siglo XIV, imponiéndose definitivamente en el siglo XV en países como Francia, Inglaterra o Castilla.

El monarca crea un aparato burocrático que constituye una verdadera administración central, con un consejo real formado por oficiales especializados que se encarga del poder ejecutivo en nombre del rey. Un tribunal de jueces se encarga de la justicia representando a la corte suprema (Audiencia o Chancillería en España; tribunal de la "cámara Estrellada" en Inglaterra y parlamento en Francia). a estos tribunales se puede apelar contra las sentencias de los tribunales señoriales, con el fin de limitar la inmunidad judicial de los señoríos. Al rey se el reserva el poder legislativo, pero las principales leyes suelen promulgadas en el curso de la celebración de grandes asambleas con representación de la nobleza, el clero y las ciudades de cada reino (Parlamento en Inglaterra, estados Generales en Francia y Cortes en España). En el siglo XIV estas asambleas representativas llegan a su apogeo para entrar en decadencia en el siglo XV en la mayorías de los países excepto en Inglaterra. Finalmente, también aparecen importantes organismos financieros como el "exchequer" británico y la Cámara de Cuentas en Francia y Navarra, que actúas como un actual tribunal de cuentas. En cuanto a la administración territorial durante los siglos XII y XIII  existían oficiales con autoridad territorial en algunos distritos, que se refuerza en la Baja Edad Media.

La prestación feudal de auxilium es sustituido por el ejército permanente formado por los mercenarios que obedecen exclusivamente al monarca y que se mantiene también en tiempos de paz. Además, a finales del siglo XV, con el aumento y desarrollo de las relaciones internacionales, aparecen las primeras embajadas estables. La diplomacia se desarrolla en esta época. 

La compleja burocracia, el ejército permanente y la diplomacia suponen la necesidad de numeroso recursos financieros para su mantenimiento con lo que es necesario el desarrollo de una verdadera fiscalidad de Estado. El rey tiene que imponer una fuerte presión fiscal sobre todo el territorio bajo su control, en forma de impuestos directos e indirectos. Inicialmente eran autorizados de forma temporal, para un objetivo concreto, por las asambleas representativas o los parlamentos, pero, con el tiempo, se convirtieron en permanentes sin necesitar el permiso previo de la asamblea representativa en cuestión. Un complejo aparato administrativo se encargaría de la recaudación.

El proceso de génesis del estado moderno también afectó a nivel eclesiástico ya que los monarcas pretenden imitar la jurisdicción del papa sobre el clero local. En el siglo XV, los reyes europeos suelen establecer concordatos o acuerdos con los pontífices para poder intervenir en la vida interna del clero dentro del limite de sus reinos y proponer candidatos al Papa para ocupar los principales cargos eclesiásticos en sus territorios.

Con respecto al pensamiento político, se tendía a secularizar los fundamentos del poder monárquico, estando el rey por encima del Papa o del emperador del Sacro Imperio. A partir del siglo XIV se considera que el poder real tiene un origen exclusivamente laico y que el Papa no podía interferir en las monarquías en cuestiones que no fuesen estrictamente religiosas, a pesar de que la religión seguía siendo un tema de gran relevancia. La soberanía dentro de cada reino corresponde solo al rey. Se utilizan complejos sistemas ideológicos para enaltecer la figura del monarca y se recurre a campañas de desprestigio contra sus oponentes.


Francia: Luis XI y la resolución del problema de Borgoña

Carlos V, en la segunda mitad del siglo XIV, consigue que la monarquía francesa empiece a recuperarse, tras las derrotas iniciales de la Guerra de los Cien Años, configurando una fiscalidad de Estado. Sin embargo, a fines del siglo XIV y comienzos del siglo XV Francia vuelve a sufrir una grave crisis política e incluso parece estar a punto de disgregarse cuando la alta nobleza se hace con el poder actuando de regente del monarca demente Carlos VI (1380-1422). Entre esta nobleza se encuentra el duque de Borgoña, que disfruta de autonomía y forma una bloque territorial compacto en la frontera oriental del reino. a principios del siglo XV estalla la guerra civil en las aristocracia, entre los borgoñones y los armagnacs. Inglaterra aprovechó esta situación para liarse con el duque de Borgoña e intentar acabar con la monarquía francesa.

