El nuevo Poder soviético revolucionario abrió las puertas de los campos a terratenientes, especuladores, capitalistas, aristócratas, saboteadores, corruptos y demás parásitos sociales, en su mayoría condenados por sus crímenes durante la Guerra Civil (1917-1923).
Sin embargo, no fue sino hasta 1930 que los campos de trabajo correccional se institucionalizaron en toda la URSS por decreto del Consejo de Comisarios del Pueblo, que dio paso a la creación de la Dirección General de Campos de Trabajo Correccional y Colonias — GULag (Главное управление лагерей — ГУЛаг, por sus siglas en ruso.
La mayoría de los presos eran delincuentes comunes, mientras que otra parte la integraban enemigos directos del Poder soviético comunista. Los condenados debían regresar al pueblo trabajador algo del daño provocado y ser capaces de, con el tiempo, reintegrarse a la sociedad. Con este sistema penitenciario, la dictadura proletaria buscaba darle "una cucharada de su propia medicina" a los parásitos y escoria capitalista y feudal y al lumpen: ¡Ponerlos a trabajar para el pueblo!
Muchos presos sirvieron para construir y modernizar vías férreas, carreteras, canales, etc., en lugares inhóspitos como Siberia, así como para trabajos pesados en minería. Sin embargo, no todo era trabajo físico, también se realizaba un intenso trabajo de reeducación ideológica en los presos, a quienes se les inculcaba la moral proletaria. Incluso hubo centros de trabajo intelectual, donde se daban todas las facilidades a presos "académicos" para que sirvieran con su conocimiento al pueblo. Esto dependía del tipo de crimen y las cualidades del condenado.
Contrario a lo que cuenta la propaganda reaccionaria, pese a los duros trabajos físicos, las tasas de mortalidad en tiempos de paz jamás superaron el 4.8% (las cifras se dispararon únicamente durante la Segunda Guerra Mundial, guerra en la que murieron más de ¡20 millones de soviéticos! y donde muchos presos fueron enviados al frente o se vieron presos de la escasez, como el resto de la población). Esto se debe a que los "gulag" no eran campos de concentración o exterminio, cuyos presos fueran condenados por motivos raciales o étnicos, sino como ya se ha dicho, centros de trabajo reeducativo que sustituían a las cárceles convencionales y cuyo propósito era, pese a todas las fallas y abusos que pudo tener, reintegrar a potenciales camaradas.
Un documento de la CIA de 1957 titulado “Campos de trabajo forzado en la URSS: Transferencia de prisioneros entre campos” revela la siguiente información sobre el Gulag soviético en las páginas dos a seis:
- Hasta 1952, los prisioneros recibieron una cantidad garantizada de alimentos, además de alimentos adicionales por el cumplimiento de cuotas.
- Desde 1952 en adelante, el sistema Gulag operó sobre la «responsabilidad económica», de modo que cuanto más trabajaban los prisioneros, más les pagaban.
- Para el cumplimiento excesivo de las normas en un 105%, un día de sentencia se contabilizó como dos, lo que reducía el tiempo empleado en el Gulag en un día.
- Además, debido a la reconstrucción socialista de la posguerra, el gobierno soviético tenía más fondos y, por lo tanto, aumentaron el suministro de alimentos a los prisioneros.
- Hasta 1954, los prisioneros trabajaban 10 horas por día, mientras que los trabajadores libres trabajaban 8 horas por día. A partir de 1954, tanto los presos como los trabajadores libres trabajaron 8 horas por día.
- Un estudio de la CIA de un campamento mostró que el 95% de los presos eran delincuentes reales.
- En 1953, se otorgó una amnistía al 70% de los «delincuentes comunes» de un campamento de muestra estudiado por la CIA. En los próximos 3 meses, la mayoría de ellos fueron arrestados nuevamente por cometer nuevos delitos.
Los prisioneros del Gulag cobraban salarios |
La mayoría de presos no estaban más de 5 años en el Gulag. |
La mayoría de presos no estaban encarcelados por motivos políticos. |
Viktor Zemskov, uno de los historiadores que tuvo acceso a los archivos de la NKVD y la policía de Estado de Stalin en el 93, afirma que los datos revelaban que:
- Hubo 4 millones de detenciones por motivos políticos entre 1921 y 1953 (incluidos kulaks y víctimas de las purgas). Hubo una parte de esos 4 millones que acabó en condenas de muerte, en total 1'4 millones.
