jueves, 29 de diciembre de 2022

HAYDÉE SANTAMARIA

Haydée Santamaría Cuadrado (Villa Clara, 30 de diciembre de 1923 - La Habana, 28 de julio de 1980) fue una guerrillera y política cubana. Fue una de las participantes en el asalto al cuartel Moncada en 1953 y fundadora del Movimiento 26 de Julio. Tras el triunfo de la Revolución Cubana fue fundadora del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba y, posteriormente, del Partido Comunista de Cuba.

Haydée que fue una heroína de la misma altura que el Che Guevara, Camilo Cienfuegos, Faure Chomón y el hombre que fue luego su marido Armando Hart fue nombrada directora de la Casa de las Américas.

Tras cursar sus primeros estudios en una escuela rural del central azucarero Constancia, se trasladó a La Habana donde comenzó a militar en las juventudes del Partido Ortodoxo e inicia su acción contra la dictadura de Fulgencio Batista. Durante estos años su apartamento, que compartía con su hermano Abel Santamaría, sería uno de los puntos de encuentro de la juventud radical en La Habana. El 26 de julio de 1953 participa en el asalto al cuartel Moncada dirigido por Fidel Castro y otros miembros de las juventudes ortodoxas. Haydée fue la encargada de trasladar las armas hacia Santiago de Cuba para el ataque y durante el mismo, su misión consistiría en tomar el Hospital Saturnino Lora para atender a los heridos. Al fracasar la acción, Haydée es detenida y su hermano, así como su compañero sentimental Boris Luis Santacoloma, mueren durante las torturas del ejército.

Tras su liberación, junto con su compañera Melba Hernández, retoma las actividades de agitación contra la dictadura difundiendo el alegato de defensa de Fidel Castro La historia me absolverá. En 1955 participa en la fundación del Movimiento 26 de Julio y, al año siguiente, es una de las organizadoras de la insurrección del 30 de noviembre en Santiago de Cuba, que tenía como objetivo el apoyar a los guerrilleros que en esas fechas debían invadir Cuba a bordo del Granma.

Con el inicio de la lucha guerrillera, Haydée participó tanto en las acciones del Movimiento 26 de Julio tanto en las ciudades como en la Sierra Maestra, donde creó el pelotón María Grajales del Ejército Rebelde en 1958 y el cual estaba compuesto íntegramente por mujeres.

Una vez huido Batista y tras el triunfo de la Revolución Cubana, Haydée se integró en el Ministerio de Educación y habrá fundado la Casa de las Américas, organismo a través del cual recibirá a alguno de los más prestigiosos intelectuales del momento. En 1965 participa en la fundación del Partido Comunista de Cuba, que aglutinaría a diversos movimientos revolucionarios cubanos y cuyo Comité Central integraría. En 1967 formará parte de la presidencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS).

Haydée Santamaria se suicidó en 1980.

¿Cuántas niñas van a llevar tu nombre en adelante?
¿Cuántas veces volverás a nacer?
mujer guerrillera, con el fusil al hombro, rodilla en tierra
siempre en las barricadas junto a tus hermanos

Entre flores y penas, asombrada mirando con ojos devorantes
¿Cuántas veces renacerás? ¿Cuántas veces volverás a crecer?
entre los guajiros, las playas, las ciudades y las montañas de la sierra
en cada mirada de tus compatriotas cubanos

Yo creía conocer todos tus nombres antiguos de mujer
pero siempre te revelabas diferente a las mujeres de las mitologías,
distinta a otras mujeres de la historia, Santamaría Haydée,
compañera, camarada, estrella que ilumina y nos guía

Ríndanle honores como a una valiente que perdió solo su última batalla y guerra
Cúbranla con la ternura de las lágrimas que recuerdan su partida
Vuélvanse rocío que refresque su duelo, Haydée Santamaria,
recuerdos desde el Cuartel de la Moncada, donde las rosas nacen verdeciendo la tierra

Haydée Santamaría

lunes, 19 de diciembre de 2022

MI CAMARADA

Camarada, mi camarada
Nos conocimos con ventisca y tormenta
pasamos juntos fuego y lluvia
pasamos juntos dolor y gloria

Camarada, mi camarada
nos unieron las risas y los besos, segundos que cuentas
lentamente desaparecen penas y penurias
rojos recuerdos en la memoria

Camarada, mi camarada
no cabe lugar para la adversidad
ni lamentos que nos ahoguen y separen nuestras almas inmortales
tras tantas aventuras y desventuras que compartimos 

Camarada, mi camarada
cuando llega un sutil ocaso después de la tempestad
aparecen las huellas de la destrucción y los lodazales
que intentan socavar nuestra unión y lo que juntos padecimos 

Camarada, mi camarada
la cruda realidad, nos une con complicidad
más allá de una bandera, ni tiempo ni frontera,
ahogarán esta fraternidad,
porque ésta se puso a prueba

Camarada, mi camarada
hasta la victoria siempre, siempre hasta la victoria
frente a la injusticia que nos golpeó en el rostro
haciéndonos sangrar, sembrando piedras en caminos angostos
ninguna meta difícil se consigue sino en senderos de gloria 


miércoles, 7 de diciembre de 2022

EL TIEMPO

A veces lento, a veces rápido. Los minutos van pasando lentamente y se convierten en horas, las horas en días y los días en semanas. el día y la noche se superponen sin darse cuenta, en un abrir y cerrar de ojos mientras el sonido del reloj marca el ritmo inexorable del día que pasa.

Las fotografías son testigos silenciosos de momentos eternos que lentamente van tiñéndose de amarillo, desfigurando y desbrozando las líneas de un recuerdo pasado, que al verlo dar dolor y se agrupa en el costado, convirtiéndose en una pesada carga de la que debemos desprendernos  y sale por nuestros rostros lentamente, gota a gota, en lágrimas que surcan nuestra cara creando caminos de dolor y pena, de recuerdos agridulces que siembran nuestra mente de pesar y tristeza, pero también de alegría y nostalgia.

Recuerdos eternos, momentos agridulces que vienen a nuestra mente cuando menos nos los esperamos al observar viejas fotografías, paisajes eternos que nos recuerdan nuestra finitud y nuestra brevedad, nuestro paso por la tierra tiene un principio y un fin. Mientras el sol y la luna observan impasibles de sus tronos vigilando invictos, siendo nuestras vidas un parpadeo de todo lo que han visto

lunes, 28 de noviembre de 2022

PERDIDO

Te busqué tantas veces
Que pasaron las horas
En busca de odas
Sonido de cascanueces

Te busqué por ciudades
Pueblos, montañas
Lagunas, mares
Cordilleras que cuentan hazañas

Se paró el tiempo
Se detuvo el momento
Las nieves cubrieron la tierra
Murieron plantas y animales
En los humedales
De las guerras

Y no te encontré
Y paré de buscarte
Teñí de negro obras de arte
Tu nombre a los vientos clamé

Y lo único que me quedan son los recuerdos del pasado
Miles de historias hechas trizas
Que polvo serán, pero polvo enamorado
Una vida entera convertida en un montón de cenizas

viernes, 18 de noviembre de 2022

MARCEL PROUST

En pocas oportunidades, el lector llega a conocer aspectos de la vida de un autor que admira, pese a que estos conocimientos , le ayudarían a comprender mejor su obra. En el caso de Marcel Proust, a los 21 años, sus biógrafos lo describen como un joven agradable y conocido de sociedad que, a la vez, era excéntrico, frágil de salud, víctima de agobiantes alergias, y que solo apoyado en medicinas y en una voluntad decidida, logró vivir lo suficiente como para escribir "En busca del tiempo perdido", que no es un solo libro, sino un trabajo continuado, formado por 16 libros, sin duda, una de las mejores obras literarias del siglo XX.

Se le ha comparado con Fabre, porque éste analizó las sociedades de los insectos, lo que Marcel hizo con la sociedad humana., pero él no lo hizo como un observador imparcial sino se convirtió en un comentador analítico; también, fue comparado con Bergson que consideraba el tiempo como una fuerza creadora, pero, Proust, más bien calificó al tiempo como una fuerza destructora y en cuanto a la comparación con Joyce, la diferencia radica en que éste es subjetivo, mientras que las asociaciones de Proust no son libres, sino estrechamente ligadas a una cadena de recuerdos. Además, puede decirse que la obra de Marcel Proust, es una autobiografía de inusitada vastedad y, por cierto, una obra maestra de sensibilidad.



BIOGRAFÍA

Proust nació el 10 de julio de 1871 en Auteuil, un elegante suburbio rural de París. Su familia pertenecía a la alta clase media. Su padre, el doctor Adrien Proust, no sólo ejercía la Medicina, sino que era profesor de la Escuela de Medicina de París y figura prominente del cuerpo médico francés. Su madre era Jéanne Weil, una bella y culta judía alsaciana, que adoraba y mimaba a su pobre hijo desvalido. Robert, el más joven, heredó la robusta salud, la profesión y el gran sentido común de su padre; Marcel, dos años mayor, heredó los nervios y la sensibilidad enfermiza de su madre. A los nueve años padeció un ataque, diagnosticado como asma y que sucesos ulteriores contribuyeron a agravar. Proust se convirtió en un asmático crónico, un ser medio inválido que siguió siendo -quiso seguir siendo- un enfermo toda su vida. Se apegaba apasionadamente a su madre. En uno de los momentos más conmovedores de El camino de Swann, la primera parte de En busca del tiempo perdido, es la gran tristeza que experimenta el autor, cuando niño, motivada porque su madre había olvidado darle el acostumbrado beso a la hora de dormir, el cual, sin poder dormir, proyecta enviarle una nota para que se la deslicen en la mano de su madre durante la comida En La Introducción, escribe "Tanto amaba aquella despedida que llegué al extremo que se prolongara el rato de expectación durante el cual aguardaba la aparición de mi madre. A veces, cuando, después de haberme besado, abría la puerta para irse, ansiaba pedirle que volviera a mi lado, para decirle "bésame otra vez". Pero yo sabía que esto le iba a desagradar, ya que el miramiento que tenía con mi desgracia y su inquietud por ella, siempre molestaba a mi padre, quien consideraba absurdas todas aquellas ceremonias y el verla disgustada me robaba la tranquilidad que me infundía un momento antes, al inclinar su adorable cabeza sobre mi cama, y acercármela como una hostia, para el acto de la comunión en que mis labios bebían con deleite la sensación de su presencia real, y con ella la posibilidad del sueño"

Hay poca diferencia entre el Yo de la novela autobiográfica y el "Marcel" de la vida real. Cuando fue hombre, Proust frecuentemente se dirigía a su madre en el mismo tono quejumbroso y angustiado de niño dolorido. Este es un ejemplo: "La verdad -escribía en una carta a su madre, -después que ella le había amonestado por llevar una vida que no sólo era frívola, sino peligrosa que, tan pronto como me siento mejor, mi género de vida, que me ayuda a mejorar, te irrita. No es ésta la primera vez. La otra noche agarré un resfriado -si se convierte en asma, estoy seguro de que serás benigna, nuevamente conmigo. Pero es algo triste no tener salud y cariño al mismo tiempo." El acento de mortificación frecuentemente se une en Proust a una mezcla de histeria reprimida y propia conmiseración.