Carlos VII en la primera mitad del siglo XV consigue rechazar a las fuerzas inglesas mediante la ruptura de la alianza anglo-borgoñona "comprando" la neutralidad del Duque de Borgoña al reconocerle una amplia autonomía. Pero, sobre todo, realizó una serie de profundas reformas administrativas configurándose una primera versión del Estado Moderno en Francia. Se crea  un ejército permanente dotado de una potente artillería con el que consigue expulsar a los ingleses de forma definitiva. El problema del estado autónomo de los duques de Borgoña seguía en vigor tras haber establecido su estado en las fronteras entre Francia y el sacro Imperio germánico haciéndose con el control de un bloque compacto de territorios a ambos lados de las frontera desde Suiza hasta el Mar el norte. Cada vez más independiente, será Luis XI quien finalmente resuelva el problema de Borgoña en la segunda mitad del siglo XV.
 Luis XI

Tras la Guerra de los Cien Años, una Francia agotada temía una nueva alianza entre Inglaterra y Borgoña en contra de Francia. Frente a este peligro, Luis XI emprende una compleja actividad diplomática con el objetivo de aislar a Borgoña. Luis XI consiguió evitar el choque directo con el duque de Borgoña, pero indujo a los suizos a enfrentarse con este último, muriendo en la batalla de Nancy (1477), tras lo cual Luis XI aprovechó para confiscar y ocupar la mayor parte de los territorios borgoñones, incluido e propio ducado de Borgoña. María de Borgoña, hija del último duque, se casó con Maximiliano de Habsburgo (futuro emperador del Sacro Imperio Germánico), que logró recuperar casi la totalidad de Flandes o los Países Bajos, así como con el llamado "Franco Condado" (territorios dentro  de los límites del sacro imperio), quedando para Francia los territorios borgoñones en territorio  francés.
batalla de Nancy (1477)

Francia emerge entonces definitivamente como una gran potencia europea a fines del siglo XV, incorporándose el ducado de Bretaña en 1491 durante el reinado de Carlos VIII (1483-1498) y manifestando crecientes tendencias expansionistas. El foco de esa expansión es puesto sobre Italia. en 1494, Carlos VIII protagoniza la primera expedición francesa a Italia sin encontrar apenas resistencia y ocupando el reino de Nápoles. los demás estados italianos reaccionan con la ayuda a de varios estados europeos en contra de la expansión francesa en Italia: España y el emperador Maximiliano I. al final, Carlos VIII se vio forzado a evacuar Nápoles, pero las tendencias expansionistas francesas sobre Italia continuaron a fines del siglo XV y XVI, abarcando el ducado de Milán. en el siglo XVI, se desencadenarán las "guerras de Italia" entre Francia y España.



Inglaterra: la Guerra de las Dos Rosas y el ascenso de los Tudor

Tras los inicios del Estado Moderno con Eduardo I a finales del siglo XIII y principios del XIV y un retroceso del mismo en la gestión desastrosa de Eduardo II, es con Eduardo III cuando la monarquía inglesas adquiere gran fortaleza y surge el intento de expansión sobre Francia: los problemas surgen cuando las derrotas se suceden y surge el malestar de la sociedad ocasionado por la alta presión fiscal a la que es sometida para poder sufragar la guerra. tras la muerte de Eduardo III en 1377, la larga minoría de edad del rey Ricardo II debilita a la monarquía, lo cual es aprovechado por un primo del monarca, Enrique de Lancaster (Enrique IV 1399-1413), para destronar a Ricardo II en 1399 e instaurar así una nueva dinastía en Inglaterra, los Lancaster.


