domingo, 8 de diciembre de 2019

ENRIQUE LÍSTER

Comunista español. A los once años emigró a Cuba. Durante la dictadura de Primo de Rivera fue perseguido por sus actividades políticas y sindicales. Regresó a Cuba y empezó a militar en organizaciones comunistas. De 1932 a 1935 estuvo en la URSS. A su regreso a España el PCE le encargó la propaganda entre las fuerzas armadas. Al estallar la guerra civil fue jefe del famoso 5º Regimiento. Convertidas las milicias en unidades regulares pasó a ser la 1ª Brigada Mixta del Ejército Popular, y Líster, uno de los jefes militares que gozó de más prestigio en la zona republicana. Participó en todas las batallas importantes de la guerra, Jarama, Guadalajara, Brunete, Belchite y Teruel, al mando ya de la famosa 11ª División, auténtica fuerza de choque del ejército republicano. Ascendido a coronel por méritos de guerra, en la batalla del Ebro mandó el 5º Cuerpo de Ejército.

Tras la caída de Cataluña, Líster volvió a la zona Centro-Sur. El 7 de marzo tras la sublevación del coronel Casado abandonó España por vía aérea.

Con el reconocimiento por parte de Inglaterra y Francia del Gobierno franquista y la sublevación casadista, sumados a la rápida salida hacia Francia del presidente del Consejo, la resistencia ya no tenía sentido, por lo cual, precipitadamente, salvándose por los pelos, lograron los militares Modesto, Líster, Soliva y otros, así como Dolores Ibárruri, Rafael Alberti, Togliati, Jesús Hernández, despegar el 7 de marzo del aeródromo de Monóvar y volar hacia Francia y África del Norte. Comenzaba para todos esos hombres la larga ruta del exilio… Sin retorno, para muchos de ellos…

En el avión que lo llevaba a Francia, Líster de nuevo sintió la insoportable sensación de impotencia, aquel malestar, que difícilmente soportó un mes atrás, al cruzar por los Pirineos la frontera francesa. Sintió de nuevo el peso de ese manto de plomo que se abate sobre los hombros de un capitán vencido… Aunque esta vez, el sabor de la derrota le pareció menos amargo que aquel otro, el que le revolvió las tripas cuando vio desfilar por última vez a sus soldados –desarmados y abatidos– ese 10 de febrero de 1939.

En la URSS siguió sus estudios militares combatiendo en la segunda guerra mundial en las filas del ejército soviético en el que llegó a alcanzar el generalato. Al mismo tiempo participó en la política interna del PCE en el exilio sin demasiado acierto. En el IV Congreso celebrado en Praga en 1954 accedió al Buró Político hasta que en 1969 votó en contra de la expulsión de dos de sus camaradas por desviacionismo. Fue expulsado en una reunión del comité central del PCE celebrada en septiembre de 1970. En 1972, tras enfrentarse con Carrillo fundó el Partido Comunista Obrero Español, grupúsculo de nula influencia en la vida política nacional. Tras la muerte de franco volvió a España en 1977. En 1986, tras la caída de Carrillo se reintegró al PCE. Murió en 1994.

General, compañero y camarada
activista, republicano y militar leal
siempre en la vanguardia armada
siempre con el fusil dispuesto contra el capital

Defensor de las libertades y el progreso de los trabajadores
siempre fiel a la República y opositor al fascismo
siempre implacable contra los traidores
paladín rojo del socialismo

Militar, estratega y defensor de las libertades
siempre en el frente, siempre en la vanguardia
contra el fascismo y sus maldades
siempre dispuesto, siempre en guardia

Siempre quedará en mi memoria
tu ejemplo, tus ideas, tu persona y tu recuerdo
siempre presente en la historia
gritando: antes que esclavo, muerto

Siempre fiel a la Revolución y al comunismo
siempre leal al martillo y la hoz
que resaltan la roja bandera del socialismo
que clama emancipación a viva voz

siempre predicando con el ejemplo, camarada
te despido, puño en alto en roja presencia de activista
puño en alto en gentil padrino de los pobres de la tierra

puño en alto contra muros y alambradas
puño en alto en saludo a tu ejemplo comunista
puño en alto en saludo a tu convicción férrea

Enrique Líster


martes, 19 de noviembre de 2019

HOMENAJE A BUENAVENTURA DURRUTI

Buenaventura Durriti (León, 1896 - Madrid, 1936) fue un dirigente anarquista español y una de las figuras legendarias del anarquismo. Hijo de un obrero de ideología socialista, trabajó desde los catorce años como mecánico ferroviario en León. En 1913 se afilió en la sección metalúrgica de la Unión General de Trabajadores (UGT). Tras participar en la huelga revolucionaria de agosto de 1917, hubo de exiliarse a Francia.

Era el segundo de ocho hermanos. El padre de origen vasco (de Lapurdi) era un curtidor que junto a su hermano Ignacio participan en la huelga que este gremio protagonizó en 1903 en León para reivindicar la jornada de 10 horas. Las condiciones en las que vivían ‘Los Durruti’ como la de muchos otros trabajadores de León eran deplorables por aquellos años, se siente impresionado por las condiciones de vida de aquellos hombres que recogían colillas del suelo para poder fumar (así lo relató su hermano Santiago al escritor leonés Julio Llamazares, autor entre otras obras maestras de “Luna de lobos” llevada al cine): Se puso a trabajar en una huerta de Santa Ana y vendió los melones con los que le pagaron para comprarles tabaco, les llevó las cajetillas, y en presencia del maestro proclamó: «Lo más triste de un hombre es trabajar toda la vida y llegar a viejo sin recursos y tener que ir a un asilo de mendicidad para vivir malamente. Yo, como soy chico, pido a mis maestros, que me eduquen como mejor sepan para poder ser útil a los trabajadores» (La entrevista es recogida en el libro ‘Los Durruti’; apuntes sobre una familia de vanguardia de José Antonio Martínez Reñones).

A los 14 años deja de ir a la escuela y empieza a trabajar en el taller de Melchor Martínez, iniciándose en la mecánica y en el socialismo de conciencia -su hermana Rosa contó que venía con un real a casa y decía: «Madre, mire lo que la traigo; mientras ellos se enriquecen mire usted lo que la traigo» (Relata Wenceslao Álvarez Oblanca en la Historia del anarquismo leonés). Cumplidos los 20, en 1916, ingresa en el Depósito de Máquinas del ferrocarril, el empleo le dura poco, fue despedido tras la huelga de 1917. Hubo 200 detenidos en toda la provincia. De los mil ferroviarios que se presentaron a trabajar tras terminar la huelga sólo fueron admitidos seiscientos. José Buenaventura Durruti se estrena por primera vez como preso en la cárcel de León. Esta experiencia refuerza su conciencia. No tardó mucho en comprender que las huelgas y manifestaciones pacíficas no son suficientes para hacer avanzar reivindicaciones, causa e historia de clase; que los banqueros, terratenientes y grandes empresarios de la industria y el Estado representan la explotación, la supeditación de una clase sobre otra. Tras su salida marcha a Asturies y al poco tiempo a Francia para no hacer el servicio militar. A partir de este momento su vida es un peregrinaje de país en país y de cárcel en cárcel. Regresa en 1919, vuelve una vez más a Asturies, empleado como mecánico en La Felguera, uno de los núcleos industriales más importantes de la época. Allí conoce a ‘El Toto’, el leonés Gregorio Martínez Garmón, de Santa María del Páramo que le informa de los progresos del sindicato en la provincia con Laurentino Tejerina a la cabeza, mientras otro leonés Ángel Pestaña impulsaba su expansión en Barcelona; así es como entra en contacto y afilia a la CNT.

A su regreso a España en 1920, se estableció en Barcelona e ingresó en la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Junto a Ricardo Sanz, Francisco Ascaso y Joan García, entre otros, fundó en 1922 el grupo anarquista Los Solidarios, al que se atribuiría en 1923 el atentado contra el cardenal y arzobispo de Zaragoza Juan Soldevila. Su objetivo era luchar contra las bandas armadas dirigidas por los empresarios catalanes. El grupo intervino en un atraco contra la sucursal del Banco de España en Gijón, en el que fue detenido Francisco Ascaso, quien fue liberado pocos días después por Durruti y sus colaboradores.

Durruti formuló una teoría de la revolución social basada en el golpe de estado insurreccional, a cargo de grupos de combate minoritarios. Con el advenimiento de la dictadura de Primo de Rivera, Durruti y Ascaso viajaron a Argentina y a otros países de Hispanoamérica (1924-1925); mediante atracos entendidos como activismo revolucionario, reunieron durante ese periodo fondos para las agrupaciones anarquistas. De nuevo en Europa, se radicaron en Francia. En 1927 fueron detenidos al descubrirse sus planes para secuestrar a Alfonso XIII. Expulsados de España el año siguiente, viajaron a Berlín y se establecieron en Bélgica en 1929. 

Al proclamarse la Segunda República (1931), se instaló en Barcelona e impulsó la Federación Anarquista Ibérica (FAI). Opuesto a la consolidación de la República parlamentaria y a los sucesivos gobiernos republicanos, participó activamente en las revueltas anarquistas de 1932 y 1933, y en la fracasada revolución de octubre de 1934. Esta experiencia le llevó a defender el no boicot de la CNT a las elecciones de febrero de 1936; la participación mayoritaria de los afiliados contribuiría a la victoria del Frente Popular.

