sábado, 16 de febrero de 2019

EL FRENTE POPULAR Y LA SEGUNDA REPÚBLICA

Hace 83 años, el 16 de febrero de 1936, el Frente Popular, la coalición electoral creada en enero de ese año por los principales partidos de izquierda españoles, ganó las últimas elecciones de la Segunda República con una amplia mayoría: 288 diputados de un total de 481 escaños.

Antecedentes del Frente Popular

A finales de 1935 empezó a gestarse una gran coalición de partidos de izquierdas que se preparaba para las elecciones de febrero de 1936 y que poco más tarde se conocería como Frente Popular. El pacto entre republicanos y socialistas pretendía un programa reformista pero desde la derecha se identificó como un pacto revolucionario. El llamado Frente Nacional o de Orden se creó para oponer sus intereses a los de las izquierdas en las elecciones más reñidas que hasta entonces había vivido España.

La larga campaña electoral que tuvo lugar entre el 4 de enero y el 16 de febrero de 1936 se prometía como una de las más duras de la historia de España. La unidad de las izquierdas quedó plasmada en el Frente Popular, la coalición izquierdista formada ante las elecciones de 1936 propuesta por el Partido Comunista. Además los anarquistas, aunque no entraron a formar parte del Frente Popular por negarse ideológicamente a colaborar con un sistema democrático, apoyaron las candidaturas para la liberación de los presos políticos. Oponiéndose a ellos se formó el Frente Nacional o de Orden cuya cabeza más visible era la CEDA de Gil Robles que lanzó una agresiva campaña electoral presentándose como la última y única alternativa de defensa ante una inevitable revolución bolchevique. Su fotografía de jefe miraba retadoramente desde los carteles situados en la Puerta del Sol madrileña. Dentro de esa coalición derechista quedó fuera la Falange porque no hubo entendimiento entre José Antonio Primo de Rivera y Gil Robles. Este hecho, de relativa poca importancia, marcaría el desarrollo posterior de la guerra civil.

La izquierda publicó un manifiesto con la petición de “amplia amnistía” y readmisión de los despedidos como ejes comunes. La CEDA centró su campaña "¡Contra la revolución y sus cómplices!", con una visión catastrofista de lo que había significado hasta entonces la República. Para la izquierda, quedaban atrás dos años de destrucción de las reformas republicanas, el "bienio negro". La CEDA, que no había podido cumplir su objetivo de rectificar a fondo el rumbo reformista, prometió la revisión total de la Constitución. La extrema derecha, con Calvo Sotelo a la cabeza, consideraba ya acabada a la República y presentaba, sin ambigüedades, su Estado autoritario y corporativo. La fecha de las elecciones para decidir todo eso, un nuevo rumbo para la República o su muerte definitiva, era el domingo 16 de febrero de 1936.


Las negociaciones con los partidos republicanos fueron largas y no siempre fáciles. Sin embargo, tanto socialistas como comunistas estaban dispuestos a llegar a un acuerdo que permitiera forjar una unidad de las fuerzas antifascistas frente a la reacción. Para tal fin, tuvieron que hacer concesiones hasta ponerse de acuerdo sobre un programa bastante moderado, en el que se abordaban, entre otras, cuestiones de orden político y social:
  • Concesión de una amplia amnistía de los delitos político-sociales
  • Readmisión en sus puestos de trabajo de los obreros despedidos por sus ideas o por motivo de huelgas políticas
  • Restablecimiento del imperio de la Constitución
  • Adopción de medidas en favor de los cultivadores directos y acceso a la propiedad de la tierra de quienes la venían trabajando durante cierto tiempo
  • Adopción de medidas de fomento de la industria y el pequeño comercio
  • Establecimiento de planes de construcción de viviendas, de obras de riego y de obras publicas
  • Establecimiento de una dirección del Banco de España que cumpliera su función de regulación del crédito conforme lo exigiera el interés de la economía española, y sometimiento de la Banca privada a “reglas de ordenación”
  • Reforma fiscal destinada a garantizar una redistribución lo más equitativa posible de las cargas públicas
  • Mejora de las condiciones morales y materiales de los trabajadores
  • Establecimiento de salarios mínimos a fin de asegurar a la clase trabajadora una existencia digna
  • Creación de escuelas primarias, secundarias y de formación profesional
  • Acceso a la enseñanza meda y superior de la juventud obrera y, en general, de los estudiantes seleccionados por su capacidad
  • Restablecimiento del Estatuto de Autonomía de Cataluña y desarrollo de los estatutos de autonomía consignados en la Constitución
  • Desarrollo de una política de adhesión a los principios y métodos de la Sociedad de Naciones
Firmaron el Pacto del Frente Popular los siguientes partidos y organizaciones: Izquierda Republicana, Unión Republicana, Partido Socialista, Partido Comunista, Partido Sindicalista y Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM).
Victoria del Frente Popular