Una vez consolidada la nueva dinastía en el poder, Enrique V (1413-1422) reanudó la guerra con Francia, casi consiguiendo la victoria de Inglaterra, pero falleció prematuramente en 1422 dejando a un hijo menor de edad, Enrique VI (1422-1461), y la suerte de la guerra cambiaría acabando con el triunfo de Francia, provocando el desprestigio de la dinastía de los Lancaster. los nobles descontentos empezaron a agruparse en torno a la familia de los York, emparentada con los Plantagenet. surge una guerra civil entre los Lancaster y los York por el trono de Inglaterra durante la segunda mitad del siglo XV (1455-1485). es la llamada "Guerra de las Dos Rosas".

Durante la primera parte del conflicto, tras varios años de reinado de Enrique VI de Lancaster, es destronado por el rey Eduardo IV (1461-1483), miembro de la familia de los York. Eduardo IV se mantuvo a duras penas en el poder durante varios años frente a las continuas revueltas de los Lancaster. a su muerte, le sucedió su hermano Ricardo III (1483-1485) que instauró un verdadero régimen de terror para mantenerse en el poder. Tuvo que enfrentarse a otro posible candidato al trono: Enrique Tudor, pariente de ambas familias. Ricardo III fue destronado tras la rebelión de Enrique Tudor, perdiendo la vida de manera violenta en la batalla de Bosworth (1485) . Enrique VII (1485-1509) sube al trono instaurándose una nueva dinastía real en Inglaterra, los Tudor.

La Guerra de las Dos Rosas afectó a la alta aristocracia inglesa pero no al resto de los grupos sociales, que mantuvieron su vida cotidiana tranquilamente, no afectando tampoco al ámbito económico. enrique VII consiguió sin mayor dificultad restaurar el orden interno y devolver su fortaleza a la monarquía inglesa y consigue convertir de nuevo a Inglaterra en una de las principales potencias europeas.



La Península Ibérica: los Trastámara y las tendencia unificadoras

La evolución política de la Baja Edad Media se caracteriza por:
  • La detención de la expansión territorial a costa de los musulmanes
  • las continuas guerras civiles entre monarquía y nobleza
  • la tendencia de unión entre reinos, promovida por la nueva dinastía de los Trastámara
En Castilla, los primeros signos de verdadero Estado aparecían durante el reinado de Alfonso X (1252-1284) a lo largo de la segunda mitad del siglo XIII: se sucedió un periodo de continuas guerras civiles y predominio político de la nobleza, que caracteriza la evolución política de Castilla a fines del siglo XIII y comienzos del siglo XIV. las oligarquías urbanas de las escasas ciudades del reino intentan preservar la debilitada autoridad de la monarquía frente a la "nobleza vieja". Castilla se disputa el control del estrecho de Gibraltar con la dinastía marroquí de Benimereines o Meriníes.

Alfonso XI (1312-1350) restableció el orden, sometió violentamente a la nobleza y estableció un régimen de autoritarismo regio. en política exterior, venció a los benimerines en la batalla del salado (1340), haciéndose con el Estrecho: la política de autoritarismo regio fue acentuada a mediados del siglo XIV por su hijo y sucesor Pedro I (1350-1369). La "nobleza vieja" empezó a extinguirse ya  ser sustituida por la llamada "nobleza nueva", una aristocracia de servicio. La nobleza terminó rebelándose bajo el mando de un hermano bastardo del monarca, Enrique de Trastámara. tras una larga guerra civil, llamada la "Revolución Trastámara", Pedro I fue destronado y asesinado y su medio hermano se convirtió en el rey Enrique II de Castilla (1369-1379) levando al poder una nueva monarquía en la que la alta aristocracia y los parientes del monarca se vieron muy beneficiados al concederles numerosos señoríos. sin embargo, paradójicamente, a lo largo plazo se fortaleció institucionalmente a la monarquía castellana.

