INTRODUCCIÓN
El origen del Hombre es africano pero el primer horizonte cultural globalizador es el Achelense, presente en África y Eurasia, e íntimamente relacionado con la diáspora del Homo Erectus que tuvieron que adaptarse a medios muy diversos. La duración de este horizonte cultural se corresponde con las glaciaciones Mindel y Riss, y con los interglaciares Mindel-Riss y Riss-Wurm, es decir, desde OIS 12 hasta OIS 5.
En Europa los paisajes son muy diversos, en los periodos fríos gran parte de la superficie lo ocupan la estepa y la tundra, mientras que en los periodos cálidos son ocupadas por especies arbóreas. Por otro lado en las zonas mas meridionales hay una alternancia entre sabanas semidesérticas y selvas tropicales.
En cuanto a la fauna también sufrió las variaciones climáticas sucediéndose en una misma región especies adaptadas al clima frío (fauna fría) y otras al clima cálido (fauna cálida). Al inicio del Paleolítico Inferior aún existen especies terciarias como son los tigres dientes de sable, los mastodontes o el castor gigante, pero también aparecen especies nuevas como el caballo de Stenton, el rinoceronte etrusco, el elefante meridional o los bóvidos primitivos. Durante la glaciación Mindel el elefante meridional es sustituido por el elefante de estepa, el mamut o el elefante antiguo, este último en los periodos más cálidos.
En las áreas tropicales los mismos tipos faunísticos evolucionaron con adaptaciones dentarias ligadas al clima y por tanto, al régimen alimenticio.
EL PALEOLITICO INFERIOR EN EUROPA
Paralelamente aparecen otras culturas menores pero con ausencia de útiles característicos como el bifaz.
Aun así, se constata una gran homogeneidad a lo largo del Paleolítico Inferior y que termina de forma más o menos brusca hace unos 100.000 años con la aparición de nuevos homínidos que tienen otras tradiciones culturales y tecnológicas.
El Paleolítico Inferior es el periodo mas extenso de la presencia humana en Europa. Los Homo Erectus llegan intermitentemente al continente en el Pleistoceno Inferior, ocupándolo progresiva y permanente durante el Pleistoceno Medio y desaparecen en el Pleistoceno Superior.
Esta ocupación se intensifica durante la glaciación Riss y el interglaciar Riss-Wurm salvo la zona más septentrional, puesto que está ocupada por el extenso inlandsis Finoescandinavo. El descenso del nivel del mar permitió el doblamiento de algunas islas actuales como pueden ser las Islas Británicas.
Durante la última fase interglaciar Riss-Wurm y coincidiendo con el comienzo del Wurm, comienza a desaparecer progresivamente las industrias del Paleolítico Inferior siendo sustituidas por las del Paleolítico Medio, en torno a 85.000 BP y de las que es responsable el Homo Neanderthalensis.
Los primeros indicios de industrias son muy escasos y dispersos, están compuestos por cantos rodados trabajados y bloques pétreos con rastros de percusión, pero se plantean dudas sobre su autenticidad y datación, pues una percusión violenta o mal controlada deja unas marcas muy parecidas a las que pueden producirse por causas naturales. Además, estas piezas están fuera de contexto arqueológico, más o menos aisladas, en posición secundaria y sin una cadena operativa clara.
El Paleolítico Inferior se puede subdividir en dos grandes fases o periodos, según su desarrollo
cronológico y al tipo de industrias líticas que se han localizado:
cronológico y al tipo de industrias líticas que se han localizado:
- Paleolítico inferior arcaico: con escasas evidencias de presencia humana, caracterizadas por las industrias de cantos trabajados (Olduvayense o Pebble Culture).
- Paleolítico inferior clásico: mejor conocido, está formado por conjuntos industriales con o sin bifaces.
EL PALEOLITICO INFERIOR ARCAICO
LAS INDUSTRIAS DE CANTOS TRABAJADOS
Son conjuntos líticos en los que no existe una clara distinción entre nœcleo como materia prima y la lasca como subproducto que se usa. Los œtiles están tallados mayoritariamente sobre cantos rodados, mediante elementales técnicas de percusión. Los tipos líticos más característicos son los chopper y los chopping-tools, que presentan, respectivamente, filos tallados de forma unifacial y bifacial. Junto a ellos aparecen algunas lascas y, ocasionalmente, huesos usados o ligeramente trabajados para convertirlos en artefactos elementales. Es frecuente definir estos conjuntos por la ausencia de verdaderos bifaces.
