martes, 29 de septiembre de 2020

MILJA MARÍN

La partisana Milja Marín era una serbia de bosnia (actual República de Srpska), concretamente de Kozara. Milja Marín pasó a ser internacionalmente conocida gracias al fotógrafo yugoslavo Žorž Skrigin, el cual en el invierno de 1943-1944 se encontró con la 11ª Brigada de Yugoslavos y pidió al comandante de la brigada fotografiar a varias partisanas que estaban integradas en la Brigada. El comandante escogió a cinco enfermeras partisanas entre las cuáles se encontraba Milja. Ella se puso la chaqueta de punto, colgó el fusil al hombro, inclinó su gorro Titovka y sonrió para quedar inmortalizada para siempre. La fotografía tomada por Žorž Skrigin fue titulada “Kozarčanka” que significa la Mujer de Kozara.

Guerrilleras, luchadoras, eternas combatientes
siempre con el fusil en la mano
y la revolución en el corazón

siempre en la vanguardia y en las trincheras frente al enemigo
siempre en guardia defendiendo vuestra tierra
siempre defendiendo con el cuerpo a vuestros hijos y familias

siempre en el campo de batalla al fascismo y al enemigo haciendo frente
siempre combatiendo al lado de vuestros compañeros y vuestros hermanos
camaradas partisanos, hijos de la revolución

defendiendo vuestra libertad hasta el último suspiro
presentes en todas las batallas y en todas las guerras
siempre en guardia, siempre de vigilia

Milja Marín
Kozarčanka 
fotografía de Žorž Skrigin

sábado, 26 de septiembre de 2020

MATILDE LANDA

La dirigente del PCE se suicidó en el penal de Mallorca el 26 septiembre de 1942, el día en el que el régimen franquista había organizado su conversión al catolicismo, Matilde Landa Vaz prefirió la muerte.

La dictadura franquista ofreció a la dirigente comunista mejoras en la alimentación de los hijos de las presas del penal de Mallorca a cambio de su bautismo y conversión al catolicismo. Matilde eligió sus principios. El 26 de septiembre de 1942, día que estaba prevista la ceremonia de bautismo, Landa se precipitó por la terraza hacia el patio interior de la prisión.

Se suicidó. En los 45 minutos que duró la agonía de Landa, completamente inconsciente, las autoridades eclesiásticas de Illes Balears aprovecharon para bautizarla en articulo mortis.

Antes de su suicidio, Landa escribió una carta a su hija donde, de manera encubierta, se despidió de ella rogándole perdón. La ceremonia de su bautizo ya estaba preparada:

“Hoy es el gran día, dicen. Doña Bárbara, otras señoras de Acción Católica y las monjitas andarán relamiéndose con el triunfo. El dolor del pecho no me deja pensar, Carmencilla; pero no creo que el aceite alcanforado alivie mi sufrimiento, porque otro dolor, más hondo, es el que me acucia (…). No puedo ver sin llorar los rostros de esos niños a los que amenazan con dejar sin leche si yo no me convierto —prosigue la misiva— Tú sabes, Camencilla, lo mucho que me preocupan los niños, los más desgraciados, con sus corazoncitos, tan sensibles y tan a merced de los caprichos de los mayores. No puedo, no puedo aceptarlo. Sería como prostituirme. Ay, esos niños… ¿Será lo mío un capricho? (…) Quien sobra soy yo. (…) Espero que me sigas queriendo y que te acuerdes de mí a pesar de lo que te cuenten, a pesar de lo que voy a hacer. Que tú, mi niña, mi chiquitina, y esos pobres niños me perdonéis”, escribió Landa antes de su suicidio en una carta que recoge Antoni Tugores Manresa, en la obra Víctimes invisibles. Editorial Tria Llibres 2011.

Eran los años en los que la popularidad de Matilde Landa crecía sin parar. Un año antes, en 1937, Matilde había sido voluntaria en el Socorro Rojo Internacional, donde colaboró en la evacuación de Málaga. Cuando estalló la Guerra, Landa se incorporó a las tareas sanitarias en un hospital de guerra de Madrid. El activista italiano Vittorio Vidali “Comandante Carlos” había señalado que si tuviera que escribir la historia de la Guerra Civil española bastaría con dos biografías: la de Antonio Machado y la de Matilde Landa.

