domingo, 10 de marzo de 2013

EPITAFIO

Si usted lee estos versos, camarada
no se sorprenda si los encuentra borrosos
con la tinta derramada
de las lágrimas que caen de mis ojos
No se asombre si me encuentra llorando
de rabia ante la injusticia
de los males e inmundicias
que en el mundo están pasando
Quiero pedir un favor a mis camaradas
cuando llegue la hora de mi muerte
con vino y rosas rojas la celebren
y que sin lugar a duda alberguen
que yo era un miserable, un cabrón
un rojo de mierda, un miserable hijo de puta
a quien todos traicionó
OH mi dulce destino y cruel herencia
lo importante al marchar de este mundo
es que nadie nos recuerde con pena

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