La vida de Durruti transcurre agitada de un lado a otro hasta el inicio del golpe, varias veces en la cárcel de donde se escapa acusado de varios atentados, viaja por Latinoamérica, socializa dinero para ayudar a los presos anarquistas, es confinado en Canarias, detenido en Francia… Entre tanto y tanto se casa y tiene una hija. Según cuentan vivían en una casa de miseria que solo tenía una mesa, dos sillas y una cama sin colchón, a la que ponían una manta sobre el somier para dormir. Durruti tiene que enfrentar grandes apuros económicos, en aquella época nadie le da trabajo por estar en la lista negra; por fin su compañera logra trabajo en un cine, él queda al cuidado de las labores de casa, la niña… en esa situación le encuentran algunos compañeros que preguntan al respecto más de una vez al propio Durruti cuya respuesta fue extraordinariamente clara: “Cuando mi compañera va a trabajar, yo limpio la casa, hago las camas y preparo la comida. Además, baño a la niña y la visto. Si crees que un anarquista tiene que estar metido en un bar o un café mientras su mujer trabaja, es que no has comprendido nada”. Otra de las respuestas en que muestra su marcada clarividencia fue: “Los trabajadores saben perfectamente que los ladrones no se levantan a las seis de la mañana. Los verdaderos ladrones, aquellos que se lucran del robo de nuestro trabajo, son los hijos de puta burgueses”.

Con el estallido de la Guerra Civil, dirigió las fuerzas anarquistas en Barcelona durante los combates del 19 de julio de 1936. Promovió el Comité de Milicias Antifascistas y encabezó una columna de milicianos que fue enviada al frente de Aragón para tomar Zaragoza. Durante los primeros meses en que se desencadena el golpe fascista la tensión genera sus contradicciones internas en toda la izquierda acelerando continuos choques y enfrentamientos. La respuesta a la situación exige más conocimiento, compromiso, capacidad y entrega. Contradicciones que por igual se dan entre la dirección de la FAI, y el propio Durruti, que exigía que se enviaran todas las armas al frente; mientras que los “jefes faístas” preferían dejarlas en la retaguardia (Tanto la CNT como la FAI deciden al parecer considerar que sus principales cuadros no deben ir al frente sino que tienen que conservarse para pugnar con los restantes partidos políticos una vez vencido el golpe militar). Según el escritor leonés, de tendencia anarquista, Diego Abad de Santillán "Primaba el propósito del reparto de la piel del oso, antes de darle caza"

Durante su avance hacia la capital aragonesa procedió a la colectivización de los territorios recuperados, pero no logró entrar en Zaragoza, poco pudieron hacer allí sin artillería ni tanques, se cuenta que fueron colectivizando pueblos, pero la prioridad para Durruti era parar el fascismo y vencer el golpe militar. 

El 5 de agosto de 1936,  Buenaventura Durruti dio su famosa entrevista "Nuevo mundo en nuestros corazones" poco después del estallido de la guerra civil con el periodista Pierre Van Passen.

Esta es la cita completa: “Siempre hemos vivido en barrios bajos y agujeros en la pared. Sabremos cómo acomodarnos por un tiempo. Para ti no debes olvidar que también podemos construir. Somos nosotros quienes construimos estos palacios y ciudades, aquí en España y América y en todas partes. Nosotros, los trabajadores. Podemos construir otros para tomar su lugar. Y mejores. No tememos en absoluto a las ruinas. Vamos a heredar la tierra; no hay la menor duda al respecto. La burguesía podría destruir y arruinar su propio mundo antes de abandonar el escenario de la historia. Llevamos un mundo nuevo aquí, en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este minuto ".

En noviembre se trasladó a Madrid para apoyar la defensa de la capital ante la ofensiva de las tropas sublevadas. Al mando de una columna de dos mil milicianos, defendió el sector de la Ciudad Universitaria cercano al hospital Clínico, que terminaría sin embargo cayendo en manos de los nacionales. El 20 de noviembre murió de un disparo que había recibido el día anterior mientras inspeccionaba las zonas de combate, en circunstancias confusas. Convencidos de que a Durruti le asesinaron, no fue un accidente dice, se sospecha de Manzana, un sargento que tenía como lugarteniente en su propia columna y de cuyo fusil salió el disparo que le rozó el corazón… tenía algo importante que ocultar para perderse en el exilio en México tras la guerra. Su sepelio en Barcelona congregó a una inmensa multitud.

Por las calles y las plazas de Madrid
va el entierro de Durruti Buenaventura
camino de Barcelona y una comitiva de camaradas
silenciosos le despiden con los puños levantados

murió el hombre y nació el mito ¡Recordad y resistid!
Buenaventura Durruti, pelo en pecho, barba dura 
caído defendiendo la libertad en las barricadas
frente al fascismo y a sus aliados

fusil en mano, rodilla en tierra
defendiendo la libertad y a sus camaradas 
se basó en el espíritu libertario y el sacrificio voluntario
su procesión fúnebre enmudeció mente y corazón

Barcelona en Negro y Rojo, camaradas y compañeros en la guerra
vio una afluencia de 500.000 almas - grandiosa - en la Vía Layetana
gente que no olvida y recuerda al camarada libertario
siempre consecuente, siempre fiel al pueblo y a la Revolución

Buenaventura Durruti

domingo, 17 de noviembre de 2019

UN ESPADACHÍN DEL SIGLO DE ORO

No era el hombre más cristiano
Tampoco el más honrado ni el más honesto
Pero era de hablar afilado
del que malvivía alquilando

su fortuna y su acero toledano
al mejor postor por unas cuentas monedas
sea cura, noble o villano
no importaba de donde fuera

Vizcaína y afilada no solo era su espada
también su lengua y su mente
Mercenario que a Dios y al diablo ayudaba
dependiendo de la bolsa de su cliente

España, tierra donde no se pone el sol, su natura
Italia, tierra donde pasó su juventud, su ventura,
¡Flandes, tierra donde yace su cuerpo, su sepultura!
en los tercios españoles junto a sus camaradas

comulgando con ruedas de molino
pues poderoso caballero es Don Dinero
a la hora de sembrar su destino
en un mundo cruel y traicionero

en el barro yace rodeado de cuerpos sin boato ni sepultura
Flandes a su espalda, festín de cuervos que todavía dura
entre pólvora y sangre, su alma asciende a los cielos con premura
entre las balas perdidas y las heridas de las estocadas

SENDERO

Camino en busca de una estrella
Cual peregrino llega al templo de su dios
Cuando la primavera debe decir adiós
A su flor más bella
Si buscas consuelo en mis versos
No encontrarás sino tristeza
En estos tiempos que tocan vivir adversos
Que intentar asaltar de mi cuerpo su fortaleza
Salgo del camino
Pues me niego a obedecer designios
De un dios mezquino
Sin corazón, sin amor y sin destino
Puede la estrella perderse en el firmamento
Puede que mis ojos se cieguen
Y que del otro lado del mundo personas lleguen
Para vivir ese momento
Pero no hallarán a un perro malherido
No a una bestia muda
Me quedaré con el beneficio de la duda
Cuando por fin me haya ido

miércoles, 6 de noviembre de 2019

PUENTE DE LOS FRANCESES

El Puente de los Franceses es un viaducto ferroviario situado en el distrito de Moncloa-Aravaca de Madrid (España). Fue levantado en la segunda mitad del siglo XIX para permitir el paso del Ferrocarril del Norte (Madrid-Venta de Baños-Irún), en su cruce con el río Manzanares.

El puente debe su nombre a la nacionalidad de los ingenieros que idearon el proyecto, de origen francés. Por extensión, también se conoce como Puente de los Franceses al nudo de calles y carreteras existente en sus inmediaciones y pasos elevados. El puente se realizó entre los años 1860 y 1862, dentro de las obras de construcción de la línea férrea del norte, que dieron comienzo en 1856, a iniciativa de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España. El viaducto se encuentra en las proximidades de la antigua Estación del Norte o del Príncipe Pío), hacia la cual dirigía los trenes de largo recorrido Este terminal, que empezó a edificarse en 1859, sólo da servicio en la actualidad a los trenes de Cercanías. 

Durante la Guerra Civil

A finales de 1936 los nacionales están a las puertas de Madrid. La caída de la ciudad parece algo inminente; no obstante, los republicanos mantienen y consiguen frenar el avance en la Ciudad universitaria. 

Comenzaban a llegar a Madrid las primeras fuerzas de refresco: la Brigada 4, que quedó emplazada entre el lago la Casa de Campo y el puente de los Franceses y la XI Brigada Internacional, que se situó entre el Puente de los Franceses y Aravaca.

Su presencia fue decisiva en los días siguientes; mientras en el sureste de la ciudad las columnas Líster y Bueno forcejeaban lanzando duros contraataques para fijar una parte de las reservas enemigas, Varela persistió en su objetivo de cruzar el Manzanares por el Puente de los Franceses. Y casi lo consigue, pero su empeño quedó momentáneamente abortado, como se verá después. Aprovechando la llegada de estas y nuevas tropas (las columnas catalanas Durruti y Libertad y la XII BI y otras) el mando de la Defensa de Madrid lanzó, los días 12 y 13, un contraataque sobre la retaguardia enemiga. No tuvo éxito y, por el contrario, la Columna 1 franquista consiguió llegar el día 13 hasta la orilla derecha del Manzanares, en una zona de unos 500 metros comprendida entre el puente de los Franceses y el Hipódromo.

“Fueron también aquellos días de lucha cruentísima, afirma Rojo, por haber concurrido a la Casa de Campo las reservas de ambos contendientes. En esa lucha se batió brillantemente la XI Brigada Internacional”.

Durante la Guerra Civil española, el puente fue escenario de algunos momentos fundamentales en la defensa de Madrid, significando el bautismo de fuego de las Brigadas Internacionales en la batalla de la Ciudad Universitaria. Estos episodios históricos dieron lugar a una copla cantada por el bando republicano, versionando la de Los cuatro generales, creada unos meses antes.