PRINCIPALES YACIMIENTOS
Dmanisi (parte oriental del Cáucaso, en Georgia): altísima cronología que sitœa la presencia humana en esa zona de entrada al continente desde Próximo Oriente en 1,5 Ma. La mayoría de los restos de industrias de cantos europeas tienen cronologías más recientes y se sitœan en latitudes meridionales, próximas a las costas mediterráneas.
- Prezletize (cerca de Praga, Chequia): entre 900.000 y 780.000 años.
- Vértesszšllos (terraza fluvial al oeste de Budapest, Hungría): los niveles más antiguos se han datado entre 475.000 y 250.000 BP, es decir, Pleistoceno medio. Se encontraron hogares rodeados por piedras y alimentados por primera vez con combustible óseo. Durante mucho tiempo fue considerado el yacimiento que presentaba los rastros de fuego controlado m‡s antiguo de Europa.
- Sandalja (península de Istria, Croacia).
- En Italia central hay un extraordinario conjunto de yacimientos asignados al Pleistoceno inferior final (Monte Pleglia, Acqua Acetosa) o Pleistoceno medio inicial (Torre in Pietra, Anagni). En el sur de Italia, en el yacimiento de Isernia-La Pineta se localiza un campamento al aire libre próximo a un antiguo lago (736.000 aprox), con choppers y denticulados, así como algunas lascas retocadas.
LA PENÍNSULA IBÉRICA
La mayor concentración corresponde a la periferia mediterránea y atlántica, siendo muy escasos los yacimientos en posición primaria, no alterados, o los materiales contextualizados.
- Yacimientos granadinos de Barranco León y Fuentenueva 3, cuyas industrias de cantos se sitœan en torno al millón de años. M‡s de 2.200 piezas sobre distintas variedades de rocas locales con predominio del sílex. El conjunto industrial tiene pequeño formato, procur‡ndose de manera sistem‡tica la producción de lascas. Entre los soportes retocados destacan raederas muy bien definidas. Esta industria se ha incluido dentro de la olduvayense o Modo 1.
- Yacimiento de Aculadero: en el Puerto de Santa María (Cádiz), ha aportado industria lítica del Modo 1 (cantos rodados) encuadrada en el Pleistoceno medio inicial, en torno a los 600.000 BP.
- Cueva del Ángel (Lucena, Córboba). Más de 80.000 piezas de industria l’tica cuyo principal soporte es el sílex. Los sistemas de explotación demuestran características avanzadas, con esquemas de explotación levallois y discoides muy presentes. Los retocados sobre lasca presentan asimismo un aspecto avanzado con formas apuntadas de raederas desviadas y convergentes. La presencia de macro utillaje en forma de bifaces es constante, pero de pequeño tamaño. Todo parece apuntar que estamos ante un yacimiento con industrias de tipo Paleolítico medio antiguo, cuya cronología estaría dentro de la segunda mitad del Pleistoceno Medio.
- En la sierra de Atapuerca (Burgos) hay un conjunto de yacimientos que si bien se conocen con la denominación genŽrica de Atapuerca, incluyen ocupaciones de muy diferente naturaleza. Las industrias más antiguas, localizadas en la Gran Dolina (Estrato Aurora o TD6) contienen cantos trabajados y lascas, datadas a finales del Pleistoceno inferior (hacia 800 ka), acompañados de fósiles atribuidos al H. antecessor. La industria de este nivel, como la de los niveles inferiores de Sima del Elefante, también han sido adscritas a las industrias olduvayenses europeas.
- Concentraciones de cantos trabajados en algunas terrazas altas, como las del río Ter (Girona), el Guadiana o Tajo. También son frecuentes en las terrazas marinas, sobre todo en la Andaluza atlántica y las costas portuguesas.
EL PALEOLÍTICO INFERIOR CLÁSICO
A las industrias de cantos trabajados les suceden otras mejor representadas en número y variedad tecno-tipológica. Esta situación no es brusca ni contemporánea en toda Europa; de hecho, los conjuntos de cantos trabajados nunca llegaron a desaparecer de forma absoluta, por lo que no es posible establecer un límite nítido entre ambos tipos de industrias.
Las nuevas industrias se han dividido segœn presenten bifaces o están realizadas exclusivamente sobre lascas. Las industrias con bifaces están representadas en Europa por el Achelense, que se ha dividido y ordenado cronológicamente atendiendo a criterios geológicos, a la morfología de los bifaces y al desarrollo tecnológico y tipológico de los œtiles sobre lasca que acompañan a las piezas bifaciales. Por otro lado, las industrias sin bifaces, es decir, realizadas exclusivamente sobre lascas (epígrafe 4.3), no están bien sistematizadas ni está claro que respondan a grupos culturalmente diferenciados del Achelense, pudiendo ser el resultado de la ausencia de actividades vinculadas a la elaboración y uso de los bifaces.
