25 de Julio, 1938
Ochenta y dos años de LA BATALLA DEL EBRO, una de las batallas más largas y cruentas de toda la Guerra Civil Española (1936-1939).
La Batalla del Ebro fue el último intento de frenar el avance del ejército de Franco por parte de la república. Fue una batalla a la desesperada y una de las definitivas. Comenzó a finales de julio de 1938 y se dio por concluida a mediados de noviembre de ese mismo año. Demostró el papel clave de la resistencia del pueblo español en su defensa del legítimo gobierno democrático y de unos valores y libertades que les serían arrebatados meses más tarde con la victoria del fascismo.
Conocida generalmente como la última gran ofensiva de los republicanos en el conflicto, la contienda se extendería por varios meses (100 días en total) y estaría marcada por un número considerable de bajas, siendo una de las más sangrientas del conflicto iniciado en 1936.
Ve al frente de batalla
Ve miliciano ve
Y veras España quemada
Las tierras manan sangre
La bestia siembra dolor y hambre
En esta España mutilada
mientras los cuatro jinetes del fascismo galopan
y arrasan con los pueblos y sus gentes
convirtiendo las tierras en un cementerio
donde impera el silencio de muertos y el dolor de los vencidos
para aquellos que sobrevivieron fue muy dura la derrota
señalados, perseguidos y torturados constantemente
nunca salieron de su propio cautiverio
interior
aquellos que se quedaron y fueron perseguidos
Ve miliciano, ve
Ve al último frente
Ve porque eres valiente
Ve porque amas la libertad
Muy elegante
ResponderEliminarMi suegro estuvo en ese frente.
ResponderEliminarMi abuelo no fué miliciano si no militar republicano y estuvo condenado a muerte en Montjuiic que despues de la guerra lo convirtieron en carcel de represaliados.Después más tarde lo liberaron pasados unos años , pero nadie le ofrecia un trabajo y menos digno. Al final por petición de mi abuela tuvo que encontrar un trabajo gracias a un hermano de ella beato y de derechas que tenia contactos en Castellón, como oficinista de un sindicato agrario, hasta que después de muchos años le reconocieron una cierta pensión. Pero acabaron con su moral
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