Siempre tuve que batirme en miles de duelos
escribirte miles de versos mezclados con mi sangre
intentar saciar con tus besos mi hambre
fundirme contigo en sábanas de terciopelo
Siempre recordé tu voz dulce y melodiosa
que con sus cantos de sirenas
adormercía mi conciecia y calmaba mis penas
y marchitaba con su belleza a la flor más hermosa
Siempre te busqué en miles de aventuras
entre versos, diálogos y novelas
perdiendo por ello mi cordura
dejando que la demencia con su abrazo me acogiera
Siempre he luchado por ti, querida mía
y llevé tu corazón por bandera
mientras tu voz me producía melancolía
anunciando la llegada de la primavera
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