Su historia

Matilde Landa Vaz nació en Badajoz el 24 de junio de 1904. Su entorno familiar era  muy característico de la burguesía progresista e ilustrada de la España de la Restauración  (1875-1923). Su padre, Rubén Landa Coronado, era un abogado y dirigente republicano que participó en la fundación y despliegue de la Institución Libre de Enseñanza (ILE), en estrecha colaboración con Francisco Giner de los Ríos, Manuel Bartolomé Cossío y Nicolás Salmerón. En consonancia con el acendrado laicismo familiar, ni Matilde ni sus  hermanos fueron bautizados, circunstancia muy poco frecuente en la época.

Durante el curso 1919-1920 estudió comercio en La Coruña y entre 1920 y 1923 el  bachillerato en Badajoz. En octubre de 1923 se trasladó a Madrid para iniciar la carrera universitaria de  Ciencias Naturales. Se alojó en la Residencia de Señoritas, institución pionera en el fomento del acceso de la mujer española a los estudios superiores y estrechamente  relacionada con la Residencia de Estudiantes. A las pocas semanas le fue detectada  una tuberculosis, circunstancia que implicó la postergación de sus planes académicos.  Durante los años siguientes estuvo matriculada como estudiante libre, alternando entre dos universidades: la Central de Madrid y la de Salamanca. No llegó finalmente a graduarse.

Militancia política

En el tramo final de la Segunda República, inició su militancia política. Aunque  vinculada familiarmente a la izquierda republicana burguesa, se situó en aquellos años en la órbita del PCE. El 21 de julio de 1936 Matilde Landa se enroló en el batallón femenino del Quinto  Regimiento de Milicias Populares. Aunque recibió una muy rudimentaria instrucción  militar, su trabajo se vehiculó desde el principio hacia los servicios sanitarios. De entrada,  fue designada jefa de personal del Sanatorio de Milicias Populares; un establecimiento  ubicado en el antiguo Hospital Obrero de Cuatro Caminos u Hospital de Maudes que  formaba parte del entramado sanitario improvisado a marchas forzadas por el Socorro Rojo y el Quinto Regimiento para afrontar los dificilísimos primeros meses de guerra.  En octubre, fue nombrada inspectora de hospitales con responsabilidades para el  conjunto de la zona republicana; así hacia finales de aquel mes realizó una visita de inspección a Alicante. A principios de noviembre, ante el avance franquista sobre Madrid, el Comité  Ejecutivo Nacional del Socorro Rojo se trasladó a Valencia con sus principales  servicios y funcionarios 

Tras el pleno del SRI  del 7 y 8 febrero en Valencia, Matilde Landa pasó a responsabilizarse de la nueva  Comisión Nacional de Ayuda de esta entidad.  Matilde Landa, junto a  Tina Modotti y el prestigioso médico canadiense Norman Bethune, ayudó en la complejísima  evacuación de miles de personas desde Málaga a Almería.

El 18 de febrero estaba establecida nuevamente en Valencia. El 3 y el 4 de julio de 1937 Matilde Landa participó como delegada del SRI en la  Conferencia Sanitaria de Ayuda a España, celebrada en París. Al poco de regresar a  España, asistió al II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, impartiendo el 10 de julio una ponencia en Valencia, en la que glosó a intelectuales  víctimas del la represión franquista como Federico García Lorca y Leopoldo García Alas.

Condenada a muerte

Con la victoria del ejército de Francisco Franco sobre la República, Matilde Landa se quedó en Madrid para reconstruir desde dentro el PCE. El 4 de abril de 1939 fue detenida mientras preparaba la huida de dos compañeros del partido. Tras ser sometida a un Consejo de Guerra, fue condenada a muerte. Antes, le habían ofrecido salir libre si renegaba públicamente del PCE. También se había negado.