Puente de los Franceses, símbolo de resistencia
frente al fascismo que en Madrid intenta entrar
los milicianos te defienden con insistencia
gritando los fascistas NO PASARÁN

Los madrileños observan junto a los milicianos y Vicente Rojo
como comienzan los bombarderos a la ciudad
con la mirada perdida entre el Manzanares lloran los ojos
viendo tanta destrucción, tanta muerte, tanta maldad

planean su defensa codo con codo junto al general Miaja
cubriendo puntos débiles y anotando bajas
donde los madrileños oponen resistencia, cavando trincheras y barricadas
la batalla perdida es la que se abandona seguimos luchando, compañeros y camaradas

El paso del tiempo va borrando la memoria
pero su poso lame el hierro del puente, viejo recuerdo de una historia
donde el óxido recuerda lo allí ocurrido y lo sufrido
historias en la Casa de Campo a orillas del Manzanares, fiel testigo de lo acontecido

de una guerra no ganada, de una generación perdida
donde luchamos y caímos por la libertad
en una España mutilada, en una España vencida 
presa del fascismo y de la oscuridad

Puente de los Franceses
Puente de los Franceses

viernes, 18 de octubre de 2019

EL RACIONALISMO

La cuestión del conocimiento humano puede tener un sentido psicológico o un sentido lógico. Si se atribuye al pensamiento, a la razón, la única base, estará convencido de la especifidad y autonomía psicológica de los procesos del pensamiento; por el contrario, si se funda solo en la experiencia, negará la autonomía del pensamiento, incluso, en el sentido psicológico.

Si la posición epistemológica se apoya en la razón, como fuente principal, se la llama racionalismo (griego ratio= razón); afirma que un conocimiento es válido solo cuando es lógicamente necesario y universal. Y se confirma este hecho en el juicio el todo es mayor que la parte, algo que tiene que ser siempre así y en todas partes. En cambio, si afirmamos que el agua hierve a 100º,tal cosa, no siempre tiene que ser así, ya que el agua puede hervir a temperaturas superiores o inferiores; es decir, este juicio, no tiene un valor universal, sino limitado. Esto significa que este conocimiento se apoya en la experiencia. Pero si decimos que todos los cuerpos son extensos, tal condición no se basa en la experiencia, sino en el pensamiento, procede de la razón, posee una necesidad lógica y tiene validez universal, condiciones que requiere el racionalismo, porque afirma que la verdadera fuente y base del conocimiento humano, es el pensamiento.

Una forma determinada del conocimiento, el matemático, ha servido de modelo a la interpretación racionalista del conocimiento, por ser éste predominantemente conceptual y deductivo. Tal es el caso de la geometría, disciplina cuyos conocimientos se derivan de algunos conceptos y axiomas supremos: el pensamiento impera con absoluta independencia de la experiencia, siguiendo sus propias leyes.

La forma más antigua del racionalismo la encontramos en Platón, quien creía que los sentidos no pueden procurarnos un verdadero saber, sino una mera opinión, debido a que el mundo de la experiencia está en un continuo cambio. El griego superponía al mundo sensible, otro, suprasensible - el mundo de las Ideas -, el mundo de las esencias ideales metafísicas. Y agregaba que las Ideas son los modelos de las cosas empíricas, que deben su manera de ser, su esencia, a su participación en las Ideas. Según Platón todo conocimiento es una reminiscencia, lo que constituía su teoría de la anámnesis. Preconizaba que el alma había contemplado las Ideas en una existencia preterrena y que se acordaba de ellas al producirse la percepción sensible. Tal teoría no tenía ninguna significación espiritual, aunque Plotino y San Agustín han tratado con este racionalismo trascendente. Plotino coloca el mundo de las Ideas en el NUS cósmico, o sea, el Espíritu del Universo: nuestro espíritu es una emanación del cósmico.

Plotino afirmaba: La parte racional de nuestra alma es alimentada e iluminada continuamente desde arriba, idea que recoge San Agustín y le da sentido cristiano.
El Dios cristiano ocupa el lugar del NUS y las Ideas se convierten en las ideas creatices de Dios. Así, el conocimiento tiene lugar siendo el espíritu humano iluminado por Dios, porque las verdades y los conceptos son irradiados por Dios a nuestro espíritu. Aunque, hacia el final de su existencia, San Agustín reconoce que, junto a este saber de iluminación divina, existe otro, cuya fuente es la experiencia. Esto es lo que llama racionalismo teológico.

En la Edad Moderna, con Malenbranche, se intensifica este racionalismo y con Giobetti - que afirma que conocemos las cosas contemplando inmediatamente lo absoluto en su actividad creadora - denominándose este sistema: ontologismo, porque parte del Ser real absoluto. Ahora se entiende por ontologismo, en general, la teoría de la intuición racional de lo absoluto como fuente única o, al menos, principal, del conocimiento.

Otra forma de racionalismo que adquirió mayor importancia la encontramos en el fundador de la filosofía moderna, Descartes y su continuador, Leibnitz. La teoría de las ideas innatas, de Cicerón, importante en la Edad Moderna, nos dice que nos son innatos ciertos conceptos - justamente los más importantes -, los conceptos fundamentales del conocimiento, que no proceden de la experiencia, sino que representan un patrimonio originario de la razón.

El racionalismo cree poder penetrar en la esfera metafísica por el camino del pensamiento puramente conceptual: deduce de meros conceptos, conocimientos. Tal es: derivar del concepto de Dios, su existencia, o de definir, partiendo del concepto de sustancia, la esencia del alma. Justamente, este espíritu dogmático ha provocado su antípoda, el empirismo


domingo, 13 de octubre de 2019

AIDA LAFUENTE

Aida de la Fuente Penaos fue una libertaria, militante comunista española conocida como la Rosa Roja de Asturias

Su nacimiento fue el 25 de febrero de 1915 en León y su fallecimiento tuvo lugar en Oviedo, el 13 de octubre de 1934,el mismo día que quedó destruido por un incendio el edificio de la Universidad de Oviedo y todo cuanto contenía.

Tuvo una activa y corta vida pues murió durante el levantamiento revolucionario de octubre, conocido como Revolución de 1934 y duramente reprimido por el ejército. Nuestra heroína era hija de Gustavo de la Fuente González y Jesusa Penaos del Barrio. Su padre había sido el fundador del Partido Comunista de España en Oviedo y fue pintor de carteles y decorados para el teatro Campoamor de Oviedo. 

Educada en el seno de una familia comunista, cuyos hermanos militaban en las Juventudes Comunistas, pronto destacó como figura conocida en el movimiento juvenil de Oviedo. Muchos la consideraron la Pasionaria asturiana, aunque nunca alcanzara su relevancia ya que su vida fue truncada a los 19 años. La mayoría de las fuentes consultadas señalan su labor en la organización de cocinas colectivas montadas en la periferia de Oviedo para dar de comer a los combatientes revolucionarios que estaban en primera línea;  otros testimonios también la sitúan con una importante labor como enfermera en el hospital. Cuando perdió la vida actuaba como enlace entre los grupos que controlaban la ciudad y el Comité Revolucionario de Oviedo y según datos de su biografía, el día 13 de octubre intentaba frenar el avance del ejército con una ametralladora situada en las inmediaciones de San Pedro de los Arcos; pero cuentan que ya estaba sola cuando un sargento legionario la invitó a rendirse y, en lugar de hacerlo, disparó su pistola y mató a un legionario. Otras fuentes aseguran que fue fusilada. Lo cierto es que allí acabó su vida y su cadáver fue depositado en la fosa común junto a la tapia de San Pedro de Los Arcos.

El día 13 de octubre moría una joven comunista de 16 años. Su muerte, una más entre las muertes de los hombres y las mujeres que salieron a “tomar el cielo por asalto”, sería el origen de una de las leyendas rojas más extendidas de la Revolución.

Aida de la Fuente Penaos, ha sido, es y siempre será un referente de mujer revolucionaria, militante comunista incansable, que no cejó jamás en la lucha, su vida cotidiana estaba enteramente dedicada a transformar esta sociedad. La figura de Aida de la Fuente se convirtió en modelo a seguir por las milicianas,  símbolo y referente de mujer revolucionaria para asociaciones, movimientos juveniles, militancia comunista, intelectuales y artistas.


Aida Lafuente, niña asturiana y camarada
con tu ametralladora, tu heroísmo y tu muerte.
Te buscaré por los pasajes asturianos,en cada mirada
donde ya en paz esperas el olvido y llueve.

Con los camaradas mineros
estuviste en las barricadas gritando REVOLUCIÓN
cuando el traidor Franco los tuvo por primeros
en su campos de concentración

Llegaron los asesinos y tu nombre preguntaron
y tú, con el puño levantado, gritaste: COMUNISTA LIBERTARIA
pero tu voz y tu recuerdo nunca silenciaron
recuerdos de los mineros asturianos, Rosa Roja Proletaria

Siempre en nuestro recuerdo y en nuestra memoria
como todos aquellos que en octubre fueron presos en campos de concentración
que nunca olviden la historia
de todos aquellos que lucharon por la República y la revolución.

Aida Lafuente. Dibujo de Alfredo Seygram

domingo, 25 de agosto de 2019

NIETZSCHE. ALGUNOS CONCEPTOS

Hay una controversia sobre si Nietzsche abogaba por un único punto de vista de comprensión filosófica. Muchos cargan contra Nietzsche por la contradicción de sus pensamientos e ideas.
Una tesis alternativa en la contradicción de los escritos de Nietzsche es el de la perspectiva, o la idea de que Nietzsche usaba múltiples puntos de vista en su trabajo como un medio para retar al lector a considerar varias facetas de un tema. Si uno acepta su tesis, la variedad y número de perspectivas sirven como una afirmación de la riqueza de la filosofía. Esto no quiere decir que Nietzsche viera todas las ideas como igualmente válidas. Tenía aspectos en los que no estaba de acuerdo con respecto a otros filósofos como Kant. Tampoco está claro dónde se posicionaba Nietzsche en cada tema. De cualquier modo, si uno mantiene los elementos en conflicto de sus escritos como algo intencionado o no, hay pocas dudas de que sus ideas siguen siendo influyentes.