Enrique II reorganizó la Audiencia o Chancillería y su hijo, Juan I (1379-1390) configuró el consejo real como organismo ejecutivo del poder real y creó un embrión de ejército permanente. Además, intentó infructuosamente anexionar Portugal con la derrota en la batalla de Aljubarrota (1385).

 batalla de Aljubarrota (1385)


En la época de Enrique III (1390-1406), se produjo el desplazamiento del poder de la alta aristocracia de parientes del rey hacia una oligarquía de la nobleza de servicio de linajes "nuevos". Además, se nombraba a un "corregidor" para controlar a los municipios urbanos. la prematura muerte de Enrique III (1406) dio lugar a una larga minoría de edad de su hijo y heredero, Juan II (1406-1454), cuya regencia asumió su tío Fernando de Antequera (1406-1416). A lo largo de su gobierno, se produjo expansión territorial de Castilla a costa del reino musulmán de Granada. Además, Fernando de Antequera asumió la corona aragonesa en 1412 cuando ésta se quedó vacante tras la muerte de Fernando I de argón, sin descendencia, entrando así la dinastía Trastámara en Aragón.
  • El papel de Álvaro de Luna
Cuando el monarca castellano Juan II alcanzó la mayoría de edad en 1419, el condestable Álvaro de Luna le ayudó a defender el poder real en Castilla frente a los hijos del regente Fernando. Se desencadenaron varios guerras civiles en Castilla, siendo los infantes de Aragón expulsados de Castilla. los linajes de la llamada "nobleza nueva" ascendieron definitivamente para convertirse en la alta aristocracia castellana que se volvieron contra Álvaro de Luna por el excesivo poder que tenía el reino, siendo apresado y ajusticiado por el propio rey Juan II en 1453. Poco después el propio monarca castellano falleció y fue sucedido por su hijo Enrique IV (1454).

Álvaro de Luna


Enrique IV de Castilla (1454-1474) restableció el orden y el poder real en el reino, pero su política bélica, no entendida por la aristocracia castellana, hizo que ésta se distanciara de él y se sublevará en 1465, encabezada por el marqués de Villena, Juan Pacheco, antiguo favorito del rey. se desencadenó una nueva guerra civil que produjo una situación de completo caos político: en los últimos años del reinado, se fue planteando el problema sucesorio. Enrique IV nombró sucesora a su hermana Isabel, casada con el príncipe Fernando de Aragón, en su lugar de su hija Juana.

Aunque, aparentemente, el poder real es muy débil en la época de Juan II y de Enrique IV, a un nivel más profundo, la monarquía castellana se está reforzando paulatinamente, constituyéndose y consolidándose un sistema fiscal eficaz. La fortaleza del poder real se recuperó en castilla a finales del siglo XV. Tras la muerte de Enrique IV en 1474, la Reina Isabel I de Castilla (1474-1504) y su marido, el que enseguida será el rey Fernando II de Aragón (1479-1516), subieron al trono haciendo frente a una rebelión de parte de la nobleza castellana, apoyada por el rey Alfonso V de Portugal, quienes reivindicaban los derechos sucesorios de Juana, la hija de Enrique IV. Vencedores de la rebelión, los Reyes Católicos reunieron unas importantes Cortes en Toledo en 1480 en las que llegaron a una cuerdo con la nobleza castellana para estabilizar definitivamente el reino.

Enrique IV de Castilla (1454-1474) 

Los Reyes Católicos culminaron las tendencias centralizadoras que habían sido iniciadas por los primeros monarcas de la dinastía Trastámara. Perfeccionaron el funcionamiento de las instituciones y organismos de gobierno creados por Enrique II, Juan I o Enrique III, pudiendo decir que el Estado moderno se consolida definitivamente en Castilla bajo su reinado. Los reyes Católicos desarrollaron un apolítica exterior expansiva. Entre 1482 y 1492 conquistaron el reino musulmán de Granada y finalizaron la ocupación castellana de las Islas Canarias, iniciada a principios del siglo XV. impulsaron la expedición de Cristóbal Colón que alcanzó América en 1492: tras la muerte de Isabel en 1504, Fernando el Católico prosiguió el impulso expansivo conquistando el reino de Nápoles a los franceses e incorporando el reino de Navarra en 1512.