España acudió a las urnas el 16 de febrero. Unos 34.000 guardias civiles y 17.000 guardias de asalto garantizaron el orden. Los resultados, dados a conocer el 20 de febrero, fueron los siguientes:

Electores..................13.553.710 
Votantes.....................9.683.335 (71,4%) 
Frente Popular............4.654.116 (34,3%) 
Frente Nacional..........4.503.505 (33,2%) 
Centro y vascos.............525.714 (5,4%)


El Frente Popular obtuvo 263 escaños, la derecha 156 y los diferentes partidos del centro 54. El electorado votó sobre todo a socialistas, republicanos de izquierda y católicos. En el Frente Popular, los primeros puestos en las candidaturas los ocuparon casi siempre los republicanos del partido de Azaña, y en la derecha fueron a parar a la CEDA, lo cual no confirma, frente a lo que se ha dicho en ocasiones, el triunfo de los extremos. Los candidatos comunistas siempre estuvieron en el último lugar de las listas del Frente Popular y los 17 diputados obtenidos, después de conseguir sólo uno en 1933, fueron el fruto de haber logrado incorporarse a esa coalición y no el resultado de su fuerza real. La Falange sumó únicamente 46.466 votos, el 0,5% del total. Había 33 partidos representados en las Cortes, de los que sólo 11 consiguieron más de 10 diputados. Un parlamento muy fragmentado, más que polarizado, en el que además el partido que había presidido los gobiernos en los dos años anteriores se convirtió en un mero espectador.

El presidente de la República pidió nuevamente a Manuel Azaña que formara gobierno. Pero nada podía ya detener las pasiones políticas. En la ciudad los puños y las pistolas habían reemplazado al debate político, en el campo la violencia se había convertido en el último recurso para escapar de la pobreza. En Extremadura la paciencia de los jornaleros extremeños se había agotado. En un solo día, el 25 de marzo de 1936, unos 60.000 jornaleros ocuparon casi 3.000 fincas. Los terratenientes ya no temían sólo por sus posesiones sino por sus vidas. El descontento popular tenia el signo opuesto en Navarra, el feudo carlista de campesinos profundamente conservadores estaban dispuestos a defender Dios, Patria y Rey hasta la muerte. Los carlistas se habían rebelado contra la anarquía liberal en el siglo XIX, ahora se disponían a enfrentarse a una República que consideraban roja y atea. Para un número creciente de militares el golpe de estado era la única forma posible de restablecer el orden. Advertido de las conspiraciones militares, el gobierno decidió enviar a los generales mas abiertamente derechistas lejos de la Península. El general Franco fue enviado a las islas Canarias, el general Mola fue únicamente trasladado a Pamplona donde se convirtió en el “Director”, el cerebro del complot.


2 comentarios:

  1. Muy buen artículo, los datos están claros, con poco más de 40.000 votos la falange encabezó el golpe de estado contra la democracia republicana... Como siempre la minoría fascista se impuso a sangre y fuego, tenemos que aprender de la historia y, aunque la realidad actual es muy diferente, no volver a caer en los mismos errores de ser demasiado tolerantes con los fascistas, que siempre son antidemocraticos, y anti pueblo se disfracen como se disfracen... Entonces de rojo y negro, hoy de verde y azul... Son ANTIDEMOCRATICOS Y ANTIPOPULARES

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