Condenada a muerte, Matilde ingresó en la cárcel de Ventas de Madrid, donde permanecían alrededor de 10.000 presas. Desde dentro, con el permiso de la directora de la prisión, compañera de la residencia de estudiantes, montó la llamada Oficina de Penadas, que se encontraba en su misma celda. Se trataba de una máquina de escribir en la que Matilde escribía recursos para que sus compañeras no fueran fusiladas una vez escuchados sus casos.

En poco tiempo se convirtió en la reclusa más carismática. La joven comunista se había convertido en un símbolo de dignidad y resistencia para sus compañeras reclusas. Un amigo de la familia, cercano al régimen franquista, intercedió para que no fuera ejecutada. A cambio, el régimen la condenó a 30 años de prisión que debían cumplirse fuera de la península. Fue entonces cuando trasladaron a Landa a Mallorca. Era el mes de agosto de 1940. Landa se convirtió entonces en el objetivo propagandístico de la Iglesia balear. Su conversión al catolicismo sería una gran arma propagandística y minaría la moral de los vencidos. No bastaba con vencer. Había que humillar y convertir a los derrotados. Matilde fue apartada del resto de presos y sólo podía hablar con Bárbara Pons, de Acción Católica, quien se encargaba de que finalmente aceptara la conversión al catolicismo. Matilde Landa prefirió la muerte.

Vencieron pero para nosotras no acabó la guerra
empezó la desgracia para nuestro pueblo y nuestras hermanas
perseguidas, humilladas y maltratadas
con aceite de ricino torturadas y rapadas

intentando reprimirnos en el hogar y cuatro paredes
bajo la cruz, la tradición y las sotanas
eliminando las libertades y luchas conquistadas
dejando suplicando por caridad y mercedes

Silencio cómplice en los pueblos y en las tierras
de la España derrotada que no vería un nuevo mañana
y durante años sería torturada y doblegada
oprimida, olvidada y amordazada

pero nadie muere mientras sea recordado
porque los muros y paredes siempre dirán la verdad
la verdad de los ecos del pasado
de la historia y de la realidad

Matilde Landa, camarada siempre presente
nunca olvidada, siempre en nuestras mentes
y nuestros corazones
empuñando banderas rojas de revoluciones

Matilde Landa

lunes, 14 de septiembre de 2020

ALBERTO KORDA

 Alberto Díaz Guitérrez más conocido por su nombre artístico, Alberto Korda fue un fotógrafo cubano que sacó incontables fotos durante la Revolución de Cuba. Alberto Korda es considerado como uno de los fotógrafos más destacados de la fotografía cubana y el fotógrafo más activo durante la Revolución cubana. Korda fue el responsable de la conocida fotografía del Che Guevara titulado “El Guerrillero Heroico”, el cual se ha convertido en una de las imágenes más reproducidas de la historia de la fotografía. Además, Alberto Korda no sólo se dedicó a fotografiar la Revolución cubana, sino que trabajó como el fotógrafo personal del Comandante en Jefe Fidel Castro. Posteriormente, Korda fundó el Departamento de Fotografía Científica Submarina del Instituto de Iconología de la Academia de Ciencias de Cuba convirtiéndose en el pionero de la fotografía submarina en Cuba.