Reyes Católicos

En Aragón se impone un modelo de monarquía pactista frente al creciente absolutismo castellano: des la segunda mitad del siglo XIII el rey de Aragón había tenido que conceder el Privilegio General de La Unión a la nobleza que limitaba el desarrollo del poder real. Mientras Aragón se centraba en una política de expansión por el Mediterráneo, que atendía a los intereses comerciales de Cataluña, con la conquista de Sicilia en 1282. Los reyes Jaime II (1291-1327) y Alfonso IV (1327-1336) continuaron la tarea mediante la ocupación de la isla de Cerdeña durante la primera mitad del siglo XIV. El autoritario Pedro IV (1336-1387) se enfrenta violentamente a las aristocracias aragonesa y valenciana en la llamada "Guerra de la Unión", tras la cual deroga el privilegio General de la Unión. En este periodo se da una crisis económica en Cataluña, que se agudiza durante los breves reinados de Juan I (1387-1396) y Martín I (1396-1410) a fines del siglo XIV y principios del siglo XV. al fallecer Martin I sin dejar un sucesor claro en 1410, desaparece la familia de los condes de Barcelona, quedando el trono vacante en un momento muy delicado. Los representantes de los tres principales reinos que componían la corona (Aragón ,Cataluña y Valencia) se reunieron en el llamado "Compromiso de Caspe" en el que se eligió rey al infante castellano Fernando de Antequera (Fernando I) (1412-1416), influenciado por el Papa de Aviñón Benedicto XIII: de esta forma la dinastía Trastámara se impuso también en la Corona de Aragón.
Compromiso de Caspe

Alfonso V (1416-1458), sucesor e hijo de Fernando I, dedicó prácticamente todo su reinado a la conquista y ocupación sistemáticas del reino de Nápoles (1442). Los problemas surgieron cuando Alfonso V fue sucedió en Aragón por su hermano Juan II (1458-1479) y por un hijo bastardo en Nápoles, desatándose una larga Guerra civil en Cataluña entre las oligarquías catalanas y la monarquía (1462-1472) ya que Cataluña se rebelaba contra el rey, al desplazar éste a su hijo y sucesor el príncipe Carlos de Viana y Valencia y Aragón se posicionaban junto a Juan II. El príncipe Carlos de Viana falleció en la contienda, vencido Juan II obligando a respetar la autonomía y las libertades catalanas. mientras tanto, el conflicto terminó de arruinar económicamente a Cataluña, que fue sustituida por el reino de Valencia como elemento más próspero de la corona.

A la muerte de Juan II (1479), fue sucedido por otro de su su hijos, el príncipe Fernando, casado y con la reina Isabel I de Castilla. de esta forma se produjo la unión de la reinos de Aragón y Castilla. aunque cada reino mantuvo su propia organización y personalidad, pronto Castilla con más población y riqueza económica se convirtió en el elemento dirigente. Paulatinamente, la Corona de Aragón fue quedando relegada dentro del nuevo estado Moderno creado por los Reyes Católicos a fines del siglo XV.

En cuanto al pequeño reino de Navarra, había sido anexionado por Francia a fines del siglo XIII (1274) pero, tras la desaparición de los Capeto, volvió a independizarse a principios del siglo XIV(1328). la corona navarra pasó entonces a una familia de alta nobleza francesa, los Evreus (1328-1425). Los sucesivos monarcas de dicha dinastía (Felipe III, Carlos II y Carlos III) desarrollaron una política centralizador muy importante. La administración real se perfeccionó a lo largo del siglo XIV y parecía que estaba a punto de surgir un sólido estado de Navarra, pero primaron las ambiciones personales exteriores de los monarcas que arruinaron el reino. A principios del siglo XV (1425), el trono pasó a la hija de Carlos III, Blanca, casada con el futuro Juan II de Aragón, instalándose también Navarra la dinastía de los Trastámara. a la muerte de Blanca en 1441, Juan II se negó a ceder el gobierno del reino al príncipe Carlos de Viana, su hijo con lo que se desató una larga guerra civil entre los bandos nobiliarios partidarios de uno y otro, bauamonteses y agramonteses. el incipiente Estado que se vislumbraba con los Evreux se derrumbó. A fines del siglo XV, la corona navarra terminó pasando a una familia de alta nobleza del sur de Francia, los Foix (1483-1512) quienes se vieron obligados a decantarse por la alianza francesa a principios del siglo XVI, pretexto esperado por Fernando el católico para invadir el reino en 1512 e incorporarlo formalmente a la corona en 1515. Navarra consiguió mantener su autonomía y privilegios.

