viernes, 23 de enero de 2015

HISTORIA DEL PERIODISMO CULTURAL ESPAÑOL

Para Dovifat, el origen de la sección cultural se encuentra en los folletones (‘feuilleton’) culturales que se insertaban, hacia 1880 en algunos periódicos franceses y que recogían, por entregas, resúmenes o adaptaciones de diversas obras literarias. El abad de Geoffroy introdujo esta modalidad en el periódico ‘Le Journal des Debats’ en 1800 aprovechando los faldones del periódico para publicar, de forma continuada, relatos cortos. Así, aparecieron bajo esta modalidad diversas obras de Víctor Hugo, Baudelaire, Dumas, Zola, etc.

En España, quienes empezaron a publicar estos folletones culturales fueron ‘Diario de Barcelona’ en 1842 y el diario madrileño ‘El Sol’ en 1926.

Respecto a las revistas culturales, En España existe el precedente de las hojas científicas y culturales que empezó a publicar Denis de Saló en 1965 y que, posteriormente, daría lugar a la publicación de ‘Los Almanaques de las Musas’.

En el siglo XVIII proliferan en España las publicaciones especializadas en contenidos literarios o culturales. Así, en 1737 aparece el ‘Diario de los Literatos de España’.  El 31 de mayo de 1781 inicia su publicación ‘El Correo Literario de la Europa’. En 1784 funda el periódico ‘El Memorial Literario’ que en 1801 pasaría a denominarse ‘Memorial Literario o Biblioteca Periódica de Ciencias y Artes’. A principios del siglo XIX aparecen las ‘Cartas Españolas’ dedicadas a la difusión científica.

En 1874, el diario ‘El Imparcial’, creado por Ortega y Gasset en 1867, empezó a publicar el suplemento cultural ‘Los Lunes de El Imparcial’ que, posteriormente, en 1893, pasaría a denominarse ‘Los Lunes Ilustrados de El Imparcial’. En estos suplementos colaboran autores como Valle-Inclán, Clarín, Emilia Pardo Bazán, etc.

En los últimos años esta sección se encuentra en la mayoría de los medios de comunicación, contándose con suplementos semanales y revistas especializadas en temas culturales: ‘Babelia’ (El País), ‘La Esfera’ (El Mundo), ‘ABC Cultural’ (ABC).

Respecto a las revistas culturales, en 1838 se publicó ‘Revista Europea’, en 1923 ‘La Revista de Occidente’ editada por Ortega y Gasset, en 1927 ‘La Gaceta Literaria’ dirigida por Jiménez Caballero… En los últimos tiempos se ha desarrollado la publicación de revistas especializadas en temas literarios y culturales, encontrándose la mayor 

PUBLICACIONES CULTURALES DEL SIGLO XX

La evolución que ha vivido el periodismo y el concepto de cultura a finales del siglo XX ha favorecido que la información cultural de hoy en día difiera de la que se publicaba a principios de este siglo. Sin embargo, fueron aquellas primeras publicaciones culturales las que sentaron las bases del periodismo actual. Los periódicos y sus suplementos culturales, así como las revistas culturales, constituyeron los principales soportes a través de los que la información cultural llegaba a la audiencia.
En el caso de las revistas, este tipo de publicaciones tuvieron como principal función la de dar a conocer los nuevos movimientos culturales a la audiencia, por lo que desempeñaron un papel fundamental en la difusión de la cultura. Se caracterizaron por su temática variada y aunque numerosas cabeceras se dedicaban de forma exclusiva a la literatura y se consideraban literarias, otro gran número cubría informaciones relacionadas con el arte, la filosofía, la música, cuestiones políticas y sociales. Si se hace un recorrido por las revistas, periódicos y suplementos que aparecieron en España a lo largo del siglo XX destacan:

  • ‘Prometeo’ (1908-1912): autodenominada revista social y literaria, de izquierdas, renovadora, liberal, experimental con un claro aire internacional.
  • ‘España’ (1915-1924): dirigida por José Ortega y Gasset, noticias culturales y políticas.
  • ‘La Pluma’ (1920-1923): estrictamente literaria, sobre novedades literarias en forma de crítica.
  • ‘La Revista de Occidente’ (1923-actualidad): fundad por José Ortega y Gasset, consagrada al pensamiento, la creación artística y literaria, la filosofía y la historia, entre otras cuestiones. Al margen de la política.
  • ‘La Gaceta Literaria’ (1927-1932): nació con el deseo de ser ibérica, americana e internacional. Gran repercusión. A partir de 1929 comenzaron a aparecer ‘Gacetas’ editadas en diversos lugares: ‘La Gaceta Catalana’, ‘La Gaceta Portuguesa’, ‘La Gaceta Americana’, y con diversos temas ‘La Gaceta de Arte’, ‘La Gaceta Política y Diplomática’…. 
  • ‘El Mono Azul’ (1936-1939): “Hoja semanal de la Alianza de intelectuales Antifascistas para la defensa de la cultura”. En ella publicaron su producción litería y crítica muchos intelectuales en el exilio.
  • ‘Cuadernos de Ruedo Ibérico’ (1965-1977): de oposición al Régimen. Sus contenidos y colaboradores pertenecían al ámbito cultural y político.
  • ‘Cuaderno para el Diálogo’ (1963-1976): creada por Joaquín Ruiz-Jiménez, dedicada a temas culturales, sociales, religiosos y, sobre todo, políticos, aunque sin ideología concreta.

De los periódicos con sección cultural diaria destacan:
  • ‘El Imparcial’ (1867-1933): fundado por Eduardo Gasset y Artime, era considerado el diario de mayor difusión e influencia a finales del XIX. Todos los lunes desde 1874 publicaba ‘Los lunes de El Imparcial’, una página dedicada a la cultura.
  • ‘El Sol’ (1917-1992): creado por Urgoiti, dedicado muy especialmente al ámbito político y cultural. En 1928 apareció una sección semanal llamada ‘Libros’. Dada su audiencia, tenía una perspectiva teórica e intelectual.

Estas publicaciones sirvieron de espacio común para artistas, críticos y estudiosos que compartían concepciones artísticas similares y utilizaron estos soportes para dar a conocer sus teorías e ideas.
La crítica fue el género que mejor aceptación tuvo para cubrir la información cultural, sobre todo en las revistas. Su ritmo más pausado permitía a los autores disponer del tiempo suficiente que requiere el enfoque explicativo, orientativo y valorativo que caracteriza a la crítica. En las secciones de cultura de los diarios generalistas, en cambio, era habitual encontrar géneros más inmediatos como la reseña y la crónica.


Tanto las revistas como los suplementos contaban con la colaboración de teóricos del arte y la literatura, escritores, pintores, músicos, etc. Para cubrir las informaciones culturales. La mayor parte de ellos no eran periodistas y carecían de una formación específica para comunicar a la audiencia su saber. Esto les impedía servir de instrumento de mediación entre los especialistas y las audiencias porque ellos eran los propios especialistas (Quesada, 1998:92). La cultura y el hecho cultural quedaban, pues, en manos de un reducido círculo en el que los propios artistas la producían, identificaban y difundían. Por esta razón, estas publicaciones pueden ser consideradas precursoras pero no representantes del periodismo especializado en cultura.                                                                                              

1 comentario:

  1. Y las cosas no cambian, al menos en lo que respecta a la cultura, sigue siendo un círculo cerrado en el que no hay cabida para todos. Muy interesante y didáctico tu artículo, Daniel, muchas gracias por la información.

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