Marcel fue criado y educado casi exclusivamente por su madre. Ella trató de fortalecer su espíritu incitándole al trabajo -era muy perezoso para sus lecciones-, pero siempre que le regañaba. Si Marcel tenía un prolongado ataque de tos, su madre se veía obligada a abandonar el papel de preceptora trocándolo por el de enfermera. .Él se retiraba a la biblioteca, donde convertía la vida en literatura; se decía que tragaba los libros y leía a la gente. Esperaba con ansiedad las épocas en que su familia veraneaba en Illiers, donde había una gran biblioteca en casa de su padre. Entretanto recibía una instrucción irregular.

A los 21 años, Proust era un joven de sociedad, agradable y muy conocido. Era como su madre, de tez morena aceitunada, de lustroso cabello negro y soñadores ojos negros "embrujadamente expresivos". Una sonrisa continua, agradable y acogedora se dibujaba en sus labios y su risa estallaba al menor pretexto. Daba la impresión de un niño muy crecido, indolente y extremadamente observador. De constitución delicada, por sus modales tímidos y afeminados, se convirtió en favorito de las damas de mayor edad. Hizo su aparición en el exclusivo mundo de la aristocracia en el salón de madame Geneviève Strauss, que había sido esposa del compositor Bizet y madame Arman de Cailavet, provocativa inspiradora de Anatole France.

Proust tenía 25 años cuando publicó su primer volumen Les plaisirs et le tours, que tuvo el prefacio que obtuvo de France madame Caivallet. La dedicatoria, decía: "A mi amigo Willie Heath, muerto en París el 3 de octubre de 1893". Entonces, Proust tenía 22 años, y su dolor fue tan grande que, pasados tres años, describía de la siguiente manera a su compañero, con el que se solía encontrar en el Bois:
"Acostumbrábamos vernos por las mañanas; tú, que me habías visto llegar, esperándome bajo los árboles, permanecías allí, descansando, como uno de los jóvenes señores que Van Dyck gustaba pintar. Parecías participar de su pensativa elegancia…, pero si el aire distinguido de tu porte pertenecía al arte de Van Dyck, tenías más de Vinci, por la intensidad misteriosa de tu vida espiritual. Frecuentemente, con tu dedo levantado, tus impenetrables ojos, y sonriente en la contemplación de algún enigma que no revelabas, me parecías el joven Juan Bautista de Leonardo. En aquella época teníamos el anhelo, casi el proyecto, de vivir cada vez más próximos el uno del otro, en un ambiente de comprensión y de hombres y mujeres magnánimos, protegidos por ellos de los vulgares ataques de la maldad y de la estupidez… Demasiado débil para desear el bien, demasiado respetuoso para disfrutar del mal plenamente, conociendo solo el sufrimiento, he tenido el valor de hablar de ellos con lástima suficiente para publicar estos ligeros esbozos".

Marcel era bondadoso, delicado y agradecía el más insignificante favor y la menor atención, y cuán terrible e insensata tristeza le invadía si se sentía mortificado, o creía que debía sentirse herido. Le gustaba la compañía de las muchachas, así como de los jóvenes -ya que no podía practicar ningún deporte tan agitado como el tenis, gustaba de planear sus excursiones campestres-, pero ninguna muchacha tomó en serio sus atenciones, y sus compañeros únicamente fingían estar celosos de él, para halagarlo.

Cierto es que el constante cariño por su madre, hizo que su vida emocional fuera equívoca, en cambio. no hubo vacilación en su vida intelectual. Sabía que iba a ser escritor, aun antes de ponerse a escribir. Después de cumplir los veinte años, formó parte de un grupo que, cultivado en los salones de madame Strauss, floreció en una pequeña revista: Le Bouquet. Tenía algo del valor y algunas de las pretensiones del The Yellow Book.

Antes de alcanzar los treinta años Proust mostró tendencia a destruirse a sí mismo. Casi derrotado por una desesperada disyuntiva, vacilaba entre la pureza y la necesidad. Por una parte, deseaba hablar y escribir con franqueza, pero se daba cuenta de la exigencia social de recatarse y sufrir la lucha entre lo que quería revelar libremente y lo que debía ocultar al público, a sus padres y hasta a él mismo. Su vida cotidiana, en esta situación era muy difícil. Vivía ocasiones y momentos en que le resultaba literalmente difícil hasta respirar. Con la muerte de su padre, sucedida en 1903, y la de su madre, dos años después se volvió un hipocondríaco y fue muy desgraciado. La muerte de su madre fue un golpe del cual nunca se recobró. Proust se volvió un huérfano desamparado a los 34 años y se sintió hasta el fin de sus días como un niño abandonado.

Durante la producción de su gran obra, Marcel se encerró, aislándose como un neurasténico, cuyos nervios de irritaban por las cosas más nimias, como los ruidos de la calle, el polen de los árboles, incluso, se sentía afectado por la luz del día. Para evitar escuchar los ruidos, amortiguó con corcho la habitación que ocupaba y las ventanas las cubrió de celosías para evitar la entrada de la luz del sol. En el invierno, dormía completamente vestido y aun, en verano se forraba con un jersey, medias, gorro de dormir, guantes y bufanda. Permanecía en cama por más días, los frascos de medicinas y los pomos vacíos estaban esparcidos por todas partes, mezclados con sus manuscritos. Y en un desorden completo, reposaban los veinte grandes cuadernos que contenían las últimas partes de su obra.

Viviendo a costa de analgésicos y falsos estimulantes, su situación empeoró rápidamente. Tenía que tomar narcóticos para descansar; y, después de dormir tres días merced al veronal, se requería la adrenalina y la cafeína para que permaneciera despierto. A los cincuenta y un años contrajo una pulmonía, pero no quiso llamar al médico. Su hermano, el doctor Robert, tuvo que valerse de la fuerza para atenderle. Proust se negaba a hablarle y desechaba los medicamentos, quejándose de que él tenía que trabajar. Su última hora la dedicó a corregir pruebas. Sobre todo, quería hacer unas modificaciones a su descripción del escritor moribundo, Bergotte, "porque -decía- tengo que hacer varios retoques, ahora que me encuentro en el mismo predicamento".

Proust estaba listo para comenzar su gran obra. Había sabido granjearse el favor de la alta sociedad. Su encanto y afabilidad, reforzada por su reputación de autor de agradables trivialidades, despertaron el interés del conde Robert de Montesquiou, el degenerado que era la comidilla del día, ante el cual se humilló, y de la princesa Matilde, sobrina de Napoleón, a cuyos pies se arrodilló literalmente besándoselos. No le importaba ser servil, si con ello conseguía su propósito. Inmoderamente ambicioso y extraordinariamente curioso, Proust lo observaba todo y no olvidaba nada. Sus recuerdos de niño abandonado se convirtieron en una leyenda de decadencia y desintegración universal. Las horas muertas y los momentos magníficos, los maliciosos rumores difamadores y las aventuras francamente escandalosas, lo inocente y virtuoso y lo cínico y vicioso, se mezclaban promiscuamente. 

Imperceptiblemente cambiaban las proporciones, transformada en vasto ejemplo del desmoronamiento de las barreras de clase, la lenta compenetración de la poderosa burgue­sía y la decadente aristocracia. Con un ligero disfraz, Proust incluyó a todas las personas que conoció en su Recuerdo de las cosas de antaño. El infame conde Robert de Montesquiou fue el modelo que tomó para el siniestro barón Palamede de Char­lus; ambos· se jactaban exageradamente de sus tiempos, y eran francamente pervertidos, y no se avergonzaban de su indiscri­minada homosexualidad. Charles Haas, el banquero amigo de la familia, se convertía en el misterioso, estoico y admirable Charles Swann. El ama de llaves de Proust, Céleste Albarret, era el prototipo de la sabia criada campesina, Francoise. Proust negó que éstos, como sus otros personajes, hubieran sido toma­dos de la vida real, y sostenía que todos eran imaginarios; pero no hay casi duda de que estos retratos fueron dibujados, reto­cados y, posiblemente, alterados, sirviéndose de modelos vivos.

Elogiado por la exactitud de sus menores detalles, Proust se negaba a aceptar el cumplido. "Aun aquellos que quedaron impresionados favorablemente -escribía- me felicitarán por la exactitud "microscópica" con que (los detalles) los había mos­trado, cuando, por el contrario, yo había empleado un telesco­pio para revelar cosas que parecían ser tan pequeñas debido sólo a que se encontraban a gran distancia, y eran, en realidad, un mundo, cada una de ellas."