Finalmente en Portugal también se dará un sólido Estado moderno al final de la Edad Media. la monarquía portuguesa había adquirido gran fortaleza en la época del rey Dionís (1279-1325). durante el reinado de Alfonso IV (1325-1357), Portugal colaboró con Castilla en la Batalla del Estrecho contra los benimerines. Al igual que los demás reino ibéricos, la monarquía portuguesa va a tener problemas con la nobleza  a mediados del siglo XIV, en la época de los reyes Pedro I (1357-1367) y Fernando I (1367-1383) y a finales del siglo XIV la dinastía real se extingue. En teoría la corona debía pasar al rey Juan I de Castilla por derecho matrimonial. Sin embargo la burguesía de Lisboa se opone y se rebela contra la anexión a Castilla en 1383. La familia de los Avís ( dinastía bastarda) se hace con el trono al derrotar a los castellanos en la batalla de Aljubarrota (1385) consolidando Portugal su independencia: para preservarla, se alía con Inglaterra.

Portugal emprende la expansión territorial por el norte de África a costa de los musulmanes a principios del siglo XV, ampliando sus exploraciones costeras por África hacia el sur y van creando un incipiente imperio colonial. se establece una factoría comercial estable en Guinea, llamada la Mina, a través de la cual consiguen oro africano: Alfonso V (1438-1481), debido a la gran prosperidad que había adquirido Portugal, intenta fallidamente en 1475 anexionarse Castilla. La expansión marítima por el Atlántico continuó, consiguiendo doblar el Cabo de Buena Esperanza, penetrar en el Índico y alcanzar incluso la India a finales del siglo XV. Portugal sale de la Edad Media convertida en una gran potencia europea, especialmente durante la época del rey Manuel I (1495-1521).



Europa septentrional y oriental: la Unión de Kalmar y el ascenso de Polonia

Los reinos de Europa septentrional y oriental eran más rudimentarios que los Occidentales que, a finales de la Edad Media, tienen que hacer frente a la creciente expansión germánica. Las débiles monarquías del Norte se combinan entre ellas para afrontar las amenazas que intentan acabar con ellas.

Europa septentrional

La Liga hanseática se sacude el dominio de VALDEMAR IV de Dinamarca, y en 1370 firma la paz de Stralsund, que señala el máximo apogeo de la Liga. Se concede a ésta el monopolio del comercio báltico, y se consagra su influencia en la política escandinava. Pero después se iniciará su lenta decadencia.
  • La Unión de Kalmar contra la Hansa
A lo largo del siglo XIV, los diferentes reinos escandinavos que dominaban el norte de Europa fueron buscando la forma de crear una unión entre ellos para defenderse de posibles amenazas externas. En aquellos tiempos, los reinos de Dinamarca, Suecia y Noruega eran débiles, a lo que había que añadir la amenaza constante en temas comerciales que suponía la Hansa, la liga de ciudades comerciales del Norte de Alemania, que controlaba con mano de hierro el comercio del mar Báltico. El objetivo, pues, era controlar el comercio del Mar Báltico y del Mar de Norte y hacerse con el dominio del estrecho de Sund.

En la Europa nórdica los tres reinos de Dinamarca, Noruega y Suecia tenían monarquías arcaicas muy débiles frente a noblezas poderosas. Su mayor amenaza era la potencia de la Hansa, la liga de ciudades comerciales del norte de Alemania, que prácticamente monopolizaba el comercio en el mar Báltico imponiendo sus intereses a los reinos escandinavos: las monarquías escandinavas deciden que la mejor solución es unirse entre ellas. los primeros en hacerlo fueron Noruega y Suecia, a principios del siglo XIV y a finales de siglo, lo hizo Dinamarca, formalizándose en 1397 la denominada "unión de Kalmar" entre Suecia, Noruega y Dinamarca.

Tras varios enlaces, el definitivo fue el que unió a la  Margarita I, reina de Dinamarca y de Noruega, con Haakon VI, rey de Suecia, territorio que en aquellos momentos también dominaba Finlandia.