Algunos filósofos han signado al estilo aforístico de Nietzsche como el responsable de estas aparentes contradicciones en su pensamiento, llegando a decir por ejemplo que «hay tantos Nietzsches como lectores». Esta afirmación resulta excesivamente cómoda ya que sólo pretende facilitar la explicación de las contradicciones sin intentar desentrañar su sentido final.
La filosofía de Nietzsche se halla atravesada esencialmente por la herencia de la cosmología clásica, en particular por los conceptos de la cosmogonía griega. Esto es, la identificación del carácter más humano del hombre en relación con el vínculo que guarda con sus dioses. Hablamos de la dualidad de lo apolíneo contra lo dionisíaco. Nietzsche, aunque no descarta por completo la regencia de lo apolíneo en la vida como ha sido heredada, particularmente desde la modernidad, se inclina por resaltar y adoptar una postura en esta línea de lo dionisíaco. En ello consiste precisamente su crítica a la sociedad contemporánea y éste será el hilo conductor que permea de forma constante su obra y su vida.

CONCEPTOS FILÓSOFICOS CLAVES PARA ENTENDER LA OBRA DE NIETZSCHE

Nihilismo y muerte de Dios


Para Nietzsche, la sociedad se encuentra sumida en un profundo nihilismo que ha de superar si no quiere ver su fin. El nihilismo (que tiene distintas formas ) es un advenimiento de unas repetidas frustraciones en la búsqueda de significado, o más precisamente, «la desvalorización de los valores supremos». El nihilismo en Nietzsche se refiere al proceso histórico que surge en el reconocimiento de un valor sumo y termina en la asunción o reconocimiento de múltiples cosas valorables, al volverse inoperante lo que antes se mostraba como lo supremo. El nihilismo acontece en nuestro tiempo como manifestación de la ausencia de una medida única y, al mismo tiempo, como la proliferación de múltiples medidas que, en cada caso, pueden aparecer como válidas. Nietzsche ve en el despliegue del nihilismo toda fundación de cultura europea, la que surge como destino necesario de este proceso. La visión religiosa del mundo había sufrido ya un gran número de cambios por perspectivas contrarias, cayendo en el escepticismo filosófico, y en las teorías científicas evolucionistas y heliocéntricas modernas, lo que no hace más que confirmar la desvalorización de los valores supremos. A lo ya señalado, hemos de sumar una creciente presencia de lo democrático, la que se muestra como la afirmación de una individualidad independiente de Dios y acreedora de la igualdad, de la medianía. La democracia aparece, a los ojos de Nietzsche, como un momento del despliegue del nihilismo igualmente negador de la vida que los que la antecedieron. Ambas manifestaciones del nihilismo se muestran a Nietzsche como negaciones de la vida, al negar u olvidar dimensiones de la misma que, a su parecer, aparecen como constitutivas de ella e inalienables a lo que él considera vida. Estas dimensiones negadas de la vida se muestran en ámbitos tan determinantes como el constante darse del devenir y las diferencias entre los hombres.

Nietzsche ve esta condición intelectual como un nuevo reto para la cultura europea, lo que se ha extendido, asimismo, más allá de un pequeño punto de no-retorno. Nietzsche conceptualiza esto con su famosa frase, «Dios ha muerto», que aparece en la gaya ciencia y en Así habló Zaratustra. Esta frase fue dada también por Hegel veinte años antes de que Nietzsche naciera. Este aforismo, por una parte, señala el fin de eso que antes aparecía como lo imperante, y por otra, indica un terreno fértil, un terreno inexplorado, en el cual el propio Nietzsche es un colono. A partir de la frase «Dios ha muerto», Nietzsche se refiere tanto a la ceguera del pasado en tanto incapacidad de ver esto, como a la asunción de una nueva posibilidad de relacionarse con lo que es, posibilidad dada por la asunción de dicha muerte.

Nietzsche trata esta frase más que como una mera declaración provocativa, casi como una revelación, como si representase el potencial de nihilismo que arrastra el alzamiento y el progreso, en el contexto de un concepto absurdo y sin significado.

Según Nietzsche, el hombre europeo descendiente de los hiperbóreos ha de asumir la gran e inevitable consecuencia de la muerte en la sociedad occidental de Dios, del Dios judeo-cristiano, el vengativo y cruel Yahvé. La consecuencia de la muerte de Dios es que los valores vigentes en la sociedad occidental se vienen abajo ellos solos, según el nihilismo, o no se vienen abajo sino que los hombres los destruimos. Según Nietzsche la superación del nihilismo se producirá cuando el Superhombre imponga los nuevos valores de la moral de señores, destruyendo los valores de la moral de esclavos. Resumiendo, destruimos los valores de los hombres para poner en su lugar los valores del Superhombre, que ocupará el lugar de Dios.

“¿No oísteis hablar de aquel loco que en pleno día corría por la plaza pública con una linterna encendida, gritando sin cesar: “¡Busco a Dios! ¡Busco a Dios!”. Como estaban presentes muchos que no creían en Dios, sus gritos provocaron la risa. [...] El loco se encaró con ellos, y clavándoles la mirada, exclamó: ¿Dónde está Dios? Os lo voy a decir. Le hemos matado; vosotros y yo, todos nosotros somos sus asesinos. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo pudimos vaciar el mar? ¿Quién nos dio la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hemos hecho después de desprender a la Tierra de la órbita del sol? [...] ¿No caemos sin cesar? ¿No caemos hacia adelante, hacia atrás, en todas direcciones? ¿Hay todavía un arriba y un abajo? ¿Flotamos en una nada infinita? ¿Nos persigue el vacío [...]? ¿No hace más frío? ¿No veis de continuo acercarse la noche, cada vez más cerrada? [...] ¡Dios ha muerto! [...] ¡Y nosotros le dimos muerte! ¡Cómo consolarnos nosotros, asesinos entre los asesinos! Lo más sagrado, lo más poderoso que había hasta ahora en el mundo ha teñido con su sangre nuestro cuchillo. ¿Quién borrará esa mancha de sangre? ¿Qué agua servirá para purificarnos? [...] La enormidad de este acto, ¿no es demasiado grande para nosotros?” Friedrich Nietzsche en La Gaya ciencia.

«Moral de señores» y «moral de siervos»

Nietzsche pensaba que había dos clases de hombres: los señores y los siervos, que han dado distinto sentido a la moral. Para los señores, el binomio «bien-mal» equivale a «noble-despreciable». Desprecian como malo todo aquello que es fruto de la cobardía, el temor, la compasión, todo lo que es débil y disminuye el impulso vital. Aprecian como bueno, en cambio, todo lo superior y altivo, fuerte y dominador. La moral de los señores se basa en la fe en sí mismos, el orgullo propio.

Por el contrario, la moral de los siervos nace de los oprimidos y débiles, y comienza por condenar los valores y las cualidades de los poderosos. Una vez denigrado el poderío, el dominio, la gloria de los señores, el esclavo procede a decretar como «buenas» las cualidades de los débiles: la compasión, el servicio —propios del cristianismo—, la paciencia, la humildad. Los siervos inventan una moral que haga más llevadera su condición de esclavos. Como tienen que obedecer a los señores, los siervos dicen que la obediencia es buena y que el orgullo es malo. Como los esclavos son débiles promueven valores como la mansedumbre y la misericordia. Critican el egoísmo y la fuerza.

Enfoque etimológico

La crítica de Nietzsche a la moral tradicional se centraba en la tipología de moral de «amo» y de «esclavo» y en la descripción de la dinámica que generan; esta dinámica o dialéctica debe ser conocida por los «espíritus libres» para conducir a la humanidad a su superación: una sucesión de continuas superaciones — la moral deja de ser algo cerrado para ser visto como una dinámica de morales yuxtapuestas y reconocibles en la dinámica de las lenguas. Examinando la etimología de las palabras alemanas gut («bueno»), schlecht («malo») y böse («malvado»), Nietzsche sostuvo que la distinción entre el bien y el mal fue originalmente descriptiva, o sea, una referencia amoral a aquellos que eran privilegiados (los amos), en contraste con los que eran inferiores (los esclavos). El contraste bueno/malvado surge cuando los esclavos se vengan convirtiendo los atributos de la supremacía en vicios. Si los favorecidos (los «buenos») eran poderosos, se decía que los sumisos heredarían la Tierra. El orgullo se volvió pecado. Caridad, humildad y obediencia reemplazaron competencia, orgullo y autonomía. Clave para el triunfo de la moral de esclavo fue su presunción de ser la única verdadera moral. La insistencia en la absolutidad (Absolutheit) es esencial tanto en la ética religiosa como filosófica. Aunque Nietzsche dio una genealogía de la moral de esclavo y de amo, siempre sostuvo que esta genealogía era una tipología ahistórica de rasgos en toda persona.

Voluntad de poder

La voluntad de poder(der Wille zur Macht) es un concepto altamente controvertido en la filosofía nietzscheana, generando intenso debate e interpretaciones varias, algunas de las cuales, como la notoria interpretación dada por los intelectuales nazis, fueron intentos deliberados de justificación de tácticas políticas.

Una manera de abordar este concepto es por medio de la crítica nietzscheana a la teoria darwiniana de la evolución. Nietzsche veía en los instintos una fuerza que iba más allá del sólo impulso a sobrevivir, protegerse y reproducirse de todos los seres vivos, de sólo ser esto la vida se estancaría. La supervivencia era una de las consecuencias de un deseo aún mayor, impulso hacia una supravivencia, un deseo perpetuo de todo ser vivo por ir más allá de todos, el todo y hasta más allá de sí mismo, más allá de la muerte. Este impulso irracional o deseo perpetuo por expandirse impreso en cada ser es lo único que da sentido a la existencia, paradójicamente «razón de ser» y es la fuerza principal dentro de la visión trágica o dionisiaca de Nietzsche.