PRINCIPALES YACIMIENTOS
La mayoría de restos achelenses conservados proceden de yacimientos situados al aire libre y de terrazas fluviales o marinas, mientras que las cuevas habitadas parecen muy escasas.
Entre los yacimientos al aire libre se encuentran los hallados en las terrazas del Somme, con representación del Achelense Antiguo, que están próximos a la localidad de Saint Acheul, lugar que da nombre a esta industria.
En el Lazio italiano se localiza el yacimiento al aire libre de Torre in Pietra, con 450.000 BP de antigüedad, que contiene industria y fauna asimilable al Achelense Antiguo.
El yacimiento francés de Terra Amata está datado en torno a 380.000 BP, donde se encontraron restos de una cabaña construida por cazadores-recolectores achelenses. La estructura levantada sobre una playa de arena y cantos rodados tenía forma oval de 10 m. de longitud por 4m. de anchura y está hecha a base de largas ramas reforzadas con bloques de piedra. En este yacimiento se han hallado varios hogares acondicionados en cubetas o rodeados de piedras, prueba evidente de que el hombre sabia encender fuego y ha sido calificada como un campamento de verano. En la cabaña se advierten áreas de actividades definidas, distribución espacial y sentido de lo utilitario y, aunque la tecnología de construcción es muy básica, implica planificación y organización del trabajo.
Estas innovaciones constatadas también se aprecian en otras estaciones como las cuevas de Lunelviel que alberga varios fondos de cabaña en cubeta rodeados por bloques y en un caso por un muro de piedra, agujeros de poste delimitando las superficies de ocupación, algunas veces rudimentariamente pavimentadas y hogares rodeados por piedras. La industria lítica Achelense no presenta apenas bifaces, pero es muy rica en útiles sobre cantos y lascas
En el sur de Francia se ubica la cueva de L’Arago, con una secuencia ocupacional del Paleolítico Inferior, se han encontrado abundantes estructuras, sobre todo hogares rodeados de piedras y un gran número de restos humanos, entre los que destaca un fragmento de cráneo que pertenece a un Homo Heidelbergensis.
En la famosa cueva de la Grotte du Lazaret en Niza se encontró una larga choza achelense (11x3,5 m.) adosada a una de las paredes de la cavidad y fechada en 130.000 años. El suelo de la habitación estaba cubierto de restos arqueológicos, delimitado por una hilera de bloques de piedra y también un murete de piedra en la zona de la entrada que servían de base a una tienda hecha posiblemente con pieles. En el interior se encontraron pequeños hogares y yacijas de algas para sus lechos. Los restos humanos hallados corresponden al Homo Heidelbergensis (un parietal de niño). El conjunto industrial se incluyeen las series achelenses clásicas y un Achelense con indicios de talla Levallois
LA PENÍNSULA IBÉRICA
El poblamiento periférico va penetrando progresivamente hacia el interior peninsular durante el Achelense, utilizando como vías las grandes cuencas fluviales. así, los yacimientos del Achelense Antiguo se localizan en las terrazas del Tajo, como Pinedo (Toledo) donde se solapan las industrias de cantos trabajados con bifaces de formas arcaicas.
Sus instrumentos fueron tallados preferentemente en cuarcita y en menos cantidad en sílex y cuarzo, agrupándose cinco tipos: Cantos tallados, bifaces, hendedores, triedros y lascas.
En el valle del Tajo destaca el yacimiento de Arganda I, en el que se hallaron restos óseos de elefante antiguo despedazado por el hombre y escasos restos de industria lítica. Los materiales recogidos señalan una clara tendencia a la talla Levallois y el conjunto instrumental estaba formado por una cuarta parte de bifaces y en menor proporción de hendedores de tipo primitivo. Los cantos tallados continúan aún presentes aunque en escasa proporción. Entre las lascas aparecen abundantes raederas, algunos triédricos, cuchillos de dorso natural, algún denticulado y un buril diedro. Esta industria se engloba dentro del Achelense Medio. Los restos faunísticos son semejantes a la fauna actual de la Península Ibérica, lo que indica unas condiciones climáticas muy semejantes a las actuales.
En el valle del Jarama se encuentra el yacimiento de Las Acacias que presenta un instrumental lítico con bifaces, con tipos espesos de tendencia protolimande y amigdaloides. El grupo de los cantos tallados superan a los bifaces.