Esta unión fue muy inestable, dedicándose la Hansa a sabotearla: pero el mayor problema fue que Suecia se vio perjudicada a favor de Dinamarca por lo que se rebelaron en diversas ocasiones con la intención de recuperar su independencia, pero no lo harán definitivamente hasta principios del siglo XVI, con la nueva dinastía real de los Vasa: en cambio, Noruega y Dinamarca seguirán unidas hasta principios del siglo XIX.


Europa Oriental

En cuanto a Europa Oriental, las dinastías reales de los siglos X-XI se extinguen: los Premyslidas en Bohemia, los Piats en Polonia y los Arpad en Hungría. en su lugar se imponen familias reales extranjeras, lo que generará cierta inestabilidad sumado a la creciente influencia alemana que resulta amenazadora. En Hungría durante la mayor parte del siglo XIV se impone la dinastía angevina, una rama de la familia reinante en Nápoles, pero a finales de siglo, los Anjou son sustituidos por las dinastías alemanas de los Luxemburgo y los Habsburgo. Ante el avance de los turcos otomanos, la nobleza húngara elige a un caudillo militar como regente del reino: Juan Hunyadi. Se trata de un gran general, que consigue detener momentáneamente el avance turco por Europa a mediados del siglo XV. fue sucedido por su hijo, Matías Corvino, excelente militar, ya con el título de rey. Matías Corvino intentó crear un verdadero Estado moderno centralizado durante su reinado (1456-1490), en contra de la nobleza húngara: la poderosas aristocracia magiar prefieren elegir como monarcas a débiles miembros de la familia real polaca Jagellón, que ya eran reyes de Bohemia. esta estrategia terminará provocando la ocupación de Hungría por los turcos en el siglo XVI.

Por su parte, Bohemia vive un momento de gran prosperidad en el siglo XIV. Tras la extinción de los Premyslidas, el reino pasa a ser gobernado por la familia germánica de los Luxemburgo. durante el reinado de Carlos IV (1346-1378), se dio un gran desarrollo económico, se fundó la universidad de Praga y el obispado de Praga adquirió la categoría de arzobispado. pero la influencia germánica era excesiva, siendo alemanes los que ocupaban los cargos eclesiásticos más importantes provocando el descontento de la población checa. El malestar religioso conduce a la herejía husita a principios del siglo XV. El rector de la universidad de Praga denunció la excesiva acumulación de bienes del clero siendo convocado el Concilio de Constanza en 1415 para defender su ideas. El Concilio acabó condenándolo a la hoguera, provocando la rebelión masiva de Bohemia contra su rey, el emperador germánico Segismundo de Luxemburgo. Los bienes del clero fueron expropiados.Comienzan las Guerras Husitas (1420 – 1431), una serie de batallas teológicas y políticas que estallaron en el siglo XV y se extendieron desde el Reino de Bohemia.
  • Primera cruzada: Comenzó el 17 de marzo del año 1420, cuando los husitas fueron atacados por más de 2000 guerreros a caballo de manera sorpresiva. El líder husita Zizka junto con un grupo de 400 hombres logró resistir el ataque y avanzar hacia las regiones de Prachatice, Strakonice y Pisek. Como resultado, en septiembre de ese mismo año se impuso un régimen husita en Praga.
  • Segunda y tercera cruzada: Este período abarcó los años 1421 y 1422 en los que el emperador Segismundo continuó enviando tropas para revertir el avance de los husitas. Sin embargo, estos siguieron en su cruzada en contra de la iglesia y todos aquellos edificios a su nombre. Para el año 1422 se pelearon las guerras de Havlickuv Brod y Kutná Hora, en la que los husitas fueron los vencedores.
  • Después de la tercera cruzada hubo una pausa en la que las matanzas e invasiones continuaron. No obstante, el derramamiento excesivo de sangre trajo divisiones entre los husitas y perdieron adeptos. Se conquistaron las regiones de Moravia, Silesia y otras poblaciones de Austria como Pulkau y Retzy. En 1424 falleció Zizka y en su lugar quedó Procopio el Calvo.
  • Cuarta cruzada: Durante el año 1427 se llevó a cabo la Batalla de Tachov. En ella se enfrentaron un gran ejército enviado por el papa Martín V en contra de los husitas. Los católicos fueron derrotados y no pudieron evitar que sus enemigos destruyeran todas las ciudades católicas que encontraban a su paso hasta llegar a la región de Eslovaquia el año 1431.
  • Quinta cruzada: Abarcó el año 1431 en el que los husitas se apoderaron de las ciudades de Pilsen, parte de Polonia y el norte de Eslovaquia. La quinta cruzada, dirigida por el cardenal Giuliano Cesarini, terminó el 14 de agosto de 1431 con la desastrosa derrota en la batalla de Domažlice, de modo que el emperador optó por llegar a la paz mediante negociaciones.
Se dirigieron entonces varias cruzadas contra Bohemia pero los ataques fueron rechazados por los checos husitas, que contraatacaron realizando incursiones en Alemania: el movimiento husita se dividió en dos: los utraquistas y los taboritas. Los utraquistas, moderados, estaban formados por la nobleza checa y la burguesía de Praga: los taboritas, los más radicales, estaban formados por los grupos sociales desfavorecidos. Para solucionar el problema husita, el Papa decidió permitir a los utraquistas la comunión bajo las dos especies de pan y vino. A cambio, los utraquistas denotaron y liquidaron a los taboristas.