Las teorías posteriores de Freud respecto al inconsciente probablemente fueron inspiradas en gran parte por los conceptos de lo Dionisíaco y la voluntad de poder, las cuales Freud relacionó a los instintos sexuales primitivos, por encima de cualquier otro instinto, y su represión y control excesivo por el consciente o parte Apolínea del ser como generadores de la histeria y otras dolencias.

Amor fati y eterno retorno

La idea del eterno retorno ha sido tratada como un concepto importante en Nietzsche por muchos, aunque no en todos los intérpretes.

Nietzsche encuentra la idea en los trabajos de Heinrich Heine, quien especulaba que llegaría el día en el que la persona volvería a nacer con el mismo proceso de él mismo, y con el mismo en todas las demás personas. Nietzsche expandió este concepto para formar su teoría, la cual resaltó en La gaya ciencia y desarrolló en Así habló Zaratustra. En las lecturas de Nietzsche sobre Schopenhauer, le saltó la idea del eterno retorno. Schopenhauer sentenciaba que una persona que firmara en la vida incondicionalmente lo haría incluso si todo lo que le había pasado le ocurriera de nuevo de forma repetida.

En unas pocas ocasiones en sus notas, Nietzsche discurre la posibilidad del Eterno retorno como verdad cosmológica (véase el libro de Arthur Danto Nietzsche como filósofo para un análisis en detalle de estos esfuerzos), pero en los trabajos que él preparó para publicar está tratado como el método más vanguardista de afirmación de la vida. Según Nietzsche, requeriría un sincero Amor fati («Amor al destino»), no simplemente para sobrellevar, sino para desear la ocurrencia del eterno retorno de todos los eventos exactamente como ocurrieron, todo el dolor y la alegría, lo embarazoso y la gloria, esta repetición, más de emociones y sentimientos que de hechos, es lo que configuraría el tipo y la raza universal y global del por venir, no como una raza de las ya existentes, sino como una posibilidad abierta del hombre inacabado como especie genética y lingüística que debe ser perfilada por el eterno retorno de la superación de sus previos pensamientos y hechos.

Nietzsche menciona la idea de lo «horrible y paralizante», y también mantiene que la carga de esta idea es el peso más pesado imaginable (Das schwerste Gewicht). El deseo del eterno retorno de todos los eventos marcaría la afirmación de la vida definitiva.

Según algunos intérpretes, el eterno retorno es más que el mero concepto intelectual o reto, refleja una Kōan, o una característica psicológica que ocupa la estimulación consciente etérea, una transformación de consciencia conocida como metanoia.

Alexander Nehamas escribió en Nietzsche: vida como literatura que hay tres maneras de ver el eterno retorno: (a) Mi vida volverá del mismo modo. Esto es una aproximación fatalista a la idea; (b) Mi vida puede ocurrir del mismo modo. Esta segunda visión es una aserción condicional de cosmología, pero falla al captar lo que Nietzsche se refiere en La gaya ciencia; (c) Es mi vida por re-ocurrir, entonces podría re-ocurrir sólo en idéntico modo. Nehamas muestra que esta interpretación es totalmente independiente de la física y no presupone la verdad de la cosmología. La interpretación de Nehamas es que los individuos constituyen ellos mismos a través de las acciones y la única manera de mantenerse a ellos mismos como son es vivir en una reocurrencia de acciones pasadas.

El Eterno retorno cumple pues dos funciones en la filosofía de Nietzsche. La primera es remarcar el amor a la vida. Los cristianos postulan un paraíso, Platón el mundo de las ideas. Nietzsche dice que después está otra vez la tierra, el mundo: porque no hay nada más. Por otro lado cumple una función ética. Quien acepta el Eterno Retorno, se previene y acepta sus actos. Con el dolor que puedan contraer, con el placer que puedan conllevar: no hay lugar para el arrepentimiento.
El Superhombre

El hombre es un ser incompleto, pues todo animal da lugar a algo superior. Es un puente entre el simio y el Übermensch (término que ha sido traducido con frecuencia, aunque no con excesiva fortuna, como «superhombre» o «suprahombre», existiendo autores que prefieren su traducción como "ultrahombre"). El hombre es, por tanto, algo que debe ser saltado, superado. El Superhombre es aquel ser que tiene una moral de nobles, es un noble, y acepta la voluntad de poder: es un hombre legislador, él crea sus propias normas, morales y de todo tipo, además es un hombre que somete las cosas a su voluntad, es un hombre vital: ama la vida y este mundo. Además es un ser que acepta el Eterno Retorno, pues cuando toma una decisión realmente la quiere tomar, y no se arrepiente de sus actos. Sabe que la vida es en parte dolor y en parte placer, pero no reniega de ello.

Hay controversia sobre qué o a quién consideraba Nietzsche como Superhombre. No sólo hay cierta base para pensar que Nietzsche era escéptico sobre la identidad individual y la noción de sujeto, sino que habría un ejemplo concreto del Superhombre como algo nuclear. Las interpretaciones modernas de Nietzsche, especialmente después del trabajo de Walter Kaufmann, sugieren que la visión de Nietzsche sobre el Superhombre está más en línea con el concepto de hombre renacentista, como Goethe o Da Vinci. Pero Nietzsche ve al niño como el verdadero Superhombre, este que es inocente, cree en su propia moral, sigue sus propios valores.

Normalmente se traduce como «superhombre»; sin embargo esta traducción es errónea ya que el prefijo alemán über significa «superior» como adjetivo, o «sobre» (como el over inglés). Además Mensch significa «humano», «persona», esto es, «hombre» en términos de especie, y no de sexo. En castellano puede dar lugar a equívocos si se lo lee con mala intención. Por lo tanto, la traducción más correcta al castellano sería «suprahumano» o "lo sobrehumano", pero en el uso más convencional sería «suprahombre», o bien, «ultrahombre», tal como el filósofo Vattimo lo ha sugerido.

Siempre debe recordarse que el concepto se contrapone a cualquier término sexista y al de el «último hombre», el que presenciará el gran mediodía que representa el último paso de superación del hombre moral y septentrional, y la etapa final del nihilismo. Es en este sentido en que debe entenderse al super-hombre como uno de los objetivos nietzscheanos, y no como una «calidad» a la que se pueda acceder, o una «categoría» que se pueda obtener.
La cristiandad como institución y Jesús

En su libro llamado El Anticristo, Nietzsche escribe sobre cómo la cristiandad se ha convertido en una ideología establecida por instituciones como la Iglesia, y cómo las iglesias han fallado a la hora de representar la vida de Jesús. Es importante, para él, distinguir entre la religión de la cristiandad y la persona de Jesús. Nietzsche explicó la religión cristiana como si fuera representado por iglesias e instituciones a las que llamaba su «transvaloración» (del alemán Umwertung) de los valores instintivos saludables. Transvaloración es el proceso por el cual el significado de un concepto o ideología puede ser puesto al revés de lo expresado por su etimología. Fue más allá del pensamiento de los agnósticos o ateos de la Ilustración, quienes sentían que la Cristiandad era simplemente falsa. Él afirmaba que ha podido ser deliberadamente infundida como una religión subversiva (como un arma psicológica subversiva) dentro del Imperio Romano por el apóstol Pablo como una forma de cobrar venganza por la destrucción romana de Jerusalén y el Templo durante la Guerra Judía.

Nietzsche contrasta a los cristianos con Jesús, a quien admiraba de gran modo. Nietzsche argumenta que Jesús transcendió las influencias morales de su tiempo creando su propio sistema de valores. Jesús representaba un paso hacia el Übermensch. Al final, Nietzsche clama sin embargo: en contraste con el suprahombre, quien abraza la vida, Jesús negaba la realeza en favor de su «Reino de Dios». La negación de Jesús para defenderse a sí mismo, y su muerte, eran consecuencias lógicas de su desajuste de sistema de ideas. Nietzsche entonces analizó la historia de la Cristiandad, descubriendo una distorsión progresiva de modo grotesco de las enseñanzas de Jesús. Él critica a los primeros cristianos por convertir a Jesús en un mártir y la vida de Jesús dentro de la historia de la salvación de la humanidad como motivo para dominar a las masas, encontrando a los apóstoles cobardes, vulgares y resentidos. Argumenta que las sucesivas generaciones malentendieron la vida de Jesús, mientras la influencia de la cristiandad crecía. En el siglo XIX, Nietzsche concluye, la cristiandad se ha vuelto tan mundana para hacerse una parodia de sí misma, una total manipulación que ha sufrido desde que murió Cristo. Por eso sentenció, en una de sus frases más conocidas: "El último cristiano murió en la cruz", refiriéndose a que nadie siguió las enseñanzas de Cristo, y que Pedro y los que siguieron con la doctrina cristiana sólo hicieron negocio con la figura de Cristo, por lo tanto, él ha sido el único cristiano (al ser el Cristo).

NIETZSCHE Y LA ÉTICA

Nietzsche aborda la ética desde diferentes perspectivas. En términos de hoy en día, podemos decir que sus obras tocan los ámbitos de la metaética, la ética normativa, y la ética descriptiva.

En lo referente a la metaética, Nietzsche puede ser clasificado quizá como un escéptico moral. Esto es en la medida en que afirma que todas las sentencias éticas son falsas, porque cualquier tipo de correspondencia entre sentencias morales y hechos es ilusoria y mendaz. Esta afirmación forma parte de aquella otra más general según la cual no existe una verdad universal, pues ninguna corresponde a la realidad más que de una forma aparente. En realidad, las afirmaciones éticas, como todas las afirmaciones, son meras interpretaciones como mínimo siempre parciales sobrepuestas a la realidad, fundamentalmente ininterpretable.