Sólo hay un personaje que no llega a convencer jamás: la joven Albertine, de la que el narrador está perdidamente ena­morado, defrauda al lector por la misma razón que defraudó a su creador. Aunque se pretendió que fuera un enigma, es tan sólo un sustituto sintético. Albertine es descrita como una les­biana típica que acepta los regalos de su amante, su protección y su casa, pero que le traiciona burlando su imperiosidad y engañándole a cada oportunidad que se le brinda. Si uno se imagina a la Albertine real como un homosexual y no como una lesbiana, el fracaso de Proust se comprende, si bien no se justifica del todo. "Está generalmente admitido que esa historia alude -escribe Charlotte Haldane-, en efecto, a un muchacho joven con el que el narrador pudo tener algún enlace sentimental." Como la mayor parte de los personajes de Proust son retratos combinados de varios personajes reales, es posible que hubiera más de un "Albert". Pero si recordamos que la imagi­naria Albertine murió en un accidente automovilístico, cobra gran relieve un ensayo que Proust escribió en 1919. Parte del ensayo se refiere a Agostinelli, chofer de Proust (después su secretario), y contiene esta nota aclaratoria: "No podía prever que siete u ocho años más tarde este joven me pediría que se le permitiese publicar uno de mis libros, y que aprendería a volar bajo el nombre de "Marcel Swann", con lo cual su amis­tad ideó combinar mi nombre de bautismo con el nombre de uno de mis personajes, y que a la edad de veintiséis años encon­traría la muerte en un accidente de aviación."

La obra Recuerdo de las cosas de antaño ha sido caracteriza­da como una novela que fue escrita para explicar por qué había sido escrita. En cierto sentido, esto es verdad, ya que a Proust le preocupó lo que había de ser tanto una confesión personal como una crítica social. El crítico tuvo que alabar al advenedizo; el snob hubo de convertirse en satírico. Proust comenzó su descomunal novela un año después de la muerte de su madre, cuando tenía treinta y cinco años, y trabajó en ella hasta el día de su muerte, acaecida diecisiete años más tar­de. Tardó siete años en acabar las primeras mil quinientas páginas. Ninguna revista quiso publicarla como folletín; por fin, Marcel pagó a un editor de poca importancia, y casi desconocido, para publicar la primera parte, El camino de Swann (1913), que apenas fue tenida en consideración por los críticos. Cinco años más tarde apareció la continuación A`lOmbre de Jeunes filles en Fleurs, que le ganaron el Premio Goncourt, y en los cuatro años siguientes vieron vida Le coté de Guermantes, Sodome et Gomorrhe, Le Prisionniere, Albertine Disparue, el Pasado recuperado.

La memoria subconsciente de Proust fue el medio que le dio la victoria sobre el tiempo destructor. Examinándose a sí mismo, se dio cuenta finalmente de la razón por la cual ya no le preocupaban las contradicciones, "indiferente a las vicisitudes del futuro".

Durante la producción de su gran obra, Proust se encerró en un aislamiento neurasténico. Dormía completamente vestido en Invierno, incluso en Verano se ponía jersey y bufanda y, ya en la cama, agregaba medias, gorro de dormir y guantes.

En cierta ocasión, aventuró a salir de noche, pero a las pocas salidas debió recluirse en su inhóspita habitación. Vivía a base de analgésicos y falsos estimulantes, por lo que su situación empeoró rápidamente. A los 51 años, contrajo una pulmonía, forzándolo, su hermano Robert, médico, lo atendió pero no hizo caso de sus consejos. Por el contrario, sus últimas horas las pasó corrigiendo pruebas, porque quería corregir su descripción del escritor moribundo "ahora que me encuentro en el mismo predicamento." Solo dio término a estas correcciones, hasta que el lápiz se escurrió de su mano. Estaba muerto.

Era el 18 de noviembre de 1922.
Marcel Proust

domingo, 13 de noviembre de 2022

ESTADOS UNIDOS EN EL SIGLO XX. EL NACIMIENTO DE UNA POTENCIA

El siglo XX es, sin duda, el asentamiento de Estados Unidos como actor político internacional. La idea de que el siglo XX debe ser visto como el siglo (norte)americano pertenece a Henry Luce, fundador de la revista Time. En un artículo aparecido en 1941, Luce quiere que su país abandone melancólicas preocupaciones domésticas y asuma que se ha convertido en un poder global, con el derecho y el deber de liderar al mundo. 

Desde finales del siglo XIX, Isla Ellis (Ellis Island en inglés) fue la puerta de entrada para más de 12 millones de inmigrantes entre 1892 y 1954 en su búsqueda de oportunidades económicas en Estados Unidos. esta llegada de inmigrantes propició el desarrollo de las ciudades, convertidas en centros políticos, sociales y culturales.

La United States Steel Corporation resultante de la fusión realizada en 1901 ilustró un proceso que se gestaba desde hacía 30 años: la combinación de empresas industriales independientes para formar compañías federadas o centralizadas. Las corporaciones, que hicieron posible disponer de una amplia reserva de capital y dieron a las empresas comerciales vida permanente y continuidad en su control, favoreciendo el desarrollo y esplendor de las ciudades convertidas en el centro nervioso donde se concentraban todas las fuerzas dinámicas de la economía: cuantiosas acumulaciones de capital, instituciones comerciales y financieras, estaciones ferroviarias en expansión, fábricas humeantes y grandes ejércitos de trabajadores manuales y de oficina.

La Standard Oil Company, fundada por John D. Rockefeller, fue una de las primeras y más vigorosas corporaciones y no tardaron en seguir su ejemplo otras combinaciones (en los rubros de aceite de semilla de algodón, plomo, azúcar, tabaco y caucho).

En 1914, Estados Unidos se había convertido en el primer productor industrial, pero el American Dream no había llegado para todos: el desarrollo industrial no fue parejo y provocó una mayor desigualdad social. la aparición de sindicatos como La Federación Americana del Trabajo (AWF) o Industrial Workers of the World (IWW) asustaron a los capitalistas. A través de la figura de Mitchell Palmer, se utilizó la Ley de Espionaje de 1917 y la Ley de Sedición de 1918 como base para lanzar una campaña sin precedentes contra radicales políticos, presuntos disidentes, organizaciones de izquierda y extranjeros. Casos como la ejecución de Sacco y Vanzetti o la deportación de Emma Goldmann son los más conocidos.



La Era del progresismo (1900-1920)

Durante la década de 1890, la política exterior de EE.UU. se volvió agresivamente activista. A medida que la productividad industrial estadounidense crecía, muchos reformadores instaron a la necesidad de mercados extranjeros. Otros sostenían que Estados Unidos tenía la misión de llevar la cultura anglosajona a toda la humanidad, de difundir la ley y el orden y la civilización estadounidense.

Justificaban así una política intervencionista a favor de sus intereses:  la intervención en la guerra de Cuba en 1898 convirtiéndola en su patio trasero, la ocupación de Filipinas en 1902 o la intervención en Panamá en 1903 construyendo y controlando un canal a través del istmo (el Canal de Panamá) son algunos ejemplos. En 1904, en el Corolario Roosevelt de la Doctrina Monroe, afirmó el derecho de los Estados Unidos a intervenir en los asuntos internos de las naciones del Hemisferio Occidental para prevenir "fechorías crónicas".

A nivel interno, los gobiernos municipales se transformaron; los trabajadores sociales trabajaron para mejorar la vivienda, la salud y la educación de los barrios marginales; y en muchos estados los movimientos de reforma democratizaron, purificaron y humanizaron el gobierno. Bajo el gobierno de Roosevelt el gobierno nacional fortaleció o creó organismos reguladores que ejercieron una creciente influencia sobre las empresas comerciales: 
  • la Ley Hepburn (1906) reforzó la Comisión de Comercio Interestatal
  • el Servicio Forestal, bajo el gobierno de Gifford Pinchot de 1898 a 1910, guio a las empresas madereras en la conservación -y en una explotación más racional y eficiente- de los recursos forestales
  • la Ley de Alimentos y Medicamentos Puros 
  • la Ley Sherman contra los monopolios.
La entrada en la Primera Guerra Mundial marcaría el asentamiento de la hegemonía estadounidense y el declive europeo: Wilson decidió que si los Estados Unidos tenían alguna esperanza de influir en los asuntos mundiales, era imperativo que entraran en la guerra y lucharan para proteger sus intereses.  Wilson falló en gran parte de su programa, ya que los otros Aliados no estaban interesados en una «paz sin victoria». Los británicos no estaban de acuerdo con la libertad de los mares; los aranceles no se derrumbaron; la autodeterminación fue a menudo violada; las negociaciones clave se mantuvieron en secreto; pero al final Wilson obtuvo su mayor objetivo, el establecimiento de la Sociedad de Naciones para proporcionar seguridad colectiva contra futuras agresiones.

Los felices años 20 

La reactivación iniciada en Estados Unidos en 1922 (tras la crisis de 1921) fue algo más tardía en Europa (1924). Abrió las puertas a una etapa expansiva de la economía mundial que propició un clima de euforia y ciega confianza en el sistema capitalista. El sufragio femenino conquistado en 1919, leyes como la Ley Seca y el auge del cine son claves en esta década.

Los Estados Unidos se convirtieron en la locomotora de la economía mundial. El modelo de vida americano fue exportado por todo el mundo. El "American Way of Life" rápidamente sedujo a los europeos, cimentado en el consumo individual de bienes (automóviles, teléfonos, electrodomésticos), impulsado por la publicidad y sostenido por un crédito fácil y las ventas a plazos.

Los espectáculos de masas (cine, deportes, cabarets, teatro), el interés por la alta costura, las nuevas corrientes musicales (jazz, charleston, blues) se convirtieron en objetos de consumo y alimentaron a toda una industria que hasta entonces no había sido significativa (Hollywood, discográficas, moda, etc.)

El "American Way of Life" se convirtió en el escaparate delas ideas capitalistas: Los valores que la impulsaban eran los del éxito, la iniciativa y el esfuerzo individual permitiendo las posibilidades de enriquecimiento y el bienestar mientras que la pobreza y el fracaso fueron considerados signos de pereza, falta de inteligencia, debilidad e incompetencia, identificando la pobreza con defectos humanos.

Esta imagen provocó una fuerte inmigración desde todos los rincones del mundo (Alemania, Polonia, Italia, China) en busca de oportunidades, agolpándose en las ciudades en barrios abarrotados de extranjeros donde reinaban la pobreza y la exclusión. La percepción de la "otra América", la de los que llegaban, se convirtió en un grave problema social, político y moral. La Administración conservadora republicana optó por una política de control de la emigración (Leyes de 1921) y desde postulados racistas prohibió la entrada de individuos de origen asiático restringiendo asimismo la entrada de europeos -especialmente de eslavos y latinos- mediante leyes como la Immigration Act de 1924 (también conocida como "Johnson-Reed Act").