Guerras Husitas (1420 – 1431)

Los Habsburgo heredaban de los Luxemburgo el título de rey de Bohemia pero, en 1457 hubo un intento de crear una monarquía nacional cuando la nobleza checa eligió como rey a Jorge De Podebrady. a su muerte en 1471, la aristocracia bohemia, que no quería una monarquía fuerte, prefirió elegir a un monarca débil y extranjero, Ladislao II (1471-1516), miembro de la dinastía real polaca de los Jagellón. A partir de 1490 Ladislao II también se convirtió en rey de Hungría al ser elegido también por la nobleza magiar. des esta forma, al terminar la edad Media, Bohemia y Hungría estaban unidas pero gobernadas por un monarca débil. en la práctica, el poder era ejercido por la aristocracia.

En cuanto a Polonia, la dinastía tradicional de los Piats reinó durante la mayor parte del siglo XIV. durante esta época, el expansionismo germánico amenazaba por el norte. En este caso se trataba de la Orden Teutónica por el Báltico. esta orden religioso-militar estaba compuesta por caballeros alemanes y se había implantado en Prusia y Livonia durante el siglo XIII para combatir a los eslavos paganos. En el báltico, la Orden creó su propio principado independiente, que se extendió rápidamente hasta convertirse en una gran potencia regional. Pronto chocó con el reino cristiano de Polonia, al que arrebató su salida al mar. Monarcas polacos, en especial Casimiro III (1333-1370) tuvieron que enfrentarse a esta amenaza mortal. En 1370, al morir Casimiro III sin descendencia se extinguió la dinastía de los Piats y fue sustituida brevemente por la dinastía angevina de Hungría. Casimiro III fue sucedido por su sobrino, el entonces rey de Hungría Luis I de Anjou, que reinó durante unos pocos años: a su muerte en 1382, la corona polaca pasó a su hija Eduvigis, que se casó con el duque de Lituania, estado pagano y enemigo de la Orden teutónica. El nuevo rey fue Ladislao II Jagellón uniéndose Polonia y Lituania bajo la dinastía de los Jagellón. Lituania se convirtió al cristianismo.

Esta nueva potencia se enfrentó a la Orden Teutónica, una orden religioso-militar compuesta por caballeros alemanes que luchaba contra el paganismo eslavo. En 1410 los polacos derrotaron a los caballeros teutónicos en la decisiva batalla de Tannenberg o Grunwald: Polonia continuó su presión para lograr convertir al maestre de la Orden teutónica en vasallo del monarca polaco. De esta forma, al final de la Edad media Polonia era el reino hegemónico de la Europa Oriental.

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