A veces, Nietzsche puede parecer tener opiniones muy definidas en lo que es moral e inmoral. Hay que notar, no obstante, que las opiniones morales de Nietzsche se pueden explicar sin atribuirle la afirmación de que son ciertas. Según Nietzsche, no necesitamos descartar una afirmación simplemente porque sea falsa. Al contrario, a menudo afirma que la falsedad es esencial para la vida. Curiosamente, en sus discusiones figuradas con Wagner en El caso Wagner menciona la mentira deshonesta, como opuesta a la mentira honesta. Posteriormente menciona a Platón como referente sobre ésta última. Esto debería dar una idea de los múltiples niveles interpretativos, a menudo aparentemente paradójicos si no se toman las debidas cautelas hermenéuticas, de su trabajo.

En la disyuntiva entre ética normativa y ética descriptiva distingue entre la moral de señor y la moral de esclavo. Aunque reconoce que es muy difícil encontrar un ejemplo real de alguien que mantenga una u otra moral pura sin algún tipo de yuxtaposición (de hecho era consciente de estar haciendo historia al vislumbrar «genealógicamente» esta distinción), las presenta, a lo largo de la historia y actualmente en tanto que pulsiones humanas atemporales, una en contraste de la otra. Algunos de estos contrastes de una moral frente a la otra son:
  • Interpretación de lo «bueno» y lo «malo» en oposición a la interpretación de lo «bondadoso» y lo «malvado».
  • Moral de la aristocracia frente a la moral del rebaño, de los esclavos, los oprimidos, los rencorosos por constitución.
  • Determinación de valores independientemente de fundamentos predeterminados (Naturaleza) por oposición a valores establecidos sobre fundamentos determinados previamente y no discutidos (dogma).
Estas ideas fueron elaboradas en su libro La genealogía de la Moral, en el cual además introdujo el concepto clave del resentimiento como base de la moral del esclavo.

También es conocido como hemos dicho por su frase Dios ha muerto, mientras en la creencia popular se cree que es Nietzsche de donde procede esta frase, es puesta en verdad en boca de un personaje, un hombre loco, en La gaya ciencia. Fue más adelante dicha por el Zaratustra de Nietzsche. Estas frases malinterpretadas no proclaman una muerte física, sino un final natural a la creencia de dios. Está altamente malentendido como una declaración de regocijo, cuando es descrito como un lamento trágico por el personaje de Zaratustra.

Dios ha muerto es más una observación que una declaración. Nietzsche no dio argumentos para el ateísmo, sino meramente observó que, para todos los efectos prácticos, sus contemporáneos vivían como si Dios estuviera muerto. Nietzsche creía que esta muerte minaba los fundamentos de la moral y que acabaría por desembocar en el más completo nihilismo y relativismo moral. Para evitar esto, él creía en la revaluación de los fundamentos de la moral para comprender mejor los motivos y orígenes subyacentes de los primeros. De esta manera los individuos podrían decidir por sí mismos si un valor moral es obsoleto o está desviado por imposiciones culturales o quieren realmente tomar ese valor como cierto.

NIETZSCHE Y LA POLÍTICA

Mientras un aire político fue fácil de ver en los escritos de Nietzsche, su trabajo no está de ningún modo pensado para ser un panfleto político. La influencia que Nietzsche ejerció sobre la política de la "nueva derecha" fue realmente extensa. Afirmó que el poder de un sistema es signo de falta de integridad, no propuso un sistema de gobierno específico como solución, y nunca se vinculó a sí mismo con movimientos de masas, organizaciones sociales o partidos políticos. En este sentido, Nietzsche casi podría ser llamado un pensador anti-político. Walter Kaufmann enfatiza la visión de que el poderoso individualismo expresado en sus escritos sería desastroso si se practicara en las bases reales de los políticos. Escritores posteriores, guiados por la izquierda intelectual francesa, han propuesto maneras de usar la teoría nietzscheana en lo que se ha llegado a conocer como las políticas de diferencias, en especial formulando teorías sobre resistencia política y sobre diferencias sexuales y morales.

Revisando ampliamente los escritos de Kauffmann y otros, el espectro del nazismo ha sido hoy en día casi extinto de sus escritos. Nietzsche a menudo se refería como «el rebaño» a los participantes de los movimientos de masas que comparten una psicología común de la masa. Valoraba el individualismo y el lenguaje como obra común que nos construye, y era en especial opuesto a la pena y el altruismo, pero consideraba sus obras como regalos a la humanidad (una de las cosas que más detestaba de la cristiandad era su énfasis en la piedad y como esto supuestamente elevaba a los de mente débil). Despreciaba al Estado moderno, Nietzsche también habló negativamente de demócratas y socialistas y dejó claro que sólo ciertos individuos podían romper la moral del rebaño. Pero son sus propias palabras las que deberían alejar cualquier sospecha de simpatía con el nazismo:

"Nosotros no amamos a la humanidad, pero también estarnos muy lejos de ser lo bastante alemanes (en el sentido en que hoy se emplea la palabra) para convertirnos en voceros del nacionalismo y de los odios de razas, para regocijamos con las aversiones y el modo de hacerse mala sangre los pueblos, a que se debe que en Europa se atrincheren unos contra otros cual si quisieran separarse con cuarentenas. [...] Nosotros, los sin patria, somos demasiado variados, demasiado mezclados de razas y de origen para ser hombres modernos, y por consiguiente, nos sentimos muy poco inclinados a participar en esa mentida admiración de sí mismas que hoy practican las razas y en ese descaro con que hoy se ostenta en Alemania, a modo de escarapela, el fanatismo germánico, ... " La gaya ciencia, § 377 

Al pueblo se refería como "perro de fuego". En Zaratustra desarrolla esta idea como fuerzas dinámicas de las que hay que tomar partido en el desarrollo histórico. El perro de fuego representa los ideales populares por diferenciarse de otros pueblos. En "De viejas y nuevas tablas" desarrolla también la idea de cómo ciertos valores morales acaban por ser institucionalizados en normas de domesticación y a eso llaman nacionalismo... ¡domesticar a favor del estado al perro de fuego que cometió esos desmembramientos de cabeza y dio su apoyo popular a Napoleón! Sólo el individuo alienado de las masas puede comprender su situación con respecto al resto.


NIETZSCHE Y LAS MUJERES

Los comentarios de Nietzsche sobre las mujeres han provocado una gran polémica. El hecho de que Nietzsche también ridiculizara a los hombres y a la masculinidad no le salva de la carga del sexismo. Sin embargo, las mujeres con las que tuvo contacto dijeron que era admirable y que trataba sus ideas y consideraciones con más respeto del esperado en un hombre educado en ese período. Muchos comentarios de Nietzsche sobre las mujeres y los hombres deberían ser leídos a la luz de su revaluación de la moral y de su deseo de evolución del individualismo. Además, algunas de sus afirmaciones sobre las mujeres parecían prefigurar la crítica del post-feminismo contra las versiones primerizas del feminismo, particularmente aquellas que afirman que el feminismo ortodoxo discrimina a las propias mujeres en función de su posición social privilegiada. En este contexto, el pensamiento de Nietzsche ha sido relacionado con el opúsculo de Schopenhauer «Sobre las mujeres» , habiendo sido muy probablemente influenciado por él en algún grado.

La visión de Nietzsche de la mujer no se centra en el papel de madre en potencia sino en la participación de la mujer en la construcción por su propio destino, definir la identidad de las mujeres le compete a las propias mujeres y no a los hombres. Tal vez por eso no quiso explicar su concepto de mujer. Deja a su esperanza decir «¡Quizá tendré al suprahombre en mis entrañas!» («Las jóvenes y las viejas» de Así Habló Zaratustra, libro I, sec. 18).

viernes, 26 de julio de 2019

GERDA TARO

El 26 de julio de 1937 falleció en un hospital de campaña republicano Gerda Taro, tras ser arrollada accidentalmente por un tanque en la batalla de Brunete. Junto a su compañero Endre Ernö Friedmann, con el que trabajaría conjuntamente bajo el pseudónimo de Robert Capa, Taro nos dejaría algunas de las imágenes más icónicas de la Guerra Civil española.

Murió joven, demasiado joven, y su carrera no tuvo ocasión de desarrollarse: apenas un puñado de fotografías, pero en las que logra mostrar la vulnerabilidad de los seres humanos en situaciones límite. Zúñiga la sitúa en la Alianza de Escritores Antifascistas –en el palacete de los Heredia-Spínola de la calle Marqués del Duero– defendiendo el valor de la imagen frente a la supuesta superioridad de la palabra escrita.
Gerda Taro

BIOGRAFÍA

Su verdadero nombre era Gerta Pohorylle y nació en Stuttgart, Alemania, el 1 de agosto de 1910. Sus padres eran judíos polacos.

Gerda era una joven que se involucró de movimientos obreros de tendencia socialista. En 1933 tuvo que refugiarse en París a causa de la persecución nazi que sufría Alemania. El 19 marzo de 1933fue arrestada por los nazis e interrogada sobre una supuesta conspiración comunista para derrocar a Hitler. Su nombre figuraba en una lista de la que tuvo conocimiento las autoridades como miembro de un grupo de jóvenes comunistas que participaban en la distribución de propaganda antifascista.

Tras dos semanas detenida fue puesta en libertad, logró escapar del país usando pasaporte falso y siendo protegida por camaradas en Paris antes de ir a Yugoslavia. Más tarde se convertiría en testigo del sentir republicano dejando un valioso legado.

Fue allí donde conoció a Endre Frieddman.

Consagró amistades con intelectuales antifascistas europeos, como George Orwell y Ernest Hemingway, y su presencia se hacía notar entre ellos con grandes referentes. Su prestigioso talento y su precisión exacta de las instantáneas le dio paso a comercializar publicaciones en 'Illustrated London News', 'Life' y 'Volks Illustrierte'.