Desde una mentalidad puritana, se difundió la opinión de que el país estaba siendo corrompido por ideas y modos de vida extraños y se identificó a los inmigrantes con la ingesta de alcohol. El gobierno prohibió su consumo, fabricación y venta ("Ley Seca"), fomentando con ello la creación de bandas organizadas que ejercieron el control de un floreciente contrabando y mercado negro, favoreciendo indirectamente el fenómeno de las mafias y el gansterismo (Al Capone y otros).

Felices años 20



La crisis del 29

Esta prosperidad duraría un corto periodo que finalizaría el 24 de Octubre de 1929, conocido como el Jueves Negro, y con la llegada del Crac del 29 que culminaría finalmente con el advenimiento de la Gran Depresión.

Durante "los locos años veinte", industriales y banqueros se convirtieron en héroes de la nación, además de ser admirados por las riquezas que habían creado. Según John Kenneth Galbraith en su libro Breve historia de la euforia financiera  "La especulación y las inversiones en el mercado bursátil tiende a asociar una inteligencia fuera de lo corriente con la dirección de las grandes instituciones financieras. Cuanto mayor es el capital y más elevados los ingresos que se tienen, más profundo es el talento que se atribuye en materia financiera, económica y social. En toda actitud favorable a la libre empresa (otrora llamada capitalista) subyace una acusada tendencia a creer que cuanto más dinero, ingresos o bienes tiene un individuo, más profunda y más exigente es su percepción de los asuntos económicos y sociales, y más agudos y penetrantes sus procesos mentales. El dinero es la medida de toda realización capitalista. A más dinero, mayor es el logro y la inteligencia que lo apoya" John Kenneth Galbraith, Breve historia de la euforia financiera, Capítulo II Los denominadores comunes

La especulación comenzó a dominar los mercados financieros y se mantuvo así hasta 1929, cuando se produjeron rumores sobre una posible caída. Los trabajadores encontraron en el mundo bursátil la forma de sobrevivir frente a un estado que no cubría sus necesidades básicas y obliga a la gente a especular con afán de ganar más dinero para mejorar su precaria situación.

La caída de la bolsa en el crack del 29 provocó un aumento de las bancarrotas, la destrucción de la industria y aumento del desempleo: Seis meses después de los acontecimientos de octubre de 1929, el total de desempleados se había más que duplicado a 3,25 millones.

Después del fracaso de Hoover, el clamor público para que interviniera el gobierno fue ensordecedor: la victoria de Rooselvelt y la aplicación de políticas intervencionistas y keynesianas pusieron freno a un modelo de capitalismo ultraliberal, y establecieron en el país un Estado del Bienestar que acabaría definiendo las Constituciones de muchas democracias occidentales 

24/10/1929-Nueva York, NY: 
 el Jueves Negro, el día en que colapsó la bolsa de valores de Nueva York
y el día que condujo a la Gran Depresión.

Franklin Délano Rooselvelt

Este hombre que hizo famosa su sonrisa, fue el más admirado y el más odiado de los presidentes de Estados Unidos. Alumno de la Universidad de Harvard,  en 1905, casó con una sobrina de Teodoro Roosevelt - el que impuso la denominada política del Big Stick (Gran Garrote). En 1910, Franklin, fue elegido senador de Nueva York y, tres años más tarde, sirvió como subsecretario de Marina. En 1921, a los 39 años, sufrió un ataque de poliomielitis.

En 1932, derrotó al candidato de los republicanos, Herbert Hoover, favorito para ganar la presidencia y desarrolló su programa político llamado New Deal. Roosevelt tuvo un papel preponderante en la Segunda Guerra Mundial apoyando a Gran Bretaña y fue un político trascendente en la creación de la alianza con Gran Bretaña y la Unión Soviética para luchar contra los nazis, los fascistas y los japoneses. Firmó los tratados de Teherán y de Yalta. Cumplió tres períodos presidenciales completos y, por estar muy enfermo, apenas gobernó unos meses de su cuarto período, tras derrotar al gobernador Thomas Dewey;

Roosevelt se sentía predestinado para gobernar su inmenso país.

Era creyente, pero decía que Dios no quería ser consultado en asuntos políticos y solía afirmar que la religión era un asunto privado.

Roosevelt se mostró firme en su posición de mantener a los Estados Unidos en un completo aislacionismo, pero al estallar la Segunda Guerra Mundial cambió su actitud y se mostró inclinado a apoyar a Gran Bretaña. En 1940, derrotó al candidato republicano Wendell Wilkie y en 1941 organizó la industria bélica al tomar partido contra los nazis

El Roosevelt político no confiaba en nadie, con la excepción de su secretaria, Lucy Mercer, su amante por muchos años. Se aprovechaba de la gente y no tenía escrúpulos para cambiar de opinión. Eleanor, su mujer, en sus memorias, dijo: he sido algo así como su socia política. Más tarde, afirmó: Yo fui una que sirvió a sus propósitos.

Estando en el poder favoreció a Lyndon Johnson en sus campañas políticas y en asuntos de impuestos. Sin embargo, por impuestos, persiguió y llevó a la cárcel al millonario Moe Annenberg. Ya en libertad, Annenberg compró el diario The Philadelphia Inquier y desató una dura campaña contra el New Deal, el programa de los demócratas. Roosevelt, entonces, sin inmutarse, aceptó aliarse con el hombre al que había enviado a la cárcel.

Cuando le reprocharon que amparara al dictador de Haití, Francoise Duvalier, y le dijeron que éste era un hijo de puta. Roosevelt, le respondió:

"Sí, pero es nuestro hijo de puta".

Franklin Delano Roosevelt ha sido el único de los presidentes de Estados Unidos elegido, consecutivamente, por cuatro períodos:

- 1932- 1936- 1940, períodos completos y solo unos meses, luego de su triunfo en 1944.

Nació el 30 de enero de 1882, en Hyde Park, N.Y.

Murió el 12 de abril de 1945, en Warm Springs, Ga.

Franklin D. Roosevelt 
El New Deal

Roosevelt creía que si el Estado no intervenía, se corría el riesgo de que la situación empeorase. En concreto, por un lado, tenía miedo de que se dieran episodios deflacionarios (bajadas sostenidas del nivel de precios) debidos a que, la población al ver disminuida su capacidad adquisitiva, no podría comprar todos los bienes disponibles en el mercado, así que habría un exceso de oferta que llevaría a una bajada de precios

Por otro lado, estaba seguro de que si no se hacía frente a la situación desde el Estado habría aumentos de la tasa de desempleo.

Las políticas del New Deal fueron dirigidas a cumplir dos objetivos principales:
  • Reactivar la economía por medio del consumo y de la inversión: Para ello, aumentó el gasto público, principalmente a través de la industria, potenciando las inversiones. Además, pusieron en marcha multitud de proyectos de obras públicas, lo cual dio empleo a millones de trabajadores.
  • Establecer controles bancarios para evitar otra crisis como la del 29: se exigió un aumento de las reservas de los bancos para garantizar su solvencia. También se creó la “Ley de emergencia bancaria” (Emergency Banking Act), por la cual, se clausuraban todos los bancos que manifestasen insolvencia, dejando solo operar a los que pudiesen demostrar que eran solventes. Y por último, se estimuló la concesión de créditos para la inversión empresarial.
Pero además de actuar en el ámbito económico, en el ámbito social, también intervino el Estado aplicando diversas políticas:
  • Por medio de la National Labor Relations Act se regularon las relaciones entre empresarios y empleados, estableciendo un salario mínimo y una jornada horaria máxima. El salario mínimo, junto con la disminución del desempleo, hizo que los trabajadores tuvieran mayor poder adquisitivo, lo cual tuvo un efecto positivo en la demanda de bienes y servicios del país.
  • Se creó el primer sistema federal de seguro de desempleo y de pensiones (Social security act), que tenía como objetivo disminuir las desigualdades sociales, especialmente en beneficio de las personas ancianas, que se habían empobrecido gravemente como resultado de la Gran Depresión.
  • A nivel financiero, hubo un mayor control del Estado sobre los bancos (Banking Act de 1933), y se exigió un aumento de sus reservas a fin de garantizar su solvencia. Se estimuló la concesión de créditos destinados a la inversión empresarial. Se promulgó además la Ley de Obligaciones Federales con el fin de proteger a los inversores de posibles fraudes.
  • La National Industrial Recovery Act de 1933 potenció las subvenciones a la industria con el objetivo de estimular su recuperación. Se pusieron en funcionamiento gigantescos proyectos de obras públicas (carreteras, pantanos, etc) a través de la Publics Works Administration, WPA (1935). Este organismo colaboró con la Tennessee Valley Authority (1933), destinada a la colonización e industrialización del valle del río Tennessee, iniciativa de una serie de empresas públicas por medio de las cuales se construyeron embalses, centrales hidroeléctricas y se reforestaron extensas áreas. Esta actividad dio empleo a más de 3 millones de trabajadores
  • A través de la Agricultural Ajustment Act (AAA de 1933) se buscó la recuperación del campo, siendo objetivo primordial la disminución de la producción, ya que la sobreproducción que se arrastraba desde la década de los 20 había hundido los precios y los beneficios de los agricultores. Esa reducción se consiguió a cambio de una indemnización recibida por los agricultores. El resultado que se obtuvo de la disminución de las cosechas fue la subida de los precios. En tres años se consiguieron duplicar las rentas agrarias.
Sin embargo, la economía estadounidense salió reforzada y experimentó un espectacular auge, especialmente en su sector industrial, con un crecimiento del producto interior bruto en torno al 10% anual gracias a los créditos concedidos a los países europeos, convirtiéndose en el mayor proveedor de productos manufacturados. En 1945 era acreedor de la mayoría de los estados y controlaba dos tercios del total de las reservas mundiales de oro.



jueves, 3 de noviembre de 2022

QUEIPO DE LLANO EL CARNICERO DE ANDALUCÍA

El general franquista Gonzalo Queipo de Llano representó al terror con sus despiadadas consignas desde la radio, en las que anticipaba el asesinato de miles de personas, señalaba a las víctimas, y azuzaba a los asesinos, estas charlas eran muy celebradas y seguidas con gran interés en la zona sublevada y su texto, una vez pulido, era publicado al día siguiente obligatoriamente por todos los periódicos. 

