LA DIÁSPORA DE LOS PERDEDORES

Perdimos y nos sentimos abandonados y huérfanos

mientras el resto del mundo miraba hacia otro lado

obviando nuestro sufrimiento y nuestro dolor

olvidándose de lo que pasó y lo que allí pasaba

Mientras México y Rusia, únicos pueblos y paisanos

que no olvidaron nuestra cruz, tan cerca y tan alejados

cada uno en un extremo del mundo, pero unidos por la solidaridad y el honor

de no dejar a un pueblo y a unas gentes, con la esperanza perdida y abandonada

Tanto que nos disteis generosamente con los brazos abiertos y las manos

dispuestas a ayudar, a acoger, a abrazar, a consolar a un pueblo derrotado y perdido

en el desierto, en un éxodo y exilio incierto y a quien tratasteis como a un hermano

que vuelve a casa derrotado y cansado; triste y vencido

Rusia y México, unidas como fuerzas hermanas que no abandonaron ni olvidaron
al pueblo español compartiendo su sal y su pan con sus pueblos y sus gentes

que huyendo de la barbarie encontraron refugio y abrigo

en sus tierras y en el calor de sus gentes que no callaron ante la injusticia y la barbarie de la guerra

mientras el resto del mundo guardó silencio y bajó la mirada y obviaron

su ayuda ante el sufrimiento padecido por los derrotados e inocentes

que quedaron y sufrieron la represión y la cruz de los vencedores a los vencidos

historias olvidadas, historias silenciadas, historias en cunetas sepultadas bajo tierra