Gerda y Endre comenzaron una relación sentimental que duraría hasta la muerte de la fotógrafa. Cambiaron sus nombres por Robert Capa y Gerda Taro, supuestamente inspirados en Frank Capra y Greta Garbo. Se inventaron una nueva historia personal para vivir como fotógrafos. Robert enseñó fotografía a Gerda y Gerda arregló el desaliñado aspecto de Robert.

Robert y Gerda se trasladaron a Barcelona para cubrir la contienda. De allí marcharon a distintas ciudades donde fotografiaron los primeros momentos de la guerra. Tras una estancia breve en París en 1937 donde publicaron una serie de imágenes bajo la firma Capa & Taro con gran éxito, volvieron a España.

Gerda y Robert trabajaron en distintos lugares y se reencontraron en París en varias ocasiones. La última, en la celebración de la Toma de la Bastilla de 1937. Gerda regresaba al frente sin saber que aquella iba a ser la última vez que se verían.

Gerda declinó ser musa de retratos y decidió pasar a primera línea combatiente para documentar "in situ".  Consagró amistades con intelectuales antifascistas europeos, como George Orwell y Ernest Hemingway, y su presencia se hacía notar entre ellos con grandes referentes. Su prestigioso talento y su precisión exacta de las instantáneas le dio paso a comercializar publicaciones en 'Illustrated London News', 'Life' y 'Volks Illustrierte'.

Las mayores aportaciones registradas conjuntas las realizaron durante la Guerra Civil española; apostaron fuertemente hacia la postura republicana y tuvieron importantes aliados en sus trabajos.

La llegaron a conocer en distintos ámbitos por el apelativo "pequeño zorro rojo", no hacía referencia a nada despectivo, todo lo contrario, era una profunda admiración hacia su astucia, juventud, valentía y el color de su pelo.

En 1937 se produjo una ruptura entre ella y André Friedman, él se quedó con el nombre de Robert Capa. A partir de entonces, continuaron sus trayectorias por caminos independientes. Ya en solitario, ella firmó uno de los reportajes más emblemáticos del momento sobre la primera fase de la batalla de Brunete, creando su propia marca denominada "Photo Taro".

Ficha de Gerda Taro.
fotógrafa autorizada por la Junta de Defensa de Madrid

A principios de julio comenzó la ofensiva contra Brunete. Sus primeras fotografías del pueblo conquistado aparecieron en Ce Soir el día 15. Gerda regresa a la batalla e insiste ante el general Walter, que ordena el repliegue, y se mete en un refugio sin parar de disparar la Leica que Capa le había regalado. Sale de allí finalmente sobre el estribo del coche del general Walter y agarrada por fuera. De repente, un tanque republicano que avanzaba a toda velocidad se abalanza sobre el vehículo, que dio un volantazo para evitar el choque. El tanque la arrolló.  El cuerpo malherido de Gerda fue trasladado al hospital de El Goloso, en El Escorial, donde nada se pudo hacer por su vida. Fallecía al día siguiente. Era el 26 de julio de 1937. No pudo cumplir los veintisiete años.

Brunete fue el último asalto de Gerda. El final de su historia. El veinticinco de julio de 1937 el caprichoso azar de la contienda truncó el dúo de lentes aguerridas. Murió arrollada por un tanque mientras huía del avance de los fusiles franquistas, cuatro días antes de soplar sus veintisiete primaveras. La niña judía a la que su hermano enseñó a burlar a los nazis, la joven que sobrevivió a un gélido París bajo la mirilla fascista, que enamoró y dio marca a Friedman (Capa) y conquistó un pequeño espacio dentro de la historia de la fotografía femenina, sucumbió bajo los hierros del carro de combate.

Murió al amanecer, entre sábanas blancas, inquieta por la suerte que habían corrido sus cámaras nuevas. Rafael Alberti trasladó su cuerpo a Madrid, mientras los aviones franquistas escupían fuego desde las alturas. Milicianos y militares, intelectuales y republicanos agradecidos velaron con honores de soldado a la heroína que había arriesgado su vida por la libertad del país.

Aquella iba a ser su última incursión. La noche anterior había anunciado que dejaba el frente y tenía previsto reencontrarse con Capa para volver juntos a París. Al poeta Louis Aragon le tocó el mal trago de darle la noticia al fotógrafo, que nunca se repuso de la pérdida de la que siempre describió como la mujer de su vida.

El 28 de julio de 1937, dos días después, la revista Ce soir para la que trabajaba le dedicó su primera página con el titular “Nuestra reportera, la señorita Taro, ha muerto cerca de Brunete, donde estaba cubriendo la batalla”.

Los restos mortales de Gerda fueron trasladados a París y enterrados en el cementerio de Père-Lachaise. 

jueves, 11 de julio de 2019

REVOLUCIÓN EN LOS CIELOS

Los cielos truenan enfurecidos
la guerra se entabla entre negros nubarrones y diluvio universal
El Nazareno se levantó contra la tiranía establecida en su Nombre
contra un padre despiadado, caprichos, vengativo y cruel

De Hijo bienaventurado a Hijo proscrito
se rebela contra la dictadura del dolor y el mal
que su Padre ha ocasionado al hombre
cordero que quita el pecado del mundo ¡Alabado sea él!

Legiones de ángeles se enfrentan en una cruenta batalla
Unos, revolucionarios y maximalistas
otros, defensores del orden público
otros, neutrales, sin partido, espectadores silenciosos de la contienda

mientras las bombas y los fusiles estallan
destruyendo un régimen despótico y clasista
en un choque de bandos antagónicos
mientras nada queda en pie, nada que los defienda

Y mientras la sangre de los ángeles va derramándose
y cae a la tierra como maná liberador
los hombres, por fin, saborearon la libertad
y empezaron a llamarse como hermanos

Todos, musulmanes, judíos, cristianos
sin distinción, miedo, ira o dolor
unidos, amando y respetándose
creando una verdadera hermandad

domingo, 23 de junio de 2019

EL BÚHO

Paseo por el bosque, sintiendo la suave brisa cargada de aromas de romeo y flores que hacen sentir en mi ser, una sensación de infinita felicidad, de estar en un Edén dorado, donde las fragancias del mundo fluyen de las manos del Altísimo. La sensación de panacea inunda mi ser, teletransportándome, haciéndome flotar.

Me siento en una piedra, rodeada de musgo y observo un ejemplar de un árbol desconocido de gigantescas proporciones. Su corteza me recuerda a los rostros llenos de arrugas de los ancianos; arrugas que guardan infinita sabiduría y experiencia que manan en forma de palabras y sonrisas buscando mis oídos, prestos para captar cualquier ruido, cualquier palabra que me reconforta y me sumerge en el mar de la imaginación.

El árbol tiene ramas secas, antaño poderosas como los brazos de un gigante, pero sigue elevándose majestuoso y firme a pesar del tiempo y las adversidades. Oigo un ruido. Un batir de alas y ulular bajo. Mi imaginación se desbocó, recordando miles de poesías y cuentos de terror, recordando viles y malvadas criaturas escondidas en la espesura, buscando a víctimas despistadas. mas no era ninguna vil criatura, sino un búho.

Ese majestuoso animal me observa desde la rama del árbol con curiosidad. su majestuoso plumaje le convierte sin duda en le rey de la noche, quien vigila a sus súbditos y siempre siente curiosidad por  los extraños.

Me mira con sus ojos brillantes, con su iris negro en esas pupilas naranjas. Por un instante, siento miedo y retornan en mí historias de brujos, fantasías infantiles, siervos del diablo que, desde sus oscuros refugios, reaparecen en forma animal.

Pasado el miedo, le miro fijamente a los ojos. Se para el tiempo. Impera el silencio. Sólo estamos nosotros: el búho y yo.

Símbolo de brujería y sabiduría, escudriñando sus ojos intento abrir las puertas al vasto conocimiento del universo. Nuestras miradas se cruzan y el puente del Bifröst  se alza entre nosotros. Parece que me está estudiando y entabla conmigo un silencioso diálogo, roto por los batir de alas de las demás aves. Ese nexo parece profundizarse cada vez más mientras nuestras miradas se sostienen intentando escudriñar nuestras almas. un creciente respeto nace en mi ser ante tan majestuosa criatura. Cada vez que le veo, siento más admiración por él. Es el silencioso maestro que escucha, observa y analiza con sus ojos color ámbar al alumno, mi ser, que se sorprende y guarda silencio mientras lo mira.

El tiempo parece detenerse y el instante se eterniza. Miles de preguntas retumban en mi mente, y siento cómo el animal va respondiendo una a una, sin establecer diálogo, pero saciando mi sed de curiosidad.

Las horas transcurren lentamente pero todo llega a su final. Los rayos del sol anuncian el amanecer de un nuevo día. El búho ulula a modo de despedida y bate las alas, tal vez en busca de un manjar que degustar, tal vez en busca de un hueco en el árbol donde refugiarse… No lo sé.

Mi imaginación se desborda como un río cargado por las lluvias; pero dejo paso a la razón y lo analizo, poco a poco, pluma a pluma. Una animal de majestuosa belleza que me observa en la lejanía con sus ojos naranjas, sorprendido quizás por que un extraño se adentre en sus dominios sin permiso. batiendo por última vez las alas, el búho eleva el vuelo y se despide con una batir de alas, despareciendo como una estrella fugaz, con un parpadeo.

El búho se interna en el interior del bosque, donde la oscuridad predomina entre la espesura de los árboles y las barbas de plata de un riachuelo.

Con él se van mis dudas y mis pensamientos. ¿A dónde? No lo sé. ¿Volveré a verlo? Lo desconozco. Pero, siempre perdurará en mis recuerdos la imagen de este ser de la naturaleza que me sorprende y me causa respeto al mismo tiempo.

miércoles, 22 de mayo de 2019

EL FUERTE DE CARCHUNA

En la noche del 23 de mayo de 1938 una treintena de republicanos, entre quienes se encontraban cuatro tenientes asturianos del Ejército Popular, lograron llevar a cabo la evasión de más de trescientos presos antifascistas del fuerte franquista de Carchuna, ubicado a escasa distancia de la localidad granadina de Motril.