Alberto Korda nace el 14 de septiembre en La Habana el artista de la plástica Alberto Díaz Gutiérrez (Korda). Fotógrafo publicitario y fotorreportero. Está considerado el fotógrafo cubano más conocido internacionalmente y para quien la imagen ejercía enorme atracción. Sólo así se explica que coleccionara los anuncios que aparecían en las revistas de la época, le llamaban la atención las cosas que consideraba bonitas. Podía ser el anuncio de una marca de automóvil o el de un perfume francés que después arrancaría de la revista y lo añadiría a su colección. Indistintamente laboró como investigador de mercado de una firma jabonera, ayudante de cajero de una fábrica de caramelos, vendedor ambulante de bisutería y baratijas, visitador de médicos para promover la venta de sueros de un laboratorio o vendedor de máquinas de escribir o contadoras de la Rémington Rand. Creador de la fotografía de modas en Cuba, junto a la modelo Norka Méndez. En la década de 1940 realizó estudios comerciales en el Candler College y en Havana Business Academy, ambos en La Habana. Montó un estudio en la capital cubana al que denominó Korda, tomado de los nombres de dos artistas húngaros que trabajaban en una película inglesa exhibida en La Habana a finales de los años 50. Desde los propios inicios de la revolución cubana, triunfante en enero de 1959, él acompañaría como fotógrafo a Fidel Castro en sus recorridos por la Isla, en sus encuentros con las personalidades más diversas, desde el escritor norteamericano Ernest Hemingway por ejemplo, y en sus viajes a Venezuela, los Estados Unidos, la entonces Unión Soviética y otros países. El 5 de marzo de 1960 realizó el retrato El Guerrillero Heroico (Ernesto "Che" Guevara), cuando los funerales de las víctimas de la explosión de buque francés La Coubre, considerado por los críticos como uno de los diez mejores retratos fotográficos de todas las épocas y la fotografía más reproducida de la historia de la fotografía mundial, la cual no fue publicada hasta el 15 de abril de 1961. Se utilizó después en 1967 durante los funerales en La Habana del Che. La reprodujeron en tamaño gigante y la colocaron a todo lo alto del edificio del Ministerio del Interior, en la Plaza de la Revolución. Dejó el periodismo luego de 1965, tras trabajar en Granma un breve tiempo. Fue pionero de la fotografía submarina en Cuba cuando en 1968 se dedicó a ella en el Instituto de Oceanología de la Academia de Ciencias realizando el Atlas de corales cubanos (1969-1981). Finalmente, Alberto Korda falleció en París el 25 de mayo del 2001.

La foto icónica del Che

La fama de una fotografía está ligada a un momento concreto, pero también a cuánto uso se haga de ella y al tiempo en que se utilice. Esta fotografía famosa existe, el mundo se ha adueñado de ella, utilizándola en cualquier cosa que sea capaz de reproducir una imagen fotográfica: camisetas, affiches, ceniceros, programas, postales, pancartas...

Al Che se le tomaron muchas fotos, pero sólo ésta se mantiene en la memoria popular y se convierte en "el retrato". Es la transposición visual de elementos intangibles con un alto potencial evocativo en la cual el sujeto fotografiado se transforma en un símbolo icónico para transmitir ideas y conceptos. Es una imagen-mensaje a la cual se ligan muchas historias que a primera vista parecen circunstancias casuales. pero tantas casualidades hacen más bien pensar en un diseño que elude los análisis racionales.

El 4 de marzo de 1960, un día antes de que Alberto Korda tomara su fotografía icónica del revolucionario cubano Che Guevara, la nave francesa La Coubre explotó en el puerto de La Habana, matando a la tripulación y a decenas de trabajadores portuarios. Al día siguiente, al cubrir el funeral para el periódico Revolución, Korda se centró en Fidel Castro, quien en una feroz oración acusó a Estados Unidos de causar la explosión. De improviso, en un espacio, al lado de Fidel, aparece Che Guevara. Fueron unos instantes y se fue. Los dos fotogramas (fotogramas número 40 y 41) que disparó del joven aliado de Castro fueron aparentemente una ocurrencia tardía y no fueron publicados por el periódico.  Cuando Korda reveló los negativos se dio cuenta de la foto del Che era muy buena. Encuadró al ampliar el negativo 40, eliminándole los elementos inútiles; el negativo 41 no era utilizable por la cabeza de un hombre que se superpone en la espalda derecha del Che.

Esta imagen pasó inadvertida en ese momento. Pero después de que Guevara fuera asesinado al frente de un movimiento guerrillero en Bolivia casi siete años después, el régimen cubano lo abrazó como un mártir del movimiento, y la imagen de Korda del revolucionario con boina pronto se convirtió en su símbolo más perdurable. En poco tiempo, Guerrillero Heroico fue apropiado por artistas, causas y publicistas de todo el mundo, apareciendo en todo, desde arte de protesta hasta ropa interior y refrescos. Se ha convertido en la abreviatura cultural de rebelión y en una de las imágenes más reconocibles y reproducidas de todos los tiempos, con su influencia desde hace mucho tiempo que trasciende su tema de ojos acerados.

Alberto Korda