- El número de presos en los campos de trabajo forzado solo superó el millón hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, llegando a poco más de 1 millón 700 para 1953, quienes en su inmensa mayoría eran hordas de criminales nazis que habían invadido la URSS y ahora pagaban su justa condena.
Según Nicolas Werth, la tasa de mortalidad en los campos de concentración soviéticos en el año de preguerra era de entre el 3 y el 7% y en los años de la posguerra, entre el 0,4 y el 1,2%.
Michael Parenti, historiador italoamericano (1997, pp. 79-80), analiza más a fondo los datos proporcionados por los archivos soviéticos: “En 1993, por primera vez, varios historiadores obtuvieron acceso a archivos de la policía soviética que anteriormente eran secretos y pudieron establecer estimaciones bien documentadas de las poblaciones de prisiones y campos de trabajo. Descubrieron que la población total de todo el gulag a partir de enero de 1939, cerca del final de las Grandes Purgas, era de 2.022.976. Alrededor de ese tiempo, se inició una purga de los purgadores, incluidos muchos oficiales de inteligencia y de la policía secreta (NKVD) y miembros del poder judicial y otros comités de investigación, quienes de repente fueron responsables de los excesos del terror a pesar de sus protestas de fidelidad al régimen.”
“Los campos de trabajo soviéticos no eran campos de la muerte como los que construyeron los nazis en toda Europa. No hubo exterminio sistemático de reclusos, cámaras de gas o crematorios para disponer de millones de cuerpos …"La gran mayoría de los prisioneros de los gulags sobrevivieron y finalmente regresaron a la sociedad cuando se les concedió la amnistía o cuando terminaron sus sentencias. En cualquier año dado, de 20 a 40 por ciento de los internos fueron liberados, de acuerdo con los registros del archivo. Sin tener en cuenta estos hechos, el corresponsal en Moscú del New York Times (31/7/96) continúa describiendo el gulag como “el mayor sistema de campos de exterminio en la historia moderna”.
“Casi un millón de prisioneros del gulag fueron liberados durante la Segunda Guerra Mundial para servir en el ejército. Los archivos revelan que más de la mitad de todas las muertes del gulag durante el período 1934-53 ocurrieron durante los años de la guerra (1941-45), en su mayoría por desnutrición, cuando la privación severa era la suerte común de toda la población soviética. (Unos 22 millones de ciudadanos soviéticos murieron en la guerra.) En 1944, por ejemplo, la tasa de mortalidad en los campos de trabajo era de 92 por 1000. Para 1953, con la recuperación de la posguerra, las muertes en los campos habían disminuido a 3 por 1000.”
“¿Deberían todos los presos del gulag ser considerados víctimas inocentes de la represión roja? Contrariamente a lo que se nos ha hecho creer, los detenidos por delitos políticos (“delitos contrarrevolucionarios”) eran del 12 al 33 por ciento de la población carcelaria, que variaba de un año a otro. La gran mayoría de los reclusos fueron acusados de delitos no políticos: asesinato, asalto, robo, bandidaje, contrabando, estafa y otras violaciones punibles en cualquier sociedad “. •Parenti, M. (1997). Camisas negras y rojos: el fascismo racional y el derrocamiento del comunismo. San Francisco, California: libros de luces de la ciudad.
El GULAG fue liquidado, junto con la dictadura del proletariado, por el contrarrevolucionario Nikita Sergeyevich Khrushchov (Никита Сергеевич Хрущёв) tras la muerte de Stalin. En 1960 se oficializó su cierre y miles de criminales reaccionarios fueron liberados impunemente para dar una imagen de "tolerancia", "democracia" y "libertad".
Actualmente en los países capitalistas, incluida Rusia, las prisiones son fábricas de psicópatas y le cuestan millones al pueblo trabajador. Su "trabajo reeducativo", si lo tienen, consiste en trabajo semi-esclavo para empresas privadas y en adoctrinamiento en algún opio religioso. A estas casi nunca entran gran parte de los delincuentes comunes ni mucho menos los grandes criminales de cuello blanco, sino mayoritariamente pobres e inocentes.
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