El comando partió desde Castell de Ferro, pequeña localidad costera cercaba a Carchuna, embarcando en una pesquero y una barca que iba a remolque. Desembarcaron según lo previsto y, tras asegurar los accesos al fuerte para evitar que llevaran refuerzos a la guarnición, lo asaltaron sin sufrir bajas propias. Una vez liberados los prisioneros, estos señalaron al oficial al mando de la guarnición y a unos suboficiales como autores de malos tratos y son fusilados sobre el terreno. Tras una pequeña lucha contra las fuerzas franquistas de la zona, los prisioneros y el comando lograron alcanzar las líneas gubernamentales.
Fuerte de Carchuna (Granada)

La operación Carchuna, por ir primero al final, a lo que comportó, fue una incursión republicana tras las líneas del bando nacional en la costa granadina, a pocos kilómetros de Motril. Allí, de noche y con lanchas, un grupo de soldados de lo que hoy en día se consideraría un comando de operaciones especiales, se infiltraron en el Castillo de Carchuna, reconvertido entonces en prisión, asesinaron a cuatro crueles carceleros ("por justicia poética", parece que dijo uno de los asaltantes) y liberaron a los alrededor de 300 asturianos allí presos, más ocho soldados del bando nacional que aprovecharon la oportunidad para cambiar de ejército. Es esta, con independencia del color político, la más audaz y cinematográfica operación de un ejército español en la retaguardia del enemigo y, sin embargo, es una acción durante casi 70 años silenciada, hasta que un grupo de historiadores con título y otros simplemente aficionados (Jesús Castillo, Txema Prada y Floren Dimas, entre otros) la repescaron hace unos 10 años y consiguieron dar incluso con supervivientes de aquel rescate, como Marcelono Díaz: "Aquello fue una cosa espectacular, una maniobra relámpago con la que lograron sacarnos del presidio. Éramos cientos de personas y salimos de allí con vida... ¡Y que hoy nadie se acuerde de nosotros!".



Para facilitar el paso del grupo de rescate junto a los 308 asturianos liberados por las líneas del frente nacional de la zona, el 220.º Batallón de la 55.ª Brigada, unidad que cubría el frente granadino, lanzó un «ataque de distracción apoyado por algunas baterías de artillería y de mortero». Así, el grupo de rescate y los prisioneros asturianos liberados conseguirían regresar a posiciones republicanas antes de la amanecida del 24 de mayo, convirtiéndose en los protagonistas de una historia que todavía hoy empieza a escribirse.

La represión en Asturias

Tras la conquista de Asturias, la represión de los sublevados fue muy dura. Sólo en Oviedo unos mil prisioneros republicanos fueron fusilados.​ En otros casos, los presos republicanos fueron enviados a batallones de trabajo, a los Campos de concentración franquistas,​ o se vieron obligados a unirse al Ejército franquista (alrededor de 100.000).​ Además, con la conquista de la franja cantábrica el bando sublevado pasó a controlar el 36% de la producción industrial española, el 60% de la producción de carbón y la casi totalidad de la producción de acero.​ La caída de Asturias también permitió a la Armada franquista poder trasladarse al Mar Mediterráneo para reforzar a las unidades que ya se encontraban allí hostigando a las líneas de suministro de la República.​ Sin embargo, numerosos soldados republicanos que no habían sido hechos prisioneros o que no se habían rendido, se escondieron en las montañas asturianas y formaron partidas de guerrillas que mantendrán un hostigamiento severo y constante contra las autoridades franquistas,​ al punto que el orden público en la zona recién ocupada Asturias quedará en manos del ejército franquista por seis meses más. La actividad guerrillera supuso una demora en posibles nuevas ofensivas del Bando sublevado.

El parte oficial del Estado Mayor de Franco cifraba en 6.000 los prisioneros hechos el día 22 de octubre, cifra que ascendía ya a 15.000 al día siguiente y que no paró de aumentar. En todas las poblaciones se improvisaron cárceles. En Sama, el teatro Manuel Llaneza y la Casa del Pueblo de los socialistas; en Oviedo, La Cadellada fue convertida en campo de concentración; en Avilés, hizo las mismas funciones la fábrica de La Vidriera y la Quinta Pedregal; en Gijón, la plaza de toros, El Coto, La Algodonera, el Cerillero...

Desde noviembre de 1936, que se realizó el primer fusilamiento en Oviedo, hasta diciembre de 1950, el total de fusilados en la capital asturiana fue de 1.376. En la cárcel de El Coto de Gijón, desde el 30 de noviembre de 1937 al 19 de diciembre de 1949, el número de fusilados fue de 1.246. Sumados los muertos en Camposancos y otros campos de concentración en Galicia, los fusilados en Luarca y en otras localidades, y los cientos de muertes irregulares, el total no se debió alejar mucho de los 4.500 que ya señaláramos hace años (Javier Rodríguez Muñoz, «La represión franquista: paseos y ejecuciones»), cifra algo más del doble de la consignada por Ramón Salas Larrazábal («Pérdidas de la guerra») para el mismo concepto. Algunos de los trabajos que están realizando al amparo de la llamada Ley de la Memoria Histórica dan unas cifras mucho más elevadas de muertes irregulares.

La mayoría de las fosas de quienes murieron por defender la libertad y la República en Asturias son pequeñas. Las hay individuales y colectivas. De guerra, en las que se enterraban a los combatientes muertos o fusilados tras el combate, y de civiles represaliados al término de la Guerra Civil. El número real de desaparecidos no se conoce todavía, pero sí se sabe que por lo menos fueron 20.000 y que alrededor de 7.000 fueron fusilados tras ser condenados en consejo de guerra.

La diferencia es que, mientras que los muertos del bando de los sublevados obtuvieron reparación económica y social en cuanto concluyó la guerra, con enterramientos católicos, misas, honores, esquelas en la prensa y puestos en la Administración reservados a los hijos de los caídos, los descendientes de los vencidos solo tuvieron derecho al olvido y la vergüenza

El traidor Franco en su odio a lo que representabais os tuvo por primeros,
orgullo proletario, revolucionarios, en sus campos de concentración
Asturianos de braveza, obreros, campesinos, intelectuales y mineros
siempre fieles al pueblo y a la revolución

pueblo leal a la libertad y a su clase, en mi recuerdo siempre prisioneros
siempre perseguidos y humillados
pero nunca vencidos ni doblegados
orgullo de pueblo, orgullo de clase, orgullo obrero

Millones de puños gritan su cólera por los aires,
millones de corazones golpean contra sus cárceles
Asturias grita Viva la Dinamita, viva la Revolución
recordando lo sufrido y lo que han pasado

leales al pueblo y a la libertad, no pudo doblegarle nadie
por tanta represión causada, por muchos golpes que duelen
asturianos de braveza, de acero, lluvia y carbón
siempre en mi recuerdo prisioneros pero nunca derrotados

Monumento en el Alto de la Tornería

martes, 9 de abril de 2019

A UN MILICIANO

Ve, miliciano, ve
y empuña el fusil y deja la hoz
bajo la bandera tricolor de la libertad
combate hasta tu último aliento
combate hasta perecer

Ve, miliciano, ve
y alza los puños y eleva tu voz
para destruir los muros de la necedad
y reclamar el trabajo y el pan como sustento
como un derecho, como un deber

Ve, miliciano, ve
y combate por todo lo que has conseguido
y te queda por conseguir
porque sino luchas ya habrás perdido
todo aquello por lo que merecer vivir


miércoles, 27 de marzo de 2019

YURI GAGARIN

27 de marzo de 1968.

Fallece a los 34 años, YURI GAGARIN, cuando pilotando un caza MIG-15 en un vuelo rutinario de entrenamiento se estrelló en Novosyolovo, cerca de Moscú.

El 9 de marzo de 1934 nació #YuriGagarin, hijo de carpintero y campesina. Primera persona en viajar al espacio a bordo de la nave Vostok-1. Hazaña que lo convirtió en héroe soviético y de la humanidad. Demostró hasta dónde podían llegar los hijos de la clase obrera en la URSS.

Fue el primer hombre en completar un vuelo espacial y vivir para contarlo. El 12 de abril de 1961, poco después de las 9 de la mañana, el astronauta soviético fue lanzado a bordo del "Vostok I" y regresó sano y salvo. Este histórico vuelo de 108 minutos, una única órbita alrededor de la Tierra, convirtió a Yuri Gagarin en el primer ser humano en el espacio y un héroe internacional.

La gesta de Yuri Gagarin, (que en se momento contaba con 27 años, casado y con dos hijas) fue un duro golpe para EEUU, que vio como su máximo competidor en la carrera espacial les ganaba terreno. El hito empezó a gestarse en los años 50, cuando la URSS y EEUU batallaron con uñas y dientes por se los primeros en mandar un satélite al espacio y después de ganar esa batalla la URSS con la misión exitosa del "Sputnik I" se inició la carrera entre las dos potencias para conseguir poner en órbita al primer ser humano, batalla que también gano la Unión Soviética con el vuelo de Yuri Gagarin.

Igual que tú en la estratosfera, cosmonauta
yo no veo ningún Dios en los cielos
solo veo el firmamento y la noche oscura

de la más humilde tierra a las estrellas y el cielo
elevaste la ciencia al infinito y al firmamento
ciencia, fruto del conocimiento
imaginación que alza el vuelo

Tú, que nunca fuiste de los que siguen las pautas
tú, que nunca tuviste los pies en el suelo
tú, que siempre quisiste alzar el vuelo
Tu, que desafiaste los límites de la cordura

Tú, que nos saludaste desde el exterior
en una gran y tamaña proeza
mirar al pasado siempre es recordarte con tristeza
mirara al pasado siempre es recordarte con dolor


YURI GAGARIN