Entre las lascas destacan las raederas y entre las convexas aparece el retoque tipo Quina y semi Quina.
El yacimiento de El Sartalejo se encuentra en Cáceres, aquí se recogieron abundantes lascas y numerosos bifaces de cara plana, lanceolados, amigdaloides, abbevillenses, protolimandes, ovales y de doble filo recto. Se han encontrado cantos tallados pero no con abundancia. Entre las lascas abundan raederas de formas variadas, los cuchillos de dorso y un buril.
En las terrazas del Manzanares en Madrid o en la cuenca del Duero, el Achelense Medio está mejor representado, tanto en numero de yacimientos como en la calidad de la información. A juzgar por los restos de fauna, las áreas de despedazado se formaron en un momento templado y de altas precipitaciones.
El Achelense Superior y Final supone la generalización en la ocupación humana de la península, aunque en muy bajas densidades. La Cueva del Castillo (Cantabria) supone uno de los escasos yacimientos en cueva de este momento. El aumento de población, o la mejor conservación de los restos, se observa igualmente en la costa atlántica y las cuencas fluviales del interior, destacando las concentraciones del Manzanares (Madrid). En la cuenca del Guadalquivir se encuentra el yacimiento de la Solana de Zamborino, que ha sido interpretado por un cazadero achelense y se caracteriza por su talla no Levallois con abundantes raederas, denticulados, puntas de Tayac, cantos uni y bifaciales, un hendedor y bifaces
LAS INDUSTRIAS SIN BIFACES
Durante el Paleolítico Inferior clásico aparecen en Europa conjuntos industriales en los que no hay bifaces, estando formados exclusivamente por lascas y una mayor o menor presencia de cantos trabajados. H. Breuil los consideró como una tradición cultural paralela, aunque diferente del Achelense. Breuil aisló tres tipos de industrias: el Levalloisiense, el Clactoniense y el Tayaciense.
El Levalloisiense no es una tradición cultural sino una técnica de talla específica que supera al Paleolítico Inferior y es común en diferentes tradiciones culturales.
El Clactoniense recibe su nombre de los materiales extraídos de una terraza fluvial en Clacton-on-Sea, en el Reino Unido, consistentes en grandes lascas de talón ancho y oblicuo y un bulbo muy marcado como resultado de su obtención por una percusión muy violenta. Se han identificado otros yacimientos británicos en las terrazas del Támesis, como Swascombe, y escasos ejemplos en el Atlántico norte y la Europa central.
El Tayaciense fue definido en la cueva de la Micoque como una industria de lascas que asocia una violenta percusión directa con una previa preparación del plano de percusión, es decir, una mezcla de entre ambas culturas comentadas, cuyo ámbito se circunscribe a la Europa meridional.
Por lo tanto, durante el Paleolítico Inferior existen industrias sin bifaces pero no está clara su estructura interna ni su relación con aquellas que si presentan bifaces. Posiblemente la diferencia entre ambas no sea de naturaleza cultural, sino meramente funcional
LA SUBSISTENCIA
Las sociedades paleolíticas europeas debieron estructurarse en grupos reducidos de individuos (entre 20- 30 personas), de manera que les fuera posible explotar los recursos en un área sin agotarlos y cubrir las necesidades mínimas asegurando la supervivencia, es lo que se ha denominado grupo local o grupo de subsistencia.
La supervivencia del grupo está también ligada a la existencia de conexiones entre grupos locales que permitan formar una red de intercambio matrimonial y de información, formándose el llamado grupo reproductivo., constituido por varios grupos locales. La demografía debió ser muy baja, con grandes áreas deshabitadas, y un incremento notable de la población a partir del Achelense Medio.
Actualmente se ha puesto en duda la economía paleolítica como cazadora-recolectora en el Paleolítico Inferior. Los abundantes restos de micromamíferos pudieran responder mas bien al carroñeo que a la caza. No obstante, el registro faunístico de algunos yacimientos parece indicar actividades de caza (de grandes herbívoros) que requería la colaboración entre grupos locales lo que servía para reforzar sus lazos, añadiendo al acopio de alimento una función de agregación social. Hay datos muy escasos de aprovechamiento de los recursos acuáticos y de la recolección de vegetales aunque estos restos tienen menos posibilidades de conservación. En cuanto a la importancia de los vegetales en la dieta del Paleolítico Inferior no existen prácticamente datos, si bien los recursos en Europa sobre todo en épocas de frío intenso debieron ser menores que en África, sin embargo la recolección es una práctica que suele acompañar a la caza y al carroñeo.








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