La biografía de Gonzalo Queipo de Llano y Sierra (Tordesillas, 5 de febrero de 1875 – Sevilla, 9 de marzo de 1951) está manchada de sangre. La aplicación de la pedagogía del terror permite hablar de genocidio y del golpista, que llegó a ser conocido como ‘virrey de Andalucía’, como criminal de guerra.

Durante esos dos días se hizo con el control del centro y con los resortes del poder. La toma de Triana no terminó hasta la tarde del día 22 y la del sector Macarena-San Julián, lo que se conocía como el “Moscú sevillano”, no tuvo lugar hasta la mañana del día siguiente, el día 23 de julio.

Lo dirigió desde su destino en Sevilla y lideró una fuerte represión a partir de julio de 1936. Fue responsable del fusilamiento de más de 45.000 personas. El escritor hispano-irlandés Ian Gibson le acusó en su biografía de Federico García Lorca de ordenar además el fusilamiento del poeta granadino.

Como ejecutor de la estrategia golpista en el Sur (Andalucía y Extremadura), fue enterrado en la Basílica porque ayudó a construirla. Durante esa época, fueron famosas sus proclamas a través de la radio como jefe del Ejército del Sur y durante la guerra actuó cuasi como un dictador, con casi total independencia del resto de los golpistas. Era el hombre que avisaba, sin pudor, que las 'rojas' serían violadas por los soldados franquistas.

Matanzas indiscriminadas contra civiles, aniquilación del adversario social y político, violaciones masivas de mujeres, saqueo y robo sistemático a los vencidos, uso de trabajadores esclavos… Todo un ramillete de graves violaciones de los Derechos Humanos cometidas, en gran parte, en ciudades sin guerra: Sevilla, Cádiz, Huelva y Córdoba.

Fue exhumado de la Basílica de la Macarena el 3 de noviembre de 2022. Su legado sangriento en Andalucía todavía perdura y marca la historia reciente con heridas que no cicatrizan.

Lloran los campos andaluces, lágrimas negras y oscuras
recordando lo allí acontecido, las miserias y las vergüenzas vividas
en las ciudades, los pueblos y los campos sumergidas en el terror y la locura
sembrada por aquellos golpistas militares, asesinos y genocidas

La muerte se festeja desde las ondas de radio Sevilla, donde la lectura
diaria del emperador de todos los canallas, borracho y asesino
hiperbólico y estrambótico, marca la hora y la agenda del dolor y la tortura
Muerte festejada en las ondas, borrachos y eufóricos de sangre, jerez y vino

Repartiendo C.A.F.E en los pueblos y en las ciudades
llamando a la violación y asesinato del pueblo andaluz
a aquellos jornaleros, obreros, ciudadanos que se mantuvieron leales
aquellos que perdieron y sufrieron en sus carnes tan pesada cruz

No habrá para vosotros sepultura, arrojados al vertedero de la historia
Queipo de Llano, repartidor de dolor y muerte, militar traidor y genocida 
asesino, violador de mujeres, ¡El pueblo sevillano recuerda, tiene memoria!
en sus carnes sufren todavía la huella sangrienta de su paso por Andalucía 


jueves, 27 de octubre de 2022

EL FASCISMO ITALIANO

El fascismo es un movimiento político y social que nació en Italia de la mano de Benito Mussolini tras el fin de la Primera Guerra Mundial. Se trata de un movimiento totalitario y nacionalista, cuya doctrina (y las similares que se desarrollaron en otros países) recibe el nombre de fascista.


Desde 1922 hasta 1943 fue cuando el citado dictador italiano se convirtió en el primer ministro de su país. Fecha aquella última en la que fue depuesto y posteriormente encarcelado, aunque en prisión estuvo muy poco tiempo pues recibió la ayuda de la Alemania nazi para escapar de dicho lugar. No obstante, dos años después, en 1945, finalmente moriría tras ser ejecutado.

El fascismo se propuso como una tercera vía ante las democracias liberales (como la estadounidense) y el socialismo (la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Además del régimen de Mussolini en Italia, se califica como fascistas a la Alemania de Adolf Hitler y la España de Francisco Franco.

El fascismo se basa en un Estado todopoderoso que dice encarnar el espíritu del pueblo. La población no debe, por lo tanto, buscar nada fuera del Estado, que está en manos de un partido único. El Estado fascista ejerce su autoridad a través de la violencia, la represión y la propaganda (incluyendo la manipulación del sistema educativo).

El líder fascista es un caudillo que aparece por encima de los hombres comunes. Mussolini se autodenominaba como Il Duce, que deriva del latín Dux  (“General”). Se trata de liderazgos mesiánicos y autoritarios, con un poder que se ejerce de manera unilateral y sin ningún tipo de consulta.

Además de todo ello hay que resaltar el hecho de que el Fascismo en Italia llevó a que se desarrollaran y promulgaran las que se dieran en llamar “leyes raciales”. Estas eran un compendio de medidas de discriminación y de persecución hacia todas aquellas personas que fueran o estuvieran en relación con los judíos italianos.

Dicha legislación dio lugar no sólo a que se llegara a hablar de una raza italiana “pura” sino también a que se abrieran campos de concentración donde los judíos eran recluidos, sometidos a trabajos forzosos, objetivos de todo tipo de torturas y abusos e incluso algunos de ellos fueron también asesinados.

HISTORIA DEL FASCISMO ITALIANO

La clave del éxito del fascismo surge durante la I Guerra Mundial: Italia, tras abandonar la Triple Alianza con Alemania y el Imperio Austrohúngaro, decide ponerse del bando de los aliados. Las consecuencias fueron desastrosas: hubo un enorme número de bajas humanas y materiales, de los territorios prometidos ( Trieste, Fiume y el Tretino)  solamente recuperó éste último. Esta victoria pírrica fue clave para el ascenso fascista en Italia.

En 1919, terminada la guerra, las expectativas territoriales quedaron frustradas por el Tratado de Saint-Germain-en-Laye (el equivalente para Austria del Tratado de Versalles). El poeta Gabriele D'Annunzio llevó a cabo una aventura militar que acabó en la creación del Estado libre de Fiume y la redacción de una constitución que puede entenderse como precedente inmediato del fascismo. Entre tanto, con un país empobrecido y un gobierno débil, Benito Mussolinni, antiguo dirigente socialista, creó en marzo de 1919 los Fasci italiani di combattimento (Fascios italianos de combate), germen del partido Fascista Italiano de 1921, que empezaron a destacar por su lucha callejera contra huelguistas, izquierdistas y otros enemigos políticos y sociales. El temor ante una revolución similar a la rusa hizo que el pueblo italiano viese en los fascistas de Mussolini la mejor arma para desarticular los movimientos marxistas organizados.

El término totalitarismo fue empleado por primera vez por el "filósofo del fascismo" Giovanni Gentile, conocido como filósofo, autor de la reforma escolar y director de la Enciclopedia Italiana,  durante la Gran Depresión para expresar el sentimiento reconfortante por el que un "estado total" ofrece seguridad y prosperidad a sus ciudadanos si estos renuncian a algunas de sus libertades.  Giovoanni Gentile  fue ministro de Educación, senador del Reino de Italia, miembro del Gran Consejo del Fascismo, redactor del Manifiesto de los Intelectuales Fascistas, creador del juramento de fidelidad de los profesores universitarios, director de la Scuola Normale Superiore de Pisa, fundador y presidente del Instituto Nacional Fascista de Cultura y -por último- presidente de la Accademia d’Italia durante la República Social (RSI).  que se concretó en la famosa frase de Mussolini en su discurso de La Scala de Milán en 1925: “Tutto nello stato, niente al di fuori dello stato, nulla contro lo stato” (“Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado”).

Benito Mussolini

Mediante la acción violenta sobre socialistas, comunistas, anarquistas y, en general sobre todos los demócratas italianos, logró alcanzar el poder en 1922 tras la Marcha sobre Roma realizada entre 1921 y octubre de 1922 creando un régimen totalitario constituido en precedente y modelo de otros tantos surgidos en Europa a lo largo de la década de los treinta.

Entre octubre de 1922 y enero de 1925, Mussolini cristalizó las bases del estado fascista: en 1923 modificó la ley electoral, creando una ley que beneficiaba al partido más votado. Esta medida fue denunciada por el diputado socialista Mateotti, asesinado por el fascismo en 1924. 

El 10 de junio de 1924, a escasos metros de su domicilio, Matteotti sería secuestrado e introducido a la fuerza en un automóvil alquilado para tal fin por un grupo de escuadristas.

Durante casi dos meses estuvo en paradero desconocido hasta que, el 16 de agosto de ese mismo año, su cuerpo apareció en un avanzado estado de descomposición en un bosque a las afueras de Roma, en dirección a los montes Sabinos.

Giacomo Matteotti

En enero de de 1925, Mussolini reconoció la autoría del asesinato pero ya era tarde: Ya había sentado las bases de un estado totalitario, estado que se basaba en el culto al líder, la represión de la oposición, las ejecuciones y el desarrollo de las leyes fascistas. En mayo de ese mismo año, se creaban las juventudes fascistas (Opera Batilla) cuyo lema era "crecer, obedecer y combatir".

El fascismo fue bendecido por Pío XI en 1929 a través de los Pactos de Letrán entre el Vaticano e Italia. Posteriormente el Papa lo condenaría pero el mal ya estaba hecho.

LA DEMOSTRACIÓN DE LA SUPERIORIDAD FASCISTA

La Copa del Mundo se inauguró en 1930 cuando el fútbol empezaba a sembrar su semilla como deporte de masas y para expresar la competencia entre naciones sin necesidad de recurrir a las armas o conflictos bélicos. El deporte no tardaría en convertirse en otro campo de batalla ideológico.

El régimen fascista necesitaba el apoyo popular para perpetuarse en el poder, y ese apoyo popular estaba en el fútbol, que se convirtió en una herramienta clave para crear la unidad nacional y obtener un prestigio internacional. Creó la Serie A como la primera liga nacional en 1929 y, una vez que se inició la Copa del Mundo en 1930, hizo una oferta a la que la FIFA no podía negarse: celebrar el próximo mundial de fútbol en Italia. El triunfo de la Italia fascista en el Mundial de 1934 fue utilizado por la propaganda del régimen de Mussolini como una demostración más de la superioridad del pueblo italiano y la justificación de su racismo, llegando incluso a crear su propio trofeo: la copa del Duce. El triunfo de la selección italiana de fútbol y la posterior celebración del pueblo italiano de esa victoria equivalían a celebrar el fascismo. El Lazio de Roma es el único recuerdo de la época. Era el equipo de Mussolini y sigue jugando en el estadio que construyó para ellos. Tratan de no contratar jugadores de color y sus partidarios son famosos por su racismo y antisemitismo. Uno de sus jugadores, Paolo di Canio, llevaba tatuados emblemas fascistas y hacía el saludo fascista cada vez que anotaba. Afortunadamente esos días han pasado. Ya es bastante malo que tanto dinero dependa de quién gana o pierde, pero los regímenes fascistas además tenían que ganar por razones políticas.

En 1938 Mussolini envió un telegrama al equipo italiano de la Copa del Mundo diciendo: “Vencer o morir” .Éste era en realidad un eslogan fascista estándar, pero cuando los húngaros perdieron 4-2 ante Italia en la final, eso le dio al portero húngaro, Antal Szabo, una excusa que otros cancerberos envidiarían: “Con los cuatro goles que me hicieron, le salvé la vida a once seres humanos”.


LA POLÍTICA ECONÓMICA Y EL IMPERIALISMO ITALIANO

La base económica fundamental del fascismo era la autarquía: a través del intervencionismo económico y la protección social, el estado tendría que valerse de sus propios recursos para subsistir. Se limitaron las exportaciones, se nacionalizaron empresas y, a través de la Batalla del Trigo (1925), la Batalla de la Lira (1927) con la que aumentó el PIB y la Batalla de la Bonificación (1928) la cuál aumentó el número de campos de cultivo y la inversión pública, Mussolini intentó sacar a Italia de la crisis económica.

Los fascismos alemán e italiano se enfrentaron no sólo a la creciente movilización de la clase obrera sino a la pujanza de las oligarquías financieras de las potencias capitalistas que ya habían conquistado los mercados exteriores vitales para el proceso de acumulación de capital. En consecuencia el fascismo alemán e italiano también fue la contestación monopolista de los capitalismos que llegaron tarde al colonialismo, surgió fruto de la rivalidad interimperialista que provocó la I Guerra Mundial por el reparto territorial del mundo. El fascismo se coloca en el período de maduración y crisis en la fase inicial del imperialismo donde el modelo de acumulación capitalista requería la puesta en marcha del militarismo para la búsqueda de mercados exteriores para canalizar la producción metropolitana, exportar capitales y asegurar el abastecimiento de materias primas y alimentos, optimizando la tasa de ganancias aprovechando las ventajas de las regiones colonizadas.

Hay que recordar que los grandes intereses del capital financiaron al fascismo como brazo armado contra los anarquistas y los comunistas, ayudando a la política expansionista de Mussolini quien conquistó Libia y Etiopía en 1935, además de firmar un acuerdo con Hitler en octubre de 1936 y apoyar la sublevación militar contra la Segunda República española de Franco, Mola y Sanjurjo durante la Guerra Civil española (1936-1939).

Una de las prioridades de la Italia Fascista tras llegar al poder tras la Marcha sobre Roma en 1922, fue la creación de un Imperio Italiano como el que había tenido el antiguo Imperio Romano.

Cuando llegó el fascismo a Italia de manos de Benito Mussolini, este era un país con más de 40.000.000 de habitantes repartidos en las regiones de Roma, Génova , Módena, Veneto, Piemonte, Romaña, Toscana, Nápoles, Lombardía y Parma, así como la islas de Sicilia, Cerdeña y Pantelleria. En África gozaba de los grandes dominios coloniales de Libia, Eritrea y Somalia. Como resultado vitorioso de la Primera Guerra Mundial se había anexionado los pequeños territorios de Trieste, Trentino, Alto Adigio, Zara e Istria a costa de Austria y Yugoslavia. Por último junto a Grecia poseía las Islas del Dodecaneso y la ciudad comercial asiática de Tientsin en China.

Los fascistas consideraban que la capacidad para trabajar y la calidad del trabajo que podía realizar cualquier persona era algo predeterminado, innato, vinculado a las características raciales de cada individuo, que de este modo se transformaban en un componente de la “naturaleza” humana, en rasgos esenciales, y no en el resultado del conjunto de prácticas y de ideas generadas en el proceso de producción cultural y de devenir histórico. Las características jerárquicas de la organización del trabajo bajo el capitalismo se transformaban según la perspectiva fascista en las condiciones naturales -biológicamente determinadas- de la organización de las relaciones de producción y del proceso de trabajo.

Mussolini subordinó a los sindicatos italianos a la patronal, primero mediante el llamado Pacto del Palazzo Vidoni, de octubre de 1925, donde quedó muy en claro que la autoridad dentro de la empresa era detentada por el empresario, sin ningún tipo de compensación o control por parte de sus empleados. En ese pacto la patronal lograba alejar a los sindicatos de cualquier interferencia en la gestión de las empresas, a cambio del otorgamiento a los sindicatos fascistas de la exclusiva representación de los trabajadores y la capacidad de firmar convenios; ya que se liquidaban definitivamente las comisiones internas (vestigio de las movilizaciones de del bienio rojo), Esa cuestión quedó refrendada en la “constitución” laboral, la Carta del Lavoro, sancionada al año siguiente, en donde se reconocía explícitamente (art. VII) la autoridad exclusiva del empresario en la conducción de la actividad económica, a la cual debía subordinarse sin reparos el conjunto de trabajadores, y a la empresa privada “como el instrumento más eficaz y útil para los intereses nacionales”. Ese pacto significó a su vez el otorgamiento a la Confindustria de la representación oficial del empresariado como bloque único en el proyecto corporativo, al tiempo que se confirmaba y reconocía por parte de la cúpula fascista la indiscutible y exclusiva autoridad del empresario en la dirección de su establecimiento.

Tras una serie de huelgas entre febrero y marzo de 1925, especialmente en el sector de la metalurgia, que fueron prácticamente autorizadas por Mussolini y el Gran Consejo con el fin de enviar un mensaje a los patronos para que recordaran que la dictadura fascista era el árbitro que garantizaba la paz laboral que aquellos necesitaban, las huelgas acabaron con un discreto aumento salarial y los sindicatos fascistas se retiraron rápidamente del conflicto (la FIOM dirigida en condiciones de clandestinidad por los socialistas, intentó continuarlas), pero un mes después el Gran Consejo Fascista prohibió las huelgas considerándolas “acto de guerra”, que con la ley de abril de 1926 quedarían definitivamente proscriptas, junto a los lock-outs.  Los grandes colosos empresariales cuyo desarrollo, que consideraban estimulados por la Gran Guerra, ofrecían tanto un modelo militar de organización jerárquica como el mejor ejemplo de la capacidad productiva, eran vistos como un pilar importante de la fuerza política del estado y por lo tanto en su capacidad militar. A su vez un régimen productivista debía reunir las características de una “nación en guerra”, un régimen de colaboración entre todas las clases sociales en un orden basado en la autoridad de las jerarquías naturales.

Mussolini y Franco


Los Pactos de Letrán

Corría el 11 de febrero de 1929 cuando el Estado Vaticano recuperaba su autonomía como estado independiente, después de que el Reino de Italia reconociera la soberanía del primero en los Pactos de Letrán. Los Estados Pontificios, en los que había gobernado el Papa hasta 1870, habían sido absorbidos en la Reunificación italiana, el papa y la Santa Sede habían quedado forzosamente bajo la soberanía italiana. Pero tras los acuerdos de 1929, se restauraba un Estado soberano para la Iglesia Católica.

“En nombre de la Muy Santísima Trinidad, Considerando:
Que la Santa Sede e Italia han reconocido que convenía eliminar toda causa de discrepancia existente entre ambos y Ilegar a un arreglo definitivo de sus relaciones recíprocas que sea conforme a la justicia y a la dignidad de las dos Altas Partes y que, asegurando a la Santa Sede, de una manera estable, una situación de hecho y de derecho que le garantice la independencia absoluta para el cumplimiento de su alta misión en el mundo, permita a esta misma Santa Sede reconocer resuelta de modo definitivo e irrevocable la "Cuestión Romana", surgida en 1870 por la anexión de Roma al reino de Italia bajo la casa de Saboya; que es necesario para asegurar a la Santa Sede la independencia absoluta y evidente, garantizarle una soberanía indiscutible, incluso en el terreno internacional, y que, como consecuencia, es manifiesta la necesidad de constituir con modalidades particulares la "Ciudad del Vaticano" reconociéndose a la Santa Sede, sobre este territorio, plena propiedad, poder exclusivo y absoluto y jurisdicción soberana; Su Santidad el Soberano Pontífice Pío XI y Su Majestad Víctor Manuel III, rey de Italia, han resuelto estipular un tratado, nombrando a este efecto dos plenipotenciarios, los cuales han acordado los siguientes artículos:

Artículo 1.° Italia reconoce y reafirma el principio consagrado en el artículo 1° del Estatuto del reino, de fecha de 4 de marzo de 1848, en virtud del cual la religión católica, apostólica y romana es la única religión del Estado.

Art. 2.° Italia reconoce la soberanía de la Santa Sede en el campo internacional como un atributo inherente a su naturaleza, de conformidad con su tradición y con las exigencias de su misión en el mundo.

Art. 3.º Italia reconoce a la Santa Sede la plena propiedad, el poder exclusivo y absoluto de la jurisdicción soberana sobre el Vaticano, cómo está constituido actualmente, con todas sus dependencias y dotaciones, estableciendo esta suerte de Ciudad del Vaticano para los fines especiales y con las modalidades que contiene el presente tratado (...).

Art. 4.º La soberanía y la jurisdicción exclusiva que Italia reconoce a la Santa Sede sobre la Ciudad del Vaticano implica esta consecuencia: que ninguna injerencia por parte del Gobierno italiano podrá manifestarse allí y que no habrá otra autoridad allí que la Santa Sede (...).

Art. 8º ltalia considera como sagrada e inviolable la persona del Soberano Pontífice, declara punible el atentado contra ella y la provocación al atentado, bajo amenaza de las mismas penas establecidas para el atentado o provocación al atentado contra el Rey. Las ofensas e injurias cometidas en territorio italiano contra la persona del Soberano Pontífice, en discursos, actos o en escritos serán castigados como las ofensas e injurias contra la persona del Rey (...).
Art. 12º Italia reconoce a la Santa Sede el derecho de legación activa y pasiva según las normas del derecho internacional (...).

Art. 18º Los tesoros de arte y de ciencia que existen en la Ciudad del Vaticano y en el palacio de Letrán permanecerán visibles a los estudiosos y a los visitantes, reservándose a la Santa Sede, sin embargo, plena libertad de reglamentar la entrada del público.

Art. 20º Las mercancías que provengan del exterior y enviadas a la Ciudad del Vaticano se les permitirán siempre pasar por el territorio italiano con plena exención de derecho de aduana y de consumos.

Art. 24º La Ciudad del Vaticano será siempre y en todos los casos considerada como un territorio neutral e inviolable.

Roma, 11 de febrero de 1929.

Pietro, cardenal Gasparri.
Benito Mussolini."

Firma de los pactos de Letrán

LAS CONQUISTAS FASCISTAS. RECUPERANDO EL IMPERIO ROMANO

La política exterior de la Italia Fascista se basó en convertir al país en una potencia hegemónica sobre el Mar Mediterráneo dentro de un espacio de influencia que el nacionalismo latino consideró su “Marenostrum”, aunque también a nivel mundial y marítimo compitiendo con Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Japón.

Isla de Corfú

Mussolini empezó a crear su Imperio en 1923. Aprovechando que unos griegos exaltados asesinaron a unos militares italianos en la frontera con Albania, el Duce encontró un pretexto para atacar Grecia.

Inesperadamente la Marina Real Italiana (Regia Marina) bombardeó como represalia la Isla Corfú y la invadió. Grecia firmó la capitulación de Corfú que pasó a ser territorio italiano. Los griegos como indemnización además pagaron a Italia de 50 millones de liras. Mussolini acababa de obtener su primer territorio.

Fiume

Fiume, una península en Yugoslavia pegada al Mar Adriático, dentro de la región de Croacia, era un territorio polémico desde la fallida invasión de las milicias “Arditi” italianas capitaneadas por Gabriele D’Annuzio en 1919, expedición que acabó en nada ante la crisis política derivada del momento.

Con Mussolini las cosas fueron diferentes. En Enero de 1924 Italia firmó un acuerdo con Yugoslavia en el que concluía la ocupación militar italiana de Fiume. Había una explicación respecto a la anexión de Fiume y es que la Unión Soviética, gracias a sus buenas relaciones con Italia, reconoció la soberanía fascista en la península sin ninguna pega, algo que sin duda amedentró al Reino de Yugoslavia. Poco a poco el futuro Imperio de Mussolini empezaba a formarse.

Gebel (Libia)

Emilio de Bono cuando fue nombrado jefe del Ministerio de Colonias en 1925, se trasladó a Libia para dedicarse a su nueva tarea. Durante años Italia había llevado en el país norteafricano una política de asentamientos de colonos acompañada por constantes luchas contra la población libia que no quería aceptar la hegemonía italiana. La más cruenta antes de la Era Fascista fue el aplastamiento de la República de Tripolitania (1916-1918) con ayuda militar inglesa.

Las insurrecciones libias en el desierto contra Italia se produjeron hasta 1931, fecha en que el líder rebelde beduino Omar Mukhtar fue ejecutado públicamente gracias a una efectiva política represiva del general Rodolfo Graziani. Con los sublevados aplastados, Libia y en especial los nuevos territorios conquistados de Gebel se convirtieron en un asentaminto exclusivamente para agricultores y campesinos italianos.

Obbia y Migiurtina (África Oriental)

Similares sucesos, aunque de menor intensidad, ocurrieron en África Oriental. Los movimientos guerrilleros en Eritrea y Somalia huvieron que ser silenciados con bombardeos sobre la población civil durante años. Tras los combates en los que Italia salió victoriosa, al fin pudieron controlar sin problemas todos territorios. Ademas los italianos ampliaron sus dominios anexionando los sultanatos en Somalia de Obbia y Migiurtina.

Etiopía

Italia mantenía siempre vigiladas sus colonias africanas de Somalia, Libia y Eritrea, esta última muy codiciada por otras potencias debido a su gran industrialización. Pero más apetito tenía Italia por Abissínea (Etiopía), por ello como fundamento siempre a sus intentos de expansión ponía siempre el pretexto de la protección de Eritrea.

Gran Bretaña anunció en 1934 que los somalíes que viajasen entre la Somalia Británica y la Somalia Italiana a través de Etiopía, tendrían que hacerlo por la zona italiana de Welwel. Esto obligó a los nómadas somalíes a atravesar la región por medio de vigilancia de soldados británicos en supuestamente territorio italiano, lo que equivalía a violar el territorio. Tal actitud inglesa no gustó nada a Mussolini que reclamó una solución más justa. Pero la respuesta fue más polémica todavía, ya que Inglaterra retiró a sus tropas y en su lugar dejó que la ocupasen soldados del Reino de Etiopía. Dicha ocupación causó confusión entre las tropas etíopes que dispararon contra los italianos, a lo que estos respondieron con la misma moneda. Mussolini calificó este acto como una declaración de guerra, por lo que Italia se preparó para un conflicto africano.

El 2 de Mayo de 1935 el Ejército Italiano cruzó la frontera con Etiopía desde Eritrea y Somalia. Al día siguiente, el 3 de Mayo, el Emperador Haile Selassie anunció a su pueblo el levantamiento en armas contra los italianos. Ante aquella provocación Gran Bretaña y Francia embargaron el armamento tanto de Italia como Etiopía. Dos días después, el 5 de Mayo en Ginebra, Suiza, sede de la Sociedad de Naciones, se convocó una reunión de urgencia. Italia fue considerada como agresora y 48 países anunciaron sanciones. Sin embargo muchos se retractaron como Hungría, Austria y Albania, otros alargaron sus envíos como las propias Gran Bretaña o Francia y Estados Unidos simplemente aumentó los precios de las materias primas. Italia internacionalmente había conseguido una victoria legítima.

Durante todo 1935 y mitad de 1936, los italianos lentamente fueron conquistando Etiopía. A lo largo de la invasión Italia empleó sustancias ilegales como gases lanzados desde aviones contra los soldados etíopes que vomitaban sangre, se les caía la piel y se les desahacían los huesos. Finalmente, tras la Batalla de Maitschew, el Emperador Selassie huyó a Suiza y el 2 de Mayo de 1936 las tropas italianas victoriosas entraron en la capital de Addis Abbeba.

Con la conquista de Etiopía, Italia oficialmente se constituyó como Imperio y Víctor Manuel pasó de ser Rey a Emperador. Aquella era la primera vez desde la Antigua Roma que la Península Itálica recibía un título oficial del “Imperio”.

Albania

Albania subsistía económicamente gracias a Italia. Durante unos años las relaciones de Roma con Tiranna fueron buenas debido a una alianza militar entre los dos países, pero a raíz de las intenciones expansionistas de Italia las tensiones empezaron a aumentar entre ambas.

Cuando se firmó el Pacto de Munich el 29 de Septiembre de 1938, Mussolini gracias al apoyo que ofreció a Adolf Hitler, permitió a Alemania anexionarse Checoslovaquia. Con un aliado en Europa que no le reprocharía, Italia el 25 de Marzo de 1939 lanzó un ultimátum a Albania para que voluntariamente se uniese al Imperio Italiano. Como era lógico Albania lo rechazó, por tanto el 7 de Abril de 1939 las tropas italianas invadieron el país.

Muy fácil fue la conquista de Albania, pues el 12 de Abril el Parlamento Albanés votó el “sí” a favor de la anexión. Albania quedó constituida por un Gobierno fascista del Primer Ministro Shefqer Bej Verlaçi y pasó a formar parte de la Corona de Víctor Manuel III.

La Italia Fascista por fin era un gran Imperio.


viernes, 12 de agosto de 2022

BERTOLT BRECHT

Además de ser uno de los dramaturgos más destacados e innovadores del siglo XX, cuyas obras buscan siempre la reflexión del espectador, trató también de fomentar el activismo político con las letras de sus lieder, a los que Kurt Weill puso la música.


Su historia

Desde su juventud fue hombre comprometido, en todas sus creaciones, desde los panfletos que redactó, sus obras literarias, sus producciones teatrales, su obra poética o los guiones de cine y las películas que dirigió. Fue un hombre profundamente odiado por los alemanes, por su trayectoria social y porque lanzaba mensajes de conducta ética hasta en sus poemas; por ejemplo: allí donde todos callan, él hablará, que puede completarse con el destino del hombre es el hombre mismo. Sin duda, se trata de una de las grandes figuras literarias, políticas y sociales de la Europa moderna; y, al mismo tiempo, un artista, un rebelde, un agitador, un propagandista, un esteta, un viajero y poseedor de una versatilidad intelectual incomparable, ya que fue capaz de escribir brillantes ensayos, virulentos manifiestos, notables libretos de ópera, mordaces comentarios periodísticos y obras imborrables del teatro moderno.

Este es un apretado resumen para presentar a Bertolt Brecht, que nació en Augsburgo en 1898 y murió en Berlín 1956.

La infancia de Brecht transcurrió durante los años en los que Alemania tenía una economía que daba confianza a sus ciudadanos. Sin embargo, todo cambió al estallar la guerra; Brecht tenía solo 16 años, motivo por el cual no fue movilizado inmediatamente, lo que le permitió ingresar a la Universidad de Munich para cursar medicina. Comenzó en Múnich sus estudios de literatura y filosofía en 1917, a los que añadiría posteriormente los de medicina. Durante la Primera Guerra Mundial comenzó a escribir y publicar sus obras..

En 1918 fue llamado a filas como enfermero militar, y en este desempeño conoció las crueles atrocidades y miserias sin cuento de la guerra. Por fortuna, pronto llegó el armisticio, pero la derrota y el hambre, fueron el caldo de cultivo para los alzamientos de Kiel y Berlín, que proclamaron la República. Brecht, desmovilizado, hizo amistad con intelectuales izquierdistas y fueron los cambios que ocurrían en la sociedad alemana, los que inspiraron su primera obra -Baal. En enero de 1919, Carlos Liebdknecht y Rosa de Luxemburgo, fueron asesinados, lo que originó una violenta ola de represión antirrevolucionaria. Baal fue presentada en Leipzig y tuvo éxito de público, pese a que, a la vez, provocó fuertes manifestaciones de protestas. Berthold escribió entonces En la selva de las ciudades y Tambores en la noche, ganando con ésta obra, el premio Kleist; su producción siguió con Hombre por hombre, cuyo papel principal lo hizo Peter Lorre, famoso artista de cine; en 1927, escribió el libreto de la ópera Grandeza y decadencia de la ciudad de Mahagonny, una obra satírica y amarga.

Desde 1920 frecuentó el mundo artístico de Múnich y trabajó como dramaturgo y director de escena. En este entorno conoció a Frank Wedekind, Karl Valentin y Lion Feuchtwanger, con quienes mantuvo siempre un estrecho contacto. En 1924 se trasladó a Berlín, donde trabajó como dramaturgo a las órdenes de Max Reinhardt en el Deutsches Theater; posteriormente colaboró también en obras de carácter colectivo junto con Elisabeth Hauptmann, Erwin Piscator, Kurt Weill, Hans Eisler y Slatan Dudow, y trabó relaciones con el pintor Georg Grosz. En 1926 comenzó a interesarse con mayor intensidad por el marxismo y estableció un estrecho contacto con Karl Korsch y Walter Benjamin. Su Dreigroschenoper (Opera de cuatro cuartos, 1928) obtuvo en 1928 el mayor éxito conocido en la República de Weimar. En ese año 1928 se casó con la actriz Helene Weigel.

En 1928 se asoció con el músico Kurt Weil para escribir una de sus obras más conocidas La ópera de tres centavos, estrenada en Berlín, y cuyo éxito no ha tenido parangón en la historia contemporánea del teatro alemán. Al año siguiente, escribió dos obras didácticas El que dice que sí, el que dice que no y la que tituló La decisión. Y llegamos al año 1930, fatídico para Alemania, porque los nazis obtienen sus primeros éxitos, apoyados en la crisis económica; tres años más tarde se produce la catástrofe: Hitler sube al poder. Brecht, todavía, publica dos nuevas obras Santa Juana de los mataderos y La Madre. Tras el incendio del Reichstag, los nazis inician la persecución de los intelectuales. Bertolt viaja a Viena, a París, a Dinamarca, a Finlandia y a los Estados Unidos. 

Desde 1930 estrechó sus contactos con el Partido Comunista Alemán. Tres años más tarde, la ascensión del nazismo forzó su salida del país: el 28 de febrero de 1933, un día después de la quema del Parlamento, Brecht comenzó su camino hacia el exilio en Svendborg (Dinamarca). Tras una breve temporada en Austria, Suiza y Francia, marchó a Dinamarca, donde se estableció con su mujer y dos colaboradoras, Margarethe Steffin y Ruth Berlau. 

En 1934, en Moscú publica tres obras de implacable crítica al nazismo: Cabezas redondas y cabezas puntiagudas, la siguiente es Los Horacios y los Curiacios, y Arturo Ui. En 1935 viajó a Moscú, Nueva York y París, donde intervino en el Congreso de Escritores Antifascistas, suscitando una fuerte polémica. En 1938 publica Terror y miseria del Tercer Reich, obra que constituye un contundente ataque contra el nazismo, y termina de escribir el drama histórico Galileo Galilei, cuyo papel principal lo asumió el famoso actor inglés Charles Laughton.

Iniciada la Segunda Guerra Mundial, y temiendo la ocupación alemana, en 1939 se marchó a Suecia; en 1940, a Finlandia, país del que tuvo que escapar ante la llegada de los nazis; y en 1941, a través de la Unión Soviética (vía Vladivostok), a Santa Monica, en los Estados Unidos, donde permaneció aislado seis años, viviendo de guiones para Hollywood. En 1947 se llevó a la pantalla Galileo Galilei, con muy poco éxito. A raíz del estreno de esta película, el Comité de Actividades Antinorteamericanas le consideró elemento sospechoso y tuvo que marchar a Berlín Este (1948), donde organizó primero el Deutsches Theater y, posteriormente, el Theater am Schiffbauerdamm. Antes había pasado por Suiza, donde colaboró con Max Frisch y Günther Weisenborn.

Llega el momento en que produce una de sus obras teatrales más significativas Madre Coraje, basada en un episodio de la Guerra de Treinta Años; por último, omitiendo algunas obras políticas, Brecht escribe otra de sus creaciones teatrales más importantes El círculo de tiza caucásico. Mientras tanto, en Estados Unidos se inicia la siniestra época persecutoria del senador MacCarthy; Brecht, decide regresar a Alemania, pero los aliados se niegan a concederle el permiso de entrada y debe intervenir Edwin Kirsch, alcalde de Praga, quien le da un visado de tránsito. Así pudo regresar a su patria, pero al Berlín Oriental.

En Berlín, junto con su esposa Helene Weigel, fundó en 1949 el conocido Berliner Ensemble, y se dedicó exclusivamente al teatro. Aunque siempre observó con escepticismo y duras críticas el proceso de restauración política de la República Federal, tuvo también serios conflictos con la cúpula política de la República Democrática.

En Agosto de 1956, murió Bertolt Brecht




Brecht es sin duda uno de los dramaturgos más destacados del siglo XX, además de uno de los líricos más prestigiosos. Aparte de estas dos facetas, cabe destacar también su prosa breve de carácter didáctico y dialéctico. La base de toda su producción es, ya desde los tiempos de Múnich, una posición antiburguesa, una crítica a las formas de vida, la ideología y la concepción artística de la burguesía, poniendo de relieve al mismo tiempo la necesidad humana de felicidad como base para la vida.

Con su acercamiento al marxismo, esta postura se hizo mucho más radical y pasó de hacer referencia a un individuo aislado a enmarcarse en el ámbito del conjunto de la sociedad: el individuo autónomo aniquilado por el capitalismo (Mann ist Mann, El hombre es el hombre, 1924/25) consigue nuevas cualidades dentro del colectivo. Con el personaje que da título a su drama Baal (1922), Brecht creó un tipo que aparece a lo largo de toda su producción en diversas variaciones (Schweyk im Zweiten Weltkrieg, Schweyk en la Segunda Guerra Mundial, 1943) y que se expresa de manera mucho más radical en los fragmentos Untergang des Egoisten Johann Fatzer (El ocaso del egoísta Johann Fatzer, 1927/30) y Die Reisen des Glücksgotts (Los viajes del dios de la suerte, 1941).

La posición opuesta la representan las figuras maternales, junto con el colectivo revolucionario y los dialécticos (Geschichten von Herrn Keuner, Historias del señor Keuner, 1930). El desarrollo literario de Bertolt Brecht, que en su lírica pasa desde un acercamiento crítico a la "Neue Sachlichkeit" hasta formas de resistencia colectiva (Lieder-Gedichte-Chöre, Canciones-Poemas-Coros, 1934), está influido por la Biblia de Lutero, la obra de Shakespeare y la Antigüedad Clásica, así como por el teatro asiático y la filosofía china.

Brecht entiende la filosofía como la doctrina del buen comportamiento, una categoría que resulta fundamental en su obra. En este sentido entiende sus textos como intentos progresivos de provocar asombro, reflexión, reproducción y cambios de actitud y de comportamiento en el espectador. Para ello utiliza el conocido "efecto de distanciamiento" ("Verfremdungseffekt"), que no debe ser entendido sólo como una técnica estética, sino como "una medida social". Sus intentos dramáticos más radicales de carácter pedagógico y político son Lindberghflug (El vuelo de Lindbergh, 1929), Das Badener Lehrstück und der Neinsager (La parábola de Baden y el que decía que no, 1930), Die Maßnahme, (La medida, 1930), Die Ausnahme und die Regel (La excepción y la regla, 1930) y Die Horatier und die Kuratier (Los horacianos y los curacianos, 1934); en todos ellos se pone de relieve una fuerte separación entre escenario y espectador.

Con la llegada del nacionalsocialismo todos estos intentos revolucionarios perdieron sus presupuestos sociales. En el exilio, Brecht escribió sin publicarlas algunas de sus piezas más conocidas: Leben des Galilei (Vida de Galileo Galilei, que apareció en 3 versiones: una danesa de 1938-39, otra americana de 1945-46, y la tercera, berlinesa, de 1953-55), Mutter Courage und ihre Kinder (Madre Coraje y sus hijos, 1939), Der gute Mensch von Sezuan (El hombre bueno de Sezuan, 1943), Herr Puntila und sein Knecht Matti (El señor Puntila y su criado Matti, 1940), aparte de escritos teóricos sobre teatro (Der Messingkauf, La compra de latón, 1939/40) y algunos apuntes para unas novelas (Tui-Roman, Novela de Tui, 1930/42; Die Geschäfte des Herrn Julius Caesar, Los negocios del señor Julio César, 1938/39). Con sus análisis sobre el fascismo y los Svendborger Gedichte (Poemas de Svendborg, 1939) tomó parte activa en la lucha antifascista.
Condicionado por la situación social, tras 1945 trabajó sólo en obras de carácter didáctico, olvidando sus experimentos de los primeros años. Tal vez esto fue lo que le convirtió en un clásico hasta el punto de que el teatro alemán de posguerra (tanto en la antigua RDA como en la antigua RFA